CABA
#AbortoLegal: Crónica en vivo desde adentro del Senado (actualizada)
Por Pablo Marchetti desde el Senado Nacional.
El frío de la historia
Habla al país la senadora Silvina García Larraburu. Esa cuyo nombre conocimos en los últimos días. Esa que había dicho que votaba con el resto de les 9 integrantes del bloque del Frente Para la Victoria. Esa que había comprometido su voto a favor. Esa que después se fue de viaje. Esa que volvió a la vida pública como “pro vida”.
García Larraburu arrancó victimizándose. Le dedicó su
discurso a quienes, dijo, viralizaron su número de teléfono. A quienes llenaron de amenazan su whatsapp. Y siguió con justificaciones que ya no le importan a nadie.
En el Salón de las Provincias todo el mundo está en otra. El
clima entre partidaries del aborto legal es de resignación y angustia. ¿Qué hacer?, es la pregunta leninista roja adaptada al feminismo verde. Se habla de pañuelazos, de cacerolazos, de llamados a un referéndum.
Nunca nadie soñó con que alguna vez se podía llegar a este
momento. Pero si sos El Porvenir y llegás a jugar la final del Mundial de Clubes contra el Real Madrid, la querés ganar aunque nunca hayas soñado siquiera estar ahí.
Aquí los celeste antiderecho son pocos. Y no festejan. Hay
una mezcla extraña en ese no festejo. Por un lado, no se festeja
cuando uno retiene un poder que considera que, por derecho, es propio. Por otro, el triunfo feminista consistió en volver vergonzante el voto
celeste.
Está claro que hay fanáticos fetistas, el ala dura del
albinismo, que celebrará con lanzamiento de fetos lo que considerarán un triunfo histórico. Pero quienes ven políticamente las cosas con un poco más de visión de futuro entienden que no es mucho lo que hay para festejar.
A los celeste antiderecho no los une el amor sino el espanto. No están aglutinados por un proyecto sino por la oposición, por el
rechazo a una ley. Puestos a construir, existirían fisuras entre
quienes quieren quemar a las pibas que abortan en plazas públicas y quienes piensan que no debe penalizarse ni a la mujer ni al médico o a la médica que practica un aborto.
La discusión que se abrió en la sociedad es un llamado de
atención a construir consensos sobre un tema que existe y es grave. Pero les partidaries del aborto legal no lograron capitalizar estas contradicciones. Les antiderecho cerraron filas y se mostraron como un bloque sólido con una identidad clara (el ser “pro vida”) cuando era gente que pensaba distinto sobre un mismo tema.
El resultado está cantado: 38 a favor, 31 en contra, dos
abstenciones, una ausencia. El senador por Santa Fe Omar Perotti, que se abstiene, insiste en que presentará su proyecto alternativo, al que define como la implementación en todo el país del protocolo de Rosario. Algo es algo.
En este momento cualquier cambio cotiza en alza. Así de
difícil está todo. Afuera llueve y bajó violentamente la temperatura. Hace frío y cada vez se hace más difícil estar en la calle. A nadie le importa.
Lo bueno de esta noche de hastío y de frío es que en la
calle, la gente aguanta porque lo tiene claro. Es una noche difícil
para hacer historia. Pero no hay más remedio que hacer historia.
La historia se construye en noches difíciles. De frío y de
lluvia. Y en la calle.
Y en eso llegó Norita (19:00)
Murmullo permanente, el discurso de senadores que sale desde una pantalla, periodistas que se cruzan datos, gente que pide un
tomacorriente o un cargador de celular, voces que se entrecruzan.
Cada tanto, algún senador o senadora que se para frente a las cámaras, frente a los camarógrafos de varios canales (una fila de diez, con trípode), con el panel con el logo del Senado (acá no hay esponsors) y una bandera argentina, y habla, rodeado de periodistas con micrófonos y celulares.
