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Lo que hay para ver: el teatro y su inextinguible capacidad creadora

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Las Cautivas, Don Gil de las calzas verdes y Arismendi, dos recomendaciones del teatro oficial —una recién estrenada, otra que regresa luego de las restricciones de la pandemia— y otra obra de un colectivo de teatro independiente. Tres historias que refieren a las alianzas urgentes para esquivar las tinieblas, de la fortaleza que brota cuando se derriban los estereotipos y el rol que cumple el arte para quebrar la imposición del silencio y reparar las heridas sociales.

Las Cautivas

Con las magistrales actuaciones de las actrices Laura Paredes y Lorena Vega, esta obra con dirección y dramaturgia de Mariano Tenconi Blanco, instala a sus personajes en el siglo XIX y a la vez, con contundente actualidad, indaga en los matices de esta época. Celine es una joven francesa a punto de casarse cuando un malón irrumpe en plena boda y la secuestra. Así la vemos, vestida de blanco, con gran miriñaque, zapatos blancos y su relato en verso entre gracioso y desesperado. Para socorrerla en un episodio de extremo peligro, aparece Rosalila, una india con la cara pintada y arropada con vistosos colores. Aunque no comparten escenario y en un solo momento las veremos juntas, ambas construyen a través de sus relatos una historia de alianza y supervivencia. El universo masculino que aparece en sus narraciones es hostil, violento, déspota. Ambas son cautivas de esa tragedia. Ante tanta adversidad, se tienen a ellas. Dos mundos antagónicos, se aventuran en la embarcación con el único fin de unir sus orillas y una vez juntas no hay más opción que la fuga.

La compañía Teatro Futuro —integrada por Mariano Tenconi Blanco, el músico Ian Shifres, presente en la obra, responsable de reproducir sonidos de la naturaleza y musicalizar con maestría, y la productora Carolina Castro— realizará como residencia en las salas del Complejo Teatral Buenos Aires durante cuatro años la tetralogía La Saga Europea y Las Cautivas es la primera de esas obras.

Lo que hay para ver: el teatro y su inextinguible capacidad creadora
Foto: Prensa La Cautiva.

Cuenta Mariano Tenconi Blanco sobre la Saga: “Pretende revisitar la relación entre Argentina y Europa mirando al siglo XIX pero no desde la historia sino desde la literatura. Aparece como primera referencia, obviamente, La Cautiva de Echeverría. Sobre este texto me interesó revisitar no tanto los hechos que narra sino más bien un gesto: el gesto francófilo de Echeverría, la idea de construir la literatura argentina mirando al romanticismo francés. Creo que Las Cautivas se trata, sobre todo, de revisitar ese procedimiento. Para ampliar las referencias, o las ´deudas´, Las Cautivas le debe mucho al modo en que Copi reescribe el Martín Fierro en su Cachafaz. A la vez, los nombres de las protagonistas homenajean a las de As you like it de Shakespeare. El ´Atala´ de Chateubriand también es revisitado en nuestra aventura, que le debe todavía mucho más a El Entenado de Saer, a Río de las Congojas de Libertad Demitrópulos y sobre todo al Eisejuaz de Sara Gallardo”.

¿Cómo fue la elección de las actrices? “Con Lorena Vega trabajamos en Todo tendría sentido si no existiera la muerte (2017) y La vida extraordinaria (2018). Yo no tenía dudas de que ella debía ser Rosalila. Con Laura Paredes queremos trabajar juntos desde 2016 y, por determinadas circunstancias, no se había dado. Creí que este era el proyecto y por eso pensé en ella. Además de dos fantásticas actrices son dos creadoras geniales: Lorena Vega con Imprenteros o más recientemente dirigiendo Precoz, en base al texto de Ariana Harwicz, y Laura Paredes también es autora y directora, y además ha creado obras fantásticas con su grupo Piel de Lava. Así que son artistas totales. Es una felicidad trabajar con ellas”.

