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Se pudre todo
Grupos de empresas y almacenes denuncian que se les pudren alimentos en las góndolas y hasta las gaseosas están vencidas. La causa: entre la motosierra y la licuadora oficial se desplomaron las ventas. Datos y voces sobre esta etapa. El repositor que votó a Milei y lo define hoy, el vacío en un hipermercado, la mirada en la verdulería. Índice práctico de la crisis: hay entre un 50 y 60% menos residuos (equivalente a menos consumo), como lo confirman desde una cooperativa de reciclado de José León Suárez.
Texto: Sergio Ciancaglini
Daniel es repositor en un supermercado del barrio de Almagro, votó a Milei, y está acomodando productos en las góndolas: “Es cierto que las cosas no se venden y terminan venciéndose. Lo que hacemos es avisar a la central para bajarles el precio, meterles una rebaja fuerte. Pero igual no se vende, y hay que devolver todo lo vencido”. Poco después, mirando envases de colores, contará su visión sobre la política de Milei, la economía, y sobre él mismo.
En la Cooperativa La Bella Flor, ubicada junto a los basurales de José León Suárez (San Martín), calculan algo que suele superar cualquier medición de las autopercibidas consultoras: la cantidad de residuos ha bajado entre un 50 y 60% en los últimos dos meses. La razón: se consume menos, por lo tanto hay menos basura. Para la cooperativa eso significa menos trabajo, y más crisis. Lorena, Facundo, Elías, la Bebe, Toti y Matías ayudan a radiografiar en qué materiales y productos se nota más el desplome.
La avenida Santa Fe, frente al Jardín Botánico, no huele a plantas y flores húmedas sino a combustibles del tránsito. Pero de pronto se siente algo peor: un intenso olor a podrido que viene del depósito de un gran supermercado. No han hecho a tiempo de extraer la carne, que antes de esta descomposición había estado volando con sus precios mucho más alto que los pájaros del Botánico, y muy por encima del alcance de quienes se suponía que la iban a comprar.
Hora pico en el hiper.
¿La coca está vencida?
Este martes se supo que Fernando Savore, de la Federación de Almaceneros Bonaerenses, advirtió del fenómeno de productos vencidos o casi que empiezan a acumularse en almacenes, súper e hipermercados. La explicación que dio al secretario de Comercio, Pablo Lavigne, y al subsecretario de Defensa del Consumidor, Fernando Blanco Muiño: “No hay rotación de producto”. Traducción: no se vende. Agregó Savore que en el primer bimestre del año las ventas de almacenes bajaron en un 20%.
Eso tal vez provocó que la tercera semana de marzo la inflación, después de dos semanas arriba del 3% (semanal) cada una, bajara a poco más del 1%. El gobierno liderado por Javier y Karina Milei y por Santiago y Luis Caputo, celebró esto como un triunfo de alguna política, cuando se trata de pura y simple recesión, un aplastamiento de la economía por el que les reclaman inclusive entes impensables como el FMI y Domingo Cavallo.
Savore agregó que “más del 65 por ciento de las gaseosas que se venden son de segunda o tercera marca”, cosa que jamás había ocurrido en esa proporción.
Hay datos y también imágenes sobre la baja de consumo.
Datos publicados:
- NielsenIQ estudia una canasta que exhibió en febrero una caída interanual de 18,9% de bebidas, alimentos y artículos de cuidado y limpieza.
- CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa) estima que las ventas minoristas pymes cayeron 25,5% en febrero interanual, y suman un hundimiento del 27% en el primer bimestre de este 2024.
- Pero cuando CAME analiza alimentos y bebidas, en esos rubros el bajón fue del 33,3%.
En una breve recorrida barrial fue posible ver de qué modo el supermercado Coto atiende a Coca Cola: esta última, de 2,25 litros, se vende a 2.450 pesos pero la Coto Cola de 2,25 cuesta 997,05. En cualquier caso, es un síntoma quizá disfuncional que haya gente que siga consumiendo –aunque sea a cuentagotas–cualquiera de esos brebajes.
