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Ninguna mujer nace para puta

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Hasta el 21 de mayo, todos los días, de 10 a 21 puede verse esta muestra de Mujeres Creando, de Bolivia y Ammar Capital. Hay instalaciones, videos, audios, fotos y textos que interpelan sobre el tema de la prostitución desde un lugar revelador: el cliente, el Estado, el lenguaje, la violencia son piezas claves de esta exposición.
Ninguna mujer nace para putaLa muestra “Ninguna mujer nace para puta” se inauguró el jueves 4 a las 19 sin palabras: todo lo que sus organizadoras tenían para decir ya estaba dicho. La propuesta, entonces, fue dejar que se escuche el grito que brota de las tres camas que ocupan el centro del salón: una dedicada a la relación mujer puta-no puta; otra dedicada a los crímenes impunes y otra al cliente, la única deshecha y con profilácticos desparramados por el piso y entre las sábanas. El círculo central se completa con una instalación realizada con cajas de Plan Alimentario Nacional, sobre la cual se apoyan carteles que resumen la información de una encuesta que entre sus 400 afiliadas realizó Ammar Capital. Así se informa que entre las mujeres que se prostituyen en los barrios de Flores, Once o Constitución la mayoría tiene más de tres hijos, vive en casas tomadas o habitaciones de hotel, son analfabetas o no tienen la primaria completa y sus problemas de salud más frecuentes son el HIV/Sida, la hipertensión y la depresión. A este menú de urgencias, el Estado responde con esas cajas de alimentos. Y profilácticos. Allí están, entonces, desnudándose ante la vista del público las políticas oficiales.
El círculo que se traza en la pared es, en cambio, histórico. Comienza con unas fotografías de frente y perfil halladas en el archivo policial de La Paz. Son los rostros de mujeres criminalizadas por ejercer la prostitución a principios de siglo. Le sigue la serie de 20 fotos de Lupanar. Se trata del contenido de un rollo que encontró en el basura la hija del fotográfo Ricardo Ceppi y que ilustran la tarde que pasaron en un prostíbulo de provincia un grupo de muchachos de buen porte. Ceppi investigó el origen y llegó hasta donde pudo: las fotos pertenecen a los años 35 al 40, en un lugar indefinido de Buenos Aires, que supone al norte de la provincia.
El círculo se cierra con las fotos de frente y perfil de una integrante de Ammar Capital. En la primera lleva una caja de alimentos en la cabeza y sostiene el cartel que la condena: es el artículo del Código Contravencional porteño que penaliza la oferta de sexo en la calle. En la segunda, ojos y boca están cubierto con profilácticos y el cartel que tipifica el delito es una lectura más profunda de lo que condena ese Código: “por portación de rostro”.
En un costado, un sillón y un espejo proponen sentarse y mirarse a los propios ojos mientras se escucha desde los auriculares el testimonio de una mujer prostituta. Es una historia real, pero narrada por un coro de voces, entre las cuales está la inconfundible Nora Cortiñas, madre de Plaza de Mayo. Por último, un cuaderno espera lo más importante: tener registro de qué le pasa a cada quien con lo que allí está dicho. En esta muestra las Mujeres Creando y Ammar Capital esperan que, finalmentente, alguien hable junto a ellas.
La presentación en el Bauen

Ninguna mujer nace para puta

El cliente


Cuando uno se sube a una montaña rusa va con los puños cerrados por la adrenalina, tenso y nervioso porque el cuerpo se sacude. La presentación de Ninguna Mujer Nace para Puta organizada por AMMAR Capital de Argentina y Mujeres Creando de Bolivia, en el salón Cascada del recuperado Hotel Bauen, fue como la montaña rusa. Pero del cerebro.
Alrededor de las 19 del miércoles 26 de abril la organización enfrentó un nuevo desafío ¿Cómo hacer para que entren más de 100 personas en un auditorio para 50? Finalmente las 100 personas se transforman en 500 y el encuentro se mudó de salón. AMMAR es una sigla que originalmente se refería a las mujeres meretrices , pero hoy se transformó en un nombre en sí mismo: AMMAR es ahora la Asociación de Mujeres Argentinas por los Derechos Humanos) se pusieron de pie frente al auditorio repleto y extendieron una bandera: Estoy aquí y digo basta . Luego, con el dolor hecho voz, de a una, comenzaron a leer los textos preparados para esta presentación:

  • Soy una mujer no una cosa. Me expropian mi cuerpo los proxenetas, los clientes, los policías, los políticos, los sindicalistas. Y hoy estoy aquí para decir basta
  • Soy una mujer organizada. No me refiero a cómo me organizo para planchar, cocinar. Me organizo para ser una mujer autónoma y libre. Me organizo porque estoy harta de las injusticias. No estoy sola contra el mundo y estoy aquí para decir basta .
  • Al Estado le pregunto: por qué no tengo trabajo. Por qué no tengo educación, por qué no soy dueña de decidir sobre mi vida y mi cuerpo. Estoy aquí para decir basta .
  • El Estado nos quiere conformar con una caja de alimentos. El Estado quiere crear dependencia en nosotros a través de programas vacíos que son una manera humillante para taparnos la boca. Estoy aquí para decir basta .
  • A la sociedad le digo, señor, señora, no crea que me gusta estar parada en la puerta de su casa, por eso hoy día le aclaro una cosa, no sea hipócrita. Mis clientes son sus maridos, hermanos, primos, hijos. Señor, señora no necesito su condena. Se la devuelvo. Y estoy aquí para decir basta .
  • La prostitución es un tema de todos. La prostitución no es un tema de las putas sino de todos, luchá conmigo, gritá conmigo. Estoy aquí para decir basta.

