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Cómo llegamos hasta acá, y cómo seguimos

Las sorpresas, reacciones, acciones e ideas ante el triunfo de Javier Milei. ¿Cómo se llegó a esta situación? ¿Cómo imaginar la realidad hacia adelante? Cuentan sus pensamientos y sentimientos Nora Cortiñas; Eduardo “Vasco” Murúa del movimiento de empresas recuperadas; Pablo Lada, de las asambleas chubutenses contra la mega minería; la economista Natalia Quiroga; la artista trans Susy Shock; Ernesto “Lalo” Paret, promotor de las cooperativas de cartoneros; el sociólogo Waldemar Cubilla y el asambleísta mendocino y geógrafo Marcelo Giraud. El análisis de lo que pasó. Las promesas como búmeran. Robos, y ladrones de guante blanco. El peso de lo económico y de la necesidad de cambio. La rebeldía y la tos en Plaza de Mayo. Los puentes rotos y algunas pistas para la esperanza, pese a todo.
Nora Cortiñas: Ideas para una época difícil
Nora Cortiñas, 93 años, fue ayer a votar por la democracia. Con el resultado puesto, la madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora dice a lavaca: “Hoy es un día muy especial. Estamos todos esperando las cifras. Yo voté y estuve muy emocionada de votar. Mi hijo no figura porque lo tienen como muerto, ¿sabes? Entonces llevo adentro una carga muy grande. Tengo que llamar a la jueza, llevar una habeas corpus y que lo incorporen a los padrones. Y que diga que no vota porque está desaparecido”.
Su receta para la que viene: la calle. “Preparémonos a estar en la calle todos los días. Argentina está deshecha. La Argentina perdió soberanía, perdió poder económico, todo. Alberto Fernández la exprimió como pudo. Entonces ahora van a venir por el litio, van a venir por el petróleo, van a venir por un montón de cosas que tenemos y que tenemos que cuidar. Entonces hay que estar en la calle. Y ya decirlo”.
¿Te da miedo lo que viene?
-Me da miedo porque no van a alcanzar 20 años para sacarlo. Entonces lo que hay que hacer es hablar con la gente joven para hacer alguna campaña para que reaccione. Que no le va a ser fácil gobernar un país que necesita un presidente inteligente. Y él tiene que ser inteligente.
Por ahora plantea todo un tema de negacionismo, empezando por la vice.
-Pero yo les digo queridos, que hay que estar preparados para no bajar los brazos. Seguir peleándola todos los días, porque como estamos nosotros hoy, hay mucha gente en el país. Las familias de los discapacitados, las familias pobres que quedaron después de este gobierno que tuvimos de Alberto Fernández. Hay mucha gente que hoy está sufriendo. Pero está en nuestras manos modificar la historia. No la va a modificar un presidente. Un presidente de estos que podríamos pensar que asumen, que quieren hacer su negocio. Hay que unirnos, estar en contacto, hacer reuniones, querernos, amarnos para soportar que viene una época muy difícil. Pero podemos, podemos. La Argentina vivió de todo, avatares terribles. Es difícil todo esto. Hay que seguir juntos, todo lo que podamos.

Fotos: Sebastian Smok/lavaca.org
Pablo Lada: “Tengo esperanza por el 44% que no lo votó”
Integra las asambleas chubutenses contra la megaminería, y tenía previsto que en ambos casos, el resultado de este domingo iba a ser contrario a lo que plantean las comunidades y asambleas. “Aunque con este triunfo de Milei, claramente que todo es mucho peor, por la violencia que implica” –dice Pablo Lada a lavaca.
“Creo que hay una responsabilidad muy grande del propio kirchnerismo por las malas decisiones que han tomado. La política económica, la inflación le pegó fuerte a mucha gente. No alcanzó a mostrar que esto podía cambiar. Y ahora se viene una Argentina sin derechos, que puede retroceder en materia democrática sin lugar a dudas. Estamos ante ese escenario incierto, con una gran responsabilidad de parte del gobierno de muchas cosas que se hicieron mal durante mucho tiempo. Y una parte de la sociedad que no ha visto el riesgo que estamos asumiendo”.
La destrucción suele ser más eficiente que la construcción. Por eso Pablo razona: “Hay cosas que se destruyen y no se pueden arreglar. Cuando Macri entró nos hizo bajar muchos escalones en muchas cosas, y nunca se pudo retomar. Y el actual personaje promete eso mismo, pero mucho peor”.
“Desde el lado ambiental que es nuestro nuestro camino, la defensa de la vida en el territorio, creo que va a ser muy complemjo el tema frente a la política o la casi promesa de dstruir ríos, de avanzar con una mirada totalmente economicista, negacionista. Va a asumir gente terraplanista como Lemoine”.
Volver a discutir lo mismo: “También es terrible tener que volver a discutir cosas que la Argentina ya había saldado hace largo rato. Lo que más me preocupa son los demonios que se alientan con esos discursos. Hay que ver ahora qué dice que este señor. Si trae un poco de calma o algo no tan extremo. Pero los demonios se pueden avivar. Estuve en Brasil y el modo en que el Bolsonarismo agitó todo fue tremendo”.
“Entonces por un lado ves que todo lo que venían planteando en campaña se puede considerar legitimado por los votos. Pero a la vez también tengo esperanza”.
-¿Esperanza en qué?
