CABA
Diciembre caliente: una nueva marcha contra las reformas del Gobierno
Luego de la multitudinaria marcha de la semana pasada de sindicatos, una nueva movilización convocada por ATE Nacional y movimientos sociales como Barrios de Pie, la CCC y la CTEP unió Congreso y Plaza de Mayo con más de 80 mil personas que rechazaron la reforma laboral, tributaria y previsional impulsadas desde el Gobierno. Hubo también paros y marchas en Misiones, Rosario, Entre Ríos, San Juan y Tucumán, entre otros. Mientras, trabajadores del ENACOM votaron en asamblea la permanencia pacífica dentro de la institución en rechazo de 165 despidos. Qué expresa este escenario de unidad de sindicatos y movimientos diversos. El secretario general de ATE, Hugo Godoy, resumió a lavaca: “Hoy hay un millón de personas movilizadas en todo el país a través de organizaciones que expresan la voluntad de construir un nuevo modelo sindical”.

Foto: Nacho Yuchark
Ernesto tiene 27 años y cruza Plaza de los Congresos vestido de Papa Noel detrás de las banderas del Movimiento Evita. “Estamos cerca de las fiestas y esto es un apoyo más contra las reformas”, dice rápido para meterse dentro de la marcha que, desde Congreso a Plaza de Mayo, reunirá a más de 80 mil personas en una nueva movilización contra la reforma laboral, tributaria y previsional impulsada por el Gobierno de Cambiemos, luego de la concentración que la semana pasada convocaron la Corriente Federal de los Trabajadores de la CGT, Camioneros y las dos CTA junto a movimientos sociales, cooperativos y pymes. Esta nueva marcha fue convocada por ATE Nacional, la CTA Autónoma, la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa (CCC), entre otros movimientos sociales y partidos de izquierda, y cuando pasa por Perú es posible distinguir una bandera a lo lejos, que dice:
- «ENACOM en lucha»
El edificio del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) está embanderado de verde y blanco mientras por el suelo hay papelitos de todos los colores que piden «Basta de despidos».
De fondo, bombos y trompetas.
Alejandro Tsusinski, secretario general de ATE Enacom, explica a lavaca qué esta ocurriendo: “Las autoridades nos comunicaron que este jueves iban a estar despidiendo a 165 compañerxs. No usaron ningún criterio más que el achique y el ajuste: los compañeros laburan hace muchísimos años y están desmantelando áreas estratégicas del organismo, del cual depende el ISER: allí están despidiendo 40 trabajadores y sin ellos el instituto no puede funcionar porque están vaciando áreas como las de técnica que opera las radios y la que hace los doblajes. Son fundamentales para que los alumnos puedan estudiar. Es imposible que así el instituto siga abierto”.
Tsusinski subraya que estos despidos implican sólo una primera etapa. “Desde el Ministerio de Modernización dejaron trascender las llamadas ´dotaciones óptimas´. Desde ATE Capital venimos denunciando que el Estado quiere despedir a más de 20 mil empleados públicos, y acá en el Enacom quiere echar a 707 trabajadorxs. Por eso vamos a pasar la noche, el día y si es necesario las fiestas. No podemos permitir es que nuestros compañeros vuelvan a sus casas sin laburo”.
Por eso votaron la permanencia pacífica.
Y por eso, a nivel país, se está marchando ahora en la calle.

Foto: Nacho Yuchark
Diciembre caliente
“Después de las elecciones el macrismo avanzó con un paquete de reformas que, además, dejó sin voz a un sector importante como es la economía popular”, dice Daniel Menéndez, coordinador de Barrios de Pie, mientras avanza por Avenida de Mayo. “Lo hizo luego de consensuar un paquete de medidas que es una vergüenza, que quitan derecho a los trabajadores, que meten la mano en el bolsillo a los jubilados. Creemos que todo esto dibuja un escenario muy complejo en diciembre porque avanzan con reformas para beneficiar a los sectores más concentrados y poderosos contra los sectores más humildes, mientras no se avanza con propuestas de una agenda social”.
A su lado, Fredy Mariño, miembro de la Mesa Nacional del CCC: “Esta marcha expresa el rechazo ante los proyectos que promueve el Gobierno. El conjunto de los trabajadores en la calle refleja una nueva unidad de acción. Y decimos: no van a pasar”.
Matías Blaustin, casi llegando a 9 de Julio, lleva una bandera contra el recorte en ciencia y técnica. Es biólogo y delegado de ATE-Conicet en la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA: “La situación es muy mala. Las entradas a las carreras de investigador pasaron de 900 por año a cerca de 400. Con la inflación, los subsidios no alcanzan para abastecer todo el material. Eso se suma a que hace varios meses que venimos encarando una serie de despidos, que se expresa en las dos tomas al Ministerio de Ciencia y Tecnología. Logramos que algunos compañeros mantengan”.

