CABA
El otro Fondo: empresas Recuperadas en la Rosada
El Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas propuso la creación de un fondo de cien millones de pesos para futuras empresas recuperadas por sus trabajadores. En esta semana, las reuniones se sucedieron en diversos ministerios y hasta el momento nadie dijo que no. «El tema central de la sociedad sigue siendo el trabajo y la producción. Si no damos una batalla en ese marco, todo lo demás se irá diluyendo como un intento y buenos gestos» detalla José Abelli, vicepresidente del movimiento.
En el movimiento de empresas recuperadas se percibe una diferencia básica entre la actual gestión de gobierno y las que lo precedieron:
«Antes no nos recibía nadie», sintetiza José Abelli, vicepresidente del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas, después de haber comenzado una ronda de reuniones con funcionarios que, tal vez, culminen con el propio Néstor Kirchner concurriendo a una de esas fábricas que ha pasado a manos de sus obreros.
Falta saber si ese gesto -de producirse- sirve para algo más que sacarse fotos, pronunciar discursos y confirmar que los trabajadores son personas sumamente hospitalarias y productivas. Por ahora, cuenta Abelli:
«El viernes pasado tuvimos una reunión con Oscar Parrilli en la secretaría General de la Presidencia, y después nos encontramos con los ministros de Trabajo y de la Producción (Carlos Tomada y Julio De Vido). No fue sólo una formalidad, porque ellos mismos aclararon que se reunían por indicación del presidente Kirchner».
En la gacetilla emitida por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, figura un párrafo bastante explícito: «Durante el encuentro el ministro Carlos Tomada reafirmó la decisión del presidente Néstor Kirchner de definir políticas de Estado que profundicen la recuperación de aquellas empresas que debieron cerrar sus puertas debido a la crisis de los últimos años».
¿Qué tipo de medidas, más allá del lenguaje gacetillero? Lo que están reclamando es la creación de un fondo de 100 millones de pesos destinado a facilitar el capital de trabajo inicial de las futuras empresas que recuperen las cooperativas obreras. «Y no nos dijeron que no, así que yo paso a considerar que la propuesta les parece viable, hasta que digan lo contrario».
Además del fondo, los visitantes reclamaron la anulación o, al menos, la modificación de la Ley de Quiebras, que mandó a los trabajadores al último lugar en la cola de deudores de las firmas que se hunden. Conclusión: se formará una comisión del ministerio, otras áreas del Estado y el propio movimiento de trabajadores, para que «estudie las distintas modalidades que permitan acentuar las políticas destinadas a recuperar nuevas empresas y puestos de trabajo», reza el comunicado. En el encuentro con el ministro estuvieron los dirigentes Eduardo Murúa (Impa), Marcelo Ruarte (Hotel Bauen), Ernesto Paret (Forja San Martín), Victor Aranda (Foder), Esteban Alomar (Cimetal) y el propio José Abelli (Cooperativa TraVi, de San Lorenzo).
Los visitantes a los salones oficiales plantearon su apoyo a la politica del gobierno con respecto a derechos humanos, fuerzas armadas o relación con el Mercosur, por ejemplo. «Pero dijimos que el tema central de la sociedad sigue siendo el trabajo y la producción. Si no damos una batalla en ese marco, todo lo demás se irá diluyendo como un intento y buenos gestos» detalla Abelli.
El planteo que transmitieron los cooperativistas sería: no sólo se necesita generar fuentes de trabajo, sino que se debe apuntar a resucitar la producción, para mejorar la economía del país y tornarla competitiva. Crear puestos de trabajo con subsidios puede ser comprensible y útil, pero hay que agregar políticas públicas que reorienten la inversión social hacia la producción y el trabajo
«Pero además -reclama Abelli- esto no es una propuesta teórica. Es algo que hemos hecho a pesar del Estado que instaló la Ley de Quiebras y la de Entidades Financieras que fueron herramientas fundamentales de la concentración neoliberal en los 90, que permitió la destrucción del empleo y la producción».
Si pese al Estado se pudieron recuperar unas 150 fábricas, y hay 13 actualmente en esa situación, los integrantes del MNER proyectan qué pasaría con un Estado que deje de funcionar como el enemigo: «Se pueden recuperar 200.000 puestos de trabajo por año, hasta llegar a un millón en cinco años», calcula Abelli. No está pensando en nuevas industrias sino en recuperar las que están actualmente cerradas, con las máquinas adentro y los trabajadores afuera.
A esas empresas les falta el capital de trabajo que funcione como arranque y motorizador. La mayoría está endeudada por una cifra que supera entre 10 y 120 veces su patrimonio.
«Le deben dinero a los trabajadores. Al Estado le deben evasión fiscal. A los bancos oficiales les deben créditos. Si juntamos esas tres partes, es el 80% de la deuda de esas empresas. Si el Estado deja que las sigan rematando a precio vil, la AFIP no cobra un peso, los bancos cobran dos pesos, y los trabajadores nada».
Esta lógica es la que los trabajadores proponen cambiar. En Milhojas de Rosario, por ejemplo, los trabajadores cobraron durante un año y medio 500 pesos en lugar de 800 para ahorrar y comprar la quiebra, cosa que finalmente hicieron en 73.000 pesos. Ahora han pasado a ganar 800. El fondo permitiría lograr lo mismo sin que los trabajadores de empobrezcan, mientras ponen fuerza laboral y además la capacidad empresarial que las patronales no exhibieron. Milhojas ya está tomando a nuevos trabajadoras en su planta.
