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Guerra sucia

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Desde que asumió este gobierno hasta hoy se fue imponiendo en la agenda política el tema militar. Anunció su participación en la guerra contra el narcotráfico y trató de diluir lo que significó el terrorismo de Estado. Quiénes son los promotores de esta grieta que pretende debilitar el mayor consenso logrado por la sociedad argentina: el Nunca Más. ▶ SERGIO CIANCAGLINI

¿Nunca más o siempre más? Día a día, ante nuestros ojos asombrados, diferentes operaciones políticas y mediáticas intentan abrir la mayor grieta de la historia. La más profunda y la más sucia.
No es la grieta exhibida por los medios. La de los choques televisivos de gente buscando rating. Ni la de quienes señalan valijas con dólares versus Panamá Papers.
No es el show de la grieta.
Lo que está ocurriendo es otra cosa. Es la búsqueda de un cambio de paradigma que permita diluir uno de los pocos temas en los que la sociedad argentina encontró consensos en los últimos 30 años: la mirada –y hasta las leyes- frente al terrorismo de Estado y el rol de los militares en el país. Ese consenso quedó reflejado ante el mundo, y sobre todo ante nosotros mismos, en dos palabras fuertes y sencillas: Nunca Más.
¿Por qué entonces en este frío 2016 aparecen noticias y debates sobre la aritmética del genocidio? ¿Por qué el resurgimiento de los pedidos mediáticos de falsas reconciliaciones, o la imagen de lo militar cada vez más asociada a la idea de seguridad interna o guerra al narcotráfico?
Las preguntas son difíciles, las respuestas también, pero hay hechos que pueden encadenarse cronológicamente para explicar la genética de estos tiempos:
En enero el gobierno habilitó el derribo de naves por parte de las Fuerzas Armadas al declarar la Emergencia en Seguridad Pública, “con el objeto de revertir la situación de peligro colectivo creada por el delito complejo y el crimen organizado”. O sea: el narcotráfico utilizado como apertura a la participación de los militares en seguridad interior, tema prohibido por ley.
Ese mismo enero el ministro de Cultura porteño Darío Lopérfido planteó que los desaparecidos no fueron 30.000 sino que ese número “se arregló en una mesa cerrada” para “conseguir subsidios”. Generó un masivo y sostenido rechazo público que provocó su renuncia en julio, aunque el gobierno lo mantiene al frente del Teatro Colón.
En mayo Macri propuso “dejar atrás enfrentamientos y divisiones” en el Día del Ejército, y anunció el comienzo de una recomposición salarial. Ese mismo día firmó un decreto que le quitó al poder civil control sobre los militares –por primera vez desde 1984- y les dio autonomía para decidir sobre designaciones de oficiales y suboficiales, ascensos, traslados, premios, selección de militares retirados para cargos docentes, y agentes civiles.
El desfile de 9 de Julio lució como una celebración pública de lo castrense, con el agregado del paso de integrantes del Operativo Independencia, emblema de las violaciones a los derechos humanos en Tucumán en los 70, y de ex jefes carapintada, como Aldo Rico.
El 20 de julio el Ministerio de Seguridad comandado por Patricia Bullrich difundió una reunión de las fuerzas de seguridad con militares del Estado Mayor Conjunto: “Trabajo coordinado para más seguridad” decía el tweet que borraron velozmente.
El 1º de agosto en la cena de camaradería de las FFAA Macri dijo: “En esta nueva etapa que hemos iniciado nos propusimos alcanzar la pobreza cero, derrotar al narcotráfico y unir a los argentinos. En estas tres premisas las Fuerzas Armadas jugarán un rol preponderante y participativo”.
El 7 de agosto el diario La Nación tituló: Macri busca apoyo externo y de las FFAA para combatir al narcotráfico, con la aclaración habitual de que los militares solo brindan apoyo logístico.
El 10 de agosto el Presidente fue consultado por una periodista mexicana sobre la cantidad de desaparecidos en Argentina. Contestó: “No tengo idea, no sé, es un debate en el cual yo no voy a entrar. Si fueron 9 mil o 30 mil; o los que están anotados en un muro, o son muchos más”. Agregó: “La guerra sucia fue una horrible tragedia”.
Lo sucio de esa oración está en el concepto de “guerra sucia” que acuñaron los militares durante la dictadura para justificar los crímenes que cometieron: secuestros y asesinatos masivos, fosas comunes, desapariciones, vuelos de la muerte, violaciones, torturas, robo de bebés.
Esto es: terrorismo de Estado.
A todo esto la Argentina le dijo Nunca Más.
Y esta es la grieta que parece querer abrir el doble juego del presente: diluir lo que significó el terrorismo de Estado y naturalizar la idea de que las Fuerzas Armadas vuelvan a ser un actor de poder.