¿Cuándo te vas a sacar la máscara?

Ninguna mujer nace para puta

Cuerpo y alma: las fotos pertencen a la autopsia de una prostituta muerta a golpes por su fiolo


Tras la emoción y los aplausos, las mujeres tomaron asiento para dejar el micrófono a Sonia Sánchez, también de AMMAR, que se quedó de pie frente al auditorio y además de dar oficialmente la bienvenida y agradecer a colectivos y personas que colaboraron, dio un discurso. Cada palabra un latigazo, para interpelar a la sociedad:
Puta. Prostituta. Trabajadora sexual. Dama de compañía. Y tantos otros adjetivos que le pones vos. Todos esos más estos que yo he nombrado. Todo sobre un mismo cuerpo, todo sobre una misma subjetividad. Por eso yo hoy quiero charlar contigo, quiero reflexionar contigo, porque lo sé, lo siento, lo vivo y lo padezco, no son sólo adjetivos, es la acción directa sobre nuestros cuerpos, acción que lastima y violenta cuerpos jóvenes, cuerpos adultos, despersonalizados, envejecidos, acción que violenta y lastima. Acción que te despersonaliza, te mutila y te margina. Acción que es admitida, sostenida y fomentada por el poder político. A través de sus leyes, a través de las violaciones de los tratados internacionales. Acción que es admitida, sostenida y fomentada por este Estado corrupto y proxeneta que tenemos, que a través de sus políticas sociales –¿gran nombre no?- lo único que hacen es crear dependencia y humillarnos. Con programas vacíos de inclusión. Acción que es admitida por el poder de la Iglesia que a través de ese bendito por mi culpa, por mi culpa y por mi gran culpa los hombres son pecadores. No puede ser que hoy en el barrio de Flores compañeras nuestras tengan que rezar una hora antes de sentarse frente a un electrodoméstico como lo es una computadora. Es una acción que es admitida por la sociedad por omisión, por proteger, ocultar, resguardar al prostituyente que está en las casas de todas y de todos. Por eso digo y lo sostengo: la prostitución no es sólo problema de las putas y las travestis, la prostitución es tema de todas y de todos.
Nosotras comenzamos a apropiarnos de nuestro cuerpo. Algunas. Comenzamos a apropiarnos de la palabra. Algunas.
Comenzamos a apropiarnos del decir. Algunas.
Y comenzamos a apropiarnos del decidir. Algunas.
Y diablos que no es poco eso.
Y nos ha llevado la juventud y la mitad de nuestra adultez para conseguirlo.
Y no es poco.
Por eso hoy te digo a ti sociedad: hasta cuando vas a seguir impávida sobre nuestra situación. Hasta cuándo vas a seguir muda. Adormecida. Con tantas muertes y cuerpos mutilados de mujeres pobres, prostituidas. Sin justicia.
Hasta cuando sociedad vas a estar en esta actitud pasiva mientras yo estoy en la vereda de tu casa. Nosotras comenzamos a accionar, a reaccionar, a ser rebeldes, a ser desobedientes y es un trabajo de día a día de hora a hora, de años…
Y vos sociedad,¿ cuándo vas a estar con nosotras, acá al lado¿ Porque yo soy tu hermana, soy tu amiga, soy tu pareja, soy tu compañera, soy tu vecina,¿ cuándo vas a despertar¿
Nosotras comenzamos a sacarnos la máscara, y mi pregunta hoy es: ¿Vos cuando te la vas a sacar? ¿Cuándo? Ojalá no sea muy tarde. Gracias

Sacudiendo a los intelectuales
Ninguna mujer nace para puta

La foto de frente y perfil con la que Ammar expresa su posición sobre las políticas de Estado hacia el sector: profilácticos y Código Contravencional


