Nota
Encuentro de Pensamiento Fotográfico: Por qué no un encuentro porque sí…
Arrancó el EPF, pero lo importante es que sigue.
Más de 50 fotógrafos y fotógrafas se reunieron en Mu.Punto de Encuentro el pasado 6 de marzo para debatir sobre un montón de temas que, coincidieron, no se enseñan – ni se discuten- en ninguna escuela de fotografía.
El disparador fue el espacio público. La calle.
Con esa excusa surgieron proyecciones de distintos colectivos que acompañaron las fotos contando el proceso de trabajo, la interiorización con el tema, la intimidad lograda, la mirada impresa.
Fue inevitable relatar la génesis de cada colectivo, tan apegada al motivo de la charla: la calle.
Hacer y pensar
Los integrantes de En la vuelta cocieron su colectivo al calor del asfalto, de movilizaciones y acompañando a personas en situación de calle que consiguieron luego asilo en residencias y hoteles. Presentaron dos trabajos: uno sobre la toma y el violento desalojo del Parque Indoamericanao; y otro, un impactante ensayo que retrataba la vida dentro de la residencia Monteagudo. En la charla rememoraron el proceso – que en casos de algunos integrantes duró hasta un año entero- que les permitió penetrar la intimidad y la confianza de quienes allí vivían.
Así se motivaron discusiones sobre cómo llegar a esa mimetización, si es posible tal cosa, o al menos cómo imprimir una mirada que grite lo que esos cuerpos dicen.
En el medio brotó una pregunta, que vinculaba lo artístico del trabajo al trabajo mismo: ¿Y qué hicieron con eso?
En la vuelta contó que la secuencia de fotos de un edificio tomado se inauguró en el propio lugar, con quienes vivían como protagonistas y espectadores de esa vivencia.
Siguiendo la temática del espacio público, el fotógrafo Hernán Cardinale, integrante del equipo de fotógrafos de lavaca y uno de los organizadores del encuentro, acercó un tema candente: la resistencia generada a partir del enrejamiento del Parque Centenario. Mostró principalmente fotos de los días de la represión, el 28 y 29 de enero, con la Policía Metropolitana como protagonista. Hernán participa de la asamblea del parque, pero en ese momento gozó de la impunidad de un reportero: las imágenes muestran en primer plano los golpes, las corridas, las sensaciones que producía el enfrentamiento. Fue quizá el trabajo más gráfico en cuanto a lo pornográfico de cómo el gobierno porteño limita el acceso al espacio, y obliga a repensar qué es lo público y qué es lo privado.
Luego fue el turno de la Cooperativa SUB, sin que haya turnos. El espacio fue rodando según una organización primitiva previa que organizó estos trabajos, pero que se irrumpía siempre que brotaban preguntas, debates y discusiones. “La idea que proyectemos trabajos de los colectivos es que sean el puntapié para discutir cuestiones que nos interesen”, resumió Julieta Colomer, integrante del equipo de fotógrafos de lavaca y una de las organizadoras del encuentro.
Los Subcoop rompieron el molde: nada de desalojados, ni reprimidos ni explotados. En todo caso, eso formó parte de su origen como cooperativa: contaron cómo se conocieron y se hicieron conocidos – participan y participaron en numerosos medios nacionales e internacionales- retratando historias atravesadas por la resistencia de trabajadores, campesinos, pueblos originarios o artistas que peleaban por lo suyo. Pero al EPF trajeron un material que dio para reflexionar: se metieron en un country a fotografiar durante tres semanas a una misma familia.
La intimidad lograda sorprende. En la cama, en la cocina o en el baño. Las mucamas, los autazos, los caprichos de quienes viven encerrados estaban congelados por estas fotos que debieron reservar bajo la promesa de no difundirlas en medios nacionales. Tal fue la cláusula que motivó a la familia a mostrarse descaradamente, aún, dijo Nicolás, “no sabiendo si se daban cuenta qué queríamos mostrar o no, cosa que hasta a veces nos hacía pensar si no eran ellos los que nos usaban a nosotros”. Las fotos fueron vendidas a países como Italia donde, contaron, “no pueden creer que existan los countries. Los llaman “guetos para ricos”, y les da impresión la idea de autoencerrarse por gusto”.
A partir de esto se cruzaron voces sobre la identidad del trabajo y del material logrado.
Alguien soltó la pregunta: “¿Qué es más violento? ¿Esto o las familias desalojadas?”. La pregunta fue intentada responder sin que nadie cale en lo justo, y que el placer sea el debate.
Irene, estudiante del Instituto Fotográfico de Avellaneda, aportó dos intervenciones reveladoras: cuestionó la idea del espacio público para quienes, como ella, vienen del interior. En el impasse se sobrevoló sobre el registro que generan las cámaras de seguridad, como mirada omnipresente en el espacio público y como fotografía de la vida cotidiana.
