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El acto de Cristina en Plaza de Mayo: una de suspenso

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“Una más y no jodemos más” fue el grito más atronador de toda la tarde en Plaza de Mayo, en referencia a una posible candidatura de Cristina Kirchner. Fue el signo más visible del “operativo clamor” con el que se había ideado el acto, aunque ella ya había aplacado las semana previas la hipótesis de ser candidata.

En un discurso que reivindicó tanto a Néstor Kirchner como a sus dos mandatos, CFK dejó el tema electoral sin definición. Terminado el acto Florencia, entre la multitud, brindó a lavaca un editorial políticos de la jornada en 9 palabras: “Nunca sabés cuándo va a ser la última plaza”.

Pese a truenos, rayos y tormentas, el encuentro más ansiado por el kirchnerismo simbolizó una medición actual de fuerza y movilización aunque no dejó definiciones sobre el enigma 2023: quién será el o la candidata del actual espacio oficialista, con todas sus diferencias. Los cálculos llevaron el termómetro movilizador a 500.000 personas, dato otros relativizan: en ambos casos, y como tantas cosas, el tema pasa a formar parte del sistema de creencias de cada persona. La ex presidenta hizo una pormenorizada defensa de su gestión, resaltando los altos salarios o el hecho de haber encontrado un Producto Bruto de 167.000 millones de dólares al asumir Néstor Kirchner, y llevarlo a 647.000 millones de dólares al finalizar el mandato en 2015. El gobierno de Macri, en cuatro años, bajó el Producto a 400.000 millones, dejando 120.000 millones de dólares de deuda que hoy sigue condicionando al país.

Definió a la Corte Suprema como un “mamarracho indigno”, planteó la necesidad de un nuevo diseño institucional y pacto democrático y sugirió: “Basta de pedirle al otro que haga lo que no se está dispuesto a hacer”.

Muchas mujeres escucharon el final del discurso de Cristina con las manos como en un rezo, esperando que definiera su propia candidatura, o la de alguien más, cosa que quedó pendiente. El acto, entonces, parece haber sido un posicionamiento en las negociaciones que se vienen para definir candidaturas ante el misterio que significan las PASO y luego los comicios. Y una demostración de apoyo frente a lo que llamó mamarracho, y frente a los pantanos de Comodoro Py. Con Cristina, aparte de sus nietos, tuvieron un rol televisivamente importante Alicia Kirchner, Axel Kicillof, Máximo Kirchner, Wado de Pedro y Sergio Massa, en medio de ese palco plagado de invitados que aplaudieron frases pertinentes, como “Se discuten muchas boludeces en los medios”. (Confirmando la teoría, luego se conocieron repercusiones de políticos y panelistas oficialistas y opositores sobre el acto, realizando piruetas verbales que rellenaron como suele ocurrir horas estériles de programación televisiva y tal vez cerebral).

Crónica de la jornada. La música que se escuchó, una teoría sobre el hambre y las ganas de comer. Las reflexiones entre pancartas, pastelitos y lluvia de quienes estaban abajo del palco, en la calle. Ideas y hallazgos de personas que se movilizaron y no se sienten necesariamente espectadoras. Lo que dijeron las personas movilizadas antes y después del acto.  

El acto de Cristina en Plaza de Mayo: una de suspenso

La Plaza, los reconfortados y las sorprendidas. (Fotos: lavaca/Sol Tunni).

Mujer anonadada y caritas feas

Gerardo, 56, comerciante, brindó a lavaca un primer signo saliendo de la Plaza en el atardecer tormentoso: “Vinimos a escucharla y nos vamos reconfortados, porque en estos tiempos en que la política pasa por otro carril venir a escucharla a ella nos nutre y nos hace seguir con fuerza para el mañana”.

¿Y hacia adelante? “Vamos a acompañar al compañero que se decida o que decida Cristina”.

Mariana, 55, bancaria estaba con otra sensibilidad menos conformista: “Estoy anonadada, porque me doy cuenta de que no sé quién va a tomar la posta y quién va a tener los huevos suficientes para hacer lo que dice Cristina, que es diseñar un programa y es poner caritas feas”. La vicepresidenta había planteado: “El problema que hoy tenemos acuciante es la distribución del ingreso. Creanme que para distribuir el ingreso muchas veces hay que ponerle carita fea a los que tienen mucho. Y no se trata de confrontar”.

Mariana completa su idea caminando de salida por Avenida de Mayo: “¿Quién de los nuestros va a tener los huevos para hacerlo? Ella hoy tiró el encuadre que hay que seguir, ¿pero quién lo va a llevar a cabo? No sé”.

Se queda pensando sobre el asfalto mojado: “El único candidato que a mí me parece que podría ser el de Cristina, con todas las letras, sería Kicillof (gobernador bonaerense), pero no se lo puede sacar de donde está”.

El acto de Cristina en Plaza de Mayo: una de suspenso

Truenos, rayos y lluvia que no detuvieron a las familias que se acercaron. (Fotos: lavaca/Lucas Pedulla).

Todo puede pasar

Florencia e Inés son amigas, de Ituzaingó y Morón, 33 y 60, diseñadora gráfica y arquitecta. 

Explica Florencia: “Básicamente había ganas de venir porque hay como mucha incertidumbre. Yo venía a escuchar si había una fórmula, pero bueno: nunca sabés cuándo va a ser la última plaza… ya me puse un poco catastrófica: pero hace casi cuatro años ya pasamos por esto y la verdad que yo estoy con miedo, estoy con miedo por la oposición, no porque gane la oposición, no es por una cuestión de resultados, sino por los discursos que se vienen escuchando. No es solamente por una cuestión económica, sino por una cuestión social, se está viendo mucha violencia, ya no se respeta nada, todo puede pasar”.

“A mi me gustaría que sea ella la candidata, pero tampoco la podemos exigir, pobre mujer. Ya dijo que no, ya está. La verdad me gustaría que sea Axel, no me gustaría que sea Massa, pero también soy consciente de que ayudaría a la elección porque hay mucha gente que no es del partido que a Massa lo votaría”.

Mística y bastones

Alejandra, 48 años, es docente de música: “Estamos debatiendo lo que dijo. Ya tomó una decisión, pero deja como una mística, un relato a seguir construyendo, y el ejercicio es que ese relato lo tenemos que construir nosotros, más allá del candidato. Ella siempre está hablando del proyecto de país, eso es a lo que está apostando, no importa quién. De hecho, cuando asume Alberto, ella se lo dice: ‘Vuelva al pueblo para no confundirse, apóyese en el pueblo’. Me parece que ese es el ejercicio democrático que ella está planteando, entonces uno termina en los nombres, pero en realidad lo que hay que debatir acá es qué proyecto queremos. Lo de Colonia no, Patria sí, eso es lo de fondo que hay que seguir laburando y militando que es lo más difícil; eso justamente es lo que los medios de comunicación te sacan del centro todo el tiempo”.

Martín, 35: “Ella es la conducción, una voz necesaria, sea candidata o no, ella representa a la mayoría y tiene una palabra convocante, ordenadora y tiró cuatro ejes de discusión, como la economía y la Corte; ella es muy dialoguista; la dibujan como que no pero es súper dialoguista y estadista”.

Paula, también 35: “Sí, lo importante es el proyecto, aunque a mí me encantaría que sea ella porque nos representa, pero también estábamos hablando recién que nos gustaría Wado. O Grabois, aunque no sé si para presidente”. Martín retruca: “Grabois se hace el purista con Massa, pero con los macristas se sienta a tomar el té, como con Carolina Stanley y Pepín Simón”. Paula: “Bueno, no es momento de tirarnos con el bastón del mariscal”.

