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#AbortoLegal: Crónica en vivo desde adentro del Senado (actualizada)

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Por Pablo Marchetti desde el Senado Nacional.

El frío de la historia

Habla al país la senadora Silvina García Larraburu. Esa cuyo nombre conocimos en los últimos días. Esa que había dicho que votaba con el resto de les 9 integrantes del bloque del Frente Para la Victoria. Esa que había comprometido su voto a favor. Esa que después se fue de viaje. Esa que volvió a la vida pública como “pro vida”.
García Larraburu arrancó victimizándose. Le dedicó su
discurso a quienes, dijo, viralizaron su número de teléfono. A quienes llenaron de amenazan su whatsapp. Y siguió con justificaciones que ya no le importan a nadie.
En el Salón de las Provincias todo el mundo está en otra. El
clima entre partidaries del aborto legal es de resignación y angustia. ¿Qué hacer?, es la pregunta leninista roja adaptada al feminismo verde. Se habla de pañuelazos, de cacerolazos, de llamados a un referéndum.
Nunca nadie soñó con que alguna vez se podía llegar a este
momento. Pero si sos El Porvenir y llegás a jugar la final del Mundial de Clubes contra el Real Madrid, la querés ganar aunque nunca hayas soñado siquiera estar ahí.
Aquí los celeste antiderecho son pocos. Y no festejan. Hay
una mezcla extraña en ese no festejo. Por un lado, no se festeja
cuando uno retiene un poder que considera que, por derecho, es propio. Por otro, el triunfo feminista consistió en volver vergonzante el voto
celeste.
Está claro que hay fanáticos fetistas, el ala dura del
albinismo, que celebrará con lanzamiento de fetos lo que considerarán un triunfo histórico. Pero quienes ven políticamente las cosas con un poco más de visión de futuro entienden que no es mucho lo que hay para festejar.
A los celeste antiderecho no los une el amor sino el espanto. No están aglutinados por un proyecto sino por la oposición, por el
rechazo a una ley. Puestos a construir, existirían fisuras entre
quienes quieren quemar a las pibas que abortan en plazas públicas y quienes piensan que no debe penalizarse ni a la mujer ni al médico o a la médica que practica un aborto.
La discusión que se abrió en la sociedad es un llamado de
atención a construir consensos sobre un tema que existe y es grave. Pero les partidaries del aborto legal no lograron capitalizar estas contradicciones. Les antiderecho cerraron filas y se mostraron como un bloque sólido con una identidad clara (el ser “pro vida”) cuando era gente que pensaba distinto sobre un mismo tema.
El resultado está cantado: 38 a favor, 31 en contra, dos
abstenciones, una ausencia. El senador por Santa Fe Omar Perotti, que se abstiene, insiste en que presentará su proyecto alternativo, al que define como la implementación en todo el país del protocolo de Rosario. Algo es algo.
En este momento cualquier cambio cotiza en alza. Así de
difícil está todo.  Afuera llueve y bajó violentamente la temperatura. Hace frío y cada vez se hace más difícil estar en la calle. A nadie le importa.
Lo bueno de esta noche de hastío y de frío es que en la
calle, la gente aguanta porque lo tiene claro. Es una noche difícil
para hacer historia. Pero no hay más remedio que hacer historia.
La historia se construye en noches difíciles. De frío y de
lluvia. Y en la calle.
Y en eso llegó Norita (19:00)
Murmullo permanente, el discurso de senadores que sale desde una pantalla, periodistas que se cruzan datos, gente que pide un
tomacorriente o un cargador de celular, voces que se entrecruzan.
Cada tanto, algún senador o senadora que se para frente a las cámaras, frente a los camarógrafos de varios canales (una fila de diez, con trípode), con el panel con el logo del Senado (acá no hay esponsors) y una bandera argentina, y habla, rodeado de periodistas con micrófonos y celulares.
Mientras tanto, el tedio: los camarógrafos que mandan
mensajes por whatsapp, algún periodista que escribe, mucha gente que rosquea lo que venga. No hay mucho más para contar sobre la bóveda de mármol. Las banderas de las provincias, los bustos de algunos próceres; lo dicho, la bóveda. Y de repente, como un milagro, la vida.
Norita Cortiñas se acerca frente a las cámaras. Fue invitada
por el senador Fernando Pino Solanas y ella vino a dar su testimonio, a decir presente. Como siempre. Norita de pañuelo blanco en la cabeza y pañuelo verde en el cuello. Toda una síntesis de las luchas de las mujeres con pañuelos en la Argentina.
Norita habla de su compromiso con la causa, sobre los
distintos pañuelos, habla de las pibas, habla del futuro. Y habla
también de la Iglesia: “La Iglesia no tiene autoridad para hablar de aborto porque fue responsable de la dictadura. No cómplice:
responsable de la dictadura cívico-religiosa-militar”.
Es conmovedor verla y ver lo que genera. Ella, diminuta y
gigante, sentada en una silla de ruedas. Y a diferencia de la rutina
periodística sobre los senadores, esta vez se arma el revuelo de las pibas para escucharla.
Están las cámaras, pero hay un montón de chicas que se
acercan con sus celulares a filmarla, a grabarla, a escucharla, a
preguntarle. “Bajen los celulares”, gritan los camarógrafos. “Dejen
trabajar”, se enojan, como si el trabajo consistiera sólo en tener una cámara de un canal.
Antes de llegar, cuando venía por el pasillo, Norita se cruzó
con Gabriel Michetti. Encuentro de mujeres en silla de ruedas. “Te
quiero felicitar, me gustaría charlar con vos”, le dijo la
vicepresidenta. “Bueno, pero entonces hacé que salga la ley para que dejen de morir las mujeres”, le contestó Norita.
Michetti se puso incómoda. “Yo te admiro, más allá de las
diferencias que podamos tener”, dijo. “Aprobá la ley”, insistió
Norita. “No puedo, yo no voto”, dijo la vicepresidenta, una reconocida militante celeste antiderecho, un baluarte del albinismo. “Si vos querés, la ley sale”, insistió Norita.
Se fueron. La idea de Pino era que Norita estuviera en un
palco, para que les senadores la vieran mientras debatían. Norita
aceptó encantada. Pero no pudo ir.
¿A quién no saben quién se negó a que Norita Cortiñas pasara a un palco del recinto de la Cámara de Senadores? La presidenta de la cámara. ¿Saben quién es? Sí, acertaron: Gabriela Michetti. Eso sí, la admiración por Norita sigue intacta.
La Iglesia que ilumina (17:30)
El senador por Neuquén Guillermo Pereyra invoca a monseñor Jaime de Nevares, “don Jaime”, como lo llama, como lo llama la inmensa mayoría de los neuquinos. Y recuerda al obispo de Neuquén como una excepción: la de una Iglesia “comprometida con los derechos humanos, con la lucha de las Madres de Plaza de Mayo”.
Pereyna no cita ni La Biblia ni la Constitución Nacional, sino el Nunca Más: “Allí se cuenta cómo a las secuestradas por la dictadura se las violaba y algunas se las hacía abortar. Sacerdotes como Monseñor Plaza participaban de las sesiones de tortura. La Iglesia debería preocuparse por eso más que por el aborto”.
