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La libertad en juego: entre apelaciones y vidas encarceladas
Las defensas de 16 personas que siguen detenidas tras la cacería policial el miércoles de la Ley Gases apelaron la denegación de excarcelación. También apeló el fiscal Carlos Stornelli, pero para volver a meter presas a las 17 liberadas. Ahora la jueza María Servini tiene 10 días hábiles para resolver si las procesa o no, y si lo hiciera, bajo qué cargos; eso también determinará si seguirán el proceso en libertad.
En tanto, hoy por primera vez las familias pudieron ver a las y los detenidos, luego de cinco días de desesperación. Este lunes a las 11 habrá una conferencia de prensa en el Serpaj donde se acordará el lugar donde se realizará una manifestación para exigir la libertad, que se realizará el martes a las 17 horas. Breve síntesis de algunas de las historias de vida que hay detrás de estas detenciones arbitrarias.
1. Maripaz
María de La Paz Cerrutti fue este miércoles a una consulta psicológica en la cual recibió el alta, luego de tres meses de licencia psiquiátrica en su trabajo en el Ministerio de Economía, donde trabaja desde hace quince años. Ella es contadora, además de profesora de Historia, fotógrafa, música y muchas otras cosas más, porque siempre se interesó por saber más y de todo. Estaba reponiéndose, entonces, de los ataques de pánico y angustia que sufrió desde la muerte de su madre, y decidió ir a comunicarle la buena noticia a su delegado de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), que estaba a pocas cuadras, participando de la movilización en el Congreso. Quería ponerlo al día, preocupada por la situación precaria que viven en estos días quienes trabajan en el Estado. Estuvo un rato en la plaza, pero decidió retirarse para preservarse. Todavía estaba frágil.
Fue caminando hasta su casa, cerca de Constitución, pero nunca llegó. En Moreno y Bernardo de Irigoyen reprochó a los gritos la actitud de un grupo de policías que estaba amedrentando a manifestantes. Gritó también su nombre y DNI. En la filmación que registra lo que sucedió después, se escucha la orden policial: “Presa, presa”. Un enjambre de policías cae sobre ella, la sujeta del cuello, la tira al piso, se le sienta encima de la espalda, la sofoca. “No es algo que pueda soportar fácilmente una persona que sufre ataques de pánico”, sintetiza ahora Gabriel Becker, su abogado. Tampoco alguien que haya sufrido en su familia cinco secuestros y cuatro desapariciones.
Maripaz fue esposada y encerrada en un camión celular, en el cual la pasearon durante toda la noche. Recién a la mañana la dejaron en la Comisaría Nº 15, en el piso, sin agua ni comida, también esposada. Así hasta el viernes, cuando finalmente fue trasladada hasta los tribunales de Comodoro Py para ser indagada por una empleada del juzgado federal Nº 1, a cargo de la jueza María Servini. A ella María le contó su historia y le pidió su libertad, que le fue denegada. Su abogado no apeló esa decisión: confía en que las evidencias liberarán a María.
Hasta el mediodía del sábado sus hermanas no supieron a dónde habían trasladado a María. Luego de varios llamados desesperados la ubicaron: cárcel de mujeres de Ezeiza. Hasta allí fueron, pero sin saber qué trámites requiere la autorización de visitas -presentar partidas de nacimiento que acrediten el vínculo, por ejemplo. Lograron, sí, saber que el Comité contra la Tortura había recorrido los penales para comprobar la situación de las y los detenidos en la cacería policial del miércoles y, entre ellas, ver a María. “Estaba delicada, se trata de una persona vulnerable que necesita supervisión médica y psicológica, y todavía no había recibido ninguna de esas asistencias”, señala el abogado.
Maripaz es nieta de la madre de Plaza de Mayo Sara Derotier de Cobacho, que fue secuestrada por la última dictadura cívico militar el 23 de marzo de 1976 en Santa Fe y trasladada por distintos centros clandestinos hasta que legalizan su detención en Villa Devoto y, finalmente, la liberan. Un año después, secuestran y desaparecen a su hijo menor Enrique, el 31 de julio de 1977, cuando estaba viajando con su cuñado de Buenos Aires hacia Rosario. Se supo que tomaron el tren, pero patotas los bajaron y nunca llegaron a destino. Enrique en ese momento trabajaba en el ferrocarril General Belgrano y estudiaba Derecho.
