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Las de abajo: la historia de las mujeres del subte

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Parieron derechos y conquistaron reivindicaciones históricas del gremio. Resistieron patotas y ahora enfrentan al gobierno y la Justicia. Semblanza de una historia a tono con esta época verde.  Por Lucas Pedulla

Cuando Adriana Sarlenga entró en 1999 como boletera en la estación 9 de Julio de la línea D, se encontró con que la respuesta al mundo machista en el que vivía estaba abajo de la tierra. Conoció a otras compañeras en la lucha para bajar la jornada laboral de ocho a seis horas, un derecho que habían perdido con la privatización durante el menemismo. Empezó a leer folletería y a juntarse con las trabajadoras más activas. Hoy recuerda: “La empresa me castigó enviándome a una boletería inhóspita, para que pare”.
¿Y qué hiciste?
Aproveché el castigo para armar una red entre las mujeres de todas las líneas.
Por el reclamo de las horas, un día se enteraron de que las querían echar a todas. Solo a ellas. Metrovías apeló a una ley de 1924 que prohibía el trabajo de las mujeres en ámbitos insalubres. En caso de aprobarse la reducción, debía echar a 300. “Yo era sostén único de familia con cuatro hijos”, dice Adriana. “Me puse de los pelos. Propuse hacer una asamblea. Y fui a todas las líneas entregando fotocopias a las compañeras”.
La asamblea explotó en la estación Callao. “Vinieron por primera vez 86 compañeras. Fue algo histórico. Nos conocimos. y al tiempo formamos la Comisión de Mujeres”.
Corría el 2002. Adriana lo cuenta hoy, 16 años después, a sus 60 años, sentada con un pañuelo verde atado al cuello en la sede de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP), más conocido como Metrodelegados, el gremio que parieron hace diez años como parte de una escición de la Unión Tranviaria Automor (UTA) por su complicidad con el desguace neoliberal.
Y lo cuenta desde una sonrisa y una experiencia personal cuyo desenlace permite trazar una línea no solamente con la historia de un gremio que resiste las embestidas del gobierno y de la justicia, sino con la de un país que vive su revolución verde: “Prohibirme fue lo peor que lo pudieron haber hecho. Porque explotamos”.
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La UTA que las parió

Otra explosión llegó en marzo de este año cuando la Corte Suprema ratificó un fallo de la Sala II de la Cámara Nacional de Apelaciones que planteaba la nulidad de la personería gremial del sindicato Metrodelegados luego de un recurso presentado por el gremio UTA. ¿Qué pasó? En 2009, el cuerpo de delegados del subte convocó a un plebiscito para definir si estaban dispuestos a armar un nuevo gremio luego de que la UTA propusiera echarlos a todas y todos. Ganó el sí. La personería se aprobó en los últimos días del kirchnerismo. La UTA apeló. El fallo de la Sala II llegó mientras en sede administrativa se discutía cuál de los dos gremios era el más representativo en un acto que se denomina compulsa: cada gremio se presenta a una audiencia donde se cotejan los padrones de uno y otro.
La UTA no se presentó. “Porque saben que si se presentan, pierden”, describe Magalí Aguirre, 36 años, conductora en la línea E. De esta forma, gracias a la decisión judicial de retirarles la personería, el gobierno comenzó a desconocerlos: no sólo firmó un acuerdo paritario con la UTA de un aumento del 15 por ciento en tres cuotas (rechazado por Metrodelegados), sino que el Ministerio prohibió a los bancos los descuentos automáticos de sus afiliados. El aporte compulsivo del 1 por ciento pasó a la UTA.
La búsqueda de la desfinanciación del gremio llegó con suspensiones, descuentos, trabajadores con pedido de desafuero y una brutal represión de la Policía de la Ciudad en Las Heras de la línea H por un paro en protesta de esta embestida en mayo de este año. Hubo 18 trabajadores detenidos y compañeras golpeadas. Adriana suspira: “Me recuerda a todo lo que vivimos y que ya habíamos conquistado”.
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Agarrar el volante