No creo en Dios. Pero si existe, allí donde esté, seguramente debe estar dándole la razón al senador.
La vida y la muerte (17:00)
Es un milagro que estemos vivos. El Salón de las Provincias del Senado de la Nación tiene todas las paredes de mármol,  columnas de mármol y parece una gran bóveda. Para mí, eh. Hay gente que opina otra cosa. Claudia Acuña dice que parece un geriátrico.
¿Bóveda o geriátrico? Insisto: bóveda. Dudo que estemos vivos. La única forma se saberlo es ver qué pasa afuera. Salgo a la calle.
Afuera hay gente bailando, cantando. Afuera hay color, chicas maquilladas, llenas de purpurina. El verde es el gran protagonista, pero hay también violeta y muchos, muchísimos colores que rompen con la tarde gris digna de un tango.
Las chicas bailan bajo la garúa. Las chicas bailan indiferentes a la bóveda del Senado. Las chicas bailan, gritan, agitan. Ahora llueve más fuerte y las chicas bailan más, agitan más.
Cuando hablo de las chicas hablo de las verdes. Pero debo confesar que hasta en el entusiasmo celeste antiderecho hay más vida que adentro de la bóveda-geriátrico-Senado. Y no por las dos vidas que dicen cuidar: por el entusiasmo, por la música, por la pasión.
Tengo que volver al deber. Tengo que entrar otra vez en el Senado. Camino cabizbajo como quien entra un lunes de mañana en la fábrica o en la oficina patronal y ocurre el milagro. Por la calle vacía por los vallados que impiden el acceso, en silla de ruedas, chiquita y gigante, va Norita Cortiñas.
La veo, me veo, nos damos un beso, sonrío. La vida, sin dudas, está en la calle.
No pude estudiar, señorita (16:00)
El voto calificado es un argumento que históricamente esgrimieron las clases acomodadas para evitar que voten los sectores más pobres. Se dice que no deberían poder votar quienes no tienen un determinado nivel mínimo de educación, de información.
Obviamente, el sufragio universal implica el riesgo de que
voten personas que no tienen idea de qué es lo que se vota, quiénes son las candidates ni qué proponen. Queda para otro momento el debate de si la mayoría de les candidates propone algo o no. Pero es cierto que el sufragio universal puede banalizar el voto.
Sí, el riesgo es el disparate. Pero, ¿alguien puede asegurar
que con información y educación la democracia va a estar exenta de disparate? Definitivamente, es mejor correr el riesgo. Es más justo, más inclusivo. Más democrático.
El voto calificado debería ser analizado como una
posibilidad. No en el sufragio, pero sí a la hora de legislar. Que una persona vote a presidente sin tener idea qué es lo que se vota es un riesgo que la democracia debería asumir. Pero, ¿la democracia puede ermitirse el lujo de que un legislador vote un proyecto de ley sin haberlo leído?
La senadora por San Juan Cristina del Carmen López Valverde votó en contra del aborto legal. Y justificó su voto con un discurso en el recinto en el que contó que no había leído el proyecto.
Hablemos del proyecto de ley más debatido en la Argentina
durante todo 2018. Entre los tratamientos en Diputados y en Senadores pasaron unos 500 especialistas (juristas, científicos, filósofos, economistas, médicos, artistas, militantes sociales, funcionarios, etc.), mitad a favor y mitad en contra.
Se escucharon argumentos de todo tipo, les senadores tuvieron la oportunidad de interrogar a les especialistes, se escucharon todo tipo de datos y conceptos.
Aducir, como hacen algunes, la falta de “un debate en
profundidad” es una falta de respeto a toda la gente que fue a
exponer, a favor o en contra. Pero decir: “No lo leí” es directamente vergonzante. Una falta que en cualquier otro trabajo sería causal de despido.
Por suerte, esto es el Senado de la Nación.
El futuro llegó (14:30)
La senadora por Santa Fe María de los Ángeles Sacnun fue una de las más activas en las audiencias previas. Sacnún preguntó, debatió y defendió su postura firme a favor de la legalización del aborto. “Fue un debate rico, que nos permitió saber qué opinamos todos, a pesar de algunas barbaridades irresponsables, como la del doctor Abel Albino, que pone en duda el programa de repartir preservativos”, afirma.
“Vamos a seguir discutiendo y tratando de llegar a un
consenso”, dice Sacnún, diplomática. Pero aclara: “No podemos perder de vista el reclamo de la gente que está afuera, que se movilizó durante todos estos meses para exigir un derecho de las mujeres”.
Sacnún prefiere mostrarse optimista a pesar de que los
números indican que el proyecto no se aprobaría. Esto es política,
esto es el Senado, este es un territorio donde todo puede pasar. Pero está muy difícil.
El dilema ahora es hasta dónde se negocia con los
dinosaurios. ¿Es posible aún mantener una esperanza en el dictamen que no fue? O sea, habilitar la objeción de conciencia institucional y bajar de la semana 14 a la 12. Dicho así, las cosas no cambiarían mucho. Por eso mismo, es improbable que los antiderecho, que se ven victoriosos, acepten la propuesta.
Lo otro es la despenalización, sin legalizar. ¿Tiene sentido?
¿Conviene llevarse una migaja? ¿Cuál puede ser el impacto en la calle de que no salga la ley, pero que haya acuerdo? ¿No es mejor asumir la derrota, que quede claro quiénes son los responsables de las muertes (como la de Liliana Herrera, la joven de 22 años, de Santiago del Estero) y que paguen el costo político?
Porque si la ley no sale se terminan las estadísticas y
empiezan los nombres y los apellidos. De las víctimas y de los
responsables de esas víctimas. Es entonces cuando el futuro se
transforma en una pregunta sombría: ¿Quién resistirá cuando el aborto ilegal vuelva a atacar?
Transplante de almas (14:00)
La senadora por Santiago del Estero Ada Iturrez de Cappellini habla de los bracitos, de las piernitas, de la columna vertebral, del corazón del “niño por nacer”, como define al feto. Pero va más allá. “También tiene un alma”, dice.
Cada vez estoy más convencido que el próximo debate que se va a dar en el Congreso Nacional es para dilucidar si la tierra es o no es plana.
El Superyó del gobernador (13:30)
Juan Manuel Urtubey se pronunció hace un par de meses a favor del aborto. La decisión del gobernador de Salta sorprendió a mucha gente: en su provincia se da educación religiosa en las escuelas públicas y Urtubey siempre había mostrado posiciones ultraconservadoras al respecto. Como cuando en 2015 salió a defender a Abel Albino, candidato de Mauricio Macri a Ministro de Salud de la Nación.
La posición de Urtubey tuvo más que ver con una lectura
política electoral que con algún cambio de convicción personal.
Urtubey quiere ser presidente. Y estar en contra del aborto puede
sumarle votos en su provincia, pero es absolutamente impresentable en los sectores medios de las grandes ciudades. Sobre todo de Buenos Aires. Y ni hablar de los medios.
