CABA
Democracia Sem Patrao
Sin Patrón en Brasil. ¿Qué significa hoy hacer política? ¿Qué tipo de poder simbolizan las fábricas autogestionadas? Esas preguntas motorizaron la traducción del primer libro de lavaca.
“Publicamos este libro porque el mundo del trabajo está en un proceso de cambio muy fuerte, y los paradigmas de la izquierda ya no nos sirven a quienes seguimos sintiéndonos de izquierda. Creemos que Sin Patrón plantea los debates y las experiencias que hoy son imprescindibles para cualquiera que quiera hacer política”. Así habla Caetano Pereira de Araújo, presidente de la Fundación Astrojildo Pereira, que es parte del Partido Popular Socialista de Brasil y editora de Sin Patrón en portugués. Caetano es además sociólogo, cientista político, profesor de la Universidad de Brasilia, consultor legislativo del Senado brasileño (traducción: no de un senador, sino del Senado, desde hace más de dos décadas). Pasó su infancia y adolescencia en Buenos Aires, hijo de un diplomático (Joao Hermes Pereira de Araújo) que fue embajador en Argentina y Francia, entre otras travesías. Caetano tiene además a dos de sus hijas viviendo en Buenos Aires, y las visitas familiares lo pusieron en contacto con el libro que describe una experiencia que lo asombró: la de las fábricas recuperadas por sus obreros.
Él mismo supervisó la traducción y acercó el material al actual secretario de Economía Solidaria de Brasil, Paul Singer, quien escribió el prefacio y presentó el libro junto a lavaca en San Pablo.
El nuevo mundo del trabajo
«Creemos que la experiencia de las fábricas sin patrón nos está describiendo algo sobre cómo serán las cosas en los próximos años”, plantea Caetano. “Hay un cambio en el mundo del trabajo, donde las estructuras verticales y jerárquicas de las empresas requerían obreros y empleados obedientes y mecanizados. Que no pensaran. Cuanto menos responsabilidad, voluntad e iniciativa tuvieran, mejor. Los gerentes tomaban las decisiones. En las últimas décadas esto entró en crisis, y se empieza a organizar la producción con mayor participación de los trabajadores. Se vio, entonces, que las empresas que lo hacían eran más productivas que las otras. Así los japoneses les dieron a los americanos algunas palizas. Cuando los trabajadores toman las decisiones, las empresas funcionan mejor aunque no haya cambio tecnológico, porque hay un cambio en la fuerza productiva y la organización es otra”.
¿Un cambio en el propio capitalismo? “Claro, uno puede decir que es una farsa, que hay explotación como siempre, pero a la vez es diferente. Y esa diferencia abre una posibilidad nueva. En ese nuevo mundo del trabajo, que exige cada vez más participación, la autogestión es una tendencia que avanza en todo el mundo. La gente entendió que puede hacer las cosas por sí misma. Y las nuevas generaciones de empresas ya no son las recuperadas necesariamente, sino personas que por opción no quieren ser asalariados tradicionales, sino trabajadores cooperativos autogestionando sus proyectos”.
Negri y otras yerbas
Caetano discute al italiano Toni Negri: “Dice que el sistema exige a los trabajadores que sean sujetos en la fábrica, que tomen decisiones, pero que sean objetos en la vida política y que, cuando esos dos aspectos se unan, habrá una revolución. Pero lo plantea como algo inevitable: la vieja lógica de izquierda determinista. Yo no creo que sea inevitable. Creo apenas que es una posibilidad que hay que favorecer”.
En esa posibilidad encaja Sin Patrón: “Queremos debatir cómo es la nueva política, los nuevos sujetos, los nuevos trabajadores”. Detalle: la fundación se llama Astrojildo Pereira, homenaje a un intelectual y artista anarquista que fundó el Partido Comunista del Brasil, pero terminó raleado por su propia estructura cuando criticó al estalinismo. En los 90, el PC se transformó en PPS, aunque un grupo permaneció en la vieja trinchera. “El nuevo partido quería romper con el centralismo, el autoritarismo. Hay una crítica a la vieja Unión Soviética que plantea que el problema es que había mucha burocracia. Lo que nosotros decimos es que el problema fue que hubo poca democracia. Son dos enfoques totalmente distintos. La estatización de los medios de producción no sirvió, como tampoco sirve un mercado capitalista sino pensar en otro mercado. La autogestión pasa a ser importante incluso frente a la socialdemocracia, que naturalizó el libre mercado, y en la cual el Estado hace todo y la gente es pasiva, no hace nada”.
