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Femicidio de Carla Soggiu: el viernes se conocerá la sentencia por la violación

El cuerpo de Carla Soggiu apareció en enero flotando en el Riachuelo, cuatro días después de activar dos veces el botón antipánico. Su ex marido la había golpeado y violado. Este viernes se conocerá la sentencia por la violación, en un proceso en el que la familia no pudo constituirse como querellante porque la Justicia se los impidió. Lo perverso: la secretaria del Tribunal había llamado para notificarla a Carla el inicio de juicio, pero ella había muerto dos meses antes. Su papá no fue a las audiencias: “Tengo problemas de salud y estar ahí escuchando el testimonio de gente mintiendo y nosotros no pudiendo hacer nada era una tortura”. El fallo será importante de cara a la causa por la muerte de Carla, aún en etapa de instrucción. Los detalles.
Habían pasado más de cuarenta días de la muerte de Carla Soggiu cuando el teléfono de la casa de sus padres sonó. La secretaria del Tribunal Oral en lo Criminal Nº 20 de Ciudad de Buenos Aires, a cargo del juez Pablo Laufer, preguntó por Carla. Quería notificarla de que iniciaba el juicio contra su ex marido Sergio Nicolás Fuentes por “abuso sexual con acceso carnal”.
Alfredo, papá de Carla, le dijo a la secretaria que su hija estaba muerta. Hoy cuenta a lavaca: “Me pidió disculpas y después corto, no me llamó nunca más. Mucho menos para avisarnos de que teníamos la chance de reemplazar a nuestra hija como querellantes”.
Cuando quisieron hacerlo había vencido el plazo, por eso la familia solo pudo asistir a las dos audiencias del juicio como oyente. “Yo no fui porque tengo problemas de salud y estar ahí escuchando el testimonio de gente mintiendo y nosotros no pudiendo hacer nada era una tortura. No nos dieron la chance de nada. Necesitamos que haya justicia”.
El próximo viernes, 20 de diciembre, a las 10, en Talcahuano 550 6° piso, se dará a conocer el fallo. La fiscalía pidió seis años.
Alfredo dice alavaca: “A Fuentes le dieron la chance de tener sus testigos y nosotros no tuvimos chances de nada. En el próximo juicio vamos a poder aportar todo. Él le pegó un golpe asesino del lado de la válvula que no la mató en el momento: la mató después”.
El “próximo juicio” del que habla Alfredo será por la muerte de Carla, en un proceso en el que la familia ya está constituida como querellante. La causa está en etapa de instrucción. “Tengo mucho miedo pero esperemos que salga condenado, y que después salga condenado por asesinato también. Como familia queremos justicia real. Acá hay un culpable y la persona que tuvo la valentía de denunciarlo no está”.
La historia
El 26 de diciembre de 2018, Sergio Nicolás Fuentes, ex marido de Carla Soggiu, la secuestró, ató, violó, golpeó y puso en riesgo su vida: Carla tenía hidrocefalia y una válvula que la golpiza destrozó.
Veinte días después, el 20 de enero de 2019, ella activó tres veces en el lapso de noventa minutos el botón antipánico que había tramitado en el Juzgado Civil N° 9 junto a una orden de restricción. Carla activó el botón para avisarle a la Policía que estaba perdida y necesitaba ayuda. La lesión en el cráneo, según sus padres, derivó en una desestabilización y desorientación tiempo-espacio.
La ayuda que Carla necesitaba no llegó. Aquel día, según dijeron a sus padres, el GPS del botón antipánico estaba inoperante y solo había triangulación: al tocar el botón se comunicaba con el centro de asistencia y este llamaba al patrullero. El 31 de diciembre vencía el contrato de una empresa y el 1 de enero tomaba el servicio otra. Las irregularidades persistieron y recién el 6 de enero fue el último día que el GPS reportó con exactitud la localización de las víctimas. Todo el sistema de protección a víctimas de violencia en la Ciudad de Buenos Aires estaba caído por una demora en la renovación del contrato con la empresa que presta ese servicio.
