Sigamos en contacto

CABA

Cine y coronavirus: Cámara oculta

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

9 directorxs piensan los impactos y desafíos que implica el aislamiento por la pandemia en el cine, desde la exhibición hasta la producción, pasando por el INCAA y Netflix. La idea del poscromañón de la pantalla, las deudas de los subsidios, el freelancismo, y la producción autogestiva como posible salida. Por Néstor Saracho.

Esta es uno de los textos de la última edición de MU. Lo compartimos para que la cuarentena no signifique encerrar las ideas y para que  puedan circular  historias, experiencias y sueños. Lo podemos hacer gracias a lxs lectorxs y suscriptorxs, el gran secreto y la gran alianza para que la comunicación sea posible y que los virus no impidan que respiremos juntos. La suscripcion a MU puede hacerse aquí.

Cine y coronavirus: Cámara oculta
Marilina Giménez

Marilina Giménez, directora de Una banda de chicas (UBDC): El post cromañón del cine

Tengo en mi memoria Cromañón como referente de lo que después hacen los gobiernos con las limitaciones. Que de repente ya no se podía tocar en ningún lado, y que no se hizo un análisis profundo de qué cosas sucedieron y por qué sucedieron. Que salga una ley que diga que “no puede haber más de 10 personas en no sé dónde”, que está prohibido bailar y que la sociedad acate eso, es lo que me da más miedo: lo que venga después de esto, y que eso desarticule todo lo que venimos haciendo los distintos movimientos feministas.

El momento más flojo, dentro de la tremenda situación que está atravesando la industria, es el de la exhibición. Y para las mujeres es peor. Por eso es que decidimos reunir fuerzas y plantear una estrategia de comunicación conjunta de nuestras proyecciones apostando a que les espectadorxs vayan a las salas a apoyar el cine hecho por feministas. Había una propuesta que habíamos hecho con la Cartelera Feminista de liberar todas las películas. El problema ya son las distribuidoras y las productoras: a mi película por ejemplo mi distribuidora no quiso liberarla. Cuando accedés a tener una distribuidora empieza a haber un ida y vuelta donde todo tiene que ser charlado. El sentido político de liberarla o no es particular de cada película, de por qué la suben o por qué no. Una cosa es Pampero Cine que está subiendo películas cuando ya las vendieron en ochenta mil lados, cuando ya tienen sus años; no los critico, trato de entender dónde está posicionado cada une…

Si el cine como lugar llega a desaparecer a mí me mata, no solamente como directora. Tengo como todo un folklore de una vez por semana ir al cine con amigues, con pareja, hablar de la película mientras comés una pizza: me gusta ser espectadora de cine. Me gusta ver las películas en pantalla grande, que se vean bien, que se escuche bien, que te sumerjas en la sensación de que estás en un recital. No para que la veas en una computadora… Y sobre todo: me gusta el diálogo que se genera después de ver la película.

Trato de no caer formateada en el consumo cultural propuesto por algunas plataformas. Yo no consumo series, detesto esa forma: me siento a merced de contenidos que no interesan. Más allá de que estén bien filmadas o que tengan bien el sonido o que las temáticas sean interesantes, después siempre me siento como embaucada. Prefiero siempre ver una película: una idea que empieza, se desarrolla y termina. 

Mi documental (UBDC) habla sobre lo bueno de unirse, de que la unión hace la fuerza, y la fuerza hace la visibilidad. En este aislamiento obligatorio donde las reuniones pasan a la virtualidad y las videollamadas, eso no corre. Quienes apoyamos este tipo de películas queremos encontrarnos en el cine: ese espacio de unión, que no es lo mismo que verlas en la casa. No hay que perder el cine como experiencia colectiva, con la oscuridad y la no interrupción que nos permite ese espacio. Que tengamos una experiencia transformadora, pausar nuestra vida cotidiana para pensar, encontrarnos con otres y que finalmente podamos reconocernos como público que elige. 

Ignacio Masllorens, codirector de El teorema de Santiago: incertidumbres del director freelancer

Lo que me está impactando de esta situación son los proyectos parados. Eso va a continuar una vez que todo se solucione, suponiendo que todo vuelva a una pseudo normalidad que nunca volverá a ser normal. Pero sé que voy a seguir por un buen rato sin trabajo, hasta que el mundo se recomponga: hay un montón de cosas más urgentes por resolver que los proyectos de cine. Serán, creo, las últimas cosas que la gente se va acordar.