¿Cómo trabajaron para construir la relación entre las actrices arriba y fuera del escenario? “Tuve la suerte de contar con dos actrices inteligentes y sensibles. Además, conversamos mucho. Creo cada vez menos en el director que tiene todas las respuestas. Escucho a las actrices y a todo el equipo artístico, y luego sí tomo las decisiones, como corresponde a mi rol. Pero creo que haber generado tanto diálogo hace que todo el equipo se sienta identificado especialmente con lo que estamos haciendo. Y con Laura y Lorena (junto a Ian Shifres, el músico) nos llevamos fantástico desde el primer día, y todos los ensayos fueron de una gran felicidad. Verdaderamente, fue un proceso soñado. El día del estreno nos miramos y nos dijimos que, pasara lo que pasara, ya estábamos hechos”.

Teatro de la Ribera, Av. Don Pedro de Mendoza 1821, CABA

Viernes, 19 hs – Sábados y domingos, 17 hs – jueves 9 de octubre función especial, 19 hs

www.complejoteatral.gob.ar

Siglo de Oro Trans. Don Gil de las calzas verdes

A comienzos del 2020 se estrenó Don Gil de las calzas verdes en el Teatro de la Ribera, luego llegó la pandemia y ya sabemos qué pasó. En esta oportunidad, la comedia de enredos escrita por el religioso español Tirso de Molina en el período literario conocido como el Siglo de Oro, se puede ver en la sala Martín Coronado del Teatro San Martín. Con versión del dramaturgo Gonzalo Demaría y dirección de Pablo Maritano, once actores y actrices dan vida a esta obra en la que Doña Juana —interpretada por la actriz trans Payuca del Pueblo— es abandonada por su prometido Don Martín, quien se fija en la rica madrilena Doña Inés. Para seducirla y provocar la ruptura de la nueva pareja, Doña Juana simula ser un hombre enamorado y sin buscarlo, despierta pasiones a su paso. Con majestuoso vestuario de época y música en vivo, el monólogo inaugural hace alusión al lenguaje inclusivo en clave humorística.

¿Es necesario remarcar que gran parte del elenco es trans o no binarie? ¿Es repetir el etiquetado? El actor, director, bailarín y performer trans Rodrigo Arena responde: “El hecho de que haya que decir que es un elenco trans es como en los 60 que había que decir que se incluía a las personas afrodescendientes y se tuvo que poner una ley para que las personas afrodescendientes pudieran filmar películas. El racismo sigue existiendo, pero nadie pregunta cómo es trabajar con un actor negro, porque se sabe que es algo racista. En el mejor de los casos hay un cambio de paradigma. En algunos años tengo la esperanza de que no se especifique que una obra es de temática trans, ni se especifique que hay actores o actrices trans y que eso no sea una nota de color. Sin embargo ahora tiene importancia política: debe ser la primera vez que en el teatro oficial hay tantas personas trans trabajando”.

Lo que hay para ver: el teatro y su inextinguible capacidad creadora
Foto: Prensa Don Gil de las calzas verdes.

La actriz trans Payuca del Pueblo suma: “Se está marcando un precedente; está bien que se diga y sea visible en esta instancia. A mí particularmente no me gusta etiquetarme, no me considero ni trans, ni hetero, ni gay, simplemente soy”.

¿Por qué una obra del siglo XVII tiene vigencia? La actriz trans y profesora de la Universidad Nacional de las Artes y de la Escuela Metropolitana de Arte Dramático, Maiamar Abrodos, responde: “Pienso que para que el ser sea, necesita de los extremos y lo barroco es extremo. Vamos vibrando, vamos mutando. La obra propone, con esta construcción barroca, hablar del deseo y la libertad”.

Teatro San Martín, Av. Corrientes 1530, CABA

Viernes a domingo a las 20 hs, hasta el 7 de noviembre

www.complejoteatral.gob.ar

Arismendi

Vamos a romper tu pacto de silencio, cantan, gritan, prometen. La obra teatral Arismendi recrea distintas situaciones de la época más oscura del país. Los secuestros —prestar atención a los “barbudos”—, las apropiaciones de niñes, la complicidad eclesiástica, la persecución a los “desviados”, la sociedad de los buenos modales y la prolijidad en la vestimenta, la hipocrecía enceguecida hurgando en otro lado. El canto de “La cigarra” de María Elena Walsh, melodía ahogada por la encarnación de lo nefasto. Con tango, rap, textos significativos proyectados sobre el telón de fondo y simbolismos cargados de memoria, el colectivo de Teatro Performático La Jauría confeccionó una obra partiendo de la historia personal de su director Nicolás Ruarte.

