Nota
El teatro como espejo: cuando el escenario nos muestra nuestro reflejo

Damos inicio a las recomendaciones teatrales para este año con tres obras imprescindibles y una propuesta de improvisación para entregarse al juego y a la experimentación. Afrontar la pérdida y despedirse de lo que ya no regresa es el desafío ofrecido por “Sería una pena que se marchitaran las plantas” y “Una circunstancia denominada mundo”: un aire nuevo se inmiscuye inevitablemente y hace falta valentía para detenerse a cerrar la puerta. “Clandestino Maracaná” es una invitación a prestar oído y corazón a nueve personajes en un escenario que parecen haber absorbido nuestras propias inquietudes, los rumbos se cruzan y se esfuman los límites entre ficción y realidad. Y, en MU Trinchera Boutique, este viernes será la Jam de Improvisación Teatral, un espacio lúdico para desatar la creatividad grupal.
Sería una pena que se marchitaran las plantas
Julia y Victorio nos cuentan su historia, cómo se conocieron, la convivencia, los planes, los viajes y también nos hablan del final de su relación de pareja. Julia Ferré y Victorio D´Alessandro —actriz catalana y actor argentino— prestan sus nombres a los personajes. La obra tiene la particularidad de que su autor y director —el croata Ivor Martinic— aparece en escena. Esto, lejos de ser un obstáculo para la frescura de la obra, le otorga encanto y fluidez. Ivor mira al público y cuenta algunos detalles, da indicaciones a Julia y a Victorio y este mecanismo activa un clima de complicidad desde el inicio. “Esta idea –cuenta Ivor a lavaca— surgió como un deseo de cambiar radicalmente mi enfoque actual del teatro. También me pareció que los eventos del drama necesitaban un descanso, algún tipo de respiro que creo que da mi presencia. Victorio y Julia están felices de compartir el escenario conmigo y mientras ese sea el caso, me parece que tiene sentido explorar este proceso”.
La obra —creada en colaboración con Julia y Victorio, fue surgiendo de la improvisación en Barcelona donde vive actualmente Ivor—no es una pieza única sino que es diferente cada vez, tiene una estructura abierta y la puesta y los diálogos pueden ser modificados si así lo deciden los intérpretes. “Trabajamos en medio de la pandemia y fue una experiencia especial. Creo que todos queríamos hacer teatro y poder hacer ese intercambio de energía entre los actores y el público. El texto tiene una estructura abierta, lo que significa que los actores dan a los personajes sus propios nombres, años y profesión. Todo el proceso se volvió así muy íntimo. Queríamos limpiar todo lo superficial, queríamos pura verdad en escena y en ese sentido llegó un momento de desnudez que ahora nutrimos”, relata Ivor.


Estrenada en Barcelona y Croacia, la compañía teatral T25 propone el debut en Argentina, donde ya conocemos a Ivor por su obra Mi hijo solo camina un poco más lento. Dirigida por Guillermo Cacace y estrenada en 2014, se convirtió en un fenómeno del teatro independiente. En esta oportunidad, Ivor propone también abrazar la intimidad, ser espectadorxs de una situación que a casi nadie le es ajena. “Después de hacer nuestra primera lectura de la obra supe que había una química de actuación entre Victorio y Julia que resultaría en una pareja convincente. A través de una serie de improvisaciones creamos a esa pareja y buscamos la mejor manera para contar una historia de amor y ruptura. Doy mucha libertad a los actores, me acerco a ellos desde la posición de un dramaturgo, no de un director. Tienen libertad para moverse por el escenario, improvisar, la forma de pronunciar el texto. Mi consentimiento a su interpretación es tanto un riesgo como una bendición”.
Julia anuncia, cuando la ruptura ya es inevitable, cuando el vidrio se quebró y el dolor parece ser irreparable: “Mi cuerpo necesita acostumbrarse a que se está yendo”. Por eso no da el portazo y se va de inmediato, es necesario aceptar la distancia, la soledad, desprenderse de lo que fue y ya no será.
“¿Quiénes fuimos nosotros? ¿Existió un nosotros alguna vez?”. Si una parte de nuestra historia concluye, consuela que sobrevivan las plantas testigos de ese amor. Quizás la información de “un nosotros” permanezca retenida en las raíces, y la tierra y el agua impidan que se marchite lo que alguna vez fue flor.
Teatro Moscú, Ramirez de Velasco 535, CABA
Viernes 11 de marzo a las 21.30 hs y a las 23 hs
Domingo 13 de marzo a las 18 hs
Escenario-40, Calle 40 #1180, La Plata
Jueves 10 de marzo a las 21.30 hs
Sábado 12 de marzo a las 19.30 hs
@seriaunapena_obra
@moscuteatro
@escenario40
@vicdalee
@juliaferrem
Fotos: Grgo Jelavic
Una circunstancia denominada mundo
El recuerdo es un consuelo, el perfume dulce del pasado, el refugio en el que Dalmaro se sumerge para abrazar la fragilidad de la ilusión. Toca el bajo, canta, se filma con el celular exponiendo su rutina, deseos y añoranzas. Advierte que va a cerrar todas las ventanas para retener el aroma de Bruno, quien ha partido a una expedición al centro de la Tierra para buscar al calamar gigante que aparece en sus sueños. Es una obra que hilvana retazos de la vida cotidiana de les protagonistas, de sus formas de concebir el microuniverso que les rodea, de sus esfuerzos por transitar las pérdidas, de su infinita ternura para conquistar la sonrisa y acompañarse.


