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#ChauAtanor: incendio en la planta contaminante de San Nicolás

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Meses después de que fuera clausurada y luego reabierta sin ningún tipo de control judicial ni estatal, la planta de San Nicolás de Atanor, segunda productora de glifosato en Argentina y fabricadora de los agrotóxicos más utilizados en el país, sufrió un extraño incendio que tapó con una humareda negra al Barrio Química, que desde hace años denuncia a la multinacional por centenares de muertes por cáncer y enfermedades respiratorias. Todavía no se sabe con certeza qué pasó. “Se escuchaban las explosiones”, dicen los vecinos a lavaca. La propia policía les recomendó que se metieran en las casas por la toxicidad de la combustión. Fotos, videos, historia y testimonios del desastre.
#ChauAtanor: incendio en la planta contaminante de San Nicolás
Ayer cerca de las 17 se produjo un incendio en la planta de la empresa Atanor en San Nicolás, que había sido clausurada apenas 2 meses atrás por orden del juez Facundo Puente al comprobar que se arrojaban químicos al arroyo Jaguardón, afluente del río Paraná. Fue reabierta semanas después para que la Autoridad del Agua (ADA) pudiera extraer muestras, pero el juzgado no dispuso ninguna medida de control: la fábrica siguió funcionando como si las denuncias por contaminación, muertes y enfermedades respiratorias del barrio no existieran.
Vanesa Vargas estaba haciendo empanadas cuando su hermana le alertó que Atanor se estaba prendiendo fuego. “Ahí es cuando salgo y veo el humo y escucho las explosiones”, dice Vargas a lavaca¸el día después de que el Barrio Química se tapara de una humareda negra proveniente de la segunda empresa productora de glifosato en Argentina.
Vargas salió de su casa y se encontró con otros vecinos también alertados y preocupados por saber qué estaba pasando. “No había nadie de la Municipalidad. Éramos sólo los vecinos. Había nada más que tres policías que llegaron con los bomberos”, cuentan. Finalmente intervinieron varias dotaciones de bomberos, entre ellos la de Villa Ramallo.
Vargas sacó el celular y empezó a transmitir en vivo por Facebook. El video puede verse en su perfil: una torre de humo llega hasta el cielo y tapa el sol, mientras la incertidumbre de los vecinos crece segundo a segundo. “Eso, después, va a caer todo acá”, dice uno. Hay niñas que andan en bicicleta como un domingo normal. Otros se asoman desde sus casas y filman. Otro pasa en moto sin mirar el cielo.
El video puede verse aquí:

“Me encantaría poder dar información, pero no la tenemos”, dice Vargas. “Fue muy alarmante. Nadie sabía qué pasaba. Estaba todos los chicos afuera, y no sabíamos cuán peligroso era: si teníamos que ir adentro, si era tóxico o no, qué era lo que estaba pasando. En un momento empezaron a caer unas gotas negras”.
En el minuto 5 del video se escucha cómo los vecinos preguntan a los efectivos policiales si sabían qué había provocado el incendio. Les dijeron que no. En ese momento sintieron que algo estaba lloviendo del cielo. La propia oficial dijo: “Lo que nosotros le vamos a aconsejar es que se metan adentro de sus casas, porque lo que está cayendo es tóxico”.
Vargas hablaba mientras filmaba: “En este momento está cayendo lluvia ácida a pesar de estar el cielo despejado. Esa es la información que nos da la policía hasta el momento, pero no nos dice nada más”. Vargas habló con los vecinos y dijo había que meterse adentro: “Está cayendo una llovizna”. Todo el diálogo y la filmación se dieron a metros del alambrado que separa al barrio del predio de la fábrica. Dice Vargas a lavaca: “No hubo ninguna contención”.
El humo negro iba tapando cada vez más el celeste del cielo.

El podio agrotóxico

La planta de Atanor que se estaba incendiando produce:

  • 12 mil toneladas al año de atrazina, tercer agrotóxico más utilizado en el país.
  • 8 mil toneladas al año de simazina.
  • 600 toneladas al año de formulación de herbicidas 2,4D (segundo herbicida más utilizado en el país, declarado en 2015 como “posiblemente cancerígeno” por la Agencia Internacional para la Investigación sobre Cáncer de la OMS) y 2,4DB
  • 500 toneladas al año de formulación de “insecticidas y otros”.