Mientras tanto, el tedio: los camarógrafos que mandan
mensajes por whatsapp, algún periodista que escribe, mucha gente que rosquea lo que venga. No hay mucho más para contar sobre la bóveda de mármol. Las banderas de las provincias, los bustos de algunos próceres; lo dicho, la bóveda. Y de repente, como un milagro, la vida.
Norita Cortiñas se acerca frente a las cámaras. Fue invitada
por el senador Fernando Pino Solanas y ella vino a dar su testimonio, a decir presente. Como siempre. Norita de pañuelo blanco en la cabeza y pañuelo verde en el cuello. Toda una síntesis de las luchas de las mujeres con pañuelos en la Argentina.
Norita habla de su compromiso con la causa, sobre los
distintos pañuelos, habla de las pibas, habla del futuro. Y habla
también de la Iglesia: “La Iglesia no tiene autoridad para hablar de aborto porque fue responsable de la dictadura. No cómplice:
responsable de la dictadura cívico-religiosa-militar”.
Es conmovedor verla y ver lo que genera. Ella, diminuta y
gigante, sentada en una silla de ruedas. Y a diferencia de la rutina
periodística sobre los senadores, esta vez se arma el revuelo de las pibas para escucharla.
Están las cámaras, pero hay un montón de chicas que se
acercan con sus celulares a filmarla, a grabarla, a escucharla, a
preguntarle. “Bajen los celulares”, gritan los camarógrafos. “Dejen
trabajar”, se enojan, como si el trabajo consistiera sólo en tener una cámara de un canal.
Antes de llegar, cuando venía por el pasillo, Norita se cruzó
con Gabriel Michetti. Encuentro de mujeres en silla de ruedas. “Te
quiero felicitar, me gustaría charlar con vos”, le dijo la
vicepresidenta. “Bueno, pero entonces hacé que salga la ley para que dejen de morir las mujeres”, le contestó Norita.
Michetti se puso incómoda. “Yo te admiro, más allá de las
diferencias que podamos tener”, dijo. “Aprobá la ley”, insistió
Norita. “No puedo, yo no voto”, dijo la vicepresidenta, una reconocida militante celeste antiderecho, un baluarte del albinismo. “Si vos querés, la ley sale”, insistió Norita.
Se fueron. La idea de Pino era que Norita estuviera en un
palco, para que les senadores la vieran mientras debatían. Norita
aceptó encantada. Pero no pudo ir.
¿A quién no saben quién se negó a que Norita Cortiñas pasara a un palco del recinto de la Cámara de Senadores? La presidenta de la cámara. ¿Saben quién es? Sí, acertaron: Gabriela Michetti. Eso sí, la admiración por Norita sigue intacta.
La Iglesia que ilumina (17:30)
El senador por Neuquén Guillermo Pereyra invoca a monseñor Jaime de Nevares, “don Jaime”, como lo llama, como lo llama la inmensa mayoría de los neuquinos. Y recuerda al obispo de Neuquén como una excepción: la de una Iglesia “comprometida con los derechos humanos, con la lucha de las Madres de Plaza de Mayo”.
Pereyna no cita ni La Biblia ni la Constitución Nacional, sino el Nunca Más: “Allí se cuenta cómo a las secuestradas por la dictadura se las violaba y algunas se las hacía abortar. Sacerdotes como Monseñor Plaza participaban de las sesiones de tortura. La Iglesia debería preocuparse por eso más que por el aborto”.
No creo en Dios. Pero si existe, allí donde esté, seguramente debe estar dándole la razón al senador.
La vida y la muerte (17:00)
Es un milagro que estemos vivos. El Salón de las Provincias del Senado de la Nación tiene todas las paredes de mármol, columnas de mármol y parece una gran bóveda. Para mí, eh. Hay gente que opina otra cosa. Claudia Acuña dice que parece un geriátrico.