Por si ya la audiencia no estaba suficientemente pasmada con la interpelación de Sonia, María Galindo de Mujeres Creando, sacudió entonces a los muchos simpatizantes de Evo Morales que habían en el auditorio y arremetió contra los intelectuales y los indigenistas bolivianos, el feminismo, la clase media y los espacios culturales. De pasó se despidió públicamente de las mujeres de AMMAR y explicó de qué se trata Ninguna Mujer Nace para Puta:
Con la palabra de Sonia está todo dicho. Yo verdaderamente no tengo nada más que decir. Pero voy a aprovechar este tiempo que generosamente ellas me plantean de estar acá para contarles qué cosa es Ninguna Mujer Nace para Puta.
Porque Ninguna Mujer Nace para Puta no es una anécdota.
Porque Ninguna Mujer Nace para Puta no es un espacio más para consumir algún productito cultural, de manera rutinaria.
Porque Ninguna Mujer Nace para Puta no es un producto de consumo pasivo.
Ninguna Mujer Nace para Puta es una migrante, porque resulta que es una muestra que ha migrado de La Paz a Buenos Aires como tantas mujeres bolivianas, y tantas de nosotras en situación de prostitución también. Ninguna Mujer Nace para Puta nació en La Paz como una estrategia frente a una izquierda indigenista que pretendía decirnos que con la ascensión de Evo morales al poder, estamos tocando el cielo con las manos, estamos tocando el cambio social…
Por eso Ninguna Mujer Nace para Puta fue una impugnación del derecho que se atribuyen dos categorías de patriarcas: los intelectuales y los indígenas para decir que en sus manos y a partir de ellos las cosas cambian, dejando de lado a las mujeres.
Ninguna Mujer Nace para Puta es una estrategia de lucha porque es tomarnos el atrevimiento de salir de ese lugar de la calle, de ese lugar de invisibilización hacia la toma de un espacio cultural.
Para decirles a los espacios cultura que están llenos de polvo, que están llenos de una retórica conservadora, racista, homofóbica, proxeneta y que esa progresía , esa alternatividad de los espacios culturales no es tal mientras no sean tomados por los sujeto sociales, por nosotras las indias, las putas y las lesbianas juntas revueltas y hermanadas. Eso es Ninguna Mujer Nace para Puta. Así nació en La Paz.Y nació también para decir a esa lógica que además es transnacional y que además vienen desde los organismos internacionales; para decir que no vamos a permitir que la prostitución sea encorsetada, encasillada como un trabajo porque no es un trabajo .

Sistemas de machos y fachos
Ninguna mujer nace para puta

La relación mujer puta-mujer no puta


Las palabras de María provocaron reacciones diversas en el auditorio, la mayoría interrumpió con un aplauso. Lo que dijo, cómo lo dijo, la fuerza y la espontaneidad –nadie en esta presentación excepto por las lecturas iniciales, habló con un papel en la mano- tuvo a todos los asistentes hipnotizados y movilizados.
Ninguna Mujer Nace para Puta en Buenos Aires se convierte en otra cosa porque así es la migración, porque así es luchar juntas, así es hacer algo concreto juntas, porque tiene el efecto de una bola de nieve que adquiere otros colores, adquiere otras formas y resulta que en Buenos Aires, Ninguna Mujer Nace para Puta se convierte en una toma de la palabra que no admite ninguna tutela, una toma de la palabra sin tutela, no hay tutela institucional, no hay tutela intelectual, no hay ninguna forma de tutelaje sino que hay alianzas de hermanas que están convirtiendo Ninguna Mujer Nace para Puta en un espacio de convocatoria. De convocatoria a comunicarnos, a subvertir, a fortalecernos. Nosotras nos vamos y les deseamos a nuestras hermanas, amigas de AMMAR, suerte, fuerza, mucha mucha fuerza para esta lucha que va a ser abrir la muestra Ninguna Mujer Nace para Puta en el centro Borges , en el centro de Buenos Aires, en el centro de la hipocresía, el adormecimiento de la intelectualidad, el adormecimiento del feminismo, de la clase media, etc, etc, punto com. Termino con un grafiti: Para todos los sistemas de machos y de fachos la mujer es una puta. Mueran los sistemas. Vivan las putas .
Revolver el universo
Ninguna mujer nace para puta

"La mujer invisible", la instalación con cajas del Plan Alimentario y los profilácticos que reparte el Estado entre las mujeres en estado de prostitución


Cerrada la presentación, se proyectó un fragmento de Mamá no me lo dijo , una serie de cortos producidos por María Galindo que fueron televisados en el primetime del canal boliviano más visto. En la pantalla armada artesanalmente con una cortina pudo verse un grupo de hombres desnudos alrededor de un obelisco en el centro de La Paz. Allí la mujer pinta y mide sus penes. La filmación muestra además las reacciones de la sociedad y la policía ante la acción de revelar los cuerpos masculinos, los clientes. Ver en ese momento y en la oscuridad del BAUEN, los rostros de algunas mujeres fue revelador, y sobre todo ver el rostro de algunos hombres que no participaron luego en el debate que se abrió.
Tras algunos desperfectos técnicos con la proyección que dan cuenta también de las trabas con las que trabajan y se organizan las mujeres de AMMAR y las Creando, comienza así la etapa de intercambio:
Un hombre -el único que hizo una intervención en todo el debate-:
-Por qué crees que el gobierno que tira a la mitad de la población a la calle, tomaría en cuenta el reclamo de ustedes?
Responde Sonia:
-Nosotras como mujeres pobres vamos y le tocamos la puerta al gobierno y decimos no queremos prostituirnos, queremos educación, capacitación y un trabajo ¡y sabe cómo nos responden? Con una caja de mercadería. Con esos fideos que se hacen masacote cuando los hago en un guiso…
-¿Y qué esperas entonces?- consulta el hombre. Sonia es clara:
-Yo del Estado no espero nada, espero de la sociedad que nos escuche y que se ponga del lado nuestro y que comencemos a caminar las calles. Contra el código contravencional en las calles éramos putas y travestis en las calles de Buenos Aires y nadie más. Salir a la calle es nuestra forma de decir acá estamos, de visibilizarnos, de apropiarnos.
Una mujer inquietante pregunta:
-¿Y qué proponen entonces ustedes, qué es lo que proponen para cambiar? No será solo caminar en las calles porque también se mueren chicos de hambre y a nadie le interesa. A un grupo sí, pero no es la mayoría…¿Qué proponen? ¿Cómo cambiar?
-¿Sabes qué pasa? –arranca Sonia-. Que nosotras nunca tuvimos voz. Siempre han legislado sobre nuestros cuerpos sin conocernos sin escucharnos. La propuesta es eso: decir que existimos, somos personas, pensamos y queremos ser escuchadas. Y estamos diciendo: queremos capacitación laboral, educación, salud, porque para nosotras la prostitución no es un trabajo. La prostitución golpea, viola todos tus derechos. Si ellos no quieren ver que estamos pidiendo capacitación, educación, es porque no les conviene.
La mujer intenta decir algo más, pero la interrumpe María:
-Es bastante cómodo asistir acá y decir ‘Y ustedes qué proponen’ justamente a nosotras cuando tan solo estamos planteando que la prostitución no es un trabajo. Eso revuelve el conjunto del universo de lo que entendemos por trabajo en la sociedad revuelve el lugar de las mujeres en la sociedad. Entonces, el discurso de estas compañeras es un discurso de una subversión in crescendo como un espiral subversivo. ¿Qué proponemos nosotras? Como mínimo, es lo que la sociedad se tiene que preguntar, es la idea de la convocatoria. Ese no es el problema de la compañera.
Que venga Kirchner
Ninguna mujer nace para puta

