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Abusos en Salta: Otra denuncia penal contra el ex cura Lamas y un pedido de colaboración al arzobispo Cargnello

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Carla Morales Ríos, artista trans, viajó a Salta para iniciar esta semana una denuncia penal contra ex sacerdote Emilio Raimundo Lamas –cesanteado por la Iglesia y preso desde el 17 de octubre- por los abusos que sufrió durante su infancia. Se suma a la denuncia de Juan Carlos García, que relató las mismas atrocidades cuando era monaguillo. Hoy realizaron una concentración frente al Arzobispado, donde entregaron un petitorio en el que exigen la colaboración del arzobispo Mario Cargnello. Lamas había solicitado la prescripción de la causa, pero la jueza lo rechazó, aunque le concedió la prisión domiciliaria. La denuncia, la esperanza de sentar un precedente y quiénes son las “personas odiantes”, en la voz de Carla.
La actriz y activista trans Carla Morales Ríos denunció penalmente al ex sacerdote Emilio Raimundo Lamas, cesanteado por la propia Iglesia y detenido desde el 17 de octubre, por el delito de abuso sexual y acceso carnal, misma denuncia que accionó Juan Carlos García, quien reveló haberlas sufrido cuando era monaguillo en la parroquia de Rosario de Lerma, Salta. Hoy realizaron una concentración en la Plaza 9 de Julio, al lado de la Catedral y frente al Arzobispado, donde entregaron un petitorio en el que exigen la colaboración con la Justicia y la entrega de toda la documentación referida en el Juicio Eclesiástico. También pidieron una reunión con monseñor Mario Cargnello, quien se negó previamente a entregar esa documentación. La reunión, prevista para hoy, fue postergada para el viernes a la tarde.
“Es importante seguir en el rumbo en que vamos”, dice a lavaca Carla, quien la semana que viene fue convocada para realizarse la pericia física y psicológica. “Bienvenido sea todo, porque los casos tomaron mucha difusión”.
El fiscal penal Federico Obeid solicitó esta semana a la jueza de Garantías Claudia Puertas que mantuviera la prisión preventiva de Lamas por dos motivos claros:

  • “Existen riesgos de fuga por parte del ex sacerdote, quien tiene arraigo fuera del país”.
  • “Podría entorpecer la investigación penal con actos de intimidación a testigos”.

En tanto, Lamas planteó la extinción de la acción penal por prescripción del delito. La jueza no aceptó el pedido, pero le otorgó el arresto domiciliario, al considerar “la gravedad de los hechos que se investigan, la extensión del daño que se le habría causado a la víctima, los modos de comisión que se habrían ejercido en contra de ella, así como la instancia preliminar en la que se encuentra la investigación, pero, principalmente, las obligaciones internacionales que podrían surgir de la causa y con relación al Estado argentino”.
Carla plantea que la decisión le “parece un horror, porque tiene que estar en cárcel común”, pero ve una Salta movilizada y mucho apoyo en la sociedad en su denuncia. “Es muy movilizante todo lo que está pasando acá, más en un pueblo y en una provincia tan católica”. Carla remarca que las marchas y las denuncias no apuntan contra la fe, sino “contra la institución que encubre pedófilos”. Un ejemplo: el fiscal Obeid pidió el allanamiento del arzobispado luego que monseñor Cargnello se negara a brindar información sobre el caso, amparándose en el Concordato firmado entre la Iglesia y el país en 1966, que establece, entre otras cuestiones, el “pleno ejercicio de su poder espiritual, el libre y público ejercicio de su culto, así como de su jurisdicción en el ámbito de su competencia”. La jueza Puertas no hizo lugar al pedido basándose en el mismo acuerdo.
En ese sentido, Carla confía en la movilización social como motor de un caso que avanzó inesperadamente rápido en lo judicial, al menos hasta ahora. “Estoy esperanzada con la gente que se va sumando, el pueblo, los salteños y las salteñas que nos apoyan. Creo que esto recién empieza y tiene que ver, también, con toda esta ola verde y de empoderamiento de mis amigas. Hay muchos materiales que están circulando y que hablan sobre el abuso, y se está usando el arte como un canal de transformación. Eso es muy importante porque, en mi caso, sin todo este apoyo y esa red, recién estaría saliendo del cascarón. Y estoy muy fuerte”.
Carla ubica lo que está sucediendo en Salta en el marco de una serie de acontecimientos que va desde la denuncia de Juan Carlos, la marea verde, la discusión por el aborto y la movilización de los grupos antiderechos contra la ley de Educación Sexual Integral. “Ahora también están pidiendo la derogación de la Ley de Identidad: pasaron de ser Provida a ser antiderechos, y ahora los defino como personas odiantes, porque sólo desde el odio podés pedir la derogación de una ley que brinda la posibilidad a muchos y muchas de un nombre en la escuela, acceso a la salud. Y están pidiendo retroceder. Por eso, hay que estar alerta: es gente que odia”.