¿Bóveda o geriátrico? Insisto: bóveda. Dudo que estemos vivos. La única forma se saberlo es ver qué pasa afuera. Salgo a la calle.
Afuera hay gente bailando, cantando. Afuera hay color, chicas maquilladas, llenas de purpurina. El verde es el gran protagonista, pero hay también violeta y muchos, muchísimos colores que rompen con la tarde gris digna de un tango.
Las chicas bailan bajo la garúa. Las chicas bailan indiferentes a la bóveda del Senado. Las chicas bailan, gritan, agitan. Ahora llueve más fuerte y las chicas bailan más, agitan más.
Cuando hablo de las chicas hablo de las verdes. Pero debo confesar que hasta en el entusiasmo celeste antiderecho hay más vida que adentro de la bóveda-geriátrico-Senado. Y no por las dos vidas que dicen cuidar: por el entusiasmo, por la música, por la pasión.
Tengo que volver al deber. Tengo que entrar otra vez en el Senado. Camino cabizbajo como quien entra un lunes de mañana en la fábrica o en la oficina patronal y ocurre el milagro. Por la calle vacía por los vallados que impiden el acceso, en silla de ruedas, chiquita y gigante, va Norita Cortiñas.
La veo, me veo, nos damos un beso, sonrío. La vida, sin dudas, está en la calle.
No pude estudiar, señorita (16:00)
El voto calificado es un argumento que históricamente esgrimieron las clases acomodadas para evitar que voten los sectores más pobres. Se dice que no deberían poder votar quienes no tienen un determinado nivel mínimo de educación, de información.
Obviamente, el sufragio universal implica el riesgo de que
voten personas que no tienen idea de qué es lo que se vota, quiénes son las candidates ni qué proponen. Queda para otro momento el debate de si la mayoría de les candidates propone algo o no. Pero es cierto que el sufragio universal puede banalizar el voto.
Sí, el riesgo es el disparate. Pero, ¿alguien puede asegurar
que con información y educación la democracia va a estar exenta de disparate? Definitivamente, es mejor correr el riesgo. Es más justo, más inclusivo. Más democrático.
El voto calificado debería ser analizado como una
posibilidad. No en el sufragio, pero sí a la hora de legislar. Que una persona vote a presidente sin tener idea qué es lo que se vota es un riesgo que la democracia debería asumir. Pero, ¿la democracia puede ermitirse el lujo de que un legislador vote un proyecto de ley sin haberlo leído?
La senadora por San Juan Cristina del Carmen López Valverde votó en contra del aborto legal. Y justificó su voto con un discurso en el recinto en el que contó que no había leído el proyecto.
Hablemos del proyecto de ley más debatido en la Argentina
durante todo 2018. Entre los tratamientos en Diputados y en Senadores pasaron unos 500 especialistas (juristas, científicos, filósofos, economistas, médicos, artistas, militantes sociales, funcionarios, etc.), mitad a favor y mitad en contra.
Se escucharon argumentos de todo tipo, les senadores tuvieron la oportunidad de interrogar a les especialistes, se escucharon todo tipo de datos y conceptos.
Aducir, como hacen algunes, la falta de “un debate en
profundidad” es una falta de respeto a toda la gente que fue a
exponer, a favor o en contra. Pero decir: “No lo leí” es directamente vergonzante. Una falta que en cualquier otro trabajo sería causal de despido.
Por suerte, esto es el Senado de la Nación.
El futuro llegó (14:30)
La senadora por Santa Fe María de los Ángeles Sacnun fue una de las más activas en las audiencias previas. Sacnún preguntó, debatió y defendió su postura firme a favor de la legalización del aborto. “Fue un debate rico, que nos permitió saber qué opinamos todos, a pesar de algunas barbaridades irresponsables, como la del doctor Abel Albino, que pone en duda el programa de repartir preservativos”, afirma.