La Plaza de fue vaciando bajo la lluvia del 25 de Mayo.

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Pancartas que implican una certeza, y algunas incertidumbres electorales. (Fotos: lavaca/Sol Tunni).

La inteligencia colectiva en la previa

Todo había empezado mucho antes.

La noche anterior ya la Plaza se va ocupando de gente que quiere estar cerca del palco. Llegan, sobre todo, desde distintas provincias. Una señor de Salta dice: “Quiero ver qué puntos especiales, bien claritos, nos da Cristina sobre lo que hay que hacer de ahora en más”.

Durante la mañana comienza a verse el río de gente. Lavaca consulta deseos de quienes van por Avenida de Mayo hacia la Plaza. Todo es demasiado más interesante en forma y contenido que lo que se suele ver en televisión o escuchar en radios. Las respuestas de una señora de tapado, una pareja sub-20 y un hombre de gorrito de lana forman casi un programa político. 

“Reforma del Poder Judicial”.

“Inseguridad”.

“Que los pibes no se vayan del país”

“Recuperar la Ley de Medios”.

Todos tienen trabajo, tal vez por eso no hablen de inflación. O la inflación es un problema tan obvio que desear que termine es algo que no hace falta siquiera mencionar.

Una mujer lleva una remera con una pregunta para diferenciar palabras: “¿Justicia o Poder Judicial?”

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Los colores contra el gris de la tarde (Fotos lavaca/Sol Tunni).

Dos hombres portan una bandera: “Cristina el pueblo te ama y te necesita”.

Por Twitter alguien lanza otra definición política, sobre certezas y sobre incertidumbres:

“Con Cristina hasta la luna. Con los demás, hasta donde ella diga”.

Que nombre al candidato

A las 11.30 de la mañana la Plaza de Mayo ya está llena. “Es que viajamos toda la noche” explica una joven que hace de cordón de La Cámpora, que vino desde Córdoba. “Hoy es más que bancar a Cristina, es recordar a Néstor. Es mostrar fuerza para que la derecha agrandada sepa que estamos fuertes y en la calle”.

Otra joven de veintipico le propone otro final a la frase, en tono irónico, medio chiste-medio en serio: “Unidos y organizados”.

Algunos pasacalles se animan a proponer nombres: figuran carteles de Grabois, de De Pedro y de Katopodis, tal vez los más ligados a las militancias territoriales; no se ven carteles de Scioli, Rossi ni otros que han mostrado su voluntad electoral, que habrá que ver en qué queda tras las palabras de la vicepresidenta.

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Letanías y aspiraciones en Plaza de Mayo. (Fotos: lavaca/Sol Tunni).

Todo parece fluir: las columnas separadas por cordones, acomodándose en sus lugares indicados o ganados en la plaza, van poniéndole límites a la posibilidad de circular por el lugar.

Cada 100 metros sobre Avenida de Mayo hay grandes pantallas que mostrarán a Cristina hablando. Se espera que la Plaza se colme rápido y las personas puedan seguir la conferencia desde donde estén, hasta donde lleguen. Quienes se acerquen a Avenida de Mayo tendrán transmisión privilegiada, no así en las otras arterias o en los bordes de la plaza, donde se espera que la voz de Cristina suene bien fuerte.

“Es un evento bastante pautado, se convocó a las dos y Cristina dijo que habla a las 4. Nosotros estamos acostumbrados a actos mucho más  largos” responde alguien veterano sobre la convocatoria temprana.

No llueve. Y eso es toda una noticia. Hace calor, muchos aprovechan para hidratarse, ponerse en cuero, cantar y tocar: hay clima de hinchada.

¿Qué se espera que diga Cristina? “No me importa lo que diga, hay que bancarla: la quisieron matar” dice una señorita. Al lado suyo un joven: “Que diga quién va a ser candidato “. Otro postula: “Wado”. Pero son propuestas tímidas, esperando lo que defina ella.

El otro protagonista del día es Néstor, presente en fotos, banderas y hasta tatuajes. A 20 años de asumir, otra mujer espera que se explique todo lo que se logró en esos años de gobierno, “para recordarle a los pibes que no lo vivieron” casi como una clase de historia. Y que se analice el presente, “el acuerdo con el FMI, la pandemia” y las dificultades que, cree, hicieron que estos 3 años y medio con ella como vicepresidente no fueran los mejores, o los esperados.

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Esperando definiciones, ejerciendo el aguante (Fotos: lavaca/Sol Tunni)

¿Dónde queda Plaza de Mayo?

La banda sonora de la tarde es primordialmente la cumbia. Suena Rosalía, suena Trueno con “Tierra Zanta”, y Los Palmeras con “Soy Sabalero”.

Junto al Cabildo un joven de la mano de su la novia consulta intrigado: “¿Dónde queda Plaza de Mayo?”. “Es esto” le contestan señalando alrededor, y él sale feliz y apurado hacia el palco. No sabe dónde está pero sí para qué vino, por primera vez. Y eso a algunos les da esperanza. Algo que empieza.

Se escucha “Universo Paralelo” de La Konga.

Entre la gente hay quienes vienen desde Trelew, Tucumán y Chaco, otros de Florencio Varela o Lomas del Mirador. Viviana tiene 54 años y es de Pilar. Olina tiene 61 y es de Villa Martelli. Ambas son trabajadoras de casas particulares y dicen que gracias a Cristina están recibiendo aportes: “40 años trabajando y descubro que nadie me había aportado”. Quieren que vuelva Cristina y sea candidata.

Pero ya dijo que no: “Tiene que ser ella. La esperanza es lo último que se pierde. Gracias a ella volvimos a tener todo lo que nos sacaron. Hizo muchas cosas por las mujeres, los jubilados, las asignaciones. ¿Que hicieron los otros? Nos dejaron sin trabajo”.

¿Qué falló para que ahora las cosas sean tan inciertas? Cuestionan que faltó unidad y respeto para estar en una situación como la actual: “Unidad, porque cada uno hoy piensa en su parte. Y respeto, porque las Canosa y los Baby Etchecopar dicen cualquier cosa abusando la confianza de la gente”. Cuentan a lavaca un deseo fraguado mientras limpiaban vidas ajenas: “Que se vayan todos los jueces corruptos” dice sobre ciertos universos paralelos.

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Familia movilizada (Fotos: lavaca/Sol Tunni).

¿Fin o principio?

Unas mujeres en la era de la cincuentena se sacan selfies con la notera de C5N y de paso le preguntan si sabe “bien-bien” a qué hora hablará Cristina. La joven responde que sabe lo mismo que todos: que dijo a las 4 y que si bien suele demorarse, esta vez el clima apremia. ¿O será una cuestión de pronósticos? Los canales oficialistas están en etapas complejas, oscilando entre una suerte de depresión por el supuesto “no” de Cristina a una postulación, y reacciones exaltadas por solo pensar que una resurrección política puede darse a partir de este acto.

El dilema es si lo de hoy es un fin, o un principio.

Celeste (21) dice que “llueve, nieve o truene” iba a estar acá: se queja de que, al final, hace un calor de verano y ella vino toda emponchada. Pasa como con el clima político: no se entiende si hace frío o demasiado calor. Pero Celeste armó un rancho a una cuadra de la Plaza –porque ahí, a las 12, ya no se puede ni caminar– con su pila de ropa en el medio y algunos bizcochitos para tirar hasta que hable Cristina. “Me muero por un chori pero no hay un mango” se justifica y el precio del embutido (600 pesos, 2 por mil) obliga a pensarlo. Y a juntarse con alguien más para aprovechar la rebaja.    