El texto de la obra fue escrito por la dramaturga, directora y música Jimena Aguilar en 2018, en un laboratorio de escritura coordinado por el actor, dramaturgo y director Ariel Farace e iba a ser estrenado en junio de 2020. Por supuesto, tuvieron que posponer el debut, que finalmente fue el pasado 14 de febrero. “Trabajé a partir de un eje que no fue premeditado —cuenta Jimena—sino que fue apareciendo en la escritura, que fue el proceso de un duelo amoroso que hace el personaje protagónico, pero que también puede ser entendido de una manera mucho más amplia siendo el concepto del duelo en sí mismo lo que prima, y ese duelo es ubicado en un tiempo presente, que va alternándose a lo largo de la obra con otras escenas en otras temporalidades, así algunas escenas son recuerdos, otra sueño, otra situación imaginada, otra es el futuro”.
Dalmaro cuenta con el apoyo incondicional de dos amigues: La Neta y El Neto, quienes intentaron ser pareja, no funcionó, su relación tomó la forma de la amistad y hasta son felices convivientes. Guido Botto Fiora, Juan Tupac Soler, Camila Peralta, Natalia Casielles y Matías Dinardo son los actores y actrices de esta obra cuyo texto está editado por Libros Drama, ganó el Concurso Internacional de Dramaturgia Invasora en España y también fue editado por Ediciones Invasoras.
Una oda a lo esencial, que casi siempre resulta ser un instante cargado de simpleza, un tesoro que cotiza con el tiempo transcurrido y la magnitud de la pérdida, como un árbol rebosante de flores anclado en el jardín de la memoria.
Espacio Callejón, Humahuaca 3759, CABA
Lunes 21 hs, hasta el 28 de marzo
@circunstanciadenominadamundo
@espacio_callejon
@schimix @guidobot @casiellesnataliacarmen @matidinardo @camilasicamila @juantupacsoler
Fotos: Mora Garzón
Clandestino Maracaná
Este lugar alberga cuerpos cargados de historias. Un bar de esquina, que podría ubicarse en cualquier barrio, es escenario de lo que se dice, lo que se calla y lo que se vive. Nos llama la atención un inusual detalle: las cartas del menú portan el retrato de quien las sostiene mientras elige el plato y la bebida que acompañará sus penas y aciertos. Un poeta hundido en sus cavilaciones que de niño escupía en las iglesias, el mozo de mueca persistente, la dueña del bar y su deseo postergado de boxear, la cocinera de sonrisa triste que cocina desganada y la comida le sale amarga, las amigas con tanto para decir, la señora de negro que arrastra su soledad, el policía perturbado y el chico del delivery obligado a la hiperactividad. Los relatos se entremezclan, el rumor crece, se hace grito y catarsis.
No sabemos si a este bar le queda poco tiempo más en pie, el posible cierre de persiana convive con la posibilidad de que esos personajes no puedan desprenderse de ese ámbito de urgencias y confesiones. Paula Flaks, Soledad Leone, Micaela Minervino, Daniela Colucci, Federico Santisteban, Ignacio Pereyra, Agustín Belloli, María Laura Tarchini y Martín Ojea son las actrices y actores que dieron cuerpo, sentimiento y voz a los personajes que “están regidos por cierta desesperación, incertidumbre, la idea de un aquí y ahora extraño, algo los une y este lugar los reúne”, afirma el actor, dramaturgo y director de Clandestino Maracaná, Marcelo Pérez.