Algunos brebajes en oferta.
Otros no. La novedad: llegan a la fecha de vencimiento sin ser vendidos.
En el laberinto
Coto en hora pico: las góndolas parecen un laberinto en el que casi no hay compradores.
Un joven hace lo suyo como repositor. Le cuento que soy periodista, que se habla de la baja del consumo, y le pregunto qué tal andan las ventas. Me mira sin cordialidad y contesta: “Andan bien, igual que siempre. No sé si un poco mejor. No es cierto que cae el consumo: todas mentiras” informa, cerrando la charla.
Estamos solos entre la góndola de yerbas y la de cafés y tés.
El supermercado parece una iglesia por el silencio, aunque no sé aquí cuáles serían los santos. Noto que el joven tiene tatuado un león en el antebrazo derecho.
Definición sobre Milei
Daniel está en otro supermercado pequeño, barrial. Tiene el atuendo rojo de la cadena para la que trabaja y unas cajas de detergente que colocar en las góndolas, pero se prende con la conversación y cuenta:
“Hay bastante vencimiento de la mercadería, porque hay menos salida de los productos. No sé calcularla, pero es una baja grande. Se nota mucho. Facturás más, pero no te entra más porque vendés menos unidades. Por más que suba el precio, es ilusorio: el ingreso al final también baja porque la gente no compra”.
Daniel, repositor. Votante de Milei pero con una definición: “Es más de lo mismo, más rápido y peor”.
¿Y lo que ganan quienes trabajan? “Mirá,cuando empecé a trabajar acá hace 3 años ganaba 45.000 pesos y llegaba a fin de mes. Ahora gano 250, casi 300.000, pero no llego nunca. Lo que tuve que recortar primero es lo que como. No puedo no viajar, vengo desde Lomas de Zamora”.
Está impresionado con algo: “Es increíble la cantidad de gente durmiendo en las estaciones de trenes, de subtes, en los cajeros automáticos. En cualquier rincón donde haya un techo, hay alguien durmiendo” dice Daniel mirando el piso.
Cree que el cambio no es económico. “Lo que te cambió es la forma de vivir. Vos decís: voy a tener una plata en el bolsillo que se va a fin de mes. Pero ahora todos los días de repente te sube todo, te baja el sueldo, te lo congelan. Tenés que empezar a hacer malabares para sobrevivir. Y cambia la forma en que vos concebís lo que podés hacer”.
¿A quién votó? “Antes voté a Alberto Fernández. Una frustración. Y ahora lo voté a Milei (mira haciendo que no con la cabeza y sonríe como con resignación). Me vienen frustrando varios”.
¿Y qué pensás de la gente que lo votó? “Yo no escucho que opinen. Por lo menos por ahora. Yo digo: lo voté. Perdoname la palabra, pero fui un pelotudo. Creí que iba a hacer algo distinto”. Mueve los hombros hacia arriba: “Qué sé yo. Dije: capaz que hace algo. Pero no”.
Definición antes de seguir con el trabajo: “Milei es más de lo mismo, más rápido y peor”.
Hasta los residuos están en crisis
La Cooperativa La Bella Flor está ubicada en José León Suárez.
El trabajo que realizan debería multiplicarse al infinito para que el mundo sea más vivible. Varios de sus integrantes (Lorena, Facundo, Elías, la Bebe, Toti y Matías, a través de Nico) esbozaron para lavaca un panorama sobre la merma en el consumo, con un golpe especial al periodismo. La baja de materiales a reciclar es paralela a la baja del consumo. Detallan:
- “Cartón, papel. Lo que tardábamos dos semanas en recolectar, ahora nos demora tres” (un 50% más, o sea que se está consumiendo un 50% menos).
