Nota
Grecia desde abajo: «No sacrifico la vida y la dignidad de ningún hombre o mujer ni por la Acrópolis»
Dos instantáneas, sin más comentarios:
1- 12 de febrero, siete de la tarde, calle de Ermou, en Sintagma: una señora, con la bandera griega en sus hombros, su rostro blanco por el Rioplan (crema que utilizamos para suavizar los efectos por los químicos), obviamente cansada, está sentada tranquilamente en la peatonal.
Carta enviada por los amigos griegos. Fue escrita una día después de que ardiera Atenas y publicada originalmente en el blog https://molisxypnisa.wordpress.com/ y traducida por E.M.
Dos instantáneas, sin más comentarios:
1- 12 de febrero, siete de la tarde, calle de Ermou, en Sintagma: una señora, con la bandera griega en sus hombros, su rostro blanco por el Rioplan (crema que utilizamos para suavizar los efectos por los químicos), obviamente cansada, está sentada tranquilamente en la peatonal. De repente suena su celular. Al contestar, se levanta y empieza a bailar y a dar saltos gritando con toda su fuerza: “Sí, sí ¡que quemen al mismo Latsis (griego, una de las más ricas personas del mundo y propietario de EuroBank)… ¡Ojalá que lo quemen!”… Alguien acerca a la señora y le pregunta qué pasa. Y ella siguiendo el baile absurdo contesta: “está quemándose Eurobank! Se ha quemado todo… ¡Qué alegría!”. Y explica sin preguntarle nadie: “A mí me ha quemado mi vida Latsis y el Eurobank. He construido mi casa con mis ahorros, le he pagado al triple el préstamo y ahora que no puedo pagar quieren quitarme la casa. Mi casa”.
2-13 de Febrero. En una mesa está sentada toda la dirigencia del Ministerio de Orden y Seguridad Pública; da conferencia de prensa, abogándose para sí a los periodistas-loros de los canales. La respuesta (entre comillas y sic) del Coronel del Cuerpo de Bomberos, ante el reproche de los periodistas de que no se ha movilizado el Cuerpo de Bomberos para salvar los edificios del centro que se estaban quemando: “Teníamos en el centro toda nuestra fuerza. Todos los coches de bomberos estaban preparados. Pero se observó un fenómeno increíble: ciudadanos simples, que no participaban en los disturbios, impedían a los bomberos llegar a los edificios que se quemaban gritando ‘que se quemen todos los bancos’”.
Es verdad, así pasó.
La derrota de la democracia representativa
El 12 de febrero representó la derrota de la democracia representativa, de su democracia. No hablo del hecho de que un gobierno “elegido” ha impuesto como primer ministro a un banquero que no se ha elegido por el pueblo. Tampoco quiero hablar del hecho de que el partido que ha impuesto a dicho primer ministro ya ha perdido la mayoría en el Parlamento y sin embargo sigue gobernando.
Sin embargo no puedo cerrar mis ojos al hecho de que el 12 de febrero los ciudadanos han elegido claramente a los anarquistas pare pedir protección. A los anarquistas y no a la policía que se supone que, por su papel institucional, es la que protege a los ciudadanos, para eso la pagan. Tampoco puedo quedarme sin voz cuando veo y leo que lo único que se publica de la majestuosa concentración del pueblo se refiere a las cenizas de los edificios y de los bancos.
Vamos, me pongo más concreto: el 12 de febrero, por primera vez en la historia de tales movilizaciones (incluyendo las decenas de concentraciones que se han realizado los 10 últimos meses) la gente no se reunió en Syntagma (plaza central de la vida política griega, frente al Parlamento) dos horas después de la hora que era la convocatoria. Otras veces la convocatoria era para las 5 y la mayoría de la gente llegaba después de las seis y media. El 12 de febrero ocurrió algo único: Syntagma estaba llenísimo de gente antes de las 5. A las cinco y media no cabía ni un alfiler en la Plaza, tampoco en las calles de alrededor.
Pues… hasta las cinco la cosa era linda, todo pacífico y cualquiera podría decir que la democracia triunfaba en toda su grandeza. Sin embargo, a las cinco y sin la más pequeña provocación, las fuerzas represivas empezaron a echar químicos a la multitud, a todos. Para disolver a la gente antes que llegara la concentración a su zenit. No es casualidad que ni siquiera eran las seis cuando las teles ya insistían en que la gente se disolviera y saliera de Syntagma. El intento de provocar miedo a la gente se había empezado hace dos días por periódicos y teles. Manolis Glezos (figura emblemática de la resistencia en Grecia durante la ocupación alemana y la guerra civil, ex diputado de izquierda, hoy en día de 89 años) y Mikis Theodorakis (famosomúsico griego de 88 años) son solo dos, conocidos, que sufrieron por los químicos, pero son miles de miles de gente que pueden hablar de la asfixia que sufrieron.