La multinacional se presenta en su página web como “el único productor de 2,4D y 2,4DB del Mercosur y el segundo productor de glifosato de Argentina y uno de los principales productores de Atrazina a nivel mundial”. También destaca la formulación de cipermetrina y clorpirifos, usados en fumigaciones sobre plantaciones transgénicas.
Hace un mes, el juez de Ejecución Penal de San Nicolás, Facundo Puente, ordenó la clausura preventiva del sector de producción de Atrazina de la planta al probar que allí se arrojaban químicos al arroyo Jaguardón, que desemboca en el río Paraná. La Cámara de Apelaciones confirmó la medida, pero solicitó que la empresa estuviera en funcionamiento para que la Autoridad del Agua (ADA) pudiera extraer muestra. Puente lo hizo, pero sin disponer ninguna medida de control. Fabían Maggi, abogado de un grupo de vecinos que denuncia hace años la contaminación en el barrio dice a lavaca: “Atanor quedó funcionando como siempre”.
De todos modos, la notificación a ADA se libró. ¿Se hizo? Maggi: “La planta fue reabierta para que la autoridad haga lo que tiene que hacer y no hizo durante décadas. Pero cuando el juez se lo notifica no hizo nada. Pasaron 20 días sin que mueva un papel”.

El descontrol del control

Lavaca se comunicó con la planta de San Nicolás, pero el pedido de entrevista no fue derivado. Atendió un guardia de portería: “Me ordenaron no pasar ninguna llamada. Están reunidos. Están elaborando un parte de prensa”. En la Casa Central en Munro tampoco hubo respuestas.
De la Municipalidad de San Nicolás contesta José Luis Roberto, director de Contralor e Inspección Ciudadana. “Todavía no pudimos evaluar ni determinar el riesgo”, dice a lavaca. “Se está viendo si hay contaminación. Están trabajando los peritos. Lo que pasó fue un incendio precedido por una explosión. El incendio ocurrió en un galpón viejo, de estructura vieja, con techo de chapa y madera. Estaba todo destruido y quedaban sólo algunas columnas de pie. Según la empresa, había allí un montón de bidones vacíos a la espera de ser llenados”.
¿Los bidones podían tener contaminantes?
“Es algo que todavía no pudimos evaluar”.
El director de Contralor cuenta que fue “personalmente” a la fábrica. “Cuando vieron que el fuego estaba controlado, tomamos muestras fotográfica e hicimos 40 minutos de recorrida”. ¿Cuál fue el motivo del incendio? “Por lo que la empresa maneja fue un tema de circuito eléctrico, pero no descartan algún atentado, sabotaje o mala intención de una persona”. ¿Qué piensan desde la Municipalidad? “No tuvimos ningún tipo de evaluación científica hasta el momento. El lugar se destruyó por completo, estamos esperando informe. Y que el OPDS eleve actuaciones”.
El OPDS es el Organismo  Provincial para el Desarrollo Sostenible, la entidad pública que debe monitorear y fiscalizar a las empresas de tercera categoría como Atanor, es decir, peligrosa y de riesgo para la población. No atendieron a lavaca. “Todo lo que es el control ambiental lo efectúa la Provincia: nosotros atendemos el riesgo de incendios y la zona circundante”, dice Roberto. OPDS es un organismo cuestionado por los vecinos. Dice el abogado Maggi: “Cuando hay contaminación no hay solamente un empresario contaminador sino un funcionario corrupto. Atanor no tiene permisos de descarga de efluentes gaseosos al aire, ni líquidos al río. Sin embargo el OPDS (que es la autoridad de aplicación) le dio el certificado de aptitud ambiental”.
Los vecinos denuncian hace años distintos casos de enfermedades que asocian a la contaminación de la planta. Responden en la Municipalidad: “Acá no han llegado formalmente denuncias contra Atanor. Sí a la provincia, porque la gente sabe que la autoridad de aplicación es la misma provincia”. Sin embargo, la Municipalidad podría actuar de oficio: los químicos que produce Atanor están catalogados por la OMS como “posiblemente cancerígenos”. Roberto: “Sabemos que produce Atrazina y glifosato. Nosotros hasta ahora no hemos determinado bien la toxicidad del glifosato, pero si no se maneja adecuadamente puede producir daños”.
Entonces: ¿para qué está el municipio? Roberto: “Nosotros intervenimos administrativamente al solicitar estudios de impacto ambiental, algún certificado, pero todo se deriva a La Plata”. ¿Y las denuncias por contaminación del barrio? “No tuvimos denuncias puntuales por Atanor. Nosotros hacemos la inspección hasta dos veces anuales porque hacemos control de incendios”.
De cualquiera manera, Atanor se incendió.

