CABA
Agro escuela: el discurso transgénico en la educación
Manuales escolares realizados por empresas como Monsanto. Empresarios que “capacitan” a los chicos. Cómo son los convenios que firmó el gobierno. Qué dicen los libros que elogian el agronegocio. Y hasta dónde llega la educación transgénica. Esta investigación fue publicada en la edición 123 de MU. ▶ DARIO ARANDA
Escuela pública. Alumnos de entre 5 años y 17. Una sola mirada: los transgénicos son beneficiosos, los agroquímicos no son tóxicos y el modelo de agronegocio -con la soja como principal cultivo- es una bendición para Argentina y el mundo. Ese el discurso que imparte, literalmente, el gobierno nacional en articulación con entidades socias de Monsanto, Bayer, Syngenta y Nidera, entre otras.
Doctrina transgénica
La resolución 349 del Ministerio de Agroindustria-fechada el 28 de octubre de 2016- institucionaliza y profundiza una práctica que provenía del gobierno anterior: empresas y organismos oficiales trabajan en conjunto para impartir talleres, cursos y seminarios en escuelas públicas. El nombre del programa es sugestivo: “Escuelagro”.
“El programa pone el foco en los jóvenes, quienes no sólo son el futuro sino también el presente. Escuelagro es unir en una misma mesa escuelas agrarias, productores e instituciones del medio junto a gobiernos municipales y provinciales y el trabajo de los ministerios nacionales”, indica la resolución y precisa que se desarrollarán “encuentros sistemáticos en las diversas escuelas secundarias agrarias y rurales”.
Entre las temáticas a impartir sobresalen biotecnología (básicamente, industria transgénica) y “buenas prácticas agrícolas”, eufemismo instalado por las empresas de agroquímicos para habilitar fumigaciones diez metros de las viviendas. Con una gran campaña publicitaria, el agronegocio logró que periodistas y funcionarios, y ahora profesores, hagan propio el término “buenas prácticas agrícolas” según el cual se podrían controlar los efectos nocivos de los agroquímicos
El programa aclara que para el financiamiento se contará con “Aportes No Reintegrables (ANR – Subsidios)” para la organización y adquisición de insumos que permitan llevar a cabo los encuentros. “Los mismos podrán ser otorgados a municipios, escuelas nacionales y/o provinciales, asociaciones cooperadoras, organizaciones no gubernamentales y/o quien resulte ser organizador de los encuentros citados (incluso empresas)”, señala. Entre los objetivos también figura el asesoramiento y capacitación destinada a los directivos y docentes.
En la resolución, firmada por el ministro Ricardo Buryaile, el gobierno se compromete a facilitar “el traslado de expositores, materiales didácticos y demás elementos que requiera la realización de los encuentros”. Entre las impulsoras del proyecto está Beatriz “Pilu” Giraudo, ex presidenta de Aapresid (Asociación de Productores de Siembra Directa, socia de las grandes multinacionales del sector), actual coordinadora de Políticas para el Desarrollo Sustentable del Ministerio de Agroindustria; y Victoria Zorraquín, directora de Escuelas Secundarias Agrarias y Rurales de Agroindustria.
Zorraquín es una de las fundadoras de la ONG Educere, donde “actualiza” y “acompaña” a docentes y cuenta con financiamiento de Aacrea (Asociación de Consorcios Regionales), el INTA y de la multinacional Nidera.
El semillero
Uno de los primeros encuentros de Escuelagro se realizó en Bartolomé Bavio, en el partido bonaerense de Magdalena. “Encuentro de escuelas agrarias y rurales para generar valor al interior de las aulas”, publicitó el Ministerio de Agroindustria, con la presencia del secretario de Agricultura, Ricardo Negri, que disertó sobre la bondades del agronegocio. Participaron escuelas públicas de Baradero, Berazategui, Berisso, Brandsen, Ciudad de Buenos Aires, Campana, Cañuelas, Chascomús, Escobar, Exaltación de la Cruz, Ezeiza, Florencio Varela, General Belgrano, General Guido, General Rodríguez, Lomas de Zamora, La Plata, Lobos, Luján, Marcos Paz, Mercedes, Monte, Moreno, Navarro, Quilmes, Salto, San Andrés de Giles, San Antonio de Areco, San Pedro, San Vicente y Zárate.
La jornada se repitió en Daireaux, al oeste bonaerense. “Queremos lograr una manera distinta de interactuar con las escuelas y comunidades educativas, esa es la semilla que queremos sembrar un poco en sus cabezas y otro poco en su corazón”, aseguró el secretario Negri a los alumnos.