El anarquista amigo
Y entonces ocurrió algo imprevisto: un grupo de jóvenes vestidos de negro que estaban en la Avenida Panepistimiou, empezó a gritar consignas y se dirigió a donde los antidisturbios atacaban sin motivo a la multitud. La gente se hizo al lado, empezó a aplaudirles y gritaba “BRAVO!” “JÓDANLES!” “DÁLES!” y cosas así. Los anarquistas llamaban a la gente a que fueran con ellos. Vale… cuando toda, pero TODA, la gente te aplaude y apoya, no te queda más que seguir con mayor impulso en lo que querías hacer.
Lo mismo se repitió cuando la gente asfixiada, después de un nuevo ataque con químicos, bajaba la Panepistimiou y ancianos caían sin poder respirar (como testigos, la gente misma, las abumlancias y la motos del Servicio Urgente Médico que recogían a quienes no aguantaron el ataque). Y el apogeo de esta situación en la que la gente animaba a los jóvenes vestidos de negro, era cuando prendieron fuego al café STARBUCKS: un aplauso y miles de aclamaciones se levantaron hasta el cielo llenando el espacio desde la plaza de Klaftmonos y a lo largo de las Avenidas Panepistimiou y Stadiou. En los incendios de los bancos, la gente que no participaba enérgicamente estaba tocando rítmicamente las rejas de la Avenida Stadiou, haciendo ruido y animando los que atacaban a los bancos, mientras padres de familia de 50 y más años recogían mármoles y piedras y se los daban a los anarquistas que estaban en la primera fila de batalla.
Y no sólo esto. Desde el primer momento, a las cinco de la tarde, que empezó el ataque de los Cuerpos Antidisturbios hasta muy tarde de la noche, la consigna que dominó a los labios de cientos de miles de manifestantes no era por el Memorandum o por la política económica, sino el conocido “Cerdos, asesinos”. La rabia de la gente, por el ataque sin motivo que sufrió, se había inundado. . En la Plaza de Monastiraki la gente tocaba las campanas de las iglesias, todas las calles que se definen por el Acropolis, Athinas, Plaza de Omonia, Akadimias y Plaza de Syntagma rebosaban de gente que se negaba a retirarse y resistía como podía a la asfixia que provocaban los químicos y al terror que dispersaban los ataques de los antidisturbios. Los policías de DELTA atacaban con sus motos, sin discreción alguna, a la gente y la gente respondía con piedras. Hasta las once y media de la noche miles de personas estaban todavía en las calles. En la Avenida de Amalias al menos 10.000 se retiraron, a las doce, por una marcha hacia Sigrou para evitar los químicos que ya no se aguantaban. En Syntagma se reunió otra vez gente. En Monastiraki los DELTA rompían los escaparates de la tiendas y atacaban a la gente. Hay videos que muestran los ataques con las motos contra la gente.
¿Quién nos protege de la violencia de Estado?
Sin embargo, la derrota de la “democracia” no es que ya el pueblo se ha dirigido a los anarquistas para que les protejan de la violencia del Estado. Es verdad que la absoluta mayoría de la gente no quiere y no participa en acciones de violencia. Pero el hecho de que no sólo muestran tolerancia sino que aceptan a dicha violencia como la única que les protege contra la del Estado, demuestra la victoria de los anarquistas y sus acciones.
El argumento principal de los anarquistas es que “pacíficamente no podemos lograr algo y tenemos que provocar con cada medio la confrontación”. La consigna “que se queme el burdel del Parlamento» ya no es de los anarquistas. Después de decenas de manifestaciones pacíficas, después de luchar por lo de “no violencia”, la gente a pesar de saber que va a recibir químicos, lacrimógenos y violencia, sigue saliendo a las calles pero ya no cree que puede vencer pacíficamente en el marco de “democracia” o “por la democracia”.
Sabe ya la gente que su opinión nada vale para las élites, económicas y políticas, del país. Sabe ya la gente que nos “tienen escritos en sus zapatos viejos”. Ninguno de los políticos ha sido castigado por la corrupción y los escándalos, ningún suceso de violencia policiaca se ha castigado, hasta el policía que apoyó al asesino de Grigoropoulos está fuera de la cárcel hace unos meses. La demanda judicial de cientos de ciudadanos contra la violencia y la guerra química de los días 28 29 de junio pasado, todavía no han encontrado su camino para el Tribunal y nadie da cuentas nunca por los tantos heridos –ciudadanos que pacíficamente protestaban- en cada manifestación. La gente ya no confía en las instituciones “democráticas” porque ya se siente y sabe que están burlándose de ella: pide elecciones y le imponen un gobierno no elegido, exige que no se vote el Memorandum y lo votan con mayoría absoluta en un Parlamento que no hay ni la más pequeña posibilidad de re-elegirse y que no representa a nadie.
