Mu62
Qué empresarios
La asamblea que faltaba: Soldati (foto centro) y la señora Techint, entre otros privilegiados argentinos participan de la consulta que objeta el proyecto del empresario argentino Eduardo Constantini en Laguna Garzón. Dicen defender el “Uruguay Natural”. En tanto, proyectos mineros se afianzan en toda la costa uruguaya.
Uruguay es un país bello, amistoso, entrañable, que últimamente presenta paisajes exóticos y eso –diría alguien como su presidente, José Pepe Mujica– no es moco de pavo. El dilema es saber si el progreso que se divisa en el horizonte puede ser venturoso (onda Walt Disney), o no (tipo Matrix). Dicho horizonte incluye actualmente:
Asambleas ambientalistas en las que los vecinos son potentados como Santiago Soldati, o ejecutivos de Techint & afines.
Marchas contra la minería a cielo abierto (sin potentados ni ejecutivos).
Represión a los que se manifiestan contra un puerto de aguas profundas en lo que hasta ahora ha sido un balneario con nombre leve: La Paloma.
Argentinos pidiendo la residencia en Uruguay para trasladar allí sus negocios o quién sabe qué cosa.
Una mejora visible en el poder adquisitivo uruguayo, en tiempos de un gobierno progresista cuyo presidente cumplirá en mayo 79 años, fue un guerrillero tupamaro que recibió 6 balazos en enfrentamientos armados, pasó preso 15 años de su vida, y genera sorpresa periodística cuando sale de su casa (la de siempre) para ir a la ferretería a comprar una tapa de inodoro, por ejemplo. Como cualquier vecino.
Ese Presidente, integrante del Frente Amplio, dice que no cambió: denuncia al capitalismo y al consumismo, pero agrega, casi disculpándose, el dilema de cómo se hace para crecer sin capitalismo y consumismo, mientras su gobierno se abre a los procesos de sojización, minería, concentración económica y extractivismo.
La historia limita de un lado con el “Paisito”, sitio maravilloso pero que expulsaba uruguayos jóvenes y sin futuro. Del otro, con un supuesto progreso cuya principal oferta es la promesa.
Huyendo de Argentina
Uruguay ha sido un tradicional refugio de vacaciones y de exilios para los argentinos, más allá de algunos antikirchneristas excedidos de sustancias endurecedoras que reclaman en TV por las dificultades que tendrían para ir a Punta del Este, cosa que luego reprochan con insultos a los funcionarios K detectados en el Buquebús, todos embarcados con un mismo destino, mientras se pierden por un rato los perfumes y whiskies del free shop.
Pero hay un proceso más estructural de mudanza que tiene como emblema reciente a los empresarios petroleros Carlos y Alejandro Bulgheroni, dueños de Bridas y Pan American Energy, la empresa con la que se asoció YPF para explotar la gran promesa petrolera argentina: Vaca Muerta, en Neuquén. Carlos es conocido por su frase sobre los empresarios: “Somos cortesanos del poder”. Los Bulgheroni también lo han sido de los talibanes en Afganistán y de diversas monarquías petroleras, pero además incursionaron en Uruguay con un parque eólico y un emprendimiento lácteo.
Ambos tienen casa en Punta del Este. Según el diario contrainformativo argentino Clarín, Carlos ya tiene la residencia uruguaya, y según la prensa montevideana Alejandro la obtuvo recientemente. O sea: tras sus saludos con el señor Miguel Gallucio de la estatizada YPF, pidieron residencia legal uruguaya, escalón para la residencia fiscal. Lo mismo que han hecho 3.264 argentinos en 2011 y 1.091 en 2012, de los cuales 785 la obtuvieron. Uruguay firmó con Argentina un acuerdo para intercambiar información financiera de los contribuyentes, aunque esto rompería la tradición uruguaya de ser la Suiza latinoamericana: historia abierta.
Techint, socialismo y Gardel
El propio Mujica impulsa la radicación de empresarios extranjeros en su país, y que se acelere incluso el trámite para que obtengan la ciudadanía. Estuvo reunido con Bulgheroni. Cuando habló a los empresarios, Mujica ilustró bastante sobre el estado de las cosas.
“Les pedimos desesperadamente que multipliquen los peces y los panes arriba de la mesa”. Dijo que el Estado “es un bichicome (un ciruja) que no tiene un mango para gastar a favor de arreglar las injusticias sociales”.