Karina Nicoletta entró como boletera a la línea B en 1994. Era su primer trabajo: “Por esa época ingresamos un grupo de personas sin experiencia sindical”, cuenta. Una de ellas era Virginia Bouvet, que se incorporó como boletera a la línea C a fines del ‘93: “Llegué con la privatización”. Tres años después, con 21 años, ya era una de las delegadas más jóvenes del gremio; hoy es la secretaria de Organización de AGTSyP. “Era difícil no tanto por la edad o el género, sino porque esto recién se privatizaba: veníamos de una derrota donde más de la mitad de la gente había volado con retiros voluntarios y lo que quedó fueron las peores condiciones de trabajo”.
Esas condiciones las discutieron también desde la situación concreta de las trabajadoras. Karina: “Las mujeres sólo estábamos en el sector comercial o en boletería. Significaba la menor remuneración con cero posibilidad de una mejor calidad de vida. No podíamos ser guardas ni conductoras. Había concursos y te decían: ‘Sos mujer, no podés acceder’”.
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La primera batalla fue entonces contra sus propios compañeros. Virginia: “La discusión la ganamos ahí, porque a todos les parecía normal que estuviéramos en la boletería”. Armaron un petitorio que hicieron circular entre los delegados varones: juntaron más de 1.000 firmas. “Lo hacíamos con ellos porque tenían fueros. Ser activista sindical traía muchos problemas”. En el ‘97 comenzaron los primeros paros para evitar los despidos arbitrarios. “Los ganamos, y entonces la empresa nos empezó a medir. Allí resurgieron las ganas de participar y de organizarse. Ese resultado hizo que empezaran a surgir demandas importantísimas que teníamos las mujeres. Hoy somos el 20 por ciento del gremio, pero antes no podías crecer: te decían que te ibas a jubilar en la boletería”.
El petitorio nunca se entregó. Virginia: “La empresa no quiso recibirlo, pero fue la excusa para hablar del tema. Al año llamaron a las primeras siete compañeras, y en diciembre del ‘97 subió la primera guarda”. Hoy Karina es conductora y secretaria de Género e Igualdad de Oportunidades. Y Virginia escribió el libro Un fantasma recorre el subte: crónica de la lucha de los trabajadores de Metrovías, con parte de esta historia.
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Derechos bajo tierra

Luego llegaron reclamos básicos. No tenían agua potable: lo revirtieron. La empresa quiso eliminar el puesto de guarda: lo evitaron. Siguió la pelea por las seis horas para los sectores que no eran considerados insalubres. Como no había diálogo posible, la respuesta fue dejar los puestos de trabajo cumplido ese tiempo. Lo lograron: la empresa los efectivizó. En 2003, y después de varios paros, pelearon la primera recomposición salarial del sueldo de 435 pesos congelado desde 1994: fue del 44 por ciento.
Seguían las tercerizaciones. Virginia cuenta la estafa: “La gerencia se ponía una empresa de vigilancia y de limpieza, contrataban trabajadores y le cobraban al Estado 2.500 pesos por cada uno pero a ellos les pagaban 360. Cuando ganamos las 6 horas, ellos trabajaban hasta 10. Nosotros aumentamos los salarios, ellos seguían con los mismos”. Karina apunta cuál era el sentido: “La precarización de compañeros en el mismo ámbito atenta contra nuestras propias condiciones: es un modelo para ver luego cómo te precarizan a vos. Si somos todos del mismo lugar, entonces peleemos las mismas condiciones”.
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Lo consiguieron: sumaron 800 trabajadores a un plantel que ya era de 2.500. Claudia Duré, 49 años, fue una de las que ingresó: hoy es boletera en la línea D y subsecretaria de Deportes del gremio. Deja una imagen de esas jornadas de protesta: “Una vez hicimos diez días de paro en los que no volví a casa. Dormíamos en un telo 3 ó 4 horas. No había otra. Pasé mi cumpleaños ahí adentro”. Milagros aporta contexto: “Todo esto sin el apoyo de la UTA”.
Todavía faltaba la batalla definitiva.
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Terroristas & mercenarios

