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Ni derechos ni humanos

La campaña de Burson-Masteller para la dictadura argentina. Hace dos meses un equipo de investigadores encontró en la cancillería los documentos que prueban en qué consistió el trabajo de esta agencia para ocultar los crímenes de la dictadura. Detallan qué hicieron, quiénes y por cuánto.

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La campaña de Burson-Masteller para la dictadura argentina. Hace dos meses un equipo de investigadores encontró en la cancillería los documentos que prueban en qué consistió el trabajo de esta agencia para ocultar los crímenes de la dictadura. Detallan qué hicieron, quiénes y por cuánto.


La campaña ideada por Burson-Marsteller revela los alcances de las llamadas “relaciones públicas”. Un plan destinado a controlar periodistas y opinión pública. Acá se pueden descargar libremente los archivos, en formato .zip (114.9Mb).

El plan para neutralizar las denuncias de violaciones de derechos humanos de la dictadura fue diseñado por la agencia internacional Burson-Marsteller, incluyó el trabajo de dos empresas asociadas –una con sede en México y otra en Argentina- y el cobro de 5.486.000 dólares, además de porcentajes sobre los gastos de publicidad y propaganda. Así surge del análisis de los documentos hallados por la Comisión de la Memoria de Histórica de la Cancillería argentina, dirigida por la investigadora María Teresa Piñeiro.

Fue en octubre pasado cuando se difundió el hallazgo de estos documentos y desde entonces MU se dedicó a investigar la información contenida. Su lectura permite no sólo reconstruir quiénes trabajaron y qué hicieron, sino también cómo. Y esa metodología sigue tan vigente que conviene conocerla para reconocerla en las operaciones de prensa que hoy inundan los medios comerciales. 

Imagen del dictador

El primer documento está fechado el 8 de junio de  1976. Ubiquémonos: la dictadura había usurpado el poder apenas dos meses antes. El ministro de Economía José Martínez de Hoz fue el responsable de contratar los servicios de la agencia Burson-Marsteller, con un objetivo concreto –diseñar la imagen en el exterior de la dictadura argentina- y una urgencia específica: la primera gira del ministro de Economía “a Nueva York, Washington, Canadá y países europeos”, según se detalla en el “plan a corto plazo”. En el largo, el trabajo se extendía a varios países, que fueron repartidos entre las agencias asociadas a Burson Marsteller de la siguiente manera:

Comunicaciones Interamericana S.A., con sede en México, se encargaría de Japón, Estados Unidos, Bélgica, Países Bajos, México, Colombia, Canadá y Reino Unido.

La argentina Diálogo haría lo suyo en Suiza, Alemania, Italia, Brasil, Venezuela, España y Francia.

Burson Marsteller detalla los objetivos de este plan, entre ellos:

“Difundir la realidad de los hechos de la Argentina, afianzando sus logros en esta nueva etapa de vida institucional”.

“Neutralizar y desvirtuar posibles campañas periodísticas negativas”.

“Propender al fortalecimiento  universal de la confianza en el país y sus autoridades”.

Para alcanzarlos, la agencia se comprometía a entrenar funcionarios, organizar conferencias y a elaborar contenidos de publicidad y propaganda, entre otras tareas. El contrato especifica que “el gobierno argentino asume la responsabilidad de la información que proporciona a Burson-Marsteller para su difusión pública”.

Otros detalles:

Burson Marsteller fija domicilio en Florida 878, 4 piso, oficina 15 de la ciudad de Buenos Aires. El contrato lo firman James Cassidy, vicepresidente y Robert Benjamín, presidente de Comunicaciones Internacionales.

Tiene dos anexos, fechados un día después: el 9 de junio de 1976.

Cada uno detalla las responsabilidad de las agencias asociadas.