Tiempo después, Oscar Manuel, el hijo mayor de Sara, es secuestrado el 30 de noviembre de 1978 en Ramos Mejía. Lo detiene una patota en la estación de trenes y lo llevan al centro clandestino de detención “Olimpo”. Esa misma noche secuestran a su mujer, Elena Gómez, y a sus dos hijos, uno de dos años y otro, de meses. Todos fueron llevados al “Olimpo”. Debido a que el padre de Elena era un militar de la Aeronáutica, consiguió que devuelvan a los niños a su familia. Sara dedicó desde entonces su vida a los derechos humanos. Fue senadora por la provincia de Buenos Aires y durante el período 2007-2012 fue titular de la Secretaría de Derechos Humanos en la provincia de Buenos Aires. Murió ese mismo 2012 a los 81 años de edad.
Nahuel, el hermano de Maripaz, transmite todo lo que significa para su familia esta memoria y este presente: “Estamos destruidos, en shock y tratando de reponernos para ver cómo seguir, porque si bien toda la familia está siendo víctima, una vez más, de esta violencia de Estado, a ella le toca la peor parte. Hace poco perdimos a nuestra mamá, y eso impactó en María; su salud es delicada y esta situación representa un riesgo para ella. Nos enteramos por la radio que había sido detenida y, también por los medios, que le había sido negada la libertad. Lo vivimos como una pesadilla y lo que necesitamos es que se termina cuanto antes: por ella y por cada uno de nosotros”.
2. Camila
La carta que escribió Néstor, la pareja de Camila Juárez Oliva, detenida en el penal de Ezeiza tras la represión frente al Congreso:
“Estoy haciendo el bolso con la muda de ropa para llevarte a la cárcel de Ezeiza. Acá, en este limbo en que nos dejaron los acontecimientos, donde sólo nos llegan sensaciones y ecos de la realidad, estamos desarraigados, tirados en la tierra, entumecidos por el dolor, alienados de angustia. Acá te estoy haciendo el bolsito, pensando qué te gustaría que lleve.
Salió en los medios, tu secuestro se volvió un gran tema nacional, y salen notas en los principales canales de noticias y portales periodísticos, me parece que puede ser bueno, porque así se visibiliza tu situación, pero al mismo tiempo percibo el estruendoso silencio que se va a producir cuando se termine la novedad, y me da miedo que te expongan los ilusos e interesados, que te ataquen los inmorales y los violentos.
Espero que entiendas por qué te mando el pantalón con felpudito, ya sé que no te gusta, pero quizás hace frío.
Comentábamos, entre las idas y venidas de todos los días, cómo estaba cambiando nuestro país, mientras llevábamos y traíamos a los chicos de la escuela, a inglés, fútbol, tela, o scout, mientras trabajábamos, o después de cenar, cómo el odio se vuelve con tanta facilidad ubicuo y contagioso, negro y pringoso como una mancha de petróleo en el mar.
Me embarga el terror de no verte, de que no te vean los chicos, les sonrío con una mueca falseada, les aseguro que venís en un rato. En el jardín de casa fructifican el limonero y el palto, se escuchan caer sobre el techo del quincho, imagino cómo te gustaría ir corriendo a juntar las paltas. Las dejé en el piso, para que cuando te suelten y se haga justicia las levantes todas juntas, recuperes aunque sea un cachito de todo lo que te están robando.
Lo que no va a tener arreglo es el dolor, eso va a quedar incrustado adentro, sin reparación posible, un hueco imposible de llenar, espacio muerto.
Esos nombres, rumores lejanos de sucesos altisonantes de tapa de diario: Stornelli, Servini de Cubría, Justicia Federal, cosas que leemos en los diarios, tan lejanas de nosotros, de pronto se nos insartan entre las costillas como un puñal helado e intento sacarlo con todas mis fuerza.
Primero tengo que elegir qué campera te llevo, no sé si preferís algo liviano o algo muy abrigado, me decido por llevarte las dos. Mientras pienso cómo escapar de la pausa en la que se encuentran nuestras vidas, recuerdo que te fuiste a una marcha con los chicos de la Unsam, por una ley que se iba a tratar en el Congreso, una ley que probablemente nos termine volviendo más dependientes, menos soberanos, y más vulnerables.
Y después todo fue miedo y terror, vigilia y encierro, sed, oscuridad, mentiras despiadadas, policías cínicos, tortura psicópata, un comisario sonriente y tranquilizador diciéndonos que no nos preocupáramos, que “estaban en un picnic”, lo decían porque las tenían esposadas comiendo en el piso lo que nos dejaban pasarles y les daban a cuentagotas.
