CABA
El trabajo se defiende
Los gremios frente al ajuste. ¿Cómo se ve el nuevo panorama político desde los sindicatos? Dudas, certezas, autocríticas, sorpresas, nuevos desafios, la relación con el Estado y con las divisiones gremiales. Y las propuestas hacia el futuro.

Claudio Marín, de Foetra
La nueva etapa política le recuerda a Claudio Marín una película: Marte ataca. “Estamos como en esas escenas donde los marcianos habían aprendido a repetir ‘¡Venimos en paz!’, ‘¡No huyan! ¡Somos sus amigos!’, mientras liquidaban a todo el mundo muertos de risa”.
¿Cómo pensar la Argentina hoy desde lo sindical? Esa consulta abrió las charlas que aquí se reflejan, un aporte de miradas y pistas diversas para intentar comprender algo del ADN del presente. Pero nada es extraplanetario en estos tiempos, en los que tal vez muchos intuyan que lo marciano es andar por ahí haciendo semejantes preguntas.
La idea más peligrosa
Consúltele usted cómo anda, y escuchará una respuesta sin cabellos en el lenguaje: “Como el culo”. Claudio Marín es secretario adjunto de FOETRA, sindicato de las telecomunicaciones. En su despacho hay fotos de Cristina Fernández y un reloj derretido a lo Dalí. Aclara: “En lo personal ando bien, pero los que militamos en los 70 no pensábamos que iba a haber un período como el kirchnerista, que nos tomó de sorpresa: recuperar la idea de que el accionar social puede transformar la realidad en beneficio del conjunto. Y que eso es la política. Fue el logro más grande de esa etapa. Y va más allá de haber votado o no a Macri: todos piensan que si todos hacemos algo, se va producir un cambio social y político”.
Para Marín “esa es la idea más peligrosa que enfrenta el neoliberalismo. Si la gente va a resistir o no el ajuste, más allá del rol que tengamos los malos o buenos dirigentes. Lo que quieren hoy es que la gente se quede en la casa y no joda, para que los políticos hagan lo que se les cante”.
¿Y entonces? “No podemos sólo defender lo conquistado. Tenemos que ir por desocupación cero, eliminar el terciarismo y la precarización laboral. El gran error sería replegarnos. Pero necesitamos una política para la gente, si queremos unidad. Se necesita ir por más, porque si no cometeríamos el mismo error de los últimos años del kirchnerismo. Decir: ‘Me tienen que agradecer lo que les di’. Eso es una cagada. La gente no tiene que dar las gracias. Solamente es un cachito de justicia”.
Un cálculo: “Nuestros representados ganan en promedio 23 mil pesos mensuales. ¿Está bueno? Sí. Pero las empresas ganan 250 mil ó 300 mil pesos por cada trabajador. Entonces hay que tornar más clara la injusticia: lo que parece bueno es una migaja”.
Sobre los conglomerados sindicales (tres CGT y dos CTA): “Siempre que hay posiciones irreductibles, hay intereses contrapuestos en el plano material, y defensas corporativas. Además, desde los 90 muchos dirigentes no son solamente la polea de transmisión de una ideología dominante: son la clase dominante, empresarios. Eso no es ilícito, lo incompatible es estar de los dos lados del mostrador”.
Marín es secretario gremial de la CTA de los Trabajadores (Hugo Yasky) y cree que otro error kirchnerista fue “la ausencia del movimiento obrero organizado, su política y su visión. El gobierno tuvo una impronta de clase media, a veces hasta gorila, por ejemplo cuando se hablaba de la tendinitis de los del subte o de que los maestros trabajan poco. O nos cagaba a pedos a los que estábamos ahí sosteniendo los trapos. Cuando Cristina se fue, no hizo una sola mención a los dirigentes”.
De todos modos Marín sigue aguantando los trapos, y calcula que habrá un barajar y dar de nuevo en el sindicalismo. “Puede haber procesos de unificación con sectores de la otra CTA. Con el gobierno va a haber conflicto, seguro, y negociación. Pero no vamos a contar con el Ministerio de Trabajo, que es muy fuerte en la lógica del conflicto. Veremos cómo termina jugando”.