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Recuerdos de la Ley de Medios (Fotos lavaca/Sol Tunni)

La oferta gastronómica de hoy incluye, además de choris y bondiolas, empanadas fritas y pastelitos, a tono con el 25 de Mayo. El local cooperativo Lo de Néstor, a tres cuadras de la Plaza sobre la calle Bolívar, reabrió después de unos meses difíciles porque hoy es su día: se especializan en locro. Tienen lleno el local, están tomando reservas y pedidos. “A las 3.30 los echo a todos” avisa el mozo, avisando que él también querrá hacer esas cuadras hasta llegar a la Plaza. El lugar se define como “Un bar para seguir discutiendo el proyecto” aunque por ahora se nota más apetito locrero que ganas de debatir.

También hay vendedores de escarapelas y otros artilugios con motivos patrios que inundan Avenida de Mayo como una góndola en el asfalto: gorros, banderas, pilusos, pins, stickers, imanes. La mayoría con Néstor y de Cristina. No hay más imágenes.

No parece ser un día para asomar demasiado la cabeza, aunque el partido está en marcha: “Hoy se lanza un nuevo Frente de todos” dice un dirigente a la tevé. En Lo de Néstor nadie está mirando la pantalla.

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Definiciones sobre el operativo clamor. (Fotos lavaca/Lucas Pedulla).

El problema adentro

Sebastián y Olga vinieron desde Chubut específicamente para este acto. “Venimos para que nos diga algo que pueda ser”, dice Olga, 69 años, jubilada. “Aunque ella ya hizo mucho. Los mejores años de mi vida fueron kichneristas. Venimos a acompañarla y defenderla porque hasta matarla quisieron”.

¿Qué faltó? Olga y un profundo editorial político callejero: “No se cumplió con el compromiso que tenían. Hay que ayudar más al de abajo que al de arriba”. Él tiene 41, es comerciante: “Nos peleamos entre nosotros. Nuestras internas son difíciles. El problema lo tenemos más adentro que afuera”. Un deseo: “Transformar la Corte urgente, volver a la Ley de Medios, redistribuir la riqueza” dice Olga. Sebastián lo explica desde su oficio: “Manejar los precios de los alimentos. Si me llega caro, tengo que vender caro. Si solucionamos eso vamos a poder proyectar para adelante”.

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Fotos: lavaca/Sol Tunni

“Salís pero no sabés si volvés”

Ruth Aredes vino de Tucumán con otras 15 mujeres que gritan al celular grabando: “Vamos Cristina”. Son parte de la red nacional de mujeres, de curas villeros y monjas por opción por los pobres. “Hoy queremos escuchar un grito de esperanza. Con ella sea cual sea la decisión, vamos a acompañar. Con ella vivimos en una Patria. Queremos soberanía y trabajo genuino. Que dejen de vender nuestros commodities, no puede ser que venga cualquiera y se quede con la Patagonia”.

¿Y qué es lo que pasó para que se esté en una situación tan para atrás?

“Formación política. Queremos despegar de nuevo y enamorarnos de un proyecto nacional y popular”. Un deseo: “Echar a todos esos cortesanos corruptos. No creemos en esta justicia”.

Carla tiene 44 y Rosana, 51. Son promotoras de salud del Movimiento Evita en diversos barrios de La Matanza. “Anhelo que diga que se va a presentar ella, aunque ya dijo que no. Me gustaría que sea quien sea, se comprometa de verdad con el pueblo”, dice Carla.

¿No pasó eso ya con Alberto?

Rosana: “Al principio sí, pero después esquivó el bulto. Se abrió de gambas. No nos mandó comida a los merendederos. Y eso es el Estado. Además de ser militantes somos amas de casa, y tuvimos que exprimir los bolsillos para que no falte el plato de comida”.

¿Qué faltó para llegar a este nivel de incertidumbre?: “Faltó trabajo. La mayoría fuimos madres solteras y tuvimos que salir a buscar. Y lo otro muy grave es la inseguridad: con mi familia nos despedimos todos los días como si no nos volviéramos a ver. En los barrios salís pero no sabés si volvés. Hay que enfocarse seriamente”.

¿Un deseo? Carla se emociona: “Que los jóvenes no se vayan del país. Hoy mi hija tiene 18, se está profesionalizando y se quiere ir. Y a veces tengo que darle la razón. Me cruzo con taxistas que son abogados o médicos. No por desmerecer, pero ahí hay familias que bancaron titulos que hoy se desmerecen”. Rosana también frota su lámpara de los deseos: “Pensar en los jóvenes y futuro”.

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Remera con definiciones. Fotos: lavaca/Sol Tunni.

Voy a olvidarme de mí

Agustina tiene 24 años y vino de Rosario con dos amigas. “Se generó mucha expectativa por este momento. Hay esperanza e ilusión, pero también bastante incertidumbre. Hoy hay una crisis económica que genera un nivel de individualización, que rompe espacios. Pero estos encuentros nos convocan a reunificarnos de nuevo. Se juega nuestro futuro en términos políticos, económicos y culturales”. Un deseo: “Fortalecer lo colectivo”

lena tiene 33, Pablo 31, son pareja, se aman y se besan frente a la cámara de lavaca. Él es administrativo en una escuela, ella en una empresa privada. “Vinimos a bancar a la jefa”, dicen. Vienen de Rosario. Elena: “Nos encantaría que nos digan que va a ser candidata, algo imposible por la Corte corrupta que tenemos. Pero esperamos una guía, un ‘es por acá’. El peronismo está dividido, sabemos que la patria es el otro, pero hoy esperamos su claridad y su conducción”.

El acto de Cristina en Plaza de Mayo: una de suspenso

Danzando bajo la lluvia. (Fotos lavaca/Sol Tunni).

Sigue la cumbia con Mario Luis con un título un tanto zen: “Voy a olvidarme de mí”. La letra podría estar simbolizando mucho de lo que se percibe en el ánimo de la multitud. “Voy a sentarme al frente de la calle, para esperar a ver si tú regresas”.

Pablo piensa en los goles en contra de la política: “Falló que hay mucho ego. Y falta empatía. Si a vos te va mal, a mí no me puede estar yendo bien. Es así”. Elena tiene un deseo claro sobre lo que se necesita: “Lo principal es la vivienda. Yo soy de Salta y hay tierra de sobra, nomás que está acumulada en pocas manos”. Pablo habla de los alimentos y en pocas palabras dice demasiado: “En un país productor no puede ser que la mitad de la población tenga hambre. Y en un gobierno peronista”.

La cumbia suena cada vez más fuerte. Guadalupe (25) y Ariel (27) vinieron de Avellaneda con su bella hija Delfina de 9 y su bello hijo León, de 3. Él trabaja en la administración del puerto y ella es estudiante de abogacía.

“Venimos por respeto a la familia, que siempre fue peronista”, dice Ariel. Delfina completa: “Y por respeto a la patria”. Como muchas personas, esperan que Cristina se postule, aunque sea solo una expresión de deseos: “La gente lo piensa igual porque sabe que ella pasó cosas que ningún presidente o persona pasó. Cristina tiene mucho huevo para enfrentar todo lo que está enfrentando hoy. Mucho huevo. Por eso estamos acá: para bancarla”.

