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Cómo reprimieron a trabajadores de RB: otra vez sopa

La Policía Bonaerense reprimió con entusiasmo a los obreros de la fábrica recuperada Industrias RB, que intentaban defender sus fuentes de trabajo. Fueron desalojados pese a contar con una ley de expropiación prorrogada hasta 2017. Al reclamar, se los atacó con palos, gases, balas de goma. El saldo: al menos 13 detenidos.

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La Policía Bonaerense reprimió con entusiasmo a los obreros de la fábrica recuperada Industrias RB, que intentaban defender sus fuentes de trabajo. Fueron desalojados pese a contar con una ley de expropiación prorrogada hasta 2017. Al reclamar, se los atacó con palos, gases, balas de goma. El saldo: al menos 13 detenidos. Durante horas se desconoció el paradero de tres trabajadores. La policía se negaba a dar la información. Intervino el Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, pero lo hicieron esperar en la puerta de la Comisaría. Qué dicen dos de los trabajadores, después de una noche de terror y hábeas corpus por teléfono.

Cómo reprimieron a trabajadores de RB: otra vez sopa
“Estamos bien, pero un poco golpeados”, responde a lavaca Ricardo Perea, 48 años, presidente de la cooperativa Industrias RB, la fábrica recuperada de Martínez (San Isidro) que el jueves sufrió una brutal represión de la Policía Bonaerense luego de intentar defender sus fuentes de trabajo tras el desalojo que habían sufrido semanas atrás por orden del juez Orlando Abel Díaz, (Juzgado de Garantías N°2) pese a contar con una ley de expropiación votada y prorrogada hasta 2017 por la Legislatura de la provincia de Buenos Aires. Hubo palos, gases, balas de goma y al menos 13 detenidos distribuidos en cuatro comisarías distintas del municipio. “Un compañero quedó con la cara deformada: tuvieron que hacerle radiografías y tomografías”. La violencia comenzó durante la tarde, se prolongó en la zona céntrica del distrito durante la noche y se extendió hasta horas de la madrugada, donde aún quedaban tres trabajadores desaparecidos. Con una mezcla de preocupación y horror sus compañeros los hicieron vigilia en cada comisaría para exigir su liberación.
El propio Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel se movilizó hasta la Comisaría 1°, donde tuvo que esperar “bastante tiempo” hasta que el comisario (de apellido Pérez) lo atendiera y lo dejara ver a los presos. También presentó un hábeas corpus junto a la Comisión Provincial por la Memoria: “Lo tuvieron que hacer telefónicamente para parar todo esto”.
Todos fueron liberados, pero la fábrica aún está ocupada por la Bonaerense.
Perea: “Hoy pasé por la puerta y parece que estaban de festejo: los policías estaban haciendo un asado”.
Cómo reprimieron a trabajadores de RB: otra vez sopa

Qué pasó

Perea cuenta que la represión ocurrió a las 18:30.
“Somos 18 trabajadores. Hace 15 días fuimos desalojados. Entró la policía y nos sacó mal, pero el jueves nos pegaron mucho más. Nosotros, después de ese desalojo, decidimos arrimarnos a la fábrica para que nos escucharan el juez y el fiscal, porque se corrió el rumor de que las herramientas las iban a correr a un depósito judicial. Necesitábamos un compañero con la policía en custodio de esas herramientas para ver que no rompieran nada. La policía no lo entendió, y se produjo el desalojo con brutal represión. Muchos tuvieron lastimaduras y balas de goma. De ahí nos fuimos porque ya se habían llevado detenidos a varios compañeros. Nos fuimos a la Comisaría 1° en San Isidro, y otra vez fuimos reprimidos con violencia. Están desquiciados: la 1° está a una cuadra de Centenario, la avenida más importante. Eran las 8 de la noche. No les importó tirar gases, balas de goma. Intervinieron bonaerense, infantería y caballeriza”.
Los detenidos fueron llevados a las comisarías 1ra, 2da, 4ta y 7ma. Perea contextualiza la brutalidad del accionar policial y judicial. “Nosotros tenemos una expropiación. Obtuvimos una prórroga en 2012 votada por la Legislatura hasta 2017. El juez Orlando desconoce esa ley y nos declara que somos usurpadores. ¿Por qué? Como el Gobierno nunca efectivizó el pago, dice que la ley es abstracta, y por eso nos acusa de usurpadores, planteando que el legítimo acreedor es Eric Houser, que compra una parte del crédito hipotecario a 500 mil pesos (que contrajo el dueño anterior) y quiere quedarse con el inmueble. Ahí hay un negocio inmobiliario muy grande. Parece que hay connivencia. No puede ser que a 15 días de desalojo había 18 uniformados adentro entre caballería, infantería y policía de la zona de Martinez. Eso es lo raro. Lo que te quieren hacer es debilitarte: si la fábrica está cerrada un mes, imaginate lo dificultoso que es para nosotros”.

