#NiUnaMás
Entrevista a la madre de María Julieta Riera: las pruebas de un femicidio y los beneficios a un hijo del poder
María Julieta Riera murió tras caer de un octavo piso en Paraná, Entre Ríos. La familia sospecha de su pareja, hijo de una funcionaria judicial de Entre Ríos, y según la reconstrucción del fiscal ella tenía marcas de haberse defendido. Tras estar 4 meses preso, el joven fue beneficiado con la prisión domiciliaria. «Por más dolorosa que sea, necesitamos saber la verdad», asegura la madre de Julieta, Ana, en esta entrevista en la que recuerda a su hija y analiza cómo lograr justicia desde la calle en una ciudad que clama justicia también por Fátima Acevedo: «Julieta iba a las marchas por Fátima: uno escucha los casos y nunca te imaginás que te vaya a tocar a vos».
Por Lucrecia Raimondi
“Te amamos. No te olvidamos ni te vamos a olvidar nunca. Estás siempre presente con nosotros. Y donde estés ilumina con tu luz”.
Esas palabras le dedicó Ana Brugo a su hija María Julieta Riera.
El domingo 6 de septiembre hubiera cumplido 25 años. Ana cuenta que se juntaron en familia para recordarla con mucho amor: “Le preparamos una torta y le cantamos al cielo su feliz cumple”.
La violencia machista le arrebató la vida. Según la reconstrucción del fiscal, María Julieta fue empujada desde un octavo piso por su ex pareja, José Julián Crhiste, en la madrugada del 30 de abril. El hombre intentó hacer pasar el hecho como producto de un accidente.
Christe estuvo cuatro meses detenido. Hasta la semana pasada cuando la Justicia aceptó el beneficio de la prisión domiciliaria, a cumplir por 60 días con una tobillera electrónica en la casa de su madre, una ex camarista de Entre Ríos. La familia recibió esta noticia con dolor y tristeza: “Él tendrá su derecho, pero a mí no me cabe la menor duda, porque soy su mamá, que no fue un accidente. Ella tenía muchos proyectos”.
El beneficio procesal dispuesto por la vocal de Apelaciones Carolina Castagno abrió la puerta para que la defensa del femicida de Fátima Acevedo, encontrada en Paraná el 8 de marzo después de estar una semana desaparecida, también solicite la prisión domiciliaria. El defensor oficial de Jorge Martínez analiza el fallo de Christe como precedente para su representado. El acusado de asesinar a Fátima cumple prisión preventiva en la Unidad Penal Nº1 de Paraná, la misma donde estuvo detenido Christe. “Hemos planteado los mismos argumentos, el argumento principal es que todavía no ha sido condenado y estamos hablando de una persona inocente, a veces, cuesta pensarlo pero, técnicamente, es así”, aseveró el defensor de Martínez, Jorge Sueldo, al medio local La Calle sobre pedir la morigeración de la prisión a partir de la resolución de Castagno en relación a Julián Christe.