Mi caso y el de muchos van tener un largo plazo medio duro. Pensamos: ¿de qué carajo vamos a vivir? Mi mujer y yo somos monotributistas freelancers y dependemos de que la gente nos llame para hacer cosas. Los últimos años me había pasado algo inusual en los proyectos por los que me convocaban: en su mayoría eran proyectos buenísimos que me permitían dirigir a mi antojo. Se había logrado una especie de momento idílico: me pagaban por dirigir lo que se me cantara, por poca guita, pero vivía de eso; y completaba haciendo el montaje para otros directores. Esas dos cosas dejaron de  existir de un día para otro. Cuando empezó la cuarentena tenía una reunión para empezar un proyecto para una posible película y no se volvió a hablar. Esa especie de estrés eterno del freelancer este año va a ser letal.

¿Cómo afectará a este arte colectivo que es el cine, que se consume en comunión? En la película Epidemia, sobre el ébola, en la que a un pueblito Estados Unidos un marinero lo trae en un barco… hay una escena donde muestran cómo el virus se esparce de manera masiva porque uno de los contagiados va al cine y estornuda. Allí muestran cómo un virus microscópico va posando en cada persona. El cine como lugar que está asociado a lo seguro, donde uno se sentía a salvo y contenido, de repente se transforma en un lugar sumamente peligroso y mortal por el mero hecho de que hay muchas personas juntas.

El cine como un hecho colectivo está en grave peligro, pero ya sobrevivió a todo. La televisión, que fue su primer gran enemigo, su  gran amenaza; después el videoclub, el cable y ahora el streaming. Ahora está el coronavirus. La gente seguirá yendo al cine, siguió yendo al teatro, que tiene dos mil años. 

Este ocio forzado al que hemos sido sometidos hace que la gente tenga más avidez que nunca por ver películas, series, libros… la mayoría de la gente, no toda tiene esta posibilidad. Lo bueno es que de repente noto que hay mucho interés por el cine independiente argentino, que es difícil de ver por falta de tiempo y por falta de pantallas.

Mariana Rojas, directora de La cura del espanto (cortometraje): El cine como resguardo

Esta situación me agarra escribiendo Cero cincuenta, que será mi primer largometraje, con mucha incertidumbre de cuándo y cómo la voy a filmar.

Nos llevará mucho tiempo adaptarnos a las nuevas formas de vivir. Formas en las que también entrará el cine, la cuestión sobre cómo ver películas. La forma de ver en cuarentena se transformó, la forma de exhibición también se va a transformar inevitablemente y la producción no queda exenta de estos cambios. Vamos a tener que repensar cómo hacer las películas porque muchos de nuestros hábitos cotidianos, laborales y la forma en la que nos vinculamos cambiarán.

Esto va a pasar y vamos a poder volver a filmar pero el cine está en un momento complicado y delicado en cuanto al fomento, en cuanto al laburo y eso es lo que va a transformar la forma de hacer películas. 

En estas situaciones de crisis es donde se pone en evidencia cuáles son los medios que elegimos para escaparnos o para transitarlos. Yo lo logro con el cine. Cuando no puedo escribir, miro una película y cuando no miro una película, estoy pensando en escribir… Siempre el cine es lo que me resguarda de mis monstruos personales y los de los temores que me genera esta situación. En el cine encuentro la escapatoria y el resguardo para sentirme mejor: ahora más que nunca.

Laura Casabe directora de Los que vuelven (LQV): Estrenar ideas

La cuarentena me agarró de cara al estreno comercial, que pensábamos hacer a fines de abril, y quedamos medio detenidos. Por otro lado, el recorrido de festivales europeos se suspendió, pero nos invitaron a Corea del Sur en julio y espero que podamos llegar, aunque lo veo complicado. Como mi película debe haber tantas más, y eso supone un problema para los meses por venir.; en el fondo quién sabe: se puede generar una superposición de estrenos de pelis nacionales y de fechas.

Por otro lado, para nosotres es muy importante estrenar porque es a partir de ahí cuando se puede hacer el cierre de la película, momento en el que solemos cobrar los directores y productores. Este retraso es problemático, sumado a que el INCAA se declaró en estado de emergencia, y quedamos flotando en la incertidumbre. Entonces aparece como opción la idea de hacer el estreno  online, a través de la plataforma CINE.AR y, si bien puedo ser quizá romántica o chapada a la antigua, esta forma de estreno implicaría abandonar la idea del cine y del encuentro con el público.