Si bien Urtubey declaró públicamente que cambió de postura, está claro que no quiere perder de vista su terruño. Y qué mejor que su propio hermano para representarlo en el terreno que mejor maneja: el celeste antiderecho.
Rodolfo Urtubey es senador por la provincia de Salta. Y dio un discurso en el que dio la impresión de que hizo catarsis por todo lo que no puede decir públicamente su hermano. “Derechos humanos es que no haya más abortos”, dijo el senador. Para terminar con una bestialidad digna del más inspirado Abel Albino: “No todas las violaciones son contra la voluntad de la mujer”, dijo.
Hay que reconocer que las declaraciones del senador stuvieron cargadas de rock. Porque su definición de la violación
parece calcada de la que expresara hace no mucho Gustavo Cordera.
Verso a verso (13:00AM)
“Quiero ser imparcial”, dice lal presidenta del Senado y
vicepresidenta de la Nación, Gabriela Michetti, con una sonrisa
ganadora. Y le pasa la palabra a la senadora por Corrientes Ana
Claudia Almirón, que inmediatamente se pronuncia a favor de la ley. Pero enseguida llega el turno del poeta y senador Estaban Bullrich.
“El aborto es un fracaso social”, dice Bullrich, otro de los
ilustres militantes albinistas, saco azul, corbata celeste antiderecho sobre camisa blanca. “El objetivo es trabajar para que no haya abortos en la Argentina, no podemos elegir el camino de la resignación cuando legislamos”, agrega Bullrich, con el idealismo propio de los poetas.
Albino not dead (12:30AM)
La senadora por La Rioja Inés Brizuela tuvo una presencia muy fuerte en las audiencias preliminares. Participó activamente, preguntó a les especialistas que expusieron y debatió acaloradamente. Hay que reconocerle a Brizuela tener convicciones firmes y defenderlas con firmeza. Brizuela cree. Y milita a fondo por esas creencias.
Brizuela es una de las espadas más firmes del celeste
antiderecho. Sólo le falta tatuarse Abel Albino en un brazo. Es una
gladiadora del albinismo. Y por supuesto, se encarga de defender la vida del niño por nacer. Su discurso no decepciona. Sólo le falta
hablar de porcelana. Sus fans, las huestes albino-fetistas que rezan vestidos de celeste, deben estar conmovidos con sus palabras.
Adentro y afuera (12:00AM)
El senador por Entre Ríos Pedro Guastavino denuncia que recibió
amanazas por parte de la Iglesia católica por votar a favor del aborto legal. “Esa misma Iglesia que cuando torturaban a nuestras compañeras embarazadas, miraban para otro lado”, recuerda. Sus palabras son un oasis en medio del Senado.
El diputado por Catamarca Dalmacio Mera toma la palabra y nos recuerda que estamos en el Senado. “Le estamos diciendo a los médicos que hasta la semana 14 tienen que ser servidores públicos y después se transforman en asesinos”, afirma.
Mera lleva 25 minutos hablando. Se suponía que los diputados tenían 10. Esto se hace largo. Allá afuera, en la rosca
extraparlamentaria, las noticias son complicadas: María Eugenia Vidal, gobernadora de la provincia de Buenos Aires, dijo que sentirá alivio si no se aprueba la ley.
“No importa el resultado, hoy ganará la democracia”, afirmó
el presidente Mauricio Macri en un posteo en Facebook. El presidente parece estar abriendo el paraguas frente a lo que podría ser una derrota. Una derrota que, de producirse, en su caso sería doble: la bronca verde en las calles y la derrota frente a la Iglesia.
La senadora pampeana Norma Durango habla en el recinto. “La discusión no es aborto sí o aborto no, la discusión es aborto legal o aborto clandestino”, dice. Afuera, las pibas pueblan las calles. Todavía no se vota. Todavía hay esperanza.
Las apariencias no engañan (11:00AM)
Araceli Ferreyra tiene chalina verde, pañuelo de la campaña, un collar que dice “aborto legal” y, sobre el pecho, tres pins. Destaca uno en especial, que dice “yo aborté”, blanco sobre verde. Lo muestra con orgullo para la foto. “Hoy vine bien barroca, me puse todo, hoy era el día”, dice.
Nathalia González Seligra tiene pullover verde y pañuelo al cuello. Romina del Pla tiene pañuelo al cuello y las uñas pintadas de verde. Hacía 26 años que no se pintaba las uñas, pero la ocasión lo ameritaba.
Victoria Donda también tiene las uñas de verde. No hace 26
años, sino 26 minutos que no se pintaba las uñas. Karina Banfi tiene el pañuelo verde en el cuello. Carla Carrizo, en la muñeca.
Bien temprano, antes de que empiece la sesión, Nancy Pazos estaba en el Salón de las Provincias del Senado para transimitir en vivo desde aquí para su programa de radio. Llevaba un vestido verde manifiesto. Lo mismo que Cinthia García, que también estaba transmitiendo, también de verde.
Acá en el Senado, quienes luchan por el aborto legal tienen los mismos colores que las pibas en la calle. Y esa es una buena
noticia. La marea verde ya llegó al corazón del Senado gris.
Ola Sorora (10:30AM)
Fue una ráfaga, un aluvión de diputadas. Victoria Donda, Araceli
Ferreyra, Lucila Delponti, Karina Banfi, Carla Carrizo, Natalia González Seligra y Romina del Pla, más Malena Galmarini querían entrar al Senado. Ellas fueron protagonistas centrales para lograr la media sanción de Diputados y el personal de seguridad no quería dejarlas pasar.
Se produjo un forcejeo, gritos, algún empujón y lograron una entrada triunfal, con toda la prensa y toda la gente presente
pendiente de las sororas. Nadie explicó por qué no querían dejar
entrar a las legisladoras. Ya está. Las diputadas ya están adentro
haciendo el aguante. El problema es que hoy quien vota es el Senado.
Oíd Mortales (10:00AM)
“Acá falta Télam”, dice el cartel que despliega la senadora por La
Pampa Norma Durango. “Tiene que salir la ley para que las mujeres podamos decidir”, dice la senadora, dos veces vicegobernadora de su provincia, verde intenso.
Durango se sorprende cuando le recuerdan que fue gracias a los votos de los diputados de La Pampa que se logró la media sanción. “Se ve que no conocen el protocolo sobre aborto, las políticas que implementamos desde la provincia hace 20 años”, explica.
La senadora entra. Parece estar todo bien. Pero no, es un
espejismo. Desde la pantalla de la sala de prensa se muestra que
Carlos Menem está entrando al recinto. Qué feo es cuando te la bajan, te la secan así. Por no hablar del balde de agua fría con el que amanecimos: el senador José Alperovich, ex gobernador de Tucumán, vota en contra.
Lo peor de todo es que Alperovich vota así porque quiere
volver a ser gobernador. O sea, ser antiderecho le da votos en su
provincia. O al menos eso es lo que cree. Que es lo mismo que cree el actual gobernador, Manzur, que declaró a Tucumán provincia pro vida. Que, traducido al castellano, significa antiderecho.
Están cantando el himno, acompañados por una violinista.
Siempre arrancan así las sesiones: con música en vivo para acompañar el coro de senadores. Arranca la sesión. Lo que sigue es historia.

