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#Migrantazo: mitos y luchas de los inmigrantes por la igualdad de derechos

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Mientras preparaban el segundo paro migrante en oposición a la política expulsiva del gobierno, grupos de inmigrantes organizados recibieron otro cachetazo: la propuesta oficial de negar el derecho a la salud a los extranjeros sin residencia. En una asamblea en la Mutual Sentimiento desarmaron los mitos y las mentiras instaladas detrás de esta medida: “Les sirve decir que nosotros somos los culpables de los problemas económicos de la Argentina para esconder que hay un gobierno que viene imponiendo políticas de regresión, de ajuste, de fuga de capital y de traspaso de recursos”. El próximo lunes 5 de marzo el colectivo Migrar no es delito anunció una conferencia de prensa en la Legislatura Porteña a las 12 y un ¡Migrantazo! frente al Congreso Nacional a las 15 horas.

Por Giansandro Merli para lavaca.org

“Valiente” fue el adjetivo utilizado ayer por Marcos Peña para calificar la propuesta del Gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, de negar el derecho universal a la salud a los extranjeros sin residencia que necesiten asistencia sanitaria. El Jefe de Gabinete de Ministros afirmó que el proyecto merece ser discutido en el Congreso para que se aprueben medidas aplicables en todo el territorio nacional. Mientras tanto, el diputado de Cambiemos Luis Petri declaraba haber presentado, junto con otros congresistas de la misma agrupación, “un proyecto de ley que busca regular el acceso gratuito a los servicios de educación y salud de los inmigrantes, sobre la base de criterios de reciprocidad”.
Es alrededor de esta palabra que se juega el discurso oficialista. Fuentes cercanas al macrismo afirmaron que en el origen del debate estaría el rechazo de Bolivia de una ley para garantizar el acceso a su sistema sanitario para los argentinos, una noticia sin confirmación alguna. Al revés, la cancillería boliviana desmintió la recepción por el gobierno Macri de un proyecto de reciprocidad y el embajador argentino en La Paz debió pedir disculpas por el manejo mediático del asunto. Poco después, el canciller boliviano Fernando Huanacuni declaró que su gobierno está a favor de discutir una medida que de “atención recíproca” a los argentinos en territorio boliviano.
#Migrantazo: mitos y luchas de los inmigrantes por la igualdad de derechos

#Migrantazo: mitos y luchas de los inmigrantes por la igualdad de derechos

Imágenes de la asamblea.
Foto: www.facebook.com/migrarnoesdelito/

Números que desarman mitos

Siempre los ajustes de derechos necesitan discursos que los legitimen. Hace un año el gobierno de Macri aprobó el DNU 70/2017, un decreto que simplifíca las expulsiones de los migrantes que viven en Argentina. Uno de los fantasmas agitados por el gobierno es el índice de criminalidad de los extranjeros, a pesar del hecho que la población carcelaria de origen extranjera es sólo del 6%. Alrededor de las propuestas de Morales y Petri, en cambio, flota la idea del inmigrante como un parásito que viene a Argentina para aprovechar derechos sociales.
Un discurso que parece tomado de los Estados Unidos de Donald Trump o de una Europa cada vez más xenófoba con los trabajadores migrantes, incluso con muchos latinoamericanos y con los mismos argentinos. Un discurso aún más absurdo si se toma en cuenta el volumen real: en noviembre de 2016 la Red de Migrantes y Refugiados en Argentina calculó en el 2% los estudiantes de otros países en Argentina, y en el 4% las consultas en hospitales realizadas por extranjeros. Este mes un informe de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) y de la encuestadora Voices! afirmaba que 7 de 10 argentinos creen que todos los inmigrantes deberían seguir teniendo derecho al acceso libre y gratuito a salud y formación.

Migrar no es delito

Las declaraciones de los políticos oficialistas cayeron como un rayo en el círculo de trabajadores, migrantes y argentinos, que se encontraban justamente organizando el segundo paro migrante A la discusión sobre cómo llevar la batalla contra el DNU 70/2017, se sumó esta nueva amenaza contra derechos sociales fundamentales. “Migrar no es delito” es el nombre de la campaña que el año pasado juntó más que treinta colectivos, asociaciones y gremios que el 30 marzo salieron a la calle en el primer paro migrante.