Y en este punto llegamos a la responsabilidad y el papel sucio que juegan los medios masivos de comunicación, ya desde hace dos años, desde el primer momento de esa historia con los memorandum (o desde siempre, como dicen los anaquistas y tienen razón). Por toda la noche los medios masivos enfocaban en los incendios y los “vandalismos”.
Dispersaban el miedo y desorientaban a la gente del tema principal que es la aprobación por el Parlamento de un ley-monstruo inconstitucional (no lo digo yo que es inconstitucional, 5 sintgamtologos-proferores de Universidad argumentan eso). Los medios se han encargado de jugar el papel de difundir el terror por “no perderse” la “última” oportunidad de nuestra –una vez más- “salvación”. Intencionalmente confunden la negación de pago que puede hacer Grecia, con la bancarrota, con la quiebra. Intencionalmente conectan la negación del pago de la deuda con la salida de la EuroZona, cosa que hasta Barufakis (que no es algún economista de izquierdas) denuncia como falsa y fuera de realidad. Y ayer durante la magnífica protesta, pusieron sus videocámaras no entre la gente que por miles de miles había ocupado la ciudad, sino frente a los edificios quemados.
El rol de los medios
Los mismos canales que reprochan a toda la sociedad como culpable -ese famoso “todos juntos comemos el dinero”-, los mismos que no dan una moneda por la arquitectura y la ciudad, los mismos que recuerdan los edificios históricos sólo cuando se habitan por emigrantes “que van a contaminar la ciudad” mientras todo el resto del tiempo están en silencio cuando los señores de “real estate” -que por casualidad son propietarios de esos mismos canales- hacen sus buisnes… esos mismos canales llaman ahora a la gente para “gritar un NO contra los vandalismos de los edificios históricos”.
En Atenas y toda Grecia miles de edificios que pertenecen al Estado, a la Iglesia y a los bancos, edificios de especial valor arquitectónico, están abandonados o derrumbados poco a poco por sus propietarios y cuando ya están medio-derrumbados, como por una manera mágica, se desmorona el estado especial de protección en una noche y en su lugar se levantan plantas y plantas de cemento.
En ciudades enteras se derrumbaron en una noche los neoclásicos y se construyeron monstruos de cemento. Un montón de edificios públicos se construyen sin reglas ni seguridad y están inundándose con la primera lluvia (como recientemente el Hospital de Pirgos). Carreteras nuevas se hacen trocitos y no se mueve hoja. Construcciones por las Olympiadas –estadios, teatros, carreteras, hostales etc. – pagadas por millones -que ahora se llaman “deuda”- están abandonadas a su suerte hasta perder su valor y liquidarse por un trocito de pan a empresas y a quienes se enriquecen con nuestro dinero. Precisamente aquella parte de la sociedad que está indiferente por el espacio urbano si no le asegura ganancias, precisamente ellos son los que descubrieron que “los anarquistas están destruyendo “edificios históricos”: Y por eso se calla e intenta hacer invisible el hecho de que cientos de miles de gente gritaron el NO a la miseria que les reservan como destino sus gobernantes bien educados, bien vestidos, bien alimentados.
Estimados señores y señoras: digamos que la mitad de los anarquistas son provocadores como les nombran. El asunto no es esto. Los más grandes provocadores son los medios de comunicación y su espejo deformable. Si quisieran enfocar a la esencia lo habrían hecho, era muy fácil mostrar escenas del ataque bruto policiaco. Si quisieran, levantarían sus helicopteritos y mostrarían las multitudes de personas que estaban luchando contra su empobrecimiento, contra la anulación de sus derechos laborales y sus sueldos que solo a los grandes empresarios va a servir.
La perversión de la realidad, las luces sólo en los edificios quemados, los comentarios parapolíticos del culo y la picota de la lógica común son la regla en los telenoticias. En estos momentos tan cruciales los medios de comunicación se controlan absolutamente por empresarios y políticos –o viceversa- despiadados, para quienes el ataque a los salarios de los pobres es una oportunidad por ganancias innumerables. Y jugarán todas sus cartas para no perder sus ganancias. Y algunos ciudadanos sensibles por los “edificios históricos”, sentados en su tele o en su ordenador, atrapados en una realidad virtual y controlada, seguirán insultando a los anarquistas y a todos que tienen corazón y están resistiendo al desastre de sus vidas.
La diferencia es que, quien ve los hechos por la televisión, no conoce los hechos. Quien no fue perseguido por la policía y no encontró una mano de ayuda por un joven vestido de negro, no sabe que es policía. Quien no cayó semi-desmayado por los químicos y no recibió las primeras ayudas por un anarquista no sabe que es solidaridad. Los anarquistas levantan redes de solidaridad y de apoyo y se preparan para los días de pobreza y quiebra que ocurrirá cuando los poderosos decidan que sirve a sus intereses. ¿Y Uds. estimados señores y señoras, siguen creyendo en la televisión? ¿Seguirán aún cuando el hambre toque a su puerta? ¿Seguirán creyendo a quienes les dicen que la culpa la tienen los anarquistas, las izquierdas, los indignados, el burro que está volando y no quienes están robándose a sus vidas hace cuatro décadas y más?