“Vamos a seguir discutiendo y tratando de llegar a un
consenso”, dice Sacnún, diplomática. Pero aclara: “No podemos perder de vista el reclamo de la gente que está afuera, que se movilizó durante todos estos meses para exigir un derecho de las mujeres”.
Sacnún prefiere mostrarse optimista a pesar de que los
números indican que el proyecto no se aprobaría. Esto es política,
esto es el Senado, este es un territorio donde todo puede pasar. Pero está muy difícil.
El dilema ahora es hasta dónde se negocia con los
dinosaurios. ¿Es posible aún mantener una esperanza en el dictamen que no fue? O sea, habilitar la objeción de conciencia institucional y bajar de la semana 14 a la 12. Dicho así, las cosas no cambiarían mucho. Por eso mismo, es improbable que los antiderecho, que se ven victoriosos, acepten la propuesta.
Lo otro es la despenalización, sin legalizar. ¿Tiene sentido?
¿Conviene llevarse una migaja? ¿Cuál puede ser el impacto en la calle de que no salga la ley, pero que haya acuerdo? ¿No es mejor asumir la derrota, que quede claro quiénes son los responsables de las muertes (como la de Liliana Herrera, la joven de 22 años, de Santiago del Estero) y que paguen el costo político?
Porque si la ley no sale se terminan las estadísticas y
empiezan los nombres y los apellidos. De las víctimas y de los
responsables de esas víctimas. Es entonces cuando el futuro se
transforma en una pregunta sombría: ¿Quién resistirá cuando el aborto ilegal vuelva a atacar?
Transplante de almas (14:00)
La senadora por Santiago del Estero Ada Iturrez de Cappellini habla de los bracitos, de las piernitas, de la columna vertebral, del corazón del “niño por nacer”, como define al feto. Pero va más allá. “También tiene un alma”, dice.
Cada vez estoy más convencido que el próximo debate que se va a dar en el Congreso Nacional es para dilucidar si la tierra es o no es plana.
El Superyó del gobernador (13:30)
Juan Manuel Urtubey se pronunció hace un par de meses a favor del aborto. La decisión del gobernador de Salta sorprendió a mucha gente: en su provincia se da educación religiosa en las escuelas públicas y Urtubey siempre había mostrado posiciones ultraconservadoras al respecto. Como cuando en 2015 salió a defender a Abel Albino, candidato de Mauricio Macri a Ministro de Salud de la Nación.
La posición de Urtubey tuvo más que ver con una lectura
política electoral que con algún cambio de convicción personal.
Urtubey quiere ser presidente. Y estar en contra del aborto puede
sumarle votos en su provincia, pero es absolutamente impresentable en los sectores medios de las grandes ciudades. Sobre todo de Buenos Aires. Y ni hablar de los medios.
Si bien Urtubey declaró públicamente que cambió de postura, está claro que no quiere perder de vista su terruño. Y qué mejor que su propio hermano para representarlo en el terreno que mejor maneja: el celeste antiderecho.
Rodolfo Urtubey es senador por la provincia de Salta. Y dio un discurso en el que dio la impresión de que hizo catarsis por todo lo que no puede decir públicamente su hermano. “Derechos humanos es que no haya más abortos”, dijo el senador. Para terminar con una bestialidad digna del más inspirado Abel Albino: “No todas las violaciones son contra la voluntad de la mujer”, dijo.
Hay que reconocer que las declaraciones del senador stuvieron cargadas de rock. Porque su definición de la violación
parece calcada de la que expresara hace no mucho Gustavo Cordera.
Verso a verso (13:00AM)
“Quiero ser imparcial”, dice lal presidenta del Senado y
vicepresidenta de la Nación, Gabriela Michetti, con una sonrisa
ganadora. Y le pasa la palabra a la senadora por Corrientes Ana
Claudia Almirón, que inmediatamente se pronuncia a favor de la ley. Pero enseguida llega el turno del poeta y senador Estaban Bullrich.
