CABA
La batalla de las velas: Cómo Entre Ríos frenó una ley pro agrotóxicos
Tras escuchar a científicos, ingenieros y médicos, la cámara de Diputados de Entre Ríos rechazó (29 a 2) una ley que favorecía el modelo de agrotóxicos. El efecto de las Rondas de los martes, y el impulso a la agroecología desde Paraná a Gualeguaychú. Hablan los políticos, y quienes proponen nuevos modos de producción y de vida. ▶ SERGIO CIANCAGLINI
En Entre Ríos todo era normal:
* 760 alumnos de tres escuelas rurales en el departamento de Colón debieron ser evacuados por una masiva fumigación que duró tres días.
* Otra escuela rural fumigada en Santa Anita llevó su caso a juicio y fueron condenadas tres personas (el productor, el dueño de la empresa aplicadora y el aviador) con prisión en suspenso. Las fumigaciones continuaron en toda la provincia, e incluso sobre esa misma escuela.
* Murió Antonella González, de Gualeguaychú, 9 años, leucemia. Su familia pidió por las redes donantes para el trasplante de médula, lo cual difundió su historia con la foto de la niña rapada por la quimioterapia. Ayudó la cercanía del cantante Abel Pintos con esa pequeña fan de sus canciones. Antonella falleció el 6 de noviembre de 2017. Su madre alertó además sobre el gran porcentaje de niños llegados desde Entre Ríos al Hospital Garrahan con enfermedades como la de su hija. Nació en Gualeguaychú un grupo de vecinos autoconvocados llamado Stop Cáncer.
* Hubo más casos de escuelas fumigadas en Maciá y Espinillo, con una docente y dos niños de jardín de infantes internados por reacciones a los venenos. El Ministerio de Salud provincial tuvo que ordenar a la directora del Hospital Falucho que denuncie los casos de intoxicación por agrotóxicos, cuestión que venía omitiendo, por lo cual muchos casos quedaron ocultos.
* La Universidad de Rosario continuó organizando relevamientos sanitarios que descubrieron enfermedades inesperadas en Bovril, Basavilvaso, Gobernador Mansilla, San Salvador y Larroque hasta ahora, surgidas a partir de la aplicación masiva de agrotóxicos. (Mu 77 y 90).
* El Espacio Multidiscipliario de Interacción Socio Ambiental (EMISA) de la Universidad de La Plata detectó la presencia de agrotóxicos en el agua y los barros del río Paraná, de donde se obtiene el agua. La potabilización no elimina esos tóxicos, que llegan a cada canilla de cada hogar.
* En ciudades como San Salvador las propias vecinas y vecinos tuvieron que armar censos y mapas en los que se veían más de 30 cruces concentradas en tres cuadras, señalando muertos y enfermos. (Mu 75).
* El Hospital Italiano de Buenos Aires detectó también casos de cáncer de jóvenes en Villa Elisa, lo que motorizó un proyecto de la institución para investigar y debatir en la zona la posibilidad de producir sin venenos (Mu 118).
* Los senadores del Frente para la Victoria con el apoyo de los de Cambiemos presentaron y aprobaron una Ley de Fitosanitarios que incrementa a niveles metafísicos el uso de agrotóxicos eliminando, por ejemplo, las distancias de aplicación que existían hasta el momento.
En Entre Ríos todo era normal.
Entonces, aparecieron las velas.

Foto: Nacho Yuchark
Serie de terror
Hay leyes que curiosamente se votan siempre a fines de diciembre, con la gente pensando en Papá Noel y acercándose al Día de los Inocentes. La llamada Ley de
Fitosanitarios de los senadores Ángel Giano y Mario Torres (FpV) ganó 14 a 3 el 26 de diciembre de 2017 y pasó a la Cámara de Diputados.
Las noticias sobre esta especie de guerra química sobre la provincia ya habían llevado a crear la Coordinadora por una Vida sin Agrotóxicos en Entre Ríos Basta es basta, con fuerte presencia del Foro Ecológico de Paraná que tiene como referente desde hace dos décadas a un bioquímico ya jubilado: Daniel Verzeñassi. Ante la aprobación de la ley, Basta es Basta convocó a vecinas y vecinos el martes 9 de enero frente a la Casa Gris de Paraná, sede del Ejecutivo y el Legislativo Provincial.