¿Quién es Julieta Riera?
Sus familiares cuentan que Julieta era “sensible, solidaria, buena persona”. Iba a la casa de su mamá y con sus dos hermanos menores hacían las tareas de la casa. Todos los días iba a la casa de su abuela, enferma de diabetes, para ayudarla a bañarse, cambiarse y a mantener la casa. Quería terminar las materias del secundario para el año que viene empezar la carrera de abogacía. Cuenta su mamá: “El año pasado había empezado de nuevo el secundario, estaba terminando sus materias del colegio para continuar con abogacía. Tenía un proyecto armado para su vida: hacer a full las materias que le quedaban y ponerle onda con todo para el año que viene empezar la carrera. Ella quería luchar por los derechos de las personas y de los niños. Era muy justiciera. Le gusta mucho la abogacía en ese sentido”.
Su madre habla en presente. Y remarca que Julieta tenía proyectos, planes, sueños a largo plazo. “Le encantaban los elefantes, amaba los animales, los rescataba”, sigue. Ahora Ana cuida a Mía, la gatita que Julieta rescató de la calle y con la que sale en las fotos con las que se pide justicia. “Mirá como son los animales que cuando falleció Juli la gatita se vino a los pies de mi cama y estuvo tres días sin comer, ni levantarse, ni nada”. Ana cuenta la anécdota de que les habían regalado un pajarito que estaba en una jaula y Julieta no podía verlo así, encerrado: “Ella decía que los animales tenían que estar en libertad. Abrió la jaula y el pajarito voló”.
Ana es maestra de primer grado. Al proceso pandémico de adaptarse al teletrabajo y la educación a distancia, se sumó el duelo de perder a una hija por femicidio. “Mi hija participó de las marchas pidiendo justicia por Fátima, la chica que mataron en Paraná antes que a Julieta. Uno escucha los casos y nunca te imaginás que te vaya a tocar a vos, es tremendo – relata Ana – Siempre digo que la vida nos prepara primero para que se vayan nuestros abuelos, después nuestros padres. Nunca para que se te vaya un hijo antes que vos y menos en un caso de violencia tan terrible como le pasó Juli. Creo que como madre, es inexplicable. Hay días que yo me despierto y no puedo entender que nos pasó esto”.
Por gestión de la fiscalía a cargo de Ignacio Aramberry, Ana y su familia están con tratamiento psicológico. Se siente acompañada por sus compañeras de trabajo y sus amistades, de quienes recibe apoyo constante. Son una familia católica muy creyente y Ana cuenta que rezar le da fuerzas: “Ponerme en manos de Dios me ayuda muchísimo en todo momento, cuando estoy mal prendo una velita y rezo, enseguida como que aparece la fuerza. También cuando me siento muy triste llamo a mis nietos, miro a mis hijos que están acá. Y por supuesto mis amigos y familia que me llaman, están cerca siempre”.
¿Qué pedís cuando rezas por Julieta?
Pido por su alma, que esté en paz, que sane su almita. Que vaya con los seres de luz, que se deje cuidar por los ángeles. Que nosotros acá vamos a estar bien, que vamos a hacer justicia por ella. Que la ame, la amo y la amaré toda mi vida. Que algún día nos volveremos a ver pero que esté ahora en paz, que vaya con los ángeles. Y le pido protección a la Virgen para que nos cuide, a mis hijos, a mis padres, a mis hermanos y mis sobrinos, porque esto nos descolocó, nos afectó a todos.
¿Qué cambió como familia?
Sentimos dolor, tristeza y angustia. Pero cuando hablamos con mis hijos sentimos que tenemos que aprender de los errores, tenemos nosotros ahora la posibilidad de revertir que si les pasa algo poder hablarlo. Juli callaba mucho, era muy introvertida, muy tímida. Aprender de los errores en ese sentido de tener más diálogo, hablar las cosas, de qué gusta, que no gusta, si les pasa o no algo. No cometer el error de callarse.
La pandemia invisible
Julieta conoció a Christe por amigos en común, y convivían hacía un año y medio. A su familia le contaba muy poco de su vida privada; casi siempre era sobre qué comían o a dónde salían a pasear. Ana percibió que su hija cambió: “Ella tenía muchos amigos, era muy amiguera. Pero se juntó con este chico y como que se aisló de sus amigos. Al principio de nosotros también nos comunicábamos solo por mensajes”.
¿Qué decía Julieta de Christe?
Que él estaba muy solo, que ella era lo único que él tenía. Obviamente ella lo quería muchísimo. Pero yo como madre, por lo que hablábamos, veía que estaba queriendo poner fin a la relación.
¿Qué actitud tenía Christe?
Él la dejaba en casa y después la venía a buscar. Yo lo saludaba en la puerta. Ella lo invitó varias veces pero nunca entró. Al departamento de ellos nunca fui, ella venía a comer a mi casa sola, sin él. Y a la casa de la mamá de él a ella no le gustaba ir porque era diferente, decía que no era su casa, no eran sus cosas, que se sentía encerrada. Acá tenía más libertad si quería comer algo o tomar un mate lo agarraba.
¿Julieta cambió su actitud cuando empezó a salir con Christe?
Si, empezó a aislarse, retrotraerse. O por ejemplo tenia marcas. Es cierto que ella no veía muy bien, tenía mucho aumento en los anteojos. Pero una vez le pregunté porque tenía unas marcas en las muñecas y dijo que se había caído de la moto en el campo. Mi mamá le preguntaba y ella decía que no veía bien, que se chocaba con las cosas. Y como no veía bien yo lo entendí así.
¿Notaste que podía sufrir violencia?
Ella hablaba muy poquito de su relación con él. Era muy tímida y como dice mi psicóloga no debe haber sido fácil para ella poder decir lo que le pasaba, que la maltrataba. Y yo no la veía triste o mal como para decir que le estaba pasando algo porque estaba siempre bien, con una sonrisa, contenta, positiva. Creo que ella pensaría que la situación que estaba viviendo iba a cambiar.