El puntapié inicial para la composición de Arismedi, se dio con la participación de Nicolás como intérprete en otra obra teatral en la que cada une escribió un monólogo inspirado en las propias vivencias. Allí expuso por primera vez su historia familiar: su abuelo materno era parte del Batallón 601 de Inteligencia y su abuelo paterno, del Batallón de Comunicaciones de La Plata, ambos fueron juzgados y estuvieron presos por crímenes de lesa humanidad. Luego Nicolás continuó investigando, así encontró al colectivo Historias Desobedientes, creado en 2017, y se unió a elles. Arismendi está construida con distintos relatos de compañeres de esa agrupación de familiares de genocidas y represores de la dictadura y con fragmentos de los dos libros que publicaron. “El camino de ser desobediente y romper el pacto de silencio implica muchas veces romper con tus vínculos familiares o quedarte con muy pocos”, cuenta. “Historias desobedientes me hizo ver que no estaba solo”. En la función inaugural de esta temporada, Liliana Furio y Analía Kalinec —ambas integrantes de Historias desobedientes— estaban entre el público acompañando a Nicolás.

Lo que hay para ver: el teatro y su inextinguible capacidad creadora
Foto: Prensa Arismendi.

El abuelo paterno le afirmaba a un Nicolás adolescente que no eran 30.000 los desaparecidos, sino unos 1400 y le mostró unas listas que tenía guardadas en el placard, que parecían una guía telefónica, según recuerda. Arismendi era el nombre en clave de su abuelo, el alias que usaba, como casi todos los miliares, para resguardarse. Esta información la sacó de la causa, de la que extrajo algunos fragmentos que aparecen en la obra. Hace algunos años, se puso de novio con una chica que tenía un familiar desaparecido y en 2006 fue por primera vez con ella y su familia a la marcha del 24 de marzo. “Para mí fue muy liberador hacer pública esta historia”, asegura. En un país donde era habitual leer carteles que sentenciaban “El silencio es salud”, se vuelve  imprescindibles la práctica de expulsar fantasmas, recibir el abrazo y sanar juntes las heridas.

Donde hay silencio y opresión, el arte es trueno y estampida.

Teatro Empire, Hipólito Yrigoyen 1934, CABA

Viernes de octubre a las 23 hs

@arismendi.2021

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Otra ronda más: 43° Marcha de la Resistencia, 47 años de lucha

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Un día como hoy de 1976, Ernesto Casariego, bancario, delegado gremial de la Caja de Ahorro y Seguros, fue detenido por un Grupo de Tareas de la ESMA. Continúa desaparecido. Un día como hoy, de 1976, Patricia Dillon y Luis Alberto Ciancio, militantes del Partido Comunista, estudiantes universitarios y padres de un bebé de ocho meses, fueron detenidos y desaparecidos. Ese bebé se llama Federico Ciancio y habló con LAVACA sobre la 43° Marcha de la Resistencia de Madres y Abuelas, donde cientos de personas estuvieron presentes alrededor de la Pirámide de Mayo, la última antes del próximo 10 de diciembre en el que ocurrirán dos cosas: asumirá el presidente electo, el negacionista Javier Milei; el mismo día en el que en 1977 desapareció Azucena Villaflor, fundadora de Madres. Efemérides que hablan de la memoria en presente, en otra crónica de la ronda de los jueves.

Por Francisco Pandolfi

“Nuestra lucha no tiene fecha de vencimiento”, reza una bandera llena de pañuelos chiquitos, medianos y grandes. Dentro de uno, una consigna eterna: Memoria, Verdad y Justicia. La bandera está colgada en las rejas que enmarcan a la Pirámide de Mayo, esa que las Madres contornearon marchando, una y otra vez, desde el 30 de abril de 1977.