La denuncia

A comienzos de octubre, Carla decidió visibilizar las denuncias por los abusos sufridos durante su infancia por parte del sacerdote Lamas con una acción desde la Casa de Salta hasta la Catedral, en Plaza de Mayo. Fue al mismo tiempo en que en Rosario de Lerma, su pueblo natal, se desarrollaba una marcha para exigir justicia por su caso y el de Juan Carlos García, quien difundió una serie de audios que revelan los detalles de su abuso. Carla cargó una cruz negra acompañada de dos mujeres con dos carteles que resumían todo: “Iglesia Católica cómplice de violación” y “Emilio Lamas cura violador”. En ese trayecto, hizo catorce paradas en reflejo de las catorce estaciones del Vía Crucis: en cada una de ellas, describió las reiteradas denuncias que hizo a lo largo de su vida, los silencios y su proceso hasta romper la máquina abusadora. En ese camino ocurrió algo emocionante: un grupo de chicos y chicas se plegó a la acción y acompañó a Carla con los carteles hasta la Catedral. Allí dejaron la cruz y los carteles en la puerta, bajo un grito claro: “No callamos. No nos olvidamos. No los perdonamos”.

Una perfomance del Vía Crucis de la Casa de Salta a la Catedral: así eligió Carla denunciar al cura Emilio Lamas


Aquí compartimos la carta abierta con que Carla decidió hacer pública su denuncia:

Carta abierta a mi violador

Hola Emilio!
Jamás pensé que ésta sería la forma de volver a entablar cierta forma de vínculo entre vos y yo, y disculpá que te tutee… pero necesito hablarte de igual a igual!
En estos momentos me encuentro lejos de mi hogar materno/paterno, esa casa humilde que conocías muy bien. Quizás ahora la desconozcas bastante ahora que pasó tanto tiempo.
Cuando apenas leí el titular de que quedaste preso me invadió una sensación extraña…
Instantáneamente mi memoria te muestra sonriente, con esa sonrisa de cura macanudo que tenías.
Y ahí me detengo…
No me pone feliz algo que debería festejarlo con bombos y platillos. Entonces me pregunto: ¿Está mal que quiera verte preso? ¿Está bien sentir culpa por eso? ¿Culpa por no quedarme callada? ¿Culpa poner mi cuerpo en acción para visibilizar lo que vos hiciste? Y qué raro eso de la sensación de culpa… Y para mí
suerte con mucho esfuerzo propio y externo, pude desenmarañar ese sentimiento de “culpa cristiana” que con tan solo 8 años vos y toda la Iglesia se empecinaron para que todavía hoy siga perpetuándose en mi, aunque cada vez menos, pero esa es otra batalla.
No se si podría mirarte a los ojos.
No porque no quiera, simplemente porque me pone en
jaque esta situación en particular.
Me dolería verte en el lugar donde yo también estuve, sólo que cuando yo fui detenida y apresada tenía 18 sólo que cuando yo fui detenida y apresada tenía 18 años.
Y ahí también fui abusada, pero esa es otra historia.
O la misma, que se repite aún hoy con la misma impunidad y complicidad que tu Iglesia.
“La venganza nunca es buena, mata el alma y la envenena”, dice el Chavo. Qué paradoja! Lo dice un niño que vive en situación de calle y nosotrxs no entendimos nada… yo sería una superheroíndiatrava vengándome de toda la vecindad por todo lo horribles que son.
Venganza! Ese sentimiento que siento cada vez que matan a una de nosotras como si fuésemos moscas.
Venganza de desearte preso.
Y que es la venganza sino ese sentimiento horrible de destruir todo a su paso por algo malo que una pasa! Y aquí ando, transformando ese sentimiento.
“Que la venganza sea soñarnos viejas”, dicen mis amigas Susy y Marlene.
Y tengo rabia, rabia de esperar tanto tiempo para decirte que lo que hiciste no estuvo ni está bien.
¡Y está mal! ¡Y es horrible!
Y tengo resentimiento.
Y estoy furiosa. Y esa furia, esa rabia, el resentimiento, la sed de venganza se transforma, como yo. Que pude transformarme. Que me sigue trasfmormando en acción y lucha. Lucha que me encuentra en la calle, en el arte.
Y tengo amor… Que de eso hablo, de amor!!!
Y aunque tenga amor ¡no te perdono! Y no olvido!
Y si el perdón significa que me libero, ya soy libre.
Y si el perdón significa que me libero, ya soy libre hace rato.
Tu moral y ética cristianas quedátelas vos y los tuyos!
Quiero que estés preso.
Quiero JUSTICIA!
Por mí.
Por mi vieja.
Por mi familia.
Por mis amigxs.
Por todxs lxs que no tienen voz.
No callamos!
No nos olvidamos!
No los perdonamos!

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La Ronda, en la mirada de Martina Perosa

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Quinta entrega del registro colaborativo de la ronda de las Madres de Plaza de Mayo, que se propone transmitir el valor de la constancia, de los pies en el espacio público, de la gota a gota que horada la piedra, la no violencia contra la violencia, su valor social, su peso histórico, sus 40 años de coreográfico diseño: media hora, todos los jueves. Esta cobertura realizada fue por la fotógrafa y artista visual Martina Perosa.

Toda la producción será entregada a ambas organizaciones de Madres y al Archivo Histórico Nacional. Invitamos a quienes tengan registros de las rondas realizadas estos 40 años a que los envíen por mail a [email protected] para sumarlos a estos archivos. Esta iniciativa es totalmente autogestiva.

La Ronda, en la mirada de Martina Perosa

“Desde hace tiempo me interesa la relación entre fotografía y movimiento. Hay un trabajo que me parece muy interesante, que me inspiró en esta búsqueda, que es la serie fotográfica de Muybridge en el que logra documentar el rápido trote de un caballo en el aire. Mediante esta serie intentaba demostrar, frente a la teoría opuesta de algunos periodistas deportivos, en el que hay un momento de la carrera en el que los cuatro cascos del equino están en el aire. Esas series en movimiento abrieron una nueva discusión en la historia de la fotografía, que incluso dieron comienzo al cine”.

La Ronda, en la mirada de Martina Perosa

“Siempre me interesaron estos cruces interdisciplinarios entre las diferentes ramas artísticas como el cine, la fotografía y la danza. Pensando la ronda de plaza de mayo, me punzaba mucho la idea de coreografía. Una repetición constante todos los jueves, durante cuarenta años, por media hora. Una serialidad. Una duración y tiempo concreta. En un espacio determinado. Unos cuerpos, y una relación entre ellos, con una calidad de movimiento que a lo largo de los años fue mutando según el contexto: explosivo, suave, sutil. Y una música que hilvana el movimiento, los sonidos de la calle y el grito popular”.

