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Ni derechos ni humanos

La campaña de Burson-Masteller para la dictadura argentina. Hace dos meses un equipo de investigadores encontró en la cancillería los documentos que prueban en qué consistió el trabajo de esta agencia para ocultar los crímenes de la dictadura. Detallan qué hicieron, quiénes y por cuánto.

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La campaña de Burson-Masteller para la dictadura argentina. Hace dos meses un equipo de investigadores encontró en la cancillería los documentos que prueban en qué consistió el trabajo de esta agencia para ocultar los crímenes de la dictadura. Detallan qué hicieron, quiénes y por cuánto.


La campaña ideada por Burson-Marsteller revela los alcances de las llamadas “relaciones públicas”. Un plan destinado a controlar periodistas y opinión pública. Acá se pueden descargar libremente los archivos, en formato .zip (114.9Mb).

El plan para neutralizar las denuncias de violaciones de derechos humanos de la dictadura fue diseñado por la agencia internacional Burson-Marsteller, incluyó el trabajo de dos empresas asociadas –una con sede en México y otra en Argentina- y el cobro de 5.486.000 dólares, además de porcentajes sobre los gastos de publicidad y propaganda. Así surge del análisis de los documentos hallados por la Comisión de la Memoria de Histórica de la Cancillería argentina, dirigida por la investigadora María Teresa Piñeiro.

Fue en octubre pasado cuando se difundió el hallazgo de estos documentos y desde entonces MU se dedicó a investigar la información contenida. Su lectura permite no sólo reconstruir quiénes trabajaron y qué hicieron, sino también cómo. Y esa metodología sigue tan vigente que conviene conocerla para reconocerla en las operaciones de prensa que hoy inundan los medios comerciales. 

Imagen del dictador

El primer documento está fechado el 8 de junio de  1976. Ubiquémonos: la dictadura había usurpado el poder apenas dos meses antes. El ministro de Economía José Martínez de Hoz fue el responsable de contratar los servicios de la agencia Burson-Marsteller, con un objetivo concreto –diseñar la imagen en el exterior de la dictadura argentina- y una urgencia específica: la primera gira del ministro de Economía “a Nueva York, Washington, Canadá y países europeos”, según se detalla en el “plan a corto plazo”. En el largo, el trabajo se extendía a varios países, que fueron repartidos entre las agencias asociadas a Burson Marsteller de la siguiente manera:

Comunicaciones Interamericana S.A., con sede en México, se encargaría de Japón, Estados Unidos, Bélgica, Países Bajos, México, Colombia, Canadá y Reino Unido.

La argentina Diálogo haría lo suyo en Suiza, Alemania, Italia, Brasil, Venezuela, España y Francia.

Burson Marsteller detalla los objetivos de este plan, entre ellos:

“Difundir la realidad de los hechos de la Argentina, afianzando sus logros en esta nueva etapa de vida institucional”.

“Neutralizar y desvirtuar posibles campañas periodísticas negativas”.

“Propender al fortalecimiento  universal de la confianza en el país y sus autoridades”.

Para alcanzarlos, la agencia se comprometía a entrenar funcionarios, organizar conferencias y a elaborar contenidos de publicidad y propaganda, entre otras tareas. El contrato especifica que “el gobierno argentino asume la responsabilidad de la información que proporciona a Burson-Marsteller para su difusión pública”.

Otros detalles:

Burson Marsteller fija domicilio en Florida 878, 4 piso, oficina 15 de la ciudad de Buenos Aires. El contrato lo firman James Cassidy, vicepresidente y Robert Benjamín, presidente de Comunicaciones Internacionales.

Tiene dos anexos, fechados un día después: el 9 de junio de 1976.

Cada uno detalla las responsabilidad de las agencias asociadas.

La mexicana Comunicaciones Interamericana S.A. se compromete a “reunirse con las autoridades para diseñar los objetivos”, “designar al personal” que se hará cargo de ejecutar el trabajo, “iniciar estudios de grupos de opinión” para diagnosticar así los problemas a enfrentar, “analizar qué se publica” en la prensa extranjera sobre la dictadura “y establecer un sistema de respuestas”, y “revisar las publicaciones en la prensa escrita” con el fin de “determinar actitudes de los medios”. Finalmente, trazará  un plan “a fin de corregir los informaciones tanto negativas como falsas” .

En la parte final de este anexo detalla sus antecendentes: ha hecho trabajos similares para Dow Chemical (una de las empresas agroquímicas más grandes del mundo), el gobierno de Canadá, Brittish Airways y el Congreso Eucarístico Internacional.