#MigrarEsUnDerecho: marcha al Congreso de inmigrantes en Argentina


La fecha no es casual: el 30 marzo 2006 las llamas en un “taller clandestino” de Caballito se llevaron la vida de cinco personas. La mayor tenía 25 años, todas las otras eran menores. Eran  familiares de trabajadores boliviano, que abajo del taller trabajaban y arriba, vivían.
Muchos son los bolivianos que acudieron a la asamblea, juntos a chilenos, colombianos y peruanos dicen que la lucha por una “Patria Grande” sigue siendo perspectiva política concreta y necesaria. “La campaña quiere ser un espacio donde los migrantes podamos encontrarnos y empoderarnos. Más allá de cómo nos representan los políticos y los medios de comunicación, nosotros participamos activamente de la sociedad argentina. Ellos dicen que somos un costo, nosotros decimos que aportamos mucho a este país: económicamente, socialmente y culturalmente. Hay que visibilizar este aporte”, dice Pablo Cossio, chileno, 7 años acá en Argentina. Cossio trabaja en la cooperativa Burbuja Latina, un experimento de trabajo organizado horizontal y asambleariamente nacido en 2001 de la asamblea Gastón Rivas del barrio, de Caballito. En Burbuja Latina realizan más que 25 productos de limpieza y de tocador que llegan a vecinos, pequeños comercios, escuelas, organizaciones sociales y cooperativas.

Mentiras y precariedad

En la asamblea son muchas las voces que desarman los discursos del gobierno. La mayoría tienen timbre femenino: la presencia de mujeres en la asamblea es fuerte y protagónica. Natalia Quiroga, colombiana, investigadora de la Universidad General Sarmiento y miembro del Bloque de Trabajadores, afirma: “Hay que desarticular el tema de la reciprocidad utilizado por el gobierno. En Jujuy, el problema de la sanidad no son los migrantes. Son las estructuras privadas que no pagan a las estatales. Es el mecanismo de financiarización del sistema sanitario que amenaza a los que lo necesitan, no los extranjeros”.
Juan Vázquez lleva 26 años en Argentina, aunque el pasaporte dice que nació en Bolivia. Es un trabajador de la cooperativa textil Juana Villca. Él está convencido que la lucha no sólo debe desarmar las mentiras del gobierno, sino también proponer otra racionalidad, una lógica distinta y completamente alternativa a la que viene empujada por el neoliberalismo: “Dicen que acá en Argentina hay que limitar el acceso libre y gratuito a la sanidad o a la educación, para la cuestión de la reciprocidad. Yo pienso que reciprocidad debe significar que el problema está en todos los países que cobran para estos derechos fundamentales. Es allá que hay que producir cambios”.
Sergio, del gremio Vendedores Libres, asegura a lavaca que “el peligro de deportación es concreto”. Según los datos de la Defensoría del Pueblo hay 30 deportaciones cada mes, una por día. Dice Sergio: “Cuando los policías secuestran la mercancía a los trabajadores intentar que no te la saquen es considerado resistencia a la autoridad y puede llegar hasta lesiones graves. Estas acusaciones significan ya varios pasos hacia la deportación”.

#Migrantazo: mitos y luchas de los inmigrantes por la igualdad de derechos

Así será la campaña que lanzará el colectivo Migrar no es delito en los próximos días.