“Para que eso sea así se necesita una economía que funcione de acuerdo a las leyes esenciales del modelo capitalista”. Y agregó: “Por eso soy amigo de Bulgheroni. No va a ser votante socialista. No lo puede ser. No lo debe ser”.
Los cortesanos del poder siempre sabrán por quién apostar. A la mudanza de Bulgheroni se agrega la de Techint, que también ha trasladado a Montevideo parte de sus negocios, incluyendo empleados, lo cual le serviría para sacarse de encima gastos impositivos argentinos. Techint es considerada la principal trasnacional argentina, dirigida por el italo argentino Paolo Rocca, aunque la decisión tal vez provoque un dilema gardeliano sobre si pasa a ser uruguaya.
Robos vip
La bella Punta del Este es un escenario cada vez más raro, émulo de una Miami sureña y carísima con adefesios o edificios donde te reciben estatuas de dioses griegos, casinos tipo Las Vegas, tiendas clonadas de USA y mansiones lisérgicas. El modelo impregna también lo turístico, para sumarlo al vértigo que prioriza negocios y supuestas inversiones.
Un síntoma que permitió vislumbrar parte de ese mundo del privilegio, este año, fue el de los robos.
Euduard Lapo Elkann Agnelli, playboy nacido en la Fiat, y su también millonaria novia Guahkhar Goga Berkalieva Ashkenazi (de Kazajistán, vieja república soviética) alquilaron la mansión Vientos del Este a la italiana Paola Marzotto, consuegra de Carolina de Mónaco. Lapo y Goga, simplifiquemos, cenaban con amigos el 30 de diciembre. No se sabe qué consumían, mientras un sigiloso grupo de ladrones hizo saltar la cerradura, se dirigió al primer piso, y arrancó de un ropero una caja de seguridad en la que había 25.000 euros, acaso para gastos diarios, y 17 joyas por valor de 3,5 millones de euros.
La casa Millenium del argentino amigo de Mujica, Alejandro Bulgheroni, también recibió visitas inesperadas, que se llevaron 20.000 dólares y dos Rolex, mientras la familia no estaba.
A otro argentino millonario, Santiago Soldati, le robaron 35.000 dólares más joyas. Aclaró que las joyas eran sólo de valor sentimental: “¿Quién va a venir acá con joyas verdaderas?”. (En un verano accidentado, días después debió ser operado de un hematoma cerebral, del cual se repone satisfactoriamente).
El modelo extractivo de los ladrones uruguayos abarcó más robos, siempre sin víctimas, siempre en casas vacías o con dueños distraídos en otra cosa. En todo caso se hizo visible una ínfima muestra de la concentración de ricos en la zona. Soldatti, luego del robo y antes de su operación, participó en una asamblea para debatir lo que algunos vecinos tal vez consideren el robo de otra joya: la zona de Laguna Garzón.
Asambea glam
Eduardo Constantini, millonario argentino, tiene negocios inmobiliarios que incluyen la construcción de oficinas en Miami, en Buenos Aires, y el museo MALBA. Ahora está creando un barrio privado llamado Las Garzas, en Garzón (playa a media hora de José Ignacio), que la revista Galería elogió con el siguiente título: “Colonizar la naturaleza”.
Por ahora, en Las Garzas hay sólo cinco casas, pero ya se vendieron 150 de los 450 lotes.
Las medidas para evitar fuga de dólares argentinos hicieron que Constantini se centre en el mercado brasileño. En su declaraciones periodísticas, muestra corrección política: “Somos países donde los pobres tienen demasiado poco y los ricos tenemos demasiado”, reveló al diario uruguayo El País.
Para llegar a Garzón hay que cruzar en balsa la Laguna Garzón, gratuitamente, incluyendo al auto: un paseo de 5 minutos. La colonización de la naturaleza impulsó a Constantini a proponer un cambio rotundo: construir un puente. Así lo acordó con el Estado uruguayo, que no llamó a licitación para realizarlo. Los indignados con el proyecto fueron hasta ahora escasos residente de Garzón, que organizaron una asamblea con unos 100 asistentes que duró cuatro horas, para pedir explicaciones a los funcionarios de los ministerios de Transporte y de Vivienda.
Entre los vecinos estaba, por ejemplo, la italiana Beatrice Bergamasco, presidenta de la oenegé Amigos de las Lagunas Costeras de Rocha, y esposa del jefazo de Techint Paolo Rocca. Curiosamente, la propia Techint impulsa proyectos inmobiliarios en la costa sur bonaerense que rechazan los vecinos y tiene inversiones en yacimientos mineros.