“Tenemos el poder”

Pablo González fue uno de los tres detenidos (junto a Martín Casasola y Juan Cruz Perego) cuyos paraderos se desconocieron hasta bien entrada la madrugada. La preocupación llegó a niveles de horror. González es integrante de Mercado Coop., un mercado recuperado en Flores, que forma parte del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (MNER). “Como toda empresa, la única manera de cuidarnos es entre nosotros”, dice a lavaca.
En su relato no hay metáforas.
“Estuvimos en la fábrica sin ningún problema. Ya estaba anocheciendo. Y ahí fue cuando la misma policía cortó la luz y empezó una represión que la verdad nunca antes había visto. Yo era uno de los que estaba en el hall. Los otros estaban haciendo una nota afuera. Nos golpearon, nos dejaron tirados. Me pegaron con el casco de infantería, me caí en el piso y me empezaron a pegar patadas. Había muchos policías de civil. Quedé tirado y esposado. Te tiraban gas en la cara. Uno por uno: pasaban y te tiraban. Prendieron las luces, y se escuchaban los tiros, gritos, chicas llorando. Con saña fue. Ya habían tomado el control. Quedamos dos en la fábrica. Vino una camioneta, nos metieron adentro”.
Sigue: “Fuimos a la comisaría. Creo que era la 2°. Nos mandaron a la 4ta porque no había lugar. Llegamos, nos bajaron violentamente y nos patearon. Nos metieron en un cuarto, una oficina. En el viaje nos venían diciendo que habíamos traído matones, que a la policía no se le pega. Como si hubiésemos hecho algo. Bueno: quedamos arrodillados mirando a la pared, cruzados de piernas. Nos decían que ahora íbamos a ver realmente cómo era la cosa, que ellos estaban con la venia, que tenían el poder, que hace doce años que estaban guardados. Nunca nos tomaron el nombre cuando llegamos a la comisaria. Los que llegaban nos seguían insultando. De ahí nos cargaron en otro auto, sin luces ni nada, y nos sacaron. Nunca registraron quiénes éramos. Ese era nuestro temor”.

El cambio de gobierno

Sigue Pablo González: “Al no conocer San Isidro, y dar vueltas y vueltas, estábamos muy preocupados. Hasta que bajamos en un dependencia que era la 7° y nos metieron en un calabozo, que estaba incendiado, camas incendiadas. Nos dejaron en un ante calabozo, un metro cuadrado. Todo quemado. Un olor terrible. Ahí por lo menos nos dijeron qué comisaria era, pero los que participaron en el hecho, ellos estaban totalmente violentos. Ni al ganado lo tratan así. Ya eran como a las 12, aunque perdés la noción de la hora. Recién ahí nos empiezan a fichar. Ahí empiezan a caer los compañeros, porque la comisaria es muy chiquita”.
González dice que recuperaron la libertad entre las 2:30 y 3 de la mañana.
Le queda aún grabada las frases de los policías: “Nos decían que el Gobierno cambió y que ellos podían hacer lo que querían. Ni en la peor pesadilla imaginas esto. Se notaba que estaban como con bronca”.

