Nota
La increíble historia de la mujer a la que la obligaron a tragarse dos pilas por denunciar contaminación
Susana Aranda es vecina de Virrey del Pino, tiene 58 años, forma parte de la asamblea que denuncia por contaminación a la empresa Parex-Klaukol y este jueves declaró que dos personas le apuntaron con una pistola y le obligaron a ingerir dos pilas: “Elegí vos: un plomo de 9 mm o tragar esto”. Desde 2009 viene denunciando las muertes por cáncer, problemas respiratorios y casos de niños con plomo en sangre en el barrio: “Nos están matando”.
Susana Aranda es vecina de Virrey del Pino, tiene 58 años, forma parte de la asamblea que desde 2009 denuncia por contaminación a la empresa Parex-Klaukol y reveló que dos personas la interceptaron en la calle el jueves 15 de septiembre, le apuntaron con una pistola y le obligaron a ingerir dos pilas: “Elegí vos: un plomo de 9 mm que tenés en tu estómago o tragar esto”, declaró este jueves en una conferencia de prensa a cuadras de la Municipalidad de La Matanza, junto a la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) y los Vecinos Autoconvocados de González Catán contra el Ceamse, mientras todos se cubrían la cara de horror.
Aranda miró a cada uno de esos rostros y dijo: “Lo que nos esta pasando no es para minimizar ni nada: nos están matando”.
Plomo en la sangre
Parex-Klaukol es una empresa productora de materiales para la construcción instalada frente a la gigante fábrica de Mercedes Benz en Virrey del Pino, uno de los confines de La Matanza. En 2009 los vecinos del barrio Las Mercedes comenzaron a asociar las enfermedades, los problemas respiratorios y las muertes por cáncer al coctel de químicos emanados por las tolvas (chimeneas) de la marca líder del mercado. Comenzaron las movilizaciones y, al mismo tiempo, las amenazas.
Aranda: “Hay siete chicos que están muy por encima de los valores de metal pesado en sangre. Son siete chicos del relevamiento sanitario que se hizo en 2014, pero Acumar (la Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo) no los da a identificar: no sabemos si son mis nietos o los de mi vecina. No podemos tratarlos. En el aire hay cuarzo, marmolina, pigmento, pesticida, cemento blanco, verde, depende de la producción que hagan. Klaukol nunca fue fiscalizado ni controlado. La tolva no tiene filtro: para abaratar costo, sopletean con un compresor gigante y tiran polvillo en el barrio”.
Ese polvillo -remarca- afecta a unas 300 familias en el barrio.
“Son metales pesados: es un enemigo invisible. Es muy engorroso ver en el informe de Acumar que el 100% de los chicos que fueron a sacarse sangre dieron positivo en plomo en sangre. También hay mercurio, cadmio, zinc y cromo. Eso sale en los análisis que tenemos. A un chico, por ejemplo, le dio 18 de plomo en sangre en un laboratorio privado. Va al Hospital Posadas y le sale 0,3, y ese es otro problema: la toxicóloga dice que para ser tratado tiene que llegar a 20, pero otro toxicólogo fuera del país nos dijo que cuado llega a 20 ya está condenado”.
El relato de Aranda, la confusión en los servicios de salud, y la desesperación ante niños y niñas enfermos recuerda a los relatos de las asambleas de Argentina que denuncian la contaminación del modelo extractivo. “Estamos hablando de chicos sin futuro, porque no tienen estudio: no porque no van al colegio, sino porque su cerebro ya está tomado por metales pesados. A mí me han roto la costilla, un dedo, tengo más de 30 denuncias en la fiscalía, pero ya naturalicé. Espero que, si yo no estoy más, sean ustedes los que puedan seguir luchando”.
La denuncia
Aranda contó que el jueves 15 de septiembre salió temprano de su casa por el mensaje de una vecina: le dijo que no podía respirar y que sus hijos estaban con sangrado de nariz. “Voy a ver a Klaukol que está pasando, porque cuando me dicen eso yo voy a decir que apaguen las tolvas. Vi que no caía mucho y le dije que todavía no dijera nada a ver si nos trataban de mentirosos”. Aranda sacó algunas fotos y explicó que la interceptaron cuando estaba volviendo.
Aranda, sin metáforas:
“Alguien me agarra del hombro, me abraza y me dice: ´Hola, señora Aranda, ¿cómo anda? Bello día. Otra vez nos volvemos a ver. Me parece que le cuesta entender las cosas´. Hablaba con tranquilidad. El otro dice: ´Cortala, apurate, dale´. Siento que tengo algo en el estómago”. Aranda recuerda que le decían que lo que ella denunciaba no tenía que ver con Klaukol, que ella tenía que entender que la contaminación “era por las baterías de Mercedes Benz”.
