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Derechos Humanos

Juicios de lesa humanidad: pese al negacionismo, lo que se viene

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Catorce juicios orales y públicos entrarán en etapas decisivas en este 2025, y es posible que al menos otros seis inicien sus audiencias, entre las 254 causas que están en instrucción por violaciones a los derechos humanos. La imposibilidad del negacionismo frente a crímenes concretos: asesinatos, torturas, delitos de lesa humanidad contra niños y niñas, violaciones, fusilamientos individuales y grupales, robos a las víctimas, robos de bebés, personas vivas arrojadas al mar, detenidos incendiados, entre otros delitos cometidos por el terrorismo de Estado que llegarán a condena en la medida en que se encuentre a los culpables. Cada caso podría ser en sí mismo el tema de una serie, de un libro, de una película o de alguna actualización de una historia universal de la infamia.

Lo hecho hasta aquí con respecto a los juicios, y las fechas y los detalles de cada próximo caso para entender la historia no como mero pasado, sino como aprendizaje del infierno que una sociedad puede evitar impidiendo la impunidad y logrando una modesta y crucial revolución: hacer cumplir la ley.

Por Sergio Ciancaglini

En 2024, pese a los oleajes negacionistas o simplemente hostiles hacia las políticas de derechos humanos, hubo 17 juicios por violaciones a los derechos humanos durante la dictadura que llegaron a sentencia con 55 condenas y 14 absoluciones. 

Según los datos elaborados por el Ministerio Público Fiscal (a través de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad encabezada por la fiscal María Ángeles Ramos) hasta fin de 2024 se desarrollaron 668 juicios de los cuales casi la mitad (332) llegó a sentencia. Siguen instruyéndose 254 y 65 son los elevados a la espera de iniciar las sesiones orales y públicas.

Desde que se reiniciaron los juicios en 2006 hubo1.195 condenas y 196 absoluciones. Explica la Procuraduría: 

De las 3.775 personas investigadas por crímenes contra la humanidad, 1.450 (38%) atraviesan el proceso de juzgamiento en libertad, mientras que 613 (16%) están detenidas bajo las siguientes modalidades:
• El 81% tiene arresto domiciliario.
• El 10% está alojado en dependencias de los servicios penitenciarios federal o provinciales.
• El 9% está detenido en su mayor parte en la Unidad Penitenciaria N°34 que funciona en la guarnición militar de Campo de Mayo. También se registra la detención de una persona en una dependencia de una fuerza de seguridad federal.

Aquí, el detalle y fecha de reinicio de las audiencias de los juicios orales y públicos que continuarán durante este año con posibilidad de llegar prontamente a sentencia, y algunas de las nuevas causas que está previsto que se inicien. La lectura indica que cada caso podría ser el tema de una serie, de un libro, de una película o de alguna versión actualizada de la  Historia Universal de la Infamia.

Juicios de lesa humanidad: pese al negacionismo, lo que se viene

Datos difundidos por el Ministerio Público Fiscal. Fuente: Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad.

JUICIOS ORALES Y PÚBLICOS QUE CONTINUARÁN EN 2025

Megacausa Zona V – Bahía Blanca

3 de febrero, 9 horas. Tribunal Oral Federal de Bahía Blanca.

Este es el mayor juicio por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura en la historia de Bahía Blanca, el sur de la Provincia de Buenos Aires y la Patagonia entera. Se incluyen también delitos perpetrados antes, en los meses previos al golpe. Comenzó en 2022, e investiga las violaciones a los derechos humanos contra 334 personas. Durante los alegatos, una de las querellas expresó algo que es jurisprudencia al menos desde la Causa 13 (el Juicio a las Juntas militares realizado en 1985). Decir que lo sucedido fue una guerra, no solo es jurídicamente falso, sino también éticamente aberrante y técnicamente incorrecto”.  

Los crímenes juzgados son homicidios, tormentos, privaciones ilegales de la libertad y delitos contra la integridad sexual, entre otros, ordenados y concretados desde la jefatura del V Cuerpo de Ejército, con centro en Bahía Blanca, llegando al sur de la provincia de Buenos Aires –Adolfo Alsina, Guaminí, Coronel Suárez, Saavedra, Puan, Tornquist, Coronel Pringles, González Chávez, Coronel Dorrego, Tres Arroyos, Villarino y Patagones-, y toda la Patagonia: Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego.

Fallecieron 13 de los acusados desde que comenzó el juicio. Quedan 38 ex militares que integraron el Comando del V Cuerpo de Ejército, y dos profesionales de la salud del centro clandestino La Escuelita, cuya función era prolongar las prácticas de torturas contra las víctimas.

Los jueces sonErnesto Pedro Francisco Sebastián, Sebastián Luís Foglia y Marcos Javier Aguerrido.

La fiscalía está a cargo de Miguel Palazzani, con los auxiliares fiscales José Nebbia, Pablo Fermento y Paula Molini.

Juicios de lesa humanidad: pese al negacionismo, lo que se viene

Datos difundidos por el Ministerio Público Fiscal. Fuente: Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad.

Juicio Saint Amant IV – San Nicolás

11 de febrero a las 9 horas, Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°2 de Rosario

El cuarto tramo de este juicio se inició en marzo del año pasado, para investigar delitos contra 74 personas durante el período del terrorismo de estado en jurisdicción del Área Militar 132; gran parte del noroeste de la provincia de Buenos Aires. La causa lleva el nombre del ex coronel Manuel Saint Amant, que conducía esa área Militar y murió en 2016 en el penal de Ezeiza cumpliendo la prisión perpetua que le aplicó la justicia tras ser condenado en el primer juicio instruido por este tema. Luego otros 16 represores fueron condenados en diferentes segmentos de la causa, que entra en su cuarta etapa, con violaciones a los derechos humanos en San Nicolás, Baradero, San Pedro, Ramallo y Pergamino.

El tribunal está formado porRomán Lanzón, Eduardo Rodríguez Da Crus y Elena Beatriz Dilario.

El fiscal es Adolfo Villatte, con al auxiliar fiscal Juan Patricio Murray.

Los imputados son ex integrantes del Batallón de Ingenieros de Combate 101 de San Nicolás: Antonio Federico Bossie (ex capitán, oficial de Operaciones y de Inteligencia), Guillermo Aníbal Piccione (ex capitán, oficial de Logística y de Personal) y Bernardo Luis Landa (ex teniente primero, oficial de Logística); el exintegrante del Destacamento de Inteligencia 101 de San Nicolás Omar Andrada (ex teniente coronel, fue jefe del organismo); los ex cabos de la delegación San Nicolás de la Policía Federal Hugo Bellet, Adrián Domingo Meisner y Gregorio Florentino Mancilla; y los ex oficiales de la delegación San Nicolás de la Dirección General de Inteligencia de la Policía bonaerense Enabel Otilio Cappa, Miguel Ángel Amarillo, Oscar Alberto Parodi y Raúl Calabresi.

La causa investiga crímenes contra trabajadores, delegados y militantes gremiales –UOM, Sindicato de Comercio, CGT– de esa zona bonaerense, integrantes de partidos políticos y también militantes católicos.

Juicios de lesa humanidad: pese al negacionismo, lo que se viene

Datos difundidos por el Ministerio Público Fiscal. Fuente: Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad.

Juicio Área 400 y acumuladas II – Megacausa Campo de Mayo

11 de febrero, 9.30 horas. Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°1 de San Martín

La causa investiga los crímenes de lesa humanidad contra 15 víctimas en la guarnición militar de Campo de Mayo.

Hay tres imputados: el ex comisario de la seccional 2º de Villa Ballester, Carlos Daniel Caimi; el ex jefe de Personal de la plana mayor del área militar 400, Luis Pacífico Britos; y Horacio Rafael Sánchez, ex teniente primero designado como jefe de la Compañía Destino de la Escuela para Apoyo para el Combate General Lemos.

En el primer juicio se llegó a 19 condenas en 2022: 10 miembros del Ejército, Gendarmería, Policía Bonaerense y la Armada recibieron perpetua por crímenes de lesa humanidad cometidos contra 350 personas. Otros nueve tuvieron entre 4 y 22 años de prisión. Los delitos: privación ilegal de la libertad, imposición de tormentos, allanamiento ilegal, robo, abuso deshonesto, violación y homicidios.

El tribunal: Silvina Mayorga, Daniel Omar Gutiérrez y María Claudia Morgese Martín. La fiscalía está a cargo de Marcelo García Berro y la auxiliar fiscal Gabriela Sosti.

Juicios de lesa humanidad: pese al negacionismo, lo que se viene

Datos difundidos por el Ministerio Público Fiscal. Fuente: Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad.

Juicio Mansión Seré IV – San Martín

11 de febrero, 12 horas. Tribunal Oral Federal N°5 de San Martín.

Este juicio unifica dos causas. Una aborda 127 casos de víctimas de privación ilegítima de la libertad y tormentos en el circuito represivo de la zona oeste del conurbano bonaerense, integrado por los centros clandestinos de detención Mansión Seré, la I Brigada Aérea de Palomar, la VII Brigada Aérea de Morón, la Comisaría de Castelar, la Comisaría de Haedo, la Comisaría 1ª de Morón, el Destacamento de Paso del Rey, la VII Brigada Área de Moreno, la Subcomisaria de Francisco Álvarez y la Comisaría de Moreno, aunque no todos forman parte de estas audiencias. La otra causa incluida se refiere a las privaciones ilegítimas de la libertad de tres personas por las cuales fue requerido a juicio el ex cabo de inteligencia de la Fuerza Aérea, Vázquez Sarmiento, quien además está acusado por la falsificación del DNI que utilizaba cuando fue detenido.

Tribunal:María Claudia Morgese Martín, Silvina Mayorga y Walter Venditti.

Elfiscal es Félix Crous, con auxiliar fiscal Nuria Piñol Sala.

El total de víctimas: 114. Hay 5 imputados: Juan Carlos Vázquez Sarmiento, ex cabo principal de inteligencia de la Fuerza Aérea; Juan Carlos Herrera, ex teniente 1° de la I° Brigada Aérea de El Palomar; José Juan Zyska, ex cabo 1° de la misma unidad militar; Ernesto Rafael Lynch, ex capitán de la VIII° Brigada Aérea de Moreno de la Fuerza Aérea; y Julio César Leston, ex cabo 1° de la Regional de Inteligencia “Buenos Aires” (RIBA) de la Fuerza Aérea.