Me acabás de llamar y nos quebramos, tengo que ir a comprar ropa clara porque no te dejan vestirte con ropa oscura.Te toca a vos ser partícipe involuntaria del show esperpéntico de la política nacional, nos toca a nosotros el dolor y la injusticia, dicen que no gratuitamente, sino porque evidentemente somos terroristas sediciosos, violentos y extremistas. Te codicia un fiscal: presa fácil para exhibirte como muestra del horror, te imputan, te requisan, te trasladan, te incomunincan… te torturan. Te exhiben, te exponen, te hacen mierda gratuitamente. Y la desesperanza también es un virus, que nos copa el alma, nos empuja al abismo y nos hiela la sangre.
Ya tengo listo todo lo que te voy a llevar, te mando el libro de Bourdieu que nunca terminás de leer, lástima que no puedo guardarte nuestras voces en un frasquito, para que te arrullen cuando te sientas sola y no te puedas dormir. Y también me gustaría llevarte a vos y a los otros y otras que están con vos, el remedio que encontré acá afuera contra ese odio que nos quieren inocular y contra el virus de la desesperanza, que son las voces… de los demás. Voces solidarias que desde un primer momento estuvieron reclamando en la calle, difundiendo la locura, protegiendo la vida humana y ¡la democracia!, abrazándonos sin conocernos, mirándonos a los ojos con compasión, regalándonos su apoyo y su fuerza”.
3. Ramona
4. Lucía
5. Sacha
6. Juan
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Loan: hacia dónde apunta ahora la causa
El fiscal federal de Goya, Mariano de Guzmán, y los responsables de la Procuraduría contra la Trata y Explotación de Personas (Protex), María Alejandra Mangano y Marcelo Colombo, pidieron a la jueza Cristina Pozzer Penzo procesar con prisión preventiva por sustracción y ocultamiento de Loan Peña a los seis detenidos que estuvieron en el almuerzo familiar tras el que desapareció el niño correntino de 5 años. Además, exigieron el procesamiento del entonces comisario de 9 de Julio, Walter Maciel, por encubrimiento agravado y entorpecimiento de la investigación. Las pruebas que derivaron en esta solicitud. La exhortación a nuevas indagatorias. La palabra de Juan Pablo Gallego, abogado que representa a la familia: “Es un enorme paso adelante la decisión de la Fiscalía”. El escrito del fiscal plantea que “el niño no se perdió” y elabora una primera hipótesis sobre el rol de la pareja del marino retirado Carlos Pérez y su esposa y funcionaria municipal María Victoria Caillava. Los pasos a seguir. Y lo más importante que falta: cinco meses y medio después, sigue sin haber indicio alguno de dónde está Loan.
Por Francisco Pandolfi
El abogado de la familia, Juan Pablo Gallego: “La prueba que hemos podido redondear en los últimos meses ha convalidado lo que ahora los fiscales analizan como contundente para sostener los siete procesamientos”.
“La solicitud de procesamiento de los siete detenidos por la Fiscalía es un enorme paso adelante. Tiene una mirada muy parecida a la nuestra. Tenemos un análisis con bastantes puntos de contacto; ambas partes descartamos el accidente de tránsito que se buscó instalar desde una mirada más dirigida a desviar la causa, que desde una posibilidad práctica” dijo a lavaca el abogado que representa a la familia de Loan Peña, Juan Pablo Gallego.
Pasaron cinco meses y medio. Este viernes son 169 días. Mañana, 170. Pasado mañana, 171. Y así sucesivamente, desde el 13 de junio pasado cuando desaparecieron a Loan Danilo Peña, nene de 5 años del pueblo correntino de 9 de Julio, de quien no se sabe absolutamente nada.
Este miércoles, día 167, hubo una noticia en este caso en el que desde el comienzo hubo más trascendidos que certezas. Más operaciones, mentiras, y fakes que pruebas concretas para llegar a lo único importante: Loan. Este miércoles, el fiscal federal de Goya, Mariano de Guzmán, y los responsables de la Procuraduría contra la Trata y Explotación de Personas (Protex), María Alejandra Mangano y Marcelo Colombo, pidieron a la jueza Cristina Pozzer Penzo procesar con prisión preventiva a los siete detenidos por la causa principal en la que se investiga la desaparición de Loan. Existe una causa paralela por “obstrucción de la investigación”, en la que permanece detenida una persona apodada el “Americano”.