La mexicana Comunicaciones Interamericana S.A. se compromete a “reunirse con las autoridades para diseñar los objetivos”, “designar al personal” que se hará cargo de ejecutar el trabajo, “iniciar estudios de grupos de opinión” para diagnosticar así los problemas a enfrentar, “analizar qué se publica” en la prensa extranjera sobre la dictadura “y establecer un sistema de respuestas”, y “revisar las publicaciones en la prensa escrita” con el fin de “determinar actitudes de los medios”. Finalmente, trazará  un plan “a fin de corregir los informaciones tanto negativas como falsas” .

En la parte final de este anexo detalla sus antecendentes: ha hecho trabajos similares para Dow Chemical (una de las empresas agroquímicas más grandes del mundo), el gobierno de Canadá, Brittish Airways y el Congreso Eucarístico Internacional.

Por su parte, la agencia argentina Diálogo, detalla en su anexo sus prestaciones, destinadas a “evitar posibles distorsiones en la publicación en el extranjero de hechos nacionales que puedan afectar el perfil adecuado”.

El trabajo incluye:

“Mantener permanentemente un equipo periodístico para elaborar profesionalmente las noticias suministradas por la Secretaría de Comunicaciones y adecuarlas al lenguaje y simbología de cada uno de los países mencionados”.

Realizar material fílmico, folletos, spots radiales, afiches, etc. e “instruir a los distintos organismos del Estado para el empleo del material y controlar duranta un período no inferior a 6 meses su correcto empleo”.

En las acciones de “propaganda” detalla que su tarea es “crear, planificar y ejecutar una campaña de propaganda que responda fielmente al perfil de imagen. Dicha campaña será realizada en la República Argentina por personal especializado”.

El plan elaborado por Diálogo incluye “un informe  mensual sobre la situación que presente la imagen argentina en el exterior, ponderando y evaluando resultados”, así como “comunicar las ofensivas y/o contraofensivas que se efectúen por otros sectores interesados y proponer los actos que se consideren necesarios para contrarrestar dichas acciones”.

El siguiente documento está fechado un día después y es una “carta aclaratoria” que tiene una “única finalidad”: garantizar “la seguridad del secreto de la presente contratación”.

Los servicios de Diálogo son por un año. A cambio, recibió un millón de dólares, más el 15% del total de los gastos de ejecución del plan, en concepto de honorarios.

Los pagos, según especifica el contrato, se emitieron “a la orden indistinta” de sus dos socios gerentes: el doctor Horacio Odonnell (hoy destacado miembro de la Coneau) y Héctor Del Piano, ambos firmantes del contrato.

Diálogo cumplió con su contrato, pero no lo renovó. Los motivos los explica por primera vez Héctor Del Piano en la nota que se publica en las páginas siguientes.

Lo hecho

El 20 de julio de 1977 se publicó en el Boletín Oficial el nuevo organigrama de la Secretaria de Comunicaciones: un sofisticado diseño, que incluye el Centro Piloto de París, la oficina controlada por la Armada en tiempos del embajador Tomás de Anchorena. Ubiquémonos: a mediados de 1977, las denuncias por violación de derechos humanos se habían multiplicado y los diarios europeos informaban de la situación argentina. El escenario se agravará en diciembre de ese año con el secuestro y asesinato de las monjas francesas, Alice Domon y Léonnie Duquet.

¿Fue parte del plan ideado por Burson-Marsteller la creación del Centro Piloto? No hay respuesta, pero sí algunas pistas en el documento fechado en agosto de 1977 y firmado por el capitán de fragata Roberto Pérez Frojo, director general de Prensa y Difusión de la dictadura.

Frojo refiere al fracaso del plan de Burson-Marsteller cuando menciona “las experiencias negativas en alguno países  resultantes de las acciones de agencia extranjeras contratadas, las visitas de grupos de periodistas extranjeros programadas y la imposibilidad de penetración directa en los medios de comunicación”. Sin duda, las agencias habían cumplido con su trabajo, pero el resultado no fue el esperado. Los periodistas extranjeros que llegaron a Argentina se encontraban con la realidad. Además el impacto de las denuncias llevaron a varios medios a rechazar la publicidad de la campaña: ni por plata aceptaban difundir las “bondades” de la dictadura argentina.