Carla murió por “asfixia mecánica por sumersión”. En el audio que quedó registrado de la última activación de botón se escucha ruido de agua. Su cuerpo fue encontrado tres días después por un trabajador que realizaba tareas de limpieza en el Riachuelo.
Una película de terror
Carla tenía 28 años y dos hijxs, de 2 y 5 años, que quedaron a cargo de sus abuelos. “A los nenes tampoco le hicieron Cámara Gesell ni nada”, relata alavacaAlfredo.
Ante la pregunta de qué pasaría con los hijos de Carla si Fuentes queda impune Alfredo contesta: “No tenemos idea”. La respuesta no es aislada, es parte del desconcierto que le genera que el Estado nunca haya pensado en lxs niñxs. “Estamos haciendo terapia por nuestra cuenta. No estamos recibiendo nada. Lo más grave es que en estos once meses no se acercó nadie a constatar que los nenes estuviesen bien. Eso es lo que más nos preocupa: que para el Estado pareciera que no existen. A nivel estatal no se han ocupado en ningún momento. Los nenes están espectacular pero ellos no se han acercado para nada. Todo este proceso me parece increíble, es de película”.
Tejer redes
Madres y padres de víctimas de femicidios conformaron la semana pasada el colectivo Familias Sobrevivientes de Femicidios, para que sus voces unidas sean escuchadas por quienes deben encontrar soluciones adecuadas que permitan terminar con la violencia machista. La primera reunión fue en Plaza de Mayo y el acto fundacional constó de un solo ritual: la conversación.
Estuvieron presentes la madre y padre de Carla Soggiu, de Lucía Pérez y de Melina Romero y las madres de Araceli Fulles y Agustina Fredes.
Rosana, mamá de Carla Soggiu, dijo entonces: “Acá estamos todos en la misma. Te dicen que tenés derecho a todo el expediente, a todo, pero no te dan nada. Necesitamos cambiar el enfoque de la justicia: parece que la condenada es nuestra hija”. Alfredo, su papá, agregó: “Es importante organizarnos para acompañarnos. Acá me siento con pares. Sabemos de lo que hablamos”.
Luego de la conversación en Plaza de Mayo, se acordaron cinco puntos con exigencias hacia el Estado: esa misma tarde fue entregado en mesa de entrada de presidencia. Los puntos:
- “Cumplimiento efectivo de la pena: ningún femicida puede quedar en libertad sin que el Estado garantice que la cárcel no haya sido una escuela de más violencia.
- Ayuda inmediata a los hijos de víctimas de femicidios: los abuelos se hacen cargo desde el yogurt hasta la psicóloga.
- Acompañamiento integral a las familias desde el Estado que incluya los recursos necesarios para llevar adelante el pedido de justicia: las familias deben pagar desde el ataúd hasta el abogado.
- La capacitación sobre femicidios a los jueces, fiscales y defensores judiciales deben ser dados por los familiares que somos expertos en el maltrato, misoginia y crueldad judicial.
- El Estado debe identificar a las familias como víctimas y su consecuente tratamiento.”
Alfredo dice a lavaca sobre lo que significa que las familias puedan estar juntas: “Es muy importante de cara al próximo juicio y de cara a todas las personas que están pasando por lo mismo. La impresión es que nuestras hijas son condenadas en vez de condenar al victimario. Tiene que haber un antes y un después en la justicia”.

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Condenan a cadena perpetua al ex sargento de la Bonaerense Ricardo Panadero por el femicidio de Natalia Melmann

El ex sargento de la bonaerense Ricardo Panadero fue encontrado culpable de secuestrar, violar y asesinar a Natalia Melmann cuando tenía 15 años: el Tribunal Oral en lo Criminal n°4 de Mar del Plata, conformado por los jueces Néstor Conti y Juan Galarreta, y la jueza Mariana Irianni, lo condenó por unanimidad a cadena perpetua.
La sentencia llegó 22 años después del femicidio. Natalia fue secuestrada la noche del 4 de febrero de 2001 en Miramar. Su cuerpo se encontró cuatro días después en el vivero municipal. La autopsia reveló la presencia de cinco perfiles genéticos distintos en su cuerpo.