Masacre del Pabellón Séptimo – CABA

12 de febrero, Tribunal Oral Federal N°5 de la Ciudad de Buenos Aires

El 14 de marzo de 1978 se realizó una violenta requisa en la cárcel de Villa Devoto, y un incendio que provocó 65 muertes de reclusos tras lo que también se llamó “motín de los colchones”. Las víctimas murieron asfixiadas, baleadas o quemadas, según el caso. Los integranes del Servicio Penitenciario impidieron la entrada al lugar a los bomberos, argumentando que el fuego estaba controlada, mientras morían decenas de personas. La justicia considera que el caso como parte de los delitos de lesa humanidad cometidos por la dictadura, tormentos que además de las víctimas fatales dejaron graves secuelas físicas a otras 88 personas allí detenidas.

Los jueces son Nicolás Toselli, Adriana Palliotti y Daniel Obligado.

El fiscal es Abel Córdoba, junto a las auxiliares María Laura Grigera y Viviana Sánchez.

Los imputados: el ex director del Instituto de Detención de Devoto, Juan Carlos Ruiz; el ex jefe de la División Seguridad Interna, Horacio Martín Galíndez; y el ex celador de la División Seguridad Interna, Gregorio Bernardo Zerda.

Juicio al juez Otero Álvarez – Córdoba

12 de febrero, Tribunal Oral Federal 2 de Córdoba.

Una nueva audiencia indagatoria y el final de la etapa probatoria se producirán el 12 de febrero. El 18 comienzan los alegatos de la querella y el 28 se pronunciará el Ministerio Público Fiscal.

Tal la agenda próxima por el caso del juez de Córdoba Carlos Otero Álvarez, que había recibido una absolución que fue anulada por la Cámara Federal de Casación Penal. La Cámara señaló inconsistencias y parcialidad en esa absolución ya que consideró que Otero Álvarez “incumplió su deber como funcionario público que desde su cargo jerárquico podría haber intentado hacer algo por las personas que estaban siendo torturadas”. Se presume su complicidad con tormentos y fusilamientos. La acusación incluye “incumplimiento de los deberes de funcionario público –en la modalidad de abuso de autoridad– y omisión de denunciar delitos” en 92 hechos.

Entre tales hechos se incluyen 31 fusilamientos en la UP1 en 1976, por los que se condenó en 2010 a Jorge Rafael Videla y Luciano Benjamín Menéndez, además de secuestros y tormentos que fueron denunciados por víctimas cuando Otero Álvarez era secretario penal del Juzgado Federal N° 1.

Los jueces son Facundo Zapiola, Mario Martínez y José Escobar Cello. Las audiencias en Córdoba han presentado escollos para víctimas y testigos, y dificultades o imposibilidad de difusión de las audiencias para la prensa, tratándose de una causa de trascendencia pública. Uno de los testigos clave y querellante, Luis Baronetto, declaró al medio local El Sur que pese a ese escenario adverso el juicio demuestra que “hasta en las peores condiciones políticas es posible resistir y llevar adelante acciones, aun con poderes institucionales como la Justicia, donde hubo complicidad con la dictadura y hay una continuidad”.

Juicio Subzona 15 III-Mar del Plata

14 de febrero, Tribunal Oral Federal de Mar del Plata

Informó el Ministerio Público Fiscal (en la página fiscales.gob.ar):El denominado juicio ‘Subzona III’ aborda 123 casos de víctimas privadas ilegítimamente de su libertad y torturadas, y algunas de ellas abusadas sexualmente: 44 permanecen desaparecidas y 88 son casos que se tratan por primera vez en un juicio. Todos los acusados fueron condenados anteriormente en otros procesos. Se espera que declaren casi 230 testigos”.

Las víctimas resultaron estudiantes universitarios, militantes políticos, trabajadores de diferentes oficios, profesionales y un concejal.

El juicio comenzó en octubre de 2024. La fiscalía describió secuestros de madrugada protagonizados por grupos armados contra víctimas que descansaban en sus viviendas, robos, interceptaciones violentas en bares, la vía pública y el Palacio municipal, homicidios, desapariciones, aplicación de tormentos y delitos sexuales en centros clandestinos de detención, en el marco de la persecución por razones políticas.

Es el tercer tramo de la causa que investiga los crímenes ocurridos en esa subzona militar durante la dictadura, a cargo de la Agrupación de Artillería de Defensa Aérea 601, con intervención de las jefaturas de las áreas 15.1 y 15.2, a cargo de los grupos de artillería de Defensa Aérea 601 y 602. Se presentan además crímenes consumados por personal de la Armada Argentina en los centros clandestinos de detención que funcionaron en la Base Naval Mar del Plata, el Edificio Agrupación Buzos Tácticos, la Escuela de Suboficiales de Infantería de Marina (E.S.I.M.) y la Prefectura Naval Argentina, que actuaron como parte de la Fuerza de Tareas N° 6 de la Armada, con dependencia funcional de la Subzona militar 15.

Los jueces son Nicolás Toselli, Fernando Minguillón y Martín Poderti.

La fiscalía es encabezada por Santiago Eyherabide con María Eugenia Montero y Julio Darmandrail como auxiliares fiscales.

Hay 20 imputados: 20. Vírtom Modesto Mendíaz, Alfredo Manuel Arrillaga, Eduardo Jorge Blanco, Jorge Luis Toccalino, Carlos Alberto Suárez, Rubén E. Miguel Fernández, Carlos Víctor Milanese, Raúl Alberto Marino, Roberto Mario Blanco Azcarate, Raúl César Pagano, Alfredo Raúl Weinstabl, Luis Héctor Bonanni, Daniel Eduardo Robelo, Julio César Fulgencio Falcke, Carlos María Robbio, Héctor Raúl Azcurra, Ernesto Davis, Carlos Arturo Mansilla, Néstor Ramón Eduardo Vignolles y Osvaldo Gaspar Siepe.

La Huerta y Subzona 12 – Provincia de Buenos Aires

14 de febrero, 8.30 horas. Tribunal Oral Federal de Mar del Plata

La Huerta fue un centro clandestino de detención, desaparición y torturas que funcionó en las afueras de Tandil durante la represión ilegal en dictadura, pero las investigaciones ampliaron esa geografía. Se juzgan delitos de lesa humanidad en el Área 121 que incluye, además de La Huerta, a las comisarías Primera y Segunda de Tandil, la “Chacra de Méndez” y el ex Instituto Superior de Educación Rural (ISER), junto a hechos ocurridos en la ciudad de Azul: la Subzona 12.

Se investigaron 192 casos inicialmente, y hubo más de 200 testigos a lo largo de 30 meses de audiencias con 26 imputados. La fiscalía planteó al acusar: “Aquí se juzgan muchos hechos aberrantes, como torturas, homicidios, desapariciones y abusos sexuales. Pero también privaciones de libertad masivas que no tuvieron tormentos y duraron períodos inferiores a un mes, por los que sus víctimas albergan la ilusión de que se haga justicia con sus casos. Esas víctimas que hoy son casi 50 años mayores que en aquel momento, viven esta instancia con una esperanza de justicia, tanto en un sentido reparador de su caso como en uno comunicativo que ayude a que el terrorismo de Estado no se repita”.

El tribunal está integrado porFernando Machado Pelloni, Nicolás Toselli y Luis Imas.

Los fiscales federales sonSantiago Eyherabide y Juan Pablo Curi, con los auxiliares fiscales María Eugenia Monterio y Julio Darmandrail.

Juicio Superintendencia de Seguridad Federal III

14 de febrero, 9.30 horas Tribunal Oral en lo Criminal Federal 6 – CABA

La causa juicio aborda seis operativos represivos ilegales realizados por grupos de la Superintendencia de Seguridad Federal entre 1976 y 1977 en los que fueron asesinadas o desaparecidas 11 personas, según lo detalla la página juiciosdelesahumanidad.ar. Los 17 acusados son exintegrantes de la Policía Federal, en su mayoría en los departamentos Sumarios y Táctico de la Superintendencia de Seguridad Federal. Cinco de los operativos que abarca el debate fueron en la Ciudad de Buenos Aires y uno en el partido bonaerense de San Martín.

Los delitos que se imputan a los ex policías: homicidio, privación ilegítima de la libertad y allanamiento ilegal. Informa la plataforma: “Su participación en estos hechos se pudo probar a partir de documentos recuperados de los Consejos de Guerra que se realizaron durante la dictadura en el Primer Cuerpo del Ejército, a cargo de la jurisdicción, a través de los cuales se buscaban dar una apariencia de legalidad a la actuación represiva”.

Los casos señalados en fiscales.gob.ar incluyen

1) Los homicidios deJorge Hugo Casoy, María Marta Carlota Imáz Garzón Maceda de Casoy y Bernardo Levenson (madrugada del 18 de mayo de 1976 en el interior del departamento 33, piso 8 de Yatay 707.

2) El homicidio de Mario Lerner el 17 de marzo de 1977 en Don Bosco 4125, piso 1°, departamento “C”.

3) Los homicidios de Carlos Gabriel Federico Jeifetz y de Nora Beatriz Salvarezza en el operativo realizado por la Brigada de la Zona 1° de la Supertintendencia de Seguridad Metropolitana de la PFA en la calle San Nicolás 2220, piso 1°, departamento “18”, el 4 de enero de 1977.

4) Los homicidios de Mario Alfredo Frías Pereira, Patricia Clariá Pedernera y Liliana Patricia Griffin en la noche del 19 de abril de 1977, en Bacacay 2215, piso 6°, departamento “A”, en el marco del operativo llevado a cabo por personal del Departamento Táctico de la Superintendencia de Seguridad Federal de la PFA.

5) El homicidio de Oscar De Cicco en un procedimiento fraguado del 14 de abril de 1977 en la estación de servicio YPF de Montes de Oca y Sáenz Peña, en Villa Maipú (San Martín).

6) La privación ilegal de la libertad de Alberto Jorge Gorrini –quien permanece desaparecido– el 2 de junio de 1977 durante un procedimiento realizado en la calle Salcedo 3564 de la ciudad de Buenos Aires.