-Ya vivimos situaciones terribles. Pasamos por el menemismo, el 2001, y este pueblo también tiene antídotos. Lo que pasó en el Colón. También va a despertar eso y ojalá después de este desastre puedan emerger otras políticas, otras ideas. Yo creo que sí. El kirchnerismo tenía que terminar, pero creo que nadie quería que fuera de esta manera, con algo mucho mucho peor enfrente. Ojalá esto despierte la creatividad social y política para que emerjan nuevas dirigencias que crean en lo que nos hace seres humanos en esta tierra, y no este discurso en el que el ser humano no vale nada, que es lo que está planteando este señor. Y te aclaro que lo que me parece más peligroso es la vicepresidenta: le tengo más miedo que a él.
-¿Cómo pensar hacia adelante?
-Las asambleas socioambientales y demás siempre sabíamos que ganara quien ganara íbamos a estar en las calles y los territorios. Creo que esto de hoy nos pone más a la defensiva todavía. Pero yo tengo mucha esperanza de que el pueblo argentino y el movimiento territorial va a estar con la guardia en alto viendo qué plantea este señor cuando esté en la Casa de Gobierno.
Pablo analiza la palabra que parece haber marcado la elección: cambio. “Escuchaba a los jóvenes pero era difícil pesar que podría ganar alguien diciendo las cosas que dijo que muchas veces eran barbaridades. Pero decir barbaridades le sumaba puntos. Entonces es evidente que una parte de la población no analiza nada de eso que uno ve como como algo realmente riesgoso, un retroceso de cosas que se han conseguido, después de vivir de golpe en golpe”.
Lo económico y la expectativa como búmeran: “La reivindicación que hace la vicepresidente no provocó efecto en mucha gente. Pero sin dudas lo económico pesa. Hay mucha gente que no la está pasando bien. Y él además ha generado una expectativa muy grande, que puede terminar también muy mal, ojo. Porque hay un escenario muy incierto cuando vos generás toda esta expectativa con la dolarización, que te puede trastornar todo de un día para el otro y convertirse en una profecía autocumplida que le estalle a él en las manos”.
“Si hay una megadevaluación el costo social va a ser inmenso, y eso abre un panorama que no sabemos a dónde va. Pero sigo pensando que hay anticuerpos en la sociedad. Yo le tengo mucha fe a esa capacidad de marcar límites para defender la vida. Porque incluso ganando, un 44% le dijo que no. Son un montón. No piensan como él. El voto no te da legitimidad para cualquier cosa. Tampoco podés destruir un país si casi la mitad de la población no te lo está bancando”.

Fotos: Sebastian Smok/lavaca.org
Natalia Quiroga: Una rabieta destructora
Es economista colombiana, vive desde 2005 en Argentina y es Magister en economía social y solidaria de la Universidad Nacional de General Sarmiento, Argentina. Nos envoi este texto conocido el resultado electoral, con la rara capacidad de combinar autocrítica con crítica, y un debate sobre la rabia:
“Argentina queda en manos de las fuerzas nefastas del terrorismo de Estado y la especulación financiera. Aún en este momento nefasto esta derrota se dio en el marco de una militancia tenaz que por fuera de los aparatos le puso el cuerpo al diálogo, a la denuncia a luchas para no repetir una historia tan reciente de sangre y terror. Tantos años de empobrecimiento, de ajuste estructural, de mentiras y decepciones. De enriquecimiento exacerbado de los dueños de la tierra, de los bancos y de los monopolios. La gente se agotó y quiere castigo para una elite indiferente a su sufrimiento. El país tiene una demanda de transformación que fue canalizada por una derecha que promete sangre. Nos perdimos de una oportunidad histórica para que la rabia hubiera sido digna, vivimos las consecuencias nefastas de una rabieta irresponsable y destructora. Ellos se quedan con el gobierno pero nosotras seguimos aquí. La Argentina no será un cheque en blanco. Vendrán tiempos mejores y las feministas nos daremos el tiempo de construirlos.
Eduardo Vasco Murúa: Los puntos sobre las íes
El referente del Movimiento de Empresas Recuperadas (MNER), funcionario del actual gobierno en la cartera que imparte políticas para el sector autogestivo, se encontraba en las afueras del búnker de Massa en Chacarita, junto a sus compañeras y compañeros. Su lectura es crítica tanto de la política, como de la capacidad de organización social.
¿Cómo llegamos hasta acá?
-Por la incapacidad de un pueblo que se no movilizó y por un gobierno que no escucha y que no tiene propuestas para el conjunto de la sociedad.
¿Por ejemplo?
-La debilidad del acuerdo con el FMI implicó este modelo de inflación, y la verdad es que espero que aprendamos todos que cuando seamos gobierno nuevamente hay que poner los puntos sobre la íes y pelearse con el Fondo Monetario, pero también con los poderes locales. Con estos niveles de inflación, demasiado votos sacó, hasta algunos de los más humildes lo votaron. Y eso es lo que más nos obliga a resistir.
¿Cómo se sigue?
-Qué es lo que pase de acá en más, con la entrega de todos los recursos naturales, de todo, veremos qué capacidad de resistencia tenemos. Yo dudo porque nuestro pueblo está muy fragmentado, si bien no tiene conducción política tampoco tiene una conducción no gremial ni de las organizaciones sociales. Enfrentar con esta legitimación que le da el pueblo a este gobierno, se va a complicar. Nosotros ya pasamos cuatro años de un gobierno, donde todo lo que quisieron lo hicieron. El gobierno macrista hizo todos los deberes para encerrarnos en esa posición y que un gobierno progresista no pueda romper con ese lazo.