“En este bar se percibe el paso del tiempo, cierta extrañeza, una atmósfera de no tiempo. Los actores y las actrices rápidamente se entregaron a mi lenguaje y a su vez, siempre hubo un intercambio en cuanto a ellos como intérpretes. Eso generó algo muy rico y ese proceso de creación es mi parte favorita”, cuenta Marcelo. “La obra es divertida, singular y a la vez es una piña, queremos que la vean muchas personas y más allá de las dificultades, poder sostenerla en esto que es el teatro independiente” .
Todo lo necesario se funde en este lugar: la nutrición del encuentro, de la amistad, de la comida, los sueños que quedaron en el camino y los que —si nos calzamos los guantes y subimos al ring— todavía aguardan ser conquistados.
El Tinglado, Mario Bravo 948, CABA
Viernes 22 hs
@clandestinomaracana
@eltingladoteatro
Foto: Emmanuel Melgarejo
Jam de Improvisación Teatral
Esta nueva propuesta de MU Trinchera Boutique combina imaginación y diversión. En su primer capítulo, la consigna estrella de la improvisación desató carcajadas y les participantes demostraron gran talento para sacar de la galera infinidad de situaciones desopilantes. Casi todas las personas que concurrieron se anotaron para participar del juego, aunque no es requisito imprescindible, también se puede ser espectador/a y disfrutar del show.
El evento contará con la conducción de La Maura y Lenard, quienes con su encanto y glamour explicarán a les presentes las reglas de juego. Sorteo de equipos, rondas de improvisación siguiendo diferentes consignas, duelo de finalistas, anuncio del equipo ganador y entrega de premios serán los pasos a seguir en esta velada de viernes que promete risas y lip-sync de las anfitrionas.
Te invitamos a participar, a inventar con otres y desarrollar herramientas que exploren la creatividad grupal. Te esperamos este viernes y todos los segundos viernes de mes para jugar juntes.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 11 de marzo, 21.30 hs
@mutrincheraboutique
@soylenard
@mauricarballidx
Foto: Martina Perosa

Nota
Orgullo

Texto de Claudia Acuña. Fotos de Juan Valeiro.
Es cortita y tiene el pelo petiso, al ras en la sien. La bandera se la anudó al cuello, le cubre la espalda y le sobra como para ir barriendo la vereda, salvo cuando el viento la agita. Se bajó del tren Sarmiento, ahí en Once. Viene desde Moreno, sola. Un hombre le grita algo y eso provoca que me ponga a caminar a su lado. Vamos juntas, le digo, pero se tiene que sacar los auriculares de las orejas para escucharme. Entiendo entonces que la cumbia fue lo que la protegió en todo el trayecto, que no fue fácil. Hace once años que trabaja en una fábrica de zapatillas. Este mes le suspendieron un día de producción, así que ahora es de lunes a jueves, de 6 de la mañana a cuatro de la tarde. Tiene suerte, dirá, de mantener ese empleo porque en su barrio todos cartonean y hasta la basura sufre la pobreza. Por suerte, también, juega al fútbol y eso le da la fuerza de encarar cada semana con torneos, encuentros y desafíos. Ella es buena jugando y buena organizando, así que se mantiene activa. La pelota la salvó de la tristeza, dirá, y con esa palabra define todo lo que la rodea en el cotidiano: chicos sin futuro, mujeres violentadas, persianas cerradas, madres agotadas, hombres quebrados. Ella, que se define lesbiana, tuvo un amor del cual abrazarse cuando comenzó a oscurecerse su barrio, pero la dejó hace apenas unas semanas. Tampoco ese trayecto fue fácil. Lloró mucho, dirá, porque los prejuicios lastiman y destrozan lazos. Hoy sus hermanas la animaron a que venga al centro, a alegrarse. Se calzó la bandera, la del arco iris, y con esa armadura más la cumbia, se atrevió a buscar lo difícil: la sonrisa.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Al llegar al Congreso se pierde entre una multitud que vende bebidas, banderas, tangas, choripán, fernet, imanes, aros, lo que sea. Entre los puestos y las lonas que cubren el asfalto en tres filas por toda Avenida de Mayo hasta la Plaza, pasea otra multitud, mucho más escasa que la de otros años, pero igualmente colorida, montada y maquillada. El gobierno de las selfies domina la fiesta mientras del escenario se anuncian los hashtag de la jornada. Hay micros convertidos en carrozas a fuerza de globos y música estridente. Y hay jóvenes muy jóvenes que, como la chica de Moreno, buscan sonreír sin miedo.
Eso es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Sobre diagonal norte, casi rozando la esquina de Florida, desde el camión se agita un pañuelazo blanco, en honor a las Madres, con Taty Almeyda como abanderada. Frente a la embajada de Israel un grupo agita banderas palestinas mientras en las remeras negras proclaman “Nuestro orgullo no banca genocidios”. Son quizá las únicas manifestaciones políticas explícitas, a excepción de la foto de Cristina que decora banderas que se ofrecen por mil pesos y tampoco se compran, como todo lo mucho que se ofrece: se ve que no hay un mango, dirá la vendedora, resignada. Lo escaso, entonces, es lo que sobra porque falta.
Y no es Orgullo.