La Ronda, en la mirada de Martina Perosa

Sobre Martina Perosa

Artista visual, nacida en la ciudad de Buenos aires. Su formación se centró en distintas disciplinas artísticas, que hoy confluyen en su obra. Estudió cine, indagó en el teatro, la performance y danza contemporánea y luego se especializó en talleres de fotografía y  clínicas de obra. Esta multiplicidad de intereses le permitió construir una mirada interdisciplinaria sobre la fotografía con un principal interés en el movimiento, y en la potencia de la imagen para construir ficción y contar historias. En 2019 editó su primer fotolibro “Shinsekai”, finalista del Premio Publicación Latinoamericano en el FELIFA 2021 y en diciembre 2023 editó su segundo fotolibro Proyecto Dallas.

La Ronda, en la mirada de Martina Perosa
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Rosario narco (1): la infiltración y la complicidad

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Reflexiones, datos de la realidad e hipótesis sobre lo que ocurre en Rosario a partir del recrudecimiento de la violencia, a través de esta entrevista con Francisco Broglia, Defensor Público del Servicio Público de la Defensa Penal de la ciudad de Rosario y especialista en Derecho Penal. Desde la desestructuración económica a la descripción y atomización del mercado narco. Las complicidades policiales. La demagogia punitiva y las lógicas de la guerra, frente a otro tipo de esquemas de seguridad. La ineficacia de la violencia y la mano dura. Y la necesidad de una reforma policial y penitenciaria para poder ir al corazón del problema.

Texto: Sergio Ciancaglini

Rosario sigue sufriendo la violencia narco por un lado, y las políticas de “saturación” policial por el otro (llenar las calles de efectivos) que no parecen encontrar soluciones. El gobierno santafesino exhibió mayores controles y restricciones en las cárceles, con presos supuestamente relacionados al negocio narco y considerados de “alto riesgo”, sin ropa, en el piso, ante personal policial armado y encapuchado. Pablo Cococcioni, ministro de Seguridad provincial, publicó las fotos en Instagram bajo este título: “Cada vez la van a pasar peor”. Se emularon así las imágenes conocidas en El Salvador presidido por Nayib Bukele.

Se acumularon otras escenas, o aparentes respuestas: un colectivo penitenciario baleado, el asesinato de dos taxistas (Héctor Figueroa y luego Diego Celentano, en ambos casos utilizando balas policiales) y un colectivero (Marcos Daloia) a los que se sumó el crimen del trabajador de una estación de servicio, Bruno Bussanich. Todo acompañado por las amenazas al gobernador Maximiliano Pullaro, y una nota dirigida al propio gobernador y a Cococcioni en la que se pronosticaba: “carguen con muertes inocentes”.    

Sobre ese panorama habló con lavaca Francisco Broglia, abogado, especialista en Derecho Penal, Magister en Ciencias Sociales, docente universitario y actualmente Defensor Público del Servicio Público de la Defensa Penal de la ciudad de Rosario.

“Hay un endurecimiento de las condiciones de detención en algunos penales y quizás esta respuesta tiene que ver también con eso porque se empieza a dar desde hace algunos meses atrás. Esto que sucedió con la foto a lo Bukele, como se le dice. No se sabe si fue la gota que rebalsó el vaso o bien ya se venía dando una situación de agravamiento de las condiciones carcelarias que derivó en estos atentados en los que, además, están demostrando que tienen armas de la Policía y material balístico provisto por las fuerzas de seguridad. Hay un mensaje bien, claro: ‘estamos infiltrado en el Estado, o el Estado es cómplice nuestro’” explicó Broglia.

La precarización y la identidad

¿Cómo describir este panorama? “Rosario era de las ciudades más seguras de Latinoamérica, con una tasa de homicidios más baja que la media nacional, y hoy la estamos cuadruplicando. Hay una conjunción de cosas. Un fuerte cambio estructural del mercado del trabajo en Argentina y en el mundo en los últimos 30 años, relacionado con la precarización laboral. La situación es muy fuerte en los territorios, con situaciones de exclusión de jóvenes de sectores populares. Los materiales disponibles para construir identidad, para esos jóvenes, son prácticamente nulos. Los tradicionales, la escuela o el trabajo, dejaron de operar para ellos”.