Con las campanadas de la torre, a las 20.15, unas 80 personas con velas comenzaron a caminar alrededor de la Casa Gris. Así nació la Ronda de los Martes. Impresiona ver a esas personas iluminándose solo con las pequeñas llamas en algunos pasajes oscuros de la ronda. Caminan sin consignas ni cantos, porque ya todos saben lo que está ocurrie. Van conversando e intercambiando las novedades de la semana. Llevan una bandera que dice Paren de fumigar mientras el gremio infantil corretea alrededor.
“Si para visibilizar el tema teníamos que seguir esperando muertos y tragedias, es que no estábamos poniendo el énfasis como para que la sociedad esté definitivamente enterada”, explica Daniel Verzeñassi. “Pensamos en la Ronda de las Madres, y nos largamos los martes. Hay una conmoción mucho mayor que hace un año o dos por esa sucesión de noticias tremendas”. Molestó mucho, cuenta Daniel, que el paranaense Luis Etchevehere asumiera como ministro de Agroindustria en noviembre de 2017 declarando: “El glifosato es inocuo. Se desactiva cuando toca el suelo”. La famosa gota que colma el vaso: “Cayó muy mal la ley aprobada en el Senado, que creo que quería cortar la movilización creciente contra la situación escandalosa en la provincia. Pero fue al revés”. En Esquel han planteado estas situaciones como la doctrina del Coyote, que prepara trampas meticulosamente para atrapar al Correcaminos, pero las trampas le explotan en la cara.
Las Rondas no se suspenden por lluvias, truenos, martes 13 (ya les tocaron dos), ni feriados. Ya se replican en 17 ciudades y pueblos de todo Entre Ríos, y tienen noticias de 30 pueblos del país, empezando por Trenque Lauquen (Buenos Aires).
¿Qué quieren lograr? Verzeñassi: “Respirar sin peligro, tomar agua sin veneno, frenar la epidemia de cáncer y que la gente que va a tener un hijo no estén con el temor de saber si el bebé nacerá, y cómo, por la gran cantidad de abortos espontáneos y de bebés nacidos con malformaciones”.
Un recuerdo le nubla de angustia la mirada. Era bioquímico en el hospital de niños San Roque de Paraná. Entre 2002 y 2003 la realidad arrasó sus tubos de ensayo: aparecían labios leporinos, paladares interrumpidos, gastrosquisis (las vísceras totalmente fuera del cuerpo), bebés anencefálicos (sin cerebro) y casos de sirenomelia, que nacen con las piernas unidas como una cola de sirena. “Son inviables, obviamente. Todos, apenas uno hablaba con la familia, venían de estar expuestos a las fumigaciones”. La cantidad de casos obligó a crear un Comité de Malformaciones. De dos camas para enfermos oncológicos se pasó a 17: “Los familiares terminaron construyendo un piso entero, de tantos enfermos que había”. En el laboratorio, de tres tubos de análisis oncológicos por día, pasó a 15 en 2013 (al
jubilarse). ”Pero hubo una cooptación de profesionales para que no se difundiese lo que está sucediendo”.
A esa experiencia de serie de terror, Verzeñassi agrega una positiva: con el Foro Ecológico enfrentó en 1996 la construcción de la represa del Paraná Medio. “El gobernador Jorge Busti la había declarado de interés provincial, y una de las empresas era Halyburton, con George Bush y Dick Cheney. Pero la movilización y los recursos de amparo lograron frenar el proyecto y el propio Busti terminó pronunciándose en contra”.
A los integrantes de Basta es basta se le ocurrió una idea: no sólo dar vueltas alrededor de la Casa Gris sino entrar a ese edificio para ver si es posible encontrarle otros colores, y tratar de dar vuelta la historia.
Mirá quién habla
Daniel Verzeñassi es vecino de Pedro Báez, diputado cercano al ex gobernador y actual presidente de la Cámara de Diputados entrerriana Sergio Urribarri. “Me encontré con Báez, le expliqué la situación general de la provincia en estos temas, le hablé de cómo está en riesgo incluso el Acuífero Guaraní (segunda reserva mundial de agua dulce del planeta) y creo que medio se sorprendió, y habilitó el diálogo con Urribarri. Nos encontramos con él y tres diputados más, vino Mariela Leiva (la directora de la escuela fumigada en Santa Anita). Eran del FpV, pero eso no nos interesaba: queríamos hablar con diputados, como lo había hecho también con la concejal de Villa Elisa Alejandra Barbosa, que es de Cambiemos y me invitó a dar una charla en Chajarí, en el campamento de la Juventud Radical donde también estaba el diputado “Pepo” Artusi. Nuestra actitud es: hablar con todos los que podamos, explicarles y convencerlos”. Basta es basta decidió no fijarse en los carnets partidarios ni en el santoral para decidir con quién reunirse.