Sobre qué faltó, piensan: “Faltó tiempo. Venimos de 8 años donde tuvimos macrismo y pandemia. Sin esos años de pérdida capaz hoy estaríamos en otra cosa como país. Hablo por la juventud, porque los grandes ya pasaron muchos gobiernos, pero hoy la juventud la está peleando. La gente de pueblo, ¿no?, porque los que no están acá hoy están en la costa”. ¿Con qué la están peleando?: “Hoy hace falta que la gente llegue a fin de mes para comprarse un plato de comida al mediodía y a la noche. Nosotros somos inquilinos también, y el tema vivienda está complicado. Ojalá podamos repuntar”. La cumbia se sazona con Charly García, siempre Hablando a tu corazón. 

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Pastelitos e indicadores de la época

Virginia es peronista, tiene 56 años y se vino en colectivo desde Quilmes con cuatro cajas con pastelitos que vende a 250 pesos y tortafritas que vende a 300. “Espero escuchar algo bueno, que nos de trabajo a todos, que cambie esta miseria”. Tiene un radar callejero para entender mejor que nadie esos vaivenes económicos: “Antes la gente estaba más suelta con la billetera, ahora le cuesta más el pesito. A mí me bajan mercadería más cara, y yo un poquito tengo que subir, pero tampoco mucho. Pierdo, pero también gano”.

¿Cuál es su indicador? Virginia dice algo que debería enseñarse en las autopercibidas “ciencias sociales”: “Me pongo en el lugar de la gente que tiene hambre y ganas de comer”. Encadena el siguiente razonamiento: “Entonces pienso: ¿cómo le voy a cobrar tanto?”

Se acercaba la hora de escuchar la palabra crucial de la convocatoria de una tarde gris y llena de colores.

Entre el hambre y las ganas de comer.

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Detenciones injustificadas, golpes, humillaciones y persecución: la grave denuncia de las personas detenidas en la cacería de la Ley Bases

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Detenciones ilegales y acusaciones falsas. Patadas, palazos y balas de goma. Mujeres esposadas 15 horas en camionetas y pasillos, humilladas al ser desnudadas en celdas abiertas. Carceleros que tiran gas pimienta a los varones estando presos. Estas son algunas de las denuncias que exdetenidxs en la Ley Bases comunicaron en conferencia de prensa en el Serpaj, donde pidieron por la liberación de las cuatro personas detenidas, el rechazo a las apelaciones del fiscal federal Carlos Stornelli y el pedido de cierre de todas las causas. Además convocaron para este viernes una concentración con un festival en Plaza de Mayo, a un mes de la cacería, de 15 a 19.30 horas. Cómo viven hoy quienes estuvieron presos y qué dicen los abogados: “No hay elementos jurídicos para sostener esta barbaridad”. Y la voz de Emilia, pareja de Daniela, detenida: “Luchar no es un delito y estar organizados, tampoco”. 

Por Lucas Pedulla

Gabriel Famulari tiene 41 años y está sin documentos. Saca de su bolsillo el papel que le dieron en los tribunales federales de Comodoro Py para su reemplazo: una hoja A4 doblada en cuatro partes que dice “Acta de excarcelación”. Hace casi un mes fue detenido en la cacería que el Gobierno desplegó con cinco fuerzas de seguridad distintas durante las protestas de la Ley Bases, y fue liberado por falta de mérito -es decir, por falta de pruebas- cinco días después por decisión de la jueza María Servini. Sin embargo, es una de las siete personas a quien el fiscal federal Carlos Stornelli apeló la excarcelación. No se enteró por su abogado -un letrado de la Defensoría oficial- sino por un mensaje de WhatsApp. 

“Stornelli apeló mi libertad”, dice Gabriel a lavaca una vez concluida la conferencia que la Coordinadora Por La Libertad de lxs Presxs de la Ley Bases convocó en el Servicio Paz y Justicia (SERPAJ), para exigir la liberación de las cuatro personas que siguen detenidas: Daniela Calarco Arredondo, David Sica, Cristian Valiente y Roberto de la Cruz Gómez. Piensa Gabriel sobre esa apelación, que pesa sobre otras seis personas exdetenidas: “Somos nosotros como podría ser cualquiera, pero puntualmente somos gente que no está enrolada en organizaciones. Así hay más saña y por ahí piensan que, quizá, no tengas gente que salga a defenderte”.

Cuenta que, cuando lo llevaron al penal, en uno de los “interrogatorios ilegales” le preguntaron si estaba en alguna “orga”, de dónde era, en qué partido militaba. “Me rodearon un montón. Ese maltrato fue sistemático, porque te preguntaban siempre que podían. Y les dije: ‘Sabés que soy un perejil, porque si militara en algún lado ahora habría 500 personas afuera’”. Gabriel no milita en ninguna organización o partido, y el 12 de junio había ido tarde porque sabía que la ley se votaría de madrugada. “No estuve ni cuando tiraron los piedrazos. Sólo filmé una persona que estaban deteniendo en situación de calle. De hecho me subo a la vereda, tal como ordenaron los policías que estaban por la zona, y cuando me doy vuelta, sobre Callao, a media cuadra del Molino, escucho que dicen ‘ahora, ahora’, y me agarran por la espalda”. 

Desde entonces no recuperó su DNI. En el penal le dijeron que estaba en la comisaría 28 y en la comisaría 28 le dijeron que estaba en el penal. “En la 28 protesté y, a los 10 minutos, vino alguien que me dio mi tarjeta de débito y mi SUBE, que estaba todo junto en la billetera junto con el documento. Ya no sé qué pensar”, dice, y es tan sólo una de las historias cuyas vidas cambiaron para siempre hace un mes, tras 33 detenciones al voleo.

Cuatro de ellas todavía siguen detenidas. 

Detenciones injustificadas, golpes, humillaciones y persecución: la grave denuncia de las personas detenidas en la cacería de la Ley Bases
El flyer de convocatoria para el festival del viernes.

La barbaridad jurídica

La última persona liberada fue Facundo Gómez, el vendedor de cafés de Plaza Serrano (Palermo), a quien detuvieron mientras estaba hablando con su mamá. La noticia se conoció el jueves pasado, minutos antes de que comenzara la ronda de las Madres de Plaza de Mayo, que fue masiva. Al mismo tiempo las partes se notificaron de los rechazos de las otras cuatro excarcelaciones. La decisión la tomó la Cámara de Apelaciones con los votos en contra de Martín Irurzun y Eduardo Farah. “Los votos tienen nulo fundamento técnico-jurídico”, dice a lavaca Daniel Vázquez, abogado de Daniela. “El fallo dice, en líneas generales, que tanto ella como los que quedan presos podrían entorpecer la investigación estando libres. Planteamos que es una barbaridad. Los detenidos están en un penal, la totalidad de la prueba instrumental y documental son de cámaras del Gobierno de la Ciudad y medios masivos. No hay ningún elemento de prueba que pueda ser entorpecido por los detenidos”. El único juez que votó a favor fue Roberto José Boico.