El orden siguió con el fotógrafo Facundo Nívolo, también integrante del equipo de fotógrafos de lavaca, quien relató su paso por el colectivo Imagen Insurrecta, grupo de jóvenes del noroeste del Conurbano Bonaerense, que compartían la pasión por la fotografía y terminaron de sellar su vínculo en las movilizaciones, actos y calle.
Facundo mostró su trabajo «Pasajeros» del ferrocarril Belgrano, haciendo eje en las dos realidades que separa (un punto nodal como la Estación de Retiro) ese punto nodal de la Ciudad, y a partir de su exposición se trató un término polémico: “el fotógrafo militante”.
Hasta qué punto la militancia y la fotografía van de la mano, si son lo mismo, si una es un instrumento de la otra, si es una herramienta de lucha. Todos coincidieron que, si estaban ahí, acá, era por algo y no por mera pasión al click. Incluso muchos dijeron participar de movimientos, cooperativas, fábricas recuperadas y hasta partidos políticos. Sin embargo, se cuestionó la idea de “fotografía militante” desde el lado profesional: ¿hasta qué punto eso esconde una no profesionalidad en el trabajo? ¿quiénes queremos vivir de la fotografía? ¿quiénes vivimos de la fotografía? ¿se puede vivir de la militancia?
En ese ambiente de reflexión colectiva, sin prejuicios ni peroratas, se proyectó el colectivo Indómita Luz, que además mantiene una revista bimensual y temática sobre la imagen. Las tres mujeres presentes hicieron pie en las movilizaciones e interpusieron una práctica hasta entonces no presentada: la fotografía como intervención. La idea que deslizaron tuvo que ver con romper las imágenes habituales de marchas y actos a partir de generar un estilo particular de foto, lo cual requiere una idea y un trabajo previo. Así mostraron su trabajo en la marcha del orgullo gay, donde llevaron dos conceptos: un sencillo marco de cuadro que enmarcaba lo que el fotografiado decidía; y una más sencilla aún hoja en blanco en la que cada uno escribía “cuál era su orgullo”. El resultado, relataron, fue que dentro de la marcha misma se armó un microespacio que revolucionaba la dinámica regular. Es decir que muchos se acercaban o miraban qué estaba pasando a partir de la idea generada por la foto. Los resultados estaban a la vista.
Entonces se habló sobre la “predisposición” del fotografiado: las fotos documentadas con o sin el aval del protagonista del cuadro. ¿Cuál es más fácil o difícil de lograr? ¿Cuál es más verdadera?
Por último se proyectó un trabajo que mostró en paralelo dos fotos: la foto del mismo lugar exacto, pero diez años después. La secuencia relacionó 2001 con 2011. De las imágenes de aquella época se recordaron las de Pepe Mateos en Puente Pueyrredón y otras movilizaciones sociales, como la que terminó con la vida de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. La imagen actualizada encontró también a movilizaciones, pero éstas en recordatorio de aquellas muertes, una buena forma de hacer imagen una continuidad generada por la represión social y que enaltece el rol del periodismo: Mateos registró en aquella oportunidad a los policías que hoy rinden cuentas por la muerte de Santillán.
Sus fotos no serían publicadas en el Clarín del día siguiente, que en cambio titulaba impunemente: “La crisis causó dos nuevas muertes”.
Las fotos de Mateos y Mateos mismo generaron otra pregunta sin respuesta, pero que alentó un movimiento de mentes: “Si Mateos fuese militante, ¿hubiese sacado la foto o ayudado a Maxi?”, arrojó Irene.
El último expositor fue un joven del PTS que se confesó más militante que fotógrafo, y cuyos trabajos giraban en torno a la documentación de movilizaciones para un periódico partidario.
Por último, y a partir de reflexiones generadas por las últimas fotos, se habló de los medios comerciales, con un temario desordenado y nunca acabado: al servicio de quién ponemos el material, la masivización de una fotografía militante, qué van a decir de esas fotos, cómo filtrar lo que no se muestra, el rol de Internet.
Se dejaron picando varios temas inabarcables, pero que en la discusión misma van generando ideas y nuevos debates que acomodan al rol del fotógrafo tal cual fue pensado en este espacio.
Alentados por ese entusiasmo, los organizadores propusieron continuar, al menos una vez por mes, y una lista de contactos giró para asegurar las ganas: ya te enterarás del próximo encuentro.
Por que NO un encuentro porque SI…
Desde Lavaca te invitamos a un nuevo espacio de pensamiento para hacer foco crítico
sobre la fotografía y la mirada, sobre lo estético y lo político, y pensar los modos de mirar para re-pensar nuestra época… Un lugar para debatir, compartir, intercambiar y crecer…
La entrada es libre y gratuita.
Para participar de las proyecciones o recibir más info comunicate con nosotros a través de nuestro mail: [email protected]
Nota
Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