Las personas, las naranjas, y la desaparición
Loan fue con su papá a visitar a la abuela Catalina en el paraje rural Algarrobal a las afueras de 9 de Julio. Aquel jueves 13 de junio almorzó junto a su tía Laudelina Peña, la pareja Antonio Benítez y los tres hijos de ella: Macarena y dos menores. También con su prima política Camila Núñez, que fue con su nena; y con dos matrimonios más: Daniel Ramírez y Mónica del Carmen Millapi (pareja amiga de los tíos de Loan), y con María Victoria Caillava (funcionaria municipal y amiga de la abuela de Loan) junto a su marido Carlos Pérez (capitán de navío retirado de la Armada). Luego de la comida, Benítez, Caillava y Ramírez fueron junto a Loan y los otros nenes a juntar naranjas.
Y Loan desapareció.
Viajamos a 9 de Julio para intentar comprender lo que el nene de 5 años nos muestra sobre el presente y lo contamos en esta investigación publicada en la MU de septiembre: https://lavaca.org/mu197/lo-que-loan-nos-hace-ver/
Las llamadas sospechosas
El fiscal de Goya y la Protex elevaron a la jueza un escrito de 86 páginas, en el que exhortan a que las tres parejas (Laudelina Peña-Antonio Benítez, Mónica del Carmen Millapi-Daniel Ramírez y Victoria Caillava-Carlos Pérez) sean procesados por la sustracción y el ocultamiento del menor (figura que prevé de 5 a 15 años de prisión, según el artículo 146 del Código Penal).
A su vez, exigieron el procesamiento del entonces comisario de 9 de Julio, Walter Maciel, por el delito de encubrimiento agravado (con pena de 1 a 6 años de cárcel, según el artículo 277 del Código Penal), por haber entorpecido la investigación y facilitado el encubrimiento de quienes desaparecieron a Loan.
El Estado como responsable: el reclamo de familiares y vecinos de Corrientes frente a un caso con inquietantes nexos con el poder, y sin respuesta sobre el destino de un chico de 5 años de edad.
El Ministerio Público Fiscal considera que tras el almuerzo se registraron dos llamadas “sumamente sospechosas”: una, cuando Ramírez llamó a su hermana y conversaron durante ocho minutos. Luego, una comunicación entre Benítez y Laudelina que se extendió más de nueve minutos. “El día de la desaparición se advierte un incremento en la actividad de cada uno de los imputados a partir de sus comunicaciones y desplazamientos, que no responden a la búsqueda”, y agregan: “Tras el llamado de Benítez a Laudelina comienzan dos etapas posteriores de ocultamiento y encubrimiento en la que toman parte los imputados presentes al momento de la desaparición, el comisario Maciel y otras personas involucradas por las que solicitamos su llamado a indagatoria”.
Este pedido a la jueza sobre “otras personas involucradas” apunta a Macarena Peña, prima de Loan e hija de Laudelina, y a Cristian Agustín Gutiérrez, conocido de Benítez. “Son varias las evidencias que permiten sostener un grado de sospecha en contra de ambos”, explicaron.
“El niño no se perdió”
En el documento, reflejan un punto clave en la investigación: “La camioneta de estos imputados (Caillava y Pérez) es el único vehículo que se retira del Paraje inmediatamente después de haber tomado conocimiento de la desaparición del niño. En sus vehículos -camioneta y auto- se verificó un rastro positivo del niño”. Caillava y Pérez fueron “los únicos que también abandonaron la localidad de 9 de Julio al día siguiente del hecho, con conocimiento de Maciel, ya a cargo de la investigación y la búsqueda”.
Por todo esto, tanto el fiscal como la Protex plantean su hipótesis: “Nos permite afirmar que el niño no se perdió como afirmaron las personas por las que aquí pedimos su procesamiento -que tampoco lo abandonaron-, y que se montó una escena para hacer creer que así había sucedido. En ninguna oportunidad se hallaron rastros fehacientes del niño que lo ubicaran fuera de la órbita del naranjal, nadie escuchó ni un grito, llanto o pedido de auxilio”.
