Sigamos en contacto

CABA

La Barby trans

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Barby Guamán, actriz, dramaturga y directora de teatro. Es la primera directora trans contratada por el Teatro Nacional Cervantes, pero a ella no le gusta alardear de eso: “Debieran ser muchas más”. Allí dirigió una obra de la serie Teoría King Kong, travistiendo el mítico texto de Virgine Despentes, interpretado por Susy Shock. El resultado, a sala llena todas las funciones. Secretos tucumanos de una india negra, pobre y sudaka que encarna otro anti-modelo sobre cómo cumplir los sueños más inesperados. Por María del Carmen Varela.

La Barby trans
Foto: Martina Perosa

«Ya me vuelvo a Tucumán, allá me espera mi mamá, tiene 78 años, ha sido mucama toda su vida, me ha abrazado y ha hecho de mí esto que ven ahora. Yo estoy inmensamente agradecida porque soy una trava de la orilla, de la villa, soy pobre, pero he podido lograr mis sueños. Siento que ser negra, india y sudaka, no te puede impedir nada. Porque somos travas y dios es una travesti”.

Eufórica y radiante, Barby Guamán se despidió en la Biblioteca Nacional de la ciudad de Buenos Aires de un público que agotó la demanda de sillas para presenciar Chica King Kong, obra en la que dirigió a la artista Susy Shock. Con producción del Teatro Nacional Cervantes, Teoría King Kong, el clásico escrito por Virginie Despentes, publicado en 2006, fue el lienzo para cortar retazos de textos e hilvanar un ramillete de obras de teatro, cada una con la interpretación de una actriz diferente que elegía su directora. “La Susy me dio la oportunidad de que yo la dirija”, cuenta la actriz, bailarina, dramaturga y directora Barby Guamán, que conoció a Susy hace más de diez años en un festival organizado por la Biblioteca Crisálida de Tucumán. Ahí, en la misma provincia donde vivía la abuela de Susy, germinó la amistad. Y ambas recuerdan a esa abuela Rosa, la ideóloga de la frase que ya es un mini-manifiesto, poesía y tatuaje: “Buena vida y poca vergüenza”.  Un sello que es la respuesta a la intriga de Susy acerca del secreto para lucir, como Barby, siempre guapa.

A otra cosa, mariposa

-Susy, es un montón. ¿No te conviene hacerlo con otra directora?

-No.

-Bueno, vamos entonces.

Así fue que Barby apretó el acelerador para dar forma al texto parido por Despentes, interpretado por Susy, de una forma que no podía ser otra: lo travistieron. 

Comenzaron reuniéndose en sala virtual para resaltar y tachar, analizar y resignificar y el resultado de ponerle por encima la lupa de la vivencia trava es exultante y conmovedor. Luego, hubo cinco ensayos y seis funciones agotadas al poco tiempo de publicarse el link de este evento teatral que hace historia. ¿Qué sucede cuando una artista travesti es dirigida por una artista travesti? La respuesta es un huracán, un vendaval, porque todo cambio rotundo en la atmósfera produce un fenómeno. En algunos pasajes del monólogo, se escuchan gotas que caen, incuestionables, persistentes. Más adelante, una tormenta se desata. No nos moja, pero arrasa con todo lo que ya es tiempo de dejar atrás y cada espectador decidirá si permanece sin salpicarse o se deja llevar por ese caudal incontenible. 

El agua significa mucho para Barby. Su abuela, Doña Máxima, lavaba la modesta casa de piso de tierra y dejaba la mugre a un costado hasta que su hogar quedaba reluciente. En un fuentón que ponía al fuego, colocaba los trapos sucios con dos cucharadas de ceniza y al cabo de unos minutos salían blancos y brillantes para el asombro de un par de ojitos curiosos. También se encargaba de detener los ríos de agua salada que corrían por esas mejillas. El conjuro de Doña Máxima constaba de cuatro palabras: “A otra cosa, mariposa”. Hoy, Barby entiende que no era la repetición de una frase hecha, sino que la abuela presentía el misterio de su esencia.

Travajando

Ya de chiquita iba más rápido que los demás: recuerda cuando en el jardín de infantes tomó una tiza y escribió en el pizarrón “Hoy es un día nublado”. Poco más tarde, después de tomarle un examen, decidieron que pasara directamente a primer grado porque ya sabía leer, escribir, sumar y restar. Conserva una foto: “Todos mis compañeros de primer grado con delantal blanco y yo de delantal cuadrillé, como la diferente. Empecé siendo distinta de muy pequeña”. 