Problemas comunes y chivos expiatorios

Todas las intervenciones y los diferentes puntos de vista en la asamblea coinciden en que el gobierno quiere negar el derecho universal a la salud para abrir el camino hacia la progresiva privatización del sistema. Los inmigrantes sin residencias son el eslabón más débil de la cadena social: por esto empieza acá. Entonces, la lucha para que las declaraciones de los oficialistas no se conviertan en medidas de ley con valor real abarca todos los que viven en Argentina, más allá de los diferentes pasaportes. Andrea, mujer colombiana que trabaja de avocado en la Defensoría del Pueblo, tiene las ideas muy claras: “Es ya hace tiempo que el gobierno intenta dividirnos entre migrantes y argentinos, pero la verdad es que todos somos trabajadores en la Argentina. Esta es la demostración de que el gobierno tiene intereses políticos. Como no entran sus medidas económicas, no entra su ajuste, nos utilizan como chivo expiatorio. Le sirve decir que nosotros somos los culpables de los problemas económicos de la Argentina para esconder que hay un gobierno que viene imponiendo políticas de regresión, de ajuste, de fuga de capital, de traspaso de capital del pueblo trabajador hacia los sectores más concentrados de la economía”.
“Tenemos que salir a la calle y levantar la voz, ya”, terminan diciendo en la asamblea. «Las declaraciones de estos días son demasiado graves para esperar el final de marzo”. Por esto, ya el próximo lunes 5 de marzo Migrar no es delito anunció una conferencia de prensa en la Legislatura Porteña a las 12 y un ¡Migrantazo! frente al Congreso de la Nación a las 15 horas.
Dos etapas importantes para levantar la movilización hacia el segundo paro migrante, cuya fecha será decidida en las próximas asambleas.
La lucha para la igualdad de derechos entre inmigrantes argentinos acaba de empezar. A ellos y ellas sí vale la pena llamarlos «valientes».

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Campaña: Encontremos a las/los nietos de Oesterheld

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Desde que se inició este año desde el Observatorio de Violencia Patriarcal Lucía Pérez registramos 100 femicidios, casi 1 por día. 

La víctimas fueron desde mujeres de 83 años, como Ana Angélica Gareri, en Córdoba, a una adolescente como Pamela Romero, de 16, en Chaco; y una bebé de 3 años en González Catán. 

En este 2025 ya registramos 85 tentativas de femicidio.

En el 2025 registramos en todo el país 77 marchas y movilizaciones que se organizaron para exigir justicia por crímenes femicidas. 

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En nuestro padrón de funcionarios denunciados por violencia de género, podés encontrar el registro clasificado por institución estatal y provincia. Hasta la fecha, tenemos contabilizados 161 funcionarios del Poder Ejecutivo, 120 del Poder Judicial, 72 del Poder Legislativo, 71 de las fuerzas de seguridad y 71 de la Iglesia Católica. 

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En el padrón que compila datos oficiales sobre denuncias de violencia de género, podés encontrar datos sobre cantidad de denuncias por localidad y la frecuencia con que la recibimos. Un ejemplo: este mes la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte Suprema de la Nación informó que durante el primer trimestre de este año recibió un promedio de 11 denuncias por día de violencia contra las infancias.

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Otro: el Ministerio Público Fiscal de Salta informó que no alcanzan al 1% las denuncias por violencia de género que son falsas.

En nuestro padrón de desaparecidas ya registramos 49 denuncias.

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Lo que revela toda esta información sistematizada y actualizada es el resultado que hoy se hace notorio con una cifra: 100.

Más información en www.observatorioluciaperez.org

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5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

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Pasaron cinco años del femicidio de Cecilia Basaldúa en Capilla del Monte. Tres años de un juicio que absolvió a un imputado sin pruebas. Cuatro fiscales, cuatro policías presos y numerosas movilizaciones, desde Buenos hasta Córdoba, para exigir la verdad, ese compromiso que aún es la certeza que falta.

Fotos y crónica de María Eugenia Morengo para cdmnoticias.com.ar

25 de abril. Cruz del Eje. El GPS calcula unos 2 kilómetros. La entrada a la ciudad está envuelta de un aire viscoso. Una avenida se extiende en silencio y después de atravesarla, la llegada a los Tribunales se convierte en un ritual: una reminiscencia de lo que fue, una promesa de lo que debe ser. El pedido por Verdad y Justicia, es una demanda que crece. Cada letra se ubica en el mismo lugar que ocuparon tres años atrás. Las escaleras de la justicia cruzdelejeña son de un cemento gastado. Raspan, duelen.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

¿Qué pasó en Capilla del Monte? El papá y la mamá de Cecilia, Daniel Basaldúa y Susana Reyes, están cargados de bolsas, llenas de carteles con el rostro de su hija, multiplicado. Son como una red que se estira a lo largo de esos 868 kilómetros que conectan a Buenos Aires con el noroeste de Córdoba. El camino recurrente que transitan para llegar a la verdad..