Virginia aporta otro dato: el jefe de seguridad de Metrovías era Miguel Ángel Rovira, uno de los últimos jefes de la Triple A, que en 1975 se exilió del país junto a José López Rega. “Tenía tres modos de clasificarnos: terroristas, mercenarios y apóstoles. Los terroristas éramos el grupo activo y los apóstoles, quienes respondían a ellos. Los mercenarios eran los trabajadores que podían ir de un lado u otro. Somos 2.500, hay muchas corrientes, pero para la empresa somos todos zurdos”.
Las privatizaciones entregaron los subtes a las empresas privadas y dejaron sin vigencia el convenio colectivo por decreto. Virginia: “Era muy bueno, se había firmado en el ‘75 y nadie lo había tocado. Con el menemismo cayó. Y con las privatizaciones también llegaron las ocho horas. Cuando entré convivía con trabajadores que hasta una semana  antes habían trabajado seis. Todo eso lo permitió la UTA”.
En diciembre de 2007, el cuerpo de delegados convocó a una conferencia de prensa en el Hotel Bauen. El sindicato mandó una patota que irrumpió en el lugar y los amenazó. Siguieron. En enero de 2008, el Comité de Ética de la UTA (un oxímoron, según las trabajadoras) quiso expulsar a todo el cuerpo de delegados. Virginia: “Todo el 2008 lo pasamos sabiendo que podía terminarse: como gremio de transporte la UTA tiene congresales en todo el país pero el subte está sólo en CABA. Ahí dijimos basta: armemos un nuevo sindicato porque, si nos echan, tenemos que estar juntos”.
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Llegó 2009. Llevaron la discusión a un plebiscito en las cinco líneas. Virginia: “Teníamos dos boletas: una por el sí y otra por el no”. Ganó el sí con una participación de 1.900 trabajadores y trabajadoras de un total de 3.200. Karina destaca: “Fue una decisión colectiva. Y ganamos. Sabíamos que teníamos que construir una organización distinta a la estructura verticalista de la UTA. Y la creamos desde la pluralidad. La decisión fue un gremio que democratizara sus estructuras”.
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La explosión verde

Estas mujeres fueron parte activa en las acciones por la legalización del aborto. La más impactante fue una realizada días antes de la votación en el Senado llamada Operación Araña, en la que tiñeron de verde las cinco líneas, con música en vivo de Miss Bolivia y Mimi Maura. “La tierra vibró desde abajo”, dice Milagros García, 35 años, conductora en la línea A. “Era obvio que nos íbamos a subir a este pony verde”.
Adriana apunta que sus miradas se fueron transformando mientras participaban de las asambleas de mujeres: “Sentíamos vibrar adentro nuestro ese cambio cultural que necesitábamos”. ¿Cuál es? Karina: “Haber conformado una organización gremial más democrática implicaba tener una perspectiva así. Hoy estamos viviendo en términos históricos una larga lucha feminista que hace mella en nuestras organizaciones. Permite poner voz y disputar las desigualdades que veníamos transitando”. Un ejemplo: construyeron un pliego de condiciones de trabajo que plantea licencias por violencia machista y de cuidado extendidas para los compañeros. Karina: “Es repensar otra forma de construir poder hacia adentro. Lo que veo es que, más allá de la votación, la discusión por el aborto profundizó ese proceso en nuestros espacios aún más”.
Virgnia hace un análisis: “Hay una parte importante que tiene que ver con un empuje social, con la ola feminista, pero todavía a veces hay que plantarse con una posición individual. La ola puede servir para reclamar algo todas juntas, pero después sos vos en tu casa la que no tenés que elegirte un novio machista y poner límites, porque ahí vas a estar vos sola. Es decir que puede servir de marco para que te fortalezcas en las decisiones individuales. Y lo digo porque lo veo en lo gremial: este momento tiene que traducirse en más activismo y en más participación. Porque si bien reconozco que de 850 mujeres hay muchas que se mueven y activan, eso no se refleja en el cuerpo de delegados: son 82 varones y 5 mujeres. Es en parte porque los varones son de acaparar y se eligen entre ellos y, también, porque la mujer no va a fondo. Si la ola nos atravesó profundamente, eso tendrá que verse el año que viene en una mayor representación de mujeres en el cuerpo de delegados”.
Las embestidas siguen.
Las persecuciones, también.
Pero la vibración que provocaron estas mujeres ya es temblor.
Y viene de abajo de la tierra.