Cada cama tiene colgada sobre el respaldar dos almohadas con preguntas y frases que formularon las mujeres de Ammar Capital en los talleres que se realizaron para pensar y producir esta muestra


Una mujer joven de unos ventipico de años, de ninguna organización particular, dice:
-Primero quiero agradecer por haber planteado que la prostitución no es un trabajo. Yo soy mujer y nunca lo había visto así. Así que primero, gracias. Y segundo yo propongo que esto lo discutamos con los hombres y las mujeres que tenemos a nuestro lado.
Interviene después una compañera de AMMAR: Yo soy prostituta, busco trabajo como empleada doméstica y me piden referencias. No las tengo. Si digo: soy prostituta señora ¿me van a tomar?.
-No- responden las demás.
María se dispone a moderar el debate y cede la palabra a otra mujer:
-Me parece que sería interesante hablar sobre una parte del video que es la que llama la atención sobre el cliente. Más allá de lo que hace el Estado con la pobreza, hay un punto sobre el cual parece que la sociedad no quiere hablar y que es el punto sobre la demanda de la prostitución y si existe esta cantidad de prostitución y de tráfico y consumo de cuerpos de mujeres para la prostitución es porque hay una gran demanda y esa gran demanda la generan los clientes. Creo que la reflexión a nivel de la sociedad tiene que ser sobre los clientes. Qué es lo que la sociedad reflexiona sobre esto. Me gustaría que pudiéramos no desviarnos demasiado de esto.
Vuelve a intervenir la mujer de AMMAR que preguntó cómo hacer para conseguir trabajo:
-¿No hubiese sido bonito que en esta reunión hubiese un policía, así nosotros le preguntábamos a ver qué piensa él?
Interviene a los gritos la dirigente Lohana Berkins de ALITT (Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual):
-No. Qué venga Kirchner que es el que manda a la Policía.
¿Y las que deciden prostituirse?
Ninguna mujer nace para puta

En el sótano de la Iglesia Metodista de Flores, María Galindo (en el piso) coordina el taller sobre "Tomar la palabra", luego del cual las participantes escribieron el manifiesto con el que presentaron la muestra