Tribunal: Daniel Horacio Obligado, Sabrina Namer e Ignacio Carlos Fornari.

A cargo de la acusación, el fiscal general Pablo Ouviña y, como fiscales auxiliares, Santiago Ghiglione y Mercedes Moguilansky.

Los17 imputados:  Juan Carlos Carrera, Esteban Adolfo Sanguinetti, Antonio Ángel Imbrogiano, Miguel Ángel Boiffier, Guillermo Dolz, Carlos Jorge Berón, Norberto Julio Varcasia, Rafael Oscar Romero, Osvaldo Néstor González, Daniel Pablo Amarillo, Juan Adolfo Ríos, Miguel Enrique Carlos Olarte, Alberto Mattone, Horacio Alfredo Ortiz,  Eduardo Norberto Comesaña, Gerardo Jorge Arráez y Germán Ricardo Rimoldi.

Juicio «Comisaría 5° III» – La Plata

Febrero, fecha a determinar. Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°1 de La Plata

En la tercera parte de esta causa hay tres imputados y 112 víctimas.

  • El ex teniente del Regimiento de Granaderos a Caballo, José Ignacio Saravia Day, está acusado por la privación ilegal de la libertad agravada y aplicación de tormentos agravada en perjuicio de los conscriptos José David Aleksoski –desaparecido–, Juan Ignacio Araujo y Roberto Campos. Aleksoski permaneció secuestrado en la comisaría 5ta de La Plata.
  • El ex policía Pedro Raúl Muñoz es juzgado por crímenes contra 110 víctimas (por privación ilegal de la libertad, aplicación de tormentos y sustracción, retención y ocultamiento de menores de diez años de edad) en esa dependencia policial.
  • El ex médico policial Jorge Antonio Bergés será juzgado por la privación ilegal de la libertad y los tormentos aplicados al desaparecido Jorge Julio López, quien permaneció secuestrado en aquél lugar.

Actúa elTribunal Oral Federal N°1 de La Plata, integrado por Karina Yabor, Ricardo Basílico y Andrés Basso.

LaUnidad Fiscal Federal de La Plata es integrada por los fiscales generales Hernán Schapiro y Gonzalo Miranda, el auxiliar fiscal Juan Martín Nogueira y la auxiliar fiscal Ana Oberlin.

Juicio «1 y 60» y «Comisaría 8º» – La Plata

Febrero, fecha a confirmar. Tribunal Oral Federal N° 1 de La Plata

En este caso que alcanza a 299 víctimasse investigan los hechos ocurridos en el centro clandestino de detención y exterminio conocido como “1 y 60”,  primer eslabón del plan represivo montado por las fuerzas armadas y de seguridad en la ciudad de La Plata durante la última dictadura militar, y en la comisaría 8va, en la avenida 7 y 74. Todo ocurrió, vale recordar, cuando la represión provincial era controlada por el general Ramón Camps y el comisario Miguel Etchecolatz.

Los Imputados son 18. Por el Regimiento 7, los ex oficiales de Inteligencia Jorge Alberto Crinigan y Luis Gustavo Diedrichs, los ex oficiales de Operaciones Ismael Ramón Verón y Lucio Carlos Ramírez, el exjefe de la Compañía A Lucas Marcelo Castro, los ex oficiales de Personal Enrique Francisco Welsh y Rubén Vicente Sánchez, y el ex oficial de Logística Enrique Armando Cicciari; el ex cabo primero de la Policía Federal Carlos Hugo Leguizamón; los ex policías bonaerenses Claudio Rubén Mejías, Tomás D’ottavio y Raúl Ricardo Monzón, quienes se desempeñaron como oficiales en las instalaciones de 1 y 60, y Juan Antonio Vidal, exj efe del denominado Grupo Cóndor; los ex oficiales del Destacamento 101 de Inteligencia del Ejército Carlos María Romero Pavón, Roberto Armando Balmaceda y Jorge Héctor Di Pasquale.

Se agregan los civiles Carlos Ernesto Castillo (miembro de la Concentración Nacional Universitaria), y Jaime Lamont Smart, de oficio abogado, quien fue el ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires en la época de los hechos.

Integran el tribunal Karina Yabor, Ricardo Basílico y Andrés Basso (subrogantes).

Los fiscales generales sonHernán Schapiro y Gonzalo Miranda y sus auxiliares fiscales Juan Martin Nogueira y Ana Oberlin.

Juicio «Pellegrini» o VIllazo (Rosario)    

Fecha prevista de reinicio, marzo 2025. Tribunal Oral Federal N°1 de Rosario

Una huelga y pueblada histórica en Villa Constitución, de obreros melatúrgicos frente a las empresas (principalmente Acindar, en la que se instaló un centro clandestino de detención) y frente a la propia UOM, derivó en una represión ilegal motorizada por el gobierno encabezado por María Estela Martínez de Perón durante 1975 y la primera parte de 1976. 

El juicio involucra al ex jefe de personal de Acindar en Villa Constitución, Roberto Pellegrini, aAntonio Federico Bossie, ex jefe de inteligencia y personal del Área Militar 132 (San Nicolás) y a 21 ex policías federales, un ex prefecto y un ex policía santafesino.

Se los acusa por la privación ilegítima de la libertad contra 50 trabajadores metalúrgicos y ferroviarios entre el 20 y 26 de marzo de 1975. Las privaciones de la libertad continuaron durante meses y años, según cada situación.  

Germán Sutter Scheneider, Ricardo Moisés Vásquez y Otmar Paulucci son los jueces. El fiscal es Adolfo Villate.

Además de Pellegrini y Bossie los acusados son los ex policías federales Roberto Raúl Squiro, Leonardo Dec, Aldo Ramón Gradilone, Carlos Brest, Daniel Vicente Valdes, Ricardo Antonio Burguburu, Juan Carlos Romero, Osvaldo Esteban Petroli, Carmen Amanda Grossoli de Hellaid, Jorge Argentino Coronel, Raúl Héctor Cerliani, Emilio Hugo Marciniszyn, Roberto Álvarez, Horacio Miguel Nardi, Juan de Jesús Martínez, Jorge Aníbal Lozano Windus, Oscar Roberto Giai, Eduardo Mugica, Juan Carlos Faccendini, Oscar Alberto Vessichio y Bernardino Sambrano; el ex prefecto Carlos Albareda y Amadeo Chamorro (ex oficial de la guardia rural «Los Pumas» de la policía santafesina).

Juicio Departamento de Informaciones de la Policía de Mendoza (D-2). 

Sin fecha prevista de continuación. Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°1 de Mendoza.

Más de 300 víctimas y 28 imputados. La plataforma del Ministerio Público Fiscal detalla los siguientes delitos de lesa humanidad: “Privación abusiva de la libertad agravada por mediar violencias y amenazas, tormentos agravados por la condición de perseguido político de la víctima, homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas, lesiones graves agravadas, robo agravado por el uso de armas de fuego y violación perpetrada con el uso de fuerza o intimidación, cometidos durante la última dictadura cívico militar en esa provincia contra más de 300 víctimas del centro clandestino de detención que funcionó en el Departamento de Informaciones de la Policía de Mendoza (D-2), donde revistaban los imputados”.

El D-2 fue el centro clandestino de detención, tortura y exterminio más importante de Mendoza, ubicado en el propio Palacio policial. Desde allí se realizaban los trabajos de inteligencia (espionaje) contra ciudadanos de todo tipo (trabajadores, estudiantes, docentes, profesionales, amas de casa, delegados gremiales, militantes políticos). La persecución culminaba con el secuestro, sometiendo a las víctimas a toda clase de vejámenes o incluso su desaparición y muerte.

Los acusados son: Carlos Faustino Álvarez Lucero, Rubén Oscar Blanco, Eduardo Germán Cía Villegas, Carlos Plácido Escobar Zurita, Armando Osvaldo Fernández Miranda, Teodoro Alejo Galigniana Oros, Lucas Marcelo Rubén Gary Domínguez, Abelardo Santiago Garay Mauceri, Rubén Darío González Camargo, Pablo José Gutiérrez Araya, Julio Héctor La Paz Calderón, Mario Alfredo Laporta Chielli, Celustiano Lucero Lorca, Gerónimo Antonio Mateo Jofré, Oscar Alfredo Maturano Ibaceta, Ricardo Benjamín Miranda Genaro, Marcelo Rolando Moroy Suárez, Antonio Marcos Ochoa Albornoz, Jacinto Salvador Olmedo Muñoz, Armando Oscar Quintero Bassi, Omar Pedro Reta Zárate, José Esteban Roccato Villegas, Miguel Ángel Salinas, Adolfo José Siniscalchi Arizmendi, José Lellis Sosa Córdoba, Miguel Ángel Tello Amaya, Juan Hipólito Tello Yáñez y Omar Pedro Venturino Amaker.

El tribunal está integrado por Alejandro Piña, Alberto Carelli y Paula Marisi.

Fiscales: Dante Vega y el auxiliar fiscal Daniel Rodríguez Infante.

Causa Vuelos – Mar del Plata

Sin fecha todavía.

Se trata de un juicio iniciado por la justicia marplatense, derivación de los vuelos de la muerte. Se investiga el encubrimiento ante la aparición de cuerpos que habían sido arrojados al mar desde aviones por la represión clandestina, que llegaban a las costas según las corrientes en una franja que se calcula en 150 kilómetros. Eran enterrados sin siquiera averiguar su origen ni identificarlos.

Están acusados el entonces juez de Dolores Carlos Facio, el médico policial Miguel Cabral (que en cuatro casos intervino sin señalar las muertes violentas de esas personas), y el ex jefe de Catastro de General Lavalle, Juan Domingo Montenegro, como parte del encubrimiento. Se imputa además a siete policías bonaerenses que cumplían sus destinos en las playas: Domingo Martínez, Alberto Martínez, Emilio Luchetti, Juan Antonio Estrada, Mario Castronuovo, Ednio Llorens y Francisco Aristegui.

La causa está a cargo del juez Martín Bava.