Apaguen las televisiones, tiren a la basura los periódicos del culo, busquen información alternativa y, por favor, piensen un poco más allá de lo “obvio”. Quizás entonces pueden construir una democracia verdadera en lugar del “error de imprenta” que es esta democracia de los arriba.
PD1: No soy anarquista, tampoco “anarquista”, no he tirado nunca una piedra, tampoco iba a prender fuego. Sin embargo, en esta lucha, los que se confrontan en directo con mis enemigos –y mis enemigos son los que protegen a quienes me quieren esclavo, los que desinforman a las personas que quiero transformándoles en zombis de televisión- son para mí más cercanos que cualquier acomodado y “griego”. Y sí, lo siento yo también por los edificios que se quemaron, estaba buscando y adorando la arquitectura de esta ciudad mucho tiempo antes de descubrir cualquier periodista del culo el nombre de Tsiler, sin embargo NO SACRIFICO LA VIDA Y LA DIGNIDAD DE NINGÚN HOMBRE O MUJER NI POR LA ACROPOLIS.Los edificios con dinero en seis meses se reconstruyen. ¿Las vidas de millones de seres humanos?
PD2: PAME (Frente del Partido Comunista) y por lo tanto KKE (Partido Comunista de Grecia) perdió ayer una gran oportunidad para “encabezar la batalla contra el poder capitalista de la plutocracia”, como nos repite continuamente: cuando vio los difíciles y los lacrimógenos se dio la vuelta, con disciplina absoluta y con una pirueta que hasta el Ejército Griego envidiaría. Ignorando los abucheos y gritos de la gente que le convocaban a quedarse en la lucha…
PD3: Quienes de los políticos y los “sensibles” de repente recordaron que se pierden puestos de trabajo en una de las tiendas quemadas, ¿quizás recuerdan que cada mes se pierden miles de puestos de trabajo y que los desempleados han superado el millón hace meses? ¿Encendieron velas por los despedidos y los obreros que están en huelga hace más de cien días en la Metalurgia de Grecia? ¿O por los trabajadores de ELEFTEROTYPIA (gran periódico de Grecia) y ALTER (canal de televisión) que siguen en huelga y sin cobrar hace meses? ¿O sólo por el ATTICON (cine que se destruyó su entrada durante las manifestaciones de 12 de Febrero) saben encender velas?
Nota
Escritos sobrevivientes: Un nuevo libro escrito por ex detenidos desaparecidos
Este 24 de marzo, a 49 años del golpe, la editorial lavaca publica Escritos sobrevivientes, un libro creado junto a un grupo de personas que estuvieron secuestradas y desaparecidas en distintos centros clandestinos de represión durante la última dictadura militar. Se presenta el próximo viernes 28, pero ya podés pasar a buscarlo por MU (Riobamba 143) desde hoy. En este texto, Claudia Acuña cuenta qué representa esta obra parida en colectivo y en medio de aires negacionistas.
Por Claudia Acuña
Este libro representa muchas cosas y todas y cada una nos parecen decisivas para estos tiempos desesperados.
Ni sé por dónde comenzar a enumerarlas, así que sin orden de importancia ni cronológico enumero algunas, aunque sin duda me faltarán otras que invito a que completen quienes lo lean.
Lo primero, para mí, es reconocer el valor social, político, histórico y ético que merecen las personas detenidas-desaparecidas por la dictadura cívico militar que azotó este país desde el 24 de marzo de 1976. No olvidamos esa fecha gracias a ellas, pero no siempre se las nombra con la relevancia que han tenido para construir verdad, justicia y memoria.
A algunas de ellas he tenido el honor de escucharlas y verlas testimoniar en los juicios de lesa humanidad, pero también en los diferentes procedimientos contra la impunidad que crearon y sostuvieron para que esos juicios sucedan.
Una y otra vez.
Una y otra vez.
Una y otra vez.
Hasta lograrlo.
Solo a una pude agradecerle con palabras y lágrimas el esfuerzo, el coraje y el legado que recibíamos por su esfuerzo, pero fundamentalmente por sus vidas consagradas a hacer posible lo imposible. Fue en la puerta de los tribunales de Comodoro Py, mientras los altoparlantes transmitían la primera condena a los genocidas responsables del centro de detención clandestino y de tortura que funcionaba en la Esma. Ahora, con este libro queremos extender esas gracias a cada una, a cada uno.
Sé, porque comprendí la lección que nos daban, que no puedo afirmar que lo hicieron solo ellas, ellos. Esa es otra de las cosas que representa este libro: el saberse parte – y reconocerlo siempre- de algo más grande, más importante y más trascendente no solo del yo, sino incluso del núcleo colectivo en el que nos organizamos, reflexionamos y tomamos fuerza para resistir. Nuestras fuerzas individuales y nuestras construcciones políticas suman, activan, empujan, pero alcanzan sus objetivos cuando sincronizan con la necesidad social, con la época y con la Historia. Tienen alas porque tienen raíces y mueven al mundo hacia lugares mejores porque se sabe más grande y más poderosa que lo que nos rodea.