Desde el fondo, una travesti hace un planteo que desata más caos:
-Hay mujeres, personas que deciden prostituírse en todo el mundo. ¿Qué opinan ustedes de estas personas que deciden prostituírse, sacándole la carga moral? Como una opción laboral, porque explotación y maltrato laboral hay en todos los trabajos. Es una pregunta ¿Qué opinan ustedes de las mujeres que deciden, que tienen la capacidad de decidir y ejercer la prostitución por decisión propia y no por imposición del Estado?
María contesta:
-A mi me gustaría señalar dos ejemplos muy curiosos de ese supuesto proceso de decisión: uno es un ejemplo que recientemente recogí del País Vasco, charlando con una mujer que trabaja allí como parlamentaria. Resulta que ella comentaba que en el País Vasco, donde hay un nivel de vida muy alto, el 99% de las mujeres en situación de prostitución son del sur del mundo. Son las mujeres migrantes, Entonces eso ya te dice algo. ¿Y donde están las mujeres españolas que eligieron prostituirse? ¿Qué eligieron hacer las vascas en ese contexto?
La travesti repregunta:
-¿Pero no creés que una mujer que trabaja como empleada doméstica también es maltratada y también es pobre? ¿No creés que una mujer que es prostituta, tiene la capacidad de decidir y elegir prostituirse? ¿A vos qué te parece?
María es breve y quiere seguir con el debate. Sólo responde:
-A mi me parece que esa es una gran verdad del patriarcado.
Hay gritos que se mezclan y gana la que grita más fuerte.
-No vamos a ser autoritarias –dice Lohana Berkins-. Las putas y las que ponemos el cuerpo somos nosotras. Entonces a mi, sin descalificar a nadie, me gustaría decir que este es un debate que tenemos que saldar entre las putas, me gustaría escuchar a Sonia para saber qué es lo que ella piensa.
Sonia:
-Elegir y decidir lleva años. Nosotras comenzamos allá por el 94. Estaba Lohana y también otras compañeras. Se comenzó a pensar en la palabra puta y dijimos: no, es muy humillante. Se cambió por trabajadora sexual porque era una forma de invisibilizar tanto hostigamiento pero no significaba que nosotras estábamos eligiendo esa identidad. Fueron 10 años de lucha y de reconstruir, y hoy le estamos dando una vuelta más, superamos lo de trabajadora sexual, pero eso es porque venimos logrando a partir de un crecimiento interior. Sí sé que muchas de las que hoy están diciendo soy trabajadora sexual no van a la escuela de sus hijos a decir: sí señora directora yo soy trabajadora sexual . Se esconden. Entonces ¿de qué libertad me estás hablando ¿De qué libertad me estás hablando cuando no podés decir lo que sos, sólo lo podés decir en el submundo que es la prostitución? Y sólo el proxeneta y los que comen de tu vagina saben que vos sos trabajadora sexual. Va más allá de las palabras, hay que apropiarse del cuerpo. Si hablamos de decidir, hablemos de la libertad del decidir. Y eso lleva años de construcción. A algunas nos ha llevado toda la juventud y nuestra adultez y todavía tenemos que seguir apropiándonos de muchas cosas.
El grito de Sonia termina en un aplauso cerrado.
Luego María le responde a Lohana:
-No estoy de acuerdo en que este es un debate entre las putas y de las putas. Yo estoy acá como lesbiana, planteando una alianza solidaria y estoy acá como lesbiana, feminista boliviana. Y me la estoy jugando con las compañeras como ellas se la jugaron en Bolivia con nosotras. De la misma manera. Todo esto ha sido un esfuerzo por abrir este debate, por construir alianzas que no es lo mismo que tutelar voces. Eso es posible, y yo estoy acá ejerciendo esa palabra. No creo en el maternalismo o paternalismo. Si alguien viene y quiere arrinconar a la compañera nosotras vamos a salir al frente porque es exactamente lo mismo que pasó en Bolivia. Generamos un espacio, ponemos nuestros cuatro centavos, ponemos el esfuerzo por convocar a lugares y resulta que compañeras que están subvencionadas por el Estado, subvencionadas por el sindicalismo, quieren copar el espacio que abrimos desde la autonomía para instalar su falso debate.
Antidemagogia: el público cuestionado
Ninguna mujer nace para putaUna mujer interviene para señalar su bronca son respecto a los insultos y maltratos a mujeres en supuestas marchas revolucionarias. Y una joven, muy curiosa en su discurso, dice:
-Hay mujeres machistas también.
Nuevos gritos que van y vienen. Una mujer trae un dilema:
-Plantear algo sobre la prostitución es hablar de algo mercantil. Lo que está detrás mucho más fuerte que es el dinero el poder, el sistema. ¿Estamos realmente en condiciones de cambiarlo?
Sonia le responde:
-Eso le preguntamos hoy a la sociedad. Empecemos a debatirlo en nuestras casas. La respuesta la hacemos entre todas y todos.
A modo de cierre y de despedida de Argentina, María concluyó:
-Es curioso, sorprendente e interesante que cuando abrimos un debate sobre prostitución un solo hombre toma la palabra, pero cuando hablamos de cambio social, son los hombres los que avasallan. Les agradecemos el haber estado acá, pero como nosotras no somos demagógicas ni en Bolivia ni en la Argentina ni en la China, les digo lo que pienso de lo que se dijo aquí hoy. La sensación es la de una dispersión en el debate, una dispersión terrorífica. Un uso de la palestra de cada uno para decir su teoría social, y eso es darle la espalda a los planteamientos concretos de las personas que hacen el esfuerzo para abrir estos espacios. Y esa imposibilidad del feminismo, de los partidos, del sindicalismo, de los intelectuales de sentirse convocados a cosas concretos y tener actitudes un poco más efectivas y un poco más humildes. ¿Hacia dónde vamos a ir cuando abrimos espacios de discusión y no hay capacidad de escucharnos y de respetar esos procesos? Abrir esos espacios que no es nada fácil
Tras los aplausos el cierre de Sonia:
-La sensación nuestra es que no se puede tocar temas de sexualidad. Se tocaron todos los temas menos el prostituyente, el cliente. Creo que con esta muestra, las mujeres pobres comenzamos a proponerle a la sociedad debatir sobre esto. Por eso los invitamos desde el 4 de mayo hasta el 15 en el Centro Cultural Borges, desde las 19 horas el día 4, y desde las 10 de la mañana hasta las 21 el resto de los días. Allí van a ver muchas cosas. No van a ver cuerpos desnudos, ni culos ni tetas, porque no nos vamos a exponer más. Va a haber fotos, videos, instalaciones, audios, textos y también un cuaderno para que escriban qué sienten, porque eso es lo que nos interesa. Y por eso es importante para nosotras el espacio de la muestra. Porque es una herramienta más de lucha y una forma de empoderamiento. Por eso lo digo de vuelta: el tema de la prostitución no es sólo de putas y travestis, sino de todas y todos. Los y las esperamos para comenzar a sacarnos las caretas.
Nosotras ya lo hicimos