Cómo rezarle al viento

“Ellos tienen la obligación de intervenir”, desmiente el abogado Maggi. “Lo que pasó fue un desastre, y esto te demuestra que enseguida se ponen a funcionar todos los mecanismos que en lugar de cuidarnos están para mentir y ocultar lo que realmente pasa. Es muy duro. Hablan de bidones de plástico vacíos, pero eso no puede ser: todos sabemos que se queman con mucha lentitud. Evidentemente había un producto líquido altamente combustible. Allí había algo que hizo que se transformara en pocos minutos en una superficie enorme de llamas gigantes. ¿Qué es? No lo sabemos. Pueden ser fertilizantes, pesticidas o productos químicos acopiados para la producción, pero a los 2 minutos ya estaban diciendo en los medios locales que no había contaminación y que eso no era tóxico para el medio ambiente”.
MU viajó al Barrio Química para la edición que actualmente está en kioscos: habló con vecinos y vecinas que denunciaron las 200 muertes por cáncer relevadas en un censo casero y las enfermedades respiratorias que aún padecen. También habló con Carolina Alejandra Cruz, mamá de Lina, la niña de 6 años que murió en julio por un tumor en el pulmón. Además, entrevistó Darío Álvarez, extrabajador de Atanor y uno de los primeros denunciantes por contaminación: contó cómo la empresa enterraba residuos tóxicos y volcaba los derrames al arroyo, además de las afecciones que atacaban a sus compañeros. La revista puede leerse online aquí:

Mu 105: el machismo mata


Maggi habla del riesgo que significó para el barrio. “Si uno ve la fotografía aérea, las llamas y el humo se dirigían hacia el barrio. Si el viento soplaba hacia el otro lado, las llamas y el calor se dirigían a las filas de tanques con acopio de líquidos. Sólo por el viento, todo eso podría haber ardido y hubiera sido un desastre. Además, la falta de previsión: ni siquiera cortaron el tránsito y la gente caminaba por los alrededores de la planta. Estaban muy asustados. Realmente podría haber sido una catástrofe. Espero que esto sea un punto de quiebre para que la causa avance”.

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Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

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Los feminismos siguen siendo el único movimiento que tiene la capacidad de transversalizar la unidad, amplia, y poner en Avenida de Mayo, de cara a Plaza Congreso, cuadras y cuadras de columnas que van desde el sindicalismo, a los movimientos sociales, a la izquierda, al kirchnerismo. 

Aún cuando por Hipólito Yrigoyen ingrese la enorme columna de la intersindical feminista seguida por poco del oficialismo; y por el otro costado, por Avenida de Mayo, ingrese la izquierda; todos los espacios comparten plaza a menos de un mes de elecciones generales que definen quién presidirá el país. 

Esa es la noticia: seguimos transversalmente en la calle. 

Video: Sebastián Smok.

De la economía popular a la formal

“Creían que el movimiento había desaparecido porque no estaba en la calle, pero estábamos en cada uno de nuestros territorios, ahí también damos la batalla y la lucha”, dice Leonor Cruz, Secretaria de Géneros y Diversidad de la CTA Autónoma, frente a la enorme columna de trabajadoras que son protagonistas de esta marcha. Las tres banderas que encabezan: UTEP, CTA y CTA Autónoma. De la economía popular a la economía formal, todas adentro.

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”
La cabeza de la marcha de este 28 S. (Foto: Sol Tunni).

