Nota
Escena Política Día 1: cómo se piensa la desobediencia cultural
El primer día intensivo del Congreso Transversal Escena Política movilizó cuerpos de artistas, periodistas, abogados y participantes desde el Centro Cultural Paco Urondo al Caras y Caretas. De la videoconferencia con Bifo y la acción de abogados manteros en pleno microcentro a los apuntes de talleres sobre el cuerpo, el pensamiento, el extractivismo, el baile y Lopérfido. Todo partió de una pregunta: cómo la inteligencia colectiva se organiza en acción. Apuntes de un día intenso.
La pregunta no era sencilla.
La respuesta, menos.
El primer día intensivo del Congreso Transversal Escena Política, tras la jornada de apertura en el Centro Cultural Caras y Caretas, comenzó a las 11 de la mañana en el Centro Cultural Paco Urondo, y durante todo el día se buscó la construcción de un pensamiento que respondiera a un interrogante inquietante: cómo la inteligencia colectiva se organiza en acción.
Por ese motivo, el día uno del Congreso arrancó con una videoconferencia con el filósofo, teórico de los medios y activista Franco Berardi, mejor conocido como Bifo, quien dialogó con un auditorio repleto durante dos horas. “Mi camino personal ha estado marcado en la percepción del hecho de que todo es posible. Es lo que lo que yo he aprendido de mi experiencia vital, pero al mismo tiempo me doy cuenta del hecho de que vivimos como una ceguera en la cual no somos capaces de ver cuántas posibilidades de aprender hay en el futuro”.
Los medios de comunicación juegan un papel clave en la construcción de esa ceguera. “Los media no nos dicen qué tenemos que pensar, porque somos libres y podemos pensar lo que queremos, lo que hacen es definir el contexto en el que podemos pensar, el imaginario. Los media son esencialmente herramientas de producción de la ceguera, no porque nos impiden ver sino porque transforman el campo amplio en un campo muy estrecho de probables”.
Bifo destacó el paro nacional de mujeres de Argentina y Polonia: “¿Cuál es la novedad? Se está manifestando la dimensión de la corporeidad como una autonomía de la corporeidad emocional, es como el territorio que el capitalismo neuro-totalitario no puede integrar en sí mismo”.
Abogados Manteros
Tras la videoconferencia comenzaron dos actividades en simultáneo. Una de ellas fue un diálogo peripatético que consistió en una caminata desde el Paco Urondo al Caras y Caretas. La otra fue una acción llamada “Abogados Manteros”, que consistió en ubicar a expertos y expertas en materia legal, con trayectorias en organismos de derechos humanos y litigios internacionales, en Lavalle y Florida, pleno microcentro porteño. Allí arrojaron mantas y realizaron consultas legales y jurídicas “a la gorra” (10 pesos), para visualizar una problemática que ha marcado al espacio público de la Ciudad de Buenos Aires en los últimos años: la persecución policial y estatal a los manteros.
El cuerpo social
De 15 a 18, ya en Caras y Caretas, se desarrollaron talleres con diversos colectivos. Uno de ellos –Contra la crítica- estuvo coordinado por lavaca y contó con la participación del filósofo, investigador y científico Miguel Benasayag, hoy radicado en Francia. “El cuerpo social actual se encuentra casi muerto, hacen falta muchas operaciones para sanarlo, pero ninguna hoy es posible”, sostuvo. “Grecia es un ejemplo: votás lo que querés, pero son los técnicos de la macroeconomía los que dominan. Lo es que todavía posible es lo imposible: desarrollar nuevas experiencias y paradigmas”.
En ese sentido, y a partir de su trabajo con el Foro Arte y Época, en Francia, Benasayag subrayó la importancia del arte. “El arte tiene esa posibilidad de no estar capturado por el objetivo. Aceptar la no finalidad como estructuración de mi acto tiene que ver con el arte, porque yo estoy en un aquí y ahora, en esta situación, y eso es lo más bello. Lo que podemos hacer es actuar con potencia, por y para la situación. Los límites son los que permiten la potencia: que haya cuerpos quiere decir que no todo es posible, pero que no todo sea posible implica pensar nuevos”.