Demarcando la cancha

Cuentan que el día de la cena de camaradería, los militares presentes estuvieron especialmente atentos a las promesas de recomposición salarial, mientras despachaban con entusiasmo el solomillo de cerdo laqueado a la miel y el postre: capuccino de maracuyá acaramelado con arándanos.
Pero el radical Julio Martínez, ministro de Defensa, escuchó con cuidado lo dicho por Macri sobre “el rol preponderante y participativo” de las FFAA, lo que lo llevó a aceptar una entrevista radial el día después, en la que aclaró que lo dicho por el Presidente no significaba intervención en seguridad interior. Que el más lacónico de los ministros haya tenido que salir a aclarar evidenció que algo estaba oscuro.
Existen tres leyes en el país que prohíben cualquier rol de las FFAA en seguridad interior, se trate de narcotráfico, delincuencia, o control de la protesta social, por ejemplo. Permiten, a lo sumo, apoyo logístico a las fuerzas de seguridad, pero no participación directa. A eso se le llama “principio de demarcación”, que divide por un lado la defensa (tarea de los militares) y por otro la seguridad (a cargo de Gendarmería, Prefectura, Policía). Esas tres leyes son:

  • Defensa: promulgada en 1988 por Raúl Alfonsín).
  • Seguridad interior: 1992, Carlos Saúl Menem.
  • Inteligencia Nacional: 2001, Fernando de la Rúa.

Las tres leyes de décadas y gobiernos diferentes, tuvieron un amplio consenso partidario que resistió los bombardeos mediáticos de quienes querían borrar o debilitar el principio de demarcación.
El decreto reglamentario de la Ley de Defensa se firmó recién en 2007, durante el kirchnerismo. Contradictoriamente, en 2011 el mismo gobierno empezó a debilitar el principio de demarcación con el operativo Escudo Norte, según lo denunció el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS). El Ministerio de Defensa actual, en cambio, decidió replegar a las fuerzas del Escudo Norte. Les debían 9 meses de viáticos, pero además se argumentó que no quierían militares cumpliendo ese rol policial. Eso sería algo positivo. Sin embargo arrecian las versiones sobre intenciones macristas de cambiar la Ley de Defensa, menú que no suele servirse acaramelado con arándanos.