Frojo da instrucciones en ese documento para intentar revertir la situación: “Los términos que se deben emplear cuando se haga referencia a la subversión deberá ser ‘bandas terroristas’, sin mencionar subversión marxista (como solía hacerlo Videla) ni otros términos que lleven a la confusión en el exterior”.

Ese documento informa del cese de la campaña en algunos países, pero el trabajo de Burson-Marsteller continúa: el 8 de agosto de 1977 renueva el contrato, pero limitando su trabajo a Estados Unidos, Reino Unido, Japón, Canadá y Alemania. A cambio recibe 572 mil dólares.

Burson-Marsteller designa a Victor Emmanuel como representante, el único que declaró luego algo al respecto. Naomi Klein, en su libro La doctrina del Shock lo cuenta así:  “Victor Emmanuel, el ejecutivo de Burson-Marsteller que estaba a cargo de vender al mundo el nuevo régimen favorable a las empresas de la dictadura argentina, le contó a una investigadora que la violencia era necesaria para abrir la economía “proteccionista, estatista” de Argentina. ‘Nadie, pero nadie, invierte en un país envuelto en una guerra civil’, dijo, admitiendo también que no fueron solo guerrilleros quienes murieron. ‘Mucha personas inocentes probablemente fueron asesinadas’, le contó a la investigadora Marguerite Feitlowitz”.

El plan maestro

El 22 de octubre de 1976 Burson-Marsteller había entregado su plan en un documento de 155 páginas titulado Un programa de Comunicaciones Internacionales para la Argentina. Se trata de una pieza clave, que debería convertirse en material de estudio, análisis e investigación. Representa un ejemplo de las llamadas “relaciones públicas” que hoy siguen operando a favor de corporaciones que quieren dominar medios, gobiernos y opinión pública.

El documento tiene una primera parte titulada Situación que da cuenta del resultado de una investigación entre “400 individuos” de “8 naciones” a los que les pidieron opinión sobre Argentina. La conclusión: “Si hubiéramos de emplear una sola palabra la actitud de la mayoría de las personas que participaron de la encuesta Burson-Marsteller sobre la Argentina esa palabra debería ser precaución”. Admite que “muchos periodistas consideran al gobierno argentino como opresor y represivo, una institución militar dictatorial que merece ser condenada”, pero a la vez señala que “la campaña de la Argentina, exitosa en gran medida, para eliminar el terrorismo organizado de izquierda y para restablecer el orden y la tranquilidad, ha traído consigo una nueva medida de respeto en el mundo”.

La conclusión es que “el gobierno de Videla debe proyectar una nueva imagen progresista”. Entiende como escollos a superar “los asuntos del terrorismo y derechos humanos, el alegado antisemitismo y el aislacionismo”. Recomienda entonces “efectuar trabajos de cimentación, de asegurar que se comunican los mismos mensajes en todos los lugares del mundo”. Para lograrlo “Burson-Marsteller y el gobierno deben trabajar como una unidad cohesiva”.

Luego detalla el plan operativo, en el que trabajarán nueve oficinas de Burson-Marsteller. Bajo el título Estrategia describe tres categorías:

Experiencia personal.

Testimonio personal.

Apoyo de terceras partes.

Se trata del ABC de las relaciones públicas. No sirve hablar bien de uno mismo, sino lograr que otros hablen bien de uno y la forma de lograrlo es a través de estos tres canales que son los que permiten llegar “a los que influencia el pensar”: periodistas, personalidades, educadores. Resalta Burson-Marsteller: “No estamos mirando a la prensa como un conducto para transmitir un mensaje específico sino más bien como un auditorio en sí”.

En el capítulo Herramientas propone “algunas materiales básicos” para lograr el objetivo. A saber:

“Un equipo de prensa argentino”.

“Un paquete de literatura básica”.

“Una biblioteca básica de fotografías y películas”.

Así se construirá el contenido que permitirá tener “un firme control sobre la clase de información a diseminarse bajo este programa”.