- “Botellas y plástico. Lo que se juntaba en un mes, nos lleva 40 días. Y eso que es verano y se toma mucha gaseosa” (un 40% de baja del consumo).
- “En metal, de 20 días pasamos a 35 para reunirlo (60% menos consumo).
- “Como promedio, se ve una merma de 40% al 50% en todos los materiales”.
Dato no recomendable para amantes sensibles de lo que fue el periodismo:
- “El papel de diario empezó a mermar hace tres años. Pero hoy ya casi no existe”.
Más detalles:
- “Dejamos de notar que haya cajas de pizza, helados en tapper plástico y en telgopor. Tampoco aparecen botellas de Corona ni leches premium (Nido). Bajó la cantidad de botellas de vino 50/60%. Hay vecinas que se nos acercan preguntando donde pueden vender tapitas y cartones, como para hacer un mango más”.
Imagen en la Cooperativa de Trabajo La Bella Flor.
Bertol Brecht y la espinaca
Andrea Graciani, nutricionista que coordina la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria de la UBA y trabaja en un efector porteño: “Me sale decirte lo de Bertol Brecht: hay que defender lo obvio. La gente no puede alimentarse por sus propios medios, cosa que el Estado debería garantizar. Pero en lugar de contener y proteger a las personas, lo que hacen es no mandar alimentos a los comedores. Todas las noticias son abrumadoras, contrarias a lo que tendríamos que estar viendo”.
El tema perfora la baja de consumo. Lo más terrible, según Andrea: “La gene te dice que no les alcanza la plata, o que trabajan pero no les pagan. El otro día alguien me dijo: por suerte tengo un vecino que me dio un paquete de arroz. Ahí ves cómo la red comunitaria trata de hacer algo para acompañar y poder sobrellevar el día a día. Pero cuando te dicen me quedé sin plata, no tengo que comer, la cosa es tremenda”.
En una verdulería de barrio, en Avenida Belgrano cerca de Castro Barros, la señora se acerca a Mario, nacido en Potosí, Bolivia.
Los misterios de la verdulería.
-¿Tenés espinaca?
-No señora, sale una fortuna: 2.000 pesos. Ni la traigo.
Hay muchas bananas demasiado maduras, otro producto de la recesión y falta de venta, pese a que es de las frutas más baratas. Mario (atiende con su esposa, tienen tres hijos) explica a lavaca: “La venta está en la mitad de lo que era año pasado. Por más que el precio sea más alto, salís perdiendo porque la gente no compra. Cuando voy a buscar verduras y frutas vengo con la mitad que lo que traía antes. Si no, tenés que tirar todo” dice Mario antes de informar a otra clienta que aún no se sabe cuándo, en esta extraña historia, podrá retornarse al consumo de la espinaca.
Actualidad
Cometierra: la censura, los femicidios, la literatura y la república de Dolores Reyes
La escritora Dolores Reyes no necesita a fanáticos para promocionarle los libros, pero lo hicieron. Los ataques oficialistas y gubernamentales (con Victoria Villarruel a la cabeza) pretendiendo censurar su novela Cometierra, distribuida en la provincia de Buenos Aires como parte del material para lectura de los últimos años de la enseñanza media, generaron el efecto inverso: consolidaron como best seller al libro que ya lleva 17 ediciones, mientras ahora volverá a imprimirse.
Como homenaje volvemos a publicar aquí la nota realizada en MU 182, La república de las brujas, que es a la vez el anuncio de la continuación de Cometierra con otra novela –Miseria– que los fanáticos de la censura tal vez se lancen a promocionar próximamente. Algo similar podría ocurrir con las obras de otras autoras cuestionadas, como Inés Garland, Aurora Venturini, Sol Fantin y Gabriela Cabezón Cámara.
Cometierra es el personaje de esa novela tan cuestionada y alabada: una adolescente a la que le llevan botellitas llenas de tierra que pisaron mujeres, niñas y jóvenes que se encuentran desaparecidas, para que ella la coma y cuente lo que la tierra le permite ver.