Junto a ellas también marchan familias de víctimas de femicidios: Marta y Guillermo, mamá y papá de Lucía Pérez; y Daniel y Susana, papá y mamá de Cecilia Basaldúa, que salieron desde la sede de MU junto a un grupo de mujeres que les siguen con los pañuelos blancos que bordan dos palabras: Nunca Más. 

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”
Foto: Sebastián Smok.

No con el FMI

Dice Leonor: “La derecha más fascista de nuestro país tiene una agenda muy clara contra el feminismo, quieren ir contra cada uno de los derechos que hemos conquistado con sangre y a fuerza de lucha; pero no lo vamos a permitir. Estamos en la más amplia y diversa unidad de vuelta en la calle porque a la derecha la vamos a enfrentar, pero también vamos a decir: no es con el FMI, porque somos las trabajadoras, las precarizadas, las compañeras del barrio, las que más sufren el ajuste”. 

Leonor llegó a Plaza Congreso desde Tucumán, trayendo lo que se ve fuera del centro porteño: “En nuestra Argentina profunda lo que se ve es la pobreza, en todas sus dimensiones, pero el movimiento feminista en la provincia es lo más fuerte que hay, es donde está la unidad y donde nosotras resistimos”.

Sobre la transversalidad habla también Silvia León, referente de ATE Nacional: “Hoy el objetivo tiene que ser que las derechas no avancen en nuestro país. Los 30 mil compañeros desaparecidos y muertos no murieron en vano, y las víctimas de femicidio tampoco”. 

Silvia, rodeada de pañuelos verdes, sostiene junto a las familias de víctimas de femicidios, que tienen las fotos de sus hijas colgando en el pecho, los pañuelos blancos. Los feminismos honran el legado que los derechos humanos construyeron en la calle, con los pies. Dice Silvia: “Nosotras peleamos por soberanía, por educación, por salud, y también seguimos el camino de las Madres, las Abuelas, de los 30 mil, pero también de los familiares. Hay un tiempo que se termina, el de la verticalidad, el del verticalismo y del patriarcado, ahora toca construir transversal y federalmente”

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”
Foto: Sol Tunni.

Significado de la libertad

Marta y Guillermo, llegaron desde Mar del Plata a las siete de la mañana; junto a Susana y Daniel, se colgaron las fotos de sus hijas en el pecho: Lucía Pérez y Cecilia Basaldúa, dos femicidios territoriales emblemáticos, donde las tramas narco barriales marcaron como alerta una emergencia que traen las periferias.  

¿Por qué recorrer la Ruta 2 durante toda la noche para marchar? Contesta Marta Montero, mamá de Lucía: “Para gritar que no vamos a permitir perder nuestros derechos, lo que hemos conquistado en este tiempo de lucha que no es solo el reciente, me voy más lejos: en este tiempo de democracia que es el tiempo en el que podemos salir, podemos luchar, y también decir lo que pensamos. Todo esto está en peligro, no podemos permitir que venga alguien a decirnos lo que tenemos o lo que podemos hacer, que corten nuestros derechos y lo conseguido: por ejemplo un ministerio. Todas las mujeres no tenemos la suerte de que nos acompañen los gremios, las organizaciones; hay muchas mujeres que están solas, pero vos sabés que hay una puerta que podés golpear y que se va a abrir. Ahora corremos el peligro de que todo eso se termine».

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

Marta Montero y Guillermo Pérez, los padres de Lucía (Foto: Sebastián Smok)

¿Por qué creés que quieren que se termine?

Porque somos muchas, hemos tomado la calle, hemos salido, y nuestra palabra se ha hecho escuchar. Y así hemos logrado cambios: el más importante fue el aborto legal. Es imposible no pensar hoy en día que una mujer no tiene derecho de poder decidir sobre su vida.Yo soy una persona de fe, creo en dios, en la virgen, pero no creo en que alguien pueda decirnos que esto tiene que ser de una sola manera porque creo en la libertad de las personas, y si alguien no quiere tener un hijo es respetable. 

Libertad es una palabra hoy disputada, ¿qué significa?