Eso que aquí las y los autores definen como “subjetividad sobreviviente” nos advierte eso: somos nuestros cuerpos y la sombra que proyectan, lo que hacemos y lo que soñamos, nuestras obras y nuestra imaginación, nuestros saberes y nuestra intuición, pero también y además aquellos cuerpos, proyecciones, hechos, batallas ganadas y perdidas, que nos anteceden y desbordan para fortalecernos y sostenernos de pie. Aquello que ilumina la oscuridad es la memoria sensible: de eso se trata este libro, además.
Otra: el valor de las utopías. En los momentos más aterradores hemos gritado “Aparición con vida y castigo a los culpables”. Bueno: la noticia es que hemos tenido éxito y aquí están las personas que cuando pronunciábamos esas palabras mágicas no podíamos abrazar. Algunas de ellas son las que el tercer sábado de cada mes vimos ingresar a nuestra trinchera durante el largo y desalentador año 2024. Para nosotros ese taller de escritura significó una cita con la esperanza, cada vez. Y una comprobación: el futuro se construye con el hacer colectivo, cada vez.
Por último: este no es un libro de testimonios sobre el horror de la dictadura, sino su contracara o quizá, lo que se puede pensar después de cruzar el abismo de la impunidad.
Quizá.
Me falta todavía superar la alegría de haberlo logrado, de sostener con las manos esta pequeña utopía realizada en tiempos de saqueo de recursos simbólicos y materiales, en las cuales sólo proponerlo sonaba casi irresponsable, para poder encontrar las palabras certeras, que expresen lo que representa que personas empobrecidas y violentadas podamos hacer lo que querramos financiadas sólo por el deseo y la convicción, que siempre es política.
Quizá la palabra exacta sea una sola: Argentina.
La presentación
Escritos sobrevivientes y compila una serie de textos producidos en un taller de escritura que tuvo lugar en MU durante 2024. Estos relatos abordan historias marcadas por lo que el grupo denomina «subjetividad sobreviviente». El resultado es un conjunto de textos poéticos, políticos y filosóficos, de una potencia y belleza conmovedoras.
Participan: Rufino Almeida, Margarita Fátima Cruz, Graciela Daleo, Lucía Fariña, Mercedes Joloidovsky, Eduardo Lardies, Susana Leiracha, María Alicia Milia, Claudio Niro, Silvia Irene Saladino, Stella Maris Vallejos e Inés Vázquez.
Así lo resumen sus autoras y autores: «Un grupo de compañeras y compañeros, ex detenidos desaparecidos por el terrorismo de Estado, nos reunimos en un taller de escritura para crear textos enfocados en la subjetividad sobreviviente, mientras la voz del poder alimenta el negacionismo y la reiteración del sufrimiento popular por variados medios».
El libro se presentará el próximo viernes 28 de marzo a las 20 horas en Mu Trinchera Boutique, Riobamba 143.
Podés conseguirlo desde hoy, 24 de marzo, también en MU.

Nota
La Justicia esquiva la causa por el disparo a Pablo Grillo: “Hasta ahora no se investigó nada”

La recuperación de Pablo “es muy rápida” pero la investigación sobre su intento de asesinato, muy lenta, o directamente inexistente. Qué dijo el padre hoy frente al Hospital Ramos Mejía donde Pablo sigue pelando por su vida, aún en terapia intensiva pero con avances prometedores, y las abogadas del caso que presentaron ante la Justicia: primero Servini de Cubría y luego el candidateado a la Corte Ariel Lijo rechazaron la causa, y ahora se sortea en la Cámara Federal de Casación a qué juez le tocará investigar a quien le disparó y a sus superiores jerárquicos. Los dichos de Adorni en conferencia de hoy, y quién cortó el diálogo con la familia; las pruebas que se pidieron y las que se aportaron; y el texto de la presentación judicial en la que la familia pide ser querellante, con las pruebas que aportamos desde decenas de medios, fotoperiodistas y organizaciones sociales.
Por Francisco Pandolfi
Pablo Grillo todavía no está fuera de peligro, pero la mejoría día a día, paulatina y constante, le permite a la familia hablar ya no sólo de su estado de salud. Hasta hoy, el único foco era la supervivencia de este fotógrafo de 35 años impactado por una granada de gas lacrimógeno, fuera de toda legalidad, por las fuerzas de inseguridad comandadas por la ministra Patricia Bullrich.