En la nota Dolores cuenta cómo es escribir en medio de la maternidad de 7 hijos. Su trabajo como docente en el conurbano. Su paso por un taller literario. Habla de la inspiración, de lo cotidiano, de Liniers como territorio de brujerías y desapariciones.
Nos cuenta: “La adolescencia es una etapa donde se pone más de manifiesto un cierto desamparo, y a la vez es una etapa súper vitalista: todo es posible. Los pibes son preciosos, tienen una energía increíble. Todo es posible en el sentido de la potencialidad de esa edad y de esas vidas, y a la vez están muy desamparados”.
La construcción de un mundo y ciertas consultas de Finlandia sobre La Salada. La voz de lo que es nuevo y desde dónde escribe Dolores Reyes. Aquí, el texto completo de La república de las brujas.
Por Anabella Arrascaeta
(más…)Actualidad
Otro trabajador del subte murió de cáncer por el asbesto usado en vagones comprados en tiempos de Macri
Jorge Navarro llevaba 30 años como trabajador del subte, era tornero, y hace años padecía un cáncer de pulmón por exposición al asbesto. Es el cuarto trabajador fallecido por esta causa. Desde el sindicato denuncian que hay además 107 trabajadores afectados, cinco de ellos con cáncer. El asbesto, o amianto, es un material que se utilizó en la fabricación de vagones españoles para subtes que fueron comprados durante la gestión de Mauricio Macri en la ciudad de Buenos Aires. Aclaración: publicamos el mapa del subte con asbesto, que debe ser permanentemente actualizado. Desde ahora habrá que agregar un fallecido más (4 en total) y en los últimos meses la cifra de afectados pasó de los 86 que mostraba el mapa, a 107.
Por Anabella Arrascaeta
A las 3 de la mañana de este jueves, después de dos meses de agonía, murió Jorge Navarro, trabajador del subte, de profesión: tornero. Estaba internado en el Hospital Británico, bajo cuidados paliativos y tratamiento del dolor, desde que había agravado su cáncer de pulmón producto de la exposición al asbesto, tal como lo reconoció la auditoría médica en 2020.
Desde hacía treinta años Jorge trabajaba bajo tierra en el área de mantenimiento del Taller Constitución del subte, en todo lo relacionado a tornería en el eje de los trenes, en las ruedas, o en otras piezas.
Jorge Navarro es el cuarto trabajador del subte fallecido por la misma causa, su muerte se suma a la de Jorge Gabriel Pacci, 56 años; Juan Carlos Palmisciano, 71; y Jorge Visquet, 53. Además, desde la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP, conocida como Metrodelegados) denuncian que hay 107 trabajadores afectados de los cuales cinco están cursando cáncer de pulmón: uno es trabajador de base, cuatro son supervisores.
A su vez hay 2.179 trabajadores y trabajadoras bajo vigilancia médica por haber sido ingresados al RAR (Relevamiento de Agentes de Riesgos) lo cual habilita que les realicen estudios que detecten el problema: placa radiográfica para asbesto, espirometría y tomografía computada de alta resolución, con la obligación de guardar las historias clínicas por 40 años. Aunque cada vez son más los ingresados, desde el sindicato denuncian que falta incorporar alrededor de 1.400 trabajadorxs que están en las estaciones. MU publicó una investigación sobre el tema en la edición 185, que puede leerse aquí.
“Nuestra desesperación”
Consultado por lavaca, el histórico referente de los metrodelegados y actual secretario general del gremio, Roberto Beto Pianelli, dijo:
“Esto nosotros lo estuvimos anticipando. Que iban a seguir apareciendo enfermos producto de la exposición al asbesto, y que van a fallecer compañeros, lamentablemente. El daño que han hecho es irreparable. Los períodos de latencia de la enfermedad, hasta que aparece, a veces son prolongados. Por eso nuestra desesperación y nuestra lucha ha sido para sacar el asbesto que todavía queda en el subterráneo para que nuevos trabajadores, o aquellos que no se hayan enfermado todavía, no sigan expuestos a este peligro permanente”.