CAUSAS PARA LAS QUE SE PREVEE EL INICIO DE AUDIENCIAS ORALES Y PÚBLICAS EN 2025

Laguna Paiva II (niños) – Santa Fe

Laguna Paiva II examinará una situación inédita en términos de lesa humanidad: los delitos de abandono de persona, secuestro y tortura cometidos contra 16 niñas y niños durante la dictadura. Ya tuvo una primera parte referida a la represión ilegal de trabajadores ferriviarios, metalúrgicos y de frigoríficos en la zona de Villa Constitución. Lo sustancia el Tribunal Oral de Santa Fe.

La APDH (Asamblea Permanente por los Derechos Humanos) es querellante en este segundo jucio, e informó: «Gran parte de las víctimas tenían, en aquellos momentos, entre 1 y 15 años. Niñas y niños que sufrieron los secuestros, torturas, abandonos, abusos sexuales (delito que no tiene imputados) y confinamientos en centros clandestinos de detención de la ciudad de Santa Fe.  Hay cinco imputados. Antonio Parvellotti, subjefe del Departamento de Informaciones D2 de la policía santafesina; Eduardo Riuli, oficial ayudante del D2; Víctor Brusa, secretario del juzgado federal; Oscar Valdez, oficial ayudante del D2, y Fernando Mendoza, comisario de la seccional de Laguna Paiva.

Jueces: Osvaldo Facciano, Mario Gambacorta y Elena Beatriz Dilario. Fiscalía: Martín Suárez Faisal y el equipo de abogados querellantes de APDH, 

Crimen de Horacio Roberto Marchi – Rosario

Se estima se llevará adelante este año el crimen de Horacio Roberto Machi, arquitecto y militante político. Tras su secuestro, el cuerpo apareció destrozado por explosivos, mientras se informaba sobre un falso enfrentamiento armado. La causa apunta a la responsabilidad del Destacamento de Inteligencia 121.

Juicio Slattery y otros – Santa Fe

Tribunal Oral Federal de Santa Fe

Las víctimas son 25, integrantes mayoritariamente de la Juventud Peronista y el Partido Comunista. Los imputados son 8. Privaciones ilegítima de la libertad agravada, aplicación de tormentos agravados y violación de domicilio producidas entre noviembre de 1975  y 1977. Según cada caso, las víctimas fueron llevadas a las seccionales Primera, Segunda y Cuarta, la Alcaldía de Policía y la Guardia de Infantería Reforzada de Santa Fe; las cárceles de Coronda, del «Buen Pastor» y la Unidad Penal 4 de Santa Fe; las cárceles bonaerenses de Sierra Chica y La Plata (Unidad 9); y la cárcel porteña de Caseros.

Los imputados son los policías provinciales retirados Ricardo Silvio Ramón Ferreyra, Germán Raúl Chartier, Carmelo Leonardo Rolón, Luis Antonio Pavan, Enrique Carlos Nardi y Tomás Andrés Ramos; el policía federal retirado Miguel Luis Slattery; y el militar retirado Carlos Enrique Pavón.

Jueces: Luciano Homero Lauria, José Escobar Cello y Beatriz Dilario. Fiscal: Martín Suárez Faisal.

 Ingenio La Fronterita – Tucumán

Por primera vez se juzgará en Tucumán la responsabilidad empresaria en rímenes de lesa humanidad.

Durante la dictadura 68 personas sufrieron el terrorismo de Estado dentro del ingenio La Fronterita, de Famaillá. Los acusados son ex directivos de esa empresa: Alberto Figueroa Minetti, administrador; Eduardo Butori y Fernando Cornú De Olmos. Se les imputa complicidad en violaciones de domicilio, privaciónes ilegítimas de la libertad con apremios y vejaciones, torturas, abuso sexual, violación y homicidio contra 68 personas, de las cuales 11 siguen  desaparecidas. Se trataba en su mayoría de trabajadores del ingenio, referentes sindicales y residentes de las colonias cercanas.

Juicio hermanos Radice

El integrante de los grupos de tareas de la ESMA Jorge Rádice cumple prisión por condenas anteriores por delitos de lesa humanidad. En este caso él y su hermana Norma (ambos contadores) son acusados además de lavado de activos, a partir de los bienes robados por estos grupos de tareas a sus víctimas. Así obtuvieron y blanquearon dinero, empresas, propiedades, automóviles, embarcaciones y caballos de carrera. Tras dejar la ESMA, Rádice trabajó en estos asuntos desde las oficinas “civiles” que instaló el almirante Emilio Eduardo Massera cuando pretendía convertirse en dirigente político. Las audiencias orales y públicas podrían comenzar también en este 2025.

Causa ESMA-Rúa-Kosich y otros

El teniente de navío Aníbal Roberto Colquhoun, de la ESMA, condujo un grupo que secuestró a Ramón García Ulloa, a su esposa, Dolores del Pilar Iglesias Caputo, y a Mónica Liliana Goldstein, que siguen desaparecidos. Después organizó un operativo con autos y camión para desvalijarles sus hogares. En ese grupo estaban René David Rúa (hoy 68 años), Daniel Omar Kosich (64), Osvaldo Víctor Pérez (64) y Jovito Martiré Villalba (64), que estudiaban en la ESMA y hacían literalmente sus primeras armas entre los grupos de tareas. Como Colquhoun no informó debidamente a los jefes de los escuadrones de la muerte sobre los hurtos, cayó en desgracia. Colquhoun falleció antes de ser juzgado en etapas anteriores de la causa ESMA, pero quedó pendiente esta parte de su accionar, que muestra uno de los aspectos no siempre difundidos del accionar represivo: el robo a las víctimas.   

Derechos Humanos

Dagmar Hagelin: memoria de una desaparición olvidada

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Se cumplen hoy 48 años del secuestro y desaparición de la sueca Dagmar Ingrid Hagelin, de 17 años. La violencia genocida sobre mujeres, el rol de Alfredo Astiz y las repercusiones del caso en el presente.

Por Claudia Acuña, con Lucas Pedulla y Line Bankel

Tenía 17 años, recién había terminado la secundaria y en cuatro días disfrutaría su premio: un mes de vacaciones en Villa Gesell. Pero estamos en enero de 1977 en el oeste del conurbano y eso significa que  está por comenzar uno de los capítulos más violentos de esa Historia que hoy muchos quieren negar.

Si hay represión es porque antes hubo lucha, nos recuerda siempre María Galindo, y por eso a esta historia hay que darle contexto: en el triángulo conformado por tres municipios –La Matanza, Morón, Tres de Febrero– funcionaba uno de los motores de la industria nacional. Eso en aquella época significaba que todos sus obreros estaban organizados y politizados, también sus estudiantes y buena parte de la sociedad barrial. Eso –la industria argentina, la organización gremial, la politización social– es lo que comenzaron a hacer desaparecer con el golpe militar los mismos intereses que nos gobiernan hoy. Por eso mismo conviene recordar a Dagmar Ingrid Hagelin, la joven sueca de 17 años que jamás llegaría a disfrutar su premio: hoy se cumplen 48 años de sus secuestro, tortura y desaparición.

Un día de enero

Norma Susana Burgos era la viuda de Carlos Caride, una leyenda de la resistencia peronista. Con él tuvo dos hijas. La más pequeña se llamaba Victoria Eva, murió el 29 de diciembre de 1976 y quizá esa tragedia fue la que la obligó a exponerse. Lo cierto es que la secuestraron el 26 de enero de 1977 en Ramos Mejía y en la calle. La llevaron a la ESMA donde la torturaron. Luego la subieron a un auto hasta su casa ubicada en Sargento Cabral 317, de El Palomar. Eran ya las diez y media de la noche cuando el padre de Susana abrió la puerta e irrumpió la patota.

Dagmar Hagelin: memoria de una desaparición olvidada

Norma Susana Burgos, también secuestrada y testigo clave en el caso de Dagmar.

Rafael Burgos soportó el interrogatorio, contuvo el llanto de su nieta y toleró el desastre del allanamiento, mientras por la ventana observaba a su hija en el asiento trasero de uno de los autos sin patente, esposada y golpeada. Siete hombres se quedaron toda la noche en esa casa esperando que a la mañana llegara alguien a quien describieron como una mujer rubia. A las 8 en punto la que llegó fue Dagmar.

Dagmar era inteligente y rápida. Apenas vio a los hombres comenzó a correr. Detrás salieron dos a perseguirla, pero la diferencia era humillante. Cuando estaba a punto de doblar la esquina y conseguir así resguardo, uno de los lentos apoyó la rodilla en la vereda y le disparó. Dagmar cayó con la fuerza que había alcanzado su carrera. En el piso quedó el charco de sangre que brotó de su cabeza al golpear contra las piedras del baldío.

El lento que le disparó fue Alfredo Astiz.

El otro apuntó con su arma al taxista Jorge Oscar Eles, quien estaba en el garaje y con su hijo. Los bajó del auto, le pidió las llaves y abrió el baúl: ahí arrojó Astiz el cuerpo herido de Dagmar.

Los genocidas

Seis vecinos, el taxista, su esposa, los padres de Susana, entre otros testigos, describieron esta escena en los dos juicios que tuvieron que hacerse para lograr la condena. 29 miembros de la Armada fueron imputados por la desaparición forzada de Dagmar. A seis de ellos (Alfredo Astiz, Julio César Coronel, Oscar Antonio Montes, Pedro Antonio Santamaría, Lucio Francisco Rioja y Carlos Guillermo Suárez Mason) se le sumaron los agravantes de los delitos de homicidio simple en grado de tentativa, en concurso real con robo de automotor con armas al estar involucrados directamente al operativo ilegal del secuestro.

Dagmar Hagelin: memoria de una desaparición olvidada

Foto familiar de la niña Dagmar Hagelin. Intentó escapar corriendo y Alfredo Astiz le disparó y luego la arrojó al baúl de un auto robado por el grupo de tareas de la ESMA.