“El aborto es un fracaso social”, dice Bullrich, otro de los
ilustres militantes albinistas, saco azul, corbata celeste antiderecho sobre camisa blanca. “El objetivo es trabajar para que no haya abortos en la Argentina, no podemos elegir el camino de la resignación cuando legislamos”, agrega Bullrich, con el idealismo propio de los poetas.
Albino not dead (12:30AM)
La senadora por La Rioja Inés Brizuela tuvo una presencia muy fuerte en las audiencias preliminares. Participó activamente, preguntó a les especialistas que expusieron y debatió acaloradamente. Hay que reconocerle a Brizuela tener convicciones firmes y defenderlas con firmeza. Brizuela cree. Y milita a fondo por esas creencias.
Brizuela es una de las espadas más firmes del celeste
antiderecho. Sólo le falta tatuarse Abel Albino en un brazo. Es una
gladiadora del albinismo. Y por supuesto, se encarga de defender la vida del niño por nacer. Su discurso no decepciona. Sólo le falta
hablar de porcelana. Sus fans, las huestes albino-fetistas que rezan vestidos de celeste, deben estar conmovidos con sus palabras.
Adentro y afuera (12:00AM)
El senador por Entre Ríos Pedro Guastavino denuncia que recibió
amanazas por parte de la Iglesia católica por votar a favor del aborto legal. “Esa misma Iglesia que cuando torturaban a nuestras compañeras embarazadas, miraban para otro lado”, recuerda. Sus palabras son un oasis en medio del Senado.
El diputado por Catamarca Dalmacio Mera toma la palabra y nos recuerda que estamos en el Senado. “Le estamos diciendo a los médicos que hasta la semana 14 tienen que ser servidores públicos y después se transforman en asesinos”, afirma.
Mera lleva 25 minutos hablando. Se suponía que los diputados tenían 10. Esto se hace largo. Allá afuera, en la rosca
extraparlamentaria, las noticias son complicadas: María Eugenia Vidal, gobernadora de la provincia de Buenos Aires, dijo que sentirá alivio si no se aprueba la ley.
“No importa el resultado, hoy ganará la democracia”, afirmó
el presidente Mauricio Macri en un posteo en Facebook. El presidente parece estar abriendo el paraguas frente a lo que podría ser una derrota. Una derrota que, de producirse, en su caso sería doble: la bronca verde en las calles y la derrota frente a la Iglesia.
La senadora pampeana Norma Durango habla en el recinto. “La discusión no es aborto sí o aborto no, la discusión es aborto legal o aborto clandestino”, dice. Afuera, las pibas pueblan las calles. Todavía no se vota. Todavía hay esperanza.
Las apariencias no engañan (11:00AM)
Araceli Ferreyra tiene chalina verde, pañuelo de la campaña, un collar que dice “aborto legal” y, sobre el pecho, tres pins. Destaca uno en especial, que dice “yo aborté”, blanco sobre verde. Lo muestra con orgullo para la foto. “Hoy vine bien barroca, me puse todo, hoy era el día”, dice.
Nathalia González Seligra tiene pullover verde y pañuelo al cuello. Romina del Pla tiene pañuelo al cuello y las uñas pintadas de verde. Hacía 26 años que no se pintaba las uñas, pero la ocasión lo ameritaba.
Victoria Donda también tiene las uñas de verde. No hace 26
años, sino 26 minutos que no se pintaba las uñas. Karina Banfi tiene el pañuelo verde en el cuello. Carla Carrizo, en la muñeca.
Bien temprano, antes de que empiece la sesión, Nancy Pazos estaba en el Salón de las Provincias del Senado para transimitir en vivo desde aquí para su programa de radio. Llevaba un vestido verde manifiesto. Lo mismo que Cinthia García, que también estaba transmitiendo, también de verde.
Acá en el Senado, quienes luchan por el aborto legal tienen los mismos colores que las pibas en la calle. Y esa es una buena
noticia. La marea verde ya llegó al corazón del Senado gris.