Libertad significa levantarme, salir a la calle y decir lo que pienso sin censura de nadie, poder acompañar a alguien, poder hablar, poder estar. El libertario es otra cosa: son los que nos quieren vender que vamos a estar mejor por cosas que no terminamos ni de entender, es un juego de palabras siniestro que termina en opresión. 

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

Foto: Sol Tunni.

¿Qué tienen que hacer los movimientos feministas?

No los tenemos que dejar avanzar. A mí no me representa una persona que esté con una agresividad tal que se le nota, en su manera de hablar, de moverse, a mi no me representa esa violencia, pero estamos viviendo en un momento muy difícil que hoy todo es violencia. El enojo hoy está peor que nunca, o tal vez tenga otra visibilidad, antes se tapaba más, hoy lo ves en un medio, en una red social, es más visible, por eso parece que pasa más. 

¿Cómo volvemos para volver a ser marea?

Es muy importante creer en nosotras mismas, en el valor que nosotras tenemos, valorar quienes somos. Es muy importante no tener miedo, no tener miedo al ridículo, estar seguras de lo que hacemos, de lo que queremos y si tenemos que salir a defender a una compañera, a una hermana, salir y hacerlo con convicción propia. Lo más libre que una puede hacer es salir. Si no es con cada una de nosotras, hasta acá no se hubiese llegado, sin las mujeres luchando por su propia vida, las más grandes ayudando a las más chicas, y las más chicas, por ellas mismas. Esa es la hermandad, todas nos necesitamos, yo sola no puedo, te necesito a vos, a otra, a la hermana, sola es imposible. Necesitamos la confianza en nosotras mismas, evitar la competencia. Nosotras luchamos por la vida, por eso luchamos por todas. Solas no llegamos a nada, pero juntas llegamos a todo.

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

Daniel y Susana (padres de Cecilia Basaldúa), Guillermo y Marta. Foto Sebastián Smok.

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”
Foto: Sebastián Smok.
Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”
Foto: Sebastián Smok.
Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

Foto Sol Tunni.

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

Foto: Sol Tunni

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

Foto: Sebastián Smok

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Resultados en la Cumbre Científica de Naciones Unidas: Argentina con agrotóxicos al 100%

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El total (100%) de participantes argentinos en una investigación internacional sobre agrotóxicos “presentó un rango de 6 a 13 plaguicidas en orina, un rango de 2 a 10 plaguicidas en sangre y un rango de 0 a 18 plaguicidas en materia fecal”. El problema incluye a personas que viven lejos de las fumigaciones, por lo que se consideró a estos plaguicidas como «omnipresentes». Se encontraron además los venenos en los alimentos, el polvo del hogar, los granos de cultivos, animales, alimentos para animales, suelos y agua.

A través de una conferencia virtual desde Nueva York, durante más de 3 horas, el proyecto SPRINT reveló este miércoles 27 -Día de la Salud Ambiental- los resultados del estudio realizado en Europa y en la provincia de Buenos Aires (como principal exportadora de soja para alimentación animal).

Entre los venenos detectados están obviamente el glifosato (genotóxico y probable cancerígeno) y el clorpirifos (que pese a estar prohibido en Argentina se sigue vendiendo hasta en los supermercados). El informe señala además los “cócteles”, que mezclan químicos para aumentar la potencia de cada veneno, reuniendo hasta 120 plaguicidas.

La dirección del INTA prohibió a la doctora Virgina Aparicio (que integró en la investigación) participar en cualquier instancia actual del proyecto, y hablar con la prensa, siendo que se trata de un tema de salud pública.

Algunos de los datos que, pese al silencio y a la mordaza oficial, se revelaron en el marco de la Cumbre Científica de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

En alimentos: “el total de participantes argentinos presentó un rango de 6 a 22 plaguicidas en la muestra de alimentos”.

En el polvo del hogar: “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 43 a 86 plaguicidas en polvo del hogar”.

Granos de cultivos: “el total de muestras analizadas en Argentina presentó un rango de 0 a 8 plaguicidas en grano”.

En animales: “el total de animales analizados en Argentina presentó un rango de 1 a 12 plaguicidas en orina, un rango de 0 a 16 plaguicidas en materia fecal”. (Los de sangre continúan pendientes).