Los feminismos siguen siendo el único movimiento que tiene la capacidad de transversalizar la unidad, amplia, y poner en Avenida de Mayo, de cara a Plaza Congreso, cuadras y cuadras de columnas que van desde el sindicalismo, a los movimientos sociales, a la izquierda, al kirchnerismo.
Aún cuando por Hipólito Yrigoyen ingrese la enorme columna de la intersindical feminista seguida por poco del oficialismo; y por el otro costado, por Avenida de Mayo, ingrese la izquierda; todos los espacios comparten plaza a menos de un mes de elecciones generales que definen quién presidirá el país.
Esa es la noticia: seguimos transversalmente en la calle.
Video: Sebastián Smok.
De la economía popular a la formal
“Creían que el movimiento había desaparecido porque no estaba en la calle, pero estábamos en cada uno de nuestros territorios, ahí también damos la batalla y la lucha”, dice Leonor Cruz, Secretaria de Géneros y Diversidad de la CTA Autónoma, frente a la enorme columna de trabajadoras que son protagonistas de esta marcha. Las tres banderas que encabezan: UTEP, CTA y CTA Autónoma. De la economía popular a la economía formal, todas adentro.

Junto a ellas también marchan familias de víctimas de femicidios: Marta y Guillermo, mamá y papá de Lucía Pérez; y Daniel y Susana, papá y mamá de Cecilia Basaldúa, que salieron desde la sede de MU junto a un grupo de mujeres que les siguen con los pañuelos blancos que bordan dos palabras: Nunca Más.