La continuidad del caso
A la consulta sobre si el pedido de procesamiento fue tardío, el abogado Gallego responde: “No lo calificaría como tal. Nosotros veníamos preocupados por la falta de participación de los fiscales en la última etapa probatoria, en lo que hace a la recolección de pruebas, examen de testigos, audiencias y esto sí nos tenía altísimamente preocupados. Creemos que lo que tiene que ver con el pedido de procesamiento es oportuno, porque precisamente la prueba que hemos podido redondear en los últimos meses ha convalidado lo que ahora los fiscales analizan como contundente para sostener los siete procesamientos”.
¿Cuáles son los pasos a seguir? “La jueza va a analizar los pedidos de procesamiento y es probable que antes de fin de año se expida sobre estas cuestiones. Entiendo que con total claridad va a procesar a los siete y esto significaría llegar a un estadío procesal que va enfilando hacia un posible juicio oral, que por ahora iría con estas calificaciones: captación, sustracción, secuestro de un niño y encubrimiento por parte de Maciel”.
Agrega Juan Pablo Gallego: “Todavía quedan diligencias pendientes: testimoniales de diversas personas y careos; en el aspecto técnico, todavía falta cotejar parte de la información del entrecruzamiento de teléfonos entre los imputados; en cuanto a rastrillajes en septiembre se dispuso hacerlos en determinadas zonas donde en rigor se hizo mal, y esa es una área que incluye a cuatro lagunas. Esto se intentó hacer entre el 15 y el 17 de octubre, pero no se terminó por el mal clima y por la falta de recursos del SIFEBU (Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas): la ausencia de recursos técnicos y de los canes, necesarios para lo requerido por la jueza”.
Concluye el abogado: “La instrucción está prorrogada hasta el 19 de marzo, por lo que es posible que esas nuevas diligencias nos permitan tener otros detalles y complete el cuadro probatorio que ya tiene que ver con el desenlace: dónde está Loan y en qué estado. Mi aspiración es tener resuelto eso antes de la etapa de juicio oral. Queremos encontrar al niño como un elemento útil para terminar de configurar los delitos y para que la familia empiece a tener un poco de paz”.
La pregunta sigue vigente y sin respuesta: ¿dónde está Loan?
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Cometierra y Dolores Reyes: censura, femicidios y literatura
La escritora Dolores Reyes no necesita a fanáticos para promocionarle los libros, pero lo hicieron. Y no son fans. Los ataques oficialistas y gubernamentales (con Victoria Villarruel a la cabeza) pretendiendo censurar su novela Cometierra, distribuida en la provincia de Buenos Aires como parte del material para lectura de los últimos años de la enseñanza media, generaron el efecto inverso: consolidaron como best seller al libro que ya lleva 17 ediciones, mientras ahora volverá a imprimirse.
Como homenaje volvemos a publicar aquí la nota realizada en MU 182, La república de las brujas, que es a la vez el anuncio de la continuación de Cometierra con otra novela –Miseria– que los fanáticos de la censura tal vez se lancen a promocionar próximamente. Algo similar podría ocurrir con las obras de otras autoras cuestionadas, como Inés Garland, Aurora Venturini, Sol Fantin y Gabriela Cabezón Cámara.
Cometierra es el personaje de esa novela tan cuestionada y alabada: una adolescente a la que le llevan botellitas llenas de tierra que pisaron mujeres, niñas y jóvenes que se encuentran desaparecidas, para que ella la coma y cuente lo que la tierra le permite ver.
En la nota Dolores cuenta cómo es escribir en medio de la maternidad de 7 hijos. Su trabajo como docente en el conurbano. Su paso por un taller literario. Habla de la inspiración, de lo cotidiano, de Liniers como territorio de brujerías y desapariciones.
Nos cuenta: “La adolescencia es una etapa donde se pone más de manifiesto un cierto desamparo, y a la vez es una etapa súper vitalista: todo es posible. Los pibes son preciosos, tienen una energía increíble. Todo es posible en el sentido de la potencialidad de esa edad y de esas vidas, y a la vez están muy desamparados”.
La construcción de un mundo y ciertas consultas de Finlandia sobre La Salada. La voz de lo que es nuevo y desde dónde escribe Dolores Reyes. Aquí, el texto completo de La república de las brujas.