¿Y entonces? “Aparecen otras formas de construir identidad, respeto y reconocimiento. Por ejemplo, la violencia. Y en ese marco aparecen estas economías delictivas vinculadas con la comercialización de sustancias como forma de generar esa identidad, ese prestigio social para los jóvenes. Ser soldadito (como se llama a quienes integran las bandas narco) de algún modo es esto: construir un yo, un ser, y hacerlo de una manera que la lógica actual de precarización no permite”. 

La lógica de matar

Para Broglia la situación en los barrios empieza por algo aparentemente sencillo: “Estamos en un modelo económico salvaje, donde tirar un tiro, matar a alguien, aparece como una lógica acumulativa. Hace un tiempo el que ganaba prestigio era el que se enfrentaba al ‘poronga’ del barrio. Pero luego aparece una lógica más capitalista, donde esto se mide en términos de cuánta gente esa persona es capaz de matar. ¿Cuántos muertos te cargás? Y con ese número te enfrentás y te imponés al ‘poronga’. Por eso hablo de lógica acumulativa”.

Cómo funciona el mercado: “Otra cuestión que cambió es la atomización del mercado de comercialización de sustancias. En las décadas del 80 y 90 era mucho más chico y concentrado. Pero ahora se transformó la lógica, mucho más atomizada y descentralizada. Y también se transformó el sistema de las complicidades”.

Las internas policiales

¿Qué significa esa transformación? “Que no hay una verticalización de cómo se estructuran sobre todo las fuerzas de seguridad en el mercado. Y entonces aparecen varias internas, distintas complicidades y varias bandas policiales operando con diferentes grupos también enfrentados entre sí. Es una atomización de las burocracias penales”.

¿Qué quiere decir eso? “Estoy pensando en algo que se ha manifestado en las causas penales, investigaciones y juicios federales que hemos tenido en Rosario: la complicidad de las fuerzas de seguridad, particularmente de la policía. No digo que toda la fuerza sea cómplice en esto. Pero hay varios grupos en pugna, operando para distintas bandas, lo que permite ver que no hay una estructura centralizada, como tampoco un cartel que domine el mercado”.

El resultado: “Al no haber carteles lo que hay son bandas sueltas, atomizadas, con poder de fuego y mucho uso de la violencia con la mano de obra de los pibes, los soldaditos. Son los más intercambiables, pero a la vez son los que están dispuestos a intervenir disparando por unos mangos, o haciendo cualquier otra cosa”.

Soldaditos y financistas

¿Cuál es la respuesta estatal? Broglia lo explica como una especie de marketing: “La respuesta típica es la saturación policial. Militarizar la ciudad es muy vendible hacia afuera. Es obvio que a todos nos puede llenar de tranquilidad tener un policía más cerca, en un contexto de miedo. Pero no parece como una solución de fondo porque en realidad en estas estructuras delictivas hay manejo del dinero y distintos niveles de jerarquía. Obviamente, la intervención de la fuerza de seguridad en el territorio no va a llegar a las cúpulas que financian el negocio, donde el financista ni siquiera se conoce con el que está tirando tiros en el barrio. Son cosas mucho más anónimas, con muchas intermediaciones”.

Agregado de contexto: “Estamos inmersos en un capitalismo neoliberal financiero que funciona también con estas lógicas, y que se alimenta también del dinero que se produce por esta vía”, referencia que empalma con las industrias de lavado de dinero que contienen a todo este fenómeno.

“El otro punto es la amplificación de la violencia. La violencia fue escalando a partir de la visibilidad de grupos o bandas como Los Monos, por ejemplo. Empezó a aparecer el tema en los diarios, se lanzó la ‘guerra al narcotráfico’ y a algunos grupos en particular con nombre y apellido. Y eso está amplificando la respuesta violenta. Entonces aparece una escalada, al estilo de otros países donde se aplicaron las mismas recetas. México y Colombia por ejemplo. El Estado amplifica la violencia que va escalando en forma desmedida. Pero esos países son un ejemplo: por más escalada, el problema no se soluciona y es más: se agrava”.