“Por eso me dicen: ´Haceme el favor y tragate esto´. Me lo puso en la boca. Eran pilas de computadora, de esas redondas, como si fueran dos monedas de 2 pesos. Mordí uno y sentí un gusto feo y me dieron arcadas. Me dijeron: elegí vos: un plomo de 9 mm que tenés en tu estómago o tragar esto. Somos democráticos, te estamos dando a elegir´. Tragué uno y me pusieron dos más. Uno lo tragué y el otro quedó en la garganta. Me ahogué. Ahí veo que pasa un auto y me dice: ´Ya está, señora Aranda. Ahora espero que sepa a quién pertenece lo que tenés en tu organismo´”.
La despedida fue un beso en la frente.
En declaraciones al programa En otras palabras, de la radio comunitaria FM En Tránsito, el abogado de las familias del barrio Mercedes, Jorge Taiah, explicó que se dieron cuenta qué le habían hecho tragar cuando llegaron al Hospital Posadas: “Terminaron siendo dos pilas que si explotaban en su cuerpo podían ocasionar su muerte. Por suerte hoy Susana está bien, pero lo que queda es la impunidad con que se maneja esta gente”.
Extractivismo conurbano
En la conferencia también partició Hugo Osores, de Vecinos Autoconvocados de González Catán contra el Ceamse, un centro de disposición de residuos que desde 1979 contamina sus tierras, sus aguas y sus vidas: “Entendemos que el camino a lo largo y ancho del pais que se da contra un modelo extractivista agroexportador ha hecho que la comunidad de todo el pais haya recurrido a una manera de entender de que esta realidad la tenemos que enfrentar desde las asambleas. La experiencia contra la minería, la sojización, el glifosato, el entierro de la basura desde la dictadura, la produccion industrial de Klaukol. Eso es una foto de que el Estado solamente privilegia el negocio y que solo esta construcción por abajo permite que se visibilice”.
Pablo Pimentel, referente de la APDH local: “Lo que ha pasado el 15 de septiembre es nada más ni nada menos que un intento de homicidio en banda. En realidad, esa calificación se la dan a los pibes pobres de nuestros barrios. ¿No se la van a dar a una multinacional?”. Pimentel subrayó un detalle que le llamó la atención sobre las dos personas que abordaron a Aranda: “Estaban bien vestidos, perfumados. Se despidieron con un beso en la frente. Se están instalando con este hecho códigos mafiosos avalados por empresas multinacionales, pero lo más grave es la subestimación del poder político y judicial a nuestro pueblo”.
Pimentel manifestó que van a solicitar un pedido de informes a la Fiscalía General de La Matanza para saber qué ocurrió con las denuncias (“todas archivadas”) presentadas por Aranda. Luego de la conferencia, se reunieron con el secretario General de Gobierno municipal, Gustavo Dutto.
“Estamos envenenados”
En las denuncias de los vecinos intervinieron los jueces federales Jorge Ernesto Rodríguez (denunciado por corrupción en otros hechos) y Juan Pablo Salas. Aranda sintetizó el accionar: “Hoy no me hubiera gustado estar acá. Si estoy es porque los seis años de lucha que venía haciendo como vecina no sirvieron de nada. No tenía que haberme pasado lo que pasó si las autoridades y, en especial, el juez federal Juan Pablo Salas del Juzgado 1 de Morón hubieran hecho su trabajo e investigado lo que nos está pasando. Nos están matando. Y no lo digo yo. Estamos envenenados, tenemos metales pesados en sangre, en todo el organismo. Y eso es una condena. Si bien no es inmediato, en el barrio no llegamos a los 60 años. Y está comprobado. Está documentado. Y ese es mi dolor más grande: estar acá por saber que nada funcionó”.
Aranda: “No me importa lo que me pasó a mí, ya es irreversible, pero mis hijos y mis nietos es el dolor más grande que tengo. Hoy por hoy no se hizo nada: seguimos respirando ese aire, los otros siguen facturando y nosotros nos morimos. Hay un montón de compañeros que ya no están, que en estos eis años se fueron sin haber visto la justicia. Y es lo que más me duele. Sí, me asusta que me agarren, pero más me asusta ver a mis hijas destruirse. Es también lo que me impulsa para seguir”.
Nota
Mujeres trabajadoras en la calle: “Juntas, llegamos a todo”