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4 años sin Cecilia Basaldúa, sin fiscal y sin respuestas

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La familia de la joven asesinada en Capilla del Monte volvió a viajar de Buenos Aires a Córdoba para reclamar que se asigne urgentemente un fiscal en la causa y que se investigue su femicidio. Hace 4 años el cuerpo de Cecilia fue encontrado luego de estar 20 días desaparecido; su familia denuncia una trama local que involucra a la última persona que la vio con vida, el ex boxeador Mario Mainardi, jamás investigado, y la complicidad de la justicia de Cruz del Eje, representada por Paula Kelm, que buscó inculpar a un perejil. Gracias a la lucha familiar se logró anular esa línea de investigación, que culminó en un juicio nulo, pero desde entonces no se retomó la instrucción; y pese a que en diciembre se anunció que un nuevo fiscal tomaría la causa, eso no sucedió, y las dilaciones siguen. Crónica de una nueva reunión con promesas y sin hechos, cuando la impunidad se hace cada vez más grande y el reclamo, también: “Verdad y justicia para Cecilia Basaldúa”.

Por Bernardina Rosini

Daniel y Susana, padre y madre de Cecilia Basaldúa ya perdieron la cuenta de las veces que han viajado desde la ciudad de Buenos Aires a Córdoba con el único objetivo de lograr justicia por su hija. Han perdido esa cuenta pero no la cantidad de días que contabiliza la impunidad: 1460, es decir, cuatro años. 

En efecto, hace cuatro años (el 25 de abril de 2020) encontraron el cuerpo de Cecilia Gisela Basaldúa en un codo del Río Calabalumba en Capilla del Monte, luego de veinte días de estar desaparecida. Cuando Daniel y Susana llegaron ayer a los Tribunales en Córdoba Capital, se los ve invadidos por la bronca y el hartazgo. Son cuatro años sin Cecilia y a la par sostienen que las líneas de investigación han sido deliberadamente manipuladas y el material probatorio  de contundencia, ignorado

La última vez que estuvieron parados sobre esa vereda fue el pasado 7 de diciembre, tras reunirse con el Fiscal General Juan Manuel Delgado. Celebraban la noticia: “Tenemos fiscal, vinimos con 3.000 firmas de apoyo pidiendo fiscal y lo tenemos. Es el Nelson Lingua y comienza el 1° de febrero, después de la feria judicial”. Cinco meses después, otra vez viajan 700 kilómetros para golpear la puerta del Palacio de Justicia pues tal designación no sucedió y la causa acumula once meses sin fiscal a cargo de la instrucción.

4 años sin Cecilia Basaldúa, sin fiscal y sin respuestas
Daniel Basaldúa y Susana Reyes, papá y mamá de Cecilia: viajaron desde Buenos Aires para mantener una reunión y reclamar justicia por su hija.

El baile del fiscal

Mientras los Basaldúa llegaban el 25 de abril nuevamente a Córdoba para pararse frente a Tribunales y exigir justicia, fueron notificados que la Fiscal General Adjunta Bettina Croppi los convocaría a una reunión. 

Antes de ingresar al edificio Daniel comparte la situación actual de la causa “Nos vienen diciendo que no designan fiscal porque falta una firma: me cuesta creerlo. No puedo hacer nada más que venir y reclamar. Hasta ahora la única justicia que logramos fue que no metan preso a un inocente”. 

Hoy le cuesta hablar; tiene un nudo en la garganta y el rostro de su hija estampado sobre el pecho. “Sólo espero que esta investigación vaya tras los verdaderos sospechosos, tras Mario Mainardi, última persona que vio a Cecilia con vida, quien tenía pertenencias de ella y las regaló; la policía y la fiscal Paula Kelm contaban con ésta y más información y nunca lo investigaron. No podemos creer que Mainardi, que dijo trabajar en Uber porque no podía acreditar ingresos, tenga más poder que Diego Concha, quien fue durante décadas Director de Defensa Civil de la provincia y sin embargo hoy está preso”. 

Daniel pasa lista de todos los uniformados que participaron del caso y que hoy se encuentran desplazados, procesados o presos por distintas causas: el común denominador es la violencia de género. 

Mientras las abogadas ingresan junto a los padres de Cecilia a la reunión, afuera les esperan periodistas, agrupaciones feministas, trabajadores de la Secretaría de Derechos Humanos y familiares víctimas de violencia institucional. Repiten el colgado de banderas, los carteles con rostros de otras víctimas, y los cantos que se recitan como mantras: “¡¡Queremos fiscal, queremos fiscal, queremos fiscal!!” y “¡¡Justicia, justicia, justicia!!”.

Al salir, Giselle Videla -una de las abogadas de la familia- comparte lo conversado en la reunión: “Para iniciar nos han pedido disculpas puesto que en noviembre nos dieron la seguridad que tendríamos fiscal apenas finalizada la feria judicial. Como hoy no hay fiscal, y están subrogando fiscales de otros territorios que toman la causa por un plazo corto de tiempo, el avance es mínimo. Nos informaron en relación a esta situación que la designación de Nelson Lingua espera la firma del gobernador, Martín Llaryora. Ahora bien, nos enteramos que será designado como Fiscal reemplazante, y no como Fiscal titular puesto que Lingua no ha rendido el concurso que lo habilita para ese cargo; debe rendirlo ahora y recién en julio- agosto podremos saber si será finalmente el fiscal titular de la causa”. 