La de hoy, no es una ronda más, en el último día hábil previo a la asunción de Javier Milei como presidente, el próximo domingo 10 de diciembre.

El 10 de diciembre tampoco es un día más. A la conmemoración del Día de los Derechos Humanos, se le suma la desaparición en 1977 de Azucena Villaflor, fundadora de las Madres de Plaza de Mayo. En esa jornada asumirá Milei.

Otra ronda más: 43° Marcha de la Resistencia, 47 años de lucha

Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Un 10 de diciembre de 1981, las Madres decidieron, en medio de una dictadura cívico militar que seguía haciendo estragos de todo tipo, organizar la Primera Marcha de la Resistencia, que duró 24 horas… 24 horas caminando alrededor de la Pirámide de Mayo exigiendo por la aparición con vida de sus hijas y sus hijos. 

Esa fusión entre corporalidad en la calle y creatividad, puede marcar un camino para lo que se viene.

A 46 años de la primera ronda de las Madres, esta, la número 2382, no es una ronda más.

A 42 años de aquella primera Marcha de la Resistencia, esta, la número 43, no es una marcha más. No es una resistencia más.

Se siente en el aire, en el andar; se siente en las miradas, en la necesidad de estar hoy (y siempre); se siente en lo que se ve y en lo que se dice. 

Jorge Gudiño tiene un bigote de esos que en los setenta no eran la excepción, sino la regla. Mantiene una mirada pícara, como de complicidad. La está sosteniendo a upa a su pareja, Gloria Domínguez, que se ríe a carcajadas. Tiene una risa que se está por salir de la foto. Esa foto que ahora lleva colgada Marcela, hermana de Jorge y cuñada de Gloria, desaparecidos desde el 15 de septiembre de 1976. “Hay que seguir luchando. Hay que seguir hasta que nos digan dónde está cada compañero”. ¿Cómo llegarles a quienes votaron a Milei? “Milei les va a llegar antes que nosostros, porque los va a hacer bosta. Todos lo vamos a sentir”.

Fotos Lina Etchesuri para lavaca

El domingo por la mañana asumirá su mandato en el Congreso de la Nación un presidente elegido habiendo negado al terrorismo de Estado y a los 30 mil desaparecidos. Que habló de una guerra y de simples “excesos” de parte de las “Fuerzas del Estado”. La vicepresidenta que asumirá a su lado, Victoria Villarruel, es hija, nieta y sobrina de militares; mantiene una relación estrecha con genocidas presos por delitos de lesa humanidad; tildó de “personaje siniestro” a la titular de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; y ya avisó que se imagina a la ESMA, el mayor centro clandestino de detención y hoy espacio de memoria, como un lugar para ser “disfrutado” por el pueblo argentino. En este contexto, la Unión del Personal Militar Asociación Civil ya le pidió a Milei que cierre la secretaría de Derechos Humanos.

Fernanda tiene 36 años, y lleva en brazos a su bebé de 9 meses. A su lado caminan su hija de 4, su compañero y su cuñada. Es de San Martín de los Andes. “No podíamos no estar acá. Peligra que cambie… peligra que desaparezca el recuerdo”, dice, con los ojos que rompen en llanto. ¿Cómo se sale? “Con unión, el individualismo no lleva a ningún lado. Y con respeto. El camino de la violencia es una cagada”. 

Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Mientras camina la marcha, se leen los nombres y apellidos de detenidos-desaparecidos. 

Medrano, Hugo José. 

(Presente)

Medos, Hugo.

(Presente)

Meilán, Julio Reynaldo. 

(Presente)

Meléndez, Graciela.

(Presente)

Hay gente preocupada, hay gente que llora. Y ahí está Norita Cortiñas, marchando en silla de ruedas junto a Mirta Baravalle y Elia Espen, con una sonrisa de lado a lado. “Venceremos”, dice. “Venceremos”, refuerza. “Venceremos”, asegura. Detrás, algunas banderas de organizaciones de izquierda, como el MST, el Partido Obrero, la Izquierda socialista. Ninguna cercana al oficialismo saliente.