En alimento para animales: “un rango de 5 a 25 plaguicidas en alimento animal”.

En suelos: “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 0 a 12 plaguicidas en suelo”.

Agua superficial: en “el total de muestras analizadas presentó un rango de 10 a 28 plaguicidas en agua superficial”.

Por Anabel Pomar

Resultados en la Cumbre Científica de Naciones Unidas: Argentina con agrotóxicos al 100%

Resultado global presentado sobre las concentraciones de glifosato en seres humanos. Argentina lidera esa tabla con absoluta comodidad.

En el día de la celebración del día de la salud ambiental, miércoles 27 de septiembre, en Nueva York, EE. UU., en el marco de la Cumbre Científica de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGA78) por primera vez para grandes audiencias pudieron conocerse parte de los resultados del proyecto europeo SPRINT (siglas en inglés de Transición Sostenible de Protección Vegetal: Un Enfoque de Salud Global 2020/2025).

¿Qué es el SPRINT? Es un proyecto financiado por La Unión Europea (UE) que busca identificar los residuos de los agrotóxicos, en ecosistemas y en humanos, y analizar el peligro de la sinergia (la combinación o mezcla) entre los plaguicidas hallados. Esto último, algo jamás contemplado a la hora de aprobar esos peligrosos venenos en el mercado, ni en el llamado “viejo continente”, ni en nuestro país.

En 2021 los muestreos en el marco de ese proyecto además de realizarse en los 10 países europeos participantes se ampliaron a la provincia de Buenos Aires. 

¿Por qué se incluyó a nuestro país?  Por ser el principal exportador de soja para alimentación animal al mercado europeo.

Entre las principales conclusiones del evento de este miércoles en NY, pudieron escucharse las voces de expertas y académicos participantes de ese proyecto. Contaron, basados en rigurosa información, cómo los agrotóxicos usados en la agricultura veneno-dependiente están contaminándolo todo. Cuerpos, comida y ambientes. Una de las palabras que más se repitió en las presentaciones, fue “omnipresente”. Los agrotóxicos están en todos lados: incluso en donde no son utilizados.

Entre los cuadros con centenares de nombres de moléculas químicas usadas en la agricultura, destacan algunos de los agrotóxicos más fumigados en nuestro país. El herbicida glifosato, y su metabolito AMPA, en los primeros puestos. Y para los muestreos en Argentina, en cantidades hasta tres veces superiores en algunas matrices. También el clorpirifos, recientemente prohibido en el país pero que se puede seguir comprando en cualquier góndola de supermercado en el sector de insecticidas.

Resultados en la Cumbre Científica de Naciones Unidas: Argentina con agrotóxicos al 100%

Resultados de plaguicidas en las muestras en orina.

El momento de la presentación es importante ya que este próximo 13 de octubre la Unión Europea deberá votar si decide re-autorizar el uso del glifosato. Desde la coordinación del SPRINT aseguraron que a la brevedad la información –que ya fue presentada en la euro-cámara– será publicada y distribuida al público general para lograr mayor difusión. También aseguraron que esperan que tales resultados impidan que se concrete la renovación del peligroso herbicida.

Omnipresentes

 Ver la presentación de esos estudios que respaldan una afirmación que muestra la magnitud del daño, estremece. Hasta las personas que consumen o producen alimentos sin usar agrotóxicos tienen sus cuerpos contaminados. Y aquellas que consumen alimentos libres de agrotóxicos, también. El cuadro completo muestra que la exposición ambiental llega a todas las personas, no solo a quienes producen con venenos o viven en zonas rurales. Y por todas las rutas de exposición.

Resultados en la Cumbre Científica de Naciones Unidas: Argentina con agrotóxicos al 100%

Los resultados de los venenos en materia fecal.

En los hogares

Como ejemplo se puede mencionar lo que se encontró al medir el polvo de hogares, presentado por Daniel M. Figueiredo, de la Universidad de Utrecht de Países Bajos. Los resultados indican que los agrotóxicos llegan a impactar en los organismos más por los ambientes que por la dieta misma: también son una ruta de exposición directa. El más detectado es el glifosato y su metabolito AMPA, en un cóctel de sustancias químicas peligrosas en un rango de entre 25 y 120 plaguicidas.

