#NiUnaMás
El grito de Santa: mujeres dominicanas exigen justicia
Santa tenía 22 años y un embarazo de tres meses. La mataron a golpes y a puñaladas en un hotel de veinte habitaciones. Su pareja se paseó por el barrio durante toda la madrugada con la camisa ensangrentada. Pero a ella recién la “descubrieron” muerta dos días después. Para ponerle un límite a la impunidad, su hermana Yaniris junto a las mujeres de la comunidad dominicana por primera vez rompieron el silencio y se movilizaron para reclamar que la justicia y la embajada cumplan con su tarea. Lograron algo: el sábado 12 de abril fue detenido en Paraguay el sospechoso de este brutal crimen.
Santa Uceta Durán tenía 22 años, un embarazo de tres meses y una pareja violenta. Era dominicana y había llegado a Buenos Aires hace tres años para sumarse a su hermana Yaniris y al destino de miles de mujeres que buscan acá lo que no encuentran en su país: dinero para subsistir. Aquí nadie la conocía por su increíble nombre, Santa, sino por los apodos de fantasía con los que aprendió a sobrevivir. Desde hacía un año y medio se había enamorado de Alejandro César Rojas, un muchacho de 30 años, que por entonces trabajaba de taxista y con el que al poco tiempo comenzó a convivir. Muy pronto, él perdió el trabajo y Santa tuvo que compartir el departamento con Yaniris. Así su hermana descubrió cómo funcionaba la pareja. “Si él llegaba y la encontraba descansando en el sillón, el saludo era un golpe en la cabeza”.
Santa perdió dos embarazados y éste la tenía preocupada, así que estaba muy pendiente de las recomendaciones que le daban los médicos del Hospital Argerich. Aún así, trabajaba para mantener a su pareja, para esperar a su hijo, para sobrevivir. Cuando su hermana Yaniris le planteó que tratara de ponerle un límite a esta situación, la pareja se mudó al hotel Arlequín, de San José 1019, en el barrio de Constitución. En una de sus veinte habitaciones Santa fue asesinada a golpes y puñaladas.
La última vez que vieron a Santa con vida fue el domingo 16 a las 12 de la noche. Había ido a cenar junto a Alejandro, su pareja, a uno de los restaurantes de la zona de San José y Cochabamba, habitada por la comunidad dominicana. Su hermana Yaniris recibió su llamado ese mismo domingo, poco después de la medianoche. No sabía que sería el último y la despidió como siempre, sin alarmarse. Cuentan que a las 2 de la mañana lo vieron a Alejandro en la discoteca Bom Bom, a pocas cuadras de allí y luego, en un bar de la zona. En los dos lugares dicen llevaba la camisa ensangrentada y la cara arañada. “Cuando alguien le preguntó, dijo: me cargué a unos tipos”. Los relatos le pierden el rastro a las 5 de la mañana. Desde entonces está prófugo.
Recién dos días después, la encargada del hotel Arlequín llamó a la policía, alertada por el olor que salía del cuarto de la pareja. El amigo que fue convocado a la habitación para reconocer el cadáver cuenta así lo que encontró: “No había mucho desorden. Ella estaba desnuda, tirada en el piso. Tenía la cara desfigurada por los golpes. Tanto, que le dije a la policía que no la podía reconocer. Me pidieron que me concentraran en el cuerpo. Y sí: ella era así de flaquita, pero tirada ahí parecía más nena todavía”.
A partir de entonces, Santa se convirtió en el sumario 805 que tramita el juzgado de Instrucción Nº 16, a cargo de la doctora Bruniard, secretaría Nº 11. Ni su hermana ni sus amigas saben nada al respecto, ya que no tienen abogado ni “gente que entienda”. Son varias las cosas que ellas necesitan comprender. No saben por qué aún no le entregaron el cuerpo, por ejemplo. Pero mucho menos cómo la pareja de Santa pudo circular con impunidad durante tantas horas en un barrio donde la presencia policial se hace sentir, especialmente en ellas. Lo que es para mí es más difícil de entender es lo que a ellas menos las sorprende: cómo nadie en el hotel pudo escuchar la pelea que se terminó con la vida de Santa. “El miedo”, responden estas mujeres, que saben lo que es vivir rodeada de ciegos.