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Histórico: la Ley de Equidad en Medios de Comunicación ya está reglamentada

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A 2 años de su sanción el Estado convocó a sellar la reglamentación de la Ley que plantea la equidad en la representación de los géneros en los servicios de comunicación, obligatoria para el Estado y con incentivos para los privados que la adopten, a nivel federal y con participación de instituciones educativas y gremios. La subsecretaria de Políticas de Inclusión en el mundo laboral, Cecilia Cross, entre otras funcionarias, aprobaron hoy la conformación de una mesa de trabajo que dará curso a la aplicación de la norma a través de foros participativos en las tres regiones del país. Los detalles de una reunión histórica y por qué hoy cambió el futuro de la profesión.

El Estado saldó una deuda con el oficio: reglamentó la Ley de Equidad en Medios de Comunicación que llevaba casi dos años de espera, luego de la sanción, en 10 de junio de 2021. La reglamentación fue publicada hoy jueves 8 de junio en el Boletín Oficial bajo el decreto 304/2023 con la firma del presidente Alberto Fernández; el Jefe de Gabinete, Agustin Rossi; y la Ministra de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de Argentina, Raquel Cecilia «Kelly» Kismer de Olmos.

Así se avanzó hacia el segundo paso clave que sucedió apenas once horas después de estar publicada: se conformó una mesa de trabajo encargada de avanzar en su aplicación. La reunión fue en el salón del último piso del Ministerio de Trabajo: en la antesala está el escritorio donde trabajaba Eva Duarte de Perón. 

Convocada por la Subsecretaria de Políticas de Inclusión en el mundo laboral, Cecilia Cross, participaron las organizaciones fundadoras de la Red Federal  y las funcionarias Rosaura Audi, Subsecretaria de Medios Públicos​ en la Secretaría de Medios y Comunicación Pública de la Nación, Antonia Portaneri, Subsecretaria de Coordinación Política e Institucional; y Miriam Lewin a cargo de la Defensoría del Público de Argentina.

Histórico: la Ley de Equidad en Medios de Comunicación ya está reglamentada

Voces de la reunión

La convocatoria fue urgente, y así lo expresó Cecilia Cross cuando sostuvo que la principal deuda que se tuvo desde el Poder Ejecutivo fue la demora de la reglamentación. Además, dejó claro que la intención del Ministerio es generar espacios de intercambio para escuchar todas las dema das dela implementación, “que el decreto de reglamentación no sea una excusa para cerrar el debate sino para mantenerlo abierto”, sostuvo. El objetivo es que de acá a 90 días se generen foros en tres regiones del país (norte, centro y sur) donde se establezca la hoja de ruta de acción. También, como la ley es obligatoria para los medios públicos, la mesa analizará en particular los medios de RtA, Telam y Contenidos.

Periodistas Argentinas señaló que el compromiso el impacto  federal: «Nuestra prioridad es que se cumpla en todo el país, empezando por las provincias más alejadas de los centros de decisión. Los procesos que hemos conquistado los impulsa la necesidad social. Esta ley es hija de la lágrima: su raíz es contra las violencias y su objetivo, fortalecer nuestras herramientas de defensa”. 

Larisa Kejval, directora de la Carrera de Comunicación de la UBA, explicitó el papel formativo en el que pueden aportar las universidades, pero también el de producción de conocimiento y dato duro que permita el despliegue de políticas públicas. 

Rosaura Audi, Subsecretaria de Medios Públicos​ en la Secretaría de Medios y Comunicación Pública de la Nación, definió a la reglamentación y a la conformación de la mesa de trabajo como el “inicio de un camino” en el que se va a tener que trabajar en desafíos tales como abordar las diversidades de las distintas provincias del país.

Finalmente, la directora Cecilia Cross sintetizó la propuesta del plan de trabajo. «¿Estamos de acuerdo con la moción?», resumió. La respuesta fueron aplausos.

El compromiso: que el proceso de consulta con organizaciones de la sociedad civil no se extienda más allá del 31 de agosto. Se hará mediante foros que contemplen distintos mecanismos de participación, en distintas regiones del país, bajo tópicos de trabajo específicos:  inclusión, formación, violencias, políticas pública y futuro del trabajo.

Sobre la base de las opiniones y reclamos escuchados se redactarán los puntos pendientes de la implementación.

La ley

La ley tiene por objeto promover la equidad en la representación de los géneros desde una perspectiva de diversidad sexual en los servicios de comunicación, cualquiera sea la plataforma utilizada. A su vez, consagra un régimen obligatorio para los servicios de comunicación operados por prestadores de gestión estatal y un régimen de promoción para los servicios de comunicación operados por prestadores de gestión privada con y sin fines de lucro.