En otro capítulo detalla la necesidad “de vincularse con las embajadas” de los 8 países en los cuales Burson-Marsteller concretará este plan. En cada una realizará “los servicios de asesoramiento y consejo referentes a temas sensibles. Esto incluirá el terrorismo y los derechos humanos”, especifica.

Objetivo: periodistas

En los capítulos que desarrollan la ejecución del plan se demuestra que son los periodistas y no los medios los objetivos del trabajo. Caracterizado como el grupo más antagonista al gobierno de Videla, Burson-Marsteller se propone lograr que “periodistas de jerarquía” hablen bien de Argentina. Luego, da una lista de los nombres seleccionados en cada país, caracterizando a cada uno brevemente, así como al medio para el cual trabaja y el impacto que tiene lo que escribe. Son casi 50 páginas con detalles específicos sobre cómo debe recibírselos, quién debe hacerlo, qué material se entregará, qué lugares visitará y hasta cómo se inventarán preguntas, con personas que “actúen” de periodistas, todo dirigido a impactar al invitado.

Luego, se detallan los avisos publicitarios que se harán y las tarifas de los medios en donde serán publicados.

Otro capítulo es sobre cómo trabajarán con los operadores turísticos, de cara al Mundial 78. También proponen “un entrenamiento en comunicaciones” (media training) para funcionarios y ofrecen detalles de su puesta en escena.

Un apartado especial es el tema “del terrorismo”. El tema es clave, asegura Burson-Marsteller “no solamente porque la manera en la que se maneja determinará el éxito o no del presente gobierno, sino también porque involucra la preocupación mundial por los derechos humanos y las libertades civiles”. Y precisa: “el terrorismo y la manera en la que Argentina los elimina son los únicos problemas que crean la barrera entre el gobierno de Videla y el mundo libre”.

Aconseja, entonces, que para eliminar ese problema la represión debe realizarse “con justicia y ecuanimidad y con plena consideración de las libertades civiles y los derechos humanos. En caso contrario, la represión evoca memorias de la Gestapo en la Alemania nazi, el ‘para’ en Argelia o la policía británica en Palestina”.

A continuación afirma que “las campañas de la subversión están bien financiadas” y que “deben ser enfrentadas de dos maneras” que, admite “son más fáciles de decir que de hacer”. Una es respetar los derechos humanos y las libertades civiles y otra “utilizar las mejores habilidades de la comunicación profesional”. De esta propuesta surge, nada menos, que el slogan Los argentinos somos derechos y humanos.

Los capítulos siguientes detallan el plan de actividades de comunicación y propaganda especialmente diseñados para el Mundial de Fútbol de 1978.

Los responsables

Por último detalla la nómina responsable de todo el plan:

A la cabeza William Nollan, vicepresidente ejecutivo de Burson-Marsteller.

El supervisor general del equipo es Wayne Kurlinski, de quien destaca su actividad académica en diferentes universidades de los Estados Unidos.

El equipo de Norteamérica está a cargo de  Ken Huszar, quien trabajó para el Chase Manhattan Bank y preparó los discursos de David Rockefeller, entre otros antecedentes destacados.

El equipo latinoamericano está encabezado por Robert Benjamin, presidente de Comunicaciones Interamericanas S.A.

Su enlace y coordinador es el periodista Carlos Acuña, quien trabajó en los diarios La Prensa y en La Nación. Años después se convirtió en el director de El Informador Público y en el autor de libro Vertibisky: de La Habana a la Fundación Ford. También fue dos veces testigo del general Menéndez en los juicios que lo condenaron por delitos de lesa humanidad.

Carlos Acuña falleció en octubre de 2013. En vida fue merecedor del premio Santa Clara de Asís que otorga la Liga de Madres de Familia a profesionales y medios “que se hayan destacado por la difusión de valores intelectuales, morales y estéticos en la promoción y defensa de la dignidad de la vida humana”.

La agencia Burson-Marsteller renovó su contrato tres veces más, prolongando su trabajo para la dictadura hasta fines de 1980.