Por Anabella Arrascaeta
(más…)Actualidad
Otro trabajador del subte murió de cáncer por asbesto
Jorge Navarro llevaba 30 años como trabajador del subte, era tornero, y hace años padecía un cáncer de pulmón por exposición al asbesto. Es el cuarto trabajador fallecido por esta causa. Desde el sindicato denuncian que hay además 107 trabajadores afectados, cinco de ellos con cáncer. El asbesto, o amianto, es un material que se utilizó en la fabricación de vagones españoles para subtes que fueron comprados durante la gestión de Mauricio Macri en la ciudad de Buenos Aires. Aclaración: publicamos el mapa del subte con asbesto, que debe ser permanentemente actualizado. Desde ahora habrá que agregar un fallecido más (4 en total) y en los últimos meses la cifra de afectados pasó de los 86 que mostraba el mapa, a 107.
Por Anabella Arrascaeta
A las 3 de la mañana de este jueves, después de dos meses de agonía, murió Jorge Navarro, trabajador del subte, de profesión: tornero. Estaba internado en el Hospital Británico, bajo cuidados paliativos y tratamiento del dolor, desde que había agravado su cáncer de pulmón producto de la exposición al asbesto, tal como lo reconoció la auditoría médica en 2020.
Desde hacía treinta años Jorge trabajaba bajo tierra en el área de mantenimiento del Taller Constitución del subte, en todo lo relacionado a tornería en el eje de los trenes, en las ruedas, o en otras piezas.
Jorge Navarro es el cuarto trabajador del subte fallecido por la misma causa, su muerte se suma a la de Jorge Gabriel Pacci, 56 años; Juan Carlos Palmisciano, 71; y Jorge Visquet, 53. Además, desde la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP, conocida como Metrodelegados) denuncian que hay 107 trabajadores afectados de los cuales cinco están cursando cáncer de pulmón: uno es trabajador de base, cuatro son supervisores.
A su vez hay 2.179 trabajadores y trabajadoras bajo vigilancia médica por haber sido ingresados al RAR (Relevamiento de Agentes de Riesgos) lo cual habilita que les realicen estudios que detecten el problema: placa radiográfica para asbesto, espirometría y tomografía computada de alta resolución, con la obligación de guardar las historias clínicas por 40 años. Aunque cada vez son más los ingresados, desde el sindicato denuncian que falta incorporar alrededor de 1.400 trabajadorxs que están en las estaciones. MU publicó una investigación sobre el tema en la edición 185, que puede leerse aquí.
“Nuestra desesperación”
Consultado por lavaca, el histórico referente de los metrodelegados y actual secretario general del gremio, Roberto Beto Pianelli, dijo:
“Esto nosotros lo estuvimos anticipando. Que iban a seguir apareciendo enfermos producto de la exposición al asbesto, y que van a fallecer compañeros, lamentablemente. El daño que han hecho es irreparable. Los períodos de latencia de la enfermedad, hasta que aparece, a veces son prolongados. Por eso nuestra desesperación y nuestra lucha ha sido para sacar el asbesto que todavía queda en el subterráneo para que nuevos trabajadores, o aquellos que no se hayan enfermado todavía, no sigan expuestos a este peligro permanente”.
Francisco Ledesma, que trabaja en el subte reparando trenes desde 1994 y actualmente es Secretario de Salud del sindicato dice camino al velatorio de su compañero: “Es triste y da bronca, desde que descubrimos el asbesto todos los días sabemos que hoy podemos tener un nuevo afectado, un nuevo enfermo por cáncer, un nuevo compañero muerto. Ahora estamos en un pico de angustia, de bronca, de impotencia. Por Jorge y porque el gobierno de la Ciudad no termina de tomar la decisión para que haya más empresas que se encarguen de sacar el asbesto de los subtes, ni se sabe quién va a proveer las nuevas flotas. Y en el mientras tanto nosotros tenemos que seguir trabajando cada día con el asbesto alrededor. Este año pedimos audiencia tres veces con el presidente de Subterráneos de Buenos Aires (Sbase): no nos dijeron que no, dan evasivas, pero lo real es que nunca nos recibieron”.
Trabajadores de la Línea B del subte junto a integrantes del equipo de la secretaria de Salud del sindicato.
El veneno en el aire
El asbesto, o amianto, es un mineral natural de estructura fibrosa, cuyo uso se extendió con la revolución industrial porque tiene gran resistencia a la combustión. Se emplea como aislante en revestimientos y en tejidos resistentes al fuego y al calor. Sus fibras son flexibles y se descomponen con facilidad. Cuando esto sucede el material queda en el aire, puede ser inhalado y provocar graves patologías en el cuerpo. Por ejemplo, hay 86 trabajadores afectados con neumoconiosis por exposición a asbesto. “La enfermedad que produce el asbesto no es lineal”, explica Ledesma: “Los afectados pueden pasar toda la vida sin manifestaciones. O al revés, a quien nunca pareció afectado un día le dicen: te tocó el número, tenés cáncer”.