El 15 de junio de 2017 se profundizó la política de educación transgénica. “Los ministerios de Educación y Agroindustria impulsarán la educación agraria en todo el país”, fue el título de la gacetilla de prensa del propio gobierno. La foto mostraba a los ministros Buryaile y Esteban Bullrich en la firma de un convenio para “fortalecer la educación agraria”. Se precisó que también se firmó un acta compromiso con 45 empresas y entidades del sector para que sean “fuente de capacitación”.
Precisaron la participación activa de Aapresid, Aacrea y del sindicato Uatre (Unión de Trabajadores Rurales y Estibadores), una de las entidades gremiales más desprestigiadas del país por perjudicar a los trabajadores que debiera representar. También firmaron más de 45 empresas y organizaciones -el Ministerio no precisó cuáles- “para facilitar el acceso de las escuelas rurales a la innovación agroindustrial. Se busca un acceso fluido, ágil y sencillo a las innovaciones y nuevas prácticas que se llevan adelante en la agroindustria, para lograr una alta capacitación en docentes y directivos de las escuelas y una mejor inserción laboral de los alumnos”.
Productor hogareños
“Biotecnología y mejoramiento vegetal” es el nombre de uno de los manuales que el Gobierno utiliza en el Programa Escuelagro. Fue editado (incluso con el sello en la tapa) por Argenbio, organización de lobby científico-político fundado por las empresas Syngenta, Monsanto, Bayer, Basf, Bioceres, Dow, Nidera y Pioneer, todas productoras de transgénicos y agroquímicos. Una de las editoras del manual es Clara Rubinstein, de Monsanto.
También imparten a los alumnos un material de Aapresid que afirma que el agronegocio cuida el suelo, contribuye a reducir el calentamiento global, ahorra agua y produce alimentos de forma sustentable. A los agrotóxicos los llama “fitosanitarios” y, en la página 29, alerta que el insecticida Raid (de uso hogareño) es más tóxico que los utilizados en el campo. En base a información de la multinacional Basf afirma que el glifosato es igual de tóxico que el Lisoform.
En la página 32 da un paso más: compara la toxicidad de los agroquímicos con lavandina, aspirina y sal de mesa. Con la leyenda “nada es veneno, todo es veneno”.
La Comisión Nacional de Biotecnología (Conabia) es la encargada de aprobar los transgénicos en Argentina. Está dominada por las mismas empresas que producen las semillas y se basa en estudios de esas mismas empresas para asegurar que no son perjudiciales. También aportaron una cartilla de quince páginas para dar clase en las escuelas titulada “Biotecnología agropecuaria, hacia un mundo sustentable”.
En la página diez resume: “Los cultivos transgénicos permiten aumentar la productividad, competitividad y sustentabilidad de las prácticas agrícolas, reduciendo el impacto de la agricultura sobre el medio ambiente, incrementando la seguridad alimentaria y ofreciendo productos de mayor calidad a los consumidores. Además, promueven la innovación y el desarrollo”.
Un afiche colorido que utilizan en las escuelas tiene un título en color verde, letra mayúscula: “El impacto de los transgénicos”. Y, en contradicción con numerosos estudios científicos (y contra lo que sucede en el campo), afirma con dibujos de insectos, maíz y dinero: “37 por ciento menos de insecticidas, 22 por ciento de mayor rendimiento, 68 por ciento de mayores ingresos para el agricultor”.
Expoagro es la gran feria de agronegocio que tiene como socios a las diarios Clarín y La Nación, junto a todas las empresas locales e internacionales de transgénicos, agroquímicos y maquinaria agrícola. El 14 de marzo pasado, la gacetilla del Ministerio de Agroindustria tenía título celebratorio: “Acuerdo educativo-empresarial en Expoagro”. Allí se explicaba que el ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, firmó acuerdos con 27 empresas (que se suman a las 55 que ya participan) para el Programa Escuelagro. No precisaron el total de compañías, pero sí remarcaron la presencia de Syngenta, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y la Asociación de la Cadena de la Soja Argentina.
El maestro empresa
La Sociedad Rural Argentina (SRA) fue un actor central del avance del agro en el Siglo XIX y primeras décadas del Siglo XX. Pero con el modelo transgénico, década del 90, los actores fundamentales fueron (y son) las entidades Aacrea (Asociación de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola) y Aapresid (Asociación de Productores de Siembra Directa), siempre con un supuesto discurso “científico-técnico” y de “diálogo” muy estilo PRO.