Habeas corpus por teléfono

El Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel fue personalmente hasta la zona de conflicto. Dice a lavaca: “No pudimos ingresar en un primer momento a la comisaría porque el comisario estaba en una reunión. Estuvimos bastante tiempo en la puerta. Después pudimos entrar y ver a los detenidos. Entre ellos estaba Murúa (Eduardo, dirigente del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas). Le estaban haciendo ´tocar el pianito´ con las impresiones digitales. Luego fueron liberados”. También fue detenido el concejal Julián Ríos, del Movimiento Evita. Pérez Esquivel se puso en contacto con la Comisión Provincial por la Memoria para la presentación de un habeas corpus. “Lo tuvieron que hacer telefónicamente para parar todo esto”.
¿Cómo entiende esta situación? “Lo que más me preocupa es que esto se puede volver a repetir en el país ya que están cerrando muchas fuentes de trabajo. Primero, por los tarifazos. Detrás de cada trabajador hay familias, niños, y ellos lógicamente quisieron hacer esta fábrica cooperativa. Me preocupa las consecuencias que puede tener esto en la vida de un pueblo que está cada vez más acorralado en la cuestión social. Y esto no se resuelve con represión. Uno tiene que hacer una lectura: los trabajadores no hacen esto porque quieren, sino porque necesitan trabajar. Acá hay una violencia que es estructural y otra que es social. Eso ocurre cuando se privilegia el capital financiero sobre la vida de un pueblo”.

Miedo y asado

Perea también ubica la represión en un contexto específico:
“Es una avanzada contra las recuperadas. No es casualidad que la Gobernadora (María Eugenia Vidal) vete la expropiación de la exPetinari (hoy Acoplados del Oeste). Quieren acabar con el tema de las recuperadas. Y si se cae RB, puede ser un efecto dominó porque se van a basar en esto para bajar a todas. Me parece que es un fuerte mensaje para decirle a la sociedad que, si se opone, le va a pasar esto. Van a meter miedo para que la gente no decida tomar las fábricas que cierren o quiebren”.
Nadie del gobierno provincial se comunicó con ellos hasta el momento. “Hoy la fábrica está ocupada por más policías. Y parece que están festejando, porque pasé y estaban haciendo un asado”. ¿Cómo están los trabajadors? “Muy dolidos. La mayoría quiere seguir peleando, pero también se suma el desgaste de estar sin trabajo. Hay un factor psicológico: además de los palos que te pagaron no sabés qué va a pasar mañana, vivís con incertidumbre. No estamos acostumbrados a esto. No somos delincuentes ni ladrones. El promedio de edad en la fábrica es de 56 años, gente grande que casi nadie quiere tomar desde cero. Sólo queremos una cosa: trabajar”.

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Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

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Los feminismos siguen siendo el único movimiento que tiene la capacidad de transversalizar la unidad, amplia, y poner en Avenida de Mayo, de cara a Plaza Congreso, cuadras y cuadras de columnas que van desde el sindicalismo, a los movimientos sociales, a la izquierda, al kirchnerismo. 

Aún cuando por Hipólito Yrigoyen ingrese la enorme columna de la intersindical feminista seguida por poco del oficialismo; y por el otro costado, por Avenida de Mayo, ingrese la izquierda; todos los espacios comparten plaza a menos de un mes de elecciones generales que definen quién presidirá el país. 

Esa es la noticia: seguimos transversalmente en la calle. 

Video: Sebastián Smok.

De la economía popular a la formal

“Creían que el movimiento había desaparecido porque no estaba en la calle, pero estábamos en cada uno de nuestros territorios, ahí también damos la batalla y la lucha”, dice Leonor Cruz, Secretaria de Géneros y Diversidad de la CTA Autónoma, frente a la enorme columna de trabajadoras que son protagonistas de esta marcha. Las tres banderas que encabezan: UTEP, CTA y CTA Autónoma. De la economía popular a la economía formal, todas adentro.

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”
La cabeza de la marcha de este 28 S. (Foto: Sol Tunni).

Junto a ellas también marchan familias de víctimas de femicidios: Marta y Guillermo, mamá y papá de Lucía Pérez; y Daniel y Susana, papá y mamá de Cecilia Basaldúa, que salieron desde la sede de MU junto a un grupo de mujeres que les siguen con los pañuelos blancos que bordan dos palabras: Nunca Más. 