Estos son algunos datos reveladores de la situación actual de algunos de los condenados:

  • Ricardo Miguel Cavallo: su hijo hizo un documental titulado “Mi padre, el represor”.
  • Eugenio Bautista Vilardo: desde la prisión escribe un blog para agitar la liberación de genocidas. En diciembre de 2024 le rechazaron el pedido de ser considerado incapaz.
  • Juan Carlos Fotea: rechazaron liberarlo en mayo de 2024.
  • Miguel Ángel García Velasco: le concedieron arresto domiciliario.
  • Antonio Pernías: solicitó arresto domiciliario en 2024, pero por ahora sigue preso en la cárcel.
  • Jorge Carlos Rádice: solicitó salidas transitorias en 2024, pero en diciembre se las denegaron.
  • Jorge Eduardo Acosta: escribió desde la cárcel una carta celebrando el triunfo de Javier Milei. “Se aproxima la hora”, amenazó.
  • Diez murieron en prisión.
  • Cuatro posaron sonrientes en la foto con los diputados del oficialismo que los visitaron para urdir su liberación. Entre ellos el lento Astiz.

Las pruebas

Lo que sucedió entonces es, para estos casos, excepcional. Ragnar Hagelin, el padre de Dagmar, le pidió a ayuda a su cuñado Oscar Amerio, un suboficial del Ejército, quien apenas le describió la situación le aconsejó: “hay que moverse ya y muy rápido”.

Lo que hicieron a partir de allí fue extraordinario.

Primero hablaron con el padre de Norma y con todos los vecinos, anotando detalles, nombres y descripciones de los secuestradores y sus autos, entre otros datos. A media tarde fueron a la Brigada de Morón y les exhibieron el libro de actas donde estaba registrado el pedido de zona liberada y, lo más importante, quién lo solicitaba: la Unidad de Tareas 3.3.2 de la Armada, con base operativa en ESMA. Allí fueron.

–Soy suboficial del Ejército y sé que a mi sobrina la trajeron acá– le dijo Amerio al guardia.

El guardia transmitió el mensaje y también la respuesta:

–Váyase de acá ahora mismo y no diga nada de esto a nadie si quiere mantener su vida y su puesto.

Luego fueron a la casa del embajador sueco Bertil Kollberg: ya era medianoche y la seguridad los trató como sospechosos, por lo que decidieron presentarse al día siguiente  en la embajada. Así y a las 9 de la mañana lograron que apenas 25 horas después de su secuestro y desaparición Dagmar tuviera inmunidad diplomática, un rango de protección que la embajada comunicó formalmente y con carácter de urgente a la cancillería argentina.

El siguiente paso fue la Casa Rosada para entrevistarse con un capitán de la Armada, de apellido Pérez Millán, que trabajaba en la Secretaría de Prensa. En el libro Dagmar, mi hija, Ragnar cuenta qué respondió:

–Por suerte, señor Hagelin, tengo un camarada de armas, un hombre de la misma promoción que la mía y amigo personal, que está cumpliendo tareas en los servicios de inteligencia de la ESMA. Lo contacto para pedirle información sobre su hija. Yo también soy padre.

Tal como habían acordado, volvieron a hablar al mediodía. La respuesta fue en otro tono:

–Para tener información necesito el documento de su hija.

–Lo tenía ella cuando la secuestraron.

–Lo lamento, pero sin esa información no voy a poder averiguarle nada.

Hagelin tuvo noticias de Pérez Millán dos semanas después cuando la información del secuestro de Dagmar fue publicada en tres diarios: La Opinión, La Nación y The Buenos Aires Herald. Fue entonces cuando el capitán se comunicó para ofrecerle un intercambio de favores: necesitaba esos recortes. A cambio le dijo lo que había averiguado:

–La chica está viva, presa e incomunicada. Va a pasar mucho tiempo hasta que su familia pueda tener noticias sobre ella. Primero hay que comprobar si estaba en la cosa o no.

Dagmar Hagelin: memoria de una desaparición olvidada

Ragnar Hagelin con su hija. La embajada sueca no se ha pronunciado públicamente sobre la visita de los legisladores del oficialismo a los genocidas que secuestraron y desaparecieron a Dagmar. El embajador Torsten Ericsson se ha mostrado, en cambio, muy activo en relación a la explotación minera y al RIGI.

¿Dónde está Dagmar?

Cinco sobrevivientes declararon que vieron a Dagmar en la ESMA. Dos más testificaron que tenían conocimiento de su presencia. Otros cuatro aseguraron haber escuchado a sus secuestradores hablar de ella.

Norma Burgos la vio dos veces y esos encuentros los tuvo que revivir varias veces hasta obtener justicia: primero al padre de Dagmar apenas fue liberada de su cautiverio, luego ante las autoridades suecas, finalmente y dos veces ante la justicia argentina. Su testimonio según el crudo textual del escrito judicial:

“El 27 de enero de 1977 encontrándose en el tercer piso de la ESMA, encapuchada, con las manos esposadas a las espaldas y con los grilletes en los pies, fue trasladada hasta la habitación que oficiaba de enfermería en el sótano. Allí le fue levantada la capucha y vio que en la habitación se encontraban entre otras personas, Francis Whamond y Alfredo Astiz y acostada en una camilla Dagmar Ingrid Hagelin, consciente y con una herida un poco más arriba del arco superciliar izquierdo; su cuero cabelludo y su pelo tenían aún sangre pegada que supone había emanado de dicha herida. Dijo que Astiz agregó en ese momento que había sido él quien le había disparado el tiro que le había rozado la frente y que al ser retirada de la enfermería, entre Astiz y Whamond comentaban que «el error fue porque la suequita se parece a la Berger» –esto porque la Marina tenía información que su casa era visitada por María Antonia Berger (sobreviviente de la masacre de Trelew)–, pues si bien Berger tenía más edad que Hagelin eran muy parecidas físicamente. Indicó también que dos o tres días después fue nuevamente llevada al sótano y pudo ver por segunda vez a Hagelin quien ya a esa altura tenía un vendaje mayor en la cabeza y una de sus manos estaba esposada a la cama, lo que denotaba que había sido limpiada y objeto de alguna curación. Añadió que una semana después supo por otros detenidos que Hagelin había sido trasladada al tercer piso, encontrándose sola en una habitación contigua al baño utilizado por otros detenidos de ese piso y la pudo ver allí por última vez con un camisón o bata floreada, sin capucha”.

En sus días de cautiverio Norma vio a otra detenida-desaparecida con la camisa que tenía puesta Dagmar el día que la secuestraron. Se la pidió. Años después, ya refugiada en España, se la entregó a al padre de Dagmar.

Los testimonios ubican a Dagmar en la ESMA hasta febrero de 1977. Fue en febrero, justamente, cuando los reclamos del gobierno sueco obligaron a la Junta Militar integrada por Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera y Orlando Ramón Agosti a reunirse especialmente para tratar “el tema”.

 
La justicia

El primer juicio se realizó en 1986 y probó la culpabilidad de todos los imputados, pero consideró los delitos prescriptos. El segundo, realizado el 29 de noviembre de 2017, tras anularse las leyes de impunidad, logró que la prisión perpetua sea efectiva. Habían pasado cuarenta años desde su secuestro y desaparición y los padres de Dagmar ya habían muerto.

Quien siguió todo el proceso del principio al final fue el abogado Luis Zamora, quien ahora recuerda así todo lo que significó:

“Tomé el caso en 1979 cuando estaba en el CELS, un organismo que habían formado dos abogados padres de desaparecidos: Emilio Mignone y Augusto Conte. Ahí me presentaron a los abuelos de Dagmar, Buccicardi y su esposa, encantadores: su vida pasaba por buscar a la nieta. Hagelin ya se había ido a Suecia porque lo habían amenazado. A partir de ahí empecé averiguar dónde estaba la causa y me encontré con que había avanzado en un tribunal de San Martin, algo muy poco común porque en general los habeas corpus se rechazaban. Ese tribunal se había declarado incompetente y remitido a la justicia militar. Hasta el año 84 no tuve conocimiento de qué había pasado con ese expediente. Y lo que pasó también fue excepcional: cuando la embajada presenta el testimonio de Norma Susana Burgos, esa causa va al Primer Cuerpo del Ejército, luego a la Marina y ahí pasa algo que creemos que no se hizo nunca: cita a declarar a los responsables del secuestro”. Luego, se archivó el expediente.

Zamora recuerda que la actitud de la embajada sueca fue criticada por la familia de Dagmar. Años después se supo por una investigación que realizó el periodista Ezequiel Fernández Moores, que la selección del fútbol sueca había recibido instrucciones de no pronunciarse sobre la dictadura durante su participación en el Mundial 78. Quizá por eso mismo la televisión sueca, durante la transmisión de la ceremonia de apertura, insertó imágenes de las Madres de Plaza de Mayo y un popular periódico dibujó a los jugadores de la selección con el nombre de Dagmar en las camisetas. Zamora cuenta también que durante los años de impunidad acompañó a Hagelin a reuniones en las cuales personas vinculadas a los servicios de inteligencia le prometían darle información y lo que soportaban, en cambio, eran asquerosas narraciones sobre cómo Dagmar había sido violada y torturada durante su cautiverio.

Zamora fue también el abogado de la causa por la desaparición de doce personas –entre ellas la fundadora de Madres de Plaza de Mayo Azucena Villaflor, y Alice Domon y Léonie Duquet, dos monjas francesas–, producto de la infiltración realizada por Alfredo Astiz. Su nombre ficticio era Gustavo Niño y se hacía pasar como familiar de una persona desaparecida. Los secuestros se produjeron entre el 8 y el 10 de diciembre de 1977. A una de las religiosas la secuestraron en Ramos Mejía, cerca de donde habían capturado en enero a Norma Burgos.

1977 se inicia entonces con la desaparición de Dagmar, que implicó el primer reclamo internacional a la dictadura militar y termina con la desaparición de un grupo emblemático que incluía a dos ciudadanas francesas, lo cual produjo otro grave conflicto diplomático. En ambos intervino Astiz. “Nunca lo había pensado así” se sincera Zamora. “Pero es cierto que fue uno de los años más feroces desde el punto de vista de la represión y también que Astiz no se infiltró en Montoneros, sino en las Madres…”. Hay entonces algo más en común con Dagmar: Astiz se dedicó a ejercer la violencia genocida sobre mujeres. Su cobarde participación en la Guerra de Malvinas es la pincelada que culmina su retrato.