Escapar de la pirámide
Luego de los talleres fue la puesta en común, donde se sintetizaron los principales aportes de los trabajos colectivos realizados en cada uno de ellos. El primero en hablar fue Benasayag, quien planteó qué puede hacer el arte por el periodismo. “Lo que tratamos de comprender es la relación entre la función del arte y los movimientos sociales, tratando de explicar -contrariamente a lo que pensaba mi generación- que el arte no es un mero instrumento del movimiento social. El arte puede dar a los movimientos sociales una estructura para que no queden entrampados en la búsqueda de puestos, de lugares, que lleva a esa repetición permanente del fracaso de los movimientos revolucionarios. La idea es que para poder escaparse de la disciplina actual, el rol del arte es fundamental porque en un mundo capturado por el utilitarismo, es lo único que te permite pensar dónde se encuentra un lugar que resiste a esto. Siempre se busca cuál es la llave del cambio, despreciando el camino, la multiplicidad conflictual, sin ver que el paradigma artístico es el único que permite pensar un modo de vida, de lucha, que no quede entrampado en esa visión de pirámide”.
Rajar de las estructuras
Desde el taller Primero hay que saber rajar (una escritura del agite), se planteó la importancia de ubicar la escritura al servicio de vincular vida y política. “La escritura concebida como una máquina al servicio de los comunes posibles. Una escritura que exagere, provoque cosas, que no sea solo de registro. Antes de la escritura hay un raje y un momento sensible que después se traduce a texto. Ya se va escribiendo antes de escribir”. Desde lxs participantes del taller subrayaron el Paro Nacional de Mujeres y al colectivo Ni Una Menos como un eje de vinculación para ejemplificar cómo la escritura debe responder a lo caliente, a lo que late, al murmullo que se escucha. Una mujer que participó en la movilización en Mar del Plata sostuvo: “Sentir esa indefensión y, al mismo tiempo, el sentimiento de comunidad de estar todos juntos. Lo que primaba ahí era la emoción. Había una subjetividad diferente donde se jugaban cosas nuevas que estaban presentes, pero más que nada en lo emocional. Eso quedó flotando. Algo que nos tocaba profundo, pero sin una respuesta intelectual. Lo importante es apropiarnos de la experiencia y ponerle palabras. Fue un paro, un parar para demorarse, de estar en lo que está pasando, de hurgar en otros sentidos. Y de parar a la violencia. De mantenerse vivo y bien potente. No explicarlo, ni representarlo o controlarlo, sino seguir sintiéndolo”.
La potencia es colectiva
Más ideas, esta vez acerca de lo se apuntó como un problema recurrente en los colectivos: “Una dificultad para hablarnos hacia dentro. En nuestro taller surgieron términos como: destapar, demostrar, convencer. Siempre cuando se habla a un otro se hace desde una verdad que descubriría algo, de alguien que es dueño de lo que dice. Pero si esa verdad es enunciada colectivamente tiene un valor más que una enunciación más. La potencia de la enunciación crece cuando es colectiva”.
Bailar
Desde el taller La hazaña colectiva (política del goce de la actividad nocturna de la Ciudad de Buenos Aires), coordinado por el club de baile Hiedrah: “Queríamos ser parte de una escena política. Nos empezamos a preguntar por qué teníamos tanta necesidad de bailar, y entendimos que esa necesidad expresa que el baile es un espacio de construcción cultural yde militancia social. Los cuerpos ordenados o desordenados son un espacio de gestión. Deconstruir qué significa para el neoliberalismo personas bailando en un espacio reducido. Discutir los microfascismos. Tomar la noche como espacio de encuentro de cuerpos, proponer un convide de otro tipo de dinámicas, estar atento a cómo encontrarnos”.