El crimen de Santa, sin embargo, las mantiene unidas y firmes. El martes pasado, ejemplo, se reunieron frente a la Embajada de la República Dominicana (Santa Fe 836) para exigir que “algo haga”. Hasta ahora no recibieron ni una respuesta. “Sino este crimen quedará como tantos otros de nuestras hermanas: olvidado por todos, menos por nosotras, que todavía las lloramos”.
terminó con la vida de Santa. “El miedo”, responden estas mujeres, que saben lo que es vivir rodeada de ciegos.
El crimen de Santa, sin embargo, las mantiene unidas y firmes. El martes pasado, ejemplo, se reunieron frente a la Embajada de la República Dominicana (Santa Fe 836) para exigir que “algo haga”. “Sino este crimen quedará como tantos otros de nuestras hermanas: olvidado por todos, menos por nosotras, que todavía las lloramos”. Así consiguieron que se active la búsqueda de Alejandro, que fue detenido el sábado 12 de abril en Paraguay. Estaba en la casa de su tío. Ahora, esperan que lo trasladen a Buenos Aires.
#NiUnaMás
No son cifras: femicidios y blablá
¿Qué tienen en común el vocero presidencial Manuel Adorni y la ex ministra de las Mujeres, Eli Gómez Alcorta? Ambos anunciaron que la cantidad de feminicidos habían disminuido. Adorni lo aseguró ayer en su habitual rueda de propaganda oficial. La ex ministra, el 30 de mayo de 2022. Es solo una de las coincidencias. La otra es la más contundente: ni uno ni otro gobierno asumió que todo femicidio es evitable. La tercera coincidencia está relacionada con la sensibilidad social y la responsabilidad política: no son cifras. Son vidas.
La declaración de Adorni tiene, además, un agravante: diciembre es históricamente el mes en el que se comete la mayor cantidad de estos crímenes. Este es particularmente trágico.
- En un solo día –15 de diciembre– sufrimos seis femicidios en seis diferentes provincias argentinas.
- En un solo día –el 20 de diciembre– la violencia femicida asesinó a tres víctimas, dos de ellas criaturas. Una de dos meses en Jujuy, otra de dos años en Santiago del Estero.
Durante este 2024, además, el gobierno decretó la desaparición de una herramienta esencial para la visibilización y el registro al enmudecer a la agencia Telam. Se trata, nada menos, de una fuente de información oficial y nacional que en su agenda, durante los últimos años, le dio centralidad a la cobertura de estos casos. Sin esa fuente informativa los observatorios sostenidos por la sociedad civil –como el nuestro– e incluso por los organismos de control como la Defensoría del Pueblo de Nación, han tenido que realizar un gran esfuerzo para obtener la información necesaria para actualizar sus registros. En nuestro caso, el rol de los medios territoriales ha sido central para compensar esa pérdida, ya que la mayoría de estos crímenes se cometen en localidades alejadas de las capitales provinciales.
La lista de coincidencias es extensa e incluye que ni antes ni ahora el Estado analizó los datos para diseñar lo que desde siempre falta: programas de prevención y contención. Una lectura atenta y responsable de los registros históricos podría establecer, por ejemplo, qué época del año es la más indicada para campañas de prevención y qué localidades son prioritarias para establecer programas pilotos de prevención. Esto implicaría, por supuesto, dedicar recursos económicos y profesionales a sistemas eficaces de recepción de alertas, de acompañamiento a víctimas y de contención de violencias. Implicaría, además, analizar sus resultados concretos, corregir y profundizar políticas y, sobre todo, rendir públicamente no solo los gastos, sino los porqués, los quiénes y las consecuencias negativas y positivas de cada programa. Nada más lejos de la motosierra con la que el actual gobierno arrasó lo poco que la sociedad movilizada y organizada había logrado arrancarle al Estado durante la última década.