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”
Foto: Sebastián Smok.

No con el FMI

Dice Leonor: “La derecha más fascista de nuestro país tiene una agenda muy clara contra el feminismo, quieren ir contra cada uno de los derechos que hemos conquistado con sangre y a fuerza de lucha; pero no lo vamos a permitir. Estamos en la más amplia y diversa unidad de vuelta en la calle porque a la derecha la vamos a enfrentar, pero también vamos a decir: no es con el FMI, porque somos las trabajadoras, las precarizadas, las compañeras del barrio, las que más sufren el ajuste”. 

Leonor llegó a Plaza Congreso desde Tucumán, trayendo lo que se ve fuera del centro porteño: “En nuestra Argentina profunda lo que se ve es la pobreza, en todas sus dimensiones, pero el movimiento feminista en la provincia es lo más fuerte que hay, es donde está la unidad y donde nosotras resistimos”.

Sobre la transversalidad habla también Silvia León, referente de ATE Nacional: “Hoy el objetivo tiene que ser que las derechas no avancen en nuestro país. Los 30 mil compañeros desaparecidos y muertos no murieron en vano, y las víctimas de femicidio tampoco”. 

Silvia, rodeada de pañuelos verdes, sostiene junto a las familias de víctimas de femicidios, que tienen las fotos de sus hijas colgando en el pecho, los pañuelos blancos. Los feminismos honran el legado que los derechos humanos construyeron en la calle, con los pies. Dice Silvia: “Nosotras peleamos por soberanía, por educación, por salud, y también seguimos el camino de las Madres, las Abuelas, de los 30 mil, pero también de los familiares. Hay un tiempo que se termina, el de la verticalidad, el del verticalismo y del patriarcado, ahora toca construir transversal y federalmente”

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”
Foto: Sol Tunni.

Significado de la libertad

Marta y Guillermo, llegaron desde Mar del Plata a las siete de la mañana; junto a Susana y Daniel, se colgaron las fotos de sus hijas en el pecho: Lucía Pérez y Cecilia Basaldúa, dos femicidios territoriales emblemáticos, donde las tramas narco barriales marcaron como alerta una emergencia que traen las periferias.  

¿Por qué recorrer la Ruta 2 durante toda la noche para marchar? Contesta Marta Montero, mamá de Lucía: “Para gritar que no vamos a permitir perder nuestros derechos, lo que hemos conquistado en este tiempo de lucha que no es solo el reciente, me voy más lejos: en este tiempo de democracia que es el tiempo en el que podemos salir, podemos luchar, y también decir lo que pensamos. Todo esto está en peligro, no podemos permitir que venga alguien a decirnos lo que tenemos o lo que podemos hacer, que corten nuestros derechos y lo conseguido: por ejemplo un ministerio. Todas las mujeres no tenemos la suerte de que nos acompañen los gremios, las organizaciones; hay muchas mujeres que están solas, pero vos sabés que hay una puerta que podés golpear y que se va a abrir. Ahora corremos el peligro de que todo eso se termine».

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

Marta Montero y Guillermo Pérez, los padres de Lucía (Foto: Sebastián Smok)

¿Por qué creés que quieren que se termine?

Porque somos muchas, hemos tomado la calle, hemos salido, y nuestra palabra se ha hecho escuchar. Y así hemos logrado cambios: el más importante fue el aborto legal. Es imposible no pensar hoy en día que una mujer no tiene derecho de poder decidir sobre su vida.Yo soy una persona de fe, creo en dios, en la virgen, pero no creo en que alguien pueda decirnos que esto tiene que ser de una sola manera porque creo en la libertad de las personas, y si alguien no quiere tener un hijo es respetable. 

Libertad es una palabra hoy disputada, ¿qué significa?

Libertad significa levantarme, salir a la calle y decir lo que pienso sin censura de nadie, poder acompañar a alguien, poder hablar, poder estar. El libertario es otra cosa: son los que nos quieren vender que vamos a estar mejor por cosas que no terminamos ni de entender, es un juego de palabras siniestro que termina en opresión. 