¿Te imaginás un gobierno como el macrista o peor?
-Creo que pueden avanzar más, con cercenar algunas condiciones de la democracia, ser muy duros con las organizaciones sociales, con una persecución política directa a las organizaciones. Hay que ver cómo se mueve el gobierno y las alianzas que va a tener en el campo popular. Mi desconfianza total es con la dirigencia política, ellos pueden esperar cuatro años, el problema es que nosotros no podamos resistir. A prepararse. El miércoles hicimos una reunión y hablamos de esta situación, creemos que todavía debe haber lugares por donde entrar: no todos los que votaron a Milei quieren entregar la patria.
¿Cómo se vuelve a unir lo que decís que está fragmentado?
-Va a ser difícil, imagino que en los momentos e resistencia aparecerán los cuadros suficientes para resistir.
La entrevista se interrumpe cuando comienza a hablar Sergio Massa; en ese momento, el Vasco y el MNER bajaron las banderas y se fueron.
Susy Shock: Toser en Plaza de Mayo
“Yo estoy lista, tengo los tacones en punta” arranca Susy Shock, artista trans, autora de la canción No podrán que en su letra auguraba no lo que confirmaron los resultados electorales hoy, pero sí la forma en que tendremos que plantarnos ante lo que viene: “Estoy queriendo levantar” dice en relación a las personas que le escriben desanimadas y a las que ella se encarga de sacudir. “Íbamos a juntarnos a festejar, ahora nos juntamos a abrazarnos”, cuenta que fue su propuesta para no dejar caer el plan, como fórmula también para la que se viene. Y más que nada eso: “Creo que tenemos que juntarnos. Así como en su momento hicimos con Macri. La pregunta es: ¿Y ahora qué?”
¿Cómo hacemos para no desanimarnos? “Eso va a pasar. Había mucho miedo antes, yo me daba cuenta, pero pensé que en serio ganaba Massa. Nosotras estamos construyendo la casita futuro trans, el viernes fuimos a comprar las ventana y las puertas: estamos armando los búnkers. A las personas que no están en esa, se le cae el mundo. Y es verdad que capaz que se cae este mundo tal cual lo hemos visto”. Otra idea: “Capaz que esto también es un aprendizaje todo lo que hemos hecho mal”.
¿Qué está en juego? “No es poco lo que aparentemente está del otro lado. Hay que ponerse a la cabeza de esas cosas. Hay gente que está defendiendo otras cosas…”, dice en referencia a los nombres que comenzaran a acomodarse a partir de mañana. “Hay que ponerle garra, más que ahora. Me gusto lo que dijo Avelina Rogel, de Ecuador: vamos con las insurgencias. No solo resistencia, eso va estar: nosotros tenemos recursos, tenemos abrazos, el tema es el pueblo: hay que volver a pensar el hambre. Vuelve la sobrevivencia”.
¿Qué nos queda? “Lo del Teatro Colón, el repudio a este tipo, eso es lo que va a quedar: que no puedan estar tranquilos”. Una propuesta: “Lo primero que hay que hacer es llenar la Plaza de Mayo y toserles. Otras insurgentes, si le decimos hijo de puta no alcanza. En serio, hay que vivir esta época con otro modo de transitarla: quiero resistir de otra manera”.
Ernesto “Lalo” Paret: Quién escucha la música
Ernesto “Lalo” Paret se pasó el día fiscalizando en una escuela de San Martín, primera sección del Conurbano: “Salimos bien en la escuela, lo mismo que en las generales: 60-40” cuenta sobre el escrutinio que en sus zonas salió a favor del candidato perdedor. Milei también creció en las tierras de Axel Kicilof. Es un referente de las cooperativas de cartoneros y de las acciones comunitarias en la zona de San Martín.
¿Cómo sucedió eso? “Esta elección ya era trágica, tener que elegir entre estos dos. Post 2001 es la primera reacción anti política, pero esta vez es por derecha. La gente viene jugando a la política hace mucho tiempo (se refiere a la volatilidad del voto), porque no ve respuestas. Le importa tres pelotas nada, y tiene razón: no es atendida, no es escuchada. Llegar hasta acá para este gobierno es un milagro”.
Paret coincide con la descripción de Kicilof: “Interpretaron música vieja, hace muchos años decimos lo mismo. Nosotros venimos hace un montón de tiempo con otra música, pero no nos escuchan: lo escucharon mejor ellos, los de la derecha, que nosotros”. Escuchar en bocas libertarias “que se vayan todos” tal vez sea un reflejo de esto. “Es la primera reacción post 2001 de un emergente como este loco, que plantea algunas consignas del 2001, y las plantea con legitimidad. ¿Quién va a decir que se vayan todos? ¿Cristina? A mí eso me pone de la cabeza. Nosotros estuvimos cantándola mucho tiempo, y que hoy estos tipos usen nuestra cultura es una cosa locos”.
¿Te da miedo?
-Miedo no. Me da miedo en general a lo que llegamos. Haciéndonos los boludos, sosteniendo cosas que pensábamos que eran políticamente correctas. Me parece como que no podemos corrernos de la realidad. El peronismo dejó de ser lo que era, la dirigencia es endogámica. Las organizaciones políticas en el barrio nunca más, pero ya desde Duhalde pasa esto. Son organizaciones autónomas. Todos sabemos que teníamos una elección bastante importante y era difícil seguir sosteniendo distintas cuestiones de las cuales te guste o no, por omisión o no se qué, pero nuestros propios compañeros hace muchos años vienen desanimados.