No con el FMI
Dice Leonor: “La derecha más fascista de nuestro país tiene una agenda muy clara contra el feminismo, quieren ir contra cada uno de los derechos que hemos conquistado con sangre y a fuerza de lucha; pero no lo vamos a permitir. Estamos en la más amplia y diversa unidad de vuelta en la calle porque a la derecha la vamos a enfrentar, pero también vamos a decir: no es con el FMI, porque somos las trabajadoras, las precarizadas, las compañeras del barrio, las que más sufren el ajuste”.
Leonor llegó a Plaza Congreso desde Tucumán, trayendo lo que se ve fuera del centro porteño: “En nuestra Argentina profunda lo que se ve es la pobreza, en todas sus dimensiones, pero el movimiento feminista en la provincia es lo más fuerte que hay, es donde está la unidad y donde nosotras resistimos”.
Sobre la transversalidad habla también Silvia León, referente de ATE Nacional: “Hoy el objetivo tiene que ser que las derechas no avancen en nuestro país. Los 30 mil compañeros desaparecidos y muertos no murieron en vano, y las víctimas de femicidio tampoco”.
Silvia, rodeada de pañuelos verdes, sostiene junto a las familias de víctimas de femicidios, que tienen las fotos de sus hijas colgando en el pecho, los pañuelos blancos. Los feminismos honran el legado que los derechos humanos construyeron en la calle, con los pies. Dice Silvia: “Nosotras peleamos por soberanía, por educación, por salud, y también seguimos el camino de las Madres, las Abuelas, de los 30 mil, pero también de los familiares. Hay un tiempo que se termina, el de la verticalidad, el del verticalismo y del patriarcado, ahora toca construir transversal y federalmente”

Significado de la libertad
Marta y Guillermo, llegaron desde Mar del Plata a las siete de la mañana; junto a Susana y Daniel, se colgaron las fotos de sus hijas en el pecho: Lucía Pérez y Cecilia Basaldúa, dos femicidios territoriales emblemáticos, donde las tramas narco barriales marcaron como alerta una emergencia que traen las periferias.
¿Por qué recorrer la Ruta 2 durante toda la noche para marchar? Contesta Marta Montero, mamá de Lucía: “Para gritar que no vamos a permitir perder nuestros derechos, lo que hemos conquistado en este tiempo de lucha que no es solo el reciente, me voy más lejos: en este tiempo de democracia que es el tiempo en el que podemos salir, podemos luchar, y también decir lo que pensamos. Todo esto está en peligro, no podemos permitir que venga alguien a decirnos lo que tenemos o lo que podemos hacer, que corten nuestros derechos y lo conseguido: por ejemplo un ministerio. Todas las mujeres no tenemos la suerte de que nos acompañen los gremios, las organizaciones; hay muchas mujeres que están solas, pero vos sabés que hay una puerta que podés golpear y que se va a abrir. Ahora corremos el peligro de que todo eso se termine».

Marta Montero y Guillermo Pérez, los padres de Lucía (Foto: Sebastián Smok)
¿Por qué creés que quieren que se termine?
Porque somos muchas, hemos tomado la calle, hemos salido, y nuestra palabra se ha hecho escuchar. Y así hemos logrado cambios: el más importante fue el aborto legal. Es imposible no pensar hoy en día que una mujer no tiene derecho de poder decidir sobre su vida.Yo soy una persona de fe, creo en dios, en la virgen, pero no creo en que alguien pueda decirnos que esto tiene que ser de una sola manera porque creo en la libertad de las personas, y si alguien no quiere tener un hijo es respetable.
Libertad es una palabra hoy disputada, ¿qué significa?
Libertad significa levantarme, salir a la calle y decir lo que pienso sin censura de nadie, poder acompañar a alguien, poder hablar, poder estar. El libertario es otra cosa: son los que nos quieren vender que vamos a estar mejor por cosas que no terminamos ni de entender, es un juego de palabras siniestro que termina en opresión.