La pérdida de masa encefálica y la fractura de cráneo con la que llegó de urgencia al Hospital Ramos Mejía –el miércoles 12 de marzo, cuando se desató la represión en la marcha por las paupérrimas condiciones en las que viven las y los jubilados–; la primera operación esa misma noche en la que se bajó la presión intracraneal y se le reconstruyó algo del tejido. Las pupilas que empiezan a reaccionar bien. La merma en la sedación. Los primeros movimientos – prematuros e inesperados por los propios médicos–. Otra operación por un derrame que es revertido a tiempo. La baja de los glóbulos blancos como síntoma de la baja en la infección. Y a solo una semana del disparo, Pablo abre los ojos. Y le sacan el respirador para ver cómo reacciona y lo hace agarrándole la mano a la mamá. Y por si fuera poco le susurra las palabras más hermosas a su papá: “Hola, viejo”.
Pablo continúa en terapia intensiva, en estado crítico, pero respondiendo bien neurológica y físicamente. “Es asombroso el nivel de avance que tuvo”, dice Fabián, su viejo, con los ojos emocionados e incrédulos por la mejoría impensada en tan poco tiempo. Esa sucesión de buenas noticias las que posibilitan a la familia convocar este viernes a una conferencia de prensa «para contar novedades en la causa judicial».
Primero, habla Fabián, su papá, sobre la salud de Pablo: “Las novedades son que está estable, por lo tanto es bueno. Está con los ojos abiertos y sigue sin respirador”.
Fabián lleva puesta una remera azul, con letras blancas que dicen: “Justicia por Pablo Grillo”. Se lo nota cansado, pero más distendido. Se ríe cuando cuenta: “Tengo un video con saludos de (Ricardo) Bochini, veremos si los médicos nos permiten que se lo pasemos. Si lo escucha al Bocha, va a volver a hablar seguro Pablo”. Mantiene los pies sobre la tierra: “Todavía la situación es grave: está en terapia y con riesgo de vida. Pero en ese marco todo lo que estuvo ocurriendo es favorable. A todos nos sorprendió su evolución. Incluso los médicos manifiestan que la evolución que está teniendo es asombrosa. Es muy rápida”.
Este jueves, el vocero presidencial Manuel Adorni dijo que el diálogo con la familia quedó roto desde que el padre de Pablo acusó a Bullrich de ser cómplice. Fabián le responde: “Nosotros no cortamos nada porque nunca existió el diálogo. Lo mío fue una respuesta a una declaración mentirosa de Bullrich, por tanto si es que alguien cortó el diálogo fueron ellos. Yo estoy dispuesto a escuchar, si alguien me llama”. Y agregó: “A esta altura no lo espero (ese llamado). Espero poco. Pero demostraría que tienen todavía un grado de humanidad”.
En relación a las mentiras de Bullrich sobre el trayecto del proyectil, expresó: “Me da vergüenza la forma en que fue acomodando la mentira. La va acomodando a medida que la realidad se lo desmiente, es hasta absurdo, burdo, grotesco: no sé que palabra utilizar”. Cuando le preguntaron si le diría algo al gendarme que, según los elementos reconstruidos hasta el momento, sería quien disparó (presuntamente, el cabo Guerrero), afirmó: “Personalmente no le diría nada. Sí lo vamos a decir de forma jurídica. El mejor diálogo que podemos tener con esta gente es en lo judicial”.
La causa, sin avances
Fabián estuvo acompañado por Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, y a Paula Litvachky, del CELS, organismos que patrocinarán legalmente a la familia, que este 21 de marzo se presentó ante el Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº 1 para ser tenida en cuenta como querellante en la investigación judicial.
Lo más importante de la causa hasta ahora: desde el 12 de marzo “no se investigó nada y reclamamos que se empiece a investigar urgente”. Las abogadas cuentan el por qué: “La causa iniciada por la denuncia de la Procuvin (Procuraduría de Violencia Institucional) que dio inicio a la instrucción estaba presentada en el Juzgado 12 de Ariel Lijo, quien se la devolvió a la Jueza Servini de Cubría, que otra vez la rechazó. Ninguno de los dos quiere hacerse cargo de la investigación. Ahora irá a sorteo para definir quién la sigue. La Cámara Federal de Casación Penal tiene que resolver”. Agregan: “Hasta ahora el Ministerio de Seguridad dijo que no hará sumarios internos por el accionar de su Fuerza, lo que refleja el encubrimiento”.
La causa aún no tiene carátula porque no está radicada en ningún juzgado. La denuncia presentada es por tentativa de homicidio agravado, por abuso de autoridad e incumplimiento de funcionario público.
Dice Paula Litvachky, del CELS: “Es muy importante que la causa salga de este limbo judicial y se inicie el pedido de pruebas antes de que pase más tiempo”.
Dice Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos: “Esperamos que en estos primeros 9 días en los que no se hizo nada, no haya ninguna prueba que se haya destruido, modificado, alterado. Hay cámaras del Gobierno de la Ciudad que tienen un tiempo de duración determinado, o de negocios que también se van borrando y si no las pedís inmediatamente después ya no están. Es vergonzoso que un hecho así no lo esté investigando nadie”.
