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El código de la resistencia: Silvia Delfino y el proyecto contravencional porteño

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Pese al acuerdo Macri-Ibarra, la movilización de la sociedad civil logró ya seis postergaciones –ahora hasta el 7 de julio- del tratamiento de la reforma al Código Contravencional porteño que busca penar piquetes, bajar la edad de imputabilidad, marcar zonas rojas para travestis y prostitutas y crear delitos inexistentes. ¿Cómo se construyó la resistencia al proyecto? Silvia Delfino, profesora y activista, explica cómo la acción lleva al consenso (y no al revés), y analiza por qué el gobierno de Ibarra se equivoca con respecto a la clase media.

Cuarenta organizaciones totalmente dispares lograron trabajar en conjunto para luchar contra la reforma. Se oponen a políticas de represión y de restricción de espacios públicos.
A partir de la acción, llegaron a acuerdos sobre contenidos. Analizaron los proyectos, golpearon despachos, realizaron manifestaciones y coparon la audiencia pública.
Dice la profesora Silvia Delfino: “Los códigos contravencionales son inconstitucionales. Sólo sirven para dar lugar a arbitrariedades y para la caja chica policial”.
“Ibarra tiene una falsa caracterización de la clase media porteña que, si bien pide orden, no acepta la represión”.
La experiencias constituye un tipo de articulación inédita, donde la acción de resistencia concreta lleva al consenso, y no al revés.

A pesar del acuerdo entre el jefe de gobierno porteño Aníbal Ibarra y el empresario y político Mauricio Macri para reformar el Código Contravencional porteño, el proyecto no logra llegar al recinto legislativo. La postergación esta vez es hasta el 29 de junio. Silvia Delfino, miembro del Área Queer del Centro Cultural Ricardo Rojas, docente e investigadora de las universidades de Buenos Aires y Entre Ríos, y una de las principales activistas contra la reforma, explica las claves para comprender en qué punto está el conflicto.

-¿Cómo se construyó la resistencia política a la reforma del Código de Convivencia de la Ciudad?

-La mayoría de las 40 organizaciones trabajamos juntas desde el año 94, cuando comenzó a discutirse el código actual y la derogación de los edictos policiales. Son muchas luchas distintas que se articularon transversalmente. Todas tienen en común la denuncia de políticas de represión y de medidas restrictivas al uso del espacio público. No sólo trabajamos contra el Código Contravencional de la Ciudad, sino también contra edictos y códigos de todo el país. Son la herencia de la dictadura. La Constitución Nacional los prohibe, porque tipifican delitos que no están previstos en el Código Penal. Por eso decimos que estos códigos son inconstitucionales. Sólo sirven para dar lugar a arbitrariedades, para la caja chica policial y para el autoritarismo: por ejemplo, castigan con arresto la vagancia, la mendicidad, el desorden público, el merodeo. Son todas figuras del siglo XIX.

-¿Qué tipo de organizaciones confluyeron en este espacio?

-Son organizaciones que levantan la bandera de la antirepresión y la antisdiscriminación. Pero a su vez, son grupos que en los últimos años sumaron reclamos concretos que vinculan la represión a la situación de pobreza. Entre otros, están Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, H.I.J.O.S., las asambleas barriales, movimientos de gays, travestis, lesbianas y transexuales, artistas callejeros, cartoneros, asentamientos populares, piqueteros, estudiantes. Todas, además, se oponen a las restricciones al uso del espacio público. Empezamos trabajando en el local de H.I.J.O.S., que tuvo un rol importante al permitir hace unos años que encabezaran sus marchas los grupos de travestis, gays y lesbianas. Después nos reunimos en el de la Liga por los Derechos Humanos, y también en varias asambleas.

-En un momento de tanta fragmentación de los movimientos sociales, ¿cómo se consiguió el consenso?

-Uno puede pensar la fragmentación de los movimientos desde la diferencia de los contenidos. Pero por otro lado puede pensar esto desde las modalidades de acción. Muchas veces, aunque los contenidos sean distintos, las prácticas son similares. Y a partir de la coincidencia de la acción, llegamos al consenso del contenido: no es posible la vida democrática con represión. En eso estamos todos de acuerdo.