¿Porque pensás que no fue un accidente?
Ella tenía muchas ilusiones y expectativas puestas en el año que viene. Este año estaba poniendo todo para terminar el colegio. Estaba con tantas expectativas y tantas ganas de revertir cuestiones. Ella sentía que había perdido mucho tiempo por no terminar las materias, estaba a full con todo, contenta porque le iba bien. Una persona con esas ganas de vivir no piensa en esas cosas.
¿Crees que él la mató intencionalmente?
Sinceramente, no sabría qué pasó por su cabeza. Tampoco sé qué pasó esa noche. Obviamente me gustaría saberlo como madre, y lo voy a saber en algún momento. Pero no me parece normal que si fue un accidente no pidió ayuda, se fue a la casa de su mamá que vive en el centro y en el camino está lleno de policías. Cualquier persona se desespera, pide auxilio a los gritos, sale corriendo a pedir ayuda. Actuó de una manera muy fría, con poca empatía, desinteresado con la situación.
La investigación
El fiscal Aramberry presentó al juez de garantías Mauricio Mayer los resultados de la autopsia: según la reconstrucción Julieta sufrió maltrato físico y falleció por los golpes al caer de un balcón a 19 metros de altura. En la primera audiencia de instrucción, el representante del Ministerio Público Fiscal relató: “Jorge Julián Christe le dio muerte a su pareja María Julieta Riera, con quien convivía en un vínculo caracterizado por la violencia de género, habiéndola sometido a maltrato físico, agresiones sexuales, daños a la propiedad y agresiones psicológicas. Para producir su muerte, Christe agredió físicamente a Riera y le comprimió manualmente el cuello hasta dejarla en estado de inconsciencia. Aprovechando ese estado, y sin ningún riesgo para sí, la arrojó con vida desde el balcón”. Christe será juzgado por “homicidio triplemente agravado por el vínculo, alevosía y violencia de género”.
¿Cómo pensas que está avanzando la investigación?
Yo creo que están haciendo todo lo humanamente lo más rápido que pueden. Calcular la trayectoria que el cuerpo hace al ser arrojado y la caída desde el balcón lleva su tiempo. Estudian para decir milimétricamente lo que pasó según cómo cayo el cuerpo y eso es prueba para el juicio. Todavía investigan la criminalística, están haciendo todo para informar con precisión lo que sucedió. Lo que piensan es según lo que encontraron. Y el forense dijo que ella tenía marcas en su cuerpo como que se había defendido. Pero hasta que no tengan todo no me informan nada.
Que la madre de Christe haya sido funcionaria judicial, ¿influye en su situación procesal?
No me preocupa eso porque confío en que se va a hacer justicia. Si ella tiene influencias, allá ella. Pero no creo que tenga tanto poder para con un caso como este revertir la situación. Y como siempre digo, tengo un excelente fiscal, una excelente abogada que están atentos, firmes al lado mío en todo momento, siempre cuidándonos. Confío en que esto va a ser un juicio justo y se va a saber, él va a tener su merecido. Si tiene ahora la prisión preventiva la jueza sabrá porque lo hizo. Pero le ponemos énfasis a que se resuelva en el juicio.
¿Cómo están encarando la lucha por justicia para Julieta?
Si hay que hacer marchas las haremos respetando los protocolos, porque entendemos que estamos en pandemia. Así nos manejamos nosotros, con honestidad y respeto, sin violencia. Queremos que se haga un juicio justo, equitativo, y que sepa la verdad: por más dolorosa que sea, merecemos saber la verdad.
Violencia machista
En las últimas semanas, Entre Ríos hizo gala de dos medidas judiciales polémicas. El Tribunal Superior de Justicia excarceló a Néstor Pavón, uno de los implicados en el femicidio de Micaela García. Y el juez de Garantías Mauricio Meyer, el mismo de la causa de Julieta, refrendó hace pocos días el pedido de juicio abreviado a Rubén Retamar, ex funcionario del Consejo Provincial de Niños, Niñas y Adolescentes que reconoció haber abusado sexualmente de una niña en la sede central del organismo: La fiscalía, la defensa oficial y el juez acordaron condenar a 8 meses de prisión condicional más dos años de tareas que prueben su conducta.
En la provincia tampoco olvidan el caso de Fátima Acevedo, que ha sido emblemático porque denuncian las activistas que desde la Justicia taparon pruebas e información respecto a ese femicidio, además de haberla desprotegido.
¿Qué analizás sobre la situación de los femicidios en la provincia?
Me da mucha angustia. Desearía que haya un cambio de mentalidad, que empecemos a cambiar la educación. Creo en cambiar estas cuestiones muy machistas que están generadas en el pueblo. No solo en Paraná, sino que en muchos lados están y son muy difíciles de sacárselas. Pero con educación es posible, dialogando, escuchándolos. Por ahí es una utopía pero desearía que todo esto cambie para que no haya más chicas muertas, niñas violadas y violentadas.
¿Cómo se puede trabajar esto?
El año pasado que tuve un sexto grado estuvimos trabajando en educación sexual hablando, escuchando, porque dialogar no es solamente hablar uno sino escuchar el otro, comprenderlo, entenderlo y ponerse en el lugar, tratar de ayudarlo, ver lo que no entiende, buscar la forma de cómo hacer para revertir.
¿Cómo abordás el tema en tu familia?
Tengo un hijo varón, el más chico, criado entre cuatro mujeres y nunca se le dijo que levantara la mano a una mujer. Y mis nietos son varones. Les enseñé que todo se resuelve por medio del diálogo, hablando las cosas con la verdad, escuchándolos, con cero violencias. Yo pienso que los chicos de la edad que tienen mis nietos, todos varones, de 4, 5, 7 años, van a revertir muchas cosas en esta sociedad.
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Femicidios en julio: la noticia es el horror