¿Qué es lo que más te preocupa?
-Yo lo que pienso es que van a avanzar en el marco de eliminar: por ejemplo, la educación en cárceles, uno de nuestros programas. Digo esto porque nosotros vimos como crecieron exponencialmente las condiciones de las mujeres detenidas, y nos parece trágico que hay una sociedad que piense: eso es lo de menos. O planteen que no les den ni agua: estamos en una cosa casi inhumana, eso tiene un efecto muy fuerte. Lo que viene va a ser con la gorra (la policía), y la gorra es la dueña de la calle, eso ya lo sabemos. No tienen otra forma.
¿Se puede evitar la sangre? “Si tienen que llevar adelante alguna propuesta, va a ser muy difícil, lo que les queda es el consenso de la sociedad. Ahora lo tienen, y lo van a intentar seguir teniendo y manipular. Es muy pronto para ver de qué manera combatimos ese consenso: no pensé que esto iba a suceder”.
Waldemar Cubilla: una nueva política
Es sociólogo, carrera que completó después de haber pasado por la cárcel, y haber vuelto a su barrio, La Carcova, de José León Suárez, donde fundó la Biblioteca Popular. Es docente en la Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Sociales de la UNSAM. Cuando nos atendió, debió reubicarse prontamente porque no sabía que el triunfo de LLA había quedado evidenciado tan prontamente.
“Yo veo que el modo el modo de partido que nosotros estamos teniendo, está no sé si saturado o ensimismado. Muy repetitivo y dejando mucha gente por fuera que tiene ganas de participar, que tiene voluntad de vivir mejor, que tiene voluntad de acción. Muchos quedan por fuera de la discusión. Pero al aparecer Milei, fue dándole lugar a mucha otra gente que quizás esperaba lugar desde otro lado. Nuestro trabajo más territorial en la Biblioteca Popular La Carcova, o el trabajo más de formación en el programa de Justicia y Derechos Humanos de la UNSAM, notamos ciclos y formas de armar políticas repetidas. Y ahora estamos ante el inicio de una nueva política, que no sé si incluye peronismo y antiperonismo. No sabemos qué implica.
-¿Cómo plantarse ante lo que viene?
-Construyendo lo que se viene construyendo. Nosotros somos la marginalidad de la política. Y entendemos que venimos haciendo bien, que venimos construyendo comunidad y hay que seguir en esa dirección y atento también a que estamos en tiempos de mensajeros. Empiezan a tener mucho valor aquellas persona que tengan la capacidad de intentar construir un puente un diálogo: construir esperanza. En ese sentido digo que estamos en una etapa de una nueva política. Como que no hay dos lados y entonces quienes estén ahí tratando de cruzar o de transitar, quienes estén en movimiento, son los que van a poder hacer las cosas.
Yo la verdad que la veo muy difícil. Acá antes en San Martín el gobierno peronista ganó con una amplia diferencia, en la provincia de Buenos Aires también, pero surge como toda una apuesta de cómo se articula eso con a nivel nacional. Pero estoy muy sobre la marcha ahora. Tenemos que darnos un tiempo también para seguir pensando y conversar.
-¿Qué puentes no han funcionado?.
-Varios. Uno es el sistema de partidos con la comunidad. Y después, los pensamientos ideológicos diversos pero no tanto, que van por distintas veredas, y termina habiendo poca posibilidad de puente, de diálogo. Hay poca gente que tiene capacidad de salir de su propia ideología y ponerse a dialogar. Y además de dialogar, de construir cosas concretas, no pura palabra.
Marcelo Giraud: el robo de guante blanco
“Es una provincia donde claramente, últimamente se venía expresando cada vez con más fuerza la derecha. Ya se vio en las elecciones a gobernador con este triunfo de Cornejo y en las elecciones generales, las de hace cuatro semanas, si uno sumaba los votos de Milei, los porcentajes, de Milei con los de Bullrich daba el 68%, el más alto de todo el país.
¿Por qué pensás que se llegó a esta situación de Milei ganando?
-Creo que es un combo muy grande. Por un lado obviamente, la situación económica. El gobierno asumió muy condicionado por la colosal deuda con el FMI. Además el gobierno de Alberto Fernández asumió diciendo que iban a pelear fuerte la deuda porque era ilegítima pero en el Congreso no avanzó nada. Obviamente eso implica todo un ajuste y la ausencia notable de mejoras. Muchísima gente leyó que el gobierno fracasó y es indudable que la inflación tan fuerte de estos últimos meses ha jugado un papel enorme. Tampoco se entendió cuáles son los factores que desencadenan la inflación y pensar que se puede frenar como por arte de magia y que los condicionamientos de la macroeconomía que se venían arrastrando no tienen influencia, pues mucha gente creyó que la cosa viene por ahí.
Myriam Bregman dijo: “En La Matanza la campaña a Milei se la hizo el ajuste”, el ajuste en términos de que a la gente concretamente en el bolsillo la plata le rinde cada vez menos, y se da la paradoja de que estamos con un índice de desocupación mucho más bajo que en otras épocas y sin embargo es impresionante el número de trabajadores pobres, es decir, antes era pobre sobre todo el que estaba desocupado. En cambio ahora hay muchísimos trabajadores que están bajo la línea de pobreza. Eso no se había visto.