Las partes tienen 10 días para apelar ante la Cámara de Casación Federal. “No hay elementos jurídicos para sostener esta barbaridad -sostiene Vázquez-. Es la expresión de un gobierno ultraderechista con prácticas violatorias de la Constitución y los tratados internacionales. Lo estamos afrontando en las calles y, jurídicamente, en los tribunales”. El abogado también defiende a Sofía Ottogali, la primera de las liberadas, otra de las apeladas por Stornelli. “La fiscalía no fundamentó absolutamente nada. No hubo ningún planteo nuevo, ni siquiera un adorno”. Todos los abogados ya presentaron los memoriales por sus represantados y representadas, que fueron elevados a la Cámara. “Podría y tendría que resolver hoy, pero tiene la potestad de tomarse cinco días”, dice Claudia Leaños, abogada de Sasha Lyardet, la joven estudiante de la UNSAM, otra de las apeladas. 

Estos atropellos fueron presentados por familiares y exdetenidxs en el Serpaj, acompañados por organismos, legisladores y diputados de la izquierda y del peronismo. Otra de las que habló fue Emilia, pareja de Daniela y compañera en el MTR-Votemos Luchar (Movimiento Teresa Rodríguez): “Tuvimos la posibilidad de verla, y a pesar del contexto de mierda, la compañera está fuerte, entera, pero lo que principalmente la sostiene es que está organizada. Luchar no es un delito y estar organizados, tampoco”. 

A Daniela la acusan de quemar bicicletas del gobierno de la Ciudad, aunque Emilia explicó a lavaca que esta acusación es falsa y dio su versión de los hechos. David Sica está en situación de calle, y lo acusan de pegarle a una policía, cargos que él negó. Roberto de la Cruz Gómez es empleado de una panadería, lo acusan de tirar piedras, delito que también negó. El último es Cristian Valiente, trabajador de una verdulería, a quien denunciaron por tener una granada de mano, pero en realidad era un aerosol químico de los que usan las fuerzas para gasear manifestantes. Su hermano Jonathan dijo a lavaca: “Lo acusan de terrorista pero carrea cajones de frutas y verduras 12 horas al día. Es una locura”.

Las familias convocaron a una concentración con festival este viernes 12 de julio, a cumplirse un mes de las detenciones, en Plaza de Mayo. La cita es a las 15 horas y se extenderá hasta las 19.30. Habrá música en vivo con Sudor Marika, Paula Maffia, El príncipe idiota, La piba berreta, Saga.hfk, Flopa Lestani, Julio y Agosto (banda de Santiago Adano, uno de los exdetenidos) y La perra que los parió.

Compartimos el comunicado redactado por exdetenidxs y familiares, leído este miércoles en el Serpaj. 

Somos un grupo de liberadxs de los 33 detenidxs el 12 de junio en la movilización en contra de la votación de la Ley Bases.

Nos detuvieron ilegalmente, mediante acusaciones falsas y violencia brutal de la policía, con patadas, palazos y balas de goma en algunos casos. Nos llevaron a distintas comisarías y alcaldías sin decir en ningún momento cuál era la causa de detención, sin poder hablar con un abogado/a, sin poder usar los celulares, sin ver a ningún familiar, mucho menos a un médico. Desoyendo pedidos de Habeas Corpus, vulnerando nuestros derechos más básicos.

Las mujeres estuvieron/estuvimos 15 horas en una camioneta y pasaron/pasamos la noche ahí esposadas, para luego pasar el segundo día en el pasillo de una comisaría sin agua y donde la policía no les/nos dio ni un plato de comida. Cuando la causa pasó a fuero federal, las/nos trasladaron a la Unidad 29 en el edificio de Comodoro Py, las/nos desnudaron una por una en una celda a puertas abiertas donde había tránsito de gente, en lo que fue una situación de humillación más para ellas/nosotras. Las que no fueron/fuimos excarceladas el viernes 14, terminamos en el Complejo Penitenciario de Mujeres de Ezeiza.

Los varones fuimos/fueron a tres cárceles de máxima seguridad: Devoto, Ezeiza y Marcos Paz. Algunos fueron puestos contra una pared y les tiraron gas pimienta en la cara. Convivimos con ratas, cables de electricidad sueltos en habitaciones inundadas habiendo riesgo de quedar electrocutados.

Cabe destacar que en todo momento, tanto en las comisarias como en los penales, se nos preguntaba insistentemente si formábamos parte de alguna agrupación política, que habíamos hecho o si tirábamos piedras, lo que constituye interrogatorios extrajudiciales que las fuerzas de seguridad tienen prohibido por ley hacer.

Queremos remarcar la situación de ilegalidad de todas las detenciones y el contexto de violencia institucional por el que pasamos porque creemos que tiene que ver directamente con una estrategia política de este gobierno, que no somos lxs primerxs ni vamos a ser lxs últimos, pero nos preocupa ver como la criminalizacion de la protesta está en escalada. Y al mismo tiempo que aumenta la represión, nos entristece ver como vacían los espacios de memoria y de DDHH tan necesarios para nuestra historia y el fortalecimiento de la democracia.

2)

Desde que nos detuvieron sufrimos incontables delitos llevados a cabo por las fuerzas policiales y el personal del Servicio Penitenciario Federal pero ello no es nada comparado con el sentimiento indefensión que genera las irregularidades procesales de la causa por que:

No son peores las lesiones y amenazas, que los procesamientos que aún sufren David Sica, Cristian Valiente, Daniela Arredondo y Roberto De la Cruz Gomez, que siguen detenides después de casi un mes, y Facundo Gómez, excarcelado el pasado jueves.

No es peor ver las actas de detención ser llenadas horas después de las mismas y firmadas por el propio personal policial en lugar de ser firmadas por testigos, que las apelaciones de Fiscalía de las faltas de mérito de 7 personas de las que no hay ni una sola prueba.

No son peores los apremios ilegales, que la confirmación por parte de la sala del rechazo de las excarcelaciones de nuestros 4 compañeres. Todo este despliegue ilegal y antijurídico tiene un solo fin: amedrentarnos, hacernos creer que pueden hacer con nosotrxs lo que quieren.

Hoy en día toda esta estigmatización por parte del poder, desde que nos llamen terroristas que queríamos hacer un golpe de Estado hasta la privación de la libertad que aún continua en 4 casos, nos ha dejado secuelas. Muchxs de nosotrxs sufrimos persecución policial, política, laboral y mediática. Nos han amenazado y hostigado por redes sociales. Nos ha parado la policía para verdugearnos y hacernos requisa solo por mostrar el dni. Muchxs estamos con estrés post traumático que nos impide hacer nuestra vida normal, por lo que les pedimos que nos sigan acompañando hasta que se cierre este armado judicial.

Creemos que somos un ejemplo para mostrarle al pueblo que seas quien seas, hagas lo que hagas, si vas a protestar contra las políticas de hambre de este gobierno, sos un terrorista que puede terminar en un penal de máxima seguridad sin siquiera estar procesado. Tenemos claro que no fue contra nosotres, sino contra todes los que quieren seguir viviendo en libertad y democracia.

3)

Por último, queremos agradecer la solidaridad de las redes humanas tejidas por distintas personas y organizaciones de todo el arco político, que se nuclearon en la Coordinadora por la libertad de los presxs de la Ley Bases. Aprovechamos para que se amplíe la convocatoria y se sumen más organizaciones porque entendemos, ahora más que nunca, que la unión hace la fuerza.

Vamos a seguir con solidaridad, amor, lucha y trabajo, mucho trabajo, teniendo el objetivo principal de la Liberación de Cristián, David, Roberto y Daniela y el sobreseimiento de lxs 33 imputadxs.

Como dijo nuestro compañero Facundo: nuestras convicciones están intactas y seguimos defendiendo el derecho a la protesta y luchando por nuestro lugar en las calles.