La captura de lo extractivo
Desde Contra la crítica surgió otra reflexión: “Hablamos de la relación entre ciencia, comunicación y arte. Para el proyecto macroeconómico actual que nos gobierna, un cuerpo es una cantidad de información, por lo tanto el objetivo de este poder es capturar toda esta información para capturar todo lo vivo. Y a eso llamamos modelo extractivo, entendido como un sistema de captura cultural, estética, política, económica. Pero los cuerpos tienen algo que no pueden disolverse en información, y para la neurociencia, en lugar de tomar ese dato como un síntoma de resistencia, lo decodifica como un error, como falta de información. Lo que le falta para perfeccionar la captura de lo vivo. Pero Lla vida es una trama de lazos sutiles imposibles de capturar. Por eso en esta época el sistema de resistencia está más en los signos a-semánticos porque no son capturables por el lenguaje, que es una máquina de dar sentido a lo que sentimos”.
El pescado
Al finalizar el día, el Colectivo Trabajadores de la Cultura dio una conferencia en un gran auditorio repleto. Los artistas analizaron lo que llamaron el Caso Lopérfido. El pez por la boca muere o cómo hacer saltar un Ministro con palabras. Se proyectaron videos que registraban distintos momento todo lo que sucedió desde las declaraciones del ex Ministro de Cultura porteño, Darío Lopérfido, sobre los desaparecidos. Los trabajadores de la cultura independiente analizaron -cual conferencia teórica –académica- cómo acciona un colectivo frente a una coyuntura determinada, cuando lo que sucede lo mueve a hacer algo. También sumaron al debate cómo se generan ámbitos de participación política en acciones concretas.
La recopilación de materiales fue amplia y variada. Se pudo ver en pantalla gigante cuáles fueron las reuniones con representantes del poder gubernamental y cómo organizaron sus acciones artísticas para hacerle frente a cada contestación negativa sobre el pedido de renuncia. Se analizaron las estrategias discursivas del Gobierno de la Ciudad.
Los videos dieron cuenta de qué manera se sostuvo con el cuerpo la imagen de Lopérfido como un Ministro Negacionista. “Los artistas tenemos ojos y oídos en todas partes. Estamos en sus reuniones. Sabemos quiénes son. Eso nos sirvió para organizarnos”, sostuvieron y agregaron: “Hubo que trabajar para refinar la estética de las acciones y para que no quedara como algo endogámico del teatro y la danza. Cuando llegamos con el repudio al Bafici fue un salto”.
Por último, entre aplausos, cerraron la charla con una pregunta muy a tono con el Congreso: ¿Cómo se sigue?
La respuesta es parte del debate de este sábado.











Nota
Otra ronda más: 43° Marcha de la Resistencia, 47 años de lucha

Un día como hoy de 1976, Ernesto Casariego, bancario, delegado gremial de la Caja de Ahorro y Seguros, fue detenido por un Grupo de Tareas de la ESMA. Continúa desaparecido. Un día como hoy, de 1976, Patricia Dillon y Luis Alberto Ciancio, militantes del Partido Comunista, estudiantes universitarios y padres de un bebé de ocho meses, fueron detenidos y desaparecidos. Ese bebé se llama Federico Ciancio y estuvo presente junto a cientos de personas hoy en la 43° Marcha de la Resistencia de Madres y Abuelas alrededor de la Pirámide de Mayo, la última antes del próximo 10 de diciembre en el que ocurrirán dos cosas: asumirá el presidente electo, el negacionista Javier Milei; el mismo día en el que en 1977 desapareció Azucena Villaflor, fundadora de Madres. Efemérides que hablan de la memoria en presente, en otra crónica de la ronda de los jueves.
Por Francisco Pandolfi
“Nuestra lucha no tiene fecha de vencimiento”, reza una bandera llena de pañuelos chiquitos, medianos y grandes. Dentro de uno, una consigna eterna: Memoria, Verdad y Justicia. La bandera está colgada en las rejas que enmarcan a la Pirámide de Mayo, esa que las Madres contornearon marchando, una y otra vez, desde el 30 de abril de 1977.