Ambas entidades centran sus actividades en el trabajo con los productores, en su relación íntima con las grandes multinacionales del agro, el lobby ante sectores políticos, la incidencia en los granes medios de comunicación, la presencia en organismos de decisión (Ministerio de Agroindustria, INTA, Conabia) y, fundamental, la instalación de políticas públicas.
Aapresid fue uno de los actores principales en la creación e impulso de la “Red BPA (Buenas Prácticas Agrícolas)”, donde confluyen todas las empresas de agrotóxicos y que funciona como espacio de lobby político y técnico para maquillar las consecuencias del modelo basado en uso de químicos. En la red sobresale la Cámara de Sanidad Animal y Fertilizantes (Casafe, integrada por Monsanto, Bayer, Syngenta, Dow y todas las empresas de agrotóxicos), Asociación de Semilleros de Argentina (ASA), Argenbio (académicos con vinculaciones con empresas del agronegocio), INTA, ACREA, Facultad de Agronomía de la UBA y el Ministerio de Agroindustria.
El manual censurado
En 2011, el Ministerio de Educación de Nación y la Secretaría de Ambiente imprimieron 350.000 ejemplares del manual Educación Ambiental. Ideas y propuestas para docentes, donde de manera integral y crítica abordaba los temas de actualidad, entre ellos megaminería y agro. Dos actores principales imposibilitaron que se distribuya en las escuelas: el gobernador de San Juan, José Luis Gioja, por su alianza con la minera Barrick Gold, y Aapresid en la defensa de los negocios transgénicos.
La entonces presidenta de Aapresid y actual funcionaria de Macri, Beatriz “Pilu” Giraudo, sinceró en una entrevista radial cómo operaron para censurar los manuales: “Empezamos a tener distintas reuniones. Primero entre privados. Rápidamente, con una gestión de Silvina Gvirtz (en ese entonces Directora General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires) nos pusieron en contacto con las editoriales”. Giraudo detalló que tuvieron reuniones con el Ministerio de Educación de Nación y con el secretario de Agricultura, Lorenzo Basso. Confirmó que Acsoja (la entidad que nuclea a productores y grandes empresas de la soja) financió “la revisión de todos los manuales que están en el ámbito educativo”.
Los 350.000 manuales oficiales nunca se distribuyeron. Los alumnos de escuelas públicas no pudieron acceder a lecturas críticas sobre minería y agronegocio. El manual ambiental fue el libro censurado del kirchnerismo. “Había que evitar su nociva divulgación”, justificó Giraudo.
Aapresid redobló la apuesta: impulsaron un programa llamado Aula Aapresid, donde ellos mismos ingresan a las escuelas públicas y difunden las bondades del modelo transgénico. “Se busca difundir en ámbitos educativos, gubernamentales y en otras organizaciones el impacto que tienen la producción agropecuaria y la utilización de la biotecnología sobre el medio ambiente, la economía y la sociedad. Su ejecución está a cargo de los Grupos Regionales Aapresid. El objetivo principal es difundir un modelo de producción agropecuaria sustentable basado en las Buenas Prácticas Agrícolas, así también como en la aplicación de la biotecnología”, resumen en su página de Internet.
Según datos difundidos por Aapresid, en 2017 impartieron 144 charlas en escuelas de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, entre otras provincias. Nicolás Bronzovich, “líder de Aula Aapresid”, apuntó a los críticos: “Algunos protestan, desinforman, tienen una posición ideológica”. Y aseguró: “Nosotros nos paramos desde la ciencia”.
En agosto pasado, durante el Congreso Anual de Aapresid en Rosario, en el colegio Boneo reunieron a más de 500 alumnos de una decena de escuelas de Santa Fe. En la jornada unificaron Aula Aapresid y el programa oficial Escuelagro. “Los referentes del sistema productivo siembran en los adolescentes la ‘semillita’ de la vocación productiva”, celebró la gacetilla de prensa de la entidad.
“Esto es magia. Son talleres dictados por productores, funcionarios y especialistas”, destacó la funcionaria, Victoria Zorraquín.
El director de Agricultura de la Nación e integrante de Aapresid, Ignacio Garciarena, fue elocuente: “Es una instancia maravillosa, donde chicos que están queriendo definir su vocación encuentran un espacio que les ‘rompe la cabeza’”.
Nicolás Bronzovich, empresario agropecuario y referente de Aula Aapresid, resumió: “Este tipo de encuentros permite que se transmita el conocimiento, que se comunique lo que hacemos en el sector y se destierren aquellos prejuicios que ya están instalados. De la mano de estos chicos eso es posible”.
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
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