Pasó un tiempo hasta que su madre —“la Lolita”— pudo comprarle el guardapolvo blanco. “Su hijo se viste de mujer en la Plaza Independencia”, le avisó con malicia una vecina. “Mi madre se sintió culpable de muchas cosas, era muy dificil para ella y después se fue aggiornando a esa realidad. Ahora hasta tiene el pañuelo verde atado en la cama”, nos dice Barby.

La joven Barby había decidido ser doctora. “Era la única trava en la Facultad de Medicina. Estuve un año y medio, no me hablaban. Me iba a fumar y me dejaban papelitos diciéndome: sos hermosa, te espero en el cambio de hora en el baño y yo siempre pensé: ¿qué iba a pasar si yo iba? Porque lo que menos esperaba es que haya un tipo que quisiera curtir conmigo, yo esperaba llegar y que me maten a golpes”. Cuando hizo el ingreso a Medicina conoció a Walter Viltre, un artista plástico que se enamoró de Barby al verla hacer una performance en un boliche donde trabajaba como bailarina. “Él, varón heterosexual, nunca había estado con una trava”. Vivieron un corto romance y él la alentó a inscribirse en la carrera de danza contemporánea en la Universidad Nacional de Tucumán. Pero al poco tiempo los profesores la expulsaron por considerarla “un elemento discordante para la danza”. Se fue a estudiar teatro. 

“Ahí me trataron mejor, los docentes entendieron que mi nombre era Barby, ‘la Barby’. Me empezó a salir mucho laburo y me fui a trabajar porque necesitaba plata; no me pude recibir y en el medio me han pasado cosas que tienen que ver con la pobreza, con no tener plata para comprar los apuntes, iba al ciber para poder estudiar. Una amiga, ‘La Lolita’, que trabajaba de mucama en cinco lugares, era la que me arengaba para que estudie”.

Barby es maquilladora profesional, diseñadora de indumentaria —le dieron una beca en el Instituto Piazza luego de quedar deslumbrades al ver su obra Imperfecciones mortíferas de deseos obscenos— y también diseñó y confeccionó vestidos de novia con una máquina de coser que compró gracias a un subsidio sumado a un dinero que tenía ahorrado. Hizo cursos de diseño de luces para fotografía en pasarela, montaje de espectáculos, escenografía y conoce los oficios de sonidista e iluminadora a fuerza de voluntad y práctica.

“Cuando terminó Chica King Kong dije que era pobre pero no porque quiera hacerme la víctima, tampoco creo que la meritocracia sea algo real. Esto es algo que no sucede tan cotidianamente para nosotras, entonces está bueno saber que te valoran no por pobre o trava, sino por tu arte”, se emociona Barby. “Para mí es un sueño hacer teatro”.

Cambiarse en el taxi

Barby vive con su madre en un Jacal, una construcción precaria, en San Miguel de Tucumán. Allí arma y desarma el taller de costura que montó gracias a ahorros propios, maternos y la tarjeta de un amigo. 

Hace casi un año y gracias a (lucha por)  la Ley de Cupo Laboral Travesti Trans trabaja en la Región NOA del Instituto Nacional del Teatro como asistente técnica administrativa. “Nunca había tenido un trabajo estable. Cuando cobré mi primer sueldo pensé: va a ser la primera vez que no estoy corriendo porque me falta plata para algo. Y cuando me pagaron el aguinaldo no podía creer que estuviera sucediendo realmente. ¡Y cuando me dieron la canasta navideña!”. 

Barby continúa con su trabajo como depiladora masculina los sábados en el gabinete que le presta un amigo peluquero, oficio que le enseñó su amiga “la Mary”, y que le dio de comer durante la pandemia. Sigue diseñando y cosiendo ropa: “Cuando termine la entrevista me voy a Once a ver telas”, avisa. 