La de hoy, no es una ronda más, en el último día hábil previo a la asunción de Javier Milei como presidente, el próximo domingo 10 de diciembre.
El 10 de diciembre tampoco es un día más. A la conmemoración del Día de los Derechos Humanos, se le suma la desaparición en 1977 de Azucena Villaflor, fundadora de las Madres de Plaza de Mayo. En esa jornada asumirá Milei.
Un 10 de diciembre de 1981, las Madres decidieron, en medio de una dictadura cívico militar que seguía haciendo estragos de todo tipo, organizar la Primera Marcha de la Resistencia, que duró 24 horas… 24 horas caminando alrededor de la Pirámide de Mayo exigiendo por la aparición con vida de sus hijas y sus hijos.
Esa fusión entre corporalidad en la calle y creatividad, puede marcar un camino para lo que se viene.
A 46 años de la primera ronda de las Madres, esta, la número 2382, no es una ronda más.
A 42 años de aquella primera Marcha de la Resistencia, esta, la número 43, no es una marcha más. No es una resistencia más.
Se siente en el aire, en el andar; se siente en las miradas, en la necesidad de estar hoy (y siempre); se siente en lo que se ve y en lo que se dice.
Jorge Gudiño tiene un bigote de esos que en los setenta no eran la excepción, sino la regla. Mantiene una mirada pícara, como de complicidad. La está sosteniendo a upa a su pareja, Gloria Domínguez, que se ríe a carcajadas. Tiene una risa que se está por salir de la foto. Esa foto que ahora lleva colgada Marcela, hermana de Jorge y cuñada de Gloria, desaparecidos desde el 15 de septiembre de 1976. “Hay que seguir luchando. Hay que seguir hasta que nos digan dónde está cada compañero”. ¿Cómo llegarles a quienes votaron a Milei? “Milei les va a llegar antes que nosostros, porque los va a hacer bosta. Todos lo vamos a sentir”.
El domingo por la mañana asumirá su mandato en el Congreso de la Nación un presidente elegido habiendo negado al terrorismo de Estado y a los 30 mil desaparecidos. Que habló de una guerra y de simples “excesos” de parte de las “Fuerzas del Estado”. La vicepresidenta que asumirá a su lado, Victoria Villarruel, es hija, nieta y sobrina de militares; mantiene una relación estrecha con genocidas presos por delitos de lesa humanidad; tildó de “personaje siniestro” a la titular de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; y ya avisó que se imagina a la ESMA, el mayor centro clandestino de detención y hoy espacio de memoria, como un lugar para ser “disfrutado” por el pueblo argentino. En este contexto, la Unión del Personal Militar Asociación Civil ya le pidió a Milei que cierre la secretaría de Derechos Humanos.
Fernanda tiene 36 años, y lleva en brazos a su bebé de 9 meses. A su lado caminan su hija de 4, su compañero y su cuñada. Es de San Martín de los Andes. “No podíamos no estar acá. Peligra que cambie… peligra que desaparezca el recuerdo”, dice, con los ojos que rompen en llanto. ¿Cómo se sale? “Con unión, el individualismo no lleva a ningún lado. Y con respeto. El camino de la violencia es una cagada”.
Mientras camina la marcha, se leen los nombres y apellidos de detenidos-desaparecidos.
Medrano, Hugo José.
(Presente)
Medos, Hugo.
(Presente)
Meilán, Julio Reynaldo.
(Presente)
Meléndez, Graciela.
(Presente)
Hay gente preocupada, hay gente que llora. Y ahí está Norita Cortiñas, marchando en silla de ruedas junto a Mirta Baravalle y Elia Espen, con una sonrisa de lado a lado. “Venceremos”, dice. “Venceremos”, refuerza. “Venceremos”, asegura. Detrás, algunas banderas de organizaciones de izquierda, como el MST, el Partido Obrero, la Izquierda socialista. Ninguna cercana al oficialismo saliente.