Los feminismos siguen siendo el único movimiento que tiene la capacidad de transversalizar la unidad, amplia, y poner en Avenida de Mayo, de cara a Plaza Congreso, cuadras y cuadras de columnas que van desde el sindicalismo, a los movimientos sociales, a la izquierda, al kirchnerismo.
Aún cuando por Hipólito Yrigoyen ingrese la enorme columna de la intersindical feminista seguida por poco del oficialismo; y por el otro costado, por Avenida de Mayo, ingrese la izquierda; todos los espacios comparten plaza a menos de un mes de elecciones generales que definen quién presidirá el país.
Esa es la noticia: seguimos transversalmente en la calle.
Video: Sebastián Smok.
De la economía popular a la formal
“Creían que el movimiento había desaparecido porque no estaba en la calle, pero estábamos en cada uno de nuestros territorios, ahí también damos la batalla y la lucha”, dice Leonor Cruz, Secretaria de Géneros y Diversidad de la CTA Autónoma, frente a la enorme columna de trabajadoras que son protagonistas de esta marcha. Las tres banderas que encabezan: UTEP, CTA y CTA Autónoma. De la economía popular a la economía formal, todas adentro.

Junto a ellas también marchan familias de víctimas de femicidios: Marta y Guillermo, mamá y papá de Lucía Pérez; y Daniel y Susana, papá y mamá de Cecilia Basaldúa, que salieron desde la sede de MU junto a un grupo de mujeres que les siguen con los pañuelos blancos que bordan dos palabras: Nunca Más.

No con el FMI
Dice Leonor: “La derecha más fascista de nuestro país tiene una agenda muy clara contra el feminismo, quieren ir contra cada uno de los derechos que hemos conquistado con sangre y a fuerza de lucha; pero no lo vamos a permitir. Estamos en la más amplia y diversa unidad de vuelta en la calle porque a la derecha la vamos a enfrentar, pero también vamos a decir: no es con el FMI, porque somos las trabajadoras, las precarizadas, las compañeras del barrio, las que más sufren el ajuste”.
Leonor llegó a Plaza Congreso desde Tucumán, trayendo lo que se ve fuera del centro porteño: “En nuestra Argentina profunda lo que se ve es la pobreza, en todas sus dimensiones, pero el movimiento feminista en la provincia es lo más fuerte que hay, es donde está la unidad y donde nosotras resistimos”.
Sobre la transversalidad habla también Silvia León, referente de ATE Nacional: “Hoy el objetivo tiene que ser que las derechas no avancen en nuestro país. Los 30 mil compañeros desaparecidos y muertos no murieron en vano, y las víctimas de femicidio tampoco”.
Silvia, rodeada de pañuelos verdes, sostiene junto a las familias de víctimas de femicidios, que tienen las fotos de sus hijas colgando en el pecho, los pañuelos blancos. Los feminismos honran el legado que los derechos humanos construyeron en la calle, con los pies. Dice Silvia: “Nosotras peleamos por soberanía, por educación, por salud, y también seguimos el camino de las Madres, las Abuelas, de los 30 mil, pero también de los familiares. Hay un tiempo que se termina, el de la verticalidad, el del verticalismo y del patriarcado, ahora toca construir transversal y federalmente”

Significado de la libertad
Marta y Guillermo, llegaron desde Mar del Plata a las siete de la mañana; junto a Susana y Daniel, se colgaron las fotos de sus hijas en el pecho: Lucía Pérez y Cecilia Basaldúa, dos femicidios territoriales emblemáticos, donde las tramas narco barriales marcaron como alerta una emergencia que traen las periferias.
¿Por qué recorrer la Ruta 2 durante toda la noche para marchar? Contesta Marta Montero, mamá de Lucía: “Para gritar que no vamos a permitir perder nuestros derechos, lo que hemos conquistado en este tiempo de lucha que no es solo el reciente, me voy más lejos: en este tiempo de democracia que es el tiempo en el que podemos salir, podemos luchar, y también decir lo que pensamos. Todo esto está en peligro, no podemos permitir que venga alguien a decirnos lo que tenemos o lo que podemos hacer, que corten nuestros derechos y lo conseguido: por ejemplo un ministerio. Todas las mujeres no tenemos la suerte de que nos acompañen los gremios, las organizaciones; hay muchas mujeres que están solas, pero vos sabés que hay una puerta que podés golpear y que se va a abrir. Ahora corremos el peligro de que todo eso se termine».