También es conductora de eventos: el último que realizó fue para el Poder Judicial de Santiago del Estero y en Tucumán condujo un festival de Ballroom. “Una competencia de maricas, una movida impresionante. Me llamaron como jurado y después me ofrecieron la conducción. Para los shows me cambiaba en los taxis, me maquillaba y me iba a otro lugar para conducir otro evento”. Y por supuesto que Barby continúa su derrotero teatral: “Tengo una amiga, ‘la Diega’, que dice que me tengo que desacostumbrar a ser pobre y para mí es muy dificil. Yo sigo trabajando todo lo que hacÍa antes más este laburo. ‘La Lola’ no quiere que trabaje tanto: quiere que disfrute”.

Permanecer o transcurrir

Las obras de Barby tienen la particularidad de ser itinerantes; utiliza casas como escenarios y combina el teatro y la danza. 

Imperfectas estuvo cuatro años en cartelera y es la obra que la hizo conocida. También en la casa de una vecina sucedió Imperfecciones mortíferas de deseos obscenos, en la que un pescador se enamora de una sirena y cuando su pareja se entera, la va a pescar y la mantiene cautiva en una bañera. “Generaba mucho suspenso el montaje del espectáculo —recuerda Barby— y era raro en Tucumán que se vea danza, que te causara miedo, que haya todo un recorrido itinerante por una casa que era maravillosa. Lo primero que se veía en la puesta era la muerte de la sirena, cómo entra a la casa, la mata y después desglosaba porque había pasado todo eso. Tenía el tenor de la composición de ese cine antiguo donde se ve el asesinato. A sala llena todo el tiempo, fueron muchos años de trabajo”. 

La obra Preludio de una mariposa negra cuenta la historia de un hombre que se enamora de una travesti en la década del 80. “Empieza con una fiesta donde el público se divierte, come, chupa, van pasando por ciertos lugares donde se cuentan distintas historias”. Una conversación acerca del enamoramiento —que mantuvo con un amante que la visita desde hace más de diez años en la clandestinidad que requiere su condición de “hombre de familia”— está inserta en la obra: “Para mí el amor que te tengo es todo lo que sucede, llegar, darnos un beso, decirnos cosas, hablar, todo eso es amor; está muy ligado a mi cuerpo y a mi placer, me dijo. El amor para él no es eterno, es rotativo y son instantes. Creemos que el amor es permanecer y, en realidad, es transcurrir”. 

Revolución trava

Hace algunos años Barby atesora una joya: transcribe conversaciones que sostiene con chongos y amantes, describe situaciones desopilantes de su vida y promete que esa recopilación algún día será libro. Mientras, en Facebook, en Diario de una travesti se pueden leer textos que exhiben un “léxico tucumano básico y villero”, criticado por una académica que lo clasificó como un retroceso cultural y a quien Barby se dio el gusto de ubicar con exquisita altura. Va un pequeño ejemplo: “Querido diario: Todo lo año se juntamos con mi amiga la dori a resale al albolito de navida desde el 8 de diciembre al 24 mismo a la nochi. Se juntamos y tomamos 6 cerveza norte y pronunciamo un mantra sanador: albolito albolito traeme un chonguito”. Más adelante: “¿Te ha puesto a pensa diario si en la pesebre hubiera nacido una niñita diosa trava? ¿o si la primera en pisa la luna hubiera sido una trava? O si llegara el día que una trava sea presidenta de la nación? O si rosan la del titani hubiera sido una trava te aseguro que el jack no se moría!!”. 

Con Diario de una travesti, Barby expresa y realza la voz trava. “Yo apoyo al movimiento feminista, lo agradezco, despeja, dudas y abre caminos. También siento que en algún momento la revolución tiene que ser trava, tiene que pasar. Voy creando desde mi pequeño lugar esa mini revolución. Cuando se descubre la voz trava yo empiezo a asumir que mi cuerpo es político, mi ser es político, mi travestidad es politica. Yo me empodero de eso y sigo escribiendo Diario de una travesti porque considero que un cuerpo trava no es pensado ni culturalmente, folclóricamente menos, históricamente nada. Nunca se pensaría que una trava haga toda esta gestión política en su mente para poder construir una dramaturgia que tiene que ver con ella misma”. ¿Cómo imaginar el futuro trava? “Cuando veas travas trabajando de todo, de tacheras, colectiveras, vendedoras de panchos, lo que sea, entonces vamos a vivir en una realidad plural. Nosotras las travas hemos estado de putas en la calle y esa era nuestra única forma de sobrevivir, porque no había otra posibilidad. Nos sacan de nuestras familias, no tenemos educación, no nos abrazan. Yo he tenido suerte por mi vieja. Siento que por sobre cualquier situación deberían privilegiarnos. Las travas tenemos que ocupar esos espacios”.