Un año después, en octubre de 2002 los policías bonaerenses Oscar Echenique, Ricardo Anselmini y Ricardo Suárez fueron condenados a perpetua por privación ilegal de la libertad agravada, abuso sexual agravado y homicidio triplemente calificado por ensañamiento, alevosía y en concurso de dos o más personas para asegurar el resultado. En ese juicio también fue condenado a 25 años Gustavo “Gallo” Fernández, por su participación en el secuestro, pero la pena luego fue reducida a 10 años de prisión.

La sentencia a Ricardo Panadero tardó mucho más tiempo en llegar: en el proceso de 2012 la justicia lo había sobreseído. Recién en 2018 fue juzgado en el Tribunal Oral en lo Criminal N°4 de Mar del Plata integrado por los jueces Jorge Peralta, Fabián Riquert y Juan Manuel Sueyro: también lo absolvieron. Sin embargo, ante una presentación de la familia Melmann el Tribunal de Casación en 2020 decidió anular el fallo y ordenó hacer un nuevo juicio: así llegó Panadero a ser condenado.
Hoy, finalmente, el TOC 4 lo encontró culpable del delito de privación ilegítima de la libertad agravada por el uso de violencia, abuso sexual agravado por acceso carnal calificado por la participación de dos o más personas y homicidio doblemente agravado por la participación de dos o más personas y criminis causa, todos en concurso material entre sí.
Su detención fue pedida de manera inmediata así como su traslado a la Unidad Penal Nº7 del complejo penitenciario Batán.
La búsqueda de justicia continúa: hay un quinto perfil genético que aún no pudo ser identificado. Por eso Gustavo sostuvo después de la sentencia: “Ojalá que nos alcance la vida para poder condenar a todos”.
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Natalia Melmann: 22 años después, el ex sargento de la bonaerense Ricardo Panadero llega a juicio por el femicidio

Natalia Melmann fue secuestrada la noche del 4 de febrero de 2001 en Miramar: su cuerpo se encontró cuatro días después en el vivero municipal, con cinco perfiles genéticos distintos en su cuerpo. Por el hecho fueron condenados a cadena perpetua tres policías bonaerenses, y un cuarto cómplice del secuestro a 10 años de prisión; pero el sargento Ricardo Panadero, acusado de secuestrar, violar y asesinar a Natalia, había sido sobreseido en dos intancias. Por la lucha familiar mañana se sentará en el banquillo par ser juzgado por el Tribunal Oral en lo Criminal N°4 de Mar del Plata: tanto la fiscalía como la querella piden perpetua. Las palabras de Gustavo Melmann en la antesala de este nuevo proceso, a 22 años de la muerte de su hija, y cómo es la construcción de justicia «víctima a víctima» y en la calle.
Gustavo Melmann mañana se va a levantar temprano, va a buscar la misma camisa que usó durante todo el juicio y antes de salir va a ponerse el perfume que usaba su hija Natalia: Mujercitas. “Son mis rituales”, describe en la antesala de conocerse la sentencia en el juicio al ex sargento de la bonaerense Ricardo Panadero, acusado de secuestrar, violar y asesinar su hija, Natalia Melmann, cuando tenía 15 años.
“Estamos con cierta angustia, más viejos y desgastados”, dice Gustavo a lavaca.
Habla en plural, como familia,pensando en Laura Calampuca, con quien tuvo 4 hijos y 5 nietos. Es el tercer juicio que toda la familia Melmann atraviesa por el femicidio de Natalia.

El caso
Natalia Melmann fue secuestrada la noche del 4 de febrero de 2001 en Miramar. Su cuerpo se encontró cuatro días después en el vivero municipal. La autopsia reveló la presencia de cinco perfiles genéticos distintos en su cuerpo.