MEJOR HABLAR DE CIERTAS COSAS
María tiene 26 años. Un mate en la mano y un termo que sostiene entre su torso y el codo. Una de las calcomanías pegadas reflejan por qué está acá: “Nunca Más”. “Vine por la memoria, para no olvidar que la lucha debe seguir siendo colectiva”. Hace una autocrítica: “Estamos mirando para adentro y hay que volver a las calles. Empecé a venir el jueves pasado porque los derechos ganados se tambalean. Vienen por todo, o eso es lo que dicen desde el discurso. Milei no ganó porque la mayoría está en contra de los derechos humanos, de las Madres y las Abuelas. Quienes no votamos a Milei debemos acercarnos a quienes sí. No sirve de nada ese discurso de que no se me acerque nadie que lo votó. Al contrario, más que nunca hay que dialogar con esas personas. Con ímpetu, que no prepondere el silencio, hay que hablar de ciertas cosas asumidas por algunos, porque para otros no están tan saldadas. Debatirlas para reafirmarlas, pero hablarlas al fin”.
Las banderas y los carteles que rodean a la Pirámide de Mayo son una especie de proclama colectiva, de freno, de blindaje a lo que se puede venir: “Ni un solo genocida suelto en las calles”. “Cárcel común perpetua y efectiva”. “Apertura de todos los archivos 1974-1983”, “Que digan dónde están”, “Nunca destruirán la memoria”.
Florencia lleva colgada una foto de su tía, Raquel Rubino, desaparecida el 23 de junio de 1976. Camina junto a su hija Morena, que está por celebrar los 14. “La historia me marcó, a mí y a mi familia. Mis papás no pudieron hablar por todo lo que sufrieron y yo pude recién a los 25. Mi hija es la que me hace hablar, la que me anima; ella es mi motor, de quien aprendo. Estamos acá porque hay un peligro real de perder lo logrado. Habrá que poner mucho el cuerpo, habrá que pensar ideas junto a las nuevas generaciones. La juventud está muy del lado de Milei”.
More la escucha y dice: “Quise venir porque hay que aprender de lo que pasó; me da curiosidad. En la escuela hablamos sobre estos temas, pero muchos de mis compañeros no se animan”. Agrega: “Hay que empezar a hablar más, porque lo que pasó, no puede volver nunca más”.
Melia, Daniel.
(Presente)
Melili, Horacio.
(Presente)
Memo, Claudio César.
(Presente)
Méndez, Orlando.
(Presente)
Santiago Morales tiene 33 años. Es sociólogo y especialista en infancias. Mientras marcha, hace pensar: “Empieza un nuevo momento de la historia de nuestro país. Fundamentalmente para una generación como la mía y las que vienen detrás. Un porcentaje grande de la sociedad con ideas pseudo progresistas creímos que éramos mayoría, y que la mayoría de la sociedad estaba a favor de la ESI, de la lucha por las mujeres, de la distribución de la riqueza y si vos mirás con una lectura diacrónica de la historia, en el siglo XX siempre las ideas de cambio fueron absoluta minoría. Te encontrás que por lo general lo que hubo fueron dictaduras, y por lo tanto sociedades que acompañaban desde el consenso, por temor, por represión, y también porque se creía en eso. Pienso que lo que pasa ahora es la confirmación de un nuevo comienzo de resistencia, y donde hay que construir un proyecto distinto de lo que se viene haciendo en los últimos 20 años, proyecto que estuvo basado más en la retórica y menos en la materialidad de la vida cotidiana; nos encontramos defendiendo derechos que no tenemos. Y esto le sucede a las amplias mayorías”. Completa: “La foto del presente es contundente, porque decimos que debemos defender los derechos y tenemos un 45% de personas en pobreza, un 65% de niñas y niños en pobreza. Entonces, esto no se puede sostener”.
