CABA
Lo que hay para escuchar: ritmo y sustancia

Inauguramos esta serie de recomendaciones musicales con dos artistas amigas de a casa: ChocolateRemix y Flor Albarracín. Con sus nuevas producciones —Pajuerana y Mujer Jardín— acercan ritmo y sentimiento. Letras desde lo profundo, con la potencia del rap y el reggaeton de La Choco, y las melodías a corazón abierto de FlorAlbarracín. Te invitamos a afinar el oído y entregarte a estas dos propuestas musicales que son sacudón y caricia.
Pajuerana – Chocolate Remix
Rap y reggaeton forman parte de la expresión musical de la tucumana Romina Bernardo —La Choco— quien va por su segundo disco: Pajuerana, que incluye seis temas, y fue editado por Goza Records. En esta nueva propuesta de su proyecto Chocolate Remix, “le canta en jerga provinciana a la hegemonía del saber y reivindica las cosmovisiones que se gestan por fuera de las grandes capitales”. En el videoclip ¿Quién sos? canta: “Dedicado a esa gente especial, diferente / que hace to´bien y muy éticamente / de buen corazón, superior moralmente / dignos, pensantes y de gran coeficiente / ¿Qué es lo que buscan? ¿Qué es lo que sienten? / yo les conozco, a mi no me mienten / ¿quieren lo qué? ¿qué es lo que quieren?/ quieren estar por encima ´e la gente / siempre adelante, un paso al frente / una vanguardia deprimente”.
En este momento La Choco está de gira por Europa. Ya tocó en España y en Francia, donde un diario la define como “icone du latin rap”, y luego continuará con shows en Alemania. Desde sus redes lamentó no poder estar presente en la 30° Marcha del Orgullo: “Este año no podremos estar porque andamos repartiendo lesbianismo y reggaeton por el mundo”. A fines de octubre fue parte de WOMEX, una exposición mundial de música que eligió su proyecto para participar en Portugal representando a la Argentina. Su primer disco Sátira apareció en 2017. “Desde entonces no he parado de moverme, me tocó viajar mucho y en tanto movimiento a mí se me hace más dificil encontrar esos momentos de conectar con lo creativo. Me gusta sentarme a componer, conmigo y con mi alma, y eso fue sucediendo cuando se dieron situaciones que me permitieron conectar con eso, pude ir avanzando con el disco y en un momento me di cuenta de que ya tenia preproducido el disco entero”. Así nació Pajuerana. Los próximos pasos eran trabajar en el arte, grabar en un estudio, mezclar, masterizar y cuando estaba a punto de grabar: pandemia. Ese tiempo de cuarentena le permitió seguir trabajando en la interpretación y otros hallazgos que pudo incorporar a Pajuerana.
“Es un disco que tiene un costado autorreferencial, todas las canciones se linkean de alguna manera a algo que yo considero una singularidad de mi vida, ya sean experiencias, situaciones, elementos expresivos propios de una época, de un lugar, que de alguna manera me han atravesado”, cuenta Romina o La Choco, desde su gira europea. En este disco incluyó un tema de un rapero brasilero, Gabriel O Pensador, a quien escucha desde niña porque su hermana se fue a vivir a Brasil. “En esa época que no teníamos ni celular, cuando alguna podía viajar intercambiábamos música y era una manera de sentirme en contacto con mi hermana”. El rap brasilero que decidió incluir es “Patria que me parió”, que tiene casi tres décadas y sigue vigente. Habla de la dificultad para abortar en la miseria, la supervivencia y el gatillo fácil. “Muchos de los imaginarios que atraviesan el disco pasan por cuestiones individuales pero siempre están muy pensados en relación a les otres también”.
Bailando en el sillón fue creada por La Choco pensando en que la iba a cantar con alguien más. Antes de grabarla, la cantaba e imitaba sin querer la voz de la cantante y activista trans catalana Elektra Insogna. Un día la llamó y le dijo: “Amiga, esta canción es para que la cante con vos”. A ocho años de iniciado el proyecto Chocolate Remix —imposible quedarse quietx escuchando sus canciones— La Choco disfruta de este particular momento: “Me siento muy tranquila muy libre, muy conectada y muy dispuesta a hacer lo que siento. Acabo de sacar un disco, pero ya empecé a trabajar en cosas nuevas. Ser artista es un rol social que una ejerce y estoy feliz de poder hacerlo”.