Juanjo Facebook

Las versiones nacen al recordar quién era el candidato original de Macri al Ministerio de Defensa: el mayor retirado Juan José Gómez Centurión. Condecorado en Malvinas, operó luego como carapintada en los levantamientos conducidos por Aldo Rico en 1987 y 1988. Retirado, fue gerente de Recursos Humanos en la cadena Jumbo, entre otros oficios. Integró el área de Defensa de la Fundación Pensar (“usina de ideas del PRO”) y fue titular de la Agencia Gubernamental de Control porteña, con Macri como Jefe de Gobierno. El cúmulo de denuncias en su contra por esa gestión es enciclopédico, incluyendo las que se generaron a partir del incendio en un taller clandestino, con saldo de dos niños incinerados, y el incendio intencional de los depósitos de Iron Mountain en 2014, donde se guardaban cajas de documentos sinuosos de empresas argentinas y extranjeras, incluso del grupo Macri.
Murieron 10 bomberos. El padre de uno de ellos, Rubén Monticelli, criticó a Gómez Centurión y recibió un mensaje privado vía Facebook: “Me voy a encargar de vos, te aconsejo que no te ganes un enemigo peligroso”. Fue escrito desde la cuenta “Juanjo Malvinas”. Es la cuenta de Gómez Centurión en la que sigue publicando, por ejemplo, fotos de ex funcionarios a los que califica como “mafia”. Recibe muchos “me gusta”.
La versión de que el ex militar iría al Ministerio de Defensa sublevó a políticos como Ricardo Alfonsín y Margarita Stolbizer, quien detalló: “Proponer al carapintada Gómez Centurión como ministro de Defensa es un insulto a la democracia”. Así, quien llegó al cargo fue el ingeniero agrónomo Julio Martínez, Mashasa según su apodo riojano. Como diputado radical de la Comisión de Defensa había cuestionado al entonces jefe del Ejército, César Milani, por su posible complicidad en delitos de lesa humanidad durante la dictadura. Había además participado de las asambleas y movilizaciones riojanas contra la megaminería y hasta recibió un balazo de goma en la garganta durante la represión a un corte de ruta.
El premio consuelo para Gómez Centurión fue otro puesto, siempre denso: Director de Aduanas. Desde ese lugar, y on line con la ministro de Seguridad Patricia Bullrich, se estima que Gómez Centurión sigue operando en el Ministerio con otros dos ex militares de la Fundación Pensar (Hugo Pierri y Jorge García Montiel) en tensa amistad con el viceministro Ángel Tello, radical línea Enrique Coti Nosiglia.

Los militares, hoy

Radiografía de las FFAA hoy:

  • Las tres fuerzas armadas tienen 88.000 integrantes.
  • Ejército 50.000; Armada 18.000; Fuerza Aérea 20.000. El 10% son oficiales.
  • Sumados, son menos que la Policía Bonaerense (93.000).
  • Gendarmería, Prefectura y Policía Federal suman 90.000.
  • Este año se recompusieron los salarios, con porcentajes mayores (hasta el 37%) para los altos mandos que, dicen en el Ministerio, venían muy achatados.
  • Los generales llegarán ahora a los 60.000 pesos y los coroneles a 42.000. Los suboficiales, con aumentos más bajos, tuvieron 400 emigrados este año hacia los mejores sueldos de la Policía Metropolitana: de 19.000 pesos en Ejército a 28.000 en la PM.
  • Otro dato: el voto militar en 2015 fue: 63% Macri, 21,2% Massa, 9,6% Scioli.

El historiador, encuestador y conocedor del paño militar Rosendo Fraga (Nueva Mayoría) aporta: “Cambió la composición de los militares. De una clase media-media como promedio hace 30 años, se pasó a una clase media-baja. Antes el 30% de los militares era hijo de oficiales y 8% de suboficiales. Ahora es al revés. Antes el militar participaba del ambiente político y social: del poder. Ahora no. Pero al mismo tiempo, es gente más preparada: por falta de plata en los últimos años no hubo ejercicios ni adiestramientos. Entonces se dedicaron a estudiar, que es más barato. La mitad de los mandos altos hoy tiene posgrados. Es gente que no quiere muchas complicaciones, y no se percibe esa aspiración personal por el poder. Las excepciones en los últimos años fueron Martín Balza y César Milani”, personas que alcanzaron una notoriedad que no tienen el general Suñer, el vicealmirante Srur, y el brigadier Amrein.
¿Ese escenario aparentemente calmo sería permeable a los llamados a participar en seguridad interna? En el Ministerio de Defensa aseguran que no. Dicen que ni los militares plantean cosas como las que se escriben en las proclamas editoriales del diario La Nación. Fraga suma: “¿Sabés por qué los militares no quieren intervenir en cuestiones internas? Hacela fácil: porque les complicó la vida. Que la dictadura, que las discusiones… por eso no hay ningún planteo como en otras épocas sobre los militares presos. Les encantaría que los manden a la casa si tienen más de 70 años y están mal de salud, pero tampoco van a mover un dedo por eso”.

