Nota
Avruj, eje de una trama de negocios y empresas (Parte 1)
Esta investigación sobre Claudio Avruj, secretario de Derechos Humanos de la Nación, es el primer capítulo de la tarea propuesta por el Consorcio de Periodismo de Investigación Autogestivo (CPIa) creado para profundizar las revelaciones de los Panamá Papers, tan manipuladas por la prensa comercial. MU y Tiempo Argentino decidieron investigar la lista de funcionarios que poseen cuentas en paraísos fiscales. En total son 14. Claudio Avruj es el primer capítulo. El diario Tiempo publicó esta nota el 18 de setiembre, en tanto MU, en su edición de este mes, publica un perfil de sus relaciones políticas y reportaje. Aquí, la primera parte.
Al secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj, todavía lo persiguen las sospechas sobre las razones de la creación de Kalushy, una cuenta en Panamá presuntamente gestionada como dirigente de la organización B’nai B’rith Internacional. Y ahora tal vez deba sumar una explicación consistente sobre la actividad de otras firmas vinculadas con su entorno cercano -familiares y amigos- que resultaron favorecidas con contratos, pauta publicitaria y adjudicaciones mientras él ejercía como funcionario del gobierno porteño.
El comienzo de la historia
El 13 de julio de 1992 en la Ciudad de Panamá el actual secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj, creó la firma Kalushy SA. Lo hizo acompañado por Ramy Attie, un banquero millonario con fuertes vínculos con Israel que en ese entonces presidía la sede panameña de B’nai B’rith y que figura en otras cuentas de Panamá.
Los dos firmaron como presidente y secretario frente al notario público Jorge Isaac Iglesias y dos testigos panameños. La esposa de Avruj, Elisa Virginia Alfie de Avruj, no estaba presente, pero fue incluida como tesorera.
Esa firma no figuró en los Panamá Papers como las de su jefe, el presidente Mauricio Macri. Sin embargo, aquel caluroso día de julio de hace más de 20 años todavía le genera dolores de cabeza y cada tanto tiene que contestar las incómodas preguntas de lo que aún provoca.
La respuesta del funcionario tuvo algunas variaciones en estos meses, pero siempre aseguró haber creado la firma debido a su rol como dirigente B’nai B’rith en ese país. «¿Porque aparezco en el registro? Porque viví en Panamá. No era una cuenta offshore», contó al consorcio integrado por la revista Mu, de la cooperativa La Vaca, y Tiempo. «Para vivir en Panamá había tres formas, o sos inversionista y yo no tenía un mango para hacerlo; o tenés un contrato, que el distrito no me lo podía dar porque no estaba legalmente registrado; y otra es tener una empresa. El presidente decide que lo mejor era armar una empresa, a tal punto que se pone como secretario general. Y eso fue lo que me permitió tener un contrato de alquiler, abrir una cuenta bancaria para cobrar el sueldo, comprarme el auto y cuando me fui, me fui. Esa es la verdad de la historia», agregó.
Desde B’nai B’rith Internacional, sin embargo, la versión es otra. Como lo señaló meses atrás a Página/12 cuando estalló el escándalo, la organización negó a Tiempo cualquier vinculación con este tipo de prácticas. «B’nai B’rith no estableció ni autorizó el establecimiento de ninguna corporación en Panamá. Crear una corporación por el propósito de ocultamiento de cualquier tipo es completamente contrario a nuestros principios y prácticas como una organización benéfica cuyos financiamientos son completamente transparentes», comunicó la organización.
Las empresas de Avruj
La aparición de Kalushy generó revuelo. Sin embargo no es la única firma en el ecosistema político y económico del actual secretario de Derechos Humanos, con antecedentes recientes de haber favorecido a otras empresas relacionadas a su entorno cercano, tanto familiar como de amistades, mientras fue subsecretario de Derechos Humanos en la Ciudad. Alrededor del funcionario, quien ingresó a la gestión pública como director de Relaciones Institucionales de la Ciudad tras casi una década en la DAIA, se crearon pequeñas empresas de medios y productoras que le permitieron a su entorno hacerse con pauta publicitaria porteña:
–Vis a Vis: se presenta como Cadena Judía de Información, pertenece a Avruj y Guillermo Yanco, esposo de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. El secretario de Derechos Humanos y Yanco integran también el exclusivo Club Político Argentino y ambos forman parte del Consejo Directivo en el Museo del Holocausto. Avruj como presidente honorario y Yanco como Vice.
–GC Producciones: creada por la esposa de Avruj, Elisa Virginia Alfie, y Gustavo Szpigiel. A través de esa productora, generan contenidos para Canal Metro, del Grupo Clarín, como el programa televisivo de Vis a Vis. De su constitución participó como abogada la hermana de Avruj, Andrea Gisela, designada primero en la Dirección General de Convivencia en la Diversidad de la Subsecretaría de DD HH porteña, y ahora directora de Asuntos Jurídicos del INADI.
–MinutoXT: vinculada con GC Producciones a través de Szpigiel, una agencia de noticias sobre deporte y deportistas de la comunidad judía.
En los últimos años de gestión macrista en la Ciudad, las tres empresas ganaron cientos de miles de pesos en publicidad oficial. En 2014, con Avruj como subsecretario de DD HH, ya funcionaba la webque obtuvo por parte de Ciudad $ 27.500 por mes desde junio de ese año hasta diciembre. Un total de $ 192.500. Lo mismo sucedió con la web de MinutoXT: entre junio y diciembre obtuvo todos los meses 27.500 pesos.
El negocio de las colectividades
La gestión en la Ciudad de Avruj tuvo una característica muy particular: profundizó las políticas y el presupuesto sobre las áreas de diversidad cultural y colectividades y dejó de lado las políticas de Memoria, Verdad y Justicia. Esto trajo el desfinanciamiento de sitios como el Parque de la Memoria; el negocio de los stands que poblaban un mínimo de tres cuadras a ambos lados de la avenida de Mayo en cada «Buenos Aires Celebra», y también polémicas adjudicaciones.
Fuentes de la Subsecretaría señalaron a Tiempo que las impresiones del área «se las daban todas a la imprenta de Marcelo Glasman».
Glasman es propietario de la imprenta Mimeográfica SA y su vínculo con Avruj puede verse también en el Museo del Holocausto, donde tiene el cargo de prosecretario. Mientras Avruj dirigía ese área, la imprenta resultó favorecida en tres Boletines Oficiales diferentes con contrataciones privadas con el mismo justificativo de tratarse de una «imprescindible necesidad» y «urgencia» de la contratación para editar ediciones de colectividades, como la comunidad vasca. Así, en mayo de 2014 obtuvo $ 120 mil, en septiembre de 2013 ganó seis juntas que sumaron 182.500 pesos y el 3 de febrero de 2014 sumó otros 67.500 a través de dos resoluciones. Fueron 370 mil pesos en total en menos de un año.
Lo curioso es que en el Boletín Oficial de Ciudad la empresa gráfica figura a nombre de Daniela Pesoa y con su cuit personal, no el de la imprenta. Sin embargo, Pesoa aparece en páginas de internet y en redes sociales relacionada a Glasman. En el Boletín Oficial, la subsecretaría de Avruj optó por nombrarla sólo a ella.
Nota
De la idea al audio: taller de creación de podcast
Todos los jueves de agosto, presencial o virtual. Más info e inscripción en [email protected]
Taller: ¡Autogestioná tu Podcast!
De la idea al audio: taller de creación de podcast
Aprendé a crear y producir tu podcast desde cero, con herramientas concretas para llevar adelante tu proyecto de manera independiente.
¿Cómo hacer sonar una idea? Desde el concepto al formato, desde la idea al sonido. Vamos a recorrer todo el proceso: planificación, producción, grabación, edición, distribución y promoción.
Vas a poder evaluar el potencial de tu proyecto, desarrollar tu historia o propuesta, pensar el orden narrativo, trabajar la realización sonora y la gestión de contenidos en plataformas. Te compartiremos recursos y claves para que puedas diseñar tu propio podcast.
¿A quién está dirigido?
A personas que comunican, enseñan o impulsan proyectos desde el formato podcast. Tanto para quienes quieren empezar como para quienes buscan profesionalizar su práctica.
Contenidos:
- El lenguaje sonoro, sus recursos narrativos y el universo del podcast. De la idea a la forma: cómo pensar contenido y formato en conjunto. Etapas y roles en la producción.
- Producción periodística, guionado y realización sonora. Estrategias de publicación y difusión.
- Herramientas prácticas para la creación radiofónica y sonora.
Modalidad: presencial y online por Zoom
Duración: 4 encuentros de 3 horas cada uno
No se requiere experiencia previa.
Docente:
Mariano Randazzo, comunicador y realizador sonoro con más de 30 años de experiencia en radio. Trabaja en medios comunitarios, públicos y privados. Participó en más de 20 proyectos de podcast, ocupando distintos roles de producción. También es docente y capacitador.