El riesgo es tal que en el país está directamente prohibido. Aunque hubo legislaciones anteriores que marcaban la peligrosidad del material fue en 2003 con la Resolución 823 del Ministerio de Salud de la Nación que se prohibió en todo el país la producción, importación, comercialización y uso de fibras de asbesto.
Algunos datos para entender la magnitud del peligro:
- La Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC) considera al asbesto una sustancia comprobadamente cancerígena.
- La Organización Mundial de la Salud (OMS), a través del Programa Internacional de Seguridad Química establece que la aparición de los efectos crónicos por exposición al asbesto es independiente de la dosis de exposición. Es decir, no se puede calcular una dosis de exposición “segura”.
- La Organización Internacional del Trabajo (OIT), a través del Convenio N° 162/86 sobre la seguridad en el uso del amianto, recomendó la sustitución del asbesto por productos o tecnologías menos nocivas.
- La Organización Mundial de la Salud informa que la mitad de las muertes por cáncer de origen laboral se deben al asbesto.
La imagen de uno de los 86 diagnósticos de neumoconiosis confirmados por el Hospital Británico.
El asbesto sigue allí
En 2011 la ciudad de Buenos Aires, con Mauricio Macri como jefe de gobierno, compró a España 36 vagones de subte para la Línea B que en ese país habían sido retirados de circulación once años antes. Pagó 13,7 millones de euros. Siete años después, en 2018, se conoció que había un trabajador del Metro de Madrid enfermo de asbestosis por la inhalación de asbesto. Este trabajador desarrollaba sus tareas en los mismos vagones que Macri había comprado y que ahora manipulaban trabajadores de la Línea B de Buenos Aires.
Se encendió una alerta. Tanto que en febrero de ese año Sbase dispuso sacarlos de servicio ante las sospechas, y un mes más tarde el sindicato convocaba el primero de cientos de paros para denunciar la exposición a este material cancerígeno.
En ese inicio fueron los propios trabajadores y trabajadoras organizadas quienes mandaron a testear piezas de distintas formaciones para detectar si tenían asbesto. Luego Sbase reconoció la presencia. Y en 2020 la jueza Elena Liberatori hizo lugar a un amparo ambiental presentado por el sindicato y dictó una medida cautelar que ordenaba la prohibición del contacto con piezas o lugares con asbesto.
El conflicto que había iniciado en la Línea B se fue extendiendo por todos los ramales y se empezó a testear en las otras líneas, tanto en los vagones como en oficinas y otras instalaciones. De hecho, Jorge Navarro, que falleció ayer, era trabajador de la Línea C.
Además de encontrarse asbesto en formaciones de trenes que estuvieron en funcionamiento en distintas líneas, también se lo encontró en instalaciones fijas del subte: gabinetes de subestaciones con fusibles, tableros eléctricos de cuartos de bombas, centros de potencia, juntas de bombas, ductos viejos de ventilación de fibrocemento asbesto, bandejas portacables, motores de cambio de señales, cables con trenzas de asbesto, depósitos de baños de fibrocemento asbesto en toda la red, techo del cuarto de descanso de conductores del Premetro y pastillas de freno de algunas escaleras mecánicas.
Los trenes españoles fueron el disparador que permitió descubrir que el problema no ha hecho más que extenderse. Los lugares y los vagones con asbesto (incluso los que dejaron de utilizarse) siguen estando allí, sin que la empresa le de una solución de fondo a ese veneno que continúa en ese ámbito especialmente cerrado del subterráneo.
Dice Francisco: “Hay compañeros que empiezan a afectarse porque en su sector hay etiquetas de asbesto confirmado que pega la misma empresa para señalizar. Pero siguen dejándolo allí, con la etiqueta, sin solucionar el tema. Hay muchos que empiezan a alterarse, tienen problemas familiares, dicen ‘nos vamos a morir’. Algunos compañeros y compañeras se automedican, pero no van al médico para hacer un tratamiento psicológico. La situación es compleja y excede al asbesto que todavía no han quitado. Trabajar en el subte es claramente hacerlo en un ambiente insalubre que te puede enfermar y te puede matar, como lo demuestra lo que le pasó a Jorge Navarro”.
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