Ola Sorora (10:30AM)
Fue una ráfaga, un aluvión de diputadas. Victoria Donda, Araceli
Ferreyra, Lucila Delponti, Karina Banfi, Carla Carrizo, Natalia González Seligra y Romina del Pla, más Malena Galmarini querían entrar al Senado. Ellas fueron protagonistas centrales para lograr la media sanción de Diputados y el personal de seguridad no quería dejarlas pasar.
Se produjo un forcejeo, gritos, algún empujón y lograron una entrada triunfal, con toda la prensa y toda la gente presente
pendiente de las sororas. Nadie explicó por qué no querían dejar
entrar a las legisladoras. Ya está. Las diputadas ya están adentro
haciendo el aguante. El problema es que hoy quien vota es el Senado.
Oíd Mortales (10:00AM)
“Acá falta Télam”, dice el cartel que despliega la senadora por La
Pampa Norma Durango. “Tiene que salir la ley para que las mujeres podamos decidir”, dice la senadora, dos veces vicegobernadora de su provincia, verde intenso.
Durango se sorprende cuando le recuerdan que fue gracias a los votos de los diputados de La Pampa que se logró la media sanción. “Se ve que no conocen el protocolo sobre aborto, las políticas que implementamos desde la provincia hace 20 años”, explica.
La senadora entra. Parece estar todo bien. Pero no, es un
espejismo. Desde la pantalla de la sala de prensa se muestra que
Carlos Menem está entrando al recinto. Qué feo es cuando te la bajan, te la secan así. Por no hablar del balde de agua fría con el que amanecimos: el senador José Alperovich, ex gobernador de Tucumán, vota en contra.
Lo peor de todo es que Alperovich vota así porque quiere
volver a ser gobernador. O sea, ser antiderecho le da votos en su
provincia. O al menos eso es lo que cree. Que es lo mismo que cree el actual gobernador, Manzur, que declaró a Tucumán provincia pro vida. Que, traducido al castellano, significa antiderecho.
Están cantando el himno, acompañados por una violinista.
Siempre arrancan así las sesiones: con música en vivo para acompañar el coro de senadores. Arranca la sesión. Lo que sigue es historia.
CABA
Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?
Por María del Carmen Varela
Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?
La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.
Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.
¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.
Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.
En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.
Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.
NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA
Miércoles 30 de julio, 21 hs
Próximas funciones: los viernes de octubre


Artes
Sacate la careta y ponete el antifaz: una caravana para defender al teatro con color y calor

“Vestite de gala y salí a la calle. Sacate la careta, ponete el antifaz”. Con esa consigna trabajadorxs de las artes escénicas salieron a exigir la derogación del decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro y pone en serio riesgo al sector teatral independiente. Hubo color y calor, pese a los tiempos oscuros y fríos. El apoyo de la gente en la calle, el fondo del planteo, y la inesperada reacción de Pluto.
Por María del Carmen Varela. Fotos: Sebastián Smok

El público en la calle, sumándose al reclamo en favor del Instituto Nacional del Teatro.
La cita fue en la puerta del cine Cacodelphia, en Diagonal Roque Saenz Peña 1150, desde donde partió la colorida y ruidosa caravana que dobló por 9 de Julio y continuó por Av. Corrientes, hasta llegar a Rodriguez Peña. A las dos de la tarde el tramo de la Diagonal entre Lavalle y Corrientes fue punto de encuentro para actores, actrices, músicxs, bailarinxs, cirquerxs y zanquistas que engalanadxs con trajes de colores, vestidos de puntillas, tapados simil piel y elegantes sombreros le pusieron alegría y movimiento a una lucha que viene desde hace tiempo y se agudizó con el decreto que pone fin a a la autonomía y financiamiento del INT, entre otros organismos afectados. Una de las consignas: “Vestite de gala y salí a la calle. Sacate la careta, ponete el antifaz”.