Los juicios, hoy

Radiografía de los juicios por delitos de lesa humanidad:

  • Hay 2.536 imputados, 689 condenados, 68 absueltos y 846 procesados.
  • De los imputados, 937 gozan de libertad.
  • De 1056 detenidos, hay 568 (54%) en la cárcel y 462 (44%) en prisión domiciliaria. El resto en dependencias de fuerzas de seguridad. Son 21 prisiones domiciliarias más que las que había en septiembre de 2015 (441).
  • Hasta ahora hubo sentencia en 163 juicios. 376 causas siguen sin sentencia. Hay 112 elevadas a juicio, pero sólo 9 tienen fecha de inicio del debate oral.
  • La Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad alertó sobre las demoras en los juicios. En 2012 y 2013 hubo 25 sentencias, el año pasado 20 y en lo que va de 2016 solo 9. El gobierno ha planteado el apoyo a la continuidad de los juicios pero, como tantas cosas en esta historia, está por verse.

La trilogía

La reinstalación de los militares en la agenda y las distorsiones alrededor del significado del terrorismo de Estado se alimentan por tres vías y a través de actores concretos:

  1. La vía ideológica

Un exponente de esta vía es el ex ministro Horacio Jaunarena, que junto a Alfonsín fue operador de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Nunca reglamentó la propia Ley de Defensa de ese gobierno que marcó la frontera entre defensa y seguridad, tampoco como ministro de De la Rúa y luego de Duhalde. Tiene buena relación con Gómez Centurión, olvidadas las sublevaciones de los 80. Fogonea la idea de otra ley que abra a los militares a un nuevo rol, frente a lo que llaman “nuevas amenazas” (terrorismo, narcotráfico, migraciones, ciberterrorismo, o cualquier cosa que sirva para justificar grados de militarización y control de la vida social).
“Ya se sabe lo que pienso” es lo únicop que respondió el doctor Jaunarena al pedido de entrevista de MU.
Pero el parámetro ideológico más fuerte de reivindicación de la centralidad militar sigue siendo el diario La Nación, que en noviembre de 2015 publicó el editorial “No más venganza”, lo suficientemente violento como para que la propia redacción del diario se fotografiara masivamente con carteles en los que se leía: “Yo repudio el editorial”. Desde entonces el diario sigue publicando metódicamente cuestionamientos a los juicios a militares por un lado, y promoviendo la reivindicación y participación castrense, por el otro.

  1. Vía negocios

Abarca al ala más pragmática del PRO, en etapa de ansiedad por las perspectivas de abrirse al mundo, generar deuda o como quiera llamárselo. Hay abiertas conversaciones con Israel, Rusia e Italia, pero el interlocutor clave para compra de equipamientos es Estados Unidos. Ya hay un primer acuerdo por 24 aviones T6-C Texan II para utilizar, justamente, en el combate al narcotráfico, que costarán 300 millones de dólares.
Fraga cuenta que otro negocio que puede estar en la cabeza del gobierno es el de la venta del Campo de Polo de Palermo. Esto genera internas entre militares, y escándalo entre los polistas. En el ambiente miran como operador de la idea al secretario del Ministerio, arquitecto Héctor Lostri, ex funcionario de Planeamiento Urbano durante la gestión porteña de Macri. Una empresa norteamericana aspira a comprar ese lugar frente al Hipódromo en el que el metro cuadrado cotiza a 4.000 dólares o más, para hacer cuatro torres.