¿Qué no puede faltar en este proyecto de vida? “Las ideas nuevas definitivamente deberán ser pensadas con las nuevas generaciones dentro, construirlas con ellas, que son las grandes ausentes en este proyecto político actual. Estoy diciendo una obviedad, ¿no? Que en buena medida la juventud haya apoyado a Milei, para nada quiere decir que se volvió de derecha, sí quiere decir que han estado afuera de la construcción de un proyecto colectivo en el presente. Votaron a Milei porque se sintieron en buena medida estafados. Un mundo adulto que te dice ‘tenés derechos, defendelos, seguí votándome a mí, que hace un montón de tiempo estoy en el ejercicio del poder garantizando los derechos que supuestamente vos tenés’. Pero en su vida cotidiana no pueden acceder a esos derechos: no les alcanza la guita, la policía los caga a palos, la escuela no es buena, no pueden alquilar, si tienen laburo es precarizado. Con esas limitaciones se encuentran los jóvenes. No hay una derechización de la juventud, lo que hay es una necesidad de cambio. Ante dos alternativas, continuidad y cambio, eligieron cambio”.
Carlos Loza es sobreviviente de la ESMA. En el acto de cierre de la marcha, dice ante una multitud: “No hay vuelta atrás en cuanto a los juicios, nuestras declaraciones son incontrastables. Seguiremos parados en el ejemplo de nuestras Madres, baluartes en esta lucha. Lo que viene no es nuevo y es siniestro; la historia nos lo enseñó. La represión de los setenta fue para acallar a quienes peleamos contra el ajuste, y el momento de hoy es similar a lo que ocurría en 1975, cuando Celestino Rodrigo asumió como Ministro de Economía. Lo primero que hizo fue devaluación, tarifazos, ajustes y recortes de salarios. O sea, esto ya sucedió, aunque estábamos mejor organizados. El 5 de junio de 1975 asumió Rodrigo y el 27 de junio estábamos en esta plaza, puteándolo tanto que tuvo que renunciar. Entonces, las empresas leyeron que su plan solo se podía aplicar con genocidio y ahí fue que empezaron a frecuentar Campo de Mayo”.
El resto, es historia, y es presente.
Un día como hoy, el 7 de diciembre de 1976, Ernesto Casariego, bancario, delegado gremial de la Caja de Ahorro y Seguros, fue detenido por un Grupo de Tareas de la ESMA. Continúa desaparecido.
Un día como hoy, el 7 de diciembre de 1976, Patricia Dillon y Luis Alberto Ciancio, militantes del Partido Comunista, estudiantes universitarios y padres de un bebé de ocho meses, fueron detenidos y desaparecidos. Sus restos fueron encontrados por el Equipo Argentino de Antropología Forense.
Ese bebé se llama Federico Ciancio y le dice a MU, como puede, con lo que le sale, un día como hoy: “Mis reflexiones de este momento pueden imaginarlas, es igual a como estamos muchos. Peléandole a la angustia y juntando fuerzas para la lucha que se viene”.
El jueves próximo, a las 15:30, habrá ronda otra vez, como hace 46 años.
Nota
Cecilia Basaldúa: gracias a la lucha familiar designan un nuevo fiscal en la causa

La familia de la joven asesinada en Capilla del Monte llevó a Córdoba una carpeta con miles de firmas que reclamaban la designación de un nuevo fiscal. Lo lograron: después de la feria judicial tomará la causa Nelson Lingua. ¿Qué debe investigar? El rol de Mainardi y su círculo en el femicidio, la casa con manchas de sangre a pocos metros del lugar de hallazgo del cuerpo, la complicidad policial y el intento de la fiscal Paula Kelm de inculpar a un perejil. Todo lo que debe hacer una familia para conseguir justicia, cuando el Estado encubre.