La reunión con Urribarri culminó con un pedido: “Que les diéramos nombres para organizar una actividad que permitiera que los diputados conocieran otra mirada diferente a la de los lobistas habituales de la Sociedad Rural, Aapresid y grupos por el estilo”. Se abrió la puerta a una convocatoria inédita. Se llamó Ciclo de Socialización de Saberes – Hacia un nuevo modelo de producción de alimentos. Participaron en diferentes jornadas:
* El doctor en Quimica Damián Marino, inspirador del EMISA, explicó a diputadas y diputados cómo el 80% de las frutas y verduras que comemos están contaminadas de herbicidas e informó sobre los hallazgos de agrotóxicos en los barros y aguas del Paraná, entre otras cosas. Agregó que no se trata de buenas o malas prácticas, sino que con unos 400 millones de litros de herbicidas arrojados cada año en el país, el problema es sistémico.
* El Dr. Damián Verzeñassi (hijo de Daniel, médico) explicó los resultados de los Campamentos Sanitarios de la Facultad de Ciencias Médicas de Rosario en los pueblos fumigados.
* El ingeniero químico Marcos Tomasoni compartió sus investigaciones sobre cómo es imposible controlar el veneno que, además, permanece en suelos, agua y aire, se acumula y no se degrada inocuamente.
* El ingeniero Eduardo Cerdá, asesor de campos e inspirador de la Red Nacional de Municipios y Comunidades que Fomentan la Agroecología (RENAMA), explicó de qué modo se puede realizar una transición a modos agroecológicos de producción. Mostró que resultan productivos y rentables (al no utilizar insumos químicos aumenta el margen bruto de ganancia con respecto al productor convencional), además de ser sanos humana y ambientalmente. Explicó que esto no sólo funciona para pequeñas huertas, sino también para producciones extensivas, en campos como La Aurora de Benito Juárez (Mu 79) y La Primavera de Bolívar (Mu 112) entre otros. Otro dato: el modelo masivo de fumigaciones se inauguró en 1996 matando toda maleza conocida. Hoy ya hay 32 malezas resistentes al glifosato, por lo cual los fumigadores tienen que usar cada vez más venenos, en dosis y cócteles cada vez más nocivos.
¿Cuál fue la reacción? El ojo de Daniel Verzeñassi: “Uno los miraba y era visible una aparente sorpresa por lo que estaban escuchando,sobre todo en el caso de la exposición de Cerdá. Porque lo otro más o menos se conocía, pero la apertura a un nuevo modelo era algo que no habían escuchado en términos tan concretos”.
Durante el propio ciclo, Urribarri anunció que votaría en contra de la Ley de Fitosanitarios enviada por el Senado. Ricardo Troncoso (Cambiemos), María Elena Tassistro (PJ), Alejandro Bahler (Frente Renovador) anunciaron también su rechazo. Afuera, continuaba la Ronda de los Martes.
El diputado Gustavo Guzmán (FpV) explica a MU: “El ciclo nos dio argumentos, respaldo científico. No tenía el panorama que tengo ahora. Al rechazo de la Ley hay que agregarle ahora otra Ley con medidas impositivas que premien a los productores que hagan agroecología”.
La Ley de Fitosanitarios fue presentada por el propio FpV: ”Creo que los senadores tuvieron una mirada productivista. Lo primero es la persona, pero si quieren lo productivo, también hagamos agroecología”. Guzmán rescata lo inédito. “Que una comunidad se organice, convoque a científicos e intervenga en la Legislatura tendría que ser recontra natural, pero sin embargo fue inédito”. ¿Se trata también de una tendencia a una democracia más participativa? “Bienvenida la crisis de representatividad, y que la gente no delegue frente a un sistema de producción que ha generado tanto daño. Cuando hay más participación, crece la cultura. Cuando gana la representatividad, caen la participación y la cultura, digo yo”.