En mi caso consideré que, de hacer el estreno online, sería bueno tratarlo como un estreno y no simplemente liberar la peli; me refiero a un trabajo de prensa digital y una campaña previa, similar a un estreno en vivo: poner un día y horario y luego liberarla por CINE.AR. Pensé que la presentación podría reemplazarse por Instagram Live o Zoom, como ya está sucediendo con varios realizadores y realizadoras. Veremos… Por lo pronto, celebro la creatividad y a todos los que han decidido liberar sus películas. Con mi película vamos a usar este tiempo para pensar un poquito y ver cómo seguir.

Cine y coronavirus: Cámara oculta
Patricio Escobar

Patricio Escobar, director de Antón pirulero (AP): Asambleas virtuales, bufones y deudas

Esta circunstancia es un buen momento para editar algunas cosas pendientes, para investigar temas de futuros documentales. Lo que me parece imposible es la edición de una película a distancia. No sé cómo deben editar algunos, en mi caso una vez que tengo gran parte del material crudo filmado y avanzado el guión, edito un primer corte muy general, luego lo voy trabajando, pero el corte final lo hago mano a mano con Damián Finvarb. 

Eso me está pasando con Bufones, mi próximo documental. Después del documental sobre desapariciones en democracia quedé muy quemado, me desgastó emocionalmente esa peli. Necesitaba contar una historia más relajada, dentro del cine político, pero que no sea tan densa. Entonces aparecieron los bufones a contarme historias, algunas oscuras, me contaron quiénes eran y me ganaron la cabeza. En rasgos generales, el bufón es el payaso que desde su inteligencia y humor critica la sociedad que vivimos. El bufón viene a decirnos lo monstruosos que somos, vienen a trastocar lo establecido para que nos hagamos preguntas. Hay muchos tipos de bufones: el común de la gente tiene como figura el bufón con cascabeles, pero muchas veces nos hemos topado con algún bufón sin saber que lo era. 

Pensando en la necesidad de agitar ante el INCAA, quizá lo virtual pueda unir pareceres y propuestas, pero no lo sé: es muy reciente todo como para pensar cómo serían las asambleas virtuales, porque quienes participamos de esos espacios justamente no estamos acostumbrados a estar encerrados. Ya se venía con una larga agonía para cobrar las cuotas del subsidio del INCAA y ahora, con la cuarentena, se paró todo, no hay trabajo administrativo ni perspectiva de cobrar nada. Yo estoy endeudado, solo cobré la mitad del subsidio. El INCAA tiene que rever esta situación, debería liberar las cuotas cuanto antes. Gran parte del subsidio se lo come la inflación y, ahora, la cuarentena.

 José Campusano, Director de Hombres de piel dura: Sobre el monopolio de Netflix

La producción algorítmica –como Netflix– mide cuándo los espectadores abandonan la serie, cuándo la retoman, dónde la abandonan y no la retoman… Cuáles series ven más que otras… Y así van definiendo una lista de posibilidades de consumo que a la larga hace que todo se parezca a sí mismo y eso no es atractivo. Netflix es una plataforma muy aburrida, no tiende a sorprender y donde tiende a sorprender es porque abrieron un poco el juego, como ha pasado pero en definitiva con producciones de fuera de Estados Unidos.

Crear una plataforma que compita y demás no creo que sea viable. Básicamente porque Netflix no es un resultado azaroso. Hay que reconocer el mérito de que se ha invertido muchísimo dinero, se ha descubierto una forma de consumo que realmente es muy seductora. Dejar una película colgada y a los dos o tres días retomarla donde quedó; poder retroceder cada diez segundos para para ver lo que hace una rato ha olvidado o no ha podido percibir del todo. Hay una serie de méritos, como herramientas de propagación, que son efectivos. Competir de igual a igual cuando no se tiene ni el 1% de su fondo, no me parece que sea posible y tampoco hace falta. Hay que poner toda la fuerza, toda la intensidad en la propia producción. Nunca dejar de producir y encontrar otras instancias para generar contenidos y que estos sean remunerados y vivir del cine. No se trata de hacer una producción y esperar dos o tres años para que salga la próxima. Se trata de producir la mayor cantidad posible de contenidos y para ello hay que apelar a la solidaridad, el cooperativismo, a las vinculaciones con gente que uno no conoce, arriesgar, confiar, apostar y conseguir recursos como sea. Porque excusas hay siempre. Si alguien no tiene recursos para producir, que no produzca: la cuestión pasa siempre por el fuero íntimo y tiene que ver con no dejar de producir en ninguna circunstancia y con las herramientas que sean.