Trayectorias

Según la organización Source Watch, del Center for Media and Democracy, entre los clientes de Burson-Marsteler figuran  el denominado Congreso Nacional Iraquí, creado por el gobierno de Estados Unidos para preparar el derrocamiento de Saddam Hussein, los gobiernos de Indonesia y las Filipinas, el ministerio de Economía de los Estados Unidos, empresas vendedoras de implantes de siliconas, tabacaleras asediadas por demandas de ex fumadores, compañías petroleras que se opusieron a un impuesto con el que el ex presidente Bill Clinton se proponía enfrentar el problema del calentamiento global y, a través de empresas controladas, las campañas presidenciales de George W. Bush. Entre sus clientes en la Argentina figuran Ford, Nextel, Walmart, Danone, la Sociedad Rural y Monsanto.

En abril de este año fue nombrada gerente general en Buenos Aires la periodista Encarnación Ezcurra, quien trabajó durante 15 años en el diario La Nación. Encarnación –que lleva el nombre de la más notable de su familia, la mujer de Juan Manuel de Rosas, considerada por algunos historiadores como la primera periodista argentina- es hija de Ignacio Ezcurra, el enviado del diario La Nación a cubrir la Guerra de Vietnam que desapareció el 8 de mayo de 1968 en las inmediaciones de Saigón. En un informe especial que realizó el portal Diarios sobre Diarios acerca de este periodista, su hija Encarnación escribió: “Todavía hoy, casi 40 años después de su muerte, cada tanto alguien me dice que definió su vocación por el periodismo por mi padre. No sé cuál será el mensaje que les llegó de él. Puedo decir qué me dejó a mí: no importa cuánto hayan cambiado los hábitos de los periodistas, cuánto hayan mutado su indumentaria y su marketing, que los invada la nostalgia o el cinismo, yo sigo creyendo que, sin toda la hojarasca, el motor de este oficio es ese impulso que lleva a buscar la verdad aunque cueste la vida”.

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Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

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A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.

Por María del Carmen Varela

Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.

Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.

Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.

Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.

El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.

Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.

Continuará.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

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Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.

María del Carmen Varela

Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.

Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.

La historia

A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…

Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial.  Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.

A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.

Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.

El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal.  Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos  los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .

De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.

El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.

En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.

La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en  el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia. 

Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.

Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.

Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.

Atlas de un mundo imaginado

Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre

Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.

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Actualidad

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

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Se concretó este martes la marcha de personas con discapacidad y familiares, frente a quienes el gobierno hizo más de lo mismo: envió Policía y Gendarmería a amedrentarlos y amenazarlos, pese a que no estaban siquiera rompiendo el protocolo. Los gendarmes y policías tuvieron así la notable actitud de empujar y agredir a manifestantes con discapacidad que estaban reclamando pacíficamente por la motosierra aplicada a sus tratamientos, lo cual rompe toda frontera de la palabra «vulnerable».

Compartimos aquí la crónica realizada por el diario autogestivo Tiempo Argentino al respecto, reflejo de lo que está ocurriendo en el país.

Por Tiempo Argentino

Fotos: Antonio Becerra.

En protesta por el veto presidencial a la Ley de Emergencia, organizaciones de personas con discapacidad concentraron frente al Congreso, rodeado por policías y gendarmes. El reclamo se multiplicó en distintos puntos del país.

“Vallaron todo, nos rodearon de una manera exagerada. No es una movilización agresiva, nunca lo fue. No era necesaria tanta policía, tanta militarización”, criticaba Fernanda Abalde mientras emprendía la retirada de la masiva concentración frente al Congreso contra el veto de Javier Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad. Coordinadora de un centro de profesionales en neurodesarrollo y hermana de una persona con discapacidad a quien le recortaron las pensiones, sufre en carne propia el ajuste y el maltrato sobre el sector, que afecta tanto a prestadores como familias.