Por Bernardina Rosini
desde Córdoba
Susana y Daniel Basaldúa entraron a la oficina del Fiscal General de Córdoba con una carpeta con miles de firmas de apoyo al pedido de designación de un fiscal para la investigación del femicidio de Cecilia de manera urgente. Lo lograron: fueron recibidos con la novedad de que después de un año y medio se hará cargo de la causa Nelson Lingua. Los padres de la joven asesinada en Capilla del Monte en 2020 estuvieron acompañados por decenas de personas, entre las que se encontraban sus abogadas, Daniela Pavón y Gisela Videla y el abogado de la Secretaría de Derechos Humanos Gerardo Battistón.
La lucha por un fiscal
Desde que el entonces fiscal a cargo, Reymundo Barrera, de Cruz del Eje, se jubiló, la instrucción quedó en punto muerto. Esta inacción motivó en junio pasado una primera reunión con el fiscal general Juan Manuel Salgado, sin resultados. Esta nueva reunión fue distinta, según Daniel Basaldúa expresó luego del encuentro: “Nosotros veníamos a exigir un fiscal que tome la investigación: por ese lado, saldo positivo. Venimos hace meses con una investigación que no tenía una persona a cargo y se la pasaban de mano cada 10 días. Vinimos con 3.000 firmas pidiendo fiscal y lo tenemos. Es el Nelson Lingua y comienza el 1° de febrero, después de la feria judicial”.
El padre de Cecilia se muestra satisfecho con esta designación y con el compromiso que acompañó el Fiscal General de ocuparse personalmente que la investigación se mantenga activa y de informarse mensualmente de lo que vaya aconteciendo en la instrucción.


Lo que no se investiga
Desde el momento del hallazgo del cuerpo en abril de 2020 la familia de Cecilia sostiene que las líneas de investigación del crimen han sido deliberadamente manipuladas y material probatorio de contundencia, ignorado. Tal es es así que el juicio realizado en el año 2022 se sostenía únicamente en la confesión lograda a base de puños y amenazas por parte de personal policial a Lucas Bustos, un joven poblador rural sobre el cual no pesaba ninguna prueba siquiera que haya conocido a Cecilia.
Por el otro lado, las sospechas familiares recaen sobre Mario Mainardi, última persona que con certeza se sabe vió con vida a Cecilia y a quien nunca se investigó a pesar de que el luminol, sustancia que revela la presencia de rastros de sangre, diera positivo en 11 puntos de su casa; entre otros aspectos que lo implican y que fueron descartados exhibiendo cuanto menos, intencionalidad de encubrimiento, jamás investigados.
Estas cuestiones fueron nuevamente expresadas por el matrimonio Basaldúa y sus representantes ayer en el Palacio de Tribunales, en la oficina del Fiscal General. “Existe un claro interés de no investigar lo que propone la familia” afirma Daniela Pavón. La abogada comparte su preocupación por el tiempo perdido: “Semanas atrás hubo un incendio en una casa de Capilla del Monte que había sido señalada como un posible escenario del crimen”.


La casa
En medio de la pandemia los dueños de esa casa de veraneo se acercaron a chequearla y se encontraron que en una de las habitaciones estaba manchada de sangre. Los propietarios realizaron la denuncia, la policía se acercó y tomó muestras. La ubicación de la casa es a tan sólo 600 metros de donde fue encontrado el cuerpo de Cecilia el 25 de abril del 2020.
La fiscalía tenía el cuerpo de la joven por un lado y, a unos pocos metros, un cuarto de una casa abandonada manchado con sangre. Pero sin embargo no dió curso a la investigación y los análisis sobre las muestras extraídas de la casa nunca se realizaron. “Tememos que se haya perdido mucho material probatorio por falta de trabajo, de desidia de la fiscalía. Solicitamos hace mucho tiempo que se realicen las pericias y se tomen las muestras en ese lugar. Esperamos con ansias que haya un cambio de ritmo y de eficacia en la investigación con la incorporación y el liderazgo del doctor Lingua”, dice Pavón.