Un año después, en octubre de 2002 los policías bonaerenses Oscar Echenique, Ricardo Anselmini y Ricardo Suárez fueron condenados a perpetua por privación ilegal de la libertad agravada, abuso sexual agravado y homicidio triplemente calificado por ensañamiento, alevosía y en concurso de dos o más personas para asegurar el resultado. En ese juicio también fue condenado a 25 años Gustavo “Gallo” Fernández, por su participación en el secuestro, pero la pena luego fue reducida a 10 años de prisión.
El ex sargento de la bonaerense Ricardo Panadero, que ahora llega a juicio, no estuvo en aquel proceso; la justicia lo había sobreseído previamente. Recién en 2018 fue juzgado en el Tribunal Oral en lo Criminal N°4 de Mar del Plata integrado por los jueces Jorge Peralta, Fabián Riquert y Juan Manuel Sueyro: también lo absolvieron. Sin embargo, ante una presentación de la familia Melmann el Tribunal de Casación en 2020 decidió anular el fallo y ordenó hacer un nuevo juicio: así llega Panadero nuevamente a ser enjuiciado.
“Esperamos que realmente se resuelva mañana”, sostiene Gustavo sobre la espera y las dilaciones. La sentencia está anunciada a las 10.30 horas.

22 años después
El juicio, que empezó el último 5 de mayo, estuvo a cargo nuevamente del Tribunal Oral en lo Criminal N°4 de Mar del Plata, esta vez integrado por los jueces Néstor Conti y Juan Galarreta, y la jueza Mariana Irianni. La fiscal del proceso, Ana Caro, pidió prisión perpetua para Panadero durante los alegatos, la misma pena pidió el abogado de la familia. Agrega Gustavo: “Nuestro abogado pidió también que se miren las pruebas con perspectiva de género y desde las ciencias vinculadas a la niñez: Nati tenía solo 15 años”, recuerda.
La sentencia llega 22 años después del crimen. Para Gustavo el entramado de impundad se dio porque son policías los involucrados, “de haber sido otra gente la involucrada se hubiera resuelto mucho antes”, sentencia. Por eso al crimen lo describe así: “El de Nati fue un femicidio en manos del Estado”.
Mañana desde las 9 horas organizaciones y familias de víctimas estarán acompañando en la calle de los tribunales marplatenses. Gustavo resalta que durante todos estos años estuvieron acompañados por familias de víctimas, organizaciones feministas y organizaciones vinculadas a la lucha contra la violencia institucional.
“Construimos víctima a víctima, hay un montón de cosas que son iguales, que se repiten, y hay una necesidad de buscar justicia en conjunto y cambiarlas en conjunto también”.
Gustavo sabe que después de conocerse la sentencia la lucha sigue: hay un quinto perfil genético que aún no pudo ser identificado.
Mañana va a colgarse en el pecho la misma foto de su hija que plastifica una y otra vez hace más de dos décadas, y va a volver a salir a la calle para pedir justicia.
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Perpetua para los femicidas de Iara Rueda
Dos condenas a perpetuas y una declaración de responsabilidad penal con remisión al juzgado de menores para que se le establezca pena: así fallaron las juezas María Margarita Nallar y Ana Carolina Pérez Rojas, y el juez Mario Ramón Puig, por el femicidio de Iara Rueda -16 años- asesinada en septiembre de 2020 en Palpalá, Jujuy.
Por Natalia Aramayo desde San Salvador de Jujuy
Pasadas las 17.25 de la tarde, mientras un centenar de mujeres aguardaban en la puerta del Tribunal Oral en lo Criminal N°3 atentas a lo que iba conociéndose, se escuchó leer a la secretaria de juzgado Silvana Anún la sentencia a los tres acusados:
- «Declarar penalmente responsable a Fernando Tomás Fernández, por el delito de homicidio triplemente agravado por el vínculo, por alevosía y de una mujer cuando el hecho sea perpetrado por un hombre y mediare violencia de género. Dado que al momento del hecho era menor de edad se pidió remitir la copia de la sentencia a la jueza de menores de turno en el momento del hecho.
- Declarar a Raúl Arnaldo Cachizumba y Mauricio Esteban Abad como autores penalmente responsables de los delitos de homicidio doblemente agravado por alevosía y de una mujer cuando el hecho sea perpetrado por un hombre y mediare violencia de género; con pena de prisión perpetua».