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org


Foto: Juan Valeiro/lavaca.org

Foto: Juan Valeiro/lavaca.org
Nota
Cómo como 2: Cuando las marcas nos compran a nosotros

(Escuchá el podcast completo: 7 minutos) Coca Cola, Nestlé, Danone & afines nos hacen confiar en ellas como confiaríamos en nuestra abuela, nos cuenta Soledad Barruti. autora de los libros Malcomidos y Mala leche. En esta edición del podcast de lavaca, Soledad nos lleva a un paseíto por el infierno de cómo se produce, la cuestión de la comida de verdad, y la gran pregunta: ¿quiénes son los que realmente nos alimentan?
El podcast completo:
Con Sergio Ciancaglini y la edición de Mariano Randazzo.
Nota
Elecciones: lo que ven y sienten los jubilados para el domingo y después
Otro miércoles de marcha al Congreso, y una encuesta: ¿cuál es el pronóstico para el domingo? Una pregunta que no solo apunta a lo electoral, sino a todo lo que rodea la política hoy, en medio de una economía que ahoga: la que come en el merendero; el que no puede comprar medicamentos; el que señala a Trump como responsable; la que lo lee en clave histórica; y los que aseguran que morirán luchando, aunque sean 4 gatos locos. Crónica y fotos al ritmo del marchódromo.
Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla
Fotos Juan Valeiro
El domingo son las elecciones legislativas nacionales pero también es fin de mes, y Sara marchó con un cartel que no necesitaba preguntas ni explicación: “Soy jubilada y como en un merendero”.
Tiene 63 años, es del barrio Esperanza –Merlo, oeste bonaerense–, y para changuear algo más junta botellas y cartón, porque algunos meses no le alcanza para medicamentos: “El domingo espero que el país mejore, porque todos estamos iguales: que la cosa cambie”.

El miércoles de jubilados y jubiladas previo a las elecciones nacionales de medio término –se renuevan 127 diputados y 24 senadores– tuvo, al menos, tres rondas distintas, en una Plaza de los Dos Congresos cerrada exclusivamente para manifestantes. Nuevamente el vallado cruzó de punta a punta la plazoleta, y los alrededores estuvieron custodiados por policías de la Ciudad para que la movilización no se desparramara ni tampoco avanzara por Avenida de Mayo, sino que se quedara en el perímetro denominado “marchódromo”. Un grupo encaró, de todas formas, por Solís, sobrepasó un cordón policial y dobló por Alsina, y se metió de nuevo a la plaza por Virrey Cevallos, como una forma de mostrar rebeldía.
Unos minutos antes, un jubilado resultaba herido. Se trata de Ramón Contreras, uno de los rostros icónicos de los miércoles que llegó al Congreso cuando aún no estaba vallado después de la marcha por el recorte en discapacidad, y mientras estaba dando la ronda alrededor del Palacio un oficial lo empujó con tanta fuerza que cayó al suelo. “Me tiraron como un misil –contó a los medios–. Me tienen que operar. Tengo una fractura. Me duele mucho”. La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) presentó una denuncia penal por la agresión: “Contreras fue atacado sin razón y de manera imprevista”.

La violencia desmedida, otra vez, sobre los cuerpos más débiles y más ajustados por un Gobierno que medirá esa política nuevamente en las urnas. Jorge, de 69 años, dice que llega con la “billetera muerta”. Y Julio, a su lado, resume: “Necesito tener dos trabajos”.
Juan Manuel es uno de esos jubilados con presencia perfecta cada miércoles. Una presencia que ninguna semana pasa desapercibida. Por su humor y su creatividad. Tiene 61 años y cada movilización trae mínimo un cartel original, de esos que hacen reír para no llorar. Esta vez no sólo trae un cartel con una inscripción; viene acompañado de unas fotocopias donde se leen una debajo de la otra las 114 frases que creó como contraofensiva a la gestión oficialista.
La frase 115 es la de hoy: “Milei es el orificio por el que nos defeca Trump”.