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Los principales puntos del fallo que critica el operativo policial y ordenó liberar a los 114 detenidos

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La jueza Karina Andrade dictó de madrugada la liberación de 114 personas detenidas en la cacería que el Gobierno desató en la protesta contra el recorte a los jubilados en el Congreso. El fallo es preciso no sólo en los términos bajo los que ubica el derecho a la protesta como ejercicio legítimo de la libertad de expresión, sino también en la descripción del accionar de las fuerzas de seguridad. La jueza cuestionó la información “imprecisa” y “deficitaria” respecto del motivo de las detenciones, el momento y lugar en el que se produjeron, y a donde fueron llevados. La magistrada fue clara en marcar dónde está la falla: “Es preciso remarcar que el déficit en la información suministrada y, en consecuencia, del control judicial, de ningún modo lo advierto atribuible a una acción deliberada por parte del Ministerio Público Fiscal, sino a las características del procedimiento llevado a cabo por las fuerzas de seguridad”. Mientras el Gobierno amenaza a la jueza, el fotógrafo Pablo Grillo sigue peleando por su vida, internado en el Hospital Ramos Mejía por un disparo en la cabeza.

Por Lucas Pedulla

“A raíz del pedido de la defensa, he analizado la información que fue brindada y entiendo que respecto de las detenciones informadas se encuentra en juego un derecho constitucional fundamental como es el derecho a la protesta, a manifestarse en democracia y a la libertad de expresión, en un día como hoy donde se convoca desde los sectores más vulnerables de nuestra Nación como son los adultos mayores protegidos convencionalmente, desde el Poder Judicial corresponde atender a ello especialmente”.

La cita es textual y corresponde al fallo de 12 páginas con el que la jueza Karina Andrade, del Juzgado de Primera Instancia en lo Penal, Contravencional y de Faltas Nº15, dictó la liberación de 114 personas detenidas en la cacería desatada en la protesta del Congreso. La decisión causó desconcierto en el Gobierno, y el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, amenazó con que “se analizará su actuación ante el Consejo de la Magistratura de CABA por posible incumplimiento de sus funciones”.

Pero la jueza es precisa no sólo en los términos sino también en la descripción de una jornada bestial, con múltiples personas heridas de gravedad, entre ellas el fotógrafo Pablo Grillo, que sigue peleando por su vida, internado en terapia intensiva en el Hospital Ramos Mejía.

“Información imprecisa”

La jueza Andrade especifica que a las 17.55 horas les llegó la convalidación de las primeras tres detenciones. A las 18.49, llegaron las de otras siete personas. A las 20.43, de otras cinco. La información es importante porque la magistrada apunta que, pasadas las 22 horas, la Dirección de Privados de Libertad le informó la detención de 89 personas que no habían sido comunicadas ni al tribunal ni a la defensa. Mientras, otra presentación le pedía a la jueza la liberación de las personas porque habían intervenido fuerzas federales y no de la Ciudad.

El caos continuaba. A las 22.30, la jueza recibió el grueso: 93 detenciones. A las 23.23, otras cuatro. Y recién a las 2.16 se informó la identidad de la última persona: en total, 114 detenciones. Por esas horas, la información era difusa respecto de la cantidad y los lugares donde estaban. Así queda claro el porqué y cómo la jueza argumentó su decisión:

  • “A medida que se informaban las detenciones de las personas, la información vinculada a ello se volvía más imprecisa y dificultosa para mi tarea judicial”. 
  • “Se dejaron de brindar detalles sobre la hora y lugar en el que ocurrió la detención, como así tampoco se lograba informar con relación a qué delito específico se estaba convalidando la detención. Tampoco se indicaba el lugar en donde serían alojados. En algunos casos el delito se informaba después”.
  • “A partir de la información suministrada por la fiscalía y las calificaciones legales imputadas, ninguna de las personas detenidas lo fue bajo la imputación de delitos de portación de armas de fuego, lesiones o incendio a bienes públicos”.
  • “En cuanto a la información para control, con relación a los detenidos 4) a 15) no se brindaron detalles sobre el momento y lugar de las detenciones, ni por infracción a qué delitos ocurrieron, como así tampoco el lugar en donde serían alojados. Situación similar ocurrió con los detenidos 16) a 108) y 109) a 113) sobre quienes tampoco se indicó el momento en el que ocurrieron las detenciones ni el lugar de alojamiento”.
  • Sobre los detenidos 109) a 113), no se informó el momento ni el motivo de sus detenciones y, finalmente se aguardó para el dictado de la presente la identificación de la última de las personas detenidas, previamente identificado como “Hombre de 25 años de edad que no aporta datos pero es ciudadano mexicano”.

Sobre las irregularidades en las detenciones, cita un fallo paradigmático de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que condenó al Estado argentino por la desaparición forzada en democracia del joven Iván Torres: “Una ‘demora’, así sea con meros fines de identificación de la persona, constituye una privación a la libertad física de la persona y, por lo tanto, toda limitación a la misma debe ajustarse estrictamente a lo que la Convención Americana y la legislación interna establezca al efecto, siempre y cuando sea compatible con la Convención”. 

Por eso, remarca: “Cualquier detención tiene que estar debidamente registrada en el documento pertinente, señalando con claridad las causas de la detención, quién la realizó, la hora de detención y la hora de su puesta en libertad, así como constancia de que se dio aviso al juez de instrucción competente, en su caso, como mínimo”.

La protesta como libertad de expresión

La jueza ubica que la marcha de jubilados en el Congreso, “como es de público conocimiento”, ocurre todos los miércoles desde hace un año, y sobre esa base fáctica le “resultó imperioso” enmarcar los hechos “dentro de las exigencias constitucionales y convencionales” ya que, advirtió, “se encontraban en juego derechos constitucionales fundamentales como son el derecho a la protesta, a manifestarse en democracia, a peticionar ante las autoridades, a la libertad de expresión”. 