Marta Montero y Guillermo Pérez, los padres de Lucía (Foto: Sebastián Smok)
¿Por qué creés que quieren que se termine?
Porque somos muchas, hemos tomado la calle, hemos salido, y nuestra palabra se ha hecho escuchar. Y así hemos logrado cambios: el más importante fue el aborto legal. Es imposible no pensar hoy en día que una mujer no tiene derecho de poder decidir sobre su vida.Yo soy una persona de fe, creo en dios, en la virgen, pero no creo en que alguien pueda decirnos que esto tiene que ser de una sola manera porque creo en la libertad de las personas, y si alguien no quiere tener un hijo es respetable.
Libertad es una palabra hoy disputada, ¿qué significa?
Libertad significa levantarme, salir a la calle y decir lo que pienso sin censura de nadie, poder acompañar a alguien, poder hablar, poder estar. El libertario es otra cosa: son los que nos quieren vender que vamos a estar mejor por cosas que no terminamos ni de entender, es un juego de palabras siniestro que termina en opresión.

Foto: Sol Tunni.
¿Qué tienen que hacer los movimientos feministas?
No los tenemos que dejar avanzar. A mí no me representa una persona que esté con una agresividad tal que se le nota, en su manera de hablar, de moverse, a mi no me representa esa violencia, pero estamos viviendo en un momento muy difícil que hoy todo es violencia. El enojo hoy está peor que nunca, o tal vez tenga otra visibilidad, antes se tapaba más, hoy lo ves en un medio, en una red social, es más visible, por eso parece que pasa más.
¿Cómo volvemos para volver a ser marea?
Es muy importante creer en nosotras mismas, en el valor que nosotras tenemos, valorar quienes somos. Es muy importante no tener miedo, no tener miedo al ridículo, estar seguras de lo que hacemos, de lo que queremos y si tenemos que salir a defender a una compañera, a una hermana, salir y hacerlo con convicción propia. Lo más libre que una puede hacer es salir. Si no es con cada una de nosotras, hasta acá no se hubiese llegado, sin las mujeres luchando por su propia vida, las más grandes ayudando a las más chicas, y las más chicas, por ellas mismas. Esa es la hermandad, todas nos necesitamos, yo sola no puedo, te necesito a vos, a otra, a la hermana, sola es imposible. Necesitamos la confianza en nosotras mismas, evitar la competencia. Nosotras luchamos por la vida, por eso luchamos por todas. Solas no llegamos a nada, pero juntas llegamos a todo.

Daniel y Susana (padres de Cecilia Basaldúa), Guillermo y Marta. Foto Sebastián Smok.



Foto Sol Tunni.

Foto: Sol Tunni

Foto: Sebastián Smok
Nota
Resultados en la Cumbre Científica de Naciones Unidas: Argentina con agrotóxicos al 100%

El total (100%) de participantes argentinos en una investigación internacional sobre agrotóxicos “presentó un rango de 6 a 13 plaguicidas en orina, un rango de 2 a 10 plaguicidas en sangre y un rango de 0 a 18 plaguicidas en materia fecal”. El problema incluye a personas que viven lejos de las fumigaciones, por lo que se consideró a estos plaguicidas como «omnipresentes». Se encontraron además los venenos en los alimentos, el polvo del hogar, los granos de cultivos, animales, alimentos para animales, suelos y agua.
A través de una conferencia virtual desde Nueva York, durante más de 3 horas, el proyecto SPRINT reveló este miércoles 27 -Día de la Salud Ambiental- los resultados del estudio realizado en Europa y en la provincia de Buenos Aires (como principal exportadora de soja para alimentación animal).
Entre los venenos detectados están obviamente el glifosato (genotóxico y probable cancerígeno) y el clorpirifos (que pese a estar prohibido en Argentina se sigue vendiendo hasta en los supermercados). El informe señala además los “cócteles”, que mezclan químicos para aumentar la potencia de cada veneno, reuniendo hasta 120 plaguicidas.
La dirección del INTA prohibió a la doctora Virgina Aparicio (que integró en la investigación) participar en cualquier instancia actual del proyecto, y hablar con la prensa, siendo que se trata de un tema de salud pública.
Algunos de los datos que, pese al silencio y a la mordaza oficial, se revelaron en el marco de la Cumbre Científica de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
En alimentos: “el total de participantes argentinos presentó un rango de 6 a 22 plaguicidas en la muestra de alimentos”.
En el polvo del hogar: “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 43 a 86 plaguicidas en polvo del hogar”.
Granos de cultivos: “el total de muestras analizadas en Argentina presentó un rango de 0 a 8 plaguicidas en grano”.
En animales: “el total de animales analizados en Argentina presentó un rango de 1 a 12 plaguicidas en orina, un rango de 0 a 16 plaguicidas en materia fecal”. (Los de sangre continúan pendientes).
En alimento para animales: “un rango de 5 a 25 plaguicidas en alimento animal”.
En suelos: “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 0 a 12 plaguicidas en suelo”.
Agua superficial: en “el total de muestras analizadas presentó un rango de 10 a 28 plaguicidas en agua superficial”.
Por Anabel Pomar