MEJOR HABLAR DE CIERTAS COSAS

María tiene 26 años. Un mate en la mano y un termo que sostiene entre su torso y el codo. Una de las calcomanías pegadas reflejan por qué está acá: “Nunca Más”. “Vine por la memoria, para no olvidar que la lucha debe seguir siendo colectiva”. Hace una autocrítica: “Estamos mirando para adentro y hay que volver a las calles. Empecé a venir el jueves pasado porque los derechos ganados se tambalean. Vienen por todo, o eso es lo que dicen desde el discurso. Milei no ganó porque la mayoría está en contra de los derechos humanos, de las Madres y las Abuelas. Quienes no votamos a Milei debemos acercarnos a quienes sí. No sirve de nada ese discurso de que no se me acerque nadie que lo votó. Al contrario, más que nunca hay que dialogar con esas personas. Con ímpetu, que no prepondere el silencio, hay que hablar de ciertas cosas asumidas por algunos, porque para otros no están tan saldadas. Debatirlas para reafirmarlas, pero hablarlas al fin”.

Otra ronda más: 43° Marcha de la Resistencia, 47 años de lucha

Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Las banderas y los carteles que rodean a la Pirámide de Mayo son una especie de proclama colectiva, de freno, de blindaje a lo que se puede venir: “Ni un solo genocida suelto en las calles”. “Cárcel común perpetua y efectiva”. “Apertura de todos los archivos 1974-1983”, “Que digan dónde están”, “Nunca destruirán la memoria”.

Florencia lleva colgada una foto de su tía, Raquel Rubino, desaparecida el 23 de junio de 1976. Camina junto a su hija Morena, que está por celebrar los 14. “La historia me marcó, a mí y a mi familia. Mis papás no pudieron hablar por todo lo que sufrieron y yo pude recién a los 25. Mi hija es la que me hace hablar, la que me anima; ella es mi motor, de quien aprendo. Estamos acá porque hay un peligro real de perder lo logrado. Habrá que poner mucho el cuerpo, habrá que pensar ideas junto a las nuevas generaciones. La juventud está muy del lado de Milei”.

More la escucha y dice: “Quise venir porque hay que aprender de lo que pasó; me da curiosidad. En la escuela hablamos sobre estos temas, pero muchos de mis compañeros no se animan”. Agrega: “Hay que empezar a hablar más, porque lo que pasó, no puede volver nunca más”.

Otra ronda más: 43° Marcha de la Resistencia, 47 años de lucha

FLorencia y Morena. Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Melia, Daniel. 

(Presente)

Melili, Horacio.

(Presente) 

Memo, Claudio César.

(Presente)

Méndez, Orlando.

(Presente)

Santiago Morales tiene 33 años. Es sociólogo y especialista en infancias. Mientras marcha, hace pensar: “Empieza un nuevo momento de la historia de nuestro país. Fundamentalmente para una generación como la mía y las que vienen detrás. Un porcentaje grande de la sociedad con ideas pseudo progresistas creímos que éramos mayoría, y que la mayoría de la sociedad estaba a favor de la ESI, de la lucha por las mujeres, de la distribución de la riqueza y si vos mirás con una lectura diacrónica de la historia, en el siglo XX siempre las ideas de cambio fueron absoluta minoría. Te encontrás que por lo general lo que hubo fueron dictaduras, y por lo tanto sociedades que acompañaban desde el consenso, por temor, por represión, y también porque se creía en eso. Pienso que lo que pasa ahora es la confirmación de un nuevo comienzo de resistencia, y donde hay que construir un proyecto distinto de lo que se viene haciendo en los últimos 20 años, proyecto que estuvo basado más en la retórica y menos en la materialidad de la vida cotidiana; nos encontramos defendiendo derechos que no tenemos. Y esto le sucede a las amplias mayorías”. Completa: “La foto del presente es contundente, porque decimos que debemos defender los derechos y tenemos un 45% de personas en pobreza, un 65% de niñas y niños en pobreza. Entonces, esto no se puede sostener”.