Una aspiración: “Transmitir experiencia, generar la idea de que las cosas se pueden cambiar para mejor, y que eso no te abandone en toda la vida”.
Espantos y afectos
Hugo Godoy y Julio Fuentes son secretarios general y adjunto de ATE-Nacional, entidad que convocó al primer paro de 2016 contra 20.000 despidos de empleados estatales. A Godoy le dicen Cachorro: era el preso político más joven en la Unidad 9 de La Plata, durante la dictadura por su participación en la UES y Montoneros.
Ambos, tras 16 horas de reuniones, accedieron a unos tés, galletitas de agua y revisaron ante MU un dilema borgeano: “Hay que reinventar experiencias de unidad de la clase trabajadora. Pero si lo que nos une frente al actual gobierno es el espanto, estamos condenados al fracaso”, explica Godoy.
ATE-Nacional integra la CTA Autónoma (Pablo Micheli), pero Cachorro amplía el horizonte: “Pienso también en la cantidad de cuerpos de delegados, casos como la ex Terrabusi, la Unión Ferroviaria, Zanon, seccional Merlo del Sarmiento, Metrovías, pienso en experiencias de democracia, debate colectivo y lucha callejera para reinventar la unidad de los trabajadores y que incluya a sectores negados por el sistema: informales, desocupados, subocupados. Aspiramos a que la CTA sea una referencia, pero sin poner el carro delante del caballo, ni un sello predeterminado. Lo que se necesita es que cada lucha popular triunfe”.
Fuentes: “Tenemos que recuperar la capacidad de cambiar. Los grupos económicos trasnacionales y locales están en permanente movimiento, por encima de los Estados, e incluso poniendo gobiernos y funcionarios, como en Argentina, México o Colombia. Sin capacidad de transformarnos, todo va a costar mucho”.
Cachorro: “Para eso necesitamos libertad y democracia sindical, no el unicato: solo el 17% de las empresas privadas tienen cuerpos de delegados elegidos de forma directa por los trabajadores. Segundo, la autonomía con respecto a los patrones, los estados y los partidos, para que la democracia no se articule desde arriba sino desde las propias organizaciones. El socialismo fracasó porque el partido revolucionario que expresaba a la clase trabajadora, terminó subordinándola. En el peronismo también: el proyecto lo expresa la política de Estado, y el que se sale de esa lógica es considerado un enemigo”.
Fuentes: “Es una tragedia del progresismo. En estos 10 años no se les dio poder a las organizaciones del pueblo, les dieron cosas. Siguieron entendiendo que el sujeto del cambio era el Estado y no el pueblo o la clase trabajadora organizada, que queda como espectadora de lo que hacen otros, no como protagonista”.
Godoy: “No creo que el pueblo se haya derechizado, sino que para expresar su disconformismo se votó lo único que había a mano. Hemos pasado por situaciones que implican un profundo cambio individual y de conciencia: se nos quemaron todos los libros. Siempre aguantamos, resistimos, pero la diferencia cualitativa hoy es que estamos discutiendo cómo gobernar una experiencia que sea victoriosa para el pueblo. Y eso alimenta la reunificación de los trabajadores no sólo para resistir sino para construir y crear algo nuevo”. Pero si no los une el espanto, y se quemaron todos los libros, ¿qué puede unirlos? “La libertad, la autonomía, y los afectos”, dicen, mientras siguen organizando el paro nacional.
De a uno
Raúl Godoy, obrero de FASINPAT (Fábrica de Obreros Sin Patrón, ex Zanon, Neuquén) es integrante del PTS en el Frente de Izquierda y diputado provincial: “Está lleno de funcionarios que cobran más de 60 ó 70.000 pesos, tienen jubilaciones de privilegio, y dicen: ‘¡Che, qué desmedidos los aumentos que piden los trabajadores!’ o ‘consuman menos’, o ‘no hay recursos’”.