-¿Cuáles son esas modalidades en común?

-La acción directa y ocupación del espacio público. La democracia abrió el espacio público a la ciudadanía pero inmediatamente lo cerró, puso restricciones porque empezó a definir al conflicto como desestabilizador del sistema. Y muchos organismos de derechos humanos también cayeron en esta trampa y se autolimitaron. La Legislatura porteña es una muestra de lo menos dinámico de la democracia: concibe al conflicto como un desequilibrio, en vez de verlo como parte de la discusión propia y esencial en una democracia. Nuestro acuerdo también consiste en oponernos a toda política pública que tipifique delitos de autor: esto es portación de cara, color, condición social, apariencia física. Todo eso es discriminatorio.

-¿Qué acciones concretas realizaron para detener la sanción de la reforma del Código?

-Leímos los proyectos, hicimos un análisis e involucramos a todos los organismos que podían realizar informes técnicos: el CELS, la CORREPI, el SERPAJ (Centro de Estudios Legales y Sociales, Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional, Servicio de Paz y Justicia). Después tratamos de hacer públicos los proyectos y también realizamos una tarea propia de la acción ciudadana: pedir argumentos a los legisladores, visitando despacho por despacho. Trabajamos en forma conjunta con quienes podían acompañarnos. Por ejemplo, la Secretaría de Niños, Niñas y Adolescentes de la Ciudad, que realizó un informe condenando la baja de la edad de imputabilidad que alienta el proyecto de reforma. Además, hubo un aprendizaje mutuo de las distintas luchas, que permitió acciones conjuntas, por ejemplo, de vendedores ambulantes, artistas callejeros, etcétera. Y seguimos atentamente el tratamiento de la ley, como se hace en las democracias más activas. Por eso nos encontrábamos semanalmente.

-¿Qué acogida tuvieron cuando golpeaban despachos?

-Allí apareció el gran problema de esta Legislatura. Los proyectos se aprueban sin discusiones, porque responden a acuerdos preelectorales. Cuando fuimos a las comisiones descubrimos que no se debate, hay legisladores que ni saben cuál es su función. Esto es lo grave. Sólo se discuten los espacios de poder dentro de la Legislatura.

-Pero hubo debates en las audiencias públicas…

-El Código se iba a tratar por primera vez el 19 de febrero en sesión extraordinaria, junto a un código procesal penal improvisado, especial para la ciudad, que incluía barbaridades como la detención sin orden judicial previa. Se la conocía como la Ley Parche e iba a regir hasta que la Ciudad se diera un código definitivo. Cuando los organismos de derechos humanos comenzaban a plantear los inconvenientes de esa ley, aparece la audiencia pública del 22 de marzo. Se usó la sala Martín Coronado del Teatro San Martín, se gastó muchísimo dinero en publicitarla, y resulta que el vicejefe de Gobierno sólo se queda media hora, no asiste ningún legislador de los que proponen la reforma y de los involucrados sólo participa el secretario de seguridad. Se trataba de un fraude, una puesta en escena para cumplir un requisito. De hecho, el 95 por ciento de las intervenciones se opuso a las reformas del Código: la que sanciona la obstrucción de la vía pública, la que determina la baja de la imputabilidad a los 16 años y la que establece una zona roja que sólo sirve para que recauden la policía y las mafias. Sin embargo, los medios sólo reflejaron que hubo caos y desorden. No hay estado público del debate, porque los medios viven de la publicidad oficial y no informan.

-En su momento, Aníbal Ibarra impulsó el actual Código y subrayaba que era propio de una ciudad progresista. ¿Por qué cree que ahora él mismo alienta una reforma en otra dirección?