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

Foto: Sol Tunni.

¿Qué tienen que hacer los movimientos feministas?

No los tenemos que dejar avanzar. A mí no me representa una persona que esté con una agresividad tal que se le nota, en su manera de hablar, de moverse, a mi no me representa esa violencia, pero estamos viviendo en un momento muy difícil que hoy todo es violencia. El enojo hoy está peor que nunca, o tal vez tenga otra visibilidad, antes se tapaba más, hoy lo ves en un medio, en una red social, es más visible, por eso parece que pasa más. 

¿Cómo volvemos para volver a ser marea?

Es muy importante creer en nosotras mismas, en el valor que nosotras tenemos, valorar quienes somos. Es muy importante no tener miedo, no tener miedo al ridículo, estar seguras de lo que hacemos, de lo que queremos y si tenemos que salir a defender a una compañera, a una hermana, salir y hacerlo con convicción propia. Lo más libre que una puede hacer es salir. Si no es con cada una de nosotras, hasta acá no se hubiese llegado, sin las mujeres luchando por su propia vida, las más grandes ayudando a las más chicas, y las más chicas, por ellas mismas. Esa es la hermandad, todas nos necesitamos, yo sola no puedo, te necesito a vos, a otra, a la hermana, sola es imposible. Necesitamos la confianza en nosotras mismas, evitar la competencia. Nosotras luchamos por la vida, por eso luchamos por todas. Solas no llegamos a nada, pero juntas llegamos a todo.

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

Daniel y Susana (padres de Cecilia Basaldúa), Guillermo y Marta. Foto Sebastián Smok.

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”
Foto: Sebastián Smok.
Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”
Foto: Sebastián Smok.
Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

Foto Sol Tunni.

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

Foto: Sol Tunni

Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

Foto: Sebastián Smok

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Resultados en la Cumbre Científica de Naciones Unidas: Argentina con agrotóxicos al 100%

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El total (100%) de participantes argentinos en una investigación internacional sobre agrotóxicos “presentó un rango de 6 a 13 plaguicidas en orina, un rango de 2 a 10 plaguicidas en sangre y un rango de 0 a 18 plaguicidas en materia fecal”. El problema incluye a personas que viven lejos de las fumigaciones, por lo que se consideró a estos plaguicidas como «omnipresentes». Se encontraron además los venenos en los alimentos, el polvo del hogar, los granos de cultivos, animales, alimentos para animales, suelos y agua.

A través de una conferencia virtual desde Nueva York, durante más de 3 horas, el proyecto SPRINT reveló este miércoles 27 -Día de la Salud Ambiental- los resultados del estudio realizado en Europa y en la provincia de Buenos Aires (como principal exportadora de soja para alimentación animal).

Entre los venenos detectados están obviamente el glifosato (genotóxico y probable cancerígeno) y el clorpirifos (que pese a estar prohibido en Argentina se sigue vendiendo hasta en los supermercados). El informe señala además los “cócteles”, que mezclan químicos para aumentar la potencia de cada veneno, reuniendo hasta 120 plaguicidas.

La dirección del INTA prohibió a la doctora Virgina Aparicio (que integró en la investigación) participar en cualquier instancia actual del proyecto, y hablar con la prensa, siendo que se trata de un tema de salud pública.

Algunos de los datos que, pese al silencio y a la mordaza oficial, se revelaron en el marco de la Cumbre Científica de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

En alimentos: “el total de participantes argentinos presentó un rango de 6 a 22 plaguicidas en la muestra de alimentos”.

En el polvo del hogar: “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 43 a 86 plaguicidas en polvo del hogar”.

Granos de cultivos: “el total de muestras analizadas en Argentina presentó un rango de 0 a 8 plaguicidas en grano”.

En animales: “el total de animales analizados en Argentina presentó un rango de 1 a 12 plaguicidas en orina, un rango de 0 a 16 plaguicidas en materia fecal”. (Los de sangre continúan pendientes).

En alimento para animales: “un rango de 5 a 25 plaguicidas en alimento animal”.