Por su parte, la agencia argentina Diálogo, detalla en su anexo sus prestaciones, destinadas a “evitar posibles distorsiones en la publicación en el extranjero de hechos nacionales que puedan afectar el perfil adecuado”.

El trabajo incluye:

“Mantener permanentemente un equipo periodístico para elaborar profesionalmente las noticias suministradas por la Secretaría de Comunicaciones y adecuarlas al lenguaje y simbología de cada uno de los países mencionados”.

Realizar material fílmico, folletos, spots radiales, afiches, etc. e “instruir a los distintos organismos del Estado para el empleo del material y controlar duranta un período no inferior a 6 meses su correcto empleo”.

En las acciones de “propaganda” detalla que su tarea es “crear, planificar y ejecutar una campaña de propaganda que responda fielmente al perfil de imagen. Dicha campaña será realizada en la República Argentina por personal especializado”.

El plan elaborado por Diálogo incluye “un informe  mensual sobre la situación que presente la imagen argentina en el exterior, ponderando y evaluando resultados”, así como “comunicar las ofensivas y/o contraofensivas que se efectúen por otros sectores interesados y proponer los actos que se consideren necesarios para contrarrestar dichas acciones”.

El siguiente documento está fechado un día después y es una “carta aclaratoria” que tiene una “única finalidad”: garantizar “la seguridad del secreto de la presente contratación”.

Los servicios de Diálogo son por un año. A cambio, recibió un millón de dólares, más el 15% del total de los gastos de ejecución del plan, en concepto de honorarios.

Los pagos, según especifica el contrato, se emitieron “a la orden indistinta” de sus dos socios gerentes: el doctor Horacio Odonnell (hoy destacado miembro de la Coneau) y Héctor Del Piano, ambos firmantes del contrato.

Diálogo cumplió con su contrato, pero no lo renovó. Los motivos los explica por primera vez Héctor Del Piano en la nota que se publica en las páginas siguientes.

Lo hecho

El 20 de julio de 1977 se publicó en el Boletín Oficial el nuevo organigrama de la Secretaria de Comunicaciones: un sofisticado diseño, que incluye el Centro Piloto de París, la oficina controlada por la Armada en tiempos del embajador Tomás de Anchorena. Ubiquémonos: a mediados de 1977, las denuncias por violación de derechos humanos se habían multiplicado y los diarios europeos informaban de la situación argentina. El escenario se agravará en diciembre de ese año con el secuestro y asesinato de las monjas francesas, Alice Domon y Léonnie Duquet.

¿Fue parte del plan ideado por Burson-Marsteller la creación del Centro Piloto? No hay respuesta, pero sí algunas pistas en el documento fechado en agosto de 1977 y firmado por el capitán de fragata Roberto Pérez Frojo, director general de Prensa y Difusión de la dictadura.

Frojo refiere al fracaso del plan de Burson-Marsteller cuando menciona “las experiencias negativas en alguno países  resultantes de las acciones de agencia extranjeras contratadas, las visitas de grupos de periodistas extranjeros programadas y la imposibilidad de penetración directa en los medios de comunicación”. Sin duda, las agencias habían cumplido con su trabajo, pero el resultado no fue el esperado. Los periodistas extranjeros que llegaron a Argentina se encontraban con la realidad. Además el impacto de las denuncias llevaron a varios medios a rechazar la publicidad de la campaña: ni por plata aceptaban difundir las “bondades” de la dictadura argentina.

Frojo da instrucciones en ese documento para intentar revertir la situación: “Los términos que se deben emplear cuando se haga referencia a la subversión deberá ser ‘bandas terroristas’, sin mencionar subversión marxista (como solía hacerlo Videla) ni otros términos que lleven a la confusión en el exterior”.

Ese documento informa del cese de la campaña en algunos países, pero el trabajo de Burson-Marsteller continúa: el 8 de agosto de 1977 renueva el contrato, pero limitando su trabajo a Estados Unidos, Reino Unido, Japón, Canadá y Alemania. A cambio recibe 572 mil dólares.

Burson-Marsteller designa a Victor Emmanuel como representante, el único que declaró luego algo al respecto. Naomi Klein, en su libro La doctrina del Shock lo cuenta así:  “Victor Emmanuel, el ejecutivo de Burson-Marsteller que estaba a cargo de vender al mundo el nuevo régimen favorable a las empresas de la dictadura argentina, le contó a una investigadora que la violencia era necesaria para abrir la economía “proteccionista, estatista” de Argentina. ‘Nadie, pero nadie, invierte en un país envuelto en una guerra civil’, dijo, admitiendo también que no fueron solo guerrilleros quienes murieron. ‘Mucha personas inocentes probablemente fueron asesinadas’, le contó a la investigadora Marguerite Feitlowitz”.