Otro paradigma
Para Caetano “estamos discutiendo un nuevo paradigma, el de una izquierda que en la parte política sale del concepto de Estado para ir al de autogobierno. Y en lo económico, sale del mercado y del Estado, para pensar en la autogestión”.
Según esta idea, el Estado no tiene que producir bienes materiales sino dos cosas: ciudadanía y tecnología. “Ciudadanía, que no implica solamente plata de planes sociales para que la gente viva, sino condiciones para que las personas cambien su situación. Ahí entran desde sistemas de microcrédito hasta cuestiones generales como educación, salud, justicia, que son difíciles de lograr porque los aparatos estatales están formateados para muy pocos. Y el Estado debe producir además tecnología, para que los avances no queden capturados por una lógica de mercado”.
¿Quién decide?
El PC brasileño, transformado en PPS, tiene en Caetano Pereira a un cuestionador de las viejas tesis sobre la toma del poder. “El dogma era que había que tomar el poder, el palacio, los medios de producción, con un partido único, todo estatal, y naturalmente las personas iban a ser finalmente diferentes, y establecer nuevas relaciones entre ellas. Fue una ilusión. Los hombres sólo pueden establecer nuevas relaciones con democracia. La experiencia soviética estaba fundada en la coerción. Sin coerción, se derrumbó todo. Y el saldo allí es desastroso. Hay actualmente un retroceso, una extrema derecha fuertísima, porque nunca hubo práctica democrática. No hubo ese cambio en las personas. Nadie tiene idea de para qué sirve la democracia. En cambio las experiencias como las de Sin Patrón, son cambios de la realidad en términos puntuales, pero también acumulativos. Así se pueden hacer las cosas. Entonces nos muestra toda otra posibilidad”.
¿Y en qué confronta esa idea con la de un partido político convencional? “Los partidos tienen que convencerse de que esas experiencias marcan el futuro, y no pensar sólo en ir a afiliar gente. Pueden conversar, comprender, intentar que las propuestas de ese movimiento social tenga alguna repercusión en el mundo institucional”. ¿Ya no ser “dirigentes”? “No. Pueden ser puentes, pero ya no hay líneas, vanguardias, dirección. Todo eso es antiguo. Muchos políticos no lo entienden. Incluso a nivel de gobiernos. ¿Quién toma las decisiones sobre la vida de millones de personas? Presidente, dos o tres ministros, grandes empresas, algunos sindicatos, grandes estructuras corporativas. Al menos aquí en Brasil. Así fue que Lula disolvió a los movimientos sociales, al incorporarlos al Estado”.
¿Qué es el poder?
¿Cuál debería ser entonces el concepto de partido político? “Antes era el instrumento de acceso al poder. Cada partido intentaba ser representante de sectores de la sociedad. Hoy la sociedad no necesita representantes, pero necesita partidos, porque les resulta imposible a los movimientos quedarse sin institucionalidad democrática. Pero la expectativa de la gente común no es tener dirigentes. Aquí usamos la palabra ‘síndico’ para el administrador de un edificio: lo eligen los vecinos, pero no para que les dé órdenes, sino para que haga el trabajo administrativo. La nueva tendencia es que los políticos sean síndicos, no dirigentes”.
Para Caetano, lo que subyace en Sin Patrón tiene que ver con todo esto. “Porque uno se plantea a partir de esa experiencia una dimensión económica, de la producción de la vida, donde las personas se organizan y pasan a ser más sujetos y menos objetos. Lo que se relata en Sin Patrón de manera aguda y conflictiva, es lo que debería ocurrir en todo el mundo. Demuestra cómo la autogestión y el autogobierno son posibilidades diferentes al mercado y al Estado. Es un material que permite entender cómo cambió la noción de participación: vos podés hacer las cosas, no ser espectador pasivo de lo que hace otro. Cambia el concepto de determinismo, de progreso lineal. Y el concepto del poder: Hannah Arendt discute que el poder sea la capacidad de imponer la propia voluntad sobre la de otros. Dice que poder es cuando las personas están y actúan juntas. La acción conjunta genera poder. Venimos de un mundo que era el mismo para (Frederick) Taylor organizando el trabajo fabril, para Max Weber planteando que el Estado tenía el monopolio de la violencia y la coerción, o para Lenin organizando la revolución: liderazgos que hacen las cosas, y las masas van detrás. En cambio, Sin Patrón permite entender que ese mundo ya murió. No sabemos qué podemos construir, pero la opción de hacerlo sin patrón es una tendencia que hoy le da todo un sentido diferente a la posibilidad de hacer política”.
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
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