27 femicidios en julio, 163 en 2025. Esos son los datos reunidos por el Observatorio Lucía Pérez, primer padrón autogestivo de datos y análisis de la violencia patriarcal. Los números no alcanzan a dar cuenta sobre el punto de inflexión que expresa este mes para este tipo de violencias. Se trata de una consecuencia directa de la complicidad estatal (Poder Ejecutivo & Poder Judicial) al imponer una política negacionista a los crímenes de mujeres y trans cometidos en contextos narco territoriales. El resultado está ahora a la vista y es el horror: cuerpos descuartizados, que emulan el modelo instalado en Ciudad de Juárez por los carteles narcos que dominan la muerte en esa ciudad.
Este julio argentino fue en Córdoba, fue Brenda Torres (foto de portada) -de apenas 24 años- y fue cerca del estadio de fútbol donde apareció uno de sus muslos seccionados. Recién hoy 1º de agosto apareció el resto de su cuerpo destrozado. La fiscalía asegura que ya hay dos detenidos.

En agosto del año pasado también había sido detenido Juan Carlos Galarregui, el asesino de Rocío Fernández, de apenas 27 años. Fue en Mar del Plata y fue en un freezer donde encontraron su cuerpo, en el cual su femicida lo depositó esperando el mejor momento para descuartizarlo. La causa fue elevada este mayo a juicio oral, pero el fiscal Fernando Berlingeri solicitó resolver el procedimiento en un juicio abreviado. Para eso ofreció declinar la acusación de femicidio, ya que esa calificación legal impide estos procesos de resolución rápida y, por cierto, de menos pena. Es exactamente lo que hizo el Poder Judicial correntino en el caso de la periodista Griselda Blanco: homicidio simple, juicio abreviado, 12 años de prisión que no son de cumplimiento completo, ya que la carátula omite la violencia de género. Esta tendencia judicial negacionista se inició este año y en febrero cuando la Cámara de Casación bonaerense emitió el tercer fallo sobre un mismo crimen para justificar que Lucía Pérez había sido drogada y violada, pero decidió que su crimen no era un femicidio.
Así, al borrar las huellas de la violencia de género en el trámite judicial, el Estado argentino se jacta de haber bajado la tasa de este tipo de crímenes.
Así los dos poderes del Estado ganan impunidad, y la sociedad pierde.
¿Qué pierde?
Los femicidios en contexto de narcomenudeo territorial tienen característica atroces y también señales comunes: la diferencia de edad entre víctimas y asesinos, el consumo de cuerpos como intercambio de mercancías, la vulnerabilidad de las adictas y sobre todo, la diferencia de poder entre quien tiene la droga y quien, por situación de absoluta dependencia, la necesita. Estos rasgos, entre otros, son los que se omiten en los procedimientos judiciales y también en los análisis sociales, que tienden a asimilar estas políticas con las que se somete a las barriadas periféricas con las conductas recreativas de clases y barrios acomodados.
Situar la información en territorios específicos, con sus contextos particulares y sus vulnerabilidades sociales, es clave para analizar qué significan estos femicidios que, hay que repetirlo, sin la complicidad policial y judicial podrían evitarse.
Las consecuencias de la maquinaria de invisibilización estatal y académica tiene consecuencias brutales. Eso es lo que nos informa este mes de julio de 2025: los cuerpos de las mujeres ya son pedazos arrojados a nuestro paso.
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Fallo histórico: confirman la condena a perpetua y por transhomicidio contra el asesino de Tehuel