Renunció a la jubilación de privilegio y cobra lo mismo que como trabajador: la diferencia va a fondos de huelga o causas mapuche, por ejemplo. Rareza: al culminar su mandato como secretario general del gremio ceramista, volvió a Zanon como uno más: “Me hace bien, me encanta estar en la línea de producción”.
“El gobierno favorece a las multinacionales. Bajaron las retenciones mineras, lo último que faltaba regalarles, mientras destruyen el ambiente y saquean los recursos. Pero le sacan a los trabajadores vía devaluación, inflación, paritarias a la baja, con capitostes sindicales que juraban la vida por Cristina y hoy acuerdan con el gobierno a cuatro manos”, explica.
Cree que los trabajadores están divididos por arriba. “Hasta pasó con la CTA. Por eso es tan importante construir organización desde abajo, y recuperar la bandera de la unidad de acción para frenar el ajuste, los despidos y suspensiones. Pensá que la mitad de los trabajadores no tiene representatividad sindical, y los que tienen, están muchas veces en sindicatos regenteados por burócratas. Moyano jamás va a manejar un camión, y es el ejemplo del que está en sus negocios y a los tiros con otros sindicatos, como pasó aquí con los petroleros”.
Otro asunto: “Se creó en esta década una cultura de militancia estatal o paraestatal. Todo venía desde arriba, vía ministerios o funcionarios amigos. Generó expectativa pero eso desarmó muchas organizaciones. Hoy no es suficiente que haya reflexiones en las plazas. Si no juega y se afirma la clase obrera, nos van a ir golpeando de a uno, incluso a las gestiones cooperativas”.
El gobierno planteó que cada dirigente sabe hasta dónde le aprieta el zapato para pedir aumentos. “Yo diría que hay que sacarse el zapato, que es el corset y el chantaje de decirte que si pedís aumento va a haber desempleo, mientras se la dan toda a las corporaciones. Tenemos que fortalecernos en cada lugar de trabajo y en las calles, para que no nos lleven puestos”.
Panorama desde el kiosco
Omar Plaini es secretario general de SIVENDIA, el sindicato de canillitas que experimenta en bolsillo propio qué significa la concentración cuando se trata de corporaciones como Clarín y La Nación. En su despacho hay fotos del matrimonio Kirchner, de Scioli, de Perón y una de Germán Abdala: “Uno de los más grandes dirigentes de la historia del sindicalismo, el mejor que he conocido”.
Panorama desde el kiosco: “El gobierno de Cristina decía que los empresarios la juntaban con pala, pero no los obligaron a generar un solo empleo en los últimos cuatro años, pese al crecimiento que hubo, y mientras tanto ella se distanció de los trabajadores. Con respeto por la juventud, con los patios de la Casa Rosada no alcanza. Pero aun así, era un modelo nacional y popular. Hoy es un gobierno de empresas. Y cuando gobierna el mercado, se perjudican los vulnerables”.
Sostiene Plaini: “Con Kirchner era otra cosa. Los primeros años de Cristina fueron muy buenos. Pero desde 2011 se cortó el diálogo con el movimiento obrero y empezó la división que llegó a la CGT y a la CTA. Nos acusaron de ser hasta saqueadores, y el gobierno se apoyó en la burguesía nacional que fue la primera que lo traicionó. Lo de siempre: el poder económico mama la teta del Estado. Si no puede, vende sus empresas. Y si no, van a la timba del dólar. Especulan a favor de ellos y los platos rotos los pagamos nosotros”.
Resultado: “No hubo reforma tributaria, no se tocaron las leyes de entidades financieras ni de inversiones extranjeras, se agudizó la asimetría salarial, aumentó la concentración económica. Y el impuesto a las ganancias se lo cobraron a los trabajadores, no a las corporaciones. Esas peleas las tenés que dar con el movimiento obrero. No sé si no se pudo o no se quiso. Y ahora peor, se le está dando más poder a sectores concentrados y agroexportadores, hay una fenomenal transferencia de recursos y se va a agrandar el déficit fiscal con deuda rompiendo algo bueno de lo anterior: el desendeudamiento”.