El plan maestro

El 22 de octubre de 1976 Burson-Marsteller había entregado su plan en un documento de 155 páginas titulado Un programa de Comunicaciones Internacionales para la Argentina. Se trata de una pieza clave, que debería convertirse en material de estudio, análisis e investigación. Representa un ejemplo de las llamadas “relaciones públicas” que hoy siguen operando a favor de corporaciones que quieren dominar medios, gobiernos y opinión pública.

El documento tiene una primera parte titulada Situación que da cuenta del resultado de una investigación entre “400 individuos” de “8 naciones” a los que les pidieron opinión sobre Argentina. La conclusión: “Si hubiéramos de emplear una sola palabra la actitud de la mayoría de las personas que participaron de la encuesta Burson-Marsteller sobre la Argentina esa palabra debería ser precaución”. Admite que “muchos periodistas consideran al gobierno argentino como opresor y represivo, una institución militar dictatorial que merece ser condenada”, pero a la vez señala que “la campaña de la Argentina, exitosa en gran medida, para eliminar el terrorismo organizado de izquierda y para restablecer el orden y la tranquilidad, ha traído consigo una nueva medida de respeto en el mundo”.

La conclusión es que “el gobierno de Videla debe proyectar una nueva imagen progresista”. Entiende como escollos a superar “los asuntos del terrorismo y derechos humanos, el alegado antisemitismo y el aislacionismo”. Recomienda entonces “efectuar trabajos de cimentación, de asegurar que se comunican los mismos mensajes en todos los lugares del mundo”. Para lograrlo “Burson-Marsteller y el gobierno deben trabajar como una unidad cohesiva”.

Luego detalla el plan operativo, en el que trabajarán nueve oficinas de Burson-Marsteller. Bajo el título Estrategia describe tres categorías:

Experiencia personal.

Testimonio personal.

Apoyo de terceras partes.

Se trata del ABC de las relaciones públicas. No sirve hablar bien de uno mismo, sino lograr que otros hablen bien de uno y la forma de lograrlo es a través de estos tres canales que son los que permiten llegar “a los que influencia el pensar”: periodistas, personalidades, educadores. Resalta Burson-Marsteller: “No estamos mirando a la prensa como un conducto para transmitir un mensaje específico sino más bien como un auditorio en sí”.

En el capítulo Herramientas propone “algunas materiales básicos” para lograr el objetivo. A saber:

“Un equipo de prensa argentino”.

“Un paquete de literatura básica”.

“Una biblioteca básica de fotografías y películas”.

Así se construirá el contenido que permitirá tener “un firme control sobre la clase de información a diseminarse bajo este programa”.

En otro capítulo detalla la necesidad “de vincularse con las embajadas” de los 8 países en los cuales Burson-Marsteller concretará este plan. En cada una realizará “los servicios de asesoramiento y consejo referentes a temas sensibles. Esto incluirá el terrorismo y los derechos humanos”, especifica.

Objetivo: periodistas

En los capítulos que desarrollan la ejecución del plan se demuestra que son los periodistas y no los medios los objetivos del trabajo. Caracterizado como el grupo más antagonista al gobierno de Videla, Burson-Marsteller se propone lograr que “periodistas de jerarquía” hablen bien de Argentina. Luego, da una lista de los nombres seleccionados en cada país, caracterizando a cada uno brevemente, así como al medio para el cual trabaja y el impacto que tiene lo que escribe. Son casi 50 páginas con detalles específicos sobre cómo debe recibírselos, quién debe hacerlo, qué material se entregará, qué lugares visitará y hasta cómo se inventarán preguntas, con personas que “actúen” de periodistas, todo dirigido a impactar al invitado.

Luego, se detallan los avisos publicitarios que se harán y las tarifas de los medios en donde serán publicados.

Otro capítulo es sobre cómo trabajarán con los operadores turísticos, de cara al Mundial 78. También proponen “un entrenamiento en comunicaciones” (media training) para funcionarios y ofrecen detalles de su puesta en escena.

Un apartado especial es el tema “del terrorismo”. El tema es clave, asegura Burson-Marsteller “no solamente porque la manera en la que se maneja determinará el éxito o no del presente gobierno, sino también porque involucra la preocupación mundial por los derechos humanos y las libertades civiles”. Y precisa: “el terrorismo y la manera en la que Argentina los elimina son los únicos problemas que crean la barrera entre el gobierno de Videla y el mundo libre”.

Aconseja, entonces, que para eliminar ese problema la represión debe realizarse “con justicia y ecuanimidad y con plena consideración de las libertades civiles y los derechos humanos. En caso contrario, la represión evoca memorias de la Gestapo en la Alemania nazi, el ‘para’ en Argelia o la policía británica en Palestina”.