Por ese motivo, subraya: 

  • “Estas libertades adquieren especial relevancia un día como hoy en el que parte de la sociedad se expresa (se ‘moviliza’) en favor del ejercicio de la libertad de expresión de los integrantes de uno de los sectores más vulnerables de nuestra República, los adultos/as mayores. Desde el Poder Judicial corresponde atender a ello especialmente”. 
  • “Así, vale recordar que los adultos mayores se encuentran específicamente protegidos en nuestra Constitución Nacional (art. 75 inc. 22) a través de la Convención Interamericana sobre Protección de Derechos Humanos de las Personas Mayores, incorporada a la Carta Magna a través de la sanción de la ley 27.700 por el Congreso de la Nación”.
  • La libertad de expresión, junto con el derecho a la protesta, necesariamente concatenado con la primera, se configuran como derechos baluartes del sistema democrático, pues permiten a los individuos de una sociedad democrática dar a conocer sus ideas, conocer las opiniones de sus conciudadanos y los actos de gobierno y criticar los actos de sus representantes, así como peticionar a estos últimos”.
  • Cita jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH): “Cuando se restringe ilegalmente la libertad de expresión de un individuo, no sólo es el derecho de ese individuo el que está siendo violado, sino también el derecho de todos a ‘recibir’ informaciones e ideas … Se ponen así de manifiesto las dos dimensiones de la libertad de expresión. En efecto, ésta requiere, por un lado, que nadie sea arbitrariamente menoscabado o impedido de manifestar su propio pensamiento y representa, por tanto, un derecho de cada individuo; pero implica también, por otro lado, un derecho colectiva a recibir cualquier información y a conocer la expresión del pensamiento ajeno”.
  • Sigue la jueza: “Entonces, quienes se ‘movilizan’ en verdad se expresan, y deben poder hacerlo, de manera crítica frente al ejercicio del poder de los gobernantes y ello, siempre que se efectúe en el marco de la legalidad, no puede ser socavado. Nuestra Constitución reconoce el derecho a la protesta, el cual incluye el derecho a manifestarse, a circular libremente, a peticionar y a criticar a las autoridades”. 
  • “En otras palabras, en democracia, toda persona debe poder expresarse, peticionar ante las autoridades, asociarse, reunirse y manifestar su parecer y, sobre todo, su disconformidad con las decisiones gubernamentales”.

La jueza cita al constitucionalista Roberto Gargarella: “Una democracia representativa, la única alternativa con la que cuentan los ciudadanos para cambiar el rumbo de las cosas es la de protestar y quejarse frente a las autoridades. Si se socava dicha posibilidad, la democracia representativa se convierte en una oligarquía o plutocracia, es decir, la democracia llega a su fin. De allí que una democracia, aún modesta, no sólo no puede darse el lujo de perder ciertas voces críticas sino que más bien, y por el contrario, debe hacer todo lo posible por potenciar a cada una de ellas”. 

Déficit de seguridad

Sobre el cierre, la jueza vuelve a cuestionar el operativo:

  • “No puedo soslayar, en esta línea, que la información que me fue puesta en conocimiento fue absolutamente deficitaria. No se informaron, en la mayoría de los casos, el lugar donde se realizó la detención, aludiendo en forma genérica a ‘los hechos del Congreso de la Nación’”. 
  • “Por lo demás, y a diferencia de lo que sucede con otros detenidos en ’flagrancia’, no se aclararon las circunstancias de detención ni los motivos, al menos con algún tipo de detalle”.
  • “Nótese que hasta las 22.17 horas aproximadamente el tribunal había sido informado de catorce detenciones y la información que se conoció después da cuenta de que la cantidad de detenidos a disposición de este fuero resultó ser mucho mayor”.
  • “Y sobre esta cuestión, es preciso remarcar que el déficit en la información suministrada y, en consecuencia, del control judicial, de ningún modo lo advierto atribuible a una acción deliberada por parte del Ministerio Público Fiscal, sino a las características del procedimiento llevado a cabo por las fuerzas de seguridad”.
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Hinchadas y jubilados versus violencia estatal: La represión, el aguante y los partidos que se vienen

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¿Por qué la marcha de ayer fue reprimida? Miles de personas identificadas con distintos clubes se acercaron a bancar la marcha de todos los miércoles de jubiladas y jubilados. Algunas no llegaron ni a acercarse a Congreso que los gases ya habían comenzado. Pero eso no hizo mermar la convocatoria, que fue multitudinaria y regaló, pese a los palos, charlas e imágenes que hablan de una alianza inesperada y transversal a distintas demandas sociales. ¿Cómo se dio? ¿Qué pasó? ¿Cómo sigue? Los testimonios de jubilados y jóvenes antes, durante y después del partido que se jugó en la calle, que siguió al ritmo de las cacerolas y promete generar un quiebre en odio y bronca alrededor de dos gritos de época: “Fuera Milei” y “Que se vayan todos”.

La foto que ayer intentó borrar el gobierno con la represión salvaje fue la de miles de clubes unidos alrededor de la marcha habitual de jubilados, y la foto del miércoles que sigue, probablemente con más gente, y la del siguiente, con cada vez más. Está por verse los efectos de este violento amedrentamiento a la protesta, con pruebas plantadas para justificarlo, mientras el fotógrafo Pablo Grillo pelea por su vida. Pero hay algo que ya pasó ayer, más acá de la represión.

Los jubilados y las hinchadas marcharon.

Se tuvieron que aguantar los gases, los tiros y los palos.

Y los aguantaron.

Y siguieron ahí, pese a todo.  

Y siguió llegando gente, pese a todo.

Hasta altas horas de la madrugada en distintos barrios porteños, y hasta en Plaza de Mayo.

Pese a todo.

Hinchadas y jubilados versus violencia estatal: La represión, el aguante y los partidos que se vienen

A diferencia de la versión del gobierno nacional y de los medios de comunicación cercanos, en una imagen casi inédita en la historia argentina (sin Mundial) hubo hinchas de montones de clubes del fútbol argentino juntos y hermanados.

“Este gobierno hizo lo que pocas cosas logran, unirnos”, dice uno de Huracán abrazado a otro de San Lorenzo. Una de Morón, con uno de Almirante Brown. Una de Boca, con otra de River. Y uno de Tigre, con una de Ferro, con uno de Midland, con una de Los Andes, y así todos, reunidos con entusiasmo en esta foto producida por lavaca:

Hinchadas y jubilados versus violencia estatal: La represión, el aguante y los partidos que se vienen

La previa 

Horas antes, jubiladas y jubilados se reunían en MU (a una cuadra del Congreso) como previa de cada miércoles. Todavía tranquilos, pensaban sobre lo que pasaría más tarde. Son parte del grupo Movimiento Activo de Trabajadorxs y Jubilados y charlan con lavaca sobre eso que ya había pasado: una alianza insólita entre hinchas y jubilados.

 Ustedes vienen convocando desde hace más de un año a que se sumen organizaciones, centrales obreras, pero… de repente son las hinchadas. ¿Por qué?  

Beatriz: Pero no es desde ahora, ¿ustedes recuerdan la canción de Pappo? “Nadie se atreva a tocar a mi vieja”; bueno, eso significa que todos estos muchachos de la hinchada, quizás cuando iban a la cancha con el abuelo cuando eran chiquitos, los llevó el padre hoy jubilado, es decir: es muy genuina y muy ingenua también la adhesión. Y es tremendamente afectiva.  