La Sala I del Tribunal de Casación Penal de la provincia de Buenos Aires confirmó la condena a reclusión perpetua y transhomicidio contra el asesino de Tehuel de la Torre, joven trans asesinado y desaparecido desde el 11 de marzo de 2021 en la localidad bonaerense de Alejandro Korn. Los jueces Daniel Carral y Ricardo Maidana rechazaron el pedido de la defensa y refrendaron el fallo contra Luis Alberto Ramos, quien había sido condenado el 30 de agosto de 2024 por el Tribunal Nº2 de La Plata en una sentencia histórica por reconocer el homicidio calificado del joven de 21 años por haber sido cometido por odio a la identidad de género. «La desaparición del cuerpo de Tehuel y la quema de sus pertenencias adquieren un carácter simbólico de negación de su identidad», señaló el fallo.
Familiares y Amigos de Tehuel celebraron la confirmación: «Esta decisión es muy importante y refleja el resultado de la lucha del movimiento social y de un trabajo en red muy importante, que nos fortalece para continuar el camino contra la impunidad y la violencia por prejuicio hacia las identidades travestis y trans». A su vez, exhortaron a la justicia bonaerense para que defina «de manera urgente» la fecha del juicio contra Oscar Montes, el segundo acusado por el crimen y la desaparición del joven. «Fue un crimen de odio», subraya la familia.
Compartimos la nota de MU que analiza los detalles del fallo histórico, junto a las pruebas que ahora Casación confirmó.
Y comparte la pregunta urgente de Norma Nahuelcura, la mamá del joven, que sigue sin saber dónde está el cuerpo de su hijo: «¿Dónde está Tehuel?».
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Acto trans por más democracia

Por María del Carmen Varela
Fotos Juan Valeiro
Desde las dos de la tarde comenzó a llegar gente a la plazoleta ubicada frente al Congreso de la Nación. Al amparo del sol, distintas banderas fueron colgadas sobre las rejas: Furia Travesti, Justicia por Sofía Fernández – nadie se suicida en una comisaría, Ley de Reparación Histórica Ya. Y también pancartas: Basta de Travesticidios, Femicidios y atropello a nuestras leyes, Más amor, menos odio, ¿Dónde está Tehuel? Caras pintadas con los colores rosa, celeste y blanco, espaldas con banderas multicolores, una foto de Diana Sacayán en blanco y negro y ampliada casi a tamaño natural. El aroma a guiso que apenas listo fue repartido en bandejitas de plástico, impregnó a la concurrencia que iba aumentando con el correr de los minutos.

La policía no permitió la colocación del escenario, sin embargo, el entusiasmo no decayó. El DJ Chezco Beats se encargó de musicalizar e hizo que el frío se esfumara de los cuerpos. Un gato amarillo gigante se ofendió al ser confundido: “No soy Gaturro, soy Garfield”. Cuando le preguntaron por qué vino a la plaza del Congreso, mostró una alcancía. “Te sacás una foto conmigo y colaborás”.
Bartolo viste un elegante saco azul y será unx de lxs presentadorxs del Festival.