Para ello, queremos invitarlos el próximo viernes 12 de julio, a un mes de las detenciones, a concentrarnos en Plaza de Mayo a partir de las 15 y compartir el Festival Solidario #Faltan 4, organizado por la Coordinadora por la libertad de los presxs de la Ley Bases.

¡Libertad a todos lxs presxs politicxs!

¡Cierre de todas las causas !

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Télam: tras 130 días de acampe y lucha, los trabajadores vuelven a la agencia

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420 trabajadoras y trabajadores (de 700 al inicio del conflicto; alrededor de 300 tomaron retiros voluntarios) volverán a trabajar en una agencia dividida: el gobierno reconvirtió a Télam Sociedad del Estado en APE S.A.U., específicamente para el tema de la pauta oficial; y creó RTA Noticias bajo el paraguas de Radio y Televisión Argentina. “Claro que no es la empresa que queríamos, que no estamos de acuerdo con la división, pero volvemos a trabajar y eso se logró por la lucha colectiva y organizada”, dice a lavaca una de las delegadas del sindicato SiPreBA, que repasa la situación. El desgaste, las presiones, las y los compañeros que no están; la histórica agencia, que tampoco. Lo que se logró con la lucha: reconocimiento de antigüedad, del estatuto del periodista profesional, de los convenios colectivos y de la representación sindical. Y volver a trabajar. Lo que falta, y lo que empieza a partir de hoy.

Por Francisco Pandolfi

“Si se calla el periodismo, también se calla la vida”.

Esa inscripción pintada en un corazón de madera estuvo colgada durante cuatro meses en una de las carpas montadas en la puerta de la Agencia de Noticias Télam. Un medio público fundado el 14 de abril de 1945, que en sus 79 años intentó ser cerrado, privatizado y vaciado por gobiernos variopintos: peronistas, radicales, macristas y militares. Una agencia que se encargaba de dos actividades: por un lado la pata publicitaria, que distribuía la pauta oficial; por el otro la pata informativa, a través de una agencia de noticias federal con un alcance de punta a punta del país.

En la apertura de sesiones legislativas, el viernes 1º de marzo pasado, el presidente Javier Milei anunció por cadena nacional la promesa de “cerrar la agencia Télam”. Y cumplió, en un pestañear: el lunes 4, las dos sedes porteñas amanecieron valladas. Los trabajadores desde entonces no pudieron entrar a sus edificios y fueron “dispensados” de cumplir tareas.

Télam: tras 130 días de acampe y lucha, los trabajadores vuelven a la agencia
La postal del conflicto: la sede de Bolívar, vallada por la Policía. Al lado, los trabajadores montaron uno de los acampes. Foto: somostelam

Un paso importantísimo

La resistencia estuvo a la altura de los acontecimientos: ese mismo día, las y los trabajadores junto al Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), instalaron dos carpas en las puertas de los edificios de las calles Bolívar 531 y avenida Belgrano 347. La lucha colectiva se mantuvo, indeclinable. E instó a que cuatro meses después, el 1 de julio, el gobierno decretara la reconversión de Télam en APE S.A.U. (la Agencia de Publicidad Estatal Sociedad Anónima Unipersonal), que se encargará del eje publicitario. Las funciones periodísticas continuarán dentro de Radio y Televisión Argentina (RTA), en una agencia de noticias pública. Anteayer se sacaron las vallas y se levantó el acampe. El corazón de madera fue descolgado, cuidadosamente. 

Hoy, 130 días después, los trabajadores de Télam vuelven a trabajar.

Un empleado de la agencia desde hace más de 15 años cuenta que el lunes, ni bien quitaron el vallado, entró al baño del edificio de Bolívar y se le “explotaron los ojos de tanto llorar”. Dice que prefiere no dar su nombre hasta firmar el nuevo contrato. 

Andrea Delfino es una de las delegadas de Télam e integrante del SiPreBA. Le cuenta a lavaca que hace 34 años trabaja en la agencia, que es periodista en la sección economía. Ella fue una de las que anteayer ya firmó el nuevo contrato que la une a RTA Noticias. Detalla la situación: “Con la vigencia del DNU 70/2023, el gobierno reconvirtió a Télam Sociedad del Estado en APE S.A.U., que va a funcionar en el edificio de la calle Bolívar específicamente para el tema de la pauta oficial. Allí irán un centenar de compañeros, que ya trabajan en ese rubro. Cambia el nombre de la empresa, pero las condiciones laborales no se modifican”. 

Sobre el eje informativo, explica: “Todos los demás, o sea periodistas, camarógrafos, reporteros gráficos, infografistas, empleados de administración, recursos humanos, comercialización, pasamos a formar parte de RTA Noticias, una nueva unidad de negocio que funcionará bajo el paraguas de Radio y Televisión Argentina, igual que Radio Nacional y la Televisión Pública. Nosotros trabajaremos en el edificio de Belgrano”. Al margen de los datos, abre el corazón: “Estamos dando un paso muy importante al volver a trabajar. Muy importante –remarca Andrea, con la u del “muy” extendiéndose en el aire por un par de segundos–. Claro que no es la empresa que queríamos, que no estamos de acuerdo con la división, pero volvemos a trabajar y eso se logró por la lucha colectiva y organizada”. 

Radiografía de un vaciamiento

Como la relación de dependencia es con una nueva empresa, el lunes pasado se inició la firma de contratos, que continuará hoy y los próximos días. “Las condiciones son las mismas que teníamos hasta el 3 de marzo: se nos reconoce la antigüedad, el estatuto del periodista profesional, los convenios colectivos y la representación sindical de la Comisión Interna del SiPreBA para quienes somos delegados”.

Sin embargo, cambiaron muchos otros aspectos. Dice Andrea: “Dieron de baja el portal, la cablera y nos achicaron un montón en lo periodístico. En total éramos más de 700 trabajadores y quedamos 420 entre las dos empresas. O sea, hay 300 personas menos. Por lo tanto, habrá que hacer todo un reordenamiento de secciones, porque hay algunas que quedaron desmanteladas”.

Sergio Arboleya hace 30 años que trabaja en Télam, donde empezó como colaborador. Hace 15 que es editor de la sección Espectáculos. “Vengo usando la idea del milagro, porque en este contexto de ajuste salvaje, de recorte, de persecución en todo lo estatal, es una alegría haber sostenido el trabajo y en breve ya arrancaremos a producir noticias para la cablera de RTA. El aspecto milagroso se dio a partir de la resistencia, con tantos días de acampe, con una organización que realmente funcionó muy bien, con un manejo del SiPreBA que ha sido eficaz para lograr lo que parecía imposible: conservar los puestos de trabajo de aquellos que finalmente decidimos quedarnos”.

Respira profundo: “Esto resulta muy impresionante, pero no disimula la pérdida de un montón de colegas de enorme valor que se fueron un poco asustados por la política expulsiva de los retiros y que dejan un hueco enorme en la estructura periodística. Y también entender que la marca Télam, con esa simbología, con esa carga, ya no existe más. Hablábamos el otro día con un compañero sobre si podremos recuperar un poco el sentido de la agencia, en este nuevo lugar. Aún con las críticas que podía tener a sus gestiones y a nuestra propia falencia para plantarnos como colectivo de trabajadores a hacer realmente la agencia federal, plural, sabíamos que Télam funcionaba en una dimensión, con sus abonados en todo el país, con su red de corresponsalías que ahora han quedado prácticamente todas afuera”.