Foto: Nacho Yuchark
Cómo ablandar el corazón
Un hombre y dos mujeres llevan una bandera verde que dice «Centro Nacional de Jubilados de ATE». Una de ellas es Noelia Guzmán: “La reforma es nefasta para nosotros. No sólo perjudica a los que ya somos, sino que a los activos, que están por jubilarse, es como si les dieran un subsidio a la vejez. Hemos caminado todo el Senado y el lunes ya comenzamos en la Cámara de Diputados a ver si podemos ablandarles el corazón a los que dicen representarnos para que no voten la ley. Es mentira que digan que no vamos a perder poder adquisitivo: ya no podemos cubrir la canasta familiar, teniendo además en cuenta que necesitamos medicamentos. Estamos cobrando 7900 pesos cuando deberíamos estar en 17 mil. Hay compañeros que no tienen vivienda y tienen que pagar un alquiler. La luz aumentó, el gas también. ¿Cómo podemos cubrir todo eso?”.
Estado permanente
La cabecera avanza por Avenida de Mayo. Allí marcha el secretario general de ATE, Hugo Cachorro Godoy. “En la clase trabajadora y en nuestro pueblo hay una dignidad que miserables como el Presidente Macri, los gobernadores, los legisladores y algunos dirigentes sindicales quieren pisotear haciéndonos retroceder 100 años en la legislación laboral y previsional”, dice a lavaca. “No vamos a permitir que aprueben esas vilezas. Así como enfrentamos la dictadura y la década infame de los ´90, también vamos a impedir que estas leyes se aprueben, porque Macri quiere llevarnos al abismo social”.
-¿Cómo se sale de ese abismo?
-Peleando por una Argentina para todos. Y en eso estamos fortaleciendo la unidad. Cada día. Y no unidos por el espanto, sino por la voluntad de lucha y de construir una alternativa a lo que nos ofrecen desde el neoliberalismo, que nos quiere hacer retroceder al pasado.
-¿Qué expresa esta unidad que se está viendo en la calle?
–Cada vez queda más claro que la CGT es un instrumento caduco. Hay que construir un nuevo modelo sindical que exprese a estos millones de trabajadores. Hoy hay un millón de personas movilizadas en todo el país a través de organizaciones que expresan la voluntad de construir un nuevo modelo sindical: los males de la democracia se van a resolver con más democracia. Y habrá más democracia si hay organizaciones libres del pueblo que expresen el poder popular.
-Sin embargo, después de la masiva concentración frente a Congreso de la semana pasada, el Senado dio media sanción al proyecto de reforma previsional. ¿Qué queda?
-Queda estar en la calle en estado permanente. La semana pasada fuimos con jubilados a hablar con los legisladores: les dijeron que tenían razón, que eran lo mejor que nos podían pasar, que había que estar con ellos, pero después votaron a favor de la ley o se abstuvieron. Es una vergüenza. No queda otro camino: la fuerza está en la calle.
CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
CABA
La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.
María del Carmen Varela
Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.
Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.


La historia
A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…
Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial. Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.
A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.
Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.
El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal. Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .
De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.
El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.
En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.
La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia.
Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.
Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.
Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.
Atlas de un mundo imaginado
Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre
Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.
Actualidad
Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Se concretó este martes la marcha de personas con discapacidad y familiares, frente a quienes el gobierno hizo más de lo mismo: envió Policía y Gendarmería a amedrentarlos y amenazarlos, pese a que no estaban siquiera rompiendo el protocolo. Los gendarmes y policías tuvieron así la notable actitud de empujar y agredir a manifestantes con discapacidad que estaban reclamando pacíficamente por la motosierra aplicada a sus tratamientos, lo cual rompe toda frontera de la palabra «vulnerable».
Compartimos aquí la crónica realizada por el diario autogestivo Tiempo Argentino al respecto, reflejo de lo que está ocurriendo en el país.
Por Tiempo Argentino
Fotos: Antonio Becerra.
En protesta por el veto presidencial a la Ley de Emergencia, organizaciones de personas con discapacidad concentraron frente al Congreso, rodeado por policías y gendarmes. El reclamo se multiplicó en distintos puntos del país.
“Vallaron todo, nos rodearon de una manera exagerada. No es una movilización agresiva, nunca lo fue. No era necesaria tanta policía, tanta militarización”, criticaba Fernanda Abalde mientras emprendía la retirada de la masiva concentración frente al Congreso contra el veto de Javier Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad. Coordinadora de un centro de profesionales en neurodesarrollo y hermana de una persona con discapacidad a quien le recortaron las pensiones, sufre en carne propia el ajuste y el maltrato sobre el sector, que afecta tanto a prestadores como familias.
“Hay mucho maltrato del sistema a las familias, no es un sistema accesible. No solo en lo económico, es agresivo. Este año fue terrible. Hasta junio no estaban autorizados tratamientos presentados en noviembre del año pasado, por ejemplo. Siempre hubo un golpe a la discapacidad, pero este año fue muy atípico, recortaron muchos tratamientos, demoraron las autorizaciones, se planchó el nomenclador”, enumeró Abalde, coordinadora de Pulsar NeuroSocial y miembro del colectivo de Prestadores en Unidad CABA y GBA. “Es un sector con mucha demanda y se lo está desmantelando. Hay muchas familias que no pueden costear sus tratamientos”, lamentó en diálogo con Tiempo.