La uruguaya Silvia Zumarán se presentó con un elegante vestido negro, hombro derecho coquetamente al aire, abanico, tablet y dos carteles (pecho y espalda): “De luto por el Uruguay Natural”.
Santiago Soldati se ubicó junto al sociólogo José Luis Castagnola. Dos abogados uruguayos plantearon que el puente es más una construcción para Miami que para una zona protegida. Un vecino de Maldonado dijo que era al revés: que los que rechazan el puente quieren mantener la zona como un barrio casi privado sin que se les llene de coches y turistas. Jorge Rucks, titular de la Dirección Nacional de Medio Ambiente escuchó, tomó nota y se fue. En enero la construcción del puente fue aprobada por el gobierno.
Uruguay mining
La más inquietante promesa de progreso es la que ofertaron las multinacionales mineras. Se trata de proyectos que involucran, nada menos, que la costa oceánica uruguaya, promovida desde hace años con un slogan: “Uruguay Natural”. Este verano se concretó una reunión entre las principales empresas del sector para fijar estretegias conjuntas. El cónclave incluyó a:
La canadiense B2 Gold, que opera también en Nicaragua y Colombia, con ese reciente amor que tienen los supuestos canadienses por los países latinoamericanos;
Aratirí, empresa de ZaminFerrous, que sólo dice de sí misma en su sitio web “registrada en Jersey”;
Black Stone Minerals;
Gladiator Resources;
Uruguay Mineral Group que, como su nombre lo indica, tiene sede en Londres;
Orosur Mining, otra canadiense cuyo sexto ejecutivo en importancia es un español que preside la Cámara Minera de Uruguay.
A través de gruñidos efectuados al semanario uruguayo Búsqueda, los empresarios expresaron el por qué del miting: su enojo ante el proyecto oficial de reformas al Código Minero. Título de la nota que resume la posición de las corporaciones:
El proyecto de minería “es ridículo” porque “pretende quedarse con toda la renta extra” consideran empresas del sector.
Las comillas en los títulos son una desopilante característica de este semanario.
En la nota el español Ignacio Salazar aparece diciendo: “Ahora se les ha ido la mano”. Luego modera: “No es una cosa de blanco y negro”. Y agrega una frase antológica: “Hay un proyecto que se puede hacer en el peor sistema regulatorio del mundo, porque la bonanza es muy importante, pero sí es un incentivo importante a no invertir”. Traducción del idioma minero al rioplatense: es tanta la renta prevista que se puede seguir adelante, pero mejor no exagerar con las pretensiones de morderles renta a las corporaciones.
Acompañando los forcejeos, Aratirí anunció la reducción de su personal, de 130 a 20, advertencia al gobierno y sindicatos para que le aprueben sus proyectos: los trabajadores como moneda de cambio (aunque los 110 cesanteados quedan cobrando seguro de desempleo por ahora). No se discute el proyecto minero, sino quién se queda con la torta.
¿Cuál es la torta?
El ministro de Economía Fernando Lorenzo sostuvo ante la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa que las reservas mineras probadas implican un equivalente anual a 1.500 millones de dólares. Y las reservas potenciales suman otros 2.500 millones. “Pasaríamos a formar parte del club de países mineros”.
Hay que calcular que Uruguay está exportando anualmente unos 8.000 millones de dólares, lo que hace entender la excitación de los economistas y el peso estadístico de vampirizar el subsuelo. Lorenzo explicó que la minería se convertirá en la principal exportación, duplicando a cualquiera de los otros sectores económicos. “Esto nos deja ver un cambio estructural que impacta sobre la estructura productiva”.
Los empresarios critican al gobierno por ser demasiado burocrático para facilitarles el trabajo, y el gobierno les pone trabas por considerarlos demasiado especuladores en beneficio propio. El conflicto gira en torno a la palabra “demasiado”, pero todos quieren lo mismo: que el tema minero llegue a buenos puertos.
¿Para qué son los puertos?
Nada quien sabrá si llamar nacionales o trasnacionales a estas dinámicas de extracción y exportación de recursos. Pero faltaba una pieza. Y Uruguay la va a llenar.