En suelos: “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 0 a 12 plaguicidas en suelo”.

Agua superficial: en “el total de muestras analizadas presentó un rango de 10 a 28 plaguicidas en agua superficial”.

Por Anabel Pomar

Resultados en la Cumbre Científica de Naciones Unidas: Argentina con agrotóxicos al 100%

Resultado global presentado sobre las concentraciones de glifosato en seres humanos. Argentina lidera esa tabla con absoluta comodidad.

En el día de la celebración del día de la salud ambiental, miércoles 27 de septiembre, en Nueva York, EE. UU., en el marco de la Cumbre Científica de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGA78) por primera vez para grandes audiencias pudieron conocerse parte de los resultados del proyecto europeo SPRINT (siglas en inglés de Transición Sostenible de Protección Vegetal: Un Enfoque de Salud Global 2020/2025).

¿Qué es el SPRINT? Es un proyecto financiado por La Unión Europea (UE) que busca identificar los residuos de los agrotóxicos, en ecosistemas y en humanos, y analizar el peligro de la sinergia (la combinación o mezcla) entre los plaguicidas hallados. Esto último, algo jamás contemplado a la hora de aprobar esos peligrosos venenos en el mercado, ni en el llamado “viejo continente”, ni en nuestro país.

En 2021 los muestreos en el marco de ese proyecto además de realizarse en los 10 países europeos participantes se ampliaron a la provincia de Buenos Aires. 

¿Por qué se incluyó a nuestro país?  Por ser el principal exportador de soja para alimentación animal al mercado europeo.

Entre las principales conclusiones del evento de este miércoles en NY, pudieron escucharse las voces de expertas y académicos participantes de ese proyecto. Contaron, basados en rigurosa información, cómo los agrotóxicos usados en la agricultura veneno-dependiente están contaminándolo todo. Cuerpos, comida y ambientes. Una de las palabras que más se repitió en las presentaciones, fue “omnipresente”. Los agrotóxicos están en todos lados: incluso en donde no son utilizados.

Entre los cuadros con centenares de nombres de moléculas químicas usadas en la agricultura, destacan algunos de los agrotóxicos más fumigados en nuestro país. El herbicida glifosato, y su metabolito AMPA, en los primeros puestos. Y para los muestreos en Argentina, en cantidades hasta tres veces superiores en algunas matrices. También el clorpirifos, recientemente prohibido en el país pero que se puede seguir comprando en cualquier góndola de supermercado en el sector de insecticidas.

Resultados en la Cumbre Científica de Naciones Unidas: Argentina con agrotóxicos al 100%

Resultados de plaguicidas en las muestras en orina.

El momento de la presentación es importante ya que este próximo 13 de octubre la Unión Europea deberá votar si decide re-autorizar el uso del glifosato. Desde la coordinación del SPRINT aseguraron que a la brevedad la información –que ya fue presentada en la euro-cámara– será publicada y distribuida al público general para lograr mayor difusión. También aseguraron que esperan que tales resultados impidan que se concrete la renovación del peligroso herbicida.

Omnipresentes

 Ver la presentación de esos estudios que respaldan una afirmación que muestra la magnitud del daño, estremece. Hasta las personas que consumen o producen alimentos sin usar agrotóxicos tienen sus cuerpos contaminados. Y aquellas que consumen alimentos libres de agrotóxicos, también. El cuadro completo muestra que la exposición ambiental llega a todas las personas, no solo a quienes producen con venenos o viven en zonas rurales. Y por todas las rutas de exposición.

Resultados en la Cumbre Científica de Naciones Unidas: Argentina con agrotóxicos al 100%

Los resultados de los venenos en materia fecal.

En los hogares

Como ejemplo se puede mencionar lo que se encontró al medir el polvo de hogares, presentado por Daniel M. Figueiredo, de la Universidad de Utrecht de Países Bajos. Los resultados indican que los agrotóxicos llegan a impactar en los organismos más por los ambientes que por la dieta misma: también son una ruta de exposición directa. El más detectado es el glifosato y su metabolito AMPA, en un cóctel de sustancias químicas peligrosas en un rango de entre 25 y 120 plaguicidas.