Foto: Nacho Yuchark
El fracaso del éxito
Bajo un retrato de Arturo Illia, Alberto Rotman (médico y diputado de Cambiemos) revela a MU. “Voy a votar en contra de la ley de Fitosanitarios. Se hizo evidente que el beneficio económico que supuestamente trae el modelo redunda en un fracaso si seguimos así. La Comunidad Europea está dejando de lado el glifosato totalmente en 5 años. No les vamos a poder vender nada. Pero el capital más grande de un país es el ser humano. El problema es que los agroquímicos intoxican de modo crónico y acumulativo, no agudo. Entonces parece que no pasa nada, pero más tarde la enfermedad se manifiesta. Si la Organización Mundial de la Salud dice que el glifosato es posiblemente cancerígeno, yo, como médico, digo que ya no hay que usarlo. Hay que prevenir. Para eso está el principio precautorio. Hay un choque de esta idea con
intereses económicos muy grandes. Por eso es importante la movilización constante, las asambleas, la concientización. Cuando fue el intento de privatización menemista de Salto Grande, en Concordia hicimos eso: cortes de ruta, asambleas, y así se frenó el proyecto. Acá pasa lo mismo”.
Miriam Lambert es diputada por el departamento de Colón (FpV): “Yo ya había hecho un proyecto de promoción agroecológica y hay otro proyecto del senador Melchiori. Lo que es seguro es que tiene que cambiar el modelo de producción porque nos está llevando puestos, nos está matando. No se trata de fumigar un poquito más lejos. Verzeñassi habló de las patologías, tumores, diabetes, tiroides hipertensión. Y Cerdá explicó el modo agroecológico. Ya lo invitamos a Colón, para que hable directamente con los productores”.
Lucas Larrarte fue uno de los tres senadores que expuso y votó contra la Ley de Fitosanitarios presentada por sus propios compañeros del FpV. “Argumentamos todos los antecedentes internacionales y en mi caso expliqué que el derecho a la salud, al ambiente y a la producción no están en pie de igualdad. Salud y ambiente son derechos de naturaleza universal, que están por encima. Los recursos de control en la Ley iban a ser de unos 2.500 pesos mensuales por municipio, imagínese. Creo que ahora hay que pensar cómo aplicar una transición al modelo agroecológico como muy bien explicó el ingeniero Cerdá en el ciclo”. En la Casa Gris cunde una sospecha: que el FpV sea oposición a nivel nacional facilita que sus legisladores tengan posiciones más independientes que las que hubieran sostenido hace unos años. El gobernador Gustavo Bordet no se pronunció en este tema, aunque apareció bastante abrazado al ministro Etchevehere.
El presidente de la Cámara de diputados, Sergio Urribarri: “Aquí vamos a intentar que haya un modelo de agroecología para la provincia , y ojalá para el país”. ¿Por qué no lo impulsó durante su mandato como gobernador? “Hubo proyectos como el del senador Melchiori, pero estuvimos muy condicionados por el conflicto con el campo. Nos querían tomar la casa de gobierno. No se establecieron límites del Estado en materia de agricultura con glifosato, pero este ciclo sirvió para que los legisladores tomen conciencia y sepan que hay otros modelos de producción”. Por una denuncia por enriquecimiento ilícito, Urribarri reveló que es productor de soja transtgénica y arroz. Dice: “Soy socio con un amigo porque yo no me dedico. Soja no hacemos más. Y arroz sí, pero con fumigación mínima”. ¿Pensó en hacer agroecología en sus propias producciones? “No, tengo el tiempo muy limitado y uno tiene que dedicarse”. Habrá que ver si legisladores como Urribarri logran convencer a productores como Urribarri.
La diputada Carmen Toller también votará en contra: “No podemos sacrificar al ser humano por motivos economicistas. La sociedad vino a golpear las puertas del Estado, habemos muchos que queremos preservar el ambiente, cuando más del 50% de los chicos con cáncer en el Garrahan son de Entre Ríos”. La enfermera del Garrahan e integrante de la junta interna de ATE Mercedes “Mechi” Méndez dijo a MU que no se pueden establecer datos precisos “y ese es un problema, porque hay cantidad de chicos de Entre Ríos y de otras provincias como Chaco, pero ¿cuáles son las cifras en otros centros de atención? En todo caso es una mirada sobre la enfermedad y no sobre la prevención. Lo crucial es que se hagan trabajos epidemiológicos que asocien
al modelo con las enfermedades. ¿Cómo puede ser que los oncólogos vean esto y no hagan nada? Dicen que no tienen certezas. Nadie se las pide, se les pide que tengan dudas, que se pregunten qué es lo que está pasando”.