Las propuestas de las cadenas de exhibición como Disney y Netflix, al ser monopólicas, tienen su debilidad. El audiovisual está cambiando a la velocidad de la luz. Ya sabemos que los espectadores están en las redes, que el espectador es un ser bastante antojadizo y caprichoso, y menos mal que lo es. A lo largo de la historia ha pasado que cuando algo es de consumo masivo e indiscutible, tiene un tiempo de agotamiento y después todo vuelve a readecuarse. En un momento las grandes cadenas de alquiler de videocasete pululaban por el mundo, después también los canales de cable. Todo va mutando, todo eso implica que se diversifica el consumo. No tenemos tantas horas de vida como para estar ante una pantalla. Creo que muchos de los que vivimos del trabajo antes de los dispositivos, entonces no podemos darle demasiado tiempo ni a Netflix ni al que sea porque no corresponde y otra porque no tenemos tiempo y también porque no queremos. En la medida que empiecen a compartir el mercado -que va a pasar- el poder de estos monopolios se diluye, como ha pasado con las más millonarias empresas de cable en un momento o con las cadenas de alquiler de películas por videocasete.

Cine y coronavirus: Cámara oculta
Sabrina Blanco

Sabrina Blanco, directora de La botera: Momentos de contemplación

Es un bajón que nuestra actividad se pare y eso hace que haya que reconfigurar y pelear un montón de cosas más de las que ya se venían peleando. De todos modos, no te voy a mentir que en el contexto de todo lo que está pasando a mí me da un poco de pudor ponerme a hablar como directora de cine. Estamos atravesando un momento muy difícil para muchas personas.

Esta situación no hace más que pronunciar una desigualdad que ya era un problema antes de que esto suceda. La cuarentena no nos atraviesa a todxs de la misma manera. No es lo mismo tener una casa con espacio, a una vivienda en dónde se vive el hacinamiento de por sí. La gente en los barrios en general vive en las calles la mayor parte del día y entra a sus casas a dormir. Hay casas que son un cuarto, una tele, una garrafa y no mucho más. “Estar en casa” es un concepto muy diferente para cada estrato social y hay que ser muy cuidadosos con esto. Y ni hablar de lo que el encierro produce frente a situaciones de violencia de género. 

Lo interesante es que esta situación subraya una problemática, que excede el virus: la enorme desigualdad social en la que vivimos es una problemática de la que hay que ocuparse con o sin virus. Por otro lado, pienso que esta situación refuerza algunas cosas que ya sucedían, que tienen que ver con la idea de individualismo y el miedo al otro. Un confinamiento para el que la tecnología viene operando hace tiempo. Íbamos hacia allí casi por decisión y de repente es como una obligación. Me parece que es un momento para reflexionar sobre los mecanismos y sistemas del mundo y empezar a cuestionarlos un poco más.

También estos días me pasó que vi mucho cómo la gente necesitó utilizar las redes sociales como una forma de seguir,  de hacer que la máquina no pare, exponerse, contar todo el tiempo lo que hace y lo que no hace. Y particularmente pienso que hay una intimidad que pide replegarnos un poco y pensar. Creo en esto también como algo estético, y casi como un procedimiento narrativo, el de la contemplación. Todo está dado para acceder a esa contemplación en este momento. Me levanto a la mañana y el sonido de mi casa es otro y eso estéticamente construye mis días de otra manera. Hay cierta belleza en esa realidad, pero no desde un lugar superficial, sino también crítico. Creo que de algún modo – a los que podemos, y con esta aclaración vuelvo a la reflexión del inicio- este momento nos puede servir para aprender a habitar más los espacios, a escuchar, a existir en el tiempo muerto, aprender a aburrirnos.

De alguna manera creo que ya vivíamos en un contexto de “exceso” de información enorme que de por sí me parece problemático. Ahora de repente es como que ese acceso creció, liberándose un montón de cosas para ver, escuchar, leer, aprender por día. La gente está como medio bombardeada. A mí tanta información me atormenta y me confunde. No me estoy viendo siete películas por día porque están liberadas, veo una. Siento que hay una tendencia humana a llenar el vacío, a apagar el silencio con información. Puede ser una buena oportunidad para que aprendamos a elegir, ¿no?