Resultado global presentado sobre las concentraciones de glifosato en seres humanos. Argentina lidera esa tabla con absoluta comodidad.
En el día de la celebración del día de la salud ambiental, miércoles 27 de septiembre, en Nueva York, EE. UU., en el marco de la Cumbre Científica de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGA78) por primera vez para grandes audiencias pudieron conocerse parte de los resultados del proyecto europeo SPRINT (siglas en inglés de Transición Sostenible de Protección Vegetal: Un Enfoque de Salud Global 2020/2025).
¿Qué es el SPRINT? Es un proyecto financiado por La Unión Europea (UE) que busca identificar los residuos de los agrotóxicos, en ecosistemas y en humanos, y analizar el peligro de la sinergia (la combinación o mezcla) entre los plaguicidas hallados. Esto último, algo jamás contemplado a la hora de aprobar esos peligrosos venenos en el mercado, ni en el llamado “viejo continente”, ni en nuestro país.
En 2021 los muestreos en el marco de ese proyecto además de realizarse en los 10 países europeos participantes se ampliaron a la provincia de Buenos Aires.
¿Por qué se incluyó a nuestro país? Por ser el principal exportador de soja para alimentación animal al mercado europeo.
Entre las principales conclusiones del evento de este miércoles en NY, pudieron escucharse las voces de expertas y académicos participantes de ese proyecto. Contaron, basados en rigurosa información, cómo los agrotóxicos usados en la agricultura veneno-dependiente están contaminándolo todo. Cuerpos, comida y ambientes. Una de las palabras que más se repitió en las presentaciones, fue “omnipresente”. Los agrotóxicos están en todos lados: incluso en donde no son utilizados.
Entre los cuadros con centenares de nombres de moléculas químicas usadas en la agricultura, destacan algunos de los agrotóxicos más fumigados en nuestro país. El herbicida glifosato, y su metabolito AMPA, en los primeros puestos. Y para los muestreos en Argentina, en cantidades hasta tres veces superiores en algunas matrices. También el clorpirifos, recientemente prohibido en el país pero que se puede seguir comprando en cualquier góndola de supermercado en el sector de insecticidas.

Resultados de plaguicidas en las muestras en orina.
El momento de la presentación es importante ya que este próximo 13 de octubre la Unión Europea deberá votar si decide re-autorizar el uso del glifosato. Desde la coordinación del SPRINT aseguraron que a la brevedad la información –que ya fue presentada en la euro-cámara– será publicada y distribuida al público general para lograr mayor difusión. También aseguraron que esperan que tales resultados impidan que se concrete la renovación del peligroso herbicida.
Omnipresentes
Ver la presentación de esos estudios que respaldan una afirmación que muestra la magnitud del daño, estremece. Hasta las personas que consumen o producen alimentos sin usar agrotóxicos tienen sus cuerpos contaminados. Y aquellas que consumen alimentos libres de agrotóxicos, también. El cuadro completo muestra que la exposición ambiental llega a todas las personas, no solo a quienes producen con venenos o viven en zonas rurales. Y por todas las rutas de exposición.