Sin previo aviso, adentro del edificio de Tribunales Daniel y Susana se anuncian. Quieren ver al todavía fiscal Nelson Lingua, quien aún está a cargo de la investigación de la causa, antes de que asuma como nueva fiscal, Sabrina Ardiles. Afuera todavía se respira la niebla. La espera alerta a los policías. Quieren saber si van a venir más personas.

      – Lo hacemos para cuidarlos –dice la mujer de uniforme.

Piden datos, intentan tomar nota de lo que es una rutina inventada.

–La policía a nosotros no nos cuida –reacciona Susana y en un intercambio sin sentido, se alejan.

Silvia Rivero es la prosecretaria de la fiscalía, se acerca afuera y los llama. El fiscal se hizo un lugar en la agenda del día viernes. Adentro, el reflejo del piso de tribunales es como un espejo que se extiende, entre mocasines, tacos, alpargatas y zapatillas.

La preocupación de la familia es evidente. El recibimiento del fiscal es cordial. Se explica ante los recientes cambios que pronostican para el mes de mayo a Sabrina Ardiles, como la persona que estará sentada en el mismo sillón inmenso de cuerina, desde donde ahora, les habla Lingua. La dra. Rivero, también explica, y confirma que nunca se dejó de investigar. La necesidad de la confianza es una tregua durante esa hora de reunión, los tecnicismos se suspenden y las palabras se abren en una cronología de datos, guardados en la memoria indeleble de Daniel Basaldúa.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

La medida del tiempo de la causa, son las fojas de expedientes que se acumulan. La inspección judicial realizada en el mes de agosto del año 2024, por los posibles lugares donde Cecilia pudo haber estado en Capilla del Monte antes de su muerte, dejó en evidencia la dudosa hipótesis de la anterior fiscal de Instrucción de Cosquín, Paula Kelm, quien había asegurado que Cecilia había llegado por sus propios medios al lugar donde apareció sin vida. Mientras que en el transcurso de estos años, cada vez son más los policías que estuvieron en la búsqueda e investigación, presos por violencia de género:

Adrián Luquez, ex sub comisario, detenido por amenazas con armas de fuego a su pareja. Hoy en libertad, se fue a vivir a San Luis. Ariel Zárate, ex sub comisario de la Brigada de Investigaciones de la Departamental Punilla Norte –preso por violencia de género.  Diego Concha, ex director de Defensa Civil, encargado de la búsqueda –condenado a prisión perpetua por el crimen de Luana Ludueña y por la causa de violencia de género hacia su ex mujer, y Diego Bracamonte, ex comisario departamental, a cargo del operativo de la búsqueda –preso por violencia de género.

El tiempo de la justicia es una curva enredada, en apariencia, inofensiva. El tiempo de la justicia es el de las burocracias que definen su forma de proceder. El tiempo, es de una lentitud que lastima. Las letras se vuelven a guardar.

Son las cuatro de la tarde y el sol avanza en la siesta de Capilla del Monte. En la plaza San Martín, alrededor del Jardín de la Memoria, se arman los gacebos, se pone un aguayo, se llena de flores. Rojas, amarillas, lilas, celestes, el monte aún está florecido. Contrayerba, lavanda, romero, palo amarillo, incayuyo, ruda, los sahúmos se arman. Una compañera comienza a preparar el fuego.

Más lejos, sobre la calle Pueyrredón, en la puerta de la Secretaría de Turismo, la concentración crece. Llegan de todas las direcciones. Con tambores y repiques, con banderas y ofrendas. Una combi estaciona, descienden vecinos y vecinas que subieron en Córdoba y en distintas partes del Valle de Punilla.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

La batucada suena, es un comienzo en cuenta regresiva. La marcha avanza a contramano. Hay una indignación que toma el ritmo de los tambores, trepa en el repique y todo se hace canción. La calle techada de Capilla del Monte es un anfiteatro de barricadas. Los sonidos viajan a través de la mejor acústica para el reclamo: ¡Vecino, vecina, no sea indiferente nos matan a Cecilia en la cara de la gente. Cecilia presente!