  1. La vía rédito político

El mito del rédito político que otorga anunciar la intervención militar fue el que compró el ex candidato Sergio Massa. Lo hizo como respuesta a las encuestas, aunque obtuvo otra contestación luego, en las urnas.
Otra lectura sobre el rédito político se desprende de una idea del analista Jorge Castro –no milita en organismos de derechos humanos- quien aseguró a MU: “Argentina es un país con instituciones débiles y una sociedad intensamente movilizada y politizada que tiende a la acción directa y hace que un gobierno como el de Macri tenga que retroceder inexorablemente con temas como el tarifazo. El híperpresidencialismo es una forma de acumular poder con instituciones débiles frente a una sociedad que fue capaz de procesos de democratización históricos como la irrupción de la UCR, o de revoluciones sociales como el peronismo, y que hoy se mantiene en estado de insurrección de la civilidad”.
¿Y los militares?
“Como actor político tuvieron fecha de terminación el 14 de junio de 1982. Derrota de Malvinas. Son tiempo pasado”.
Castro no opina si eso es bueno o malo: “Los analistas somos irrelevantes. Lo que importa son los hechos”.
La duda: ante instituciones débiles y una sociedad movilizada y con memoria, ¿la estrategia es mostrar la fortaleza del gobierno posando al lado de uniformes, en lugar de alentar la participación ciudadana? Castro: “Max Weber dice que la política tiene olor a azufre. Lo que se siente en la política es que lo que está en juego es la vida y los recursos, por lo tanto el tema de la sangre y el tema de la violencia es intrínseco a la acción política”.
Mientras los analistas estudian los tableros, esos juegos demasiadas veces se pagan con empobrecimiento, violencia y muerte: azufre.
No sé si existe un sentido verdadero, no hipócrita, para las palabras defensa y seguridad. Si existe uno, es una idea fuerte y sencilla: Nunca Más.
La mayor y más violenta grieta de la historia es intentar desafiarlo, para debilitar la potencia social que ha logrado con dolor, alegría, en las calles y en los tribunales, que la vida y la justicia sean posibles.

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Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

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A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.

Por María del Carmen Varela

Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.

Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.

Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.

Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.

El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.

Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.

Continuará.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

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Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.

María del Carmen Varela

Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.

Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.

La historia

A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…

Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial.  Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.

A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.

Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.

El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal.  Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos  los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .

De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.

El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.

En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.

La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en  el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia. 

Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.

Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.

Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.

Atlas de un mundo imaginado

Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre

Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.

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Actualidad

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

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Se concretó este martes la marcha de personas con discapacidad y familiares, frente a quienes el gobierno hizo más de lo mismo: envió Policía y Gendarmería a amedrentarlos y amenazarlos, pese a que no estaban siquiera rompiendo el protocolo. Los gendarmes y policías tuvieron así la notable actitud de empujar y agredir a manifestantes con discapacidad que estaban reclamando pacíficamente por la motosierra aplicada a sus tratamientos, lo cual rompe toda frontera de la palabra «vulnerable».

Compartimos aquí la crónica realizada por el diario autogestivo Tiempo Argentino al respecto, reflejo de lo que está ocurriendo en el país.

Por Tiempo Argentino

Fotos: Antonio Becerra.

En protesta por el veto presidencial a la Ley de Emergencia, organizaciones de personas con discapacidad concentraron frente al Congreso, rodeado por policías y gendarmes. El reclamo se multiplicó en distintos puntos del país.

“Vallaron todo, nos rodearon de una manera exagerada. No es una movilización agresiva, nunca lo fue. No era necesaria tanta policía, tanta militarización”, criticaba Fernanda Abalde mientras emprendía la retirada de la masiva concentración frente al Congreso contra el veto de Javier Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad. Coordinadora de un centro de profesionales en neurodesarrollo y hermana de una persona con discapacidad a quien le recortaron las pensiones, sufre en carne propia el ajuste y el maltrato sobre el sector, que afecta tanto a prestadores como familias.