La gente que se fue lo hizo mediante retiros voluntarios que, semana tras semana, el gobierno nacional renovaba por decisión del ahora ex interventor de los medios públicos Diego Chaher (la semana pasada tomó su lugar el ingeniero aeronáutico y espacial Eduardo González). La delegada Delfino retoma: “Este conflicto tuvo mucho de psicológico, porque no hay nada peor que tener a la gente sin tareas; fue destructivo. Nos jugaron en contra muchas presiones, tanto externas como internas. En cuanto a las externas, la empresa extendió cada semana el programa de retiro voluntario, a la par que algunos medios publicaban notas que buscaban generar miedo: si no agarrabas el retiro, parecía que se venía el apocalipsis”.

Trabajar para volver a trabajar

Las presiones también las hubo internas y “bien intencionadas”. Describe un aspecto neurálgico de la resistencia: “Los fines de semana eran momentos clave y por eso los lunes o martes hacíamos las asambleas. En el fin de semana es común encontrarse con los seres queridos, que con la mejor intención te decían ‘pero te parece seguir yendo’; ‘hace frío y llueve’; ‘¿por qué estás haciendo una cobertura si en realidad estás dispensado de trabajar?’. Esa presión bien intencionada fue la más difícil de vencer y superar. Con el paso del tiempo, notamos que si nos hubiésemos quedado dispensados y tranquilos en nuestras casas viendo Netflix, esta resolución no hubiese pasado. Me parece importante resaltarlo, porque en una época en que se habla tanto del individualismo y que te hacen creer que solo te salvás por tu mérito, el resultado de esta lucha colectiva muestra lo contrario”.

Desde el 4 de marzo hasta la reconversión de Télam, cada semana se renovaba la dispensa a cada uno de las y los trabajadores. “El presidente que dice que en el Estado somos todos ñoquis, nos está haciendo ñoquis, porque nos está pagando sin trabajar”, solían repetir desde los acampes, como una manera de desarticular el relato oficial. Con la agencia fuera de funcionamiento, decidieron lanzar el sitio web somostelam.com.ar e informar desde ahí. Al frente del portal estuvo Andrea Delfino: “Decidimos arrancarlo con el fin de que la sociedad sepa que nosotros estábamos trabajando para volver a trabajar. Nos enfocamos mucho en cubrir los despidos en el sector público y en el privado. Era difícil mantener esperanza, pese a que en Télam finalmente no hubo despidos. Hubo días muy difíciles y las asambleas parecían terapias de grupo. Las reuniones nos contuvieron y nos organizaron; las conducciones de SiPreBA y de FATPren (Federación Argentina de Trabajadores de Prensa) siempre estuvieron poniendo el cuerpo, al igual que delegados de otros medios de comunicación. Cuando hablo de los lazos de la base, me refiero a los lazos sociales que se fortalecen en estas instancias, al contrario de lo que esperan quienes generan estas acciones para desorganizar a los trabajadores”.

¿Qué no pudo lograr el gobierno?

Andrea: Callarnos, cerrarnos. Nos silenciaron durante cuatro meses y hoy estamos volviendo a laburar. Si logramos un resultado positivo dentro de este contexto es porque fuimos muy tozudos. Y porque tuvimos bien claro lo que queríamos, que se resume en algo hermoso que dijo un compañero en una asamblea: “Yo no quiero ser el último que apague la luz; quiero ser el primero que prenda la computadora cuando volvamos”. Ese es el espíritu del colectivo Télam.

Hoy, algunas luces se volvieron a encender.

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Terrorismo de Estado: siguen detenidas 5 personas tras la represión de la Ley Bases

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“Lo acusan de terrorista pero carrea cajones de frutas y verduras 12 horas al día. Es una locura”, dice el hermano de Cristian Valiente. Familias de personas que continúan presas realizaron ayer un encuentro para organizarse y desarmar las mentiras con las que se sostienen sus acusaciones. El caso de Cristian y el de de Facundo Gómez, que hablaba con su mamá cuando lo detuvieron: la justicia no tiene filmado sus supuestos “disturbios”, pero lo encarceló igual. Las causas armadas sobre los más vulnerables, mientras nunca se detuvo a quienes causaron los destrozos, por ejemplo, del auto de Cadena 3. Además, el fiscal Stornelli insiste con meter presas a siete personas que ya fueron liberadas por la jueza Servini por falta de pruebas. El terror que continúa, los ataques de pánico, las condiciones de detención: se puede colaborar económicamente con las personas detenidas (el alias: LIBRESYA) y existen 5 puntos de acopio de mercadería detallados en esta nota. Qué necesitan: abrigo, frazadas, comida. Las familias llaman al 10 de julio a una nueva conferencia y al 12 a una concentración en Plaza de Mayo.

Por Lucas Pedulla

Terrorismo de Estado: siguen detenidas 5 personas tras la represión de la Ley Bases

Jonathan dice que está un poco nervioso porque nunca habló en público, y ahora hay un aula llena de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, en el barrio porteño de Constitución, dispuesto a escucharlo. Tiene 34 años y es el hermano de Cristian Valiente, una de las cinco personas -junto a Daniela Calarco Arredondo, David Sica, Facundo Gómez y Roberto María De la Cruz Gómez– que sigue detenida en Ezeiza tras la cacería del Gobierno durante el tratamiento de la Ley Bases en el Senado, hace ya tres semanas.

Todavía no pudo ver a su hermano porque no tenía su documento; espera hacerlo el próximo fin de semana.

Vino con su compañera, su hija y un perrito desde Moreno, oeste profundo del conurbano, a pedir por favor que lo liberen: “No tiene justificación. La gran mayoría están detenidos solamente por protestar. Y mi hermano, mientras estuvo detenido, le hicieron un desalojo en la casa: cuando salga ahora no tiene dónde estar”.

El lugar de donde desalojaron a Cristian era una pieza de un hotel céntrico. Allí había trabajado tres años como portero: “Uno con todos los derechos y dos, en negro”, cuenta el hermano. Denunció la situación y fue a juicio, que determinó que debía vivir allí hasta que le pagaran lo que debían. Casualmente, un derecho que la Ley Bases barrió en su capítulo de reforma laboral.

A Cristian -41 años, dos hijos- lo acusan por provocar “disturbios”, “arrojando piedras y otros objetos contundentes” contra la policía, pero sobre todo por haberle “secuestrado entre sus pertenencias” una granada de mano. En su indagatoria, él aclaró que no se trataba de una granada sino de un aerosol químico de los que usan las fuerzas de seguridad para gasear en las manifestaciones; y que lo encontró en las propias inmediaciones del Congreso, y se lo guardó para mostrarlo a un canal de televisión porque había vencido en 2022. “Decían que lo vendía en el mercado negro -dice Jonathan a lavaca, y no lo puede creer-. Lo acusan de terrorista pero carrea cajones de frutas y verduras 12 horas al día. Es una locura”.

https://twitter.com/Lavacatuitera/status/1808269566549622911

Este encuentro, motorizado por la Comisión de Solidaridad de la coordinadora por la liberación de lxs detenidxs y el cierre de todas las causas, fue el ámbito para que Jonathan pueda, por primera vez, dimensionar esa locura.

