Nota
Bolivia, entre la masacre de El Alto y el pacto en el Parlamento
El relato de la cronista radial Yolanda Mamami describe con precisión la postal de El Alto después de la masacre de ayer. Aporta nombres, edades y datos sobre los asesinados con bala y por la espalda por las fuerzas armadas, describe cómo fue creciendo la protesta en esa ciudad al ritmo de la indignación y de qué depende la salida al golpe de Estado que siembra la falta de alimentos y la represión: el pacto entre la fuerza ilegal del gobierno de facto y la Asamblea Constituyente. En este marco, las mujeres aymara dicen: “Vamos a seguir luchando contra la masacre”.

Yolanda Mamani es aymara “de pollera”, como se define, comunicadora radial (“radialista en radio El Deseo”) y está en El Alto en medio de una postal que describe con una palabra “indignación”. Desde allí narra a lavaca con precisión y por teléfono lo que está viendo y sintiendo: “Se está haciendo un cabildo y la gente también está llegando de diferentes lugares, con estandartes y whipalas, hasta donde se está haciendo la vigilia de los cuerpos asesinados por las Fuerzas Armadas. La vigilia es frente a una iglesia donde también están haciendo la autopsia. Acá la verdad es que se siente mucha rabia, mucho enojo. Cada día se ha ido sumando a esta lucha la gente, porque al principio eran pocos quienes estaban como indignados después de la renuncia del presidente Evo Morales. Hasta hace unos días había una mezcla: gente indignada por el pisoteo de la whipala y en el medio de ese movimiento, había mujeres y hombres que estaban peleando el regreso de Evo Morales. Y así es como se ha ido sumando esta lucha en la ciudad de El Alto: por la indignación. Ayer con la muerte de los y las hermanas alteños la gente se ha indignado mucho más. Ahorita sabemos que son como 8 personas los asesinadas con bala. Ahorita se están haciendo autopsia. Entre las asesinadas hay mujeres: no sabemos cuántas exactamente, pero sí hay mujeres. De hecho, una es mujer de pollera. Los familiares están reacios a los medios, sobre todo a medios nacionales porque no han estado dando prioridad de todo lo que pasaba en El Alto. Por eso tienen la molestia .Y tampoco nosotras estamos obligándolos a hablar. Es un momento de duelo y justamente eso hay que respetar”.
-¿Estuviste presente durante la represión?
-No estaba yo al momento de la represión: estaba haciendo cobertura en La Ollada (la ciudad de La Paz). Hoy vinimos para saber realmente cuántas personas habían sido asesinadas. Muchos dicen son 30 las baleadas, porque hay gente herida y hospitalizada.
-¿Qué datos pudiste chequear de los asesinados?
El Instituto de Investigaciones Forenses me pudo informar que existen dos cadáveres en la morgue del Hospital de Clínicas de nombres Edwin Juchamani Paniagua y Ruddy Cristian Vásquez. Las otras seis personas fallecidas son Juan José Tenorio Mamani (23 años), Joel Colque Patty (22), Antonio Ronaldo Quispe Ticona (23), Pedro Quispe Mamani (37), Clemente Eloy Mamani Santander (23) y Devi Posto Cusi (34). Hemos hablado con los familiares de uno de los asesinados: Edwin . Es de uno de los pueblos de El Alto, de acá a dos horas. No estaba metido en la revuelta, sino yendo a trabajar.
Era albañil y le han asesinado con bala por detrás. Los familiares no estaban de acuerdo con la autopsia, se resistían, pero al final la Defensoría del Pueblo les ha convencido y es por eso que ha sido uno de los primeros en hacerse la autopsia. La familia ya se lo están llevando a su área rural, para que tenga sepultura allá en su pueblo. Es gente bastante pobre, muy humilde, muy triste. Es gente muy pobre que no sabe a quién acudir. Le está exigiendo al Estado, justicia. Es muy triste también hablar y acercarse a la gente, están bien susceptibles. No se puede hablar fácil en un momento de duelo.
El velorio de uno de los asesinados por las FFAA bolivianas donde se encontraba Yolanda mientras hablaba con lavaca.org
-¿Cómo es la situación ahora en El Alto?
-Estamos viviendo un momento de bastante tensión. Acá mismo hace minutos nada más estaban revoloteando helicópteros y avionetas de las Fuerzas Armadas. Estaban revoloteando para seguir amedrentando y meter miedo en la población. Además, está difícil llegar a El Alto. Hemos venido por el teleférico por tramo, y caminando después. Hay barricadas en las esquinas y calles de la ciudad, trancas por todos lados. No se puede transitar directo. Al llegar lo primero que notamos es que si hace unos días la gente no estaba indignada por la renuncia de Evo o estaba mirando las protestas desde el balcón, ahora sí se han movilizado. Están indignados y están conmovidos por el dolor y el duelo. Eso se siente: la rabia y la impotencia se siente en la gente, en contra de Janine Añez, que nos está mandando las Fuerzas Armadas para matarnos como si fuéramos animales.
-¿Cómo se vive en El Alto estos días?
-Es mucha tristeza, angustia, porque cada día a día siempre faltan alimentos. Están muy caros, y eso nos afecta principalmente a la gente que vive del día a día, a la gente pobre. Son ya muchos días que estamos así. Y en las áreas rurales no está entrando alimentos. Entonces la gente tiene rabia y, al mismo tiempo, hay desesperación. Antes teníamos todo y ahora no hay gas para cocinar, por ejemplo. Y la gente se desespera. Pero también hay muchas mujeres aymaras que me han dicho: “ No vamos a sufrir. Tenemos de todo. Lo único que necesitamos es sal”. Y me decían: “Vamos a seguir luchando contra la masacre que está haciendo esta Presidenta transitoria”.
-¿Hay críticas a Evo?
Desde mi ser chola, mi visión es crítica. Obvio que con esta Presidenta es otra cosa. Acá en la ciudad de El Alto están metiendo bala sin piedad alguna. Han sacado un decreto supremo para darle licencia a los militares para que asesine a la gente.Pero frente a eso veo que muchas organizaciones sociales en tiempos de Evo se fracturaron y no tienen ahora la misma convocatoria para exigir algo. Y esa pérdida de fuerza tiene que ver con esa división. El MAS (partido de Evo) quiere ahora instalar la discusión por la pacificación para ir a las elecciones de una buena vez. El Congreso ahora mismo está sesionado para elegir a los vocales y conformar el nuevo órgano electoral. Esto en el marco de lo legal. Y es muy difícil la batalla ahí porque este un gobierno transitorio que no tiene mayoría en el Congreso. Va a ser discusión que se va a saldar si se logra un consenso entre el gobierno de facto y los partidos con representación en el Parlmento. Entre lo legal y lo ilegal. Es muy complicado. Y es complicado porque desde que el gobierno de facto entró a gobernar metió una actitud de revanchismo con el gobierno saliente. Es un gobierno que entró a actuar con las fuerzas represivas. En esa situación veo complicado el pacto en el Congreso.
Apenas unas horas después de esta charla con Yolanda, lo complicado sucedió: el Senado aprobó un proyecto de ley de llamado a elecciones, sin fecha, con acuerdo de legisladores del MAS y del partido de la Presidenta de facto.
Mañana falta otro imposible: la aprobación de Diputados.
Y así cada día: Bolivia.
Nota
Darío y Maxi: el presente del pasado (video)