-Ibarra, y resto del Frepaso, tienen una mala caracterización de la ciudadanía. Creen que tendrán mayor popularidad cerrando los parques -como el Rivadavia o ahora la plaza Flores- y desalojando viviendas y asambleas. Es el proyecto político de un centro izquierda alejada de la calle, dirigentes que sólo leen los reclamos del periodismo, que por otra parte refleja las operaciones de prensa de esos mismos dirigentes. O sea, terminan leyendo como una verdad lo que ellos mismos hacen publicar. No entienden a la clase media, que si bien reclama orden, repudia cualquier intento represivo. Ibarra tiene una política de alta exposición publicitaria pero de bajo vínculo con la calle. Ahora empezaron las discusiones mediáticas de las elecciones del 2005 y 2007, eso no tiene ningún vínculo con los movimientos sociales. Mientras tanto, esta Legislatura todavía no pudo cumplir con su promesa de una ley para las empresas recuperadas por sus trabajadores. Evidentemente, no comprendieron el mensaje del 19 y 20 de diciembre de 2001.

-¿No lo comprendieron o actúan así precisamente porque lo comprendieron y buscan neutralizarlo?

-Uno podría pensar que el proyecto de que se vayan todos, participación democrática y pública en la toma de decisiones fracasó y retrocedió. Pero otra forma de verlo es pensar que todo eso se transformó en mecanismos de reclamo de opinión pública. En las listas, efectivamente, están todos. Pero esos sujetos hoy tienen que dar cuenta de las decisiones que toman y también del modo en que las toman. Ese fue el verdadero reclamo: no fue contra la democracia, sino contra una democracia que toma decisiones a puertas cerradas. Eso terminó. Pero el gobierno de la Ciudad parece que no lo comprendió. Piensa que puede ocultarse detrás de los carteles publicitarios de la caca de los perros, la bolsita de los cartoneros o el presupuesto participativo. Pero la crisis de legitimidad le llega a todas las instituciones.

-En la Legislatura hay 16 bloques distintos, ¿cuánto influye la desaparición de los partidos tradicionales en las dificultades para reformar el Código?

-Los partidos no existen desde el punto de vista formal, pero mantienen las prácticas de la vieja tradición. Hoy son los intereses personales los que rompen la disciplina partidaria, porque ya están pensando sus próximas elecciones. Además, no cambió la rutina de toma de decisiones. El ibarrista Julio De Giovanni, por ejemplo, nos dice que le gustaría poner una excepción en la reforma para garantizar que no se penalice el uso del espacio público cuando se reclama por un derecho constitucional. Pero asegura que no sería aprobado por la comisión y entonces no da el debate ideológico.

-¿Qué piensa que pasará el 29 con el Código?

-Dependerá en buena parte de los acuerdos a nivel nacional para próximas elecciones. Nosotros no somos exitistas, no pensamos que fueron nuestras acciones la que dilataron el tratamiento de la reforma. Lo que sí logramos fue obstaculizar el tratamiento en secreto. Creo que ahora hay un debate ideológico inédito, que incluye al Estado como actor.

-Sin embargo, el Gobierno prometió una ley de amnistía para los procesados por la protesta social y finalmente nunca la impulsó.

-Eso tiene que ver con el estado de los acuerdos políticos, pero la evidencia de que el delito está vinculado a la policía y a la exclusión ya está en boca de todos, aún de los conservadores. Y a nivel nacional se ha instalado otro debate crucial: con exclusión no hay vía democrática posible.

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Sábado 7 de septiembre, 20.30hs

TERROR DE ARRABAL

Tres barrios porteños, tres leyendas urbanas y la pesadilla de una inquilina en busca de hogar. Terror de Arrabal es un unipersonal de narración oral que recorre leyendas urbanas de la Ciudad de Buenos Aires en el camino de una inquilina que mudanza tras mudanza no para de chocar con lo paranormal.

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Domingo 8 de septiembre, de 13 a 17 hs

PACHA URBANA

Una ceremonia para testimoniar la vida y celebrar el placer del encuentro colectivo. 

Un ritual para nutrir el cuerpo y el alma, con el escenario urbano de fondo, con nuestros pies sobre el territorio que nos cobija.

Empanadas salteñas, bebidas, DJ y fiesta: todo incluído.