Modelos de vida
En este clima, la concejal de Cambiemos en Paraná Claudia Acevedo presentó una ley de prohibición del glifosato que su supuesta pareja, el intendente Sergio Varisco, promulgó aunque vetándole su principal artículo. En cambio en Gualeguaychú se sancionó una ordenanza acaso inédita de prohibición de las fumigaciones que abarca no solo al casco urbano sino a todo el ejido municipal. Rubén “Kika” Kneeteman (maestro rural y acompañante de todas estas historias): “Gualeguaychú ha sido un faro en las luchas ambientales y esta vez, en lugar de reclamarle cosas al Uruguay o a las pasteras, se lo exige a sí mismo. Y la ordenanza es la primera que toca intereses concretos”. También Eduardo Cerdá ha estado por allí, donde el municipio se sumó a la RENAMA.

Foto: Nacho Yuchark
Verzeñassi tiene una hija, Daniela, arquitecta y docente, que ha sido central en la organización del Basta es Basta. “Hay compañeros que cuestionan que hayamos sumado a determinados políticos: antes los criticábamos porque no apoyaban nuestros reclamos, y ahora los criticamos si los acompañan. Yo no quiero que muera más gente. Para eso necesitamos que cambien el modelo no sólo los pequeños, sino los campos grandes. Por la reflexión o por ley que hagan un giro en su producción, porque si no estamos en el horno. Cerdá planteó cómo hacer una transición, la necesidad incluso de técnicos suficientes para acompañarla y lograr una reconversión productiva”.
Dice Daniela: “Una puede querer una reforma agraria, pero si esperamos eso para cambiar el modelo, no llegamos. ¿Voy a construir el mundo que quiero con Etchevehere? No, pero lo vamos a invitar porque siempre fuimos educados. Él no. Si lo que querés es quedarte con las tierras de Etchevehere, la estás pifiando. No es una cuestión de loquitos fundamentalistas, como nos decían, ahora se entiende que lo que defendemos es la vida y una producción sana. Tuvimos a casi todos los medios en contra, pero ya no pueden tapar lo que ocurre, aunque sea tarde. Los legisladores, no todos, lo entendieron a costa de tener sobre sus espaldas tantas muertes. Estamos hablando de salud pública, de dolor, de enfermedad. Ahora es el momento de lograr ganar en serio esta batalla. La primera revolución hay que darla en los cordones periféricos de las ciudades donde ya no se puede fumigar pero sí hacer agroecología. Y una vez que empezás, como dice Cerdá, la experiencia es contagiosa. Yo creo en ese contagio”.
Daniela cuenta que el Colegio de Ingenieros Agrónomos está organizando jornadas de discusión, se suma el INTA, la Facultad de Agronomía está dictando posgrados en agroecología, y que no dan abasto para las charlas y capacitaciones que incluyen el rubro Soberanía Alimentaria.
¿Hasta cuándo van a sostener las Rondas? Daniela ha hecho el siguiente cálculo: “Hasta que cambie el modelo”.
Hay una serie llamada Endeavour que indaga sofisticados crímenes británicos, un relax frente a la realidad criolla. En un episodio se plantea que la crueldad es como el cáncer, toma primero una célula, se multiplica y avanza. Podría pensarse que es al revés, que el cáncer es como la crueldad, un arma sofisticada para muchos crímenes del presente. Y que frente a eso funciona un viejo saber chino: mejor encender una vela, que maldecir la oscuridad.
En Entre Ríos cada vez son más las velas encendidas. Tal vez son parte de las luces más potentes que nos alumbran en esta época.
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Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
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La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.
María del Carmen Varela
Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.
Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.


La historia
A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…
Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial. Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.
A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.
Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.
El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal. Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .
De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.
El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.
En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.
La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia.
Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.
Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.
Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.
Atlas de un mundo imaginado
Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre
Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.
Actualidad
Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Se concretó este martes la marcha de personas con discapacidad y familiares, frente a quienes el gobierno hizo más de lo mismo: envió Policía y Gendarmería a amedrentarlos y amenazarlos, pese a que no estaban siquiera rompiendo el protocolo. Los gendarmes y policías tuvieron así la notable actitud de empujar y agredir a manifestantes con discapacidad que estaban reclamando pacíficamente por la motosierra aplicada a sus tratamientos, lo cual rompe toda frontera de la palabra «vulnerable».
Compartimos aquí la crónica realizada por el diario autogestivo Tiempo Argentino al respecto, reflejo de lo que está ocurriendo en el país.
Por Tiempo Argentino
Fotos: Antonio Becerra.
En protesta por el veto presidencial a la Ley de Emergencia, organizaciones de personas con discapacidad concentraron frente al Congreso, rodeado por policías y gendarmes. El reclamo se multiplicó en distintos puntos del país.