Algo de esto parece que se ha escuchado en los afrancesados salones del gobierno, ya que los funcionarios dijeron que Kirchner les puso un plazo para que planteen una propuesta de apoyo a las fábricas recuperadas: un mes. La premura tiene un sentido. Con ser mínimamente lógica, la cifra de un millón de puestos de trabajo involucra a unas 3 millones de personas, sin contar el elemento reactivador de la economía, el consumo, y los rubros relacionados con esas fuentes reabiertas, que resultaría de movilizar semejante masa de trabajo, producción y dinero. Abelli es de los que cree que no se trata de una ilusión sino de algo factible.
«Y no es un problema sólo de los trabajadores, sino de la economía, y del conjuto de la sociedad». Pone el caso de los tractores Zanello, que han logrado que el mercado no dependa de las marcas multinacionales ya que los vehículos fabricados en Las Varillas, Córdoba, cuestan un 30% menos. Además, en Las Varillas no se consiguen oficiales mecánicos, soldadores, torneros: están todos ocupados. Se reactivaron otros talleres que trabajan para Zanello, y eso de paso reactivó toda la economía y el comercio de la zona.
¿Esto puede significar un pegoteo del movimiento de cooperativas con el gobierno? Abelli asegura que no: «No vamos a dar ese paso. Nos parece que hay una vocación de salir del modelo neoliberal, pero no cruzamos como movimiento la línea del Estado».
¿Qué ocurriría si finalmente no se consiguen los reclamos? «Nuestra estrategia es la de siempre: ocupar, resistir y producir. Y si el gobierno nos dice que sí, tal vez no haya que resistir. Pero sabemos que todo esto lo conseguimos con lucha. No lo vamos a entregar en ningún escritorio de la burocracia. Si no peleamos, acá nadie te regala nada».
¿Podría ocurrir que el poder económico, el establishment, busque castrar la dinámica de la recuperación de empresas? Abelli analiza el asunto de este modo: «Para nosotros esto es una una crisis estructural del capitalismo. El trabajo como lo conocimos en el Estado de Bienestar es un bien escaso, o no se entendería el 7% de desocupación en Japón o las 35 horas semanales en Francia».
La idea del MNER es que los trabajadores están actuando ante el abandono del sector empresario, mucho más interesado en producir una transferencia de los recursos productivos hacia la renta financiera. A esta decadencia se la ha llamado capitalismo de casino, y es un modelo mundial.
El dilema entonces sería: ¿qué tiene el establishment para ofrecer en esta etapa? Describe Abelli: «Venderle a Petrobrás, entregar el patrimonio nacional. Este establishment argentino es patético. Eran los que bailaban en el Titanic pidiendo flexibilización y reclamando por el costo laboral argentino. Y el único costo acá es el empresario. Se fumaron 135.000 milloes de dólares. Si queremos el desarrollo de un país en serio, nos tocará a nosotros, los trabajadores, una parte».
La perspectiva de Abelli en este punto se basa en la propia historia de la modernización del país: «Los abuelos de estos tipos que hoy son el establisment, eran tipos que bajaron de los barcos, inmigrantes que muchas veces ni la primaria tenían. Y lograron ser los grandes empresarios. Los Rocca, los Pagani. No vinieron siendo empresarios exitosos de España o de Italia. Eran trabajadores corridos por la crisis económica del viejo continente. Entonces que no nos vengan a decir que es indispensable el sector empresario, porque es mentira. Ellos lo hicieron en términos individuales, a nosotros nos tocará reconstruir la Argentina en términos colectivos».
Quiere decir que la recuperación del rol empresario en el país, según este concepto, está en manos de los trabajadores. Enumera Abelli: «Somos el sector social de la eocnomía, somos empresas democráticas, nos quedamos con los medios de producción, y repartimos igualitariamente la riqueza. Nada más y nada menos».
Ese mismo contenido es el que hace que las cooperativas rechacen la idea -defendida por los partidos de izquierda- de la estatización: «Los medios de producción son nuestros y no se los vamos a dar a Solá, a Ibarra ni a Duhalde o Menem. Que el Estado le cobre para los hospitales y las rutas a Macri, o a los que tienen, y no a nuestros excedentes, que los vamos a aplicar en lograr más producción y ocupación».
Abelli considera que así ha sido la verdadera historia del desarrollo captialista argentino, y no la superstición de modernidad de Cavallo y Alemann. «Este país se construyó en base a un modelo industrial e integrador. Nosotros planteamos rescatar ese modelo, pero con otros actores».
La semana próxima continuarán las gestiones y diálogos. Mientras tanto hay 13 empresas en proceso de recuperación en Capital, General Rodríguez, Rosario, General Roca, Santa Fe, Entre Ríos.
El 7 de agosto en Santa Fe habrá además una gran movilización hacia la cámara de Diputados, porque se va a tratar el proyecto de Ley de Expropiación en la provincia donde, dice Abelli «gracias a la última esperanza blanca de la derecha neoliberal, Carlos Reutemann, aún no hemos logrado expropiar una sola empresa.» De todos modos, esperan que en algún momento una aprobación de este tipo de leyes a nivel nacional le permita a los trabajadores eludir a las esperanzas blancas neoliberales, que ahora parecen cambiar de tono. El juego está planteado sin demasiadas medias tintas. En las próximas semanas se conocerá cuál es el color que resulta de la actual química de la esperanza.
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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