Por otra parte, creo que la responsabilidades son compartidas respecto de la evaluación y la mirada de un gran porcentaje de la población, incluyendo amplios sectores populares, de lo que es el kirchnerismo. De lo que fue y de lo que es. Yo creo que ahí han tenido mucho éxito en presentar al kirchnerismo, y a todo el peronismo por extensión, cómo el antro de los chorros como si solamente dentro del peronismo hubiese habido latrocinio, robo y corrupción en la política argentina, cuando en realidad creo que se tendría que haber investigado y avanzado muchísimo más para sacar a la luz y explicarle mucho más a la gente, el papel que tuvo justamente el robo de guante blanco, el robo legalizado de la colosal deuda externa contraída por Macri con los 45.000 millones de dólares, una cifra muchísimas veces superior a lo máximo imaginable que pueda haber llegado de corrupción o de robo durante el kirchnerismo; es decir que son cifras tan grandes que a la gente por ahí le cuesta diferenciar o metérselas en la cabeza. Semejante cantidad de dinero se la choreó y se la fugó un puñado de grandes capitalistas argentinos; de ese robo no se habla, pero sin embargo la gente cree que los K son los chorros, sin mencionar a los Caputos y a toda la runfla de todos los que estuvieron con el macrismo”.
“Otro factor importante es la parte cultural de rechazo de un sector de los argentinos, que lamentablemente se dio demasiado por supuesto como que era un consenso mucho más generalizado, cuando en el fondo no lo era, no salía a la superficie acerca de lo que fue la dictadura, acerca de los crímenes de lesa humanidad, acerca del genocidio y acerca de conquistas absolutamente indudables como tiene que ver con la cuestión de género, la Ley del Aborto de la ESI y demás, pero sin embargo en el norte, que es donde uno más podría pensar que las cuestiones de género y la ESI han sido motivo de objeción de sociedades más conservadoras, sin embargo, allí sí, parecería haber ganado Massa».
¿Y el tema ambiental?
-Panorama muy duro. Tenemos clarísimo que con Massa también habría sido tremendamente dura. Es decir entre los militantes más de base, no refiriéndome a los de las superestructuras, o de ONGs ambientalistas o de funcionarios que recientemente han pasado a ponerse el rótulo de ambientalista, no, hablando más de un ambientalismo popular, realmente popular, teníamos muy claro que ganara uno u otro la matriz económica va por la extractivismo y en ese sentido y eso es lo que yo creo que inclusive a más de uno los haya llevado a votar en blanco. Yo voté a Masa como otra gente, compañeros y compañeras, tapándome la nariz con siete broches. Sabiendo que en realidad en el plan económico podía haber diferencia en cuanto a ajuste, en cuanto a distribución, a cuestiones sociales, pero la matriz extractivista es la misma.
Explica Marcelo sobre la represión, las luchas y los pueblos originarios: “La diferencia que yo veía entre un gobierno de Milei y uno de Massa tiene que ver con el nivel de represión, más allá de que hoy obviamente está mediado por los gobiernos provinciales, pero también tenemos claro que durante el peronismo, en provincias hoy peronistas, también ha habido durísimas represiones y judicializaciones. También tenemos claro que para los pueblos originarios depende mucho de qué provincia estemos hablando. Y que tanto en provincias gobernadas por el radicalismo como en otras por el peronismo, en muchos casos los pueblos originarios también se las ven muy fuleras. Así que en cualquier caso sabíamos que se nos venían cuatro años terribles, pero ahora en un contexto quizás mucho más represor. Y creo que muchos, por lo menos es algo que cada vez que lo he dicho mucha gente me lo ha ratificado en el mismo sentido, le tenemos inclusive más miedo, más temor a Villarruel con todo lo que ella representa y toda la gente que se va a sentir empoderada a partir de esto, que al propio Milei”.
“Lo que no podemos hacer es quedarnos quietos. Tenemos que redoblar todos los esfuerzos de unión, ir contra todo lo sectario teniendo en cuenta la importancia de la organización. Creo que quienes deseamos un ambientalismo realmente popular y anti extractivista vamos a tener que tratar de llegar mucho más claramente con nuestros mensajes y tratar también de vincularnos más fuertemente con todos aquellos sectores, que también se van a ver fuertemente atacados. O sea los feminismos sin duda, los pueblos originarios también. Y ver qué y cómo organizarnos para seguir saliendo con seguridad y contundencia a las calles. Esto para mí también es un poco una incógnita, pero creo que no deberíamos abandonar las calles, las rutas, las plazas, y cuanto espacio de expresión pública haya, más allá de que sepamos que las consecuencias o los costos de hacerlo en adelante, puedan ser mayores que los que veníamos teniendo”.
“Tengo esperanzas en que los pueblos tarde o temprano re piensan las cosas. Si bien van a ser cuatro años muy duros para nosotros y para algunos sectores populares van a ser extremadamente duros, peores que en el 2001, sin duda, también sé que la derecha, la ultraderecha, el gobierno de Milei tampoco la va a tener fácil porque creo que muy amplios sectores populares lo han votado por votar algo distinto, por no bancar más de lo mismo. Pero al empezar a sentir los primeros coletazos y golpazos de su plan económico, si es que los llegara a implementar tal cual lo viene proponiendo, va a perder rápidamente apoyo popular y se va a reconfigurar un nuevo esquema de lucha. Con todos esos y los que votaron a Massa y en blanco”.