Las abogadas pidieron una serie de pruebas. Las más relevantes: “Quién dio las órdenes, cómo se manifestaron esas órdenes y cuáles fueron, antes y después del impacto; cuál fue el protocolo que se aplicó, quienes integraban el equipo donde estaba incluido el cabo Guerrero y qué órdenes se le impartió a ese grupo en particular; qué armas utilizaron”. También exigen que se lo llame a indagatoria a Guerrero. “Ya hay suficientes elementos para hacerlo”.
Completa Paula Litvachky: “Hicimos una presentación con los hechos, tenemos un montón de pruebas para que se reconstruya ese tramo del operativo de modo tal que se pueda tener la responsabilidad de quién disparó y de toda la cadena jerárquica”.
Concluyen ambas: “Las pruebas están. Nunca hubo tanto registro fotográfico y audiovisual. Necesitamos el acompañamiento social para empujar a que se haga justicia y que no quieran desviar el foco de la investigación”.
Nota
La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

Traumatismo encéfalo craneano, herida cortante e irritación ocular: las heridas causadas a Beatriz Blanco (81 años) ya forman parte de una causa judicial que inició ella misma y también la Procuraduría de Violencia Institucional, y apunta contra dos efectivos que la gasearon y le pegaron, provocando su caída. También apunta a la responsable del operativo, la ministra Patricia Bullrich, que se desplegó el miércoles de manera feroz, pero que -plantea la denuncia- es parte de un “plan sistemático”. Beatriz fue golpeada a las 16:10, antes de los principales incidentes, mientras se manifestaba en una esquina: cómo fue el momento, según relata ella misma en la denuncia y cuenta su hija. Quién es esta jubilada que trabajó de todo. Cómo está: recuperándose, enojada y “con más fuerza que nunca”. La voz de una de sus hijas junto a quienes lucha por justicia, y paz.
Por Franco Ciancaglini.
La imagen de Beatriz Blanco cayendo en seco al suelo -tras ser gaseada y empujada por dos efectivos de la Policía Federal- dio la vuelta al mundo.
En el video se ve el fin de una secuencia más larga que inicia cuando la Policía Federal empuja de manera violenta a jubiladas y jubilados que se encontraban haciendo el clásico semaforazo de todos los miércoles en el Congreso.
“Ella lo que cuenta es que estaba con el grupo de jubilados, cortando Entre Ríos, para mostrar sus carteles. Y cuando el semáforo se pone verde se vuelven a la esquina. Y en ese momento vino la policía, apurando a todos los viejos a subirse a la vereda”.
La que habla es una de sus hijas, Paula.
El relato coincide con la temprana decisión de las fuerzas de abalanzarse sobre personas que hacen lo mismo todos los miércoles -un semaforazo, y luego una movilización que da la vuelta al Congreso-: Beatriz fue atacada a las 16:10.
Esta vez, por lo especial de la fecha, los Policías iban además con el gas apretado y el palo suelto. Cualquiera que estuvo en la manifestación pudo apreciar cómo apenas una persona se acercaba a los efectivos, o incluso estando a metros, sin hacer nada, podía ser gaseado. Incluso teniendo 81 años.

Los camiones hidrantes fueron parte de la cacería desatada. Foto: Lina Etchesuri.
El arma y la palabra
Beatriz Blanco no está afiliada a ninguna barrabrava ni milita en ningún partido político.
Es jubilada.
Trabajó toda su vida como empleada en cooperativa de fletes, empleada cuidando niños, costurera, y de casera hasta los últimos tiempos.
Tiene tres hijas.
Una de ellas, Paula Ippolito, cuenta que junto a su madre Beatriz y su hermana Paula suelen ir juntas a las marchas. “Esta vez fue sola porque justo yo estaba operada de la rodilla. Suele ir, no va todos los miércoles pero cuando puede va”.
Beatriz ya conocía a varios y por eso se acercó al grupo de jubilados que realiza los miércoles el semaforazo. Luego de que la empujaran a la vereda, se puso a hablarle a un cordón policial, una práctica habitual de jubilados anodados ante la violencia sin sentido que ejercen las fuerzas: “Ella siempre es de ir y hablar, de decir qué están haciendo, cómo no les da vergüenza; mi mamá siempre como que quiere hacer conciencia. Ella le debería estar gritando al policía que estaba de espaldas y lo toca con el bastón como diciendo ´mirame´. Ahí el chabón se da vuelta y le tira el spray, y el otro que le pega con el palo en la cabeza”.
Ese combo, que representa un ataque, de gaseo, empujón y golpe, hace que Beatriz pierda el equilibrio instantáneamente, y caiga al suelo.
La primera pregunta es cómo está: “Se está recuperando. Está en reposo, en observación por el golpe que recibió en la cabeza. Está con mucho dolor en todo el cuerpo, con un poco de inestabilidad, con el dolor en los ojos por el gas que le tiraron. Tiene los ojos muy hinchadas: le tiraron gas directo en la cara”.