Otra constante: los cócteles de agroquímicos. No hay una sola sustancia sino decenas o cientos, mezcladas para aumentar la  potencia del veneno. En el caso presentado impactaban tanto a los vecinos de producciones convencionales cómo orgánicas.

A su turno, Hans Mol de la Universidad de Wageningen de Países Bajos, en la presentación de lo hallado en muestras de fluidos humanos –en los que el glifosato vuelve a estar entre lo más detectado. Los resultados señalan que hay presencia del herbicida genotóxico y probable cancerígeno en orina en el 86,1% de los argentinos muestreados y en el 35,2% de los europeos, mientras al analizar las heces humanas se detecta ese plaguicida en el 70,5% de las personas residentes en Europa y en el 100% de los bonaerenses.

Para el caso del clorpirifos, el 3,7% de europeos tiene en sus heces ese tóxico, mientras que para la Argentina el número asciende a 37,7%. Nuevamente salimos campeones, esta vez de otro podio tóxico.

La mordaza

En la conferencia virtual –toda en inglés– que  duró tres horas y a la que asistió lavaca y aproximadamente un centenar de personas conectadas desde distintas partes del mundo, no estuvo la investigadora a cargo del proyecto en Argentina, la doctora Virginia Aparicio.

Lavaca consultó a la investigadora del INTA el porqué de su ausencia que para la decena de personas conectadas desde Argentina no pasó desapercibida. Aparicio no tiene autorizado por orden directa de la dirección de ese organismo estatal participar de ninguna instancia del SPRINT, ni hablar con la prensa.

Lavaca se comunicó con el INTA (socio número 16 identificado como CSS11-Buenos Aires dentro del proyecto SPRINT) pero nuevamente, como sucede desde hace meses, no hubo respuesta oficial.

El organismo público impidió que hasta el día de hoy los resultados de lo muestreado en nuestro país se difunda. En julio de este año, pese a esa censura oficial, la vaca pudo conocer los resultados de ese muestreo en territorio y población bonaerense y publicarlo.

Del muestreo en Argentina participaron 73 personas. De las 73, 1/3 consumidoras, 1/3 habitantes de pueblos pequeños y “vecinos de productores”. Y 1/3 productores agropecuarios de los cuales la mitad usa plaguicidas y la otra mitad trabaja agroecológicamente. También se incluyó un monitoreo en 14 establecimientos rurales. Se tomaron pruebas en ambiente, alimentos, grano y muestras biológicas en animales.

“El total de participantes argentinos presentó un rango de 6 a 13 plaguicidas en orina, un rango de 2 a 10 plaguicidas en sangre y un rango de 0 a 18 plaguicidas en materia fecal” es una de las revelaciones de la  investigación.   

En los ambientes en los que esas personas se mueven a diario, “el total de participantes argentinos presentó un rango de 7 a 53 plaguicidas en las pulseras” de detección.

La vida cotidiana asediada

En las consideraciones preliminares de esos estudios personales que trascendieron se consigna: “Las mezclas de residuos de plaguicidas están presentes en los cuerpos humanos. Las personas se exponen a los plaguicidas en su vida cotidiana (datos de pulseras). La mayoría de los residuos son peligrosos para el ecosistema y los humanos”.

En alimentos, “el total de participantes argentinos presentó un rango de 6 a 22 plaguicidas en la muestra de alimentos”.

En el polvo del hogar, en “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 43 a 86 plaguicidas en polvo del hogar”.

Granos de cultivos, en “el total de muestras analizadas en Argentina presentó un rango de 0 a 8 plaguicidas en grano”.

En animales, en “el total de animales analizados en Argentina presentó un rango de 1 a 12 plaguicidas en orina, un rango de 0 a 16 plaguicidas en materia fecal”. (Los de sangre continúan pendientes).

En alimento para animales, en “un rango de 5 a 25 plaguicidas en alimento animal”.

En suelos, “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 0 a 12 plaguicidas en suelo”.