Represión como respuesta
La protesta había comenzado 11.30. Pasado el mediodía la concentración ya era masiva y comenzó el operativo represivo, con un número desproporcionado de efectivos de Policía Federal y Gendarmería que empujaban incluso a grupos de manifestantes entre los que había personas en silla de ruedas que gritaban contra el veto y solo portaban carteles por los derechos de las personas con discapacidad.

La Ley de Emergencia en Discapacidad busca revertir un panorama que por estos días es desolador. Según un informe reciente de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI), la pensión por invalidez laboral está congelada en $217.000 y una maestra de integración en la escuela común cobra solo $3.000 la hora, con una demora de 180 días. Todo esto, mientras se recortaron pensiones por discapacidad y la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) proyecta recortar otros cientos de miles. Se trata de pensiones de 270 mil pesos, más un bono que lleva el total a poco más de 300 mil.
“Uno va pidiendo ayuda en la familia, se hace lo que se puede. Pero esperemos que este hombre recapacite”, pidió ante las cámaras Olga, una jubilada que marchó ante el Congreso, dirigiéndose a Milei. “Hay remedios que tuve que suspender. Hay muchas cosas que tienen que cambiar en la casa para poder subsistir. Para poder seguir adelante por mi hija”, dijo a C5N.

Un reclamo federal
La masiva protesta frente al Congreso se replicó también en distintos puntos del país. “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”, había anunciado la Asamblea De Trabajadores de Inclusión (ATI) al convocar para este martes a una Jornada Federal por la Ley de Emergencia en Discapacidad.
Córdoba fue escenario de las protestas más concurridas. Desde la Plaza San Martín de Córdoba Capital, Virginia Els –presidenta de la Cámara de Prestadores de Discapacidad de Córdoba (Capredis)- destacó el gran número de familias que se sumó a reclamar, junto a prestadores, transportistas y profesionales. “El veto incrementó el reclamo. Ahora estamos intentando alzar la voz para que los diputados escuchen el reclamo y vuelvan a votar la ley con los dos tercios necesarios para que se sostenga. Fue algo multitudinario, con mucha más participación de familias que antes”, resaltó.

Los motivos de protesta son varios, pero todos tienen que ver con frenar el maltrato y el ajuste sobre el sector, ante una política cruel que afecta a todos los actores del circuito. “Reclamamos que se actualicen los aranceles, que se contemplen otros criterios para las auditorías. El tema de las prestaciones está en una etapa crítica: las instituciones están cerrando”, advirtió.
El embate contra el sector es tal que está generando un nivel de unidad inédito: “En Córdoba, prestadores, instituciones, profesionales independientes, familias, personas con discapacidad, estamos todos muy unidos. Estamos todos trabajando a la par. Es algo que nunca había sucedido. Nos unió el espanto”, resumió Els.
Franco Muscio, terapista ocupacional al frente de un centro de día en la zona de Sierras Chicas, se acercó a la capital provincial para participar de la protesta. “El servicio es cada vez más precario, una situación alarmante y angustiante y un Estado nacional que no da respuesta. Este año es imposible sostener las prestaciones. Cada vez hay más recortes. No sé cómo vamos a seguir. Las familias son las más perjudicadas”, sentenció ante las cámaras. “Sin espacios como los nuestros, se pierde calidad de vida. Hace diez años que estoy en esto. Nunca había pasado algo así”.

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