¿Qué no puede faltar en este proyecto de vida? “Las ideas nuevas definitivamente deberán ser pensadas con las nuevas generaciones dentro, construirlas con ellas, que son las grandes ausentes en este proyecto político actual. Estoy diciendo una obviedad, ¿no? Que en buena medida la juventud haya apoyado a Milei, para nada quiere decir que se volvió de derecha, sí quiere decir que han estado afuera de la construcción de un proyecto colectivo en el presente. Votaron a Milei porque se sintieron en buena medida estafados. Un mundo adulto que te dice ‘tenés derechos, defendelos, seguí votándome a mí, que hace un montón de tiempo estoy en el ejercicio del poder garantizando los derechos que supuestamente vos tenés’. Pero en su vida cotidiana no pueden acceder a esos derechos: no les alcanza la guita, la policía los caga a palos, la escuela no es buena, no pueden alquilar, si tienen laburo es precarizado. Con esas limitaciones se encuentran los jóvenes. No hay una derechización de la juventud, lo que hay es una necesidad de cambio. Ante dos alternativas, continuidad y cambio, eligieron cambio”.

Otra ronda más: 43° Marcha de la Resistencia, 47 años de lucha

Santiago Morales. Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Carlos Loza es sobreviviente de la ESMA. En el acto de cierre de la marcha, dice ante una multitud: “No hay vuelta atrás en cuanto a los juicios, nuestras declaraciones son incontrastables. Seguiremos parados en el ejemplo de nuestras Madres, baluartes en esta lucha. Lo que viene no es nuevo y es siniestro; la historia nos lo enseñó. La represión de los setenta fue para acallar a quienes peleamos contra el ajuste, y el momento de hoy es similar a lo que ocurría en 1975, cuando Celestino Rodrigo asumió como Ministro de Economía. Lo primero que hizo fue devaluación, tarifazos, ajustes y recortes de salarios. O sea, esto ya sucedió, aunque estábamos mejor organizados. El 5 de junio de 1975 asumió Rodrigo y el 27 de junio estábamos en esta plaza, puteándolo tanto que tuvo que renunciar. Entonces, las empresas leyeron que su plan solo se podía aplicar con genocidio y ahí fue que empezaron a frecuentar Campo de Mayo”.

El resto, es historia, y es presente.

Otra ronda más: 43° Marcha de la Resistencia, 47 años de lucha

Fotos Lia Etchesuri para lavaca

Un día como hoy, el 7 de diciembre de 1976, Ernesto Casariego, bancario, delegado gremial de la Caja de Ahorro y Seguros, fue detenido por un Grupo de Tareas de la ESMA. Continúa desaparecido.

Un día como hoy, el 7 de diciembre de 1976, Patricia Dillon y Luis Alberto Ciancio, militantes del Partido Comunista, estudiantes universitarios y padres de un bebé de ocho meses, fueron detenidos y desaparecidos. Sus restos fueron encontrados por el Equipo Argentino de Antropología Forense.

Ese bebé se llama Federico Ciancio y le dice a MU, como puede, con lo que le sale, un día como hoy: “Mis reflexiones de este momento pueden imaginarlas, es igual a como estamos muchos. Peléandole a la angustia y juntando fuerzas para la lucha que se viene”.

El jueves próximo, a las 15:30, habrá ronda otra vez, como hace 46 años.

Otra ronda más: 43° Marcha de la Resistencia, 47 años de lucha

Fotos Lina Etchesuri para lavaca

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Cecilia Basaldúa: gracias a la lucha familiar designan un nuevo fiscal en la causa

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La familia de la joven asesinada en Capilla del Monte llevó a Córdoba una carpeta con miles de firmas que reclamaban la designación de un nuevo fiscal. Lo lograron: después de la feria judicial tomará la causa Nelson Lingua. ¿Qué debe investigar? El rol de Mainardi y su círculo en el femicidio, la casa con manchas de sangre a pocos metros del lugar de hallazgo del cuerpo, la complicidad policial y el intento de la fiscal Paula Kelm de inculpar a un perejil. Todo lo que debe hacer una familia para conseguir justicia, cuando el Estado encubre. 