Anfitriona y cocinera: Carla Morales Ríos

Musica en vivo y DJ: Big Mama Laboratorio 

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Sábado 14 de septiembre, 20 hs

NENA GORDA

Un biodrama que surge de la convicción de que una herida personal es un interesante y genuino punto de partida para la creación. En éste caso, el foco está anclado en lo más íntimo y a la vez universal: el cuerpo propio y la mirada de los otros sobre él.

Regresar, a través de sus objetos, al cuarto de la infancia; aquel sitio que alberga aún el recuerdo, las memorias, los deseos de otros proyectados sobre nosotros.

Una foto. Una pequeña bailarina clásica llamativamente gorda es el disparador para preguntarnos ¿Qué tiene que cambiar para que el cuerpo de una niña sea suficiente?

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Domingo 15 de septiembre, 18 hs

MARYTA DE HUMAHUACA

KILLA RAYMI (la Fiesta de la Luna)

Maryta de Humahuaca, cantora indígena, jujeña, llega a Buenos Aires para presentar sus nuevas canciones en una ceremonia con artistas invitadas.

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Viernes 20 de septiembre, 21 hs.

Maca Mona Mu

Nos invita a recibir la Primavera

presentando su disco Ruca.

Canciones enhebradas a través del elemento fuego para iluminar, abrigar, cocinar y encender nuestros sentidos.

La voz de Maca Mona Mu narra emociones íntimas que exponen la nueva sensibilidad de esta época.

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Sábado 21 de septiembre, 20.30 hs

SER EVA, por Eva Basterra Seoane

Textos y canciones para no olvidar, el arte para testimoniar y celebrar la vida. 

La Eva artista, la que se rebela, la que se entrega, la lucha, la que grita, la que muerde, la que sueña, la que vive.

Un encuentro mensual, con una invitada especial en cada ocasión. En esta oportunidad: Graciela Daleo, docente, investigadora, sobreviviente de la ESMA.

Eva es escritora, cantora, murguera, feminista, hija de Víctor Basterra y Laura Seoane, sobrevivientes de la ESMA. El testimonio de Victor fue crucial en el Juicio a las Juntas Militares, inmortalizado en un texto de Jorge Luis Borges.

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Domingo 22 de septiembre, 16 hs

FESTIVAL MOSTRES E INFANCIAS

¡Primer Festival para Infancias libres y Todo Tipo de Familias, porque deseamos que crezcan en toda su diversidad!

Habrá:
-Ronda de Lectura con hadas travas madrinas: Susy Shock, Luz Ventura, Eugi
-Juegos participativos y Juegos cooperativos: Amarella y Amarellita.
-Talleres organizados por la Editorial Muchas Nueces.
-Música en vivo: La Banda de les Mostres, Susy Shock, Sofia Dieguez, Lelé Música, Amarella, Mika De Frankfurt, ¡y más amigues!
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Diez años después: comienza el juicio por el femicidio de Nancy Fernández

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Comienza este martes el juicio por el asesinato de Nancy Fernández que se extenderá entre el 3 y el 6 de septiembre en el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 7 de San Isidro. Por Anabella Arrascaeta.

Nancy tenía 36 años cuando el 2 de mayo de 2014 fue encontrada en su casa semidesnuda, violada y asfixiada. Venía reclamando justicia por su hija, Micaela Fernández (14), que un año antes había sido secuestrada, violada y asesinada (ambas en la foto de portada). Sin embargo, se caratuló el caso de Micaela como suicidio. El acusado es Juan Carlos Corvalán, conocido narco de la zona. Nancy y Micaela eran parte de la comunidad qom Yecthakay, de Tigre.

Esta historia, situada en el Municipio de Tigre, se teje entre muertes e impunidades. El crimen de Micaela Fernández fue caratulado como suicidio, y sigue impune. Este martes comienza entonces el juicio por el asesinato de su madre, Nancy Fernández, que se extenderá hasta el viernes 6 de septiembre en el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 7 de San Isidro. Hay un solo imputado por el femicidio: Juan Carlos Corvalán, narco de la zona.