Víctor: Las organizaciones no movilizan porque la mayoría está dirigida por la burocracia, la burocracia sindical, y como ellos no movilizan, le meten miedo también a los trabajadores para que no se movilicen, ese es uno de los puntos. Hace media hora, un compañero mandó un mensaje que estaba saliendo de La Plata, y comentaba que en el tren de atrás venían hinchas de Gimnasia y Estudiantes, juntos en el mismo tren.  

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O sea que el espanto logró unir lo imposible.  

Beatriz: Claro, el espanto o el amor. Y otra de las cosas más interesantes que yo veo es que subyace una cosa que es la argentinidad. ¿Recuerdan cuando se ganó el campeonato del mundo? La argentinidad: eso subyace y en algún momento sale, sobre todo frente al avasallamiento que hay acerca de la argentinidad en este momento.  

Rubén: No se olviden que la hinchada de Boca fue la primera que hizo una movilización en contra del macrismo, y apenas asumió lo sacamos a Milei a las puteadas el día que se votaba presidente en el club. Hacía 6 días que lo habían elegido Presidente y lo sacamos a escupitajos y a puteadas. Eso tiene que ver con esa combinación entre el sentimiento y la pasión, con lo político.  

Beatriz: La vez pasada en la cancha de Estudiantes, Sturzenegger se tuvo que ir porque le decían de todo menos bonito: las tribunas son un termómetro social total.  

¿Y cómo se hace para que esta alianza siga más allá de hoy?  

Rubén (bostero): Hay que plantear que se haga permanente, aquí viene lo que se llama la construcción, y una construcción es día a día. ¿Cómo se hace, quién tiene la receta? Nadie. Lo que pasó el miércoles anterior a lo que pasó este miércoles son cosas distintas: todos los movimientos se van modificando, porque la realidad se va modificando. No podés manejar el tiempo, lo único que podés hacer es leer hacia dónde va la realidad, para poder ir digamos hacia una estrategia más ordenada o más segura para la clase trabajadora. Pero es muy difícil eso si no ves la realidad, si estás con una doctrina o con un dogma encima tuyo, no ves lo que está pasando. Es momento de estar muy abiertos.  

¿Así sea de River Plate?  

Como trabajador te respeto, pero como hincha… bueno: desde hoy, sí.

Rubén, Beatriz, Víctor y el resto de jubilados salían así la cancha, con los ojos bien abiertos.

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El partido

Laura tiene la remera de Boca; Margarita la de River. Y se abrazan. Laura dice: “Es terrible lo que viene pasando todos los miércoles, había que estar acá apoyando”. Su ¿rival? coincide.

Margarita, enfermera jubilada de Aldo Bonzi, lleva la de River: “Soy de una generación que viene luchando por sus derechos desde hace muchos años. El único camino es la calle, y no sólo para luchar por nosotros, los jubilados, sino por la educación, para que no se lleven todas nuestras riquezas. Con esto estamos perdiendo nuestro bienestar, nuestra tranquilidad”.

Otro clásico rival, dentro de la cancha, es Vélez-Chicago. Artemio tiene la del club de Mataderos. Rafael, la del conjunto de Liniers. Artemio dice que vino porque este gobierno es lo peor que pasó en democracia: “Lo que hay que hacer es resistir, y para resistir hay que olvidar cualquier división que no sea patria y antipatria”. Rafael, del cuadro contrario, completa: “Es fascismo puro, hay que sacarlo a la mierda: la democracia tiene que salvarse”.

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El Padre “Paco” Olveira, sacerdote de los Curas de Opción por los Pobres, no tiene puesta una sotana, sino una casaca de Boca. Más tarde intentaría evitar una detención y terminaría a punto de quedar detenido él. Antes de eso, dijo a lavaca, como un preludio de aquello: “Antes de empezar la marcha y ya nos gasearon; estamos en una dictadura, esto no es democracia, no hay ningún derecho a la protesta, lo único que saben es cagar a palos a la gente. Lo que buscan es sacarnos de la calle, atemorizarnos, pero están consiguiendo lo contrario: que cada vez seamos más”.

Filomena no tiene puesta ninguna remera. Sí su nieto (de River), que la acompaña. Ella, 84 años, está en silla de ruedas. Dice: «Vine con mi nieto para sumar gente. La cosa está muy mal. Hoy por ejemplo, no tengo leche», dijo mientras la Policía comenzaba ya a reprimir.

Armando tiene 76 años y vino desde Haedo. En su bastón, con el que se afirma ante el terreno movedizo de este presente del país, lleva colgado un papel: “Prefiero morir de pie, que vivir de rodillas”. Tiene los ojos todos gaseados. De pie, denuncia: “Más de 30 años de aporte tengo, y este perro, porque es un perro, me sacó los remedios para la presión”. Muestra: “Mirá, mirá cómo tengo las piernas; y vine igual”. Y repite: “Y vine igual”, mientras muestra las várices que esta vez viajaron desde el conurbano bonaerense.

Hinchadas y jubilados versus violencia estatal: La represión, el aguante y los partidos que se vienen

Después del próximo 23 de marzo, en apenas días, Armando y los trabajadores que no tengan 30 años de aportes al sistema previsional argentino no podrán acceder a una jubilación: se estima que 7 de cada 10 accedieron a su jubilación mediante la moratoria vigente. Y en el caso de las mujeres, 9 de cada 10.  

Pero los jubilados no luchan sólo por los jubilados. Al contrario. Lo resume Julio, que tiene colgada una bufanda celeste y blanca, y unos ojos dilatados no por el llanto, sino por el gas. “Vengo por mi familia, por los jóvenes, por la gente en situación de calle -dice- por la pobreza que hay, que cada vez es mayor. Nunca vi una cosa igual, este gobierno no tiene sensibilidad, no sé a dónde vamos a parar”. Cierra Julio, de 84 años, con los ojos cada vez más rojos, mientras siguen los gases: “Yo voy a seguir luchando mientras pueda contra este régimen”.

Sobre Avenida de Mayo y sobre Hipólito Yrigoyen, las calles que rodean la Plaza de los dos Congresos, se profundiza el enfrentamiento directo entre hinchadas y distintas fuerzas. Al frente de la represión está la Gendarmería Nacional y motos de la Policía Federal; atrás, agentes con chalecos de esta misma fuerza salen en grupo a cazar manifestantes. De pronto salen no menos de diez sosteniendo a una joven de 22 años, y la llevan hacia unos camiones celulares apostados en la entrada del Senado de la Nación. Allí ocurre esta escena, que mezcla el testimonio de la joven Anabella Pompeo con el del comisario a cargo de su detención:

La cacería siguió. 

Horacio Pietragalla, ex secretario de Derechos Humanos, está colgado en una valla frente al Congreso de la Nación y mira desde allí cómo centenas de policías federales tiran balazos de goma a las columnas de varias organizaciones sociales. Dice, desde las alturas: “Empezaron desde muy temprano, no querían que se convoque. A las 16 ya estaban reprimiendo. Esto cada vez va a ser más grande; la gente vino pacíficamente, no hubo agresiones grandes y sin embargo reprimieron de entrada. Es increíble la respuesta que da el Gobierno Nacional”.