Por Bernardina Rosini

desde Córdoba

Susana y Daniel Basaldúa entraron a la oficina del Fiscal General de Córdoba con una carpeta con miles de firmas de apoyo al pedido de designación  de un fiscal para la investigación del femicidio de Cecilia de manera urgente. Lo lograron: fueron recibidos con la novedad de que después de un año y medio se hará cargo de la causa Nelson Lingua. Los padres de la joven asesinada en Capilla del Monte en 2020 estuvieron acompañados por decenas de personas, entre las que se encontraban sus abogadas, Daniela Pavón y Gisela Videla y el abogado de la Secretaría de Derechos Humanos Gerardo Battistón.

La lucha por un fiscal

Desde que el entonces fiscal a cargo, Reymundo Barrera, de Cruz del Eje, se jubiló, la instrucción quedó en punto muerto. Esta inacción motivó en junio pasado una primera reunión con el fiscal general Juan Manuel Salgado, sin resultados. Esta nueva reunión fue distinta, según Daniel Basaldúa expresó luego del encuentro: “Nosotros veníamos a exigir un fiscal que tome la investigación: por ese lado, saldo positivo. Venimos hace meses con una investigación que no tenía una persona a cargo y se la pasaban de mano cada 10 días. Vinimos con 3.000 firmas pidiendo fiscal y lo tenemos. Es el Nelson Lingua y comienza el 1° de febrero, después de la feria judicial”. 

El padre de Cecilia se muestra satisfecho con esta designación y con el compromiso que acompañó el Fiscal General de ocuparse personalmente que la investigación se mantenga activa y de informarse mensualmente de lo que vaya aconteciendo en la instrucción. 

Lo que no se investiga

Desde el momento del hallazgo del cuerpo en abril de 2020 la familia de Cecilia sostiene que las líneas de investigación del crimen han sido deliberadamente manipuladas y material probatorio  de contundencia, ignorado. Tal es es así que el juicio realizado en el año 2022 se sostenía únicamente en la confesión lograda a base de puños y amenazas por parte de personal policial a Lucas Bustos, un joven poblador rural sobre el cual no pesaba ninguna prueba siquiera que haya conocido a Cecilia.

Por el otro lado, las sospechas familiares recaen sobre Mario Mainardi, última persona que con certeza se sabe vió con vida a Cecilia y a quien nunca se investigó a pesar de que el luminol, sustancia que revela la presencia de rastros de sangre, diera positivo en 11 puntos de su casa; entre otros aspectos que lo implican y que fueron descartados exhibiendo cuanto menos, intencionalidad de encubrimiento, jamás investigados.

Estas cuestiones fueron nuevamente expresadas por el matrimonio Basaldúa y sus representantes ayer en el Palacio de Tribunales, en la oficina del Fiscal General. Existe un claro interés de no investigar lo que propone la familia” afirma Daniela Pavón. La abogada comparte su preocupación por el tiempo perdido: “Semanas atrás hubo un incendio en una casa de Capilla del Monte que había sido señalada como un posible escenario del crimen”. 

La casa

En medio de la pandemia los dueños de esa casa de veraneo se acercaron a chequearla y se encontraron que en una de las habitaciones estaba manchada de sangre. Los propietarios realizaron la denuncia, la policía se acercó y tomó muestras. La ubicación de la casa es a tan sólo 600 metros de donde fue encontrado el cuerpo de Cecilia el 25 de abril del 2020. 

La fiscalía tenía el cuerpo de la joven por un lado y, a unos pocos metros, un cuarto de una casa abandonada manchado con sangre. Pero sin embargo no dió curso a la investigación y los análisis sobre las muestras extraídas de la casa nunca se realizaron. “Tememos que se haya perdido mucho material probatorio por falta de trabajo, de desidia de la fiscalía. Solicitamos hace mucho tiempo que se realicen las pericias y se tomen las muestras en ese lugar. Esperamos con ansias que haya un cambio de ritmo y de eficacia en la investigación con la incorporación y el liderazgo del doctor Lingua”, dice Pavón.