Relaciones diplomáticas

La embajada sueca no se ha pronunciado públicamente sobre la visita de los legisladores del oficialismo a los genocidas que secuestraron y desaparecieron a Dagmar. Su embajador, Torsten Ericsson se ha mostrado, en cambio, muy activo en relación a la explotación minera: el 27 de noviembre viajó a Santa Cruz formando por primera vez parte activa de una delegación comercial a las provincias, el 15 de diciembre se reunió con el presidente de la Cámara Argentina de las Empresas Mineras (CAEM) y para finalizar el año expresó en una conferencia su entusiasmo por el Régimen  de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) y su ilusión de que pueda sellarse un tratado de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur.

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Derechos Humanos

Nieta 139: bienvenida a la verdad

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En épocas negacionistas, hostiles, inciertas, también hay otras noticias: “Abuelas de Plaza de Mayo comunica con enorme felicidad la restitución de otra nieta apropiada durante la última dictadura cívico militar”. Con esa oración y un flyer las Abuelas Estela Carlotto y Buscarita Roa anunciaron otra restitución de identidad menos de un mes después de la del nieto 138. Otro caso concreto que confirma lo patético y falso del negacionismo en temas de derechos humanos, mientras los megamillonarios imitan gestos nazis. La historia de la pareja, el secuestro, y lo que dijo Ramón, el hermano de esa mujer nacida en 1978: “Hoy sabemos un poco más quiénes somos”. 

Por Sergio Ciancaglini

Mientras un megamillonario hace saludos nazis anunciando viajes a Marte (para divertir trolls, escandalizar progres y continuar el trabajo sistemático de aturdimiento social) en la ex ESMA, la Escuela de Mecánica de la Armada en la que funcionó un infierno clandestino de asesinatos, desapariciones, violaciones y torturas, se cantó este martes: “Como a los nazis les va a pasar, a donde vayan los iremos a buscar”.

Hoy funciona allí la Casa de la Identidad de Abuelas de Plaza de Mayo entre otros espacios dedicados a los derechos humanos. Y se informó algo que puede ser llamado restitución de identidad, o milagro, o hazaña, entre otras cosas.

En todo caso, la noticia de este martes es el producto más reciente de determinadas actitudes y actividades que estas señoras han motorizado durante casi medio siglo:

  • investigación, capacidad de trabajo, acciones más que discursos, paciencia, voluntad, decisión, todo construido a base de desesperación por la vida, amor y un coraje infinito: basta imaginar la situación de tener a sus hijos e hijas desaparecidos o muertos y saber que sus nietos y nietas habían sido secuestrados y entregados a familias afines a una dictadura criminal, en medio de la censura y la represión, todo apoyado por los mercados y los megamillonarios de entonces.

El fruto flamante de ese trabajo de décadas fue descripto con sencillez por las abuelas: “Hoy damos la bienvenida a la hija de Noemí Beatriz Macedo y Daniel Alfredo Inama, nacida entre enero y febrero de 1978. Inexorablemente, la verdad sobre los crímenes de la dictadura sigue saliendo a la luz”. Expresaron así parte de lo que se juega en este presente: el conflicto eterno entre las tinieblas y la luz.

Nieta 139: bienvenida a la verdad

Fútbol, baile e inundación

En el Auditorio de Abuelas estaban Estela Carlotto y Buscarita Roa (dos de las tres abuelas vivas: la tercera es Rosa Roisinblit, que tiene 104 años), Manuel Gonçalves Granata (nieto recuperado número 57), Taty Almeida de Madres de Plaza de Mayo y Ramón Iname, medio hermano de la nieta que acaba de recuperarse.

Estela fue la que inició la lectura que explica la historia familiar:

“Noemí nació el 8 de febrero de 1955 en Mar del Plata y Daniel el 12 de noviembre de 1951 en La Plata. Ambos militaban en el Partido Comunista Marxista Leninista. A él sus compañeros lo llamaban ‘Pablo’ y sus amigos ‘El Pelado’ o ‘El Loco’. A ella su familia le decía ‘Noe’ y sus compañeros “Negrita”. Daniel tuvo dos hijos, Ramón Oscar y Paula Lorena, con dos compañeras anteriores.

Nieta 139: bienvenida a la verdad

Noemí Macedo.

Nieta 139: bienvenida a la verdad

Daniel Inama.

La pareja fue secuestrada el 2 de noviembre de 1977. No está claro si ella fue secuestrada en la ciudad de La Plata o en el mismo operativo que él, en la ciudad de Buenos Aires, en Barrio Norte. La joven estaba embarazada de seis o siete meses. Los dos fueron vistos por sobrevivientes en el centro clandestino ‘Club Atlético’. En el mismo operativo en que secuestraron a Daniel, también se llevaron a otros compañeros del partido: Teresa Galeano, Jorge Giorgieff, Beatriz Longhi y Oscar Ríos. Todos permanecen desaparecidos”.

Estela leyó: “Daniel era hincha de Estudiantes de La Plata” y miró al público en un gesto de complicidad, como corresponde a una platense hincha de Gimnasia. Siguió la reconstrucción de esas vidas desaparecidas y tan presentes contando que a Daniel le gustaba mucho bailar. “Noemí, según cuentan, era muy solidaria. Hizo la primaria en el Instituto San Antonio María Gianelli y la secundaria en una escuela de monjas. Su familia fue diezmada por el terrorismo de Estado: su padre Laudelino Macedo, su hermana Gloria Nelly con su compañero Rubén Justo García y la hija de ambos, Miriam Viviana García, y otro cuñado, Oscar López Lamela, fueron secuestrados y continúan desaparecidos”.

“La madre de Daniel, Lucila Ahumada de Inama, transcurrió toda su vida en La Plata. La desaparición de su hijo fue un golpe muy duro. A partir de ese momento, cada cumpleaños, cada fiesta, tuvo una carga de dolor y tristeza. Falleció en abril de 2013, en la trágica inundación que afectó a la ciudad de La Plata y sus alrededores. Nunca dejó de buscar a su nieto o nieta. ‘Desde algún lugar lo guiará en la búsqueda’, manifestamos, por entonces, desde Abuelas. Y parece que así fue”.

La búsqueda

La explicación continuó así: “Abuelas de Plaza de Mayo recibió información de manera anónima, que sistematizó y relevó para iniciar la investigación. Luego, en articulación con la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDI) se continuó con el abordaje del caso. Desde la CoNaDI se requirió la documentación a las diferentes dependencias nacionales y provinciales, cuyas respuestas en tiempo y forma son fundamentales para la resolución de estas búsquedas. Entre ellas, se contó con la asistencia del Registro Unificado de Víctimas del Terrorismo de Estado (RUVTE) que corroboró y aportó información clave. A partir de todo este exhaustivo trabajo de relevamiento, se logró contactar a la posible nieta”.

“En este marco, la mujer fue convocada por la CoNaDI en noviembre de 2024, para brindarle toda la información recabada. Así, ella accedió a concurrir al Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) para dejar su muestra de ADN. Ayer el Banco confirmó que es la hija de Noemí y Daniel, y la CoNaDI volvió a contactarla para comunicarle la feliz noticia”.

“Desde hoy, la nueva nieta podrá abrazarse con sus dos hermanos, Ramón y Paula, que se criaron juntos gracias al buen vínculo que mantuvieron sus madres, y que siempre supieron del embarazo de Noemí. Hace diez años, Ramón prestó su testimonio para una publicación de Abuelas, Historietas por la Identidad, y allí expresó: “El día que te encontremos no queremos que dejes atrás la vida que construiste, queremos formar parte de ella, abrazarte, que conozcas a tus sobrinos, ellos también te van a abrazar”.

Nieta 139: bienvenida a la verdad

Ramón, hijo de Daniel y medio hermano de la nieta 139.

“Al fin y al cabo, de eso se trata esta lucha: de reparar lo que el terrorismo de Estado quiso destruir. Nos impulsa el amor, la ternura, la certeza de que la verdad –aun cuando sea dolorosa– puede sanar, en parte, las heridas, y esto lo hemos comprobado en los 139 casos que hemos resuelto”.

Políticas de Estado

La conferencia incluyó una reflexión sobre la crisis laboral producida por las amenazas de despidos y desmantelamientos por parte del oficialismo: “Una vez más, debemos subrayar que no hubiéramos podido lograr nada solas: esta es una lucha colectiva. La continuidad de las políticas de Estado es fundamental para terminar con delitos de lesa humanidad como lo son las apropiaciones de nuestras nietas y nietos, así como es central el papel de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, una de las herramientas construidas en estos 41 años de democracia ininterrumpida. Esta secretaría y sus políticas, deben seguir siendo sostenidas por el gobierno, con la totalidad de sus trabajadores y trabajadoras, y mantener sus instrumentos para poder continuar con el proceso de Memoria, Verdad y Justicia que nos tiene como ejemplo en el mundo”.

“Todo esto ha sido fruto del diálogo entre el Estado y la sociedad civil, un verdadero consenso democrático, para que los derechos de todos y todas y de las futuras generaciones estén garantizados. ¡Bienvenida a la verdad, querida nieta!”

Ramón, el hermano de la nieta recuperada, dijo: “Esto es un acto de justicia, una reparación. Una certeza en medio de tanta incertidumbre. Hoy sabemos un poco más quiénes somos”.

Manuel Gonçalves Granata se refirió al episodio de los libertarios que borraron una pintada mural con el número 138, a raíz de la restitución anterior. “Ahora podrán borrar el 8 y poner el 9”.

Estela luego dijo: “Esta lucha no es cruel, es una lucha de amor, de que esto no se repita, que no le pase a nadie lo que nos ha pasado a nosotras”.

Nieta 139: bienvenida a la verdad

Mencionó que solo quedan tres abuelas vivas, con Buscarita y Rosa. Lo hizo sin lástima ni queja, hasta con ese tono de humor que suele esparcir a su alrededor, y planteó: “Estas tres abuelitas que lloramos a las que se fueron antes, estamos acompañadas por estos jóvenes” señalando hacia la bandada de hijos e hijas de desaparecidos que hoy integran la organización. “Nos están reemplazando de maravillas. A veces pienso si es bueno que los animemos a tener el tiempo que podría ser para el amor, la belleza, todo lo que es para vivir en este mundo que no es perfecto, pero es el que nos toca vivir. Y sin embargo ellos están con nosotros. Así que los que tienen que ser aplaudidos son ellos”.