¿Quién dijo que hace frío?
Al grito de “Señor, señora no sea indiferente, estamos defendiendo el teatro independiente” la caravana de la cultura logró su objetivo. Irrumpieron sobre el carril peatonal de una Avenida Corrientes poblada de gente en plenas vacaciones de invierno y nadie quedó indiferente. Aplausos, bocinazos, brazos en alto y muchas gargantas se unieron al canto. El reparto de volantes con el logo de ENTRÁ –Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa– puso palabras al reclamo:

¿Te imaginás la calle Corrientes sin teatros?
Las luces apagadas, las pizzerías vacías
Los artistas callejeros sin público
¡Esta peatonal es orgullo nacional!
Y eso es gracias a nuestro teatro
Hoy, nuestro teatro llena la calle de música y color
en este desfile en defensa del Instituto Nacional del Teatro
que para quienes se pregunten ¿qué es y de qué sirve?
Para fomentar y garantizar que el teatro llegue a todo el país
Hace dos meses, el gobierno firmó el decreto 345 que vacía al Instituto
con argumentos falsos sobre su funcionamiento y financiación
¡Al INT, que con los impuestos que pagan los medios de comunicación y los juegos de azar,
produce obras, abre salas, genera trabajo y construye cultura e identidad federal!
¡El Instituto no solo implica poco gasto, sino que genera tanto valor!
¡Defendámoslo!

Las familias y el apoyo a la creación, al arte y al significado del teatro.
El teatro que habla y Pluto en marcha
Nora es una de las mujeres que no resultó indiferente. Mientras paseaba por Corrientes se topó con la caravana y se sumó con canto y aplauso. “Me resulta muy conmovedor porque están defendiendo lo más precioso que tenemos, nuestra posibilidad de seguir creando. Esta puesta en escena me emociona, es poner en escena el deseo”.
¿Vas al teatro? “Todo lo que puedo, cuando puedo pagarlo”.

Los besos vuelan.
Las niñeces se sintieron muy atraídas por la caravana y no dudaban en acercarse a saltar y aplaudir. Frente al Teatro General San Martín, hicieron una parada y allí el Teatro habló:
- Ay, ay, ay, me duele todo
- Teatro, ¿qué pasa?
- ¡Me dieron una piña en la cara! Y en la panza y en las piernas. ¡Me tiembla todo!
- ¿Por qué?
- ¡Quieren desmembrarme!
- ¿Quién?

- El teatro explicándo por megáfono la situación.
- El decreto 345 quiere vaciar mi instituto
- ¿Al instituto que produce obras y abre salas en todo el país? ¿Al instituto que genera trabajo y construye cultura e identidad?
- Sí. (El Teatro llora y casi se desvanece)
- ¡Cuidado el teatro se desmaya!

- Al teatro le da un soponcio.
- Yo les juro, no hice nada, el instituto recauda los impuestos que pagan los medios de comunicación y los juegos de azar, pero parece que no sirvo para nada
- ¿Qué serían las noches sin tus risas y tus lágrimas? ¿Sin tu forma de imaginar? ¿Sin que nos animes a encontrarnos?
- ¿Alguien vio un teatro? (Señalan a los distintos teatros de calle Corrientes y gritan: ahí, ahí)
- ¡Quiero vivir! (grita el Teatro).
- Si, acá estamos y nos organizamos– replican todas la voces.

Pluto junto a las familias en la calle, observando y aplaudiendo.
La escena de un Teatro golpeado pero en resistencia, revitalizado por la suma de voluntades que lo quieren vivo, se repitió en la puerta del Teatro Astral, donde mucha gente salía de una función infantil. Una vez más, muchxs se acercaron y acompañaron. Pluto, o la persona con el disfraz del famoso perro creado por Walt Disney, saludaba niñxs a su paso aprovechando la alta concurrencia del Astral.