Otra constante: los cócteles de agroquímicos. No hay una sola sustancia sino decenas o cientos, mezcladas para aumentar la  potencia del veneno. En el caso presentado impactaban tanto a los vecinos de producciones convencionales cómo orgánicas.

A su turno, Hans Mol de la Universidad de Wageningen de Países Bajos, en la presentación de lo hallado en muestras de fluidos humanos –en los que el glifosato vuelve a estar entre lo más detectado. Los resultados señalan que hay presencia del herbicida genotóxico y probable cancerígeno en orina en el 86,1% de los argentinos muestreados y en el 35,2% de los europeos, mientras al analizar las heces humanas se detecta ese plaguicida en el 70,5% de las personas residentes en Europa y en el 100% de los bonaerenses.

Para el caso del clorpirifos, el 3,7% de europeos tiene en sus heces ese tóxico, mientras que para la Argentina el número asciende a 37,7%. Nuevamente salimos campeones, esta vez de otro podio tóxico.

La mordaza

En la conferencia virtual –toda en inglés– que  duró tres horas y a la que asistió lavaca y aproximadamente un centenar de personas conectadas desde distintas partes del mundo, no estuvo la investigadora a cargo del proyecto en Argentina, la doctora Virginia Aparicio.

Lavaca consultó a la investigadora del INTA el porqué de su ausencia que para la decena de personas conectadas desde Argentina no pasó desapercibida. Aparicio no tiene autorizado por orden directa de la dirección de ese organismo estatal participar de ninguna instancia del SPRINT, ni hablar con la prensa.

Lavaca se comunicó con el INTA (socio número 16 identificado como CSS11-Buenos Aires dentro del proyecto SPRINT) pero nuevamente, como sucede desde hace meses, no hubo respuesta oficial.

El organismo público impidió que hasta el día de hoy los resultados de lo muestreado en nuestro país se difunda. En julio de este año, pese a esa censura oficial, la vaca pudo conocer los resultados de ese muestreo en territorio y población bonaerense y publicarlo.

Del muestreo en Argentina participaron 73 personas. De las 73, 1/3 consumidoras, 1/3 habitantes de pueblos pequeños y “vecinos de productores”. Y 1/3 productores agropecuarios de los cuales la mitad usa plaguicidas y la otra mitad trabaja agroecológicamente. También se incluyó un monitoreo en 14 establecimientos rurales. Se tomaron pruebas en ambiente, alimentos, grano y muestras biológicas en animales.

“El total de participantes argentinos presentó un rango de 6 a 13 plaguicidas en orina, un rango de 2 a 10 plaguicidas en sangre y un rango de 0 a 18 plaguicidas en materia fecal” es una de las revelaciones de la  investigación.   

En los ambientes en los que esas personas se mueven a diario, “el total de participantes argentinos presentó un rango de 7 a 53 plaguicidas en las pulseras” de detección.

La vida cotidiana asediada

En las consideraciones preliminares de esos estudios personales que trascendieron se consigna: “Las mezclas de residuos de plaguicidas están presentes en los cuerpos humanos. Las personas se exponen a los plaguicidas en su vida cotidiana (datos de pulseras). La mayoría de los residuos son peligrosos para el ecosistema y los humanos”.

En alimentos, “el total de participantes argentinos presentó un rango de 6 a 22 plaguicidas en la muestra de alimentos”.

En el polvo del hogar, en “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 43 a 86 plaguicidas en polvo del hogar”.

Granos de cultivos, en “el total de muestras analizadas en Argentina presentó un rango de 0 a 8 plaguicidas en grano”.

En animales, en “el total de animales analizados en Argentina presentó un rango de 1 a 12 plaguicidas en orina, un rango de 0 a 16 plaguicidas en materia fecal”. (Los de sangre continúan pendientes).

En alimento para animales, en “un rango de 5 a 25 plaguicidas en alimento animal”.

En suelos, “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 0 a 12 plaguicidas en suelo”.

Agua superficial (en la zona de trabajo de SPRINT) en “el total de muestras analizadas presentó un rango de 10 a 28 plaguicidas en agua superficial”.