Foto: Sol Tunni.
¿Qué tienen que hacer los movimientos feministas?
No los tenemos que dejar avanzar. A mí no me representa una persona que esté con una agresividad tal que se le nota, en su manera de hablar, de moverse, a mi no me representa esa violencia, pero estamos viviendo en un momento muy difícil que hoy todo es violencia. El enojo hoy está peor que nunca, o tal vez tenga otra visibilidad, antes se tapaba más, hoy lo ves en un medio, en una red social, es más visible, por eso parece que pasa más.
¿Cómo volvemos para volver a ser marea?
Es muy importante creer en nosotras mismas, en el valor que nosotras tenemos, valorar quienes somos. Es muy importante no tener miedo, no tener miedo al ridículo, estar seguras de lo que hacemos, de lo que queremos y si tenemos que salir a defender a una compañera, a una hermana, salir y hacerlo con convicción propia. Lo más libre que una puede hacer es salir. Si no es con cada una de nosotras, hasta acá no se hubiese llegado, sin las mujeres luchando por su propia vida, las más grandes ayudando a las más chicas, y las más chicas, por ellas mismas. Esa es la hermandad, todas nos necesitamos, yo sola no puedo, te necesito a vos, a otra, a la hermana, sola es imposible. Necesitamos la confianza en nosotras mismas, evitar la competencia. Nosotras luchamos por la vida, por eso luchamos por todas. Solas no llegamos a nada, pero juntas llegamos a todo.

Daniel y Susana (padres de Cecilia Basaldúa), Guillermo y Marta. Foto Sebastián Smok.



Foto Sol Tunni.

Foto: Sol Tunni

Foto: Sebastián Smok
Nota
Resultados en la Cumbre Científica de Naciones Unidas: Argentina con agrotóxicos al 100%

El total (100%) de participantes argentinos en una investigación internacional sobre agrotóxicos “presentó un rango de 6 a 13 plaguicidas en orina, un rango de 2 a 10 plaguicidas en sangre y un rango de 0 a 18 plaguicidas en materia fecal”. El problema incluye a personas que viven lejos de las fumigaciones, por lo que se consideró a estos plaguicidas como «omnipresentes». Se encontraron además los venenos en los alimentos, el polvo del hogar, los granos de cultivos, animales, alimentos para animales, suelos y agua.
A través de una conferencia virtual desde Nueva York, durante más de 3 horas, el proyecto SPRINT reveló este miércoles 27 -Día de la Salud Ambiental- los resultados del estudio realizado en Europa y en la provincia de Buenos Aires (como principal exportadora de soja para alimentación animal).
Entre los venenos detectados están obviamente el glifosato (genotóxico y probable cancerígeno) y el clorpirifos (que pese a estar prohibido en Argentina se sigue vendiendo hasta en los supermercados). El informe señala además los “cócteles”, que mezclan químicos para aumentar la potencia de cada veneno, reuniendo hasta 120 plaguicidas.
La dirección del INTA prohibió a la doctora Virgina Aparicio (que integró en la investigación) participar en cualquier instancia actual del proyecto, y hablar con la prensa, siendo que se trata de un tema de salud pública.
Algunos de los datos que, pese al silencio y a la mordaza oficial, se revelaron en el marco de la Cumbre Científica de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
En alimentos: “el total de participantes argentinos presentó un rango de 6 a 22 plaguicidas en la muestra de alimentos”.
En el polvo del hogar: “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 43 a 86 plaguicidas en polvo del hogar”.
Granos de cultivos: “el total de muestras analizadas en Argentina presentó un rango de 0 a 8 plaguicidas en grano”.
En animales: “el total de animales analizados en Argentina presentó un rango de 1 a 12 plaguicidas en orina, un rango de 0 a 16 plaguicidas en materia fecal”. (Los de sangre continúan pendientes).
En alimento para animales: “un rango de 5 a 25 plaguicidas en alimento animal”.
En suelos: “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 0 a 12 plaguicidas en suelo”.
Agua superficial: en “el total de muestras analizadas presentó un rango de 10 a 28 plaguicidas en agua superficial”.
Por Anabel Pomar