Nota
Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

Hoy se cumplen 23 años de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki que estaban movilizándose en Puente Pueyrredón, en el municipio bonaerense de Avellaneda. No eran terroristas, sino militantes sociales y barriales que reclamaban una mejor calidad de vida para los barrios arrasados por la decadencia neoliberal que estalló en 2001 en Argentina.
Aquel gobierno, con Eduardo Duhalde en la presidencia y Felipe Solá en la gobernación de la provincia de Buenos Aires, operó a través de los medios planteando que esas muertes habían sido consecuencia de un enfrentamiento entre grupos de manifestantes (en aquel momento «piqueteros»), como suele intentar hacerlo hoy el gobierno en casos de represión de sectores sociales agredidos por las medidas económicas. Con el diario Clarín a la cabeza, los medios mintieron y distorsionaron la información. Tenía las imágenes de lo ocurrido, obtenidas por sus propios fotógrafos, pero el título de Clarín fue: “La crisis causó 2 nuevas muertes”, como si los crímenes hubieran sido responsabilidad de una entidad etérea e inasible: la crisis.

Darío Santillán.

Maximiliano Kosteki
Del mismo modo suelen mentir los medios hoy.
El trabajo de los fotorreporteros fue crucial en 2002 para desenmascarar esa mentira, como también ocurre por nuestros días. Por aquel crimen fueron condenados el comisario de la bonaerense Alfredo Franchiotti y el cabo Alejandro Acosta, quien hoy goza de libertad condicional.
Siguen faltando los responsables políticos.
Toda semejanza con personajes y situaciones actuales queda a cargo del público.
Compartimos el documental La crisis causó 2 nuevas muertes, de Patricio Escobar y Damián Finvarb, de Artó Cine, que puede verse como una película de suspenso (que lo es) y resulta el mejor trabajo periodístico sobre el caso, tanto por su calidad como por el cúmulo de historias y situaciones que desnudan las metodologías represivas y mediáticas frente a los reclamos sociales.
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
- Revista MuHace 2 semanas
Mu 204: Creer o reventar
- MúsicasHace 4 semanas
Susy Shock y Liliana Herrero: un escudo contra la crueldad
- AmbienteHace 2 semanas
Contaminación: récord histórico de agrotóxicos en el Río Paraná
- ActualidadHace 4 semanas
Que viva el periodismo: las respuestas a los ataques a la prensa
- ActualidadHace 3 semanas
Los vecinos de Cristina