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

“Este es un día especial y este lugar es especial porque tiene mucho que ver con lo que le pasó a Cecilia”, comienza Daniel en la puerta de la comisaría de Capilla del Monte, “hay muchos policías involucrados en el caso. Ya lo hemos denunciado muchas veces, pero parece que no alcanza”, dice mirando a los uniformados que permanecen parados como  granaderos.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

Daniel les recuerda que durante el año pasado, la policía de Capilla debió haber realizado  notificaciones a tres personas para declarar en los Tribunales de Cruz del Eje, pero no lo hicieron. Las testimoniales pudieron efectivizarse, porque intervinieron los abogados de la querella, Daniela Pavón y Gerardo Battistón. En ese mismo reclamo, la abogada Pavón  se acerca y también hace pública la falta de atención institucional que hay para las víctimas de violencia de género en la localidad.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje
Susana, Daniel y Daniela Pavón

La familia de Ezequiel Castro, asesinado por la policía de Córdoba, se adelante y los abraza. Alguien grita que ahí mismo, en la comisaría, apareció ahorcado Jorgito Reyna, hace 12 años, atado con la manga de su campera a la reja de una ventana, pocos centímetros más alta que él. Que su causa, también sigue impune y que los golpes que tenía no fueron suficientes para demostrar  que lo habían torturado. Que a pesar de no bajar los brazos, las familias sienten que el duelo es un proceso tan profundo, como inacabado.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

Susana y Daniel permanecen frente a una multitud, observan hacia adelante y hacia atrás. Saben que la comisaría es señalar lo que siempre llega al mismo lugar: complicidad. “A las chicas les pedimos que no tengan miedo, que denuncien -acentúa Susana- que no se dejen asustar con los policías ni con nadie, nadie tiene derecho a venir a violentarnos”.

 El espacio público es un canal clave para recordar que los asesinos de Cecilia están libres, “y que muchos andan dando vueltas por acá”, dice Daniel y remarca que no dejarán de venir a Capilla del Monte, hasta que los responsables del femicidio de su hija, estén presos.

La llegada a la plaza San Martín es un círculo de candombe que la nombra. Hace cinco años que se insiste en las mismas palabras, como un tajo que se abre en el cemento, una cicatriz que se agranda en medio de la incertidumbre: ¿Qué pasó con Cecilia?

Tal es el encubrimiento que las responsabilidades se hacen obvias.

La ronda se acerca al altar. Es un asedio a la justicia que falta. Desde el micrófono se invita a dejar una ofrenda en memoria de Cecilia, a conjurar entre todas y todos ese momento, esa memoria. En el  centro de una plaza que se anochece, resuena una voz grabada -desde algún punto del Abya Yala- Lolita Chávez, lideresa maya de los pueblos K’iche de Guatemala, habla entre los yuyos que comienzan a perfumar lo que no se puede detener. Cada rama seca que se enciende se hace una intención, un pájaro que se dispara, restos del día que se van:

 “Hoy 25 de abril levantamos nuestra fuerza sagrada, y nuestro poder popular feminista. Reconociendo la memoria, la historia, el vientre en la sangre, de Cecilia Basaldúa. Ese femicidio no debe quedar en la impunidad (…). Con la fuerza de nuestras ancestras, con los fuegos sagrados que encendemos, levantamos nuestra expresión de indignación  y lo comunicamos a los cuatro puntos cardinales. Para que nunca más haya este tipo de violencias contra nuestras vidas”.

Las copleras y la poesía toman el escenario. Las y los músicos hacen de Cecilia esa canción y en el centro del caldero caliente, el humo abre el cielo: hay una memoria que se desprende y una vida que cambió de idioma.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

En medio del algarrobo que sostiene los carteles de Memoria, Verdad y Justicia, una placa de cerámica con el rostro de Cecilia, también observa. El día queda atrás y en el fondo de la noche, las palabras todavía están en suspenso, son un silencio que pronto dirá.


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