La corrupción
La construcción para intentar inculpar a un perejil realizada por la fiscal Paula Kelm y posteriormente el fiscal de Cámara Sergio Cuello en el juicio contra Lucas Bustos se deshizo por carecer de pruebas. Y si lo que se presenta claro y manifiesto es desestimado, la complicidad policial y judicial parece ya evidente.
¿Tomará el nuevo fiscal Lingua las líneas de investigación que señala la familia?
Mientras eso está por verse, Daniel y Susana participan hoy en la 17° Marcha de la Gorra en Córdoba capital y luego estarán en Capilla del Monte para seguir reclamando justicia en las calles.

Nota
Luna hace escuela: presentan una placa recordatoria de la joven asesinada, en reclamo de justicia

La joven de 19 años iba a la primaria n° 18 de Tigre, donde ayer se descubrió una placa para recordar su femicidio y reclamar justicia. El femicida Isaías Villarreal vive cerca de esa institución y de la casa de la familia Luna. El acompañamiento de las y los alumnos, de organizaciones sociales, del Ministerio de Mujeres bonaerense, y las palabras de sus padres.
«Es un momento importante: el Estado está reconociendo que es un femicidio. Falta que la justicia lo pueda ver”.
Marisa, mamá de Luna Ortiz, dice estas palabras frente a la escuela primaria n°18 de Tigre adónde iba su hija. Ahí, sobre la vereda y a metros de la puerta, se presentó ayer martes 6 de diciembre una señalización con la cara de Luna y una inscripción con una frase de la banda Callejeros que la recuerda: «Hoy desde el cielo me guian tus ojos a donde voy».


Del otro lado de la reja, alumnos y alumnas de 6to grado armaron guirnaldas de carteles que en letra imprenta piden que frene la violencia: «Si me querés no me grites», «mi vida tiene valor, mi cuerpo no tiene precio», «no más maltrato», «nos queremos vivas y libres».
«Es una reparación», dice Facundo, su papá, acompañado por otros familiares de víctimas de femicidios que viajaron desde distintos puntos de la provincia de Buenos Aires, por vecinas, amigas de Luna, y por autoridades del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad bonaerense.
Luna Ortiz tenía 19 años cuando fue contactada por Isaías Villarreal el 2 de junio de 2017 mediante Facebook. Se encontraron y él la llevó a su casa, donde la esperaban otros dos hombres: ahí la drogaron, la alcoholizaron y la trasladaron en un raid en el que la intercambiaban como mercancía. Un día después, el 3 de junio de 2017, encontraron el cuerpo de Luna sin vida en la casa del propio Villarreal.
Dos años después, el fiscal Marcelo Fuenzalida, de la Unidad Funcional de Instrucción de Violencia de Género San Isidro, caratuló su muerte como “abandono de persona seguido de muerte con suministro de estupefacientes a título gratuito”. Ese año el TOC 7 de San Isidro condenó a Villarreal a 14 años de prisión. Pero en marzo de 2021, los jueces de la Sala I de la Cámara de Casación Penal de La Plata, Daniel Alfredo Carral, Ricardo Ramón Maidana y Ricardo Borinsky, dieron lugar a un pedido de la defensa y cambiaron la carátula a “suministro gratuito de estupefacientes destinado al consumo personal en concurso real con homicidio imprudente” por lo que finalmente el femicida recibió una pena de 4 años y 11 meses.




Con el cambio de carátula, Villareal consiguió en 2022 la excarcelación. Desde entonces vive a pocas cuadras de la casa de donde vivía Luna, en el mismo barrio en donde ahora se la recuerda en la escuela.
Por eso Ailén, amiga de Luna, dice: «Para mí es plasmar que acá no está todo bien, que si él está en la calle no está todo bien, que él no es inocente de lo que hizo, que tiene que pasar y verle la cara hermosa que tenía y saber que no está todo bien, que nunca va a estar todo bien, y ojalá la justicia algún día revea el error que cometió».




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