“Esta es la decisión de política exterior más importante de este gobierno”, dijo José Mujica sobre el proyecto de puerto de aguas profundas, el primero del Cono Sur, en El Palenque, entre La Pedrera y Cabo Polonio. La idea había nacido con la minera Aratirí, que había propuesto hacer el puerto cerca de Punta del Diablo para exportar hierro a China. El gobierno decidió concentrar el emprendimiento en El Palenque. Comunicado oficial:
“El Gobierno y el grupo minero Zamin Ferrous unirán esfuerzos en el desarrollo del primer puerto de aguas profundas del Cono Sur. Las exportaciones de mineral de hierro podrían convertirse en la plataforma para concretar la construcción del puerto de aguas profundas con proyección regional para el hinterland del Río de la Plata (Argentina, Bolivia, sur y centro de Brasil y Paraguay)”.
¿A quién seducir para concretar el proyecto? La niña bonita del mundo ya no es rubia y de ojos azules, sino amarilla y de ojos rasgados: China. Y a velocidad oriental (china) se espera que el puerto oriental (uruguayo) quede listo en 2015.
¿Para qué el puerto? Pepe Mujica anunció que será su “principal legado” para el futuro. Su ministro Pedro Buonomo señaló al diario La República que el proyecto es de escala regional, y agregó: “Las condiciones determinan una creciente demanda de productos de América Latina hacia China por un proceso de crecimiento chino sobre el que hay bastante consenso en que se va a mantener en los próximos 8 años, durante los que nuestros términos de intercambio van a seguir siendo favorables. Eso genera una ventana de oportunidades y hace a la viabilidad de un país: estamos hablando de un proyecto para 50 años”.
El Puerto del modelo
El Palenque permitirá la entrada de buques de gran calado (19 metros de eslora), lo cual desplaza al puerto de Buenos Aires de su reinado rioplantense. Desde Paraguay, Bolivia y Argentina se enviarán barcos para que allí centralicen los envíos regionales a China (y en menor escala a Europa), principalmente de soja para forraje de sus chanchos, y de minerales, maderas y pasta de celulosa para sus industrias. Justamente la pastera UPM (ex Botnia) fue un aviso del tipo de modelo que se viene, superado próximamente en el propio Uruguay por la Stora Enso en Conchillas, que será tres veces mayor.
De eso discutía Gualeguaychú al cuestionar no tanto la contaminación como el modelo de desarrollo que expresaba la instalación de las pasteras, que se define también como una “reprimarización” económica: centrarse en los productos primarios y la extracción de recursos naturales cuyos precios siguen creciendo a ritmos chinescos, pero consolidan la dependencia económica frente a las zonas desarrolladas del planeta. La soja este año superará por primera vez las exportaciones ganaderas en Uruguay, y si se suma soja, mineras y monocultivo forestal, lo que está en juego es un tercio del territorio del país.
El modelo se completa con planes sociales a falta de trabajo, mejoras para el sector que queda asalariado para empujar el consumo interno, caídas en los índices de pobreza: formas de contención social en los dos sentidos de la palabra: amparo, y evitar que los pobres generen sacudones sistémicos, mientras se pueda. Políticas y palabras para implementar cosas que las sociedades no le soportarían mansas a gobiernos más conservadores.
El otro elemento jamás explícito es el interés estratégico norteamericano en el proyecto, en términos geopolíticos que enlazan con sus actividades y bases en el Cono Sur, siempre atentas a sus juegos de poder con la gran potencia del barrio: Brasil.
El dilema de Pepe
Declaraciones de Mujica:
“La etapa que estamos viviendo se llama consumismo, y está gobernando a las masas en todo el mundo, creando un conjunto de reacciones subliminales de las que no pueden escapar, salvo por el lado del conocimiento y la cultura”.
“Ahora hay una amenaza que no existía antes: la vida misma, el hiperconsumo, es imprescindible para acumular todo crecimiento económico, que está basado en incentivar y multiplicar, de alguna forma, el consumo”.
“Como la economía no puede parar el consumo, el ataque a la naturaleza es obviamente sistemático. La mayor parte del esfuerzo humano se va en cosas que se tiran. Pero cuando compramos con plata, en realidad compramos con el tiempo de nuestra vida, que la tuvimos que gastar para tener esa plata. No merece despilfarrarse la vida humana”.
Como contrapartida Mujica aseguró que el capitalismo es el único sistema capaz de generar riqueza que habrá que sacarle aunque sea de “a chorritos” para distribuir. “Yo hago migas con el capitalismo: ¡Vamo’ arriba! Porque necesito que me den muchos de esos chorritos para instrucción, para multiplicar la capacidad tecnológica de mi pueblo, para tapar los agujeros sociales que tengo. Si no, si se me dispara, después no tengo nada para repartir”.