Las consecuencias del negacionismo femicida son las que están a la vista, por tremendamente reales y cotidianas.
Los femicidios no se detienen.
El Estado es responsable no es una frase.
Acá podés leer la introducción al Informe 2024 de nuestro Observatorio Lucía Pérez de Violencia Patriarcal.
#NiUnaMás
Conmovedora acción contra los femicidios en el estadio Maradona
Todas las luces del Estadio Diego Armando Maradona se apagaron. Minutos antes del partido de Argentinos Juniors contra Barracas Central, solo se encendió un reflector: el que iluminaba las butacas de la platea Francis Cornejo. Cada una de las butacas con un nombre.
Tamara
Vanesa
Sheila
Abril
Rocio
Elena
Ana
Los nombres en las butacas del estadio de Argentinos Juniors. Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org.
Aquí se puede ver la imagen de cómo fue ese momento.
Fue el modo que se utilizó para mostrar los 277 nombres de víctimas de femicidios y travesticidios en lo que va de este año hasta hoy: 25 de noviembre, Día Internacional de la Lucha contra la Violencia hacia la Mujer.
En la oscuridad absoluta la voz del estadio dijo desde todos los parlantes: “Esas butacas vacías, cada una con el nombre de una víctima de femicidio, son un recordatorio doloroso: en lo que va del año 277 mujeres han sido asesinadas por el solo hecho de ser mujer. No son solo cifras, son historias, son ausencias”.
Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org.
Y un aplauso conmovedor y sincero inundó todo el estadio.
La acción fue impulsada por Secretaría de Género de Argentinos Juniors junto al Observatorio Lucía Pérez para visibilizar la violencia machista en nuestro país.
Las integrantes de la Secretaría de Géneros de Argentinos Juniors y del Observatorio Lucía Pérez. Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org.
“La idea fue dejar un espacio vacío de la tribuna con los nombres de las mujeres asesinadas durante este año, y mostrar así la falta, que ellas hoy no están pudiendo venir a la cancha. Tomamos el mensaje del Observatorio: no son solo cifras, sino que detrás de cada uno de estos nombres , hay una historia”, dice a lavaca Mariel Alonso en la previa al partido mientras se repartían volantes con la invitación a visitar la web de la Secretaría del club y conocer la acción que se estaba por llevar a cabo.
Las camisetas de los jugadores adaptadas para el evento programado por la Secretaría de Géneros del club. Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org.
Las butacas vacías se iluminaron luego de la entrada en calor de los jugadores, que minutos después salieron a la cancha con un parche en la camiseta oficial que dice 25N, en homenaje a este día. Los suplentes salieron al campo con una remera especialmente diseñada para hoy que en la espalda tenía un dibujo que entre mujeres y banderas dejaba ver dos mensajes: “25N” y “Rompamos el silencio”.
Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org.
“Hacer estas acciones en un club es fundamental”, explica Vanina Sánchez, secretaria de Géneros de la Asociación Atlética Argentinos Juniors. “Los clubes de fútbol no son solamente de fútbol, son también espacios donde las mujeres y los hombres venimos a pasarla bien, a alentar por nuestros colores, y son lugares donde estas batallas hay que darlas. Es súper importante que como institución deportiva podamos dar un mensaje: el de que es importante involucrarnos, defender nuestros derechos, y pedir también justicia por todas las mujeres que ya no están”.
Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org.
El Observatorio Lucía Pérez, que lleva el nombre de la joven asesinada en Mar del Plata, es una herramienta de información, análisis, debate y acción creada por Cooperativa lavaca con el objetivo de generar el primer padrón autogestionado y público de femicidios y travesticidios de Argentina. Toda la información está disponible y es de libre acceso con el objetivo de que aporte así a encontrar una solución frente a la violencia. Toda la info se puede ver acá: https://observatorioluciaperez.org/
Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org.