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Tucumán: condenan a un funcionario judicial y en el fallo recomiendan colgar placas en Tribunales que digan «un ambiente violento de trabajo afecta el servicio de justicia»

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Un funcionario judicial de Tucumán fue condenado por abuso sexual: 4 años, obligación de reparación económica, capacitación y placas en Tribunales. El hecho no es aislado: el Observatorio Lucía Pérez lleva adelante un registro que incluye 420 funcionarios (integrantes del Poder Ejecutivo, Poder Legislativo, Poder Judicial, de las cúpulas de las Fuerzas de Seguridad y de la Iglesia Católica) denunciados por violencia de género. Los argumentos e implicancias de un fallo ejemplar.

Jorge Edmundo Mistretta, exjefe de despacho de la Secretaría Electoral del Juzgado Federal N° 1 de Tucumán, jubilado desde 2019, fue condenado a cuatro años por abuso sexual contra dos de sus empleadas. Los abusos ocurrieron en 2013 y 2015: incluye tocarle los pechos a una de ellas y querer besarla, comentarios sexuales groseros, e intento de tocar a otra de las denunciantes. 

En el fallo del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tucumán, compuesto por la jueza María Noel Costa, y los jueces Carlos Enrique Jiménez Montilla y Enrique Lilljedhal, se ordenó: 

  • La inmediata detención, aunque cumplirá prisión domiciliaria por su estado de salud.
  • Una indemnización de $4.4 millones de pesos y 3.6 millones de pesos para cada una de las víctimas.
  • La realización de un programa de capacitación sobre perspectiva de género y en política de prevención, sanción y eliminación de la violencia contra la mujer.
  • Se solicitó a Recursos Humanos de la Corte Suprema de Justicia Nacional que “se arbitren los mecanismos administrativos necesarios por una medida restaurativa que contemple la incorporación a una de las oficinas judiciales de esa jurisdicción -de la Cámara o del Tribunal Oral -, debiendo garantizar la ‘no revictimización’ de una de las víctimas”.
  • Además se recomendó que se coloquen placas en tribunales donde sucedieron los hechos que digan: “Un ambiente violento de trabajo afecta el servicio de justicia. No a la violencia ni al acoso”.

Los fundamentos se conocerán el próximo 29 de septiembre.

El “caso” no es aislado. El Observatorio Lucía Pérez lleva adelante un registro de denuncias por violencia de género contra integrantes del Poder Ejecutivo, Poder Legislativo, Poder Judicial, de las Fuerzas de Seguridad y de la Iglesia Católicas. 

El registro incluye ya 420 funcionarios denunciados, entre intendentes, diputados, fiscales, sargento, jueces, asesores, concejales, cabos, decano, sacerdotes y un largo etcétera. De todos los denunciados 99 son del Poder Judicial, al igual que Jorge Edmundo Mistretta; 139 del Poder Ejecutivo; 62 del Poder Legislativo; 67 de la Iglesia Católica; y 53 de las cúpulas de las fuerzas de seguridad.  

El padrón de funcionarios denunciados se puede ver acá

Tucumán: condenan a un funcionario judicial y en el fallo recomiendan colgar placas en Tribunales que digan «un ambiente violento de trabajo afecta el servicio de justicia»
El Poder Judicial es el segundo del Estado con más denuncias. Datos de Observatorio Lucía Pérez.

El Estado argentino se comprometió en 2020 a llevar un registro público de funcionarios judiciales denunciados por violencia de género como parte de un acuerdo amistoso alcanzado en el marco de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Hasta el momento lo hizo de forma incompleta y escasa, por ello comenzó a realizarlo, de manera autogestiva, el Observatorio Lucía Pérez que sumó además otros poderes para completarlo y con esa información reflexionar acerca de qué relación hay entre la ausencia de políticas públicas de contención y prevención y estas prácticas impunes.

Lo que se ve: la consigna “El Estado es responsable” se hace carne en la sistematización de esta información. No lo es solamente por omisión, o ineficaz: es un Estado violento. 

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