Para que se entienda: desde que el tribunal absolviera a Lucas Bustos en julio del 2022 reconociendo su inocencia y su no vinculación al crimen, y ordenara una nueva instrucción para dar con los responsables del femicidio, la causa demoró meses en ser asignada a un fiscal. Luego recaería en el Dr Raymundo Barrera de Cruz del Eje, fiscal que, hábil con el calendario, entre feria judicial y licencias llegó a junio del 2023, mes en el que se jubiló. 

Por la presión de la familia Basaldúa, en diciembre el mismísimo Fiscal General anunció la designación del Lingua el 3 de febrero; eso no sucedió y no hay certeza de que Lingua resulte el fiscal que definitivamente dirigirá la instrucción, puesto que no cumple con los requisitos.

4 años sin Cecilia Basaldúa, sin fiscal y sin respuestas

Preguntas sin respuesta

Es mediodía y el cielo se refleja en las ventanas del edificio neoclásico de la calle Caseros; da la impresión que adentro estuviera vacío, que sólo es una fachada. “Hoy, 25 de abril se cumplen cuatro años de la aparición del cuerpo sin vida de Cecilia Gisela Basaldúa” lee Susana de la pantalla de su celular; ella también lleva una remera con el rostro sonriente de su hija. Sigue:

Cuatro años de impunidad y de violencia sistemática por parte del Poder Judicial a quienes pedimos y exigimos justicia por ella. La causa volvió a foja cero en el 2022 luego de pasar por un juicio vergonzoso.

El tiempo pasa y los asesinos de Cecilia siguen libres e impunes. No tenemos fiscal ni respuestas” y continúa “¿Cómo vamos a llegar a la verdad? ¿Qué fue lo que pasó con Cecilia? ¿Por qué tardó tanto en aparecer? ¿Dónde está Mario Mainardi? ¿Por qué la fiscal Paula Kelm ordenó tan rápidamente detener a un joven sin tener pruebas? Todas estas preguntas nos conducen una y otra vez a un círculo cerrado de impunidad entre funcionarios judiciales que se jactan en demostrar un abuso de poder constante”. 

La carta leída en la vereda, casi sobre la calle, concentra todas las preguntas que la investigación del femicidio debiera responder. 

Y la carta también cierra como se espera que cierre la investigación: “Verdad y Justicia para Cecilia Basaldúa”.

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La imagen proyectada: La Ronda en la mirada de Lina Etchesuri

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Séptima entrega del registro colaborativo de la ronda de las Madres de Plaza de Mayo, realizada por la fotógrafa de lavaca Lina Etchesuri.

Toda la producción será entregada a ambas organizaciones de Madres y al Archivo Histórico Nacional. Invitamos a quienes tengan registros de las rondas realizadas estos 40 años a que los envíen por mail a [email protected] para sumarlos a estos archivos. Esta iniciativa es totalmente autogestiva.

Ese jueves hacía 38 grados de calor pero parecían 43. El calor quemaba y picaba.

Faltaba el aire, el que había estaba caliente y la humedad pegoteaba.

El día que acompañé a la Ronda haciendo fotos para este proyecto, fui descubriendo imágenes a medida que los pasos y las sillas de ruedas daban vuelta como siempre, hace 2392 jueves.
La ronda siempre me emociona. Mucho. Las miro a las madres y veo proyectada las fotos de sus hijxs en su mirada, hacia delante, repitiendo Presente como un mantra de presencia y resistencia. Lxs veo a ellxs en imagen, mirando de frente en su juventud detenida. Veía a Elia, que ronda en silla de ruedas, con la foto de su hijo Hugo Meidan, desaparecido el 18 de febrero de 1977, hace 47 años, y pensaba si ese día hizo tanto calor, si la luz tenía esta misma inclemencia.

La imagen proyectada: La Ronda en la mirada de Lina Etchesuri

En las rondas transcurre un tiempo extraño, persistente y atemporal. Las hermanas abrazan las fotos de sus desaparecidxs, gritan sus nombres con contundencia, caminan junto a las madres, junto a nosotrxs.

Transforman el tiempo y la imagen en un futuro posible.

La imagen proyectada: La Ronda en la mirada de Lina Etchesuri

Sobre Lina

Soy Lina Etchesuri. Fotógrafa, editora y docente

Soy parte de la cooperativa Lavaca desde hace más de 12 años donde hago todo lo que me describe y más. Me hace sentir muy orgullosa y feliz.

Estudié con Filiberto Muganini en el Rojas durante los 90s. Hice la carrera de fotógrafa en la Escuela de foto y artes visuales de Avellaneda, durante el 2001 y los años siguientes. 

Me seguí formando en talleres visuales con mi querida Julieta Escardó y muchxs más.