La corrupción

La construcción para intentar inculpar a un perejil realizada por la fiscal Paula Kelm y posteriormente el fiscal de Cámara Sergio Cuello en el juicio contra Lucas Bustos se deshizo por carecer de pruebas. Y si lo que se presenta claro y manifiesto es desestimado, la complicidad policial y judicial parece ya evidente.

¿Tomará el nuevo fiscal Lingua las líneas de investigación que señala la familia? 

Mientras eso está por verse, Daniel y Susana participan hoy en la 17° Marcha de la Gorra en Córdoba capital y luego estarán en Capilla del Monte para seguir reclamando justicia en las calles.

Cecilia Basaldúa: gracias a la lucha familiar designan un nuevo fiscal en la causa
Foto: Natalia Roca
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Luna hace escuela: presentan una placa recordatoria de la joven asesinada, en reclamo de justicia

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La joven de 19 años iba a la primaria n° 18 de Tigre, donde ayer se descubrió una placa para recordar su femicidio y reclamar justicia. El femicida Isaías Villarreal vive cerca de esa institución y de la casa de la familia Luna. El acompañamiento de las y los alumnos, de organizaciones sociales, del Ministerio de Mujeres bonaerense, y las palabras de sus padres.

«Es un momento importante: el Estado está reconociendo que es un femicidio. Falta que la justicia lo pueda ver”.

Marisa, mamá de Luna Ortiz, dice estas palabras frente a la escuela primaria n°18 de Tigre adónde iba su hija. Ahí, sobre la vereda y a metros de la puerta, se presentó ayer martes 6 de diciembre una señalización con la cara de Luna y una inscripción con una frase de la banda Callejeros que la recuerda: «Hoy desde el cielo me guian tus ojos a donde voy».

Del otro lado de la reja, alumnos y alumnas de 6to grado armaron guirnaldas de carteles que en letra imprenta piden que frene la violencia: «Si me querés no me grites», «mi vida tiene valor, mi cuerpo no tiene precio», «no más maltrato», «nos queremos vivas y libres».

«Es una reparación», dice Facundo, su papá, acompañado por otros familiares de víctimas de femicidios que viajaron desde distintos puntos de la provincia de Buenos Aires, por vecinas, amigas de Luna, y por autoridades del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad bonaerense. 

Luna Ortiz tenía 19 años cuando fue contactada por Isaías Villarreal el 2 de junio de 2017 mediante Facebook. Se encontraron y él la llevó a su casa, donde la esperaban otros dos hombres: ahí la drogaron, la alcoholizaron y la trasladaron en un raid en el que la intercambiaban como mercancía. Un día después, el 3 de junio de 2017, encontraron el cuerpo de Luna sin vida en la casa del propio Villarreal. 

Dos años después, el fiscal Marcelo Fuenzalida, de la Unidad Funcional de Instrucción de Violencia de Género San Isidro, caratuló su muerte como “abandono de persona seguido de muerte con suministro de estupefacientes a título gratuito”. Ese año el TOC 7 de San Isidro condenó a Villarreal a 14 años de prisión. Pero en marzo de 2021, los jueces de la Sala I de la Cámara de Casación Penal de La Plata, Daniel Alfredo Carral, Ricardo Ramón Maidana y Ricardo Borinsky, dieron lugar a un pedido de la defensa y cambiaron la carátula a “suministro gratuito de estupefacientes destinado al consumo personal en concurso real con homicidio imprudente” por lo que finalmente el femicida recibió una pena de 4 años y 11 meses.

Con el cambio de carátula, Villareal consiguió en 2022 la excarcelación. Desde entonces vive a pocas cuadras de la casa de donde vivía Luna, en el mismo barrio en donde ahora se la recuerda en la escuela.

Por eso Ailén, amiga de Luna, dice: «Para mí es plasmar que acá no está todo bien, que si él está en la calle no está todo bien, que él no es inocente de lo que hizo, que tiene que pasar y verle la cara hermosa que tenía y saber que no está todo bien, que nunca va a estar todo bien, y ojalá la justicia algún día revea el error que cometió».

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