Barby conserva en su documento de identidad el nombre de varón que le puso su madre. “¿De repente hay una varita mágina que me convierte en mujer? Si yo digo que soy una mujer, a la mierda la historia trava. No quiero negar a ese niño que fui. Si no hubiera sido ese niño no sería la trava que soy hoy. Para poder ser esto he tenido que atravesar todos estos momentos, entonces decidí sostener políticamente eso hasta que esté la posibilidad de que una diga: yo soy una trava. Poneme trava en el documento y si no sabés qué significa, buscalo en el diccionario”. 

A propósito de las palabras y sus representaciones, Barby relata que tenía un ex alumno que le enojaba que se lo calificara como “machirulo”. “Yo le dije: a nosotras nos han llamado trava, puta, rastrera, perra, negra, asquerosa, travesaño, trabuco, transformer, y a vos te molesta que te digan machirulo. ¡Pero bancatelá! Sí, esa construcción que tenés en tu mente es de machirulo. Estás saliendo con una trava y estás viviendo paralelamente tu vida heterosexual con tu mujer y tus hijos. ¿Por qué ella no sabe? Tiene derecho a saber pero tu machirulez lo único que aborda es tu propio placer corporal. Ellos asumen su masculinidad desde una posición política y toda la sistematización folclórica y cultural hace que sientan que es verdad todo eso y tengan la dicha de decirnos que somos feas, gordas, chuecas. Nosotras no estamos acostumbradas a decirles tu pene es chico, tenés mal aliento, tenés pelos en las orejas. Nosotras somos gauchitas: somos muy generosas. Yo he dejado de serlo, en algunos momentos”. 

Así, Barby va recolectando todo lo que puede ser útil a su patrimonio creativo. Está escribiendo su nueva obra, Selva negra la cual define como “una historia entre las travas y las tortas”. 

Y a otra cosa, mariposa. 

CABA

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.

Por María del Carmen Varela

Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.

Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.

Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.

Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.

El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.

Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.

Continuará.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Seguir leyendo

CABA

La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.

María del Carmen Varela

Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.

Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.

La historia

A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…

Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial.  Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.

A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.

Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.

El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal.  Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos  los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .

De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.

El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.

En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.

La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en  el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia. 

Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.

Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.

Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.

Atlas de un mundo imaginado

Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre

Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.

Seguir leyendo

Actualidad

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Publicada

el

Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Se concretó este martes la marcha de personas con discapacidad y familiares, frente a quienes el gobierno hizo más de lo mismo: envió Policía y Gendarmería a amedrentarlos y amenazarlos, pese a que no estaban siquiera rompiendo el protocolo. Los gendarmes y policías tuvieron así la notable actitud de empujar y agredir a manifestantes con discapacidad que estaban reclamando pacíficamente por la motosierra aplicada a sus tratamientos, lo cual rompe toda frontera de la palabra «vulnerable».

Compartimos aquí la crónica realizada por el diario autogestivo Tiempo Argentino al respecto, reflejo de lo que está ocurriendo en el país.

Por Tiempo Argentino

Fotos: Antonio Becerra.

En protesta por el veto presidencial a la Ley de Emergencia, organizaciones de personas con discapacidad concentraron frente al Congreso, rodeado por policías y gendarmes. El reclamo se multiplicó en distintos puntos del país.

“Vallaron todo, nos rodearon de una manera exagerada. No es una movilización agresiva, nunca lo fue. No era necesaria tanta policía, tanta militarización”, criticaba Fernanda Abalde mientras emprendía la retirada de la masiva concentración frente al Congreso contra el veto de Javier Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad. Coordinadora de un centro de profesionales en neurodesarrollo y hermana de una persona con discapacidad a quien le recortaron las pensiones, sufre en carne propia el ajuste y el maltrato sobre el sector, que afecta tanto a prestadores como familias.