SIVENDIA está en la CGT de Moyano. “Él construyó un gremio poderoso como Camioneros, con apoyo de sus bases, y ejerce ese poder. Políticamente se le pueden discutir sus actitudes”. ¿Y que tenga empresas? “Nunca hablé con él de ese tema. Pero si 149 trasnacionales manejan el 50% de la riqueza del mundo, en un proceso de concentración global, no me quedaría discutiendo sobre dirigentes. No somos la causa del problema”.
Plaini comenta que Clarín no sólo está quedándose con distribuidoras de diarios, sino que deglutirá a Editorial Atlántida, y que avanza sobre la desregulación del sector (que los diarios se vendan en cualquier lado), lo cual amenaza aún más a los canillitas, que no son comerciantes sino trabajadores. “Es el síntoma de una cartelización. Como contrapartida general, veo que hay más de 3.200 organizaciones sindicales de base, muchísima gente joven incluso en nuestro gremio, dispuesta a defender lo suyo. Creo que se ha enriquecido el movimiento sindical y que cada vez menos un consejo directivo o un dirigente va a poder hacer las cosas sin tener que dar explicaciones a sus bases. Lo que no podemos aceptar es que la concentración avance sobre los laburantes”.
Rubios & morochos
Roberto Pianelli, Beto, secretario general del gremio de subterráneos y premetro, confiesa que lo bajoneó el triunfo de Cambiemos, y que sufre la grieta en su propia familia. “Mi mamá hace 10 años no podía pagar las expensas ni podía jubilarse porque le faltaban años de aportes. Se jubiló gracias al kirchnerismo. Es peronista. Pudo viajar a Cuba, por ejemplo. Pero se pasa el día mirando TN y odia a Cristina. La odddiaaaa. Entonces, ¿cómo es la cosa? Creo Cristina puso la vara muy alta, y que mucha gente la odia por mina”.
Más allá del gremio de hijos azorados, Beto percibe una amenaza a todo lo sindical. “Hay que unirlo todo. Desde el PO hasta Moyano”.
Realidad: “Hasta ahora, ni siquiera entre las dos CTA podemos discutir todo esto”.
Paritarias: “Sólo por sentarte a hablar, el piso era la inflación del año anterior. El Estado te lo garantizaba. Eso se acabó. Se viene una redistribución de la riqueza al revés: regresiva, contra los trabajadores. Pero resulta que no funciona lo que decía Lanata, que la gente aceptaría ganar un 10% menos. Parece que la gente se enoja, hace lío, y hay que cagarlos a palos. Y tenés una cadena nacional mediática donde las 24 horas te dicen: coma caca”.
Aclara: “Macri va a servir mientras pueda aplicar la política de los grupos de poder. Si no le dirán: chau papá. Y si el rubio no sirve, pondrán al morocho que aplique el plan. Nada nuevo”.
Cree que hay que discutir el enriquecimiento de ciertos gremialistas: “No porque sean millonarios. Pero si gana lo mismo que yo, y yo no tengo un mango, ¿él de dónde la sacó? El problema es que se vive ese enriquecimiento como algo normal, pero es un choreo”. Calcula que en estos años hubo 5 millones de nuevos obreros, que los sindicatos se inflaron, ganaron más. “Pero esa gente no entró en la vida sindical. ¿Para qué comprarse un problema? Eso tiene que cambiar”. Dice que ha ido perdiendo la capacidad de soñar: “Pero hay que pensar una nueva hegemonía sindical, innovadora, que rompa las concesones de la burocracia más empresarial… eso será un sueño”.
¿Cómo imagina esa unidad sindical de la que habla? “Uno: paritarias libres y aumento de los planes sociales y jubilaciones. Dos: parar los despidos. Tres: no a la represión. Cualquier acción por esos tres puntos es buena. Vamos a tener conflictividad gremial, y también entre los gremios. Como siempre, habrá que ver si ganan los malos o los buenos. Y habrá que ganar, porque nadie va con los que pierden”.
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
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