Hoy se cumplen 23 años de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki que estaban movilizándose en Puente Pueyrredón, en el municipio bonaerense de Avellaneda. No eran terroristas, sino militantes sociales y barriales que reclamaban una mejor calidad de vida para los barrios arrasados por la decadencia neoliberal que estalló en 2001 en Argentina.
Aquel gobierno, con Eduardo Duhalde en la presidencia y Felipe Solá en la gobernación de la provincia de Buenos Aires, operó a través de los medios planteando que esas muertes habían sido consecuencia de un enfrentamiento entre grupos de manifestantes (en aquel momento «piqueteros»), como suele intentar hacerlo hoy el gobierno en casos de represión de sectores sociales agredidos por las medidas económicas. Con el diario Clarín a la cabeza, los medios mintieron y distorsionaron la información. Tenía las imágenes de lo ocurrido, obtenidas por sus propios fotógrafos, pero el título de Clarín fue: “La crisis causó 2 nuevas muertes”, como si los crímenes hubieran sido responsabilidad de una entidad etérea e inasible: la crisis.

Darío Santillán.

Maximiliano Kosteki
Del mismo modo suelen mentir los medios hoy.
El trabajo de los fotorreporteros fue crucial en 2002 para desenmascarar esa mentira, como también ocurre por nuestros días. Por aquel crimen fueron condenados el comisario de la bonaerense Alfredo Franchiotti y el cabo Alejandro Acosta, quien hoy goza de libertad condicional.
Siguen faltando los responsables políticos.
Toda semejanza con personajes y situaciones actuales queda a cargo del público.
Compartimos el documental La crisis causó 2 nuevas muertes, de Patricio Escobar y Damián Finvarb, de Artó Cine, que puede verse como una película de suspenso (que lo es) y resulta el mejor trabajo periodístico sobre el caso, tanto por su calidad como por el cúmulo de historias y situaciones que desnudan las metodologías represivas y mediáticas frente a los reclamos sociales.
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
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