Francisco Ledesma, que trabaja en el subte reparando trenes desde 1994 y actualmente es Secretario de Salud del sindicato dice camino al velatorio de su compañero: “Es triste y da bronca, desde que descubrimos el asbesto todos los días sabemos que hoy podemos tener un nuevo afectado, un nuevo enfermo por cáncer, un nuevo compañero muerto. Ahora estamos en un pico de angustia, de bronca, de impotencia. Por Jorge y porque el gobierno de la Ciudad no termina de tomar la decisión para que haya más empresas que se encarguen de sacar el asbesto de los subtes, ni se sabe quién va a proveer las nuevas flotas. Y en el mientras tanto nosotros tenemos que seguir trabajando cada día con el asbesto alrededor. Este año pedimos audiencia tres veces con el presidente de Subterráneos de Buenos Aires (Sbase): no nos dijeron que no, dan evasivas, pero lo real es que nunca nos recibieron”.
Trabajadores de la Línea B del subte junto a integrantes del equipo de la secretaria de Salud del sindicato.
El veneno en el aire
El asbesto, o amianto, es un mineral natural de estructura fibrosa, cuyo uso se extendió con la revolución industrial porque tiene gran resistencia a la combustión. Se emplea como aislante en revestimientos y en tejidos resistentes al fuego y al calor. Sus fibras son flexibles y se descomponen con facilidad. Cuando esto sucede el material queda en el aire, puede ser inhalado y provocar graves patologías en el cuerpo. Por ejemplo, hay 86 trabajadores afectados con neumoconiosis por exposición a asbesto. “La enfermedad que produce el asbesto no es lineal”, explica Ledesma: “Los afectados pueden pasar toda la vida sin manifestaciones. O al revés, a quien nunca pareció afectado un día le dicen: te tocó el número, tenés cáncer”.
El riesgo es tal que en el país está directamente prohibido. Aunque hubo legislaciones anteriores que marcaban la peligrosidad del material fue en 2003 con la Resolución 823 del Ministerio de Salud de la Nación que se prohibió en todo el país la producción, importación, comercialización y uso de fibras de asbesto.
Algunos datos para entender la magnitud del peligro:
- La Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC) considera al asbesto una sustancia comprobadamente cancerígena.
- La Organización Mundial de la Salud (OMS), a través del Programa Internacional de Seguridad Química establece que la aparición de los efectos crónicos por exposición al asbesto es independiente de la dosis de exposición. Es decir, no se puede calcular una dosis de exposición “segura”.
- La Organización Internacional del Trabajo (OIT), a través del Convenio N° 162/86 sobre la seguridad en el uso del amianto, recomendó la sustitución del asbesto por productos o tecnologías menos nocivas.
- La Organización Mundial de la Salud informa que la mitad de las muertes por cáncer de origen laboral se deben al asbesto.
La imagen de uno de los 86 diagnósticos de neumoconiosis confirmados por el Hospital Británico.
El asbesto sigue allí
En 2011 la ciudad de Buenos Aires, con Mauricio Macri como jefe de gobierno, compró a España 36 vagones de subte para la Línea B que en ese país habían sido retirados de circulación once años antes. Pagó 13,7 millones de euros. Siete años después, en 2018, se conoció que había un trabajador del Metro de Madrid enfermo de asbestosis por la inhalación de asbesto. Este trabajador desarrollaba sus tareas en los mismos vagones que Macri había comprado y que ahora manipulaban trabajadores de la Línea B de Buenos Aires.