El entramado detrás de estas muertes sigue aún sin visibilizarse. 

Diez años después: comienza el juicio por el femicidio de Nancy Fernández

Nancy Fernández, de la comunidad qom del Tigre. La asesinaron porque seguía denunciando que el caso de su hija Micaela no había sido un suicidio, sino un asesinato (Foto de Canal Abierto)

Los crímenes

En 2013, cuando Micaela Fernández desapareció, su madre Nancy fue a la Comisaría 6ª de Talar pero no le quisieron tomar la denuncia; había sido secuestrada y violada por varios hombres. Cuando su hija apareció días después, con golpes, cortes en la cara y el pelo cortado, Nancy insistió en denunciar lo sucedido y otra vez volvieron a negarle ese derecho. En una entrevista con la TV Pública, Nancy reveló que la policía la llevó a la comisaria, donde la ataron y golpearon. Cuenta Nancy en el video: “India de mierda, me dijeron, te callás la boca, no vas a hablar vos”. 

El 17 de febrero de 2013 Micaela apareció asesinada en la casa de Dante “Pato” Cenizo. Tenía un tiro en la cabeza. La investigación de su muerte estuvo a cargo del fiscal Diego Molina Pico, de la Fiscalía de El Talar, que a los pocos meses archivó la causa caratulada como suicidio. Dante “Pato” Cenizo solo estuvo preso por venta de drogas. 

Un año después, mientras Nancy, reclamaba justicia y denunciaba la complicidad policial en la trama, la encontraron en su casa semidesnuda, violada y asfixiada. Ahora, diez años después, su muerte llega a Tribunales. 

El reclamo de justicia

Nancy y su familia son parte de la comunidad Qom Yecthakay del partido de Tigre. Micaela tenía una hermana: Lisette Fernández, que tenía 12 años cuando asesinaron a su hermana, y 13 cuando asesinaron a su mamá. Cuando cumplió la mayoría de edad tomó el reclamo de justicia y se rodeó de las organizaciones que desde el territorio acompañan los reclamos por los femicidios locales. 

La misma red que acompaña por ejemplo el reclamo de justicia por Luna Ortiz (asesinada en 2017 cuando tenía 19 años) estará presente en los Tribunales acompañando a Lisette. 

“Es importante el acompañamiento porque es una causa fuerte. Esta red de mafia territorial se creía que al matar a Nancy y al morir su abuelo Eugenio de tristeza, Lisette no iba a hacer nada por su corta edad, pero cuando cumplió los 19 años decidió salir como particular damnificada, y es importante levantar junto a ella el pedido de justicia”, dice a lavaca Marisa Rodríguez, mamá de Luna Ortiz y miembro de la red que acompaña el pedido de justicia por Nancy y Micaela.

Marisa Rodríguez, la mamá de Luna Ortiz, junto a Lisette, hija de Nancy y hermana de Micaela que retomó el reclamo de justicia ante la audiencia que comenzará este martes 3.

Esa red garantiza por ejemplo que durante esta semana Lisette tenga cómo trasladarse al juicio, y se quede a dormir cerca de Tribunales. También organiza que la joven tenga la comida para la semana y las actividades de acompañamiento que sucederán en la calle mientras el proceso transcurre, además del claro apoyo y contención. 

El juicio marca la posibilidad de empezar a desarmar el entramado de impunidad. Un primer paso en un largo camino que se inicia por juzgar como femicidio el crimen de Nancy, y que después pueda dar lugar a lo que todavía no se hizo increíblemente: vincular la muerte de Nancy con el crimen de su hija Micaela, y poder poner luz en la trama de responsabilidades y complicidades que mantuvieron durante 10 años sus femicidios sin justicia. 