También pudo hacerlo Elena, la mamá de Facundo Gómez, 31 años, cuyo trabajo era ir con su carrito por Plaza Serrano, en Palermo, vendiendo cafés: “Lo detuvieron mientras hablaba por teléfono conmigo -dice mientras muestra un cartel con el rostro de su hijo, sonriente-. La causa debería caerse porque lo ponen arriba de una valla, diciendo que arengaba y tiraba piedras, pero la comunicación con mi hijo se detiene en el momento en que lo están deteniendo. Intenté llamarlo, hasta que me atendió una persona que supongo que era un policía, y me dice que le estaban haciendo averiguación de antecedentes. Le pregunto por qué, y me dice porque estaba en un lugar que no debía estar. Mi hijo grita bien fuerte: ‘¡Yo no estaba ahí!’”.

https://twitter.com/Lavacatuitera/status/1808262187380588878

Elena remarca que no hay registro fotográfico ni fílmico de Facundo, y su otra hija, Micaela, dice a lavaca que al fotógrafo que registraba su detención le rompieron la cámara: “Lo presentamos como testigo. Dijo que le pidió a Facundo que gritara su nombre, y cuando iba a hablar le pegaron una piña en el estómago”.

Elena dice que su hijo no aparece en los videos: “Ellos (la justicia) dicen que han mirado 100 horas, pero Facundo no aparece”. Y agradece la convocatoria: “Es una causa totalmente ilegal y armada para amedrentar y que no salgamos a protestar para que aceptemos todo lo que ellos quieren. Quiero la libertad de los cinco”.

El aula, llena, la abraza con un aplauso.

Crueldad sin paz

Una mesa afuera del aula junta donaciones (galletitas, paquetes de yerba, azúcar, latas de arvejas, jugos en polvo, lavandina, shampoo, toallitas) mientras otras personas de la coordinadora pasan con una caja de cartón para juntar dinero. Adentro, sobre la pared, una gigantografía de Rodolfo Walsh recuerda su Carta abierta de un escritor a la junta militar.

En bancos de madera, mientras tanto, se van sentando, entre otras personas, exdetenidos como Gonzalo Duro, Fernando Leone, Sofía Ottogali y Santiago Adano -liberadxs en las primeras 17 excarcelaciones, el viernes 14 de junio-, o Juan Spinetto y Camila Juárez Oliva, liberadxs en una segunda tanda de 11 faltas de mérito dictadas por la jueza María Servini, el martes 18.

Es que, además de las causas abiertas y la solidaridad por las cinco personas que aún siguen presas, la alerta continúa, porque el fiscal federal Carlos Stornelli apeló y pidió nuevamente la prisión preventiva sobre siete personas: Ottogali, Spinetto, Juárez Oliva, Sasha Lyardet, Nicolás Mayorga, Gabriel Famulari y Brian Ortiz.

“Nos siguen criminalizando cuando la jueza ya dictó la falta de mérito”, dice Camila a lavaca. La falta de mérito se dicta cuando se considera que no hay elementos suficientes para acreditar el hecho que se imputa. La propia Servini habló de la “orfandad probatoria” en las acusaciones de Stornelli. Camila, junto a Sasha y Nicolás, es una de lxs tres estudiantes de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) detenidxs: “Es una crueldad, porque todos los días me acuesto y miro la ventana porque no sé si un policía va a venir a decirme ‘agarrá tus cosas’, y ya en mi cabeza pienso que no tengo que agarrar ropa oscura para entrar al penal. Así está funcionando mi cabeza. Hasta que la Cámara no se expida, no estoy en paz”.

La sala II de la Cámara de Apelaciones, conformada por Roberto Boico, Eduardo Farah y Martín Irurzun, tiene ahora la palabra.

El docente Spinetto, otro de los “apelados” por Stornelli, dice lavaca: “Es ridículo, porque no aporta nada nuevo para apelar e insiste sobre algo que jurídicamente está zanjado. Básicamente lo que está haciendo Stornelli es continuar con la maquinaria de armado de causa. No tiene ningún sostén jurídico”.

Donaciones, acopio y concentración

La Comisión de Solidaridad abre el encuentro. Sus integrantes recuerdan que hay un alias (LIBRESYA) para contribuir a un fondo solidario común con montos de $500, $1000 o $2000. También subrayan que lxs detenidxs necesitan ropa de abrigo clara (no gris, sin capucha), frazadas de una plaza, y elementos de almacén. Los puntos de acopio:

  • ATE / INCAA: Lima 319, 1er piso, oficina 101.
  • SUTEBA Tigre: Santa Fe 11028, General Pacheco.
  • Mutual Sentimiento: Av. Lacroze 4181.
  • ATE Sur – Lomas de Zamora: Boedo 120.
  • ATE Alte Brown – Pte Perón: Somellera 481.

Luego habla Gonzalo Duro, trabajador judicial, uno de los exdetenidos: “En ese pabellón éramos 15 personas desconocidas y ahora somos amigas. Es una realidad y habla de la transversalidad del problema”. A continuación, Camila recuerda a Daniela Calarco Arredondo: “Le estamos tratando de juntar plata porque tiene que pagar el alquiler. También para pagarles el transporte a sus padres, que viven en Mar del Plata”. Grisel, hermana de Sasha, suma la preocupación por las apelaciones de Stornelli, y pide asistencia psicológica porque muchxs continúan con ataques de pánico. Valora la importancia de estos encuentros y pide, también, monitorear las trabas que les están poniendo los penales a las visitas familiares, para que el Sistema Penitenciario no siga “vulnerando derechos”.

Luego, y por un largo rato, pasan voces de diversos partidos y agrupaciones que hacen caracterizaciones del Gobierno. Algunos traen reclamos urgentes, como los trabajadores despedidos del Hospital Posadas o de la fábrica de neumáticos FATE, pero otros gritan pedidos de paro a la CGT. El músico Santiago Adano, otro de los exdetenidos, agradece con sensibilidad la solidaridad y el acompañamiento, pero sugiere avanzar en lo operativo del encuentro. Algunos no parecen escucharlo, y siguen. Otros sí, y piden acompañar, por ejemplo, la ronda de las Madres de este jueves en Plaza de Mayo para continuar la visibilidad por los detenidos. La propuesta es aceptada.

Las familias y exdetenidos, a su vez, proponen una nueva conferencia de prensa en el Servicio Paz y Justicia (Serpaj) para informar sobre la situación de las detenciones y las causas. En asamblea votan realizarla el miércoles 10. También votan, para el viernes 12, a un mes de la protesta, realizar una nueva concentración en Plaza de Mayo, con posibilidad de festival, buscando la convocatoria del amplio abanico político que movilizó la última vez, el día de las últimas excarcelaciones. Silvia, la mamá de Camila, recuerda que la urgencia de esos días fue lo que juntó a sindicatos, organismos, referentes de la izquierda y del peronismo: “Vengo a reforzar la idea de unidad, como lo hice desde el día uno”.

Cerca de las diez de la noche, la asamblea concluye.

Los ejes que se refuerzan:

  • Libertad a las cinco personas que siguen detenidas.
  • Pedir el rechazo de la Cámara a las siete apelaciones de Stornelli.
  • Cierre de todas las causas.

Leé la nota de tapa de la nueva MU: Qué es la libertad.
Sasha y su hermana, dos caras de lo que se vivió adentro y afuera tras la cacería policial el día de la votación de la Ley Bases. Sus reflexiones sobre la estigmatización, la persecución, y la vida en ¿libertad? Las redes y la calle. El ego y lo colectivo. Hablan Ramona y Santiago, también detenidos sin pruebas, con torturas. La organización entre familias. Y el reclamo por los que todavía están adentro.

Terrorismo de Estado: siguen detenidas 5 personas tras la represión de la Ley Bases
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LA NUEVA MU. No podrán

La nueva Mu
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