“Vallaron todo, nos rodearon de una manera exagerada. No es una movilización agresiva, nunca lo fue. No era necesaria tanta policía, tanta militarización”, criticaba Fernanda Abalde mientras emprendía la retirada de la masiva concentración frente al Congreso contra el veto de Javier Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad. Coordinadora de un centro de profesionales en neurodesarrollo y hermana de una persona con discapacidad a quien le recortaron las pensiones, sufre en carne propia el ajuste y el maltrato sobre el sector, que afecta tanto a prestadores como familias.
“Hay mucho maltrato del sistema a las familias, no es un sistema accesible. No solo en lo económico, es agresivo. Este año fue terrible. Hasta junio no estaban autorizados tratamientos presentados en noviembre del año pasado, por ejemplo. Siempre hubo un golpe a la discapacidad, pero este año fue muy atípico, recortaron muchos tratamientos, demoraron las autorizaciones, se planchó el nomenclador”, enumeró Abalde, coordinadora de Pulsar NeuroSocial y miembro del colectivo de Prestadores en Unidad CABA y GBA. “Es un sector con mucha demanda y se lo está desmantelando. Hay muchas familias que no pueden costear sus tratamientos”, lamentó en diálogo con Tiempo.

Represión como respuesta
La protesta había comenzado 11.30. Pasado el mediodía la concentración ya era masiva y comenzó el operativo represivo, con un número desproporcionado de efectivos de Policía Federal y Gendarmería que empujaban incluso a grupos de manifestantes entre los que había personas en silla de ruedas que gritaban contra el veto y solo portaban carteles por los derechos de las personas con discapacidad.

La Ley de Emergencia en Discapacidad busca revertir un panorama que por estos días es desolador. Según un informe reciente de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI), la pensión por invalidez laboral está congelada en $217.000 y una maestra de integración en la escuela común cobra solo $3.000 la hora, con una demora de 180 días. Todo esto, mientras se recortaron pensiones por discapacidad y la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) proyecta recortar otros cientos de miles. Se trata de pensiones de 270 mil pesos, más un bono que lleva el total a poco más de 300 mil.
“Uno va pidiendo ayuda en la familia, se hace lo que se puede. Pero esperemos que este hombre recapacite”, pidió ante las cámaras Olga, una jubilada que marchó ante el Congreso, dirigiéndose a Milei. “Hay remedios que tuve que suspender. Hay muchas cosas que tienen que cambiar en la casa para poder subsistir. Para poder seguir adelante por mi hija”, dijo a C5N.

Un reclamo federal
La masiva protesta frente al Congreso se replicó también en distintos puntos del país. “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”, había anunciado la Asamblea De Trabajadores de Inclusión (ATI) al convocar para este martes a una Jornada Federal por la Ley de Emergencia en Discapacidad.
Córdoba fue escenario de las protestas más concurridas. Desde la Plaza San Martín de Córdoba Capital, Virginia Els –presidenta de la Cámara de Prestadores de Discapacidad de Córdoba (Capredis)- destacó el gran número de familias que se sumó a reclamar, junto a prestadores, transportistas y profesionales. “El veto incrementó el reclamo. Ahora estamos intentando alzar la voz para que los diputados escuchen el reclamo y vuelvan a votar la ley con los dos tercios necesarios para que se sostenga. Fue algo multitudinario, con mucha más participación de familias que antes”, resaltó.

Los motivos de protesta son varios, pero todos tienen que ver con frenar el maltrato y el ajuste sobre el sector, ante una política cruel que afecta a todos los actores del circuito. “Reclamamos que se actualicen los aranceles, que se contemplen otros criterios para las auditorías. El tema de las prestaciones está en una etapa crítica: las instituciones están cerrando”, advirtió.
El embate contra el sector es tal que está generando un nivel de unidad inédito: “En Córdoba, prestadores, instituciones, profesionales independientes, familias, personas con discapacidad, estamos todos muy unidos. Estamos todos trabajando a la par. Es algo que nunca había sucedido. Nos unió el espanto”, resumió Els.
Franco Muscio, terapista ocupacional al frente de un centro de día en la zona de Sierras Chicas, se acercó a la capital provincial para participar de la protesta. “El servicio es cada vez más precario, una situación alarmante y angustiante y un Estado nacional que no da respuesta. Este año es imposible sostener las prestaciones. Cada vez hay más recortes. No sé cómo vamos a seguir. Las familias son las más perjudicadas”, sentenció ante las cámaras. “Sin espacios como los nuestros, se pierde calidad de vida. Hace diez años que estoy en esto. Nunca había pasado algo así”.

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