Resultado global presentado sobre las concentraciones de glifosato en seres humanos. Argentina lidera esa tabla con absoluta comodidad.
En el día de la celebración del día de la salud ambiental, miércoles 27 de septiembre, en Nueva York, EE. UU., en el marco de la Cumbre Científica de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGA78) por primera vez para grandes audiencias pudieron conocerse parte de los resultados del proyecto europeo SPRINT (siglas en inglés de Transición Sostenible de Protección Vegetal: Un Enfoque de Salud Global 2020/2025).
¿Qué es el SPRINT? Es un proyecto financiado por La Unión Europea (UE) que busca identificar los residuos de los agrotóxicos, en ecosistemas y en humanos, y analizar el peligro de la sinergia (la combinación o mezcla) entre los plaguicidas hallados. Esto último, algo jamás contemplado a la hora de aprobar esos peligrosos venenos en el mercado, ni en el llamado “viejo continente”, ni en nuestro país.
En 2021 los muestreos en el marco de ese proyecto además de realizarse en los 10 países europeos participantes se ampliaron a la provincia de Buenos Aires.
¿Por qué se incluyó a nuestro país? Por ser el principal exportador de soja para alimentación animal al mercado europeo.
Entre las principales conclusiones del evento de este miércoles en NY, pudieron escucharse las voces de expertas y académicos participantes de ese proyecto. Contaron, basados en rigurosa información, cómo los agrotóxicos usados en la agricultura veneno-dependiente están contaminándolo todo. Cuerpos, comida y ambientes. Una de las palabras que más se repitió en las presentaciones, fue “omnipresente”. Los agrotóxicos están en todos lados: incluso en donde no son utilizados.
Entre los cuadros con centenares de nombres de moléculas químicas usadas en la agricultura, destacan algunos de los agrotóxicos más fumigados en nuestro país. El herbicida glifosato, y su metabolito AMPA, en los primeros puestos. Y para los muestreos en Argentina, en cantidades hasta tres veces superiores en algunas matrices. También el clorpirifos, recientemente prohibido en el país pero que se puede seguir comprando en cualquier góndola de supermercado en el sector de insecticidas.

Resultados de plaguicidas en las muestras en orina.
El momento de la presentación es importante ya que este próximo 13 de octubre la Unión Europea deberá votar si decide re-autorizar el uso del glifosato. Desde la coordinación del SPRINT aseguraron que a la brevedad la información –que ya fue presentada en la euro-cámara– será publicada y distribuida al público general para lograr mayor difusión. También aseguraron que esperan que tales resultados impidan que se concrete la renovación del peligroso herbicida.
Omnipresentes
Ver la presentación de esos estudios que respaldan una afirmación que muestra la magnitud del daño, estremece. Hasta las personas que consumen o producen alimentos sin usar agrotóxicos tienen sus cuerpos contaminados. Y aquellas que consumen alimentos libres de agrotóxicos, también. El cuadro completo muestra que la exposición ambiental llega a todas las personas, no solo a quienes producen con venenos o viven en zonas rurales. Y por todas las rutas de exposición.