Se encendió una alerta. Tanto que en febrero de ese año Sbase dispuso sacarlos de servicio ante las sospechas, y un mes más tarde el sindicato convocaba el primero de cientos de paros para denunciar la exposición a este material cancerígeno.
En ese inicio fueron los propios trabajadores y trabajadoras organizadas quienes mandaron a testear piezas de distintas formaciones para detectar si tenían asbesto. Luego Sbase reconoció la presencia. Y en 2020 la jueza Elena Liberatori hizo lugar a un amparo ambiental presentado por el sindicato y dictó una medida cautelar que ordenaba la prohibición del contacto con piezas o lugares con asbesto.
El conflicto que había iniciado en la Línea B se fue extendiendo por todos los ramales y se empezó a testear en las otras líneas, tanto en los vagones como en oficinas y otras instalaciones. De hecho, Jorge Navarro, que falleció ayer, era trabajador de la Línea C.
Además de encontrarse asbesto en formaciones de trenes que estuvieron en funcionamiento en distintas líneas, también se lo encontró en instalaciones fijas del subte: gabinetes de subestaciones con fusibles, tableros eléctricos de cuartos de bombas, centros de potencia, juntas de bombas, ductos viejos de ventilación de fibrocemento asbesto, bandejas portacables, motores de cambio de señales, cables con trenzas de asbesto, depósitos de baños de fibrocemento asbesto en toda la red, techo del cuarto de descanso de conductores del Premetro y pastillas de freno de algunas escaleras mecánicas.
Los trenes españoles fueron el disparador que permitió descubrir que el problema no ha hecho más que extenderse. Los lugares y los vagones con asbesto (incluso los que dejaron de utilizarse) siguen estando allí, sin que la empresa le de una solución de fondo a ese veneno que continúa en ese ámbito especialmente cerrado del subterráneo.
Dice Francisco: “Hay compañeros que empiezan a afectarse porque en su sector hay etiquetas de asbesto confirmado que pega la misma empresa para señalizar. Pero siguen dejándolo allí, con la etiqueta, sin solucionar el tema. Hay muchos que empiezan a alterarse, tienen problemas familiares, dicen ‘nos vamos a morir’. Algunos compañeros y compañeras se automedican, pero no van al médico para hacer un tratamiento psicológico. La situación es compleja y excede al asbesto que todavía no han quitado. Trabajar en el subte es claramente hacerlo en un ambiente insalubre que te puede enfermar y te puede matar, como lo demuestra lo que le pasó a Jorge Navarro”.
Nota
Rosario y el asesinato de “Pillín” Bracamonte: las hipótesis, la pelea entre bandas y un corte de luz antes de las balas
En el atentado número 30 contra su vida, Andrés “Pillín” Bracamonte –líder de la barra brava de Rosario Central desde hace al menos 25 años– fue asesinado a balazos este sábado junto a su segundo, Daniel “Rana” Atardo. Ocurrió en el marco de un partido de Central contra San Lorenzo. Hubo una posible zona liberada, luces cortadas en la zona, y un crimen que se veía venir pese a la aparente calma de la violencia en Rosario en los últimos meses. Publicamos aquí las crónicas del medio cooperativo rosarino El Ciudadano, que dan cuenta del hecho, las primeras hipótesis, un perfil de Bracamonte y el contexto. Todo puede seguirse además en El Ciudadano (elciudadanoweb.com). Y agregamos una reflexión del periodista y diputado Carlos del Frade quien anticipa que estos asesinatos tendrán igual o mayores efectos que todo lo que ocurrió tras el crimen del “Pájaro” Cantero.
La muerte de Pillín: las hipótesis detrás del crimen que agita la pelea entre bandas y un sugestivo corte de luz antes de las balas
Quizás por haber sido víctima de 29 ataques a balazos, estaba regalado en una calle donde tampoco le llamo la atención que la luz estuviera cortada antes de que lo asesinaran. Por El Ciudadano (elciudadanoweb.com).