En el texto del Boletìn Oficial la reglamentación se fundamenta en: 

  • La Constitución Nacional que establece que todos los habitantes de la Nación son iguales ante la ley y que destaca la importancia de legislar y promover medidas de acción positiva que garanticen la igualdad real de oportunidades y de trato y el pleno goce y ejercicio de los derechos.
  • Los convenios de la Organización Internacional del Trabajo ratificados y aprobados por nuestro país: el Convenio 100 sobre Igualdad de Remuneración; el Convenio 111 relativo a la Discriminación en Materia de Empleo y Ocupación; y el Convenio 190 sobre la Eliminación de la violencia y el acoso en el mundo del trabajo. 

Más información sobre la Ley de Equidad en Medios se Comunicación:

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Sentencia agrotóxica en Corrientes: el segundo asesinato de Kili Rivero

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“Este hombre mató a un niño inocente y recibió menos condena que una persona que usurpó un predio municipal» dice Eugenia, la madre de Kili. «Es una sentencia de terror, totalmente injusta” plantea el abogado Hermindo González. Este jueves se conoció el fallo por el crimen de José «Kili» Rivero, un chico que tenía cuatro años de edad cuando falleció en 2012 víctima de agrotóxicos fumigados a 15 metros de su vivienda por el productor tomatero Oscar Antonio Candussi.

La sentencia del Tribunal Oral de Goya condenó al acusado a 3 años de prisión condicional por homicidio culposo. Traducción: no irá a la cárcel, y se omitieron las pruebas que muestran que Candussi conocía la peligrosidad de los químicos que iba a aplicar y lo que podían provocar en las personas. Sin embargo llevó adelante esta conducta sin interesarse en esos efectos en la salud y la vida humana. El rol sinuoso del fiscal Guillermo Barry. El antecedente casi idéntico de Nicolás Arévalo (también muerto a los 4 años, por envenenamiento fumigador): la tendencia a la impunidad. La investigación en la revista MU, y un video con el ambiente, el paisaje, el abogado y la madre de Kil. La nota y el informe completo de la Defensoría del Pueblo de la Nación, confirmando la situación de contaminación y enfermedades que el organismo corroboró durante su investigación en Lavalle, Corrientes.

Diciembre de 2020. “Corrientes: condenan a productor por la muerte de un chico por agrotóxicos, pero no irá a la cárcel”.

El título de esa nota informó sobre el juicio que acababa de terminar para determinar la responsabilidad del productor tomatero Ricardo Prieto. En aquella sentencia, el Tribunal Oral de Goya dictaminó la pena de tres años de prisión condicional por el “homicidio culposo” de Nicolás Arévalo, un chico de cuatro años de edad, ocurrido en 2011.

8 de junio de 2023. Se puede copiar y pegar el párrafo anterior. Se reemplaza Ricardo Prieto por Oscar Antonio Candussi.

Nicolás Arévalo por José “Kili” Rivero.

Y 2011 por 2012.

Lo que no se reemplaza es la impunidad. 

Sentencia agrotóxica en Corrientes: el segundo asesinato de Kili Rivero

El contexto de la casa familiar en el Paraje Puerto Viejo en Lavalle, Corrientes: quintas de producción tomatera, donde se fumiga con venenos junto a casas y escuelas. (Fotos: lavaca/MU/ Sebastián Smok).

El leve arte de matar

Este jueves el Tribunal Oral de Goya condenó a 3 años de prisión condicional por homicidio culposo al productor tomatero Oscar Antonio Candussi, por la muerte del nene de 4 años José “Kili” Rivero, en la localidad correntina de Lavalle. El crimen ocurrió en mayo de 2012. Los fundamentos serán leídos el 15 de junio de 2023.

Se encontró culpable a Candussi de fumigar con pesticidas organosfosforados en su plantación de tomates distante a 15 metros de donde vivía Kili Rivero.

Sin embargo, el productor condenado no irá a prisión por tratarse de una pena en suspenso, que establece que no deberá cumplir privado de la libertad.

«La verdad es que siento que no fue el resultado que nos hubiera gustado porque este hombre mató a un niño inocente y recibió menos condena que una persona que usurpó un predio municipal» dijo a lavaca Eugenia Sánchez, la madre de Kili, tras conocer el fallo.