“Hay mucho maltrato del sistema a las familias, no es un sistema accesible. No solo en lo económico, es agresivo. Este año fue terrible. Hasta junio no estaban autorizados tratamientos presentados en noviembre del año pasado, por ejemplo. Siempre hubo un golpe a la discapacidad, pero este año fue muy atípico, recortaron muchos tratamientos, demoraron las autorizaciones, se planchó el nomenclador”, enumeró Abalde, coordinadora de Pulsar NeuroSocial y miembro del colectivo de Prestadores en Unidad CABA y GBA. “Es un sector con mucha demanda y se lo está desmantelando. Hay muchas familias que no pueden costear sus tratamientos”, lamentó en diálogo con Tiempo.

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Represión como respuesta

La protesta había comenzado 11.30. Pasado el mediodía la concentración ya era masiva y comenzó el operativo represivo, con un número desproporcionado de efectivos de Policía Federal y Gendarmería que empujaban incluso a grupos de manifestantes entre los que había personas en silla de ruedas que gritaban contra el veto y solo portaban carteles por los derechos de las personas con discapacidad.

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

La Ley de Emergencia en Discapacidad busca revertir un panorama que por estos días es desolador. Según un informe reciente de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI), la pensión por invalidez laboral está congelada en $217.000 y una maestra de integración en la escuela común cobra solo $3.000 la hora, con una demora de 180 días. Todo esto, mientras se recortaron pensiones por discapacidad y la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) proyecta recortar otros cientos de miles. Se trata de pensiones de 270 mil pesos, más un bono que lleva el total a poco más de 300 mil.

“Uno va pidiendo ayuda en la familia, se hace lo que se puede. Pero esperemos que este hombre recapacite”, pidió ante las cámaras Olga, una jubilada que marchó ante el Congreso, dirigiéndose a Milei. “Hay remedios que tuve que suspender. Hay muchas cosas que tienen que cambiar en la casa para poder subsistir. Para poder seguir adelante por mi hija”, dijo a C5N.

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Un reclamo federal

La masiva protesta frente al Congreso se replicó también en distintos puntos del país. “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”, había anunciado la Asamblea De Trabajadores de Inclusión (ATI) al convocar para este martes a una Jornada Federal por la Ley de Emergencia en Discapacidad.

Córdoba fue escenario de las protestas más concurridas. Desde la Plaza San Martín de Córdoba Capital, Virginia Els –presidenta de la Cámara de Prestadores de Discapacidad de Córdoba (Capredis)- destacó el gran número de familias que se sumó a reclamar, junto a prestadores, transportistas y profesionales. “El veto incrementó el reclamo. Ahora estamos intentando alzar la voz para que los diputados escuchen el reclamo y vuelvan a votar la ley con los dos tercios necesarios para que se sostenga. Fue algo multitudinario, con mucha más participación de familias que antes, resaltó.

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Los motivos de protesta son varios, pero todos tienen que ver con frenar el maltrato y el ajuste sobre el sector, ante una política cruel que afecta a todos los actores del circuito. “Reclamamos que se actualicen los aranceles, que se contemplen otros criterios para las auditorías. El tema de las prestaciones está en una etapa crítica: las instituciones están cerrando”, advirtió.

El embate contra el sector es tal que está generando un nivel de unidad inédito: “En Córdoba, prestadores, instituciones, profesionales independientes, familias, personas con discapacidad, estamos todos muy unidos. Estamos todos trabajando a la par. Es algo que nunca había sucedido. Nos unió el espanto”, resumió Els.

Franco Muscio, terapista ocupacional al frente de un centro de día en la zona de Sierras Chicas, se acercó a la capital provincial para participar de la protesta. “El servicio es cada vez más precario, una situación alarmante y angustiante y un Estado nacional que no da respuesta. Este año es imposible sostener las prestaciones. Cada vez hay más recortes. No sé cómo vamos a seguir. Las familias son las más perjudicadas”, sentenció ante las cámaras. “Sin espacios como los nuestros, se pierde calidad de vida. Hace diez años que estoy en esto. Nunca había pasado algo así”.

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