“Y si miro a escala regional y mundial, me doy cuenta que es parte también de una corriente, de un movimiento que se está dando a nivel mundial donde las cúpulas están cada vez más derechizadas con muy fuerte apoyo en las elecciones, pero por otro lado también se están fortaleciendo y creciendo indudablemente las luchas tanto en la ambiental como lo económico, en lo social y demás, y esto lo vemos inclusive en Estados Unidos, en distintos lugares de Europa. Creo que estamos lejísimos de un fin de la historia tipo (Francis) Fukuyama. Y creo que tanto en el mundo como en la Argentina, se viene una década muy muy fuerte”.
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Jubilados: el triunfo es seguir

El Congreso de la Nación convirtió en ley el primer triunfo social que se logró al sostener en la calle, todos los miércoles y durante casi dos años, un reclamo que ni los gases ni los palos ni las detenciones arbitrarias pudieron desalentar.
Lo que deriva, ahora, es también el primer gran desafío político para un gobierno agobiado por la debilidad de su plan económico –debilidad que ahora quiere atribuir a esta decisión legislativa– y desgastado por una retórica abusiva que lo está dejando sin aliados y rodeado únicamente por aduladores, odiadores y especuladores.
La aprobación de un aumento de las jubilaciones del 7,2%, un incremento del bono de 70.000 a 110.000 y la extensión de la moratoria extinguida por decreto fue suficiente para que, además, comenzaran los reproches públicos de la interna oficialista, que tuvieron a la gran perdedora de esta pulseada –la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich– como vocera.
La estrategia de la ministra de sofocar con palos y criminalización el reclamo social dejó ayer en evidencia su fracaso, tal como había sucedido en su anterior gestión al frente de esa cartera en tiempos de Mauricio Macri presidente.
Lejos de aprender la lección, la repitió cosechando idéntico resultado. Lo sintetiza Beatriz Blanco, 81 años, la jubilada golpeada, tumbada y gaseada durante una la jornada de protesta del 12 de marzo (en la que también fue atacado el fotógrafo Pablo Grillo que continúa su arduo proceso de rehabilitación): “Si no aflojamos, lo logramos: esa es la lección de hoy”.
Beatriz no está confiada ni esperanzada: “Estoy decidida”, dice para definir qué espera en los próximos días, cuando se defina si el Congreso apoya o desactiva el anunciado veto del presidente Milei.
Esa decisión que define el estado de ánimo de Beatriz tiene un por qué: “ya no estamos tan solos y eso nos permite creer en nosotros. Nuestra fuerza es seguir”.
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La independencia de los jubilados

Hubo marcha alrededor del Congreso vigilada por 26 vehículos de Gendarmería y Policía Federal como anticipo de las movilizaciones convocadas para la semana próxima. Sin embargo fue un 9 de Julio sin violencia contra quienes manifiestan, mientras lavaca planteaba una pregunta a jubiladas y jubilados: ¿De qué hay que independizarse?
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla
Fotos: lavaca.org
“Tengo 48 años de aportes y no llego a 500 mil pesos de jubilación. No puede ser que ni siquiera tenga para un gustito de comprarme un dulce de batata” dice a lavaca Hugo, 74 años, mientras marcha alrededor del Congreso. Tiene una barba blanquísima que le envidiaría Papá Noel. Vino desde Villa Domímico. Su síntesis para un 9 de Julio: “De lo que tenemos que independizarnos es de este gobierno, que no da para más”.

El 9 de julio de 1816, el Congreso de Tucumán, integrado por representantes de las Provincias Unidas del Río de la Plata, proclamó la Independencia de estas tierras. Ese día, las manifestaciones populares se concentraron en los alrededores de la Casa de Tucumán, coreando el grito de «Viva la Patria».
209 años después, este 9 de julio de 2025, afuera de ese Congreso de la Nación integrado por diputados y senadores, jubiladas y jubilados proclaman de qué falta todavía independizarse en un contexto de jubilaciones licuadas (el haber mínimo a $379 mil), de barrida de la moratoria previsional y de la gratuidad los remedios.
Hugo sigue describiendo la situación tras sus 48 años de aportes, a través de un montón de preguntas: “¿Dónde está lo que pagué durante tantos años? ¿Cómo como? ¿Cómo vivo? ¿Quién me explica eso?”. Agrega otro elemento: “Soy epiléptico, tomo un remedio que me sale 200 mil pesos. Con mi señora ya no comemos a la noche. Esto es una esclavitud”.

Un dolor en el pecho
Graciela, 78 años, es de Libertad, Merlo: “Tenemos que independizarnos de esta mierda de gobierno y de todo lo que nos explotan día a día. Estoy viviendo mal, no me puedo comprar los remedios que necesito. Nos han quitado todo a los jubilados. Este es un gobierno democrático, elegido por una votación, pero tremendamente dictatorial”.
Un poco más joven, Osvaldo tiene 72 julios. Llegó desde Claypole donde vive. Dice que hay que independizarse de lo que define del siguiente modo: “Es una mafia que está regalando el país, todos los bienes naturales. Volvimos a depender de Estados Unidos, nos endeudan cada vez más, es un desastre”. Cuenta que cobra la mínima y que tiene un dolor en el pecho cada vez que lo visita alguno de sus seis nietos: “Me piden un yogur y no se los puedo comprar. Mis hijos no me ayudan aunque quieran, porque están peor”. Hace una pausa. Confiesa. “Te digo la verdad: ya no ceno, me tomo un té, no me da para otra cosa”.