Una vez finalizada la performance del Teatro que quiere seguir contando historias, la caravana emprendió el regreso hacia el lado del Obelisco. Y hasta Pluto decidió abandonar el teatro comercial y se sumó a la fiesta del teatro independiente, mientras otra mujer con su familia se hacía oír con cuatro palabras: “¡Que viva el teatro!”

CABA
Más allá de tu vereda: un documental sobre personas en situación de calle en CABA

Más allá de tu vereda.
Así, a secas, es el nombre del documental que acaba de estrenarse.
No es un documental más. Así se llama el programa de radio de y para personas que viven o vivieron en la calle, que se realiza semanalmente en la organización Sopa de Letras. Esta cobija y aborda la problemática así como la salud mental, desde hace más de 10 años en el barrio porteño de Parque Patricios.
El documental explicita la importancia de la radio, el valor de la comunicación, la potencia de lo colectivo, la necesidad de comunicarse, y que alguien escuche del otro lado, o mejor aún: al lado. Y también refleja la historia de Víctor Rodríguez Lizama, su director, que tiene 64 años y vivió varios en situación de calle.
El Cuervo, como le dicen a Víctor por su fanatismo por San Lorenzo, visibiliza en primera persona junto a otrxs protagonistas lo que se ve a diario, pero no tanto. Lo que se sabe, pero no tanto.
En Más allá de tu vereda, Víctor entrevista a muchos de los integrantes del programa que se emite en Radio Parque Vida (105.9) desde hace más de tres años.
Marcela dice que antes sólo escuchaba. Y que ahora se animó a decir.
Luciana dice que perdió un poco la timidez. Y que, quizá, eso la ayudó a crear la sección “la música que nos hizo”.
Cata dice que encontró un espacio para hacer arte. Para animarse a leer sus poesías.
Alicia dice que antes hablaba “poquito”. Y que ahora “habla un poquito más”.
Lautaro habla cuando llora, emocionado. Dice que no tenía experiencia. Y que ahora se sorprende de sí mismo.
Juan Bautista dice que es el encargado de informar las noticias. Y que ahora sí, alguien escucha su punto de vista.
Cristian dice que está más atento a su alrededor. Tanto, que ahora se anima a opinar.
Víctor dice que hasta no hace mucho, había personas que no agarraban el micrófono. Y que ahora no lo quieren soltar.



Termina el documental, con una última imagen; pantalla en blanco y una sola línea en letras negras.
«A todos los que estuvieron en situación de calle y ya no están».
Hay aplausos, hay felicidad, hay valoración.
Hay orgullo.
Luego, se abre el micrófono para que quien quiera diga lo que quiera.
Jorgelina: “Hagamos más radios”.
Adrián: “Podría estar en cualquier otro lado, haciendo cualquier otra cosa en este momento y gracias a ustedes estoy acá, me ayudaron un montón desde lo emocional”.
Cierra Víctor Rodríguez Lizama, con la remera puesta de su San Lorenzo querido y su pelo repleto de canas:
“La finalidad de este documental es mostrar cómo a través de la salud mental podemos llegar a la gente invisibilizada, que está ignorada. Ojalá que se reproduzca en otros lugares, que sirva de herramienta para salir adelante. Hoy hay mucha más gente viviendo en situación de calle. Además de haber vivido mucho tiempo, participé de los censos populares. Recientemente censamos en la comuna 1 (Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Monserrat y Constitución) y sólo acá contamos 1480 personas, por donde vos camines están. En la olla popular que hacemos en el Parque Lezama se ve algo similar al 2001. Más personas en calle y más hambre”.
Detrás del Cuervo hay un pizarrón donde se completa al nombre de su documental:
“Más allá de tu vereda,
hay otra realidad,
atrás de tu puerta”.
Al costado, un mural con un puñado de palabras escritas en letra cursiva:
“Hasta que no quede ni una sola persona en situación de calle,
allí seguiremos estando”.
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