“Hay mucho maltrato del sistema a las familias, no es un sistema accesible. No solo en lo económico, es agresivo. Este año fue terrible. Hasta junio no estaban autorizados tratamientos presentados en noviembre del año pasado, por ejemplo. Siempre hubo un golpe a la discapacidad, pero este año fue muy atípico, recortaron muchos tratamientos, demoraron las autorizaciones, se planchó el nomenclador”, enumeró Abalde, coordinadora de Pulsar NeuroSocial y miembro del colectivo de Prestadores en Unidad CABA y GBA. “Es un sector con mucha demanda y se lo está desmantelando. Hay muchas familias que no pueden costear sus tratamientos”, lamentó en diálogo con Tiempo.

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Represión como respuesta

La protesta había comenzado 11.30. Pasado el mediodía la concentración ya era masiva y comenzó el operativo represivo, con un número desproporcionado de efectivos de Policía Federal y Gendarmería que empujaban incluso a grupos de manifestantes entre los que había personas en silla de ruedas que gritaban contra el veto y solo portaban carteles por los derechos de las personas con discapacidad.

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

La Ley de Emergencia en Discapacidad busca revertir un panorama que por estos días es desolador. Según un informe reciente de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI), la pensión por invalidez laboral está congelada en $217.000 y una maestra de integración en la escuela común cobra solo $3.000 la hora, con una demora de 180 días. Todo esto, mientras se recortaron pensiones por discapacidad y la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) proyecta recortar otros cientos de miles. Se trata de pensiones de 270 mil pesos, más un bono que lleva el total a poco más de 300 mil.

“Uno va pidiendo ayuda en la familia, se hace lo que se puede. Pero esperemos que este hombre recapacite”, pidió ante las cámaras Olga, una jubilada que marchó ante el Congreso, dirigiéndose a Milei. “Hay remedios que tuve que suspender. Hay muchas cosas que tienen que cambiar en la casa para poder subsistir. Para poder seguir adelante por mi hija”, dijo a C5N.

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Un reclamo federal

La masiva protesta frente al Congreso se replicó también en distintos puntos del país. “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”, había anunciado la Asamblea De Trabajadores de Inclusión (ATI) al convocar para este martes a una Jornada Federal por la Ley de Emergencia en Discapacidad.

Córdoba fue escenario de las protestas más concurridas. Desde la Plaza San Martín de Córdoba Capital, Virginia Els –presidenta de la Cámara de Prestadores de Discapacidad de Córdoba (Capredis)- destacó el gran número de familias que se sumó a reclamar, junto a prestadores, transportistas y profesionales. “El veto incrementó el reclamo. Ahora estamos intentando alzar la voz para que los diputados escuchen el reclamo y vuelvan a votar la ley con los dos tercios necesarios para que se sostenga. Fue algo multitudinario, con mucha más participación de familias que antes, resaltó.

Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Los motivos de protesta son varios, pero todos tienen que ver con frenar el maltrato y el ajuste sobre el sector, ante una política cruel que afecta a todos los actores del circuito. “Reclamamos que se actualicen los aranceles, que se contemplen otros criterios para las auditorías. El tema de las prestaciones está en una etapa crítica: las instituciones están cerrando”, advirtió.

El embate contra el sector es tal que está generando un nivel de unidad inédito: “En Córdoba, prestadores, instituciones, profesionales independientes, familias, personas con discapacidad, estamos todos muy unidos. Estamos todos trabajando a la par. Es algo que nunca había sucedido. Nos unió el espanto”, resumió Els.

Franco Muscio, terapista ocupacional al frente de un centro de día en la zona de Sierras Chicas, se acercó a la capital provincial para participar de la protesta. “El servicio es cada vez más precario, una situación alarmante y angustiante y un Estado nacional que no da respuesta. Este año es imposible sostener las prestaciones. Cada vez hay más recortes. No sé cómo vamos a seguir. Las familias son las más perjudicadas”, sentenció ante las cámaras. “Sin espacios como los nuestros, se pierde calidad de vida. Hace diez años que estoy en esto. Nunca había pasado algo así”.

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