Los resultados de los venenos en materia fecal.
En los hogares
Como ejemplo se puede mencionar lo que se encontró al medir el polvo de hogares, presentado por Daniel M. Figueiredo, de la Universidad de Utrecht de Países Bajos. Los resultados indican que los agrotóxicos llegan a impactar en los organismos más por los ambientes que por la dieta misma: también son una ruta de exposición directa. El más detectado es el glifosato y su metabolito AMPA, en un cóctel de sustancias químicas peligrosas en un rango de entre 25 y 120 plaguicidas.
Otra constante: los cócteles de agroquímicos. No hay una sola sustancia sino decenas o cientos, mezcladas para aumentar la potencia del veneno. En el caso presentado impactaban tanto a los vecinos de producciones convencionales cómo orgánicas.
A su turno, Hans Mol de la Universidad de Wageningen de Países Bajos, en la presentación de lo hallado en muestras de fluidos humanos –en los que el glifosato vuelve a estar entre lo más detectado. Los resultados señalan que hay presencia del herbicida genotóxico y probable cancerígeno en orina en el 86,1% de los argentinos muestreados y en el 35,2% de los europeos, mientras al analizar las heces humanas se detecta ese plaguicida en el 70,5% de las personas residentes en Europa y en el 100% de los bonaerenses.
Para el caso del clorpirifos, el 3,7% de europeos tiene en sus heces ese tóxico, mientras que para la Argentina el número asciende a 37,7%. Nuevamente salimos campeones, esta vez de otro podio tóxico.
La mordaza
En la conferencia virtual –toda en inglés– que duró tres horas y a la que asistió lavaca y aproximadamente un centenar de personas conectadas desde distintas partes del mundo, no estuvo la investigadora a cargo del proyecto en Argentina, la doctora Virginia Aparicio.
Lavaca consultó a la investigadora del INTA el porqué de su ausencia que para la decena de personas conectadas desde Argentina no pasó desapercibida. Aparicio no tiene autorizado por orden directa de la dirección de ese organismo estatal participar de ninguna instancia del SPRINT, ni hablar con la prensa.
Lavaca se comunicó con el INTA (socio número 16 identificado como CSS11-Buenos Aires dentro del proyecto SPRINT) pero nuevamente, como sucede desde hace meses, no hubo respuesta oficial.
El organismo público impidió que hasta el día de hoy los resultados de lo muestreado en nuestro país se difunda. En julio de este año, pese a esa censura oficial, la vaca pudo conocer los resultados de ese muestreo en territorio y población bonaerense y publicarlo.
Del muestreo en Argentina participaron 73 personas. De las 73, 1/3 consumidoras, 1/3 habitantes de pueblos pequeños y “vecinos de productores”. Y 1/3 productores agropecuarios de los cuales la mitad usa plaguicidas y la otra mitad trabaja agroecológicamente. También se incluyó un monitoreo en 14 establecimientos rurales. Se tomaron pruebas en ambiente, alimentos, grano y muestras biológicas en animales.
“El total de participantes argentinos presentó un rango de 6 a 13 plaguicidas en orina, un rango de 2 a 10 plaguicidas en sangre y un rango de 0 a 18 plaguicidas en materia fecal” es una de las revelaciones de la investigación.
En los ambientes en los que esas personas se mueven a diario, “el total de participantes argentinos presentó un rango de 7 a 53 plaguicidas en las pulseras” de detección.
La vida cotidiana asediada
En las consideraciones preliminares de esos estudios personales que trascendieron se consigna: “Las mezclas de residuos de plaguicidas están presentes en los cuerpos humanos. Las personas se exponen a los plaguicidas en su vida cotidiana (datos de pulseras). La mayoría de los residuos son peligrosos para el ecosistema y los humanos”.
En alimentos, “el total de participantes argentinos presentó un rango de 6 a 22 plaguicidas en la muestra de alimentos”.
En el polvo del hogar, en “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 43 a 86 plaguicidas en polvo del hogar”.
Granos de cultivos, en “el total de muestras analizadas en Argentina presentó un rango de 0 a 8 plaguicidas en grano”.
En animales, en “el total de animales analizados en Argentina presentó un rango de 1 a 12 plaguicidas en orina, un rango de 0 a 16 plaguicidas en materia fecal”. (Los de sangre continúan pendientes).
En alimento para animales, en “un rango de 5 a 25 plaguicidas en alimento animal”.
En suelos, “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 0 a 12 plaguicidas en suelo”.
Agua superficial (en la zona de trabajo de SPRINT) en “el total de muestras analizadas presentó un rango de 10 a 28 plaguicidas en agua superficial”.
Nota
Tucumán: condenan a un funcionario judicial y en el fallo recomiendan colgar placas en Tribunales que digan «un ambiente violento de trabajo afecta el servicio de justicia»
Un funcionario judicial de Tucumán fue condenado por abuso sexual: 4 años, obligación de reparación económica, capacitación y placas en Tribunales. El hecho no es aislado: el Observatorio Lucía Pérez lleva adelante un registro que incluye 420 funcionarios (integrantes del Poder Ejecutivo, Poder Legislativo, Poder Judicial, de las cúpulas de las Fuerzas de Seguridad y de la Iglesia Católica) denunciados por violencia de género. Los argumentos e implicancias de un fallo ejemplar.
Jorge Edmundo Mistretta, exjefe de despacho de la Secretaría Electoral del Juzgado Federal N° 1 de Tucumán, jubilado desde 2019, fue condenado a cuatro años por abuso sexual contra dos de sus empleadas. Los abusos ocurrieron en 2013 y 2015: incluye tocarle los pechos a una de ellas y querer besarla, comentarios sexuales groseros, e intento de tocar a otra de las denunciantes.
En el fallo del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tucumán, compuesto por la jueza María Noel Costa, y los jueces Carlos Enrique Jiménez Montilla y Enrique Lilljedhal, se ordenó:
- La inmediata detención, aunque cumplirá prisión domiciliaria por su estado de salud.
- Una indemnización de $4.4 millones de pesos y 3.6 millones de pesos para cada una de las víctimas.
- La realización de un programa de capacitación sobre perspectiva de género y en política de prevención, sanción y eliminación de la violencia contra la mujer.
- Se solicitó a Recursos Humanos de la Corte Suprema de Justicia Nacional que “se arbitren los mecanismos administrativos necesarios por una medida restaurativa que contemple la incorporación a una de las oficinas judiciales de esa jurisdicción -de la Cámara o del Tribunal Oral -, debiendo garantizar la ‘no revictimización’ de una de las víctimas”.
- Además se recomendó que se coloquen placas en tribunales donde sucedieron los hechos que digan: “Un ambiente violento de trabajo afecta el servicio de justicia. No a la violencia ni al acoso”.
Los fundamentos se conocerán el próximo 29 de septiembre.
El “caso” no es aislado. El Observatorio Lucía Pérez lleva adelante un registro de denuncias por violencia de género contra integrantes del Poder Ejecutivo, Poder Legislativo, Poder Judicial, de las Fuerzas de Seguridad y de la Iglesia Católicas.
El registro incluye ya 420 funcionarios denunciados, entre intendentes, diputados, fiscales, sargento, jueces, asesores, concejales, cabos, decano, sacerdotes y un largo etcétera. De todos los denunciados 99 son del Poder Judicial, al igual que Jorge Edmundo Mistretta; 139 del Poder Ejecutivo; 62 del Poder Legislativo; 67 de la Iglesia Católica; y 53 de las cúpulas de las fuerzas de seguridad.
El padrón de funcionarios denunciados se puede ver acá