Lo que quiere Milei
Alrededor del Congreso, esta vez sin vallas, dos ejércitos desproporcionados están apostados para evitar vaya a saber qué: Gendarmería Nacional (15 vehículos) y Policía Federal (11 vehículos). Pero no pueden impedir que los y las jubiladas marchen alrededor del palacio legislativo, al grito de “qué vergüenza, pegarle a un jubilado por dos pesos con cincuenta”, aunque evidentemente los haberes de los llamados efectivos son otros.
Surgen algunas preguntas entre los manifestantes:
¿Cuánto cuesta un operativo así de desmedido?
¿Por feriado se les paga doble a ese montón de uniformados?
¿Qué sentido tiene tanta parafernalia de seguridad?

Este jueves está prevista la sesión en el Senado para tratar el aumento de jubilaciones. Opina Hugo: “Milei ya dijo que lo volverá a vetar. Y eso que sería un miserable aumento, es una vergüenza, es un desalmado, una mala persona”. Argumenta Graciela: “No tengo expectativas, porque aunque el Congreso apruebe todo, el señorito que tenemos por presidente lo veta. Él quiere a los jubilados sin nada, muertos”.

Señalando la corrupción
Teresa dice que pasó los ochenta y que es de un territorio innombrable: La Matanza. Se presenta como militante comunitaria en Laferrere, con acción en la casa de salud barrial, y cuando se le pregunta por el día patrio, se enciende: “Hay que independizarse de la corrupción”, dice y señala al Congreso: “Si pueden tirarlo abajo, tírenlo, porque no me representa a mí ni a ninguno de los que estamos acá. Nosotros hacemos la patria grande, con este bastoncito que ves hice mucho por esta Patria, la amo y me la están robando. Luché mucho por ella, hijo. Mucho”. Nos pide que escuchemos un tema de Horacio Guarany,
“Qué te ha pasado justicia”. Lo que se cantaba en el siglo pasado:
A ver, señor diputado,
¿qué le ha pasado que se olvidó
del bendito pueblo obrero
que usted en campaña siempre nombró?
Tengo mis hijos pidiendo,
que por la calle siempre se ven
y usted se aumentó la dieta,
y yo a la dieta la hago muy bien.
Alicia, 80 años, es otra de las jubiladas con esa dieta (cobra la mínima, $304.723,90 más el bono de $70.000), y dice que hay que independizarse de todo: “Somos una colonia. Se han posesionado de nuestros recursos naturales, el agua, el litio, el petróleo, están regalando las mineras, la educación, la salud, la jubilación. En realidad, no tenemos nada”.

¿Qué necesitamos?: “Otra independencia”, sintetiza Alicia, que integra Jubilados Insurgentes.
Mónica, 72 años, de la Asamblea de Vecinos de Boedo, viene siempre los miércoles sin importar si llueve o hace frío, y la hace corta: “Hay que independizarnos del presidente cipayo que tenemos, de Estados Unidos y de Israel”.
A su lado está Ricardo, 84, de Lanús, conurbano sur: “Llegamos al 9 de Julio con despidos masivos, garrote y gaseo a trabajadores del INTI, de Vialidad Nacional, con una CGT traidora. Esto, con huelga y un plan de lucha se termina. En 1919, los trabajadores de la Semana Trágica luchaban por trabajar ocho horas en lugar de doce y se cargaron 700 cuerpos. Hoy la clase argentina trabaja por salarios de hambre y no se para de manos”.
Pertenece a una agrupación llamada Bastones en rebeldía y dice que viene por quienes no pueden estar por razones de salud. “Acá tiene que venir más gente, somos seis millones de jubilados…”. Se enoja, mueve la cabeza y cuenta que tiene siete categorías para englobar a quienes no vienen cada semana a lo que se transformó en el epicentro de la resistencia a este gobierno: 1) Los indiferentes 2) Los indecisos 3) Los adormecidos 4) Los que naturalizan todo 5) Los resignados 6) Los mesiánicos 7) Los hiperindividualistas. Dice que no tiene necesidad económica, pero que prefiere seguir marchando.

Las 14 organizaciones que integran la Mesa de jubiladas y jubilados en lucha convocan para el próximo miércoles 16 de julio, desde las 15, a una “gran marcha antirrepresiva entre todos los sectores que hoy padecen la crueldad de este gobierno”.
Llaman a marchar el jueves 17 con los trabajadores del Hospital Garrahan.
El 9 de julio de 1816 marcó la independencia política “de España y de toda dominación extranjera”, pero siguieron existiendo muchas formas de dependencia: económica, cultural, productiva, mental. Toda relación entre aquellos eventos de Tucumán y las cosas que ocurren 209 años después, ¿serán pura coincidencia? A más tardar la semana próxima las calles volverán a decir lo suyo.

Actualidad
Otro ataque a la salud pública y al Garrahan: las movilizaciones que se vienen

No solo no soluciona el problema, sino que lo empeora: el gobierno difundió un reglamento que degrada las condiciones laborales de los profesionales de la salud residentes en hospitales nacionales al buscar convertirlos en “becarios”. Asambleas y la decisión: paro y un abrazo al Garrahan el próximo jueves 10, y la convocatoria a una gran marcha federal por la salud el jueves 17 de julio.