El espectáculo

En estos días ha habido distintas intervenciones mediáticas del Presidente Milei y su ministra de Seguridad Patricia Bullrich (que anunció contradictoriamente en la misma oración que Milei iría a Rosario en 25 días, o en dos semanas, o en una, confirmando la proverbial dificultad o manipulación del oficialismo con los números).

Sostiene Broglia: “Todo es muy nuevo, hay mucha información cruzada. Es cierto que hubo una situación en la unidad de Piñero, pero otros dicen que no.  Hay distintas versiones del gobierno provincial, y varios hábeas corpus presentados por la Defensa Pública debido a relatos bastante tremendos de personas privadas de su libertad. Entonces no sabemos qué es lo cierto y lo que no, por lo que me parece aventurado hoy decir algo en relación a si lo ocurrido fue una respuesta a la situación en la cárcel, o no”.   

Rosario narco (1): la infiltración y la complicidad

La ministra Bullrich sonríe y saluda en Rosario. (Foto distribuida por el Ministerio de Seguridad).

Traducción: Broglia pone en tela de juicio las versiones difundidas mediáticamente. Duda, además, sobre el tema de la autoría de los crímenes y ataques de los últimos días: “Tampoco me animaría a coincidir ni a disentir en términos de quiénes son los que preparan los atentados. De lo que sí estoy seguro es de que cuanto más violencia se genera, la escalada termina siendo peor. Claramente la solución no va a ser la espectacularización de la violencia. Entiendo que el Estado tiene que ser firme y echar mano de las herramientas que le corresponden dentro del marco legal”.

Broglia no quiere cargar las tintas en los actuales gobernantes. “Son gobiernos que están hace poco, lo digo como no votante de ambos. Pero al margen de la simpatía que se les tenga, conviene pensar las cosas con coherencia. Venimos de un proceso de mucho tiempo, desde los 90, que instaló lo que suele denominarse demagogia punitiva. La alternativa al problema de la seguridad aparece como un discurso de guerra al delito, guerra al tráfico de sustancias. Se construye un enemigo que generalmente está en los barrios populares, entre personas pobres. Y se ha ido avanzando hacia un planteo en el cual prácticamente hay que exterminar a ese otro convertido en enemigo, pero sin resolver el problema de fondo, que incluye lo económico y las burocracias penales. Y eso no es privativo de ningún gobierno en especial sino que atraviesa a todos, provinciales y nacionales, durante los últimos 30 años”.

El rinde electoral

“Hubo algunos avances y muchos retrocesos en materia de seguridad, intentos de lograr una idea de seguridad más democrática, y la contrapartida de situaciones muy hacia atrás. En todos los gobiernos. A la política le cuesta mucho correrse de los discursos habituales porque los políticos interpretan que esas medidas duras, espectaculares, son lo que la población quiere. Piensan que rinde electoralmente. Hubo matices, gobiernos que atemperaron esa actitud y que intentaron algunas transformaciones, pero al final siempre fueron hacia el punitivismo, por esa idea electoral. La lógica de una guerra absurda que no existe, y que no es ninguna solución. Lo que se precisan son soluciones multi agenciales”.

¿Por ejemplo? “Un abordaje con intervención de diversos actores, no solo las fuerzas de seguridad. Encarar el problema del delito en toda su complejidad como fenómeno social, multi causal, con la intervención de otros actores sociales que pueden influir en el fenómeno, no solo la policía. Fijate que en esta misma charla estamos viendo varias aristas distintas. Entonces el tema es la operatividad de las intervenciones que tienen que ver con la política social del Estado, por ejemplo, en donde mucho tiene que ver un neolberalismo económico y financiero que funciona también con estas lógicas, que también alimenta a una economía que muchas veces funciona con ese dinero”.

Rosario narco (1): la infiltración y la complicidad

Francisco Broglia, Defensor Público del Servicio Público de la Defensa Penal de la ciudad de Rosario y especialista en Derecho Penal.