El Estado argentino se comprometió en 2020 a llevar un registro público de funcionarios judiciales denunciados por violencia de género como parte de un acuerdo amistoso alcanzado en el marco de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Hasta el momento lo hizo de forma incompleta y escasa, por ello comenzó a realizarlo, de manera autogestiva, el Observatorio Lucía Pérez que sumó además otros poderes para completarlo y con esa información reflexionar acerca de qué relación hay entre la ausencia de políticas públicas de contención y prevención y estas prácticas impunes.
Lo que se ve: la consigna “El Estado es responsable” se hace carne en la sistematización de esta información. No lo es solamente por omisión, o ineficaz: es un Estado violento.
- NotaHace 4 semanas
Cumple un mes en Buenos Aires el Tercer Malón de la Paz y el gobierno crea una comisión investigadora por los abusos en Jujuy
- Mu186Hace 2 semanas
Tulliworld: mundo plomazo
- NotaHace 5 días
El escenario y la vida: el universo Cárdenas
- Mu185Hace 4 semanas
Parir memoria: Teresa Laborde
- Mu186Hace 2 semanas
Instituto Comunicaciones: el golazo cooperativo
- NotaHace 4 días
Tucumán: condenan a un funcionario judicial y en el fallo recomiendan colgar placas en Tribunales que digan «un ambiente violento de trabajo afecta el servicio de justicia»
- NotaHace 3 semanas
¿No pasarán? No pasarán
- Mu186Hace 2 semanas
Ana Alvarado: el objeto del arte