Le cuenta a lavaca: “Vine a defender la Ley de Identidad de Género, la Ley de Cupo Trans, el matrimonio igualitario, la ESI. Es un contexto muy dificil y esos derechos nos quieren ser quitados”. Poeta, docente, activista, autor del libro Textosterona 4ML, una crónica poética de una masculinidad trans que está en preventa para lograr ser publicado. Se puede apoyar la edición ingresando a su IG: @escrituraautogestiva. “Estoy acá por el orgullo, por la resistencia, por las infancias trans, por todes les compañeres que ya no están y lucharon para que nuestras vidas sean validadas”.

Say Sacayán, hermanx de Diana, la recuerda a diez años de su travesticidio, que no fue avalado como tal por la Corte Suprema: “Ella fue una militante, luchadora, fue presa política, atravesó violencia en la calle, sabía qué derechos necesitábamos para tener una mejor calidad de vida. No vamos a bajar los brazos, vamos a resistir. Hace muchos años que estamos acá. Como país y como sociedad nos encontramos en un estado de crisis no solo económica. Tenemos un gobierno de derecha que viene a quitarnos los derechos, no solo a la población LGTBIQ+ sino al pueblo. Este es un espacio para encontrarnos, manifestar, abrazarnos y organizarnos”. Micaela Pérez, activista del colectivo Travesti Trans afirma: “Vine a pedir justicia por nuestras compañeras asesinadas en dictadura y post dictadura. Queremos repudiar a la Corte Nacional de Casación que decidió quitar como agravante el odio a la identidad de género, pedimos al Poder Judicial que garantice nuestras leyes”.

Tres chicos rubios de ojos celestes vestidos de riguroso negro llegaron a la plaza. Al ser consultados, responden que no hablan muy bien el idioma porque son rusos. El que mejor hablaba castellano dijo que se llamaba Davis —o simil— y que vinieron a vivir a la Argentina hace dos años. “Es muy peligroso vivir en Rusia. Allí somos terroristas, las personas LGBT somos extremistas y terroristas para la ley. Buscamos información y vinimos a Argentina”.
Pasadas las tres de la tarde, Bartolo dio inicio formal: “Bienvenides, bienvenidas y bienvenides al Festival Plurinacional Antirracista contra los travesticidios, transfemicidios y transhomicidios. Gracias a todas las personas que están acá hoy convocades en el Congreso”.

Una de las oradoras más lúcidas fue la activista Marlene Wayar.
- “Hay toda una sociedad que nos votó en contra por un sueldito que les prometieron, les prometieron que iban a cobrar en dólares y se cagaron en los derechos humanos. Así que hay que poner en jaque a toda esta sociedad pidiendo más democracia, que el Congreso y la Justicia funcionen. Si miramos la realidad, somos quienes estamos, entonces creo que hoy pretender que el mensaje penetre es un poco ilusorio”.
- “Estamos acá para abrazarnos entre nosotras, nosotros y nosotres. Honrar a nuestras muertas y estar juntes. Es una fecha de conmemoración de nuestra resistencia, de construcción, estando juntas, en comunidad, vamos a lograr esas otras luchas politicas, porque si no, las palabras son bonitas pero se las lleva el viento”.
- “Estemos con los pies en la tierra, no hay un político o política que nos esté mirando, no les interesa, están obnubilados en otra realidad, hay que traerlos a la tierra, hay que exigirles que respeten el ejercicio democrático de que las cosas son de todas, todos y todes y la nuestra es la más relegada así que es la primera a la que le tienen que dar prioridad y eso quizás sea con el proyecto de Ley de Reparación Histórica para las travestis mayores que está asegurando el futuro y que esta Argentina entienda que democracia es democracia y no se la puede bastardear”.
El Festival tuvo espacio para bailar chacarera, agitar banderas al grito de “para las travas reparación, es una deuda que nos debe la nación” y un final a todo ritmo con la banda Sudor Marika. Varias generaciones se dieron cita en la plaza del Congreso en el día internacional del Orgullo, se abrazaron, comieron, bailaron, defendieron consignas, exigieron la Ley de Reparación Histórica y como señaló Marlene, conmemoraron la resistencia de la mejor manera: juntxs.


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