La saturación es vieja

“Otra cuestión es hacer un diagnóstico certero. Pensar que el problema de la comercialización de sustancias se va a resolver solamente poniendo más policía en la calle, evidentemente ha demostrado que no va a traer grandes resultados” plantea Broglia. Las noticias postulan que son unos 450 efectivos enviados esta vez a Rosario (se instalarían en 3 barrios) frente a intervenciones como la de Sergio Berni, que recuerda Broglia, con 4.500 efectivos que tampoco resolvieron el problema, puede verse.  

“En Rosario ya hubo varias intervenciones según el esquema de saturación policial. La verdad es que es algo bastante viejo, que no solucionó nada. Sergio Berni lo hizo en 2012, de modo mucho más amplio y potente que lo que buscan hacer ahora el gobernador Pullaro y la ministra Bullrich. Recuerdo que una antropóloga, Josefina Martínez, decía que en lugar de pensar tanto en la saturación policial, alguna vez habría que pensar en un esquema de saturación social: cómo hacer frente a las problemáticas del neoliberalismo y la exclusión, que hoy encima se manifiesta de un modo bastante intenso y compleja”.

Menciona el Defensor Público otro tema que no aparece en ninguna agenda: “Hay que pensar de una vez por todas en una reforma policial y penitenciaria integral. Parecería que la política no se anima a intervenir sobre esta autonomía policial, que es el gran tema de todo lo que estamos comentando. Se dieron en el país algunos procesos siempre en situaciones de crisis muy extrema, como en la Policía Bonaerense. Y luego retrocesos cuando se comenzó a calmar el reclamo social: ahí volvieron los avances conservadores y muchas de las reformas fueron para atrás. Sigue siendo un tema pendiente, el gran tema si se quiere encontrar una solución efectiva a lo que está pasando en Rosario, por ejemplo”.  

Teoría sobre la demagogia

Señala también Broglia el error de la demagogia punitiva: “Tengo una mirada  diferente por lo que me ha tocado ver y trabajar. No lo digo como intérprete ni nada por el estilo, pero sí por algunas cosas que humildemente uno puede escuchar de personas muy castigadas por el problema de la inseguridad, que son las personas más pobres. Son las que más lo sufren porque hay siempre una desatención del Estado de esas victimizaciones, como también desde la política se piensa que la demagogia punitiva es la alternativa, y que la gente quiere más cárcel, más policía y más violencia”.

“Pero cuando uno se acerca un poco a lo que la gente parece necesitar, la gente no pide más violencia desde el Estado para enfrentar el problema. Pide que no le pasen cosas, no ser víctima de delitos, vivir tranquila, no tener miedo. Me hace acordar una cosa que decía David Garland, un criminólogo del Reino Unido, en la década del 90, cuando se discutían las mismas cuestiones.  Él decía que la gente no quiere la violencia del Estado. Esa es la interpretación del político y de la opinión publicada en los medios, como salida para demostrar que está haciendo algo diferente. Pero la gente lo que quiere es que no le pase nada. Entonces tal vez habría que plantear otras visiones, que tal vez sean acompañadas también desde el punto de vista de los votos. Pero también hay que tener coraje como para hacer eso, ¿no?. Coraje, capital político y apoyo en general. Pero eso se va a poder lograr cuando se comprenda que lo hecho hasta ahora no soluciona el problema”.

¿Qué le diría a una persona que piensa que la solución es más policía, más mano dura? “Es complejo porque es difícil sacar a la gente de sus cuadros o sus marcos ideológicos. Entonces esa persona está convencida de que la única alternativa es esa. Es complicado que pueda entender que hay otra salida. El problema no se va a resolver con mayor violencia porque no tiene que ver solamente con una cuestión de derecho, sino con la ineficacia de esas políticas”.