Las Abuelas fueron luego hasta el hall de la ex Esma en el que está la placa que sintetiza su trabajo, que siempre conviendría releer y es la imagen principal de esta nota. Nuevamente, sin necesidad de actitudes pomposas, mientras se cantaba “Como a los nazis les va a pasar…”, Estela sonrió y concretó otro hecho histórico: cambió el número 138 por el 139.

Nieta 139: bienvenida a la verdad

El cambio de número: 139 nietos y nietas recuperadas

www.lavaca.org (@revistamu.bsky.social) 2025-01-21T18:16:08.223Z
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Derechos Humanos

Derechos humanos hoy: lo que está en juego

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¿Cómo pensar el panorama actual frente a la situación de los derechos humanos? Ana Tauil, de la organización Nietes, Carlos Sueco Lordkipanidse, ex detenido desaparecido y testigo en distintas causas, y Carlos Maco Somigliana, del Equipo de Antropología Forense y la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad del Ministerio Público Fiscal, conversaron con lavaca. Dudas versus certidumbres. Las políticas oficiales. El negacionismo. La velocidad y la lentitud de lo judicial. El trasfondo social y las enseñanzas para encarar formas de acción presentes y futuras inscriptas en la genética de una sociedad.

Por Sergio Ciancaglini

Ana Tauil integra Nietes, tiene 28 años, y cuenta cómo se plantan las nuevas generaciones frente a un tema que no es arqueología sino futuro, y cuál creen esos jóvenes que será el rol de las Rondas de Madres. Incluso con tan pocas que van quedando.

Carlos Maco Somigliana es antropólogo, formó parte del grupo de jóvenes que trabajó en la fiscalía durante el Juicio a las Juntas militares que se reflejó en la película 1985, es de los fundadores del Equipo Argentino de Antropología Forense y trabaja en la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad. Habla de cuestiones mal enfocadas y sobredimensionadas por gobiernos anteriores, y brinda algunas hipótesis sobre la práctica de comer vidrio.

El Sueco Carlos Lordkipanidse, ex detenido desaparecido, diferencia lucha contra la impunidad con despidos en el Estado, y propone mirar una fecha tan lejana y tan inminente como el 24 de marzo. 

Los datos que acompañan esas reflexiones provienen del Ministerio Público Fiscal.

En 2024, pese a los oleajes negacionistas o simplemente hostiles hacia las políticas de derechos humanos, hubo 17 juicios que llegaron a sentencia con 55 condenas y 14 absoluciones. 

Para 2025 el panorama es el siguiente.

  • 12 juicios orales y públicos llegarán a sentencia.  
  • Hay al menos 6 causas que deberían iniciar sus audiencias orales y públicas.
  • Otros 254 juicios se encuentran en diversas etapas de instrucción.
Derechos humanos hoy: lo que está en juego

Esta foto y la de la portada, ambas en la Ronda de Madres, de Nora Lezano.

Todo en medio de oleajes de hostilidad o negacionismo oficial, que chocaron esta semana contra un fallo del juez Ariel Lijo (propuesto por el propio gobierno para incorporarse a la Corte Suprema de Justicia).

“Requiérase a la secretaría de Derechos Humanos de la Nación se arbitren los medios necesarios con el objeto de garantizar una dotación de personal capacitado para que los espacios de Memoria que funcionan en los ex CCDT (centros de detención y tortura) ‘Olimpo’, ‘Club Atlético’, ‘Automotores Orletti’ y ‘Virrey Cevallos’ permanezcan en funcionamiento”, ordenó Lijo a la secretaría encabezada por Alberto Baños. Planteó además que «las actividades se encuentren abiertas al público en dichos sitios”, y que se “preserven los acervos y archivos que se han generado a la fecha y que se continúen llevando adelante las tareas de investigación y coordinación pedagógicas”. El reclamo había sido planteado por la legisladora porteña Victoria Montenegro (secuestrada de bebé, hija de desaparecidos, entregada a apropiadores militares y nieta recuperada desde 2001) junto a una denuncia penal contra el ministro Mariano Cúneo Libarona. La demanda se produce en defensa de la ley Nacional N° 26.691 –de 2011– que declaró Sitios de Memoria del terrorismo de Estado a “los lugares que funcionaron como centros clandestinos de detención, tortura y exterminio y aquellos en los que sucedieron hechos emblemáticos del accionar de la represión ilegal en Argentina, hasta el 10 de diciembre de 1983”.

El negacionismo y la hostilidad en colisión con las leyes y el poder judicial.  

La cuestión: ¿cómo interpretar este presente contradictorio?

Lo que importa y lo que se devalúa

Plantea Carlos Maco Somigliana: «En este momento está todo muy matizado por la cantidad de despidos. Es lógico que en este contexto uno piense que está todo mal, para atrás. Este gobierno no tiene un interés por los derechos humanos. Y además estos temas estaban sobredimensionados en gobiernos anteriores». El telón de fondo de sus palabras son los despidos, retiros voluntarios y crisis en ámbitos como el centro cultural Conti.

Aclara velozmente: «Hay personas que trabajaron maravillosamente, con una vida metida en esto, pero también hay un hastío de la gente porque se identificaba con derechos humanos temas que no necesariamente lo eran”. 

Derechos humanos hoy: lo que está en juego

Foto de Alejandra López.

¿Algún ejemplo concreto? «No quiero mencionarlo, pero hay plantas de personal que cualquiera que está al tanto del tema sabe que eran exageradamente grandes. Claro que yo lo digo manteniendo mí trabajo, frente a gente que lo ha perdido. Así que hablo con mucho pudor. Y a la vez quiero ser sincero, porque hay una política de derechos humanos que con todo lo que se puede haber hecho mal, con todo lo que se pueda haber intentado utilizar partidariamente, sigue siendo relevante para la sociedad: importa en serio”.

Pero siempre hay un pero: “Tampoco le gusta a la gente que un tema que valora se agita como una bandera. No hay que sacarlo todos los días porque se desgasta».

¿Se puede devaluar? «Claro, pero sigue siendo importante para la sociedad. Mi esperanza es saber que este gobierno no pueda ir más a fondo contra esta política. Nadie tiene el poder absoluto como para frenar procesos institucionales que están en marcha. Y los tiempos de la justicia, en particular, son exasperantemente lentos pero una vez que se pusieron en marcha son como un tren que es muy difícil de frenar de golpe».

¿Por qué cree que no pueden hacerlo? «Porque tendrían que pagar un costo enorme. Entonces vemos escaramuzas, amenazas, gente muy valiosa que se queda sin trabajo y eso me da mucha bronca y tristeza. Entiendo la injusticia, pero estoy intentando que ese no sea todo el análisis. Una de las pruebas de fuego en derechos humanos es que esas políticas sobrevivan a todos los que creemos haber hecho algo por ellas. Y van a seguir no por bondad de quienes gobiernan, sino por el precio político que tendrían que pagar: esta gente no come vidrio». 

Cree Somigliana que eso de todos modos no frena la intención de fondo que podría tener el gobierno: «La coyuntura es lamentable, es triste. No van a poder cerrar todo, pero tratarán de limitarlo a su expresión mínima. Entonces se tratará de poder demostrar que no es un lujo que una sociedad tenga parámetros básicos de humanidad. Eso significan los derechos humanos. Si no, estamos jodidos».

Diagnóstico: “Creo que eta gente en el gobierno se distingue por la brutalidad. No digo todos, pero es un rasgo distintivo. Lo que me preocupa es que esa brutalidad está teniendo niveles de aceptación para mí sorprendentes en la sociedad. En todo caso el mensaje que creo que hay que transmitir es que es una mierda que se estén perdiendo líneas de trabajo, como pasa también en el ámbito científico, donde se destruye con esa facilidad pueril. Y se pierden inversiones sociales de décadas. Mi apuesta es que nos demos cuenta de que eso que se llama política de derechos humanos no es algo diseñado para mirar el pasado –pensarlo así fue uno de los problemas- sino que sirve para el presente, para que no maten pibes en la calle, para defender nuestros derechos actuales. Es un reaseguro para no volver a comprar las mentiras de que las cosas se arreglan con ‘los argentinos de bien’, mientras pasan cosas terribles en la sociedad. Ese es el desafío actual del que llamamos movimiento de derechos humanos: tiene que servir para ahora, para el presente y el futuro”.

Derechos humanos hoy: lo que está en juego

Foto: Alejandra López.

Mirarse el pupo

Maco cree que la actitud para estos tiempos consiste en no dar respuestas automáticas ni obvias. “No podemos quedarnos en la cómoda, hay que buscarle la vuelta a todo lo que se está planteando. Sé que lo que te digo es un discurso complejo y contradictorio a veces, pero banco esa complejidad. No podemos seguir proyectando hacia adelante imágenes que ya fueron, que pudieron ser valiosas o útiles hace 15 años. Si ellos aprenden y nosotros solo repetimos, nos van a reventar. Tenemos que usar la imaginación, trabajar mucho, porque si no, ¿qué estoy haciendo? ¿Me estoy chupando el dedo, me estoy mirando el pupo? No, yo me rompo, como te pasará a vos, trabajando con cosas que me parece que son importantes más allá del resultado, te guste más o menos, pero son cosas serias. Entonces no podemos quedarnos en la cómoda porque es demasiado importante todo lo que está en juego”.

Nietes en ronda

Ana Tauil es socióloga, vive de un trabajo temporario y terminado el home office accede a la charla con lavaca. Se sumó a Nietes en tiempos pandémicos y concretó esa militancia apenas pudo poner los pies y el corazón en la calle. Nietes es una de las más flamantes organizaciones de derechos humanos integrada por nietos y nietas de personas desaparecidas. Reconoce que es tranquila, paciente, y trasunta una especie de juvenil sabiduría. “No creo que haya un ataque específico a los derechos humanos, sino que es un ataque en el marco de una política en la que lo más doloroso son los niveles de empobrecimiento que se ven en la mayor parte de la población, y donde también se atacan las políticas de diversidad, la obra pública, el trabajo, todo lo social. Electoralmente eso es doloroso porque parecería que hay un porcentaje de gente para la cual no es importante la política de memoria, verdad y justicia. No digo que sea un sector que defienda abiertamente a la dictadura,  sino que actúa de modo indiferente frente a estos temas, no le parecen relevantes”.