Ahora cabe esperar que el juzgado de menores dicte la sentencia a Tomás Fernández y se conozcan los fundamentos del fallo que dictó la perpetua para Cachizumba y Abad.
El abrazo en la calle
Pocos minutos después de conocerse la sentencia, abrazada de su esposo Juan José Rueda, Mónica Cunchila, la mamá madre de Iara, entre lágrimas, dijo: “Es lo que estábamos esperando, pero aún falta más, aquí hay complicidad y vamos a seguir trabajando en eso. Hoy mi hija tuvo justicia, mi hija está acá conmigo”. Mónica se mostró conforme con lo que dijo el Tribunal, el fiscal, el abogado. “Me han escuchado, ha sido duro, en el camino hemos ido aprendiendo muchas cosas de cómo se maneja la justicia”.
Relató emocionada también que en Palpalá, donde viven, siempre le deja flores en la tumba de su hija: “Se marchitaban rápido y ahora no, hoy me acerqué y sus flores estaban como el primer día, son señales».
Al preguntarle qué significaba para ellos el abrazo de toda una provincia, todo un país que los acompañó durante todo este tiempo, Mónica respondió: «Es muchísimo porque toda la sociedad nunca nos dejó, toda la gente de la provincia nos apoyó con mensajes que decían que no bajemos los brazos, nos daban aliento. Porque esto le puede pasar a cualquiera. A veces miramos para otro lado y ahora me tocó estar de este lado de la vereda. Se hizo justicia por Iara, y esto no tiene que pasar con ninguna mujer, no queremos nunca más una Iara, no queremos otro femicidio. Le agradezco a cada uno y a todos los medios de prensa, porque no hay que naturalizar la violencia y menos un femicidio”.



En la calle Mónica y José se fundieron en un abrazo con Florencia, mamá de Monica y abuela de Iara, para luego encontrarse con la cientos de personas de la Multisectorial de Mujeres de Jujuy y organizaciones sociales que, como cada jornada, esperaron atrás de las vallas del juzgado a la familia. Además también los esperaban madres y padres de la Asamblea Nacional de Víctimas de Femicidios que viajaron desde distintos puntos del país.
Mónica: «Hoy se hizo justicia, hoy terminó un juicio que veníamos mendigando durante casi tres años en las calles, soportando que me echen de Casa de Gobierno, soportando la lluvia, el sol, pero nunca baje los brazos por mi hija. Les agradezco a todas por el apoyo, por que es eso también lo que no me dejo bajar los brazos: la familia, los amigos, los vecinos y ustedes».
Cómo se sigue
Después de la sentencia, dijo Mónica que el desafío es empezar como familia a reconstruirse, “y pensar en las otras chicas, porque Iara son todas, como yo siempre digo Iara dejo esto, para que su mamá siga, no fue fácil lo que aprendí en el camino, pero vamos a seguir por cada una de las que necesiten, vamos a estar presentes ahí».
Además está vigente la denuncia penal que la familia de Iara presentó por “abandono de persona” contra los funcionarios policiales que no buscaron a la joven como lo indican las legislaciones vigentes. Sobre la denuncia dijo Mónica: “Se esperaba a que termine este juicio y ahora hay algunos informes que se elevan en contra de ellos, la elevación a juicio para los 8 policías que tiene que ser en estos meses”.
Juan José Rueda: «Fueron 30 meses en la calle mendigando justicia y por fin llegó. Iara puede descansar en paz, ser libre, y nosotros tener un poco de paz. Me acuerdo que me decían ‘se tienen que preparar para el juicio porque es duro’, y ustedes nos preparaban para este momento, el acompañamiento, las marchas, las charlas nos prepararon para este día. Nuestra hija, junto a ustedes, nos daban esa fuerza, esa fortaleza para que hoy estemos de pie, firmes. Les agradecemos de todo corazón y esto no se termina acá, falta la cúpula policial y faltan los cómplices y los encubridores: vamos a llegar hasta las últimas consecuencias”.
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