Sobre la política del “cada vez la van a pasar peor” en las cárceles a lo Bukele, Broglia propone dos conceptos:

  • “Desde el punto de vista de los derechos humanos, nuestra legislación establece la finalidad resocializadora de la pena y la prohibición de la tortura y los malos tratos a las personas detenidas”.
  • “Desde el punto de vista de la eficacia del punitivismo para reducir la violencia y el delito, te diría que el endurecimiento carcelario es inútil”.
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La Ronda, en la mirada de Eduardo Longoni

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Cuarta entrega del registro colaborativo de la ronda de las Madres de Plaza de Mayo, que se propone así transmitir el valor de la constancia, de los pies en el espacio público, de la gota a gota que orada la piedra, la no violencia contra la violencia, su valor social, su peso histórico, sus 40 años de coreográfico diseño: media hora, todos los jueves, 2.392 veces al 15 de febrero, fecha a la que corresponde esta cobertura realizada por el fotógrafo Eduardo Longoni, autor de uno de los registros a lo largo de la historia de Madres más reconocidos. Toda la producción será entregada a ambas organizaciones de Madres y al Archivo Histórico Nacional. Invitamos a quienes tengan registros de las rondas realizadas estos 40 años a que los envíen por mail a [email protected] para sumarlos a estos archivos. Esta iniciativa es totalmente autogestiva.

La Ronda, en la mirada de Eduardo Longoni

Foto: Eduardo Longoni para la cobertura colaborativa de las rondas de las Madres de Plaza de Mayo.

Una ronda de casi medio siglo

Estoy parado en la Plaza, a la sombra de un árbol, con los ojos entrecerrados por la luz que refleja la blanquísima Pirámide. Es un caluroso jueves de verano, son las tres de la tarde. Y espero que lleguen las Madres a su habitual ronda. Pero mi cabeza vuelve una y otra vez a los jueves invernales de fines de los ´70, plena dictadura. Frío. Por dentro y por fuera. La Plaza llena de servicios de inteligencia, de policías de civil, de personajes oscuros. Y allí iban llegando las Madres, algunas acompañadas por familiares, otras solas con su pañuelo. Todas con desesperación, con coraje y con pequeñas fotos de sus desaparecidos. Yo era joven, como sus hijos ausentes. Ellas tenían la edad de mi madre. En medio de ese lazo tácito de amor que nos fue uniendo, nacieron mis primeras fotos.

Hoy estoy aquí, ya no soy joven. Es mi primera ronda después de la muerte de mi madre. Y ahora sólo llega Norita Cortiñas por un lado y Pina de Fiore por otro. Hay algo que me estruja el alma. Una mezcla del paso del tiempo con tristeza. Pero ellas siguen dando vueltas. Incansables.

La ronda de las Madres es el lugar dónde ahogar las flaquezas, los miedos, es un sitio dónde los obstáculos se vuelven más pequeños. Es el círculo en el que empezó a derrumbarse la dictadura más sangrienta de nuestro país. Nada menos…”

La Ronda, en la mirada de Eduardo Longoni

Foto: Eduardo Longoni para la cobertura colaborativa de las rondas de las Madres de Plaza de Mayo.

La Ronda, en la mirada de Eduardo Longoni

Foto: Eduardo Longoni para la cobertura colaborativa de las rondas de las Madres de Plaza de Mayo.

La Ronda, en la mirada de Eduardo Longoni

Foto: Eduardo Longoni para la cobertura colaborativa de las rondas de las Madres de Plaza de Mayo.

La Ronda, en la mirada de Eduardo Longoni

Foto: Eduardo Longoni para la cobertura colaborativa de las rondas de las Madres de Plaza de Mayo.

Sobre Eduardo Longoni

“Trabajo con fotos, respiro fotografía, las imágenes me asaltan a cada paso. Con la cámara como pasaporte puede viajar por todo el mundo. Expuse mis imágenes en muchas galerías y museos alrededor del mundo, pero guardo un especial orgullo de haber sido uno de los fundadores de la exposición El Periodismo Gráfico Argentino allá por 1981, cuando todo era peligroso en nuestro país. Esa muestra, la más prestigiosa del fotoperiodismo argentino, sigue vigente hasta nuestros días con más de 30 ediciones”.

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