Con 29 ataques a balazos en el lomo, Andrés Bracamonte, único barrabrava capaz de sostenerse 25 años en el paravalancha canalla sabía que lo querían matar. Desde antes del último ataque, en agosto pasado, tenía esa certeza. Pero igual estaba regalado en la esquina de Avellaneda y Reconquista, con la luz cortada, sin sospechar lo que vendría. Algunos aseguran que contaba dinero de la recaudación.
El asesinato de Samuel Medina, el Gordo Samu, yerno del Guille Cantero abrió una serie de hipótesis que hoy desembocan en la muerte de Pillín. Una daba cuenta de una pelea entre Los Monos y Bracamonte que sus allegados desmienten. El Gordo Samu era allegado a Pillín, viajaban juntos y su muerte está orientada hacia una banda de un barrio periférico manejada desde Buenos Aires que la fiscalía tenía entre manos, según allegados a la investigación. Uno de los integrantes de esa banda fue golpeado personalmente por Pillín, algo que en la jerga se considera una especie de humillación. Pillín lo sabía, pero llama la atención que estuviera tan regalado en la esquina de Reconquista y Avellaneda. También llama la atención que un rato antes del ataque a balazos cortaran la luz de la calle en el marco de un partido de Central. Lo mataron a oscuras; a él y a su sucesor. Una versión da cuenta de que la pelea con el grupo del barrio periférico fue para evitar comercialización de sustancias en la cancha: Pillín no quería la Federal encima de ellos.
La escena del crimen, en las afueras del estadio de Rosario Central.
La banda señalada, que ya fue allanada, está vinculada directamente con una banda contraria a Los Monos. Si esta hipótesis se confirma habrá dos sectores en disputa, por un lado las dos grandes bandas que operan en Rosario y por otro lado la sucesión del paravalancha.
El perfil de un duro: a Pillín lo habían intentado matar 29 veces en los 25 años que estuvo al frente de la barra de Central
Andrés Bracamonte estuvo al frente de la barra canaya desde fines de siglo pasado, cuando era uno de los 7 jefes de fracciones internas y se quedó con todo. Desde entonces hubo plomos contra él: lo hirieron, lo rozaron, pero logró reponerse una y otra vez. Esta vez no pudo. Por El Ciudadano (elciudadanoweb.com).
—¿Es verdad que a Pillín lo balearon 29 veces?
—Sí, de locos, pero sí. Espero que podamos festejar las 30 con él sentado a mi lado.
Así confirmaba el número de gambetas a la muerte que llevaba Andrés Bracamonte un amigo que había ido a acompañar al hospital donde lo revisaban por heridas menores y roces de bala. Era el sábado 10 de agosto y Rosario Central acababa de vencer 1 a 0 en el Gigante de Arroyito a su archirrival Newell’s Old Boys. Y en medio de un torrente de personas a pie que caminaban por los bordes del parque Alem iba Pillin en su auto, despacio, junto a su pareja, y en avenida de los Trabajadores y José María Drago rociaron a ambos a balazos.
No habían ido a ver el partido, Pillín tenía restricción para entrar.
Según contaron testigos, un motociclista se acercó al auto y disparó ocho veces. Escapó. El entorno del jefe de la barra reaccionó rápido, pero no logró dar con el tirador. A Pillín una bala le entró en la espalda; también salió. No afectó ningún órgano, dijeron después en el hospital. A su pareja las balas le dieron en la zona costal derecha y en el codo derecho. También la atendieron sin que su vida estuviera en riesgo.
Pillín un cuarto de siglo al frente de la barra de Central. Había llegado a la cima antes del año 2000: era 1999 cuando quedó como jefe indiscutible de todas las fracciones. Y en los 25 años que se mantuvo fue acusado, condenado, detenido, liberado y baleado 29 veces.
De esos ataques, hay pocos registros en las crónicas policiales. Pero en el entorno del mandamás los tienen contados.