“Es una sentencia injusta, una sentencia de terror. Vamos a esperar los fundamentos y a presentar el recurso de casación para que el Tribunal Superior de Justicia provincial revoque el fallo”, planteó el abogado querellante Hermindo González ante la consulta de esta agencia.

Sentencia agrotóxica en Corrientes: el segundo asesinato de Kili Rivero

Kili y su hermana murieron por enfermedades asociadas a los agrotóxicos. En la foto, su madre, Eugenia, en la huerta familiar donde cultivan diversidad, sin venenos: allí cuelga una parra sembrada por Kili: “Él era mi ayudante; cultivaba, tenía las manos del papá, la mano de las plantas”, cuenta en la entrevista concedida a MU. (Fotos: Lavaca/ MU/ Sebastián Smok).

El (in)cumplimiento efectivo

¿Por qué considera que Candussi debió ser juzgado por homicidio simple? Responde el abogado: “Porque la acción encuadra dentro de la figura de dolo eventual. Quiere decir que conociendo la peligrosidad de los químicos que iba a aplicar y lo que podía provocar en las personas, llevó adelante esta conducta sin interesarse en la salud y la vida humana. Sin dudas, merece una pena de cumplimiento efectivo”.

El fiscal del juicio se llama Guillermo Barry y en sus alegatos sostuvo que el imputado tuvo la culpa por estar acreditada la existencia del hecho y porque si tomaba los recaudos necesarios para realizar esa actividad, no hubiera provocado el daño. Sin embargo, pese a que su actividad provocó la muerte de Kili Rivero Guillermo Barry solicitó que se lo condene por el delito de homicidio culposo, con una pena de tres años en suspenso.

“El fiscal acreditó casi lo mismo que yo, sin embargo pidió sólo tres años y en suspenso. Habría que preguntarle a Barry cuál es su criterio para sostener ese pedido, porque no se entiende cómo si hizo una construcción muy similar a la mía, pida eso; es algo increíble” dice el abogado.

En el último número de la revista MU publicamos una investigación sobre el estado de las cosas en Lavalle, Corrientes.

Desde lavaca intentamos comunicarnos con el fiscal Barry pero no respondió los reiterados llamados.

Asesinato x 2

Hermindo González expresó así su indignación ante el fallo: “No es una condena, es casi un beneficio, un privilegio. Y para toda la comunidad una burla; es ratificar que hay sectores protegidos para cometer este tipo de hechos y abre la puerta a que se continúe de la misma manera, sin que importe la vida de los pibes de Corrientes”.

El abogado traza una distinción: “Desde el punto de vista objetivo y profesional me sorprende el fallo porque los elementos probatorios marcan otra cosa; ahora, desde el punto de vista subjetivo y de comprender el funcionamiento del poder judicial y el modo en que ayuda a estos sectores, no me sorprende para nada”.

La sensación: “Es muy mala, no es la sensación de haber obtenido justicia. La familia está muy mal, el padre se descompuso dos veces; vinieron con la esperanza de que pudieran tener algo de esa justicia tan anhelada durante 11 años, pero se van con lo mismo o peor, porque vinieron con su hijo asesinado y se van con su hijo asesinado por segunda vez. Esta sentencia lo vuelve a matar a Kili”.

Aquí acompañamos la nota de lavaca, publicada por la periodista Anabel Pomar, que incluye el informe completo de la Defensoría del Pueblo de la Nación, confirmando la situación en Lavalle, Corrientes.

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Teatro & alrededores: las chicas de rojo dan abasto en el barrio

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Cinematique Abasto es una expresión que combina teatro, música y cine, y forma parte de Abasto in situ, un ciclo de obras realizadas en el espacio público que busca fortalecer los vínculos entre las artes escénicas y el barrio. La obra es un intento por frenar en público el curso de los acontecimientos. Un grupo de chicas vestidas de rojo, nos invitan a transitar un momento “fuera del tiempo”: con la actuación, las melodías, las imágenes y con nuestra complicidad, es altamente probable que se logre el objetivo.