Sobre el socialismo: “Algunos se creen que se va a llegar al socialismo con una arremetida, revoleando el lazo. No, papá. Necesitamos una sociedad rica e instruida. Está mucho más cerca Noruega que nosotros”. Reconoció también dos líneas en el Frente Amplio: “Aquellos que creen que esto queda en un conjunto de reformas sucesivas tratando de mitigar las peores vergüenzas del capitalismo, para lograr una sociedad relativamente más justa y menos ignorante. Y los otros, que soñamos que hay que crear las condiciones sociales para otro tipo de sociedad”.
Argumentaciones para el presente, utopías para el futuro. La única pista sobre cómo imagina esa otra sociedad, en tiempos presentes, la dio la mencionar los procesos de producción autogestiva: “Nos llenamos la boca con la democracia todos los días, pero la verdadera es una democracia de 40, 50 ó 100 tipos que se conocen y votan las decisiones más importantes del lugar donde están trabajando”.
Cada lectora, cada lector, deberá meditar sobre cómo evaluar todas estas palabras y estos hechos. El Frente Amplio y el propio Mujica siguen contando con el apoyo reflejado en las encuestas. Ni hablar del que puede llegar a cosechar Tabaré Vázquez para una segunda presidencia. Pero empiezan a germinar también movimientos de resistencia genuina tan autogestivos como los que elogió Mujica.
La sociedad en movimiento
En toda la costa de Rocha se han ido organizando grupos de vecinos que rechazan los proyectos portuarios. En La Paloma protestaron contra el dragado para un puerto maderero (también de aguas profundas) y fueron directamente reprimidos por la policía. Les mandaron 70 efectivos y 30 de la Guardia Republicana de Montevideo que actuó como grupo de choque que detuvo a tres personas, una con su niño en brazos.
La Marcha Nacional en Defensa de la Tierra y los Bienes Comunes ya se realizó en tres oportunidades, con la participación de miles de vecinos, trabajadores y productores de localidades de todo el país, sindicatos, pueblos originarios, sectores estudiantiles, jubilados y profesionales, entre otros. En cada pueblo se organizan petitorios para detener proyectos mineros o de puertos, se crearon y se revitalizaron nuevas organizaciones que empiezan a conformar redes de trabajo y resistencia. En la última Marcha Nacional se denunció la concentración y extranjerización de las tierras, la cesión de soberanía tanto territorial, como alimentaria, la contaminación que envenena aire, agua y suelo, la expulsión de trabajadores y productores rurales. Se demandó también la consulta previa a las comunidades afectadas por los proyectos de inversión que interfieren en sus actividades productivas y sus formas de vivir.
Casi como una respuesta a un gobierno al que apoyaron, plantearon lo siguiente:
“Hablan de un cambio en la matriz productiva del país, cuando en realidad se trata de sustituir actividades productivas sustentables por negocios extractivistas que causan daños irreparables. Se negocia un modelo de explotación minera que no fue propuesto en el programa de gobierno de ningún partido político en las pasadas elecciones, por lo que carece de la autorización ciudadana. Para introducir un cambio social, económico, ambiental y cultural de esas dimensiones, la sociedad debe ser informada y consultada ampliamente para tomar la decisión definitiva”.
Así están las cosas, no siempre visibles en la agenda mediática y política, tampoco de este lado. El juego es inestable, a veces confuso. Pero todo es lo suficientemente decisivo como para seguirlo y pensarlo con intensidad dejando de lado, al menos por un rato, la fascinación que provocan los mocos de los pavos.
Mu62
Qué medios
La tendencia es clara y global: los medios gráficos están atravesando un profundo proceso de transformación. Hay quienes auguran su muerte. Y hay quienes auguramos su resurrección.
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Mu62
Qué patrón
Algo hizo click en la historia judicial argentina cuando el juez Fernando Poviña, de Jujuy, procesó a Carlos Blaquier como cómplice primario de la dictadura.
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Mu62
Quién manda
Tras doce años de investigación, el analista uruguayo Raúl Zibechi presenta su nuevo trabajo: Imperio. Un libro que detalla el rol de Brasil en el actual contexto geopolítico latinoamericano, visto desde abajo. Es decir, desde la perspectiva de cómo afecta a los movimientos sociales este nuevo paradigma que domina toda la región.
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