“Hay mucho maltrato del sistema a las familias, no es un sistema accesible. No solo en lo económico, es agresivo. Este año fue terrible. Hasta junio no estaban autorizados tratamientos presentados en noviembre del año pasado, por ejemplo. Siempre hubo un golpe a la discapacidad, pero este año fue muy atípico, recortaron muchos tratamientos, demoraron las autorizaciones, se planchó el nomenclador”, enumeró Abalde, coordinadora de Pulsar NeuroSocial y miembro del colectivo de Prestadores en Unidad CABA y GBA. “Es un sector con mucha demanda y se lo está desmantelando. Hay muchas familias que no pueden costear sus tratamientos”, lamentó en diálogo con Tiempo.

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Represión como respuesta

La protesta había comenzado 11.30. Pasado el mediodía la concentración ya era masiva y comenzó el operativo represivo, con un número desproporcionado de efectivos de Policía Federal y Gendarmería que empujaban incluso a grupos de manifestantes entre los que había personas en silla de ruedas que gritaban contra el veto y solo portaban carteles por los derechos de las personas con discapacidad.

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

La Ley de Emergencia en Discapacidad busca revertir un panorama que por estos días es desolador. Según un informe reciente de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI), la pensión por invalidez laboral está congelada en $217.000 y una maestra de integración en la escuela común cobra solo $3.000 la hora, con una demora de 180 días. Todo esto, mientras se recortaron pensiones por discapacidad y la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) proyecta recortar otros cientos de miles. Se trata de pensiones de 270 mil pesos, más un bono que lleva el total a poco más de 300 mil.

“Uno va pidiendo ayuda en la familia, se hace lo que se puede. Pero esperemos que este hombre recapacite”, pidió ante las cámaras Olga, una jubilada que marchó ante el Congreso, dirigiéndose a Milei. “Hay remedios que tuve que suspender. Hay muchas cosas que tienen que cambiar en la casa para poder subsistir. Para poder seguir adelante por mi hija”, dijo a C5N.

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Un reclamo federal

La masiva protesta frente al Congreso se replicó también en distintos puntos del país. “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”, había anunciado la Asamblea De Trabajadores de Inclusión (ATI) al convocar para este martes a una Jornada Federal por la Ley de Emergencia en Discapacidad.

Córdoba fue escenario de las protestas más concurridas. Desde la Plaza San Martín de Córdoba Capital, Virginia Els –presidenta de la Cámara de Prestadores de Discapacidad de Córdoba (Capredis)- destacó el gran número de familias que se sumó a reclamar, junto a prestadores, transportistas y profesionales. “El veto incrementó el reclamo. Ahora estamos intentando alzar la voz para que los diputados escuchen el reclamo y vuelvan a votar la ley con los dos tercios necesarios para que se sostenga. Fue algo multitudinario, con mucha más participación de familias que antes, resaltó.

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Los motivos de protesta son varios, pero todos tienen que ver con frenar el maltrato y el ajuste sobre el sector, ante una política cruel que afecta a todos los actores del circuito. “Reclamamos que se actualicen los aranceles, que se contemplen otros criterios para las auditorías. El tema de las prestaciones está en una etapa crítica: las instituciones están cerrando”, advirtió.

El embate contra el sector es tal que está generando un nivel de unidad inédito: “En Córdoba, prestadores, instituciones, profesionales independientes, familias, personas con discapacidad, estamos todos muy unidos. Estamos todos trabajando a la par. Es algo que nunca había sucedido. Nos unió el espanto”, resumió Els.

Franco Muscio, terapista ocupacional al frente de un centro de día en la zona de Sierras Chicas, se acercó a la capital provincial para participar de la protesta. “El servicio es cada vez más precario, una situación alarmante y angustiante y un Estado nacional que no da respuesta. Este año es imposible sostener las prestaciones. Cada vez hay más recortes. No sé cómo vamos a seguir. Las familias son las más perjudicadas”, sentenció ante las cámaras. “Sin espacios como los nuestros, se pierde calidad de vida. Hace diez años que estoy en esto. Nunca había pasado algo así”.

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”
Seguir leyendo

Lo más leido

Anticopyright lavaca. Todas nuestras notas pueden ser reproducidas libremente. Agradecemos la mención de la fuente. ©2025 Agencia lavaca.org. Riobamba 143, Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Argentina - Editor responsable: Cooperativa de Trabajo Lavaca ltda. Número de propiedad intelectual: 50682265 - [email protected] | Tel.: +54 9 11 2632-0383

Vistas el día de hoy: 37.075