¡Hola mundo! ¿Cómo estás? Saluda desde la ventana. Y ese mundo abarca al grupo de chicos que cruzan por Gallo en dirección a Tucumán, a la señora que pasa con su changuito semilleno, a la pareja que camina de la mano, al papá con su pequeña hija y también a quienes estamos sentadxs en cuatro filas de sillas que dejan libre la vereda de la fachada de Roseti Espacio y arrancan justo detrás del cordón amarillo.  Y ese mundo no solo saluda a las personas, sino a un entramado de vivencias, gestos, recuerdos, a eso que somos más allá de nuestras ropas, a lo que no podemos dejar en casa sino que siempre viene con nosotrxs. Cuando arranca Cinematique Abasto, el presente adquiere el peso contundente de la atención puesta delante de los ojos y la liviandad de los momentos en que ruedan sobre las espaldas los pensamientos inútiles.  Los sábados a las cuatro de la tarde, en el barrio del Abasto, sucede lo extraordinario: el tiempo se detiene.

Teatro & alrededores: las chicas de rojo dan abasto en el barrio

Teatro filma barrio para hacer cine (foto gentileza Festival Abasto in Situ).

El arte del recreo

Dos chicas se asoman por las ventanas, una por la puerta. Otra toca el piano dentro de la casona pero no la vemos, todavía. Todas visten de rojo. Nos dan la bienvenida y entonan ese tipo de canciones que son producto de un momento determinado, de algo que sucedió, nos sacudió y la euforia nos lleva a expresarlo en una frase contenida en una melodía. Cantan y también hablan con la gente que pasa por allí. Entonces aparece lo inesperado. Las personas abordadas responden las preguntas, sonríen, saludan. Algunas continúan su marcha, otras se quedan. Una es recibida con una historia surgida de la imaginación de una de las chicas de rojo. Quizás algo de lo que cuenta sea cierto o quizás no, pero eso nunca lo sabremos. La mujer ríe y sigue camino.

Cinematique Abasto es un recreo, una manera de mirar el mundo, un método para celebrar el juego. El cine también tiene su lugar dentro de la casona. Y lo que vemos no es una película ya filmada sino la filmación de una película. Una forma de intuir que cada vida puede ser tomada como un film en constante “Rec”, con un director/a/e que tendrá que tener en cuenta la magia de lo imprevisible. En esta ocasión, una hora y media después, nos espera un final. “Si este fuera el final ¿con quién te gustaría estar?”. Queda flotando en el aire la pregunta que nos hace la chica que antes tocó el piano y ahora toca la guitarra, a un par de cuadras de Roseti Espacio, porque la vida no es quedarse quietx, entonces a esta altura ya estamos en otro lugar.

Teatro & alrededores: las chicas de rojo dan abasto en el barrio

Foto gentileza Festival Abasto in Situ.

Fundirse con la calle

Las actrices son Dana Crosa, Denisse Van der Ploeg, Micaela Tapia y Delfina Oyuela, dirigidas por Juan Coulasso y Francisco Castro Pizzo, con dramaturgia de todes, sumadxs Milva Leonardi y Gonzalo Bao.  Dana cuenta: “El objetivo desde el principio fue que el teatro se mezcle y se funda con la calle. Todo lo que sucede con la gente es lo más rico y más vivo de la obra, porque es lo que está pasando en el barrio en ese momento y es el gesto que también tiene la obra hacia el afuera, que es transformar la realidad. Es un intento de detener el mundo y el mundo se suele detener, aunque sea breve, fugaz pero se detiene y cuando pasa es espectacular”.  

Delfina, quien se dedica a la música y en esta obra se descubrió pianista, aporta: “En algún punto es una historia que podrÍa no ser contada. Habla de un montón de cosas y de nada a la vez. No se ocupa de algo grandioso, intenta agarrar lo pequeño y que a la vez es lo más grande de la vida. La obra no está hablando de ninguna gran hazaña, ni drama, no se ocupa de grandes tareas, es una especie de gran celebración, de reflexión, de juego. No sabemos quiénes son las chicas, si existen, si son seres fantásticos que logran entrar en algo del interior del ser humano”.

Roseti Espacio

Gallo 760, CABA

Sábados, 16 hs, hasta el 15 de julio

Teatro & alrededores: las chicas de rojo dan abasto en el barrio

Las actrices de de Cinematique Abasto (foto, y foto de portada: Francisco Castro Pizzo).

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LA NUEVA MU. Verdad o consecuencia

La nueva Mu
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