Derechos humanos hoy: lo que está en juego

Foto: Lina Etchesuri.

El punto que señala Ana marca una época: entre medios y redes, podría pensarse que nada es relevante, ni siquiera las personas indiferentes, ni el clima, ni la ciencia, ni las generaciones futuras, ni las pasadas (y así al infinito). “En medio de esa indiferencia el discurso de que vuelvan los Falcon, la defensa de la dictadura, es algo súper violento. Y viejo. Y se ataca tanto a los derechos humanos como al feminismo, que han sido expresiones de lo que en estos años fue el progresismo”.

¿Cuál es el problema, según Ana? “”hubo una asociación de los derechos humanos con el kirchnerismo que siempre lo hemos visto como un problema en Nietes. Nosotros buscamos la mayor independencia de lo partidario porque creemos que los derechos humanos tienen que ser universales a todas las identidades políticas. Y la otra asociación es con ‘lo zurdo’. Y la realidad es que movimientos como el nuestro son de diversidad ideológica”. Solo hay que recordar que Madres, Abuelas y distintos organismos contuvieron siempre a víctimas y afectados que distintas clases y procedencias, unificadas por lo que estaban sufriendo y lo que decidieron enfrentar juntas.

“Por eso para nosotros tiene que haber un arco amplio contra el fascismo, para que quede expulsado como propuesta política. Y apuntar a un movimiento de derechos humanos que recupere la diversidad y la potencia. Muchas cuestiones nos fueron quitando esa fuerza, porque esa vinculación con lo partidista vuelve más pequeño el universo que uno quiere interpelar” dice Ana, en referencia a un riesgo siempre de moda: quedarse hablando entre quienes ya están de acuerdo.

Para un acto de egreso del secundario, en 2013, varios compañeros de escuela planearon a Ana disfrazarse de militares y hacer bromas en favor de cosas horribles que la propia adolescente conocía y había sufrido familiarmente. Decidió no discutir, simplemente no aceptar. Con eso, sin hablar demasiado, mostró un ejemplo de actitud diferente. La propuesta pro militar se derritió. Algo de aquello trasladó ella a Nietes: “Nosotros creemos que más que bajar línea como ha hecho tanto el progresismo, lo que hay que hacer es escuchar mucho más. Comprender, pensar, trabajar, problematizar. Conectarnos con los demás desde un lugar de igual a igual. Entender que hay muchas interpretaciones de la historia. Y no puedo plantarme desde la visión de que yo tengo el conocimiento y vos sos un ignorante. Vamos mucho a escuelas y aplicamos esa actitud como un modo de intercambiar y generar algo entre todos. De golpe te tenés que bancar cuestionamientos dolorosos y falsos, pero bueno, hay que hacerlo sin subestimar y tratando de hacer entender cómo ocurren las cosas. Pero todo nace de una formación muy intensa que tratamos de hacer para estar lo más preparados que podamos”. Eso se trasunta en encuentros nada burocráticos, y muy conmovedores.

La posibilidad de la calle y del hecho de reunirse: “Es un modo de sobrellevar una situación horrible, saber que estamos juntos, que somos un montón, que existimos. Y a la vez saber que tenemos que salir de nuestra burbuja, comprender lo que los demás están diciendo, y entender que no se trata de discutir para ganar esa discusión, sino para comunicarnos y empezar a imaginar otros mundos, otras posibilidades”.

Nietes se ha incorporado con creciente frecuencia a las rondas de las Madres. ¿Cuál es la idea? Ana informa: “Como dice uno de nuestros compañeros y amigos, Lucas, queremos que la ronda sea un dispositivo para la continuidad de las luchas. Vamos a estar ahí”.

Derechos humanos hoy: lo que está en juego

Foto: Alejandro Carmona.

Los archivos secretos

Conoció el infierno. Fue un secuestrado en la ESMA (Escuela Superior de Mecánica de la Armada) durante más de dos años. A Carlos Lordkipandise el apodo Sueco se le pegó a la vida tras su exilio en Suecia, a donde pudo huir gracias al apoyo de Carmen Cobo, Madre de Plaza de Mayo, y de Adolfo Pérez Esquivel. Volvió al país en 1987 y ha sido testigo y querellante desde ese rol de ex detenido desaparecido, e integra actualmente el Archivo Popular de la Memoria. Al hablar transmite entusiasmo, intensidad.

«Dentro de la temática de derechos humanos hay incertidumbre, angustia, por lo que significa para mucha gente perder su puesto de trabajo en el Estado. Ahora, en cuanto a la lucha contra la impunidad para ponerlo en términos más amplios, lo que significan los juicios, las investigaciones y demás, bueno, qué decirte: hemos recuperado al nieto 138. Lo que quiero decir es que acá nadie baja las banderas”.

Cree que hay tema crucial entre los reclamos hacia adelante: ”Lo que nos convoca a todos es la apertura de los archivos de la represión. Porque existen, y porque eso permitiría dejar de buscar dónde están los desaparecidos, qué pasó en cada caso, excavando en todas partes y se podría determinar, en los casos que faltan, saber quiénes fueron responsables. Esa es la lucha que empezaron unas viejitas locas que dan vuelta alrededor de la Plaza de Mayo buscando a sus hijos y nietos, y eso no terminó con la dictadura ni con los gobiernos posteriores. Ninguno abrió los archivos secretos de la dictadura. Y por eso tenemos los 8.900 casos de desapariciones denunciadas durante un corto período en la CONADEP (Comisión Nacional para la Desaparición de Personas). Pero hoy podemos asegurar con certeza absoluta que ese número se ve totalmente rebasado solamente con los 5.000 secuestrados en la ESMA, otros 5.000 en Campo de Mayo, y hay que sumar 500 centros clandestinos de detención en todo el país”.

Partidos bajo la cama

¿Qué va a pasar cuando no haya madres? ”Las nuevas generaciones aprendieron lo que significa lo de Madres. Que haya ido tanta gente a apoyar al Haroldo Conti no es tanto por el propio accionar de ese centro, sino por el accionar de Madres de más de 40 años. Así que me parece eso: que hay que acordarse de dónde aprendimos las cosas, para seguir poniéndolas en práctica”.

¿Por ejemplo? “Entendiendo cuáles son las vías de reclamo contra la impunidad, las que han dado resultado. El testimonio del sobreviviente, del vecino, del familiar, y no creyendo que porque vino un gobierno negacionista hay que claudicar. Negacionista fue Menem con los indultos, Alfonsín con las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Tuvimos 20 años de impunidad, pero todo lo que hicieron Madres, Abuelas y demás logró que los mismos que levantaron la mano para que hubiera leyes de impunidad, tuvieran que votar derogarlas”.

Muchas veces estos temas quedan como atrapados por lo partidario. “Claro, pero imaginate que cuando las Madres empezaron a movilizarse, en plena dictadura, los partidos políticos estaban todos metidos debajo de la cama. Entonces esas Madres nos mostraron un camino. Hasta hoy: el que se tome la molestia de ir un jueves a Plaza de Mayo las verá rondando alrededor de la Pirámide, pese a pérdidas irreparables como la de Nora Cortiñas o Mirta Baravalle, entre tantas. Pero ahí es que aparece el aprendizaje de las nuevas generaciones, la sabiduría para que no vuelvan a cometerse los mismos crímenes”.

Miami, Punta del Este y la comodidad

Comparación del Sueco: “Si se pudo derrotar a la dictadura más feroz que hubo en toda Latinoamérica con mucho esfuerzo y un costo altísimo, ¿cómo no vamos a poder enfrentar a este gobierno que tiene políticas de miseria para el 60 o 70% de la población, mientras el 30% se va de vacaciones a Miami y a Punta del Este?”.

No comparte la teoría del hartazgo: “Una cosa es la política de derechos humanos y de lucha contra la impunidad, y otra cosa la política general de la cultura, la educación y la economía. En el tema de derechos humanos, yo no veo el hartazgo. El punto referencial para mí fue el 2×1 en 2017, cuando el gobierno de Macri intentó consagrar la impunidad y salieron millones de personas a la calle. O la explosión en los cines que generó la película Argentina 1985, sobre el juicio a las Juntas Militares. Lo que sí veo es que hay sectores que están de acuerdo con lo que estamos diciendo, pero se quedan en una situación de comodidad. No salen a pelearla. Entonces ahí empieza a haber un reclamo de parte de la gente hacia su dirigencia”.

El cuerpo y el diluvio

“Salir a pelear no es que vayamos vos y yo, pero no se ve a la CGT, a las CTA, a los partidos. Hace falta ponerse los pantalones sobre lo que significa ser opositor a este gobierno. Los que salieron a enfrentarlo se han comido las corridas, los gases, pero no bajaron las banderas. Entonces ahí está la enseñanza de las Madres que hay que recordar. Las corrieron, las secuestraron, las tiraron vivas al mar”.

Ni siquiera aquellas mujeres tenían un discurso, sino que mostraban un ejemplo: “Claro, los discursos, las palabras, estaban vedadas. Lo que hacían era poner el cuerpo en serio. Me acuerdo cuando hubo un diluvio en Buenos Aires. La Plaza de Mayo estaba inundada. Las viejas fueron igual, con el agua hasta las rodillas, y la ronda no se suspendió ni se postergó. Entonces, muchachos, hay que poner el lomo porque acá lo principal es un plan económico que está poniendo en juego a toda la población, y el futuro de los chicos que son cada vez más pobres y sin comida en un país productor de alimentos”.

Los juicios hacia adelante: “Este año, pese a todo, hubo condenas ejemplares por ejemplo en la causa ESMA. Los juicios siguen y seguirán porque hay una cosa llamada Código Penal que hay que cumplir. Y nosotros no nos vamos a conformar con que se haya condenado a 1.100 represores de los más de 500 centros clandestinos de represión, porque no nos van a decir que cada centro lo manejaban dos tipos. Entonces la vamos a seguir, y aunque estén muertos van a ser juzgados en ausencia. Como te dije antes: acá nadie baja las banderas”.

Derechos humanos hoy: lo que está en juego

Foto: Martina Perosa.

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