Qué pasó el día de la detención. Por qué hubo abuso de autoridad y discriminación. La historia de abuso sexual durante 16 años, y el encuentro con Rocío. Cómo pasar de víctimas a sobrevivientes y cómo sigue la lucha por dar vuelta el fallo de la jueza Marta Yungano.
“No es la primera vez que el Estado nos violenta y que apoya a la persona violenta. En mi caso fui abusada sexualmente por dos personas – Guillermo Osvaldo Sosa y Víctor Osvaldo Sosa- desde los 3 años hasta los 19”. Marian Gómez tiene 26 años. El 28 de junio fue condenada a un año en suspenso (sentencia que apelará el 5 de agosto) por “resistencia a la autoridad y lesiones leves” por defenderse de una discriminación policial cuando se encontraba besándose con su esposa en una estación de subte. “Al pedófilo, por violarme durante 16 años, le dieron 7 años; a mí, por darle un beso a mi esposa, 1 año en suspenso”, resume la violencia estatal que marca su vida. “Cuando hablo yo hablan dos hermanas más que también fueron abusadas por diez años cada una. Denunciamos las tres y el Estado no nos dio psicólogo, abogado: nada. Solamente tuvimos un fiscal que él solo llegó a un juicio abreviado con los dos pedófilos donde le dieron 8 años a cada uno. A uno, domiciliaria porque tiene diabetes. Y el otro está en la cárcel y sale ahora en septiembre”.
Cuando Marian se animó a denunciar a los pedófilos, se encontró con el amor: Rocío Giralt, que había sido invitada al mismo programa de televisión por el mismo motivo. Al igual que Marian, Rocío fue violada en su infancia por su propio padre, el suboficial naval Marcelo Girat. “Hicimos público nuestro caso para evitar la impunidad de nuestros violadores”, asegura Marian en Es La Política.
Algunas de sus declaraciones, y el programa completo en el canal de Youtube y por Canal Abierto:

• “Yo me defendí de un acto lesbo odiante y discriminatorio”
• “Al otro día del fallo que me condena a un año en suspenso, la misma jueza absolvió a un violador”
• “No creo en la justicia; sí puedo llegar a creer en la condena social”
• “Hay que construir la resiliencia: de todo lo malo que nos puede pasar, sacar algo bueno”.