Un hombre de 50 años, de zona Norte, viene por primera vez a la marcha de jubilados de los miércoles, también está asombrado con la represión: “Es impresionante. Lo quería ver con mis propios ojos. Es lo más parecido a un gobierno facho».

Silvia, 77 años, jubilada, no habla desde el Congreso: estaba por salir acompañada de Melanie, su amiga, y las balas la frenaron.  Dice: “Mi intención era estar en la marcha. Hoy más que nunca había que estar, cansados de ver cómo nos maltratan todos los miércoles. Pensaba ir temprano, con mi sillita porque no puedo estar parada mucho tiempo, hasta que vi lo que empezaba a pasar desde temprano, que me hizo acordar demasiado a la dictadura, no a un gobierno democrático. No hay libertad de expresión ni derecho a la protesta. Fue durísima la represión y consiguió el gobierno que no me animara a ir, simplemente porque no iba a poder correr. Y fue así, fue una cacería. Pero espero que cada vez seamos más los que salgamos, que no nos llenen de miedo”.

Los detenidos por manifestar fueron, según el gobierno, alrededor de 114 y la lista de heridos seguía creciendo al cierre de esta edición, uno de gravedad: Pablo Grillo, fotógrafo de 35 años, al cual un cartucho de gas lacrimógeno le impacto y rompió el cráneo. Pelea por su vida en el Hospital Ramos Mejía.

La represión, y la solidaridad: al cierre de esta nota la familia Grillo agradecía que la cantidad de gente que había ido a donar sangre para Pablo desbordaba el Hospital.

El partido que viene

Como todos los miércoles, ya está la convocatoria para el que viene, a la misma hora (17) y en el mismo lugar (el Congreso).

Una jubilada dice: “El próximo fin de semana, y en los que vendrán, en todas las canchas debe haber un grito unánime ‘Fuera Milei’, que sea de reivindicación al trabajo, a la dignidad y a la soberanía. Hoy debe ser el principio del fin de este gobierno, donde el pueblo se une y toma conciencia para que las cosas puedan cambiar”.

Los abrazos y apretones de manos son más efusivos entre clubes de signos opuestos al caer la noche. “Vamos Almirante Brown”, se escucha en la calle, y el cumplido no viene de otro hincha del club de Isidro Casanova, en La Matanza, sino de un veterano con la camiseta de Chicago, eterno clásico. Otra persona se acerca, pero ahora con la casaca de Morón, otro tremendo duelo del far west conurbano: “Vamos, compa, vamos los jubilados”, alentaron a algunos cabizbajos. 

Hinchadas y jubilados versus violencia estatal: La represión, el aguante y los partidos que se vienen

Lo que es casi imposible de ver por las calles de esos barrios, los jubilados lo hicieron posible.

Eso es también lo que expresa no ya la bronca, sino la rabia de una multitud que dice “basta” y cantó también un hit de época: “Que se vayan todos”, mientras Avenida de Mayo y sus arterias regalaron imágenes típicas del 2001. 

La policía, en un momento desorientada porque la gente no se amilanaba, era atacada con palabras y cantos:

– “Sos un muerto de hambre”.  

– “¿No tenés abuela? ¿No tenés abuelo?”.  

– “Vergüenza te tiene que dar”.  

– “A ustedes les parece que puedo vivir con 259 mil pesos por mes?”.  

– “Mira tu carita, ¿no tenés mamá? ¿No tenés papá?”.  

– “Están entregando el petróleo, el litio, ¿y defienden a este gobierno pegándonos a nosotros?”.  

– “¿Qué te dice tu vieja cuando venís a pegarle a los jubilados? ¿No es una jubilada como yo? No tenés cerebro ni corazón, malnacido”.  

– “Andá a Bahía, la puta que te parió, andá a Bahía, la puta que te parió”.

Hinchadas y jubilados versus violencia estatal: La represión, el aguante y los partidos que se vienen

Marcelo tiene 68 años y ligó un balazo de goma en el estómago: mientras se reponía en un bar enfrente del Congreso, contaba a lavaca: “Estaba en la vereda y empezaron a tirar tiros al tuntún” -dice levantándose la remera y mostrando la herida-. “Soy jubilado, soy hincha de Ferro y siento una impotencia porque estamos en manos de este tipo que es un loco, de la hermana que es peor y con un gabinete que es puro derecha y derecha. Tenemos que seguir con estas marchas: es la única forma de que se pueda dar vuelta la cosa”.

Afuera, mientras el viento empuja los gases que hacen arder ojos y gargantas, Carlos, el ya mítico jubilado hincha de Chacarita que logró que viniera su hinchada y luego el resto, sobresale de la línea de efectivos porque está parado sobre las rejas de un cordón que queda sobre Callao.

¿Quiere dar algún mensaje, Carlos?  

La juventud nos ha apoyado y el pueblo también. Y el miércoles que viene va a haber más apoyo. Salgan a luchar.

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Bahía Blanca: Entrevista a la investigadora que advirtió las inundaciones

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La investigadora del CONICET y doctora en Geografía, Paula Zapperi habló con FM De la Calle de Bahía Blanca a raíz de un trabajo publicado en 2012 en el que analizó cómo las modificaciones urbanas afectan las condiciones naturales de escurrimiento del agua en la ciudad. Tras las recientes inundaciones que afectaron a más del 70% de la población y dejaron al momento 16 muertos y alrededor de 100 desaparecidos, este estudio fue tildado como previsor.
Qué dice la investigadora respecto a la evolución de esa línea de trabajo, y por qué no fue tenida en cuenta. Cómo dialogan las obras hidráulicas que sí se hicieron con lo estudiado, y cómo la naturaleza vuelve a ocupar su lugar y obliga a “repensar” la ocupación de territorios: “Hay algo de lo que se venía haciendo que no estaba a tono con los desafíos que hoy nos está presentando el clima”. El rol de los investigadores, mientras el gobierno nacional desfinancia la ciencia y la educación: “Lamentablemente la realidad muestra que en momentos así –en realidad en toda la historia de la humanidad– siempre se necesitó del conocimiento”.

FM De la Calle: ¿Cómo se relaciona lo que pasó con tu tesis de 2012?

Paula Zapperi: Es una evolución que va teniendo una línea de trabajo dentro del Grupo de Física Aplicada de la Universidad del Sur, que es donde me desempeño. La tesis está motivada para estudiar las interacciones entre el medio natural, las características de cómo se dan las condiciones del escurrimiento del agua naturales en Bahía Blanca y cómo eso se va modificando con el crecimiento: el tendido de las calles, el relleno en los barrios. A la vez, eso fue complementado con un archivo histórico –principalmente del diario La Nueva Provincia- a partir del cual logré ver que había habido inundaciones a principios de siglo, había registro. Es medio obvio: si tenemos un arroyo que atraviesa la ciudad, en un momento iba a haber una crecida; tenemos zonas llanas, obviamente iban a aparecer annegamientos. Todo eso fue lo que yo publiqué en la tesis, mostrando: aquí hay problemas de acumulación de agua, aquí hay problemas de erosión.