Por Francisco Pandolfi
Residentes sí, becarios no. Ese es el nuevo lema que hoy levantan (y denuncian) residentes de los hospitales nacionales del país, ante el nuevo reglamento que dictaminó el 2 de julio el ministerio de Salud de la Nación para las residencias médicas.
¿Qué son las residencias? Tienen como objetivo capacitar y especializar a egresados de carreras como medicina, enfermería, psicología y bioquímica, entre otras, en el marco del trabajo asistencial y académico.
¿Qué aduce el gobierno nacional para la formulación del nuevo reglamento? “Recuperar su rol formativo y permitir que los residentes puedan elegir bajo qué modalidad realizar este tramo de su formación y cómo administrar el monto de las becas percibidas. A fin de jerarquizar el carácter formativo de esta etapa, el nuevo reglamento recupera el concepto de beca (excluyendo cualquier encuadre como empleo público, relación laboral o contratación de obra o servicio) y ofrece a los residentes la posibilidad de elegir entre dos modalidades diferentes: Beca Institución (el hospital otorga la beca) o Beca Ministerio (contrato con el Ministerio de Salud). No es empleo público, no es una relación laboral. Es una etapa formativa con financiamiento estatal”.
Ante la Resolución 2109/2025, las y los residentes del Hospital Garrahan a la cabeza, y todos los profesionales de la salud del sistema de residencias nacionales realizaron ayer una conferencia de prensa en Plaza de Mayo, donde denunciaron: “Este modelo de residencias, ampliamente utilizado a nivel global y que rige en Argentina desde hace más de 30 años y que fue perfeccionándose en el tiempo, garantizó profesional altamente capacitado en cada rincón del sistema de salud. La nueva normativa desmantela las bases fundamentales del sistema, se nos atribuye libertad de elección ante dos opciones de las cuales ninguna resuelve la problemática salarial de base, y además ambas implican la pérdida de múltiples derechos laborales adquiridos; pretende transformar lo que hasta ahora era un régimen formativo en servicio, remunerado y con derechos reconocidos, en un esquema de becas sin vínculo laboral claro, ni aporte y con importantes recortes en licencia, descanso y condiciones de trabajo”.
Entre los puntos “más alarmantes”, destacaron:
- Aumento de la carga horaria y del número de guardias (de 70 horas semanales a 93).
- Eliminación del descanso post guardia (lo que implica pasar de 24 horas de corrido a 30).
- Reducción del valor de la hora trabajada: en caso de la Beca Institución, $3.200 de cobrarse un bono hospitalario. En Beca Ministerio: $2.200.
- En la Beca Institución, mayor dinero en mano, pero a expensas de la pérdida del aguinaldo, aportes previsionales y obra social.
- En la Beca Ministerio, menos dinero en mano, obra social estatal y sin posibilidad de cobrar bonos institucionales.
- En caso de rescisión de contrato, no se contará con indemnización.
- Renovación de contrato de forma anual a pesar de concursarse por formación de 3 a 4 años.
Como cierre de la conferencia, sentenciaron: “No se puede aludir a la libertad cuando se nos acorrala entre dos opciones de precarización extrema. La residencia sí es un trabajo. Exigimos la inmediata derogación de la resolución y la apertura urgente de instancias de diálogo con las y los residentes de todo el país. Sin residencia como fuente de personal capacitado, no hay futuro posible para la salud de Argentina”.
Abrazo y marcha federal
Josmar Flores Arnéz es licenciado en bioimágenes, tiene 37 años recién cumplidos y hace 16 que trabaja en el servicio de neurointervencionismo del hospital. Además, es delegado de la junta interna de ATE. Habla con lavaca: “La modificación en las residencias no sólo es una degradación de las condiciones laborales de las y los residentes, sino también implica la degradación del sistema de salud completo, porque cambian la forma de contratación quitando derechos laborales. Lo que decretan es que dejan de ser trabajadores, para hacer las tareas por una especie de bono, a través de una metodología de becas”.
Esta nueva medida se enmarca en una política de ajuste a la salud pública en general, y al hospital Garrahan en particular. El miércoles pasado, en la Cámara de Diputados se estaba tratando la emergencia para el Garrahan, pero la sesión se levantó por discusiones entre el bloque oficialista de La Libertad Avanza, y el peronismo. La emergencia quedó sin tratar…
¿Cuál es la emergencia? Josmar Flores plantea cuatro puntos clave:
- Una recomposición salarial del 100%.
- Que la persona que recién ingresa cobre lo mismo que estipula la canasta básica familiar: un millón ochocientos mil pesos.
- El aumento del presupuesto del hospital.
- Mejora en las condiciones de trabajo: que se reconozca un régimen de insalubridad especial para el hospital.
¿Cómo sigue la cuestión? “Todos los trabajadores del hospital, incluidos los residentes, hacemos asambleas conjuntas y acabamos de decidir ir a paro los próximos dos jueves –cuenta Josmar–. El 10 llamamos a un abrazo solidario al hospital, en la puerta sobre Combate de los Pozos; y 17 convocamos a toda la población a una gran marcha federal, que en la Ciudad Buenas Aires irá desde Congreso a Plaza de Mayo”.
Cierra: “Este gobierno nos ataca por muchos ángulos y la única manera de cambiar la realidad es seguir por este camino”.
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