Este dato del gas directo a sus ojos explica a la vez la pérdida del equilibrio, desechando por tierra las mentiras del Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que aseguró que se “cayó sola”. También el título de la empresa La Nación que habló de que la jubilada “atacó” a la policía previo a su “caída”: “Ella le tocó con su bastón para que se diera vuelta, para que la escucharan, no golpeó a nadie. Habría que mostrar los videos enteros donde la Policía increpa primero a los jubilados para que se suban a la vereda, con la agresividad que suelen tener”.

Beatriz Blanco, tras los gases recibidos y el golpe posterior. Foto: Lina Etchesuri.
El caso de Beatriz es uno de los dos -junto al del fotógrafo Pablo Grillo- denunciados por la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin) ante la Cámara del Crimen. En esas denuncias a las que accedió lavaca, el organismo que se encarga de monitorear a las fuerzas -en estos tiempos, con menos entusiasmo- presenta como “pruebas” distintos recortes periodísticos alrededor del ataque a Beatriz. Y solicita a la justicia que requiera al Ministerio de Seguridad el personal policial afectado a los lugares de ambos ataques, así como los datos de la “sala de operaciones” a la que reportaban los agentes a cargo del operativo.
Por otro lado, la propia familia de Beatriz presentó una denuncia contra los dos agentes de la Policía Federal y contra la propia ministra Bullrich. Narra en su presentación lo mismo que refiere su hija en esta nota: “Siendo aproximadamente las 16:10 hs me encontraba en las inmediaciones de la esquina de las avenidas Entre Ríos y Rivadavia de esta ciudad (…) cuando fui rociada con una sustancia lacerante por un efectivo de la Policía Federal. Inmediatamente después, y también a manos de un efectivo de la PFA, recibí un golpe en la cabeza, con un elemento que creo se denomina ‘tonfa’, lo que provoca mi caída al piso”.
Tras el golpe, Beatriz fue derivada al Hospital Argerich, donde diagnosticaron lo producido por el ataque: traumatismo encáfalo craneano, herida cortante e irritación ocular.
Por eso, por un lado, reclama la identificación de los dos efectivos que la atacaron, plausibles de ser responsables de “delitos de lesiones leves” agravadas por tratarse de personal de la fuerza. Y por otro, califica a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich como “autora mediata” por ser responsable del operativo y algo más: la valiente presentación habla de que estos hechos son parte de un plan sistemático.

Una síntesis del plan sistemático. Foto: Juan Valeiro.
“Como en los momentos más aciagos de nuestra historia, desde el Poder Ejecutivo se ha montado un Programa de Miseria Planificada cuya consecuencia natural es la Protesta Social. Y sabido es que este tipo de políticas socioeconómicas sólo resultan aplicables cuando se pone a disposición de las mismas al aparato represor del Estado”.
Firma toda esta historia la propia Beatriz, acaso poniendo en contexto lo que representan los golpes que sufrió, su historia y el futuro por el que pelea junto a sus hijas. “Nosotras somos fieles a las marchas que son para los derechos del pueblo”, cuenta Paula, una de ellas. “No militamos en ningún partido político, siempre vamos independientes y solas”, aclara por si hiciera falta.
Paula habla siempre en plural femenino, pensando en su madre y su hermana. Desde ese lugar cuenta: “Nos están sacando todo. Nos están metiendo miedo para que no salgamos a las calles. Están imponiendo todo lo que quieren imponer. Siempre estamos atentas a todas las luchas. Esto va a por todos, no es solamente por los jubilados. A mi me han robado plata con la AFJP a pesar de que ya tengo 30 años de aportes. Estos vienen por todo, por todo lo que conquistamos”.
Junto a Natalia, las jóvenes militan tocando tambores en Batuka, uno de los conjuntos que lleva el ritmo a la calle y es la banda de sonido de la protesta social y la lucha. Hoy, del lado de la víctima, Paula asegura: “Estamos luchando para que esto no vuelva a suceder. Para que tengamos memoria y el pueblo no se duerma. No tenemos miedo. Ya la verdad que queda poco por perder”.
Esta lucha incluye, claro, a Beatriz: “Está más fuerte que nunca. Está enojada, muy enojada. Pero está fuerte para seguir la lucha”.
La lucha, ahora, es por justicia: “Solamente queremos que los responsables tengan justicia, sean los policías o la ministra de Seguridad: que la justicia trabaje a favor del pueblo. Y que no salga nadie más impune”.
¿Tenés esperanzas? “Y no. Pero hay que hacerlo igual: nos corresponde”.
La esperanza tal vez siga estando en la calle, mientras estas jóvenes sin contención psicológica ni asistencia estatal de ningún tipo enfrentan los golpes: “Estamos nosotras, las hijas, para cuidarla y para que se reponga de esto”.
¿Necesitan algo? “Sí: paz”.