Es muy irónico porque en la tesis que ahora está circulando, yo no muestro como lugares de afectación, con el nivel de años que tenemos, los lugares que hoy tenemos. Porque en los periodos donde yo hago la tesis, con el año 44 y la crecida del canal, ese área si bien tiene problemas, yo no encontré el ingreso de agua en las viviendas entonces en la magnitud que vimos ahora. Sí anegamientos, inundaciones, cosas temporales que después, con el sistema de desagüe que tiene la ciudad a partir del 70-80, eso drena.

Yo lo que hago no es advertir, sino decir: miren, esto es lo que pasa en función de lo que pude recolectar. Ahora, ¿por qué digo que es una evolución de la línea de trabajo? Porque una vez que tengo esas tesis, ya con el grupo replanteamos que eso era un insumo para hablar de peligro de inundación y que eso se podía llegar a hablar de la óptica a través del riesgo. Y si uno lo ve en esa lógica, tiene que mezclarlo con otras disposiciones de riesgo, como la vulnerabilidad. Ahí tenemos mucha cabida, desde la geografía, porque en esas investigaciones es donde mejor se plasma la ocupación del territorio.

Los temas van mutando y son dinámicos de acuerdo a lo que va pasando. Ahora nos estamos organizando para a trabajar qué está pasando y reconstruir un poco lo que pasó, y esas son cosas que ya te van cambiando. Y vemos: estas áreas, ¿qué pasó? Yo no las tenía consideradas como inundables, las tenía como probables porque son las zonas de ribera, de movimiento fluvial. Podía pasar, y pasó.

FM De la Calle: Si ese material estaba ahí, justamente se podía ver que había un riesgo, más allá de que el enfoque no era una advertencia, pero esa información estaba disponible. ¿Ustedes se acercaron a alguna autoridad? ¿Por qué no se tomó en cuenta?

Paula Zapperi: Nosotros, al estar en esta ciudad, que en definitiva es una ciudad intermedia, que uno llega a los diferentes sectores de la ciudad, por suerte hay un diálogo, con diferentes partes del gobierno local que están interesadas. Y muchas de las cosas que nosotros hacemos sabemos que tratar de incorporarla en su gestión del día a día. Pero problemáticas de este tipo, con la gestión del día a día, la gestión de la emergencia, no son suficientes. Hay que integrarlas con cuestiones de planificación urbana, que por más que haya interés desde acá, hay que integrarla con otros niveles de gobierno, y entran en juego otros intereses, decisiones políticas, son cuestiones complejas decir: aquí sí, aquí no; en estas condiciones sí, en estas no. Nosotros trabajamos y sabemos que las cosas que hacemos están disponibles, pero que no pueden plasmarse en ciertas acciones y medidas.

FM De la Calle: Al respecto de las obras hídricas que se hicieron hasta el momento, ¿cómo dialogan con lo que estudiaste?

Paula Zapperi: Si lo vemos desde el punto de vista de lo que pasó, es muy complejo. Porque lo que pasó fue la precipitación de 210 mm, que es poco menos de lo que llueve en el año, en 6-7 horas. Entonces, llevar a la obra mágica que pueda trabajar eso, no existe. Sí lo que vemos es que la ciudad fue dotándose de cierta infraestructura hidráulica a raíz de estos eventos que fueron ocurriendo; por ejemplo, los desagües pluviales ayudan mucho; fíjense que a las horas de finalizada la lluvia, el agua empezó a drenar. Pero bueno, no es solamente en las obras hidráulicas clásicas donde depositar la red de estos problemas. Sino también lograr una convivencia más armónica con el espacio que se va habitando, encontrar una manera de urbanizar respetando los caminos de agua, coberturas que no cancelen la infiltración, bajar ese impacto hidrológico que tenemos al ocupar territorio.

FM De la Calle: Hoy el intendente dijo que el canal Maldonado hay que hacerlo de nuevo. Uno piensa: ¿y ahora cómo se va a trabajar en adelante? Porque solo para esa reconstrucción estamos complicados. ¿Cómo es pensar una ampliación del canal u otra medida para prevenir que esto vuelva a suceder?

Paula Zapperi: No estoy al tanto de estas últimas declaraciones. Estuve mirando unas imágenes por vuelo de drone del canal, y más allá de que es información que quedaron solamente 2 puentes, se removieron las placas de hormigón… La naturaleza hizo algo ahí, que tal vez en muchos lugares del mundo está ocurriendo, que es la naturalización de los cursos de agua, la liberación de las zonas ribereñas, darle ese espacio. Piensen que el canal Maldonado está hecho sobre un canal natural que tenía el arroyo Maldonado; devolver ese espacio natural que tienen esos cursos de agua para momentos de crecida. A veces, cuando se dejan de manera natural, se tiene más registro de hasta donde se pueden ocupar y hasta donde no. Va a ser una oportunidad interesante para repensar. Nos tenemos que quedar con eso: con repensar. Hay algo de lo que se venía haciendo que no estaba a tono con los desafíos que hoy nos está presentando el clima.

FM De la Calle: Respecto a la cuestión meteorológica: ¿qué pasó antes y después de la tormenta?

Paula Zapperi: Nosotros para eso estamos buscando asesoramiento de meteorólogos que entienden toda la dinámica en la altura, donde se encuentran las explicaciones. Lo que vemos es que sí, fueron días de mucho calor, de mucha humedad. Hablaba con la universidad de Luján y me decían que tuvieron muchas lluvias… era lo que esperábamos nosotros con la alerta amarilla, y de repente vimos que mutó a alerta naranja. Entonces ahí se ve que el evento toma unas dimensiones, unos volúmenes de agua que inferimos que van en relación a la convectividad que se está dando. Si bien ha habido lluvias de esos milimetrajes – no en siete horas, tenemos lluvias de 180mm en 2 días, como fue en marzo de 2022-… pero esto sobrepasó todo. Ya queda más categorizado a lo que puede ser un evento de 100 años de recurrencia, poco frecuente o extraordinario, pero que en un contexto de cambio climático, que vemos que en nuestro caso está dándole rasgos de severidad a los eventos; que hay mayor contenido de humedad, aire cálido, creo que sí: es interesante empezar a verlo con mayor detalle los que estamos en estos temas.

FM De la Calle: Y de cara al desfinanciamiento que hay por parte de la Nación en ciencia y educación, ¿cómo puedes hacer que eso de estudiar estos eventos pueda hacerse efectivo eso de estudiar los eventos climáticos?

Paula Zapperi: Bueno, lamentablemente la realidad muestra que en momentos así –en realidad en toda la historia de la humanidad– siempre se necesitó del conocimiento. No hay que verlo como una fuente de gasto, sino como un origen de inversión la ciencia y el trabajo en estos temas. Es cierto, lo que vos me preguntabas: ¿por qué no se implementó? No importa, eso no es motivo para dejar de generarlo: en algún momento la coyuntura favorece que se pueda implementar.

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