Los resultados de los venenos en materia fecal.
En los hogares
Como ejemplo se puede mencionar lo que se encontró al medir el polvo de hogares, presentado por Daniel M. Figueiredo, de la Universidad de Utrecht de Países Bajos. Los resultados indican que los agrotóxicos llegan a impactar en los organismos más por los ambientes que por la dieta misma: también son una ruta de exposición directa. El más detectado es el glifosato y su metabolito AMPA, en un cóctel de sustancias químicas peligrosas en un rango de entre 25 y 120 plaguicidas.
Otra constante: los cócteles de agroquímicos. No hay una sola sustancia sino decenas o cientos, mezcladas para aumentar la potencia del veneno. En el caso presentado impactaban tanto a los vecinos de producciones convencionales cómo orgánicas.
A su turno, Hans Mol de la Universidad de Wageningen de Países Bajos, en la presentación de lo hallado en muestras de fluidos humanos –en los que el glifosato vuelve a estar entre lo más detectado. Los resultados señalan que hay presencia del herbicida genotóxico y probable cancerígeno en orina en el 86,1% de los argentinos muestreados y en el 35,2% de los europeos, mientras al analizar las heces humanas se detecta ese plaguicida en el 70,5% de las personas residentes en Europa y en el 100% de los bonaerenses.
Para el caso del clorpirifos, el 3,7% de europeos tiene en sus heces ese tóxico, mientras que para la Argentina el número asciende a 37,7%. Nuevamente salimos campeones, esta vez de otro podio tóxico.
La mordaza
En la conferencia virtual –toda en inglés– que duró tres horas y a la que asistió lavaca y aproximadamente un centenar de personas conectadas desde distintas partes del mundo, no estuvo la investigadora a cargo del proyecto en Argentina, la doctora Virginia Aparicio.
Lavaca consultó a la investigadora del INTA el porqué de su ausencia que para la decena de personas conectadas desde Argentina no pasó desapercibida. Aparicio no tiene autorizado por orden directa de la dirección de ese organismo estatal participar de ninguna instancia del SPRINT, ni hablar con la prensa.
Lavaca se comunicó con el INTA (socio número 16 identificado como CSS11-Buenos Aires dentro del proyecto SPRINT) pero nuevamente, como sucede desde hace meses, no hubo respuesta oficial.
El organismo público impidió que hasta el día de hoy los resultados de lo muestreado en nuestro país se difunda. En julio de este año, pese a esa censura oficial, la vaca pudo conocer los resultados de ese muestreo en territorio y población bonaerense y publicarlo.
Del muestreo en Argentina participaron 73 personas. De las 73, 1/3 consumidoras, 1/3 habitantes de pueblos pequeños y “vecinos de productores”. Y 1/3 productores agropecuarios de los cuales la mitad usa plaguicidas y la otra mitad trabaja agroecológicamente. También se incluyó un monitoreo en 14 establecimientos rurales. Se tomaron pruebas en ambiente, alimentos, grano y muestras biológicas en animales.
“El total de participantes argentinos presentó un rango de 6 a 13 plaguicidas en orina, un rango de 2 a 10 plaguicidas en sangre y un rango de 0 a 18 plaguicidas en materia fecal” es una de las revelaciones de la investigación.
En los ambientes en los que esas personas se mueven a diario, “el total de participantes argentinos presentó un rango de 7 a 53 plaguicidas en las pulseras” de detección.
La vida cotidiana asediada
En las consideraciones preliminares de esos estudios personales que trascendieron se consigna: “Las mezclas de residuos de plaguicidas están presentes en los cuerpos humanos. Las personas se exponen a los plaguicidas en su vida cotidiana (datos de pulseras). La mayoría de los residuos son peligrosos para el ecosistema y los humanos”.
En alimentos, “el total de participantes argentinos presentó un rango de 6 a 22 plaguicidas en la muestra de alimentos”.
En el polvo del hogar, en “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 43 a 86 plaguicidas en polvo del hogar”.
Granos de cultivos, en “el total de muestras analizadas en Argentina presentó un rango de 0 a 8 plaguicidas en grano”.
En animales, en “el total de animales analizados en Argentina presentó un rango de 1 a 12 plaguicidas en orina, un rango de 0 a 16 plaguicidas en materia fecal”. (Los de sangre continúan pendientes).
En alimento para animales, en “un rango de 5 a 25 plaguicidas en alimento animal”.