En julio de 2002, Pillín atacado por un desconocido que logró impactarle tres balas en el cuerpo. Fue en la puerta de un gimnasio ubicado en Ovidio Lagos al 1000. Pillín estaba en la puerta y vio a un desconocido cruzar la calle. Ese hombre extrajo un arma y le efectuó cuatro disparos, tras lo cual escapó a la carrera hacia la esquina donde al parecer lo aguardaba un auto.
Pillín recibió tres impactos de bala, dos en cada brazo y un tercero en la pierna derecha; el tirador falló el cuarto, que tenía como destino la otra pierna. Un balazo le provocó una fractura y el que recibió en el otro brazo le cortó una vena, lo que le produjo una importante pérdida de sangre.
En 2006 fue baleado por desconocidos en la puerta de su casa donde vivía entonces, en la zona norte. Recibió cuatro balazos: uno en el abdomen con orificio de salida, uno en cada pierna y otro en un tobillo. Rápidamente recibió el alta.
En febrero de este año, desconocidos balearon el frente de Los Álamos Club de Campo, el country de Ybarlucea donde vivía actualmente. Dejaron una nota amenazante contra el líder de la pesada.
Mediático
Pillín no pudo entrar a la cancha desde 2018. Antes del partido que Central disputó ante Talleres por la Copa Argentina, Bracamonte fue detenido mientras repartía entradas de protocolo, destinadas a dirigentes, en las inmediaciones del estadio de Lanús, donde se disputó el partido. Sólo quedó unas horas demorado. Pero la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide) dispuso su prohibición de ingreso a los estadios.
En junio de 2010 fue uno de los diez barrabravas argentinos que no pudieron ingresar a Sudáfrica y fue deportado a la Argentina. Bracamonte, quien tenía tres causas judiciales en trámite, había sido autorizado por la Justicia local a salir del país.
Tres años antes el programa Crónicas Extremas del canal América filmó desde adentro a Los Guerreros, la barra canalla, con Pillín como estrella principal. Eso incluyó una visita a La Carpita, que el capo de la pesada también administra.
Causas judiciales
En diciembre pasado, Pillín pasó una semana preso, pero recuperó la libertad antes de la Navidad. Fue por una causa que involucra a un dirigente de la Uocra local por asociación ilícita, pero finalmente logró que sólo pesara sobre él una causa por extorsión.
Esa causa contra el gremio de albañiles reflotó un caso por lavado de activos que pesaba sobre Bracamonte, a raíz de la incautación de un cheque por el pase de un futbolista en su vivienda de Ybarlucea. Tras la imputación cuatro años atrás la causa quedó congelada, pero en diciembre la Justicia local decidió pasarla al fuero federal. Ante la apelación, la Cámara definió, finalmente, que la causa debía seguir bajo la órbita provincial.
Parecía intocable desde cualquier arista. Pero la suerte, si de tal cosa se trataba, esta vez le falló.
Daniel “Rana” Atardo, segundo de Pillín. Ambos asesinados ayer en Rosario.
Vienen días bravos
Este es el texto que escribió y distribuyó el periodista y diputado provincial santafesino Carlos del Frade, que este domingo a las 21 organizará un vivo en su Instagram @defradecarlos sobre las causas y consecuencias del asesinato de Pillín.
Por Carlos Del Frade
El asesinato del Pillín corta en dos la historia del presente criminal en Rosario.
Tendrá la misma o una mayor profundidad de lo que sucedió después del asesinato del Pájaro Cantero.
Era el único jefe de una barrabrava de primera división que permaneció por treinta años liderando esos negocios que surgen desde la cancha chica del fútbol y se expanden en la cancha grande de la realidad.
Más allá de las primeras informaciones, es claro que los últimos tres atentados contra él y su gente en los partidos de Central como local exhibían una voluntad manifiesta de matarlo.
Vienen días bravos en la ex ciudad obrera.
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