Agua superficial (en la zona de trabajo de SPRINT) en “el total de muestras analizadas presentó un rango de 10 a 28 plaguicidas en agua superficial”.

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Tucumán: condenan a un funcionario judicial y en el fallo recomiendan colgar placas en Tribunales que digan «un ambiente violento de trabajo afecta el servicio de justicia»

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Un funcionario judicial de Tucumán fue condenado por abuso sexual: 4 años, obligación de reparación económica, capacitación y placas en Tribunales. El hecho no es aislado: el Observatorio Lucía Pérez lleva adelante un registro que incluye 420 funcionarios (integrantes del Poder Ejecutivo, Poder Legislativo, Poder Judicial, de las cúpulas de las Fuerzas de Seguridad y de la Iglesia Católica) denunciados por violencia de género. Los argumentos e implicancias de un fallo ejemplar.

Jorge Edmundo Mistretta, exjefe de despacho de la Secretaría Electoral del Juzgado Federal N° 1 de Tucumán, jubilado desde 2019, fue condenado a cuatro años por abuso sexual contra dos de sus empleadas. Los abusos ocurrieron en 2013 y 2015: incluye tocarle los pechos a una de ellas y querer besarla, comentarios sexuales groseros, e intento de tocar a otra de las denunciantes. 

En el fallo del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tucumán, compuesto por la jueza María Noel Costa, y los jueces Carlos Enrique Jiménez Montilla y Enrique Lilljedhal, se ordenó: 

  • La inmediata detención, aunque cumplirá prisión domiciliaria por su estado de salud.
  • Una indemnización de $4.4 millones de pesos y 3.6 millones de pesos para cada una de las víctimas.
  • La realización de un programa de capacitación sobre perspectiva de género y en política de prevención, sanción y eliminación de la violencia contra la mujer.
  • Se solicitó a Recursos Humanos de la Corte Suprema de Justicia Nacional que “se arbitren los mecanismos administrativos necesarios por una medida restaurativa que contemple la incorporación a una de las oficinas judiciales de esa jurisdicción -de la Cámara o del Tribunal Oral -, debiendo garantizar la ‘no revictimización’ de una de las víctimas”.
  • Además se recomendó que se coloquen placas en tribunales donde sucedieron los hechos que digan: “Un ambiente violento de trabajo afecta el servicio de justicia. No a la violencia ni al acoso”.

Los fundamentos se conocerán el próximo 29 de septiembre.

El “caso” no es aislado. El Observatorio Lucía Pérez lleva adelante un registro de denuncias por violencia de género contra integrantes del Poder Ejecutivo, Poder Legislativo, Poder Judicial, de las Fuerzas de Seguridad y de la Iglesia Católicas. 

El registro incluye ya 420 funcionarios denunciados, entre intendentes, diputados, fiscales, sargento, jueces, asesores, concejales, cabos, decano, sacerdotes y un largo etcétera. De todos los denunciados 99 son del Poder Judicial, al igual que Jorge Edmundo Mistretta; 139 del Poder Ejecutivo; 62 del Poder Legislativo; 67 de la Iglesia Católica; y 53 de las cúpulas de las fuerzas de seguridad.  

El padrón de funcionarios denunciados se puede ver acá

Tucumán: condenan a un funcionario judicial y en el fallo recomiendan colgar placas en Tribunales que digan «un ambiente violento de trabajo afecta el servicio de justicia»
El Poder Judicial es el segundo del Estado con más denuncias. Datos de Observatorio Lucía Pérez.

El Estado argentino se comprometió en 2020 a llevar un registro público de funcionarios judiciales denunciados por violencia de género como parte de un acuerdo amistoso alcanzado en el marco de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Hasta el momento lo hizo de forma incompleta y escasa, por ello comenzó a realizarlo, de manera autogestiva, el Observatorio Lucía Pérez que sumó además otros poderes para completarlo y con esa información reflexionar acerca de qué relación hay entre la ausencia de políticas públicas de contención y prevención y estas prácticas impunes.

Lo que se ve: la consigna “El Estado es responsable” se hace carne en la sistematización de esta información. No lo es solamente por omisión, o ineficaz: es un Estado violento. 

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LA NUEVA MU. Sobra-falta

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