En suelos, “el total de muestras analizados en Argentina presentó un rango de 0 a 12 plaguicidas en suelo”.
Agua superficial (en la zona de trabajo de SPRINT) en “el total de muestras analizadas presentó un rango de 10 a 28 plaguicidas en agua superficial”.
Nota
Tucumán: condenan a un funcionario judicial y en el fallo recomiendan colgar placas en Tribunales que digan «un ambiente violento de trabajo afecta el servicio de justicia»
Un funcionario judicial de Tucumán fue condenado por abuso sexual: 4 años, obligación de reparación económica, capacitación y placas en Tribunales. El hecho no es aislado: el Observatorio Lucía Pérez lleva adelante un registro que incluye 420 funcionarios (integrantes del Poder Ejecutivo, Poder Legislativo, Poder Judicial, de las cúpulas de las Fuerzas de Seguridad y de la Iglesia Católica) denunciados por violencia de género. Los argumentos e implicancias de un fallo ejemplar.
Jorge Edmundo Mistretta, exjefe de despacho de la Secretaría Electoral del Juzgado Federal N° 1 de Tucumán, jubilado desde 2019, fue condenado a cuatro años por abuso sexual contra dos de sus empleadas. Los abusos ocurrieron en 2013 y 2015: incluye tocarle los pechos a una de ellas y querer besarla, comentarios sexuales groseros, e intento de tocar a otra de las denunciantes.
En el fallo del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tucumán, compuesto por la jueza María Noel Costa, y los jueces Carlos Enrique Jiménez Montilla y Enrique Lilljedhal, se ordenó:
- La inmediata detención, aunque cumplirá prisión domiciliaria por su estado de salud.
- Una indemnización de $4.4 millones de pesos y 3.6 millones de pesos para cada una de las víctimas.
- La realización de un programa de capacitación sobre perspectiva de género y en política de prevención, sanción y eliminación de la violencia contra la mujer.
- Se solicitó a Recursos Humanos de la Corte Suprema de Justicia Nacional que “se arbitren los mecanismos administrativos necesarios por una medida restaurativa que contemple la incorporación a una de las oficinas judiciales de esa jurisdicción -de la Cámara o del Tribunal Oral -, debiendo garantizar la ‘no revictimización’ de una de las víctimas”.
- Además se recomendó que se coloquen placas en tribunales donde sucedieron los hechos que digan: “Un ambiente violento de trabajo afecta el servicio de justicia. No a la violencia ni al acoso”.
Los fundamentos se conocerán el próximo 29 de septiembre.
El “caso” no es aislado. El Observatorio Lucía Pérez lleva adelante un registro de denuncias por violencia de género contra integrantes del Poder Ejecutivo, Poder Legislativo, Poder Judicial, de las Fuerzas de Seguridad y de la Iglesia Católicas.
El registro incluye ya 420 funcionarios denunciados, entre intendentes, diputados, fiscales, sargento, jueces, asesores, concejales, cabos, decano, sacerdotes y un largo etcétera. De todos los denunciados 99 son del Poder Judicial, al igual que Jorge Edmundo Mistretta; 139 del Poder Ejecutivo; 62 del Poder Legislativo; 67 de la Iglesia Católica; y 53 de las cúpulas de las fuerzas de seguridad.
El padrón de funcionarios denunciados se puede ver acá

El Estado argentino se comprometió en 2020 a llevar un registro público de funcionarios judiciales denunciados por violencia de género como parte de un acuerdo amistoso alcanzado en el marco de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Hasta el momento lo hizo de forma incompleta y escasa, por ello comenzó a realizarlo, de manera autogestiva, el Observatorio Lucía Pérez que sumó además otros poderes para completarlo y con esa información reflexionar acerca de qué relación hay entre la ausencia de políticas públicas de contención y prevención y estas prácticas impunes.
Lo que se ve: la consigna “El Estado es responsable” se hace carne en la sistematización de esta información. No lo es solamente por omisión, o ineficaz: es un Estado violento.
- Mu186Hace 2 semanas
Despidiendo al Gordo
- Mu186Hace 2 semanas
El estreno de Preciado: el teatro de la rosca
- Mu186Hace 2 semanas
La Piba Berreta: religión punk
- NotaHace 2 semanas
No podrán
- Mu186Hace 2 semanas
El hotel de las anónimas
- NotaHace 2 semanas
17 años sin Julio López: su testimonio en el Juicio por la Verdad
- Mu186Hace 2 semanas
El coro mutante
- NotaHace 2 semanas
Femicidio de Iara Rueda: confirman las condenas a perpetua