#NiUnaMás
No son cifras
La cifra de violencia contra las mujeres registró un nuevo salto: 277 femicidios y travesticidios se produjeron hasta hoy, 25 de noviembre, Día Internacional de la Lucha contra la Violencia hacia la Mujer, según la información del Observatorio Lucía Pérez, primer padrón autogestionado sobre violencia patriarcal. Por esa razón la Secretaría de Género de la Asociación Atlética Argentinos Juniors impulsa junto al Observatorio una acción para visibilizar la violencia machista en nuestro país. Esta noche Argentinos juega a las 21.15 en su estadio Diego Armando Maradona contra Barracas Central.
Se dejarán 277 butacas vacías de una de las tribunas para poner el foco así en todas las mujeres que nos faltan. Además los jugadores saldrán a la cancha con un parche en su camiseta que recuerda la importancia de seguir reclamando por el fin de estos crímenes.
La investigación cotidiana del Observatorio Lucía Pérez elevó el registro de femicidios y travesticidios en lo que va del año a 277 hasta hoy, 25 de noviembre, Día Internacional de la Lucha contra la Violencia hacia la Mujer. Además, a raíz de esos crímenes, quedaron 161 huérfanxs. Como respuesta hubo 288 marchas y movilizaciones en búsqueda de justicia.
El Observatorio Lucía Pérez, que lleva el nombre de la joven asesinada en Mar del Plata en 2016, es una herramienta de información, análisis, debate y acción creada por Cooperativa lavaca con el objetivo de generar el primer padrón autogestionado y público de femicidios y travesticidios de Argentina.
Mediante una docena de padrones que se actualizan diaria y mensualmente se construye una cartografía de la violencia y la descripción de cómo opera el Poder Judicial, la policía y las pocas medidas de protección con la que cuentan las víctimas antes de ser asesinadas.
De los 277 femicidios y travesticidios:
- 25 habían realizado denuncias previamente.
- 70 de ellas tenían hijxs, lo que provoca la cifra de 161 huérfanxs. En muchos casos sus hijxs presenciaron el crimen, como en el femicidio de Rosa Vanesa Mamani Vargas, asesinada el primer día del año; o el de Ramona Isabel Morínigo, asesinada en febrero frente a su hijo de 15 años; o el de Analía Celeste Oliva, cuyos hijos de 11 y 15 años fueron quienes encontraron el cuerpo.
- Tres de ellas estaban embarazadas.
- 30 estuvieron desaparecidas antes de confirmarse que habían sido asesinadas.
- 24 eran menores de edad.
Cada una de ellas no es una cifra, son madres, hijas, hermanas, vecinas, amigas, compañeras, hinchas por las que pedir justicia.
Por eso que en este día la Secretaría de Género de Argentinos Juniors impulsa junto al Observatorio Lucía Pérez una acción para visibilizar la violencia machista en nuestro país. Esta noche, en el partido contra Barracas Central, se dejarán 277 butacas vacías de una de las plateas para poner el foco así en todas las que nos faltan. Además los jugadores saldrán a la cancha con un parche en su camiseta que recuerda la importancia de seguir reclamando por el fin de estos crímenes.
Toda la información generada por el Observatorio Lucía Pérez está disponible y es de libre acceso con el deseo de que aporte así a encontrar una solución frente a la violencia. Se puede ver acá: https://observatorioluciaperez.org/
- Revista MuHace 3 semanas
Mu 200: Buscando justicia
- LibrosHace 3 semanas
Generación Cromañón: el libro completo a 20 años de la masacre
- PortadaHace 4 semanas
19 y 20 de diciembre: La batalla que nos parió
- ActualidadHace 4 semanas
Chau Bety
- NotaHace 2 semanas
El gobierno en una foto: los dueños de la Argentina
- Pueblos originariosHace 6 días
El show de Bullrich que no fue, la reivindicación mapuche que sigue
- Derechos HumanosHace 3 semanas
Abuelas: fue encontrado el nieto 138 en medio del reclamo contra el desmantelamiento de la Secretaría de Derechos Humanos
- Mu200Hace 3 semanas
Haciendo justicia