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Talento eterno

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Ricardo Talento –actor, director, dramaturgo y docente, fundador del Circuito Cultural Barracas y uno de los principales impulsores del teatro comunitario–  se “mudó de casa”, como dicen las Madres de Plaza de Mayo cuando alguna de ellas parte hacia otras dimensiones. El recuerdo de Luis Zarranz, periodista, escritor y autor de del libro Actores Sociales, de Lavaca Editora: una investigación, descripción y guía sobre una experiencia de una profundidad única en el mundo, con Ricardo Talento como uno de sus emblemas. En esa obra Luis explica el rol del teatro comunitario en la reconstrucción del tejido social tras la dictadura, hasta el presente. Y en esta nota cuenta sus batallas, sus conceptos, lo que fue capaz de crear con la mirada siempre puesta en lo grupal. Su debate tanto con el liberalismo como con el progresismo sobre lo que significa el arte como producción social y autogestiva. La definición de la palabra “talento” que le falta a los diccionarios. El retrato de un imprescindible que supo combinar alegría, entusiasmo y comunidad.

Por Luis Zarranz

(foto de portada publicada por la Asociación Argentina de Actores y Actrices)

Ricardo Talento tuvo un apellido que le calzaba justo. Su virtud no estaba solo en su capacidad actoral o dramaturga sino en algo más trascendental y difícil de hallar: la potencia para generar proyectos artísticos comunitarios a lo largo y ancho del país.

En ningún lugar de eso que llamamos mundo existe algo similar –en términos de extensión, recorrido, articulación, transformación y hecho cultural– como el teatro comunitario argentino. ¿Qué es? Teatro de y para vecinos y vecinas. En nuestro país, más de sesenta grupos conforman una red nacional de enorme vitalidad en la que se fusionan conceptos tales como comunidad, arte, identidad, celebración, autogestión y juego: todo como parte de una unidad teatral.

Sin embargo, lo que hace más interesante aún al teatro comunitario es la generosidad fundacional con la que creció. Y es precisamente ahí donde emerge la figura de Talento junto con la de Adhemar Bianchi como directores de los dos primeros grupos del país: fueron ellos quienes durante los días aciagos del 2001 salieron por los barrios a propalar el encuentro de vecinos a través del arte, lo que permitió que surgieran diversos grupos hasta en los lugares más inimaginables del país.

Eso es Talento.

A partir de ese impulso, en pueblos de no más de seiscientos habitantes, por ejemplo, comenzaron a surgir grupos de teatro comunitario en los que participaba buena parte de la comunidad: la vieja estación de tren abandonada pasaba ser un escenario para una función, lxs vecinxs contaban ellxs mismxs la historia del lugar, es decir su historia.

Talento vio allí el hecho cultural en toda su dimensión transformadora.

Antes, mucho antes, en la década del setenta había participado en el Centro de Cultura Nacional José Podestá, en el grupo La Podestá y en el Grupo de Teatro Cumpa. En 1987 comenzó a dirigir al grupo de teatreros Los Calandracas. Finalmente, en 1996, en plena sobredosis menemista, fundó el Circuito Cultural Barracas y, junto a Adhemar, creó “El Fulgor Argentino Club Social y Deportivo”, la gran obra del primer grupo de teatro comunitario, Catalinas Sur de La Boca, hermano mayor del Circuito de Barracas.

Talento eterno

Imagen de la actual versión de El fulgor argentino, espectáculo organizado y creado en1996 por Ricardo Talento y Adhemar Bianchi, cuyo éxito lo renueva año año. Foto Lina Etchesuri

Pero todo el párrafo anterior engendra un error: nada de lo que haya hecho Talento podría conjugarse en singular. Sus iniciativas siempre propiciaron el encuentro con el/la otro/a para, a partir de allí, crear proyectos de índole grupal.

Su nombre y apellido nunca fueron un nombre propio sino sustantivos colectivos. Por eso le preocupaba tanto combatir la aparente capacidad individual de un artista. Ese fue su verdadero arte: dialogar con la época para transformarla en comunidad: “Creemos que el arte es un derecho de todos. El mundo liberal creó la figura del artista como para decir que están los que se permiten desarrollar su actividad y tienen un don. Están diciendo que otros no lo tienen. Y, además, que se trata exclusivamente de una producción personal. Es un nefasto concepto liberal y hay otro del progresismo: la idea del arte como herramienta, como una utilidad. Nosotros creemos que en sí es transformador”.