@chocolateremix
Mujer Jardín – Flor Albarracín
En plena cuarentena, y después de un tiempo de total incertidumbre, Flor Albarracín se sentó al piano en el monoambiente que habita y con la asistencia de su notebook, comenzó a componer. El resultado: Mujer Jardín, su primer disco solista. A la distancia lo terminó de diseñar con el productor Martín Longoni y cuando pudo salir, lo grabó en La Vaquita Records. “Fue un proceso atípico —cuenta Flor— Llegó la pandemia y me quedé sin trabajo como artista ya que no podía tocar en vivo. Todo ese tiempo que dedicaba a ensayar y tocar de pronto estaba disponible y no sabía bien qué hacer con él. Como a muches, el primer mes me agarró un bajón importante, no tenía ni ganas de cantar, me la pasé tomando vino y mirando el techo”. Y superando esa desazón, nacieron nueve canciones. “Fue un disco que sanó mi corazón para seguir adelante en medio de una crisis sin precedentes. Canté para poder andar, y eso está en una de las letras de las canciones del disco. Lo saqué todo, y con ello encontré una nueva figura musical, emergí como artista solista, por eso Mujer Jardín, fue el lugar que brotó en ese momento y el lugar del que decidí hacerme cargo”.
Flor es cantante, pianista y acordeonista, compuso música para películas y obras de teatro. Asegura que los imaginarios de los que surgieron las canciones de su nuevo disco tienen que ver con la experiencia de ser mujer en el mundo actual, de la vivencia del amor, los vínculos, la lucha, el dolor y la búsqueda de la fuerza para desarrollar la resiliencia. Apela a la metáfora del jardín, ese que nombra en su disco: “Ahí donde están las rosas más bellas también hay espinas y en el encuentro con la rosa sabemos que podemos pincharnos con alguna de sus espinas, a veces eso es inevitable. pero a la espina hay que sacarla de la piel para que la herida no se infecte. Lo que florece no puede apurarse ni forzarse, las cosas tienen su tiempo y su lugar”.

Vuela tan alto, tan alto como puedas que una lluvia de meteoritos te alumbrará en la noche negra, dice su tema Vuela Alto. “Fue dedicado a una amiga que se animó a poner luz sobre una oscuridad con la que había cargado toda su vida, y con ello me refiero a esas oscuridades que ya no nos callamos más. Esa canción fue el puntapié para poder indagar en mis propias luces y oscuridades”. Cada canción es como una caricia, un viento refrescante, un abrazo sostenido. “Jardín es una canción de amor que habla sobre la entrega y sobre estos claroscuros que distan mucho del vínculo ideal, que a veces nos machaca el cerebro y nos aleja de vivir un vínculo en su totalidad. Lo real es la entrega, el jardín que crece a partir del cuidado que le damos para que florezca. Y es al mismo tiempo un homenaje a las horas felices que pasé en el jardín de mi nonna en Villa Bosch, observándola cuidar su jardín con infinito amor y aprendiendo de plantas, bichos, mariposas y colibríes. Cometas habla de como extrañé abrazarme a las personas que quiero durante el aislamiento. Relámpago es una canción catártica sobre una gran historia de amor. Eco es una canción dedicada a la música, porque cuando estoy tocando fondo y no sé a donde ir, de una forma u otra la música siempre viene a salvarme la vida y mostrarme el camino, como lo hizo en la cuarentena”.
Flor estuvo de gira por Mendoza, musicalizó una obra de teatro que se estrena este mes y está próxima a presentar su nuevo disco en la sala teatral Hasta Trilce. “Pude independizarme de voluntades y opiniones ajenas sobre mi devenir profesional, hoy elijo los proyectos en los que estoy y la energía que les doy. Estoy en paz con la persona que soy, y esta paz no fue gratuita porque tuve que crearme a mi misma, crear a la artista que sentía que quería ser”
Hasta Trilce, Maza 177, CABA
25 de noviembre, 21 hs
@soyfloralbarracin
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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