Germán Fernández, programador del Espacio de Artes Visuales Kino Palais y codirector de Un relámpago en la oscuridad: la experiencia cine

No solamente la cuarentena del virus va a patear el tablero en muchos aspectos de la realización, distribución y exhibición. Cuando pase la cuarentena nada volverá a ser lo mismo, ni en el plano global ni económico. En lo que nos compete a nosotros, lo que es en los festivales de cine ya muchos los van a empezar a hacer online. Por lo menos algunos festivales ya lo hicieron y creo que el BAFICI ya suspendido está definiendo si lo van a hacer online también. Habrá que ver qué pasa con el importante: Cannes.

Cuando uno tiene la voluntad de salir de su casa y meterse en un lugar a ver una película con personas, es casi como un evento social. Ver una película en pantalla grande, con buen sonido, compartir la sala con los conocidos, te puede hacer emocionar, reír, asustar, hasta pelear con el de al lado. Uno puede estar en su casa mirando una película y vas a pasarla bien, pero la “experiencia cine” es otra cosa.

Paulatinamente volveremos a juntarnos, quedarán los más desconfiados y paranoicos de no querer estar con gente, pero lentamente vamos a volver a la normalidad, seguramente con algunos recaudos y algunos miedos. Las grandes cadenas de cine no creo que vayan a limitar la capacidad de tu sala porque si no pierden plata. Las salas chicas o alternativas vamos a salir bien.

A partir de la cuarentena salieron muchos directores y productoras y distintas agrupaciones a liberar sus películas. Los que creemos en la experiencia cine y luchamos contra el formato hogareño que establece la duración, el ritmo de las películas, el contenido, vamos a retroceder un poco. Habrá más material disponible pero en nuestra casa no nos disponemos a ver una película como al ir al cine. Aunque nos acostumbremos a pausar la película, a levantamos para ir a tomar algo, ir al baño… Eso se irá perdiendo, pero es una lucha que tenemos que volver a ganar.

Cine y coronavirus: Cámara oculta
Gustavo Fontán

Gustavo Fontán, director de La deuda: El cambio sensible

Los reclamos que estaban hasta hace 15, 20 días hoy quedaron en otro lugar, como la exhibición. El INCAA empezó con estrenos a través de la plataforma CINE.AR y me parece que esto es una posibilidad. Es probable que pasen meses hasta que se pueda volver a ver películas en el cine en salas: no sabemos cuándo será factible una concentración de gente. Está bien la posibilidad de pensar alternativas que no son las clásicas que se pensaron para el cine. Hay que ir facilitando una salida y hoy tanto CINE.AR como las pantallas públicas o algún tipo de presión en los canales privados podrían ser posibilidades para que las películas tengan un estreno.

Los pensamientos y la sensibilidad no pueden continuar en las mismas líneas y direcciones en las que traíamos. ¿Qué sucede afectivamente? Estamos pensando de nuevo y en ese pensar de nuevo las personas sensibles corren riesgos. Hay una posibilidad de que el mundo pueda volver a pensar qué vamos a priorizar, qué vamos a apreciar, qué cosas serán importantes a partir de ahora y cómo serán los vínculos con los demás. En ese cambio de sensibilidad también habrá un cambio en la forma de hacer y de mirar cine.

Cine y coronavirus: Cámara oculta
Cine y coronavirus: Cámara oculta

Portada

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.

Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.

Fotos: Juan Valeiro.

Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos. 

“Pan y circo”, dice. 

Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro. 

Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.

Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.

Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.

Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

El poco pan

La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:

“Si no hay aumento, 

consiganló, 

del 3% 

que Karina se robó”. 

Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”. 

Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”. 

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

El mucho circo

Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes. 

Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena. 

“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial. 

Silencio. 

“¿Me pueden decir sí o no?”. 

Silencio.  

Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.

Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”

“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.

La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival. 

Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:

  • “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
  • “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
  • El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.

El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.

Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Seguir leyendo

Artes

Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.

Por María del Carmen Varela.

«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).

En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.

El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.

Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.

“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.

Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro
Seguir leyendo

CABA

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.

Por María del Carmen Varela

Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.

Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.

Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.

Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.

El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.

Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.

Continuará.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Seguir leyendo

Lo más leido

Anticopyright lavaca. Todas nuestras notas pueden ser reproducidas libremente. Agradecemos la mención de la fuente. ©2025 Agencia lavaca.org. Riobamba 143, Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Argentina - Editor responsable: Cooperativa de Trabajo Lavaca ltda. Número de propiedad intelectual: 50682265 - [email protected] | Tel.: +54 9 11 2632-0383

Vistas el día de hoy: 37.091