Eso es Talento.

Así, en 2001, bajo su dirección, el Circuito Cultural Barracas parió una de sus emblemáticas obras: El casamiento de Anita y Mirko. Un casamiento como una excusa para generar un espacio de encuentro, intercambio y diversión que amortiguara la crisis neoliberal que, como un tsunami, arrasaba con todo. La fórmula que crearon lxs vecinxs fue medicina para curar el agobio, la desesperación y el desencuentro. Y fue también un éxito teatral que lleva veinte años ininterrumpidos de funciones agotadas sábado tras sábado, con más de 70 vecinxs actores en escena.

Talento eterno

El Casamiento de Anita y Mirco, obra y experiencia emblemática del Circuito Cultural Barracas desde 2001, otra muestra de la capacidad de Ricardo para reunir lo social y lo artístico y hacer una fiesta (literal y divertidísima) que comparten y actúan con el público más de 70 vecinas y vecinos del barrio. Foto Lina Etchesuri para lavaca .

Hace un tiempo, en una charla para una nota de lavaca, Talento me dijo: “En todo estos años cambió el clima político y el social, pero sigue esa necesidad de jugar, aunque sea por dos horas, a que no tenemos paranoia el uno del otro. En el fondo, el Casamiento es una ficción: ficcionamos que nos conocemos, que nos podemos divertir juntos, que podemos compartir una mesa sin que nos conozcamos. No es poca cosa”.

Eso es Talento.

Más Talento: “El teatro es la última ceremonia humana que le queda al ser humano. Cuando la comunidad la toma, vuelve a darle encarnadura, sentido. Porque a veces el teatro se vuelve una ceremonia hueca, no de comunicación sino de exhibición: de habilidades, de construcciones artísticas. Una de las cosas por la cual el teatro comunitario tiene tanta repercusión en el público es porque al tomarlo la comunidad vuelve a tener sentido esta ceremonia celebrativa. El vecino produce con otro vecino, que es el espectador: hay empatía y todos juntos estamos participando de un hecho colectivo”.

Así, con esas pócimas, Talento supo dialogar y protagonizar su tiempo: con otros/as: “Creatividad significa cómo puede imaginarse uno de otra manera, cómo puede modificar el entorno y puede construir política. Estás desarrollando prácticas a nivel comunitario, de construcción política, partiendo de la posibilidad de imaginar de otra manera. Y ejercerla, además, porque no es que lo decís teóricamente y después te vas a tu casa solo. No, lo estás ejerciendo todo el día en la práctica, con otros”.

Talento eterno

Cómplices y compinches. Adhemar Bianchi y Ricardo Talento, creadores de espacios de encuentro, intercambio y diversión para escaparle a la desesperación y los desencuentros. Foto LAVACA

Pocas veces palabra y acción se sintieron tan a gusto: eso sí es Talento.

Otra vez, cuando participó del Foro Social de Porto Alegre puso en discusión la frase “Otro mundo es posible”, leiv motiv de esos encuentros. Talento planteó dos cosas: primero que nada iba a ser posible si no éramos capaces de imaginarlo. Y, segundo, que no había que plantear otro mundo posible sino este, el de aquí y ahora, el que se manifiesta en el más político de los ámbitos: el cotidiano.

Eso es Talento.

Hay personas que dejan una huella tan imborrable de su paso por el mundo que resulta imposible mencionarlos en pasado, su tiempo es tan actual que siempre están en presente: eso es también es Talento. Y, por eso mismo, siempre están y estarán vivas: cada vez que un grupo de teatro comunitario se junte, cada vez que empiece una función, cada vez que surja otro grupo más, Ricardo Talento estará ahí, como parte inescindible de esa acción.

La Real Academia Española, que poco sabe del mundo real, admite tres definiciones de “talento”: “1) inteligencia (capacidad de entender). 2) aptitud (capacidad para el desempeño de algo). 3) Persona inteligente o apta para determinada ocupación”.

Le falta la más trascendental de las definiciones: “Talento: sustantivo colectivo teatral y comunitario”.

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