A continuación afirma que “las campañas de la subversión están bien financiadas” y que “deben ser enfrentadas de dos maneras” que, admite “son más fáciles de decir que de hacer”. Una es respetar los derechos humanos y las libertades civiles y otra “utilizar las mejores habilidades de la comunicación profesional”. De esta propuesta surge, nada menos, que el slogan Los argentinos somos derechos y humanos.

Los capítulos siguientes detallan el plan de actividades de comunicación y propaganda especialmente diseñados para el Mundial de Fútbol de 1978.

Los responsables

Por último detalla la nómina responsable de todo el plan:

A la cabeza William Nollan, vicepresidente ejecutivo de Burson-Marsteller.

El supervisor general del equipo es Wayne Kurlinski, de quien destaca su actividad académica en diferentes universidades de los Estados Unidos.

El equipo de Norteamérica está a cargo de  Ken Huszar, quien trabajó para el Chase Manhattan Bank y preparó los discursos de David Rockefeller, entre otros antecedentes destacados.

El equipo latinoamericano está encabezado por Robert Benjamin, presidente de Comunicaciones Interamericanas S.A.

Su enlace y coordinador es el periodista Carlos Acuña, quien trabajó en los diarios La Prensa y en La Nación. Años después se convirtió en el director de El Informador Público y en el autor de libro Vertibisky: de La Habana a la Fundación Ford. También fue dos veces testigo del general Menéndez en los juicios que lo condenaron por delitos de lesa humanidad.

Carlos Acuña falleció en octubre de 2013. En vida fue merecedor del premio Santa Clara de Asís que otorga la Liga de Madres de Familia a profesionales y medios “que se hayan destacado por la difusión de valores intelectuales, morales y estéticos en la promoción y defensa de la dignidad de la vida humana”.

La agencia Burson-Marsteller renovó su contrato tres veces más, prolongando su trabajo para la dictadura hasta fines de 1980.

Trayectorias

Según la organización Source Watch, del Center for Media and Democracy, entre los clientes de Burson-Marsteler figuran  el denominado Congreso Nacional Iraquí, creado por el gobierno de Estados Unidos para preparar el derrocamiento de Saddam Hussein, los gobiernos de Indonesia y las Filipinas, el ministerio de Economía de los Estados Unidos, empresas vendedoras de implantes de siliconas, tabacaleras asediadas por demandas de ex fumadores, compañías petroleras que se opusieron a un impuesto con el que el ex presidente Bill Clinton se proponía enfrentar el problema del calentamiento global y, a través de empresas controladas, las campañas presidenciales de George W. Bush. Entre sus clientes en la Argentina figuran Ford, Nextel, Walmart, Danone, la Sociedad Rural y Monsanto.

En abril de este año fue nombrada gerente general en Buenos Aires la periodista Encarnación Ezcurra, quien trabajó durante 15 años en el diario La Nación. Encarnación –que lleva el nombre de la más notable de su familia, la mujer de Juan Manuel de Rosas, considerada por algunos historiadores como la primera periodista argentina- es hija de Ignacio Ezcurra, el enviado del diario La Nación a cubrir la Guerra de Vietnam que desapareció el 8 de mayo de 1968 en las inmediaciones de Saigón. En un informe especial que realizó el portal Diarios sobre Diarios acerca de este periodista, su hija Encarnación escribió: “Todavía hoy, casi 40 años después de su muerte, cada tanto alguien me dice que definió su vocación por el periodismo por mi padre. No sé cuál será el mensaje que les llegó de él. Puedo decir qué me dejó a mí: no importa cuánto hayan cambiado los hábitos de los periodistas, cuánto hayan mutado su indumentaria y su marketing, que los invada la nostalgia o el cinismo, yo sigo creyendo que, sin toda la hojarasca, el motor de este oficio es ese impulso que lleva a buscar la verdad aunque cueste la vida”.

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Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

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La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.

Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.

Fotos: Juan Valeiro.

Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos. 

“Pan y circo”, dice. 

Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro. 

Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.

Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.

Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.

Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

El poco pan

La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:

“Si no hay aumento, 

consiganló, 

del 3% 

que Karina se robó”. 

Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”. 

Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”. 

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

El mucho circo

Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes. 

Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena. 

“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial. 

Silencio. 

“¿Me pueden decir sí o no?”. 

Silencio.  

Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.

Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”

“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.

La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival. 

Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:

  • “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
  • “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
  • El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.

El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.

Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

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Artes

Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

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La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.

Por María del Carmen Varela.

«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).

En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.

El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.

Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.

“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.

Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

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Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

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A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.

Por María del Carmen Varela

Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.

Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.

Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.

Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.

El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.

Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.

Continuará.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

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