Muestra la lista que arrancó previo a las elecciones de octubre de 2023. Sus primeras dos creaciones:
- “Que no te vendan gato por león”.
- “¿Salir de la grieta para tirarse al abismo?”.
Y elige sus dos favoritas de una nómina que seguirá creciendo:
Sobre el veto al aumento de las jubilaciones: “Milei, paparulo, metete el veto en el culo”.
Sobre el desfinanciamiento de las universidades: “Milei: la UBA también tiene las facultades alteradas”.
Juan Manuel le cuenta a lavaca lo que presagia para él después de las elecciones: “Se profundizará el desastre, sea porque pierda el gobierno o porque gane, de cualquier forma tienen la orden de hacer todo tipo de reformas. Como respuesta en la calle estamos siendo 4 gatos locos, algo que no me entra en la cabeza porque este es el peor gobierno de la historia”.

Sobre el cierre de la marcha, en uno de los varios actos que se armaron en esta plaza, Virginia, de Jubilados Insurgentes y megáfono en mano, describió que la crisis que el país está atravesando no es nueva: “Estuvo Krieger Vassena con Onganía, Martínez de Hoz con la última dictadura, Cavallo con Menem, Macri con Caputo y Sturzenegger, que son los mismos que ahora están con este energúmeno”. La línea de tiempo que hiló Virginia ubica ministros de economía con dictaduras y gobiernos constitucionales en épocas distintas, con un detalle que a su criterio sigue permaneciendo impune: “La economía neoliberal”.
Allí radica la lucha de estos miércoles, dice. Su sostenibilidad. Porque el miércoles que viene, pase lo que pase, seguirán viniendo a la plaza para continuar marchando. “Estar presente es estar activo, lo que significa estar lúcido”, define.

Carlos Dawlowfki tiene 75 años y se convirtió en un emblema de esa lucidez luego de ser reprimido por la Policía a principio de marzo. Llevaba una camiseta del club Chacarita y en solidaridad con él, una semana después la mayoría de las hinchadas del fútbol argentino organizaron un masivo acompañamiento. Ese 12 de marzo fue, justamente, la tarde en que el gendarme Héctor Guerrero hirió con una granada de gas lacrimógeno lanzada con total ilegalidad al fotógrafo Pablo Grillo (todavía en rehabilitación) y el prefecto Sebastián Martínez le disparó y le sacó un ojo a Jonathan Navarro, quien al igual que Carlos también llevaba la remera de Chaca.
Carlos es parte de la organización de jubilados autoconvocados “Los 12 Apóstoles” y habla con lavaca: “Hoy fui a acompañar a las personas con discapacidad y me di cuenta el dolor que hay internamente. Una tristeza total. Y entendí por qué estamos acá, cada miércoles. Y sentí un orgullo grande por la constancia que llevamos”.
La gente lo reconoce y le pide sacarse fotos con él. “Estás muy solicitado hoy”, lo jode un amigo. Carlos se ríe, antes de ponerse serio: “Hay que aceptarlo, hoy somos una colonia. Pasé el 76 y el 2001, y nunca vi una cosa igual en cuanto a pérdida de soberanía”. De repente, le brota la esperanza: “Pero después del 26, volveremos a ser patria. Esperemos que el pueblo argentino tenga un poquito de memoria y recapacite. Lo único que pido es el bienestar para los pibes del Garrahan y con discapacidad. A mí me quedarán 3, 4, 5 años; tengo un infarto, un stent, así que lucho por mis nietos, por mis hijos, por ustedes”.

Carlos hace crítica y también autocrítica. “Nosotros tenemos un país espectacular, pero nos equivocamos. Los mayores tenemos un poco de culpa sobre lo que ocurrió en las últimas elecciones: no asesoramos a nuestros nietos e hijos sobre lo que podía venir y finalmente llegó. Y en eso también tiene que ver la realidad económica. Antes nos juntábamos para comer los domingos, ahora ya no se puede. No le llegamos a la juventud, que votó a la derecha, a una persona que no está en sus cabales”.
Remata Carlos, antes de que le pidan una selfie: “Nosotros ya estamos jugados pero no rendidos. Estos viejos meados -como nos dicen- vamos a luchar hasta nuestra última gota. Y cuando pasen las elecciones, acá seguiremos estando: soñando lo mejor para nuestro país”.


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