La imagen proyectada: La Ronda en la mirada de Lina Etchesuri

Viajé haciendo fotos durante algunos años: conocí al subcomandante Marcos y le saqué una foto en la que se está riendo. Estuve en Cisjordania, Palestina, durante 3 meses, viviendo retratando la vida bajo la ocupación. 

Junto con algunas personas y amigxs fundamos MAFIA en 2012, un colectivo de fotógrafxs que sigue hasta hoy.

Coordino talleres de foto e imagen.

Soy mamá de Fermin.

Y me encanta hacer todo lo que hago.

La imagen proyectada: La Ronda en la mirada de Lina Etchesuri

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Nota

Un abrazo contra la motosierra

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Sin presupuesto actualizado (“cada 10 pesos del año pasado, hoy tenemos 2” informa el rector de la UBA) las universidades y los hospitales en “modo ahorro” deben cortar la luz, los ascensores, reducen cirugías, no tienen insumos. La imagen del Clínicas, uno de los más importantes del país: “Los pacientes se están quedando sin comida”. Hoy una gran concentración frente a ese hospital escuela simbolizó un abrazo en defensa de la salud y la educación pública, mientras el gobierno nacional juega a pelearse con las prepagas, y el de la Ciudad a subvencionar a quienes mandan a sus hijxs a colegios privados. ¿Qué pasa con lo público? ¿Cuándo comenzó el desastre? Distintas voces (directores de hospitales, rectores de universidades, trabajadorxs) relatan la realidad y los datos motosierra; la organización como única salida; y el canto “la UBA no se vende”, mientras la realidad, o los números, parecen indicar otra cosa.

Por Francisco Pandolfi

Un abrazo contra la motosierra

“Se defiende, la UBA se defiende”, fue uno de los hits / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Clarisa y Caetana acaban de salir de cursar dermatología. Clarisa tiene 24 años y lleva puesto un ambo azul marino. Caetana, de 23, uno verde oscuro. Son alumnas desde hace seis años de la Facultad de Medicina y hace tres caminan por los pasillos del Hospital de Clínicas, ya en la etapa de las prácticas. “Hace un rato terminamos una clase en la que no teníamos vendas”, dice Clarisa. Su compañera agrega: “El otro día, en un práctico, nos faltaba vaselina para curar las úlceras; sí, vaselina, probablemente el producto más básico y barato que se necesita”.

Alrededor de ellas hay una multitud, con ansias de visibilizar la gravedad de la situación.

Clarisa, Caetana y la marea contra el ajuste / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

“Estamos funcionando al 30%”, comparte Marta, médica desde hace 38 años en el Clínicas.

“Los pacientes se están quedando sin comida”, cuenta Susana, auditora. 

“Soy empleado de limpieza del hospital, monotributista, trabajo cinco días por semana, siete horas por día y mi sueldo no supera los 150 mil pesos”, confiesa Diego Ruiz.

“Ya debimos reducir las cirugías y no atender a algunos pacientes”, expresa Marcelo Melo, el director del Hospital de Clínicas.

“Estamos económicamente por debajo de un 80% sobre el presupuesto que deberíamos tener. Cada 10 pesos del año pasado, hoy tenemos 2”, precisa Ricardo Gelpi, rector de la Universidad de Buenos Aires.

Un abrazo contra la motosierra

Susana Dionisio, y la esperanza que genera el juntarse / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Tiempos de abrazos

“La biblioteca destinada a la educación universal es más poderosa que nuestro ejército”.

José de San Martín.

Al libertador de la patria se lo homenajea con su nombre en calles y avenidas; clubes deportivos, teatros y centros culturales; plazas y parques; hospitales y universidades.

Y también en un hospital-escuela: el Hospital de Clínicas José de San Martín, dependiente de la Universidad de Buenos Aires y dedicado a tres ejes clave para el desarrollo de cualquier sociedad: la asistencia, la docencia y la investigación.

Son tiempos de clases abiertas; de paros y movilizaciones; de una marcha nacional universitaria a realizarse el próximo martes 23 de abril. Son tiempos de contar en cuántos meses y en cuántos días las universidades se quedarían sin presupuesto hasta cerrar sus puertas.

Son tiempos de abrazos.

Uno de ellos se forma con un montón de brazos, este jueves por la mañana, en la puerta del Hospital de Clínicas. Médicos, docentes y no docentes, estudiantes, le brindan un espaldarazo simbólico al Hospital de Clínicas, ubicado en el límite de los barrios porteños de Recoleta y Balvanera. Sobre la Avenida Córdoba, miles de personas se reúnen en la puerta principal para reclamar por el recorte presupuestario en todas las universidades del país, y en particular de las universidades escuelas.

Hay equipo en el Hospital de Clínicas /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Los cuerpos aplauden. Están vestidos con guardapolvo blanco; con ambos celestes y azules; con chaquetas bordós y verdes. De fondo, un telón negro enorme sirve de súplica para estos momentos. Es un ruego a la sociedad toda; y una exigencia, también, puertas adentro: “Defendamos la UBA”. Delante de la banderota se sostienen grandes letras blancas, hechas con cartulina, a mano, a pulmón, a necesidad de que el reclamo se vea un poco más. “La salud se defiende”, se lee, mientras se canta al unísono: “No se vende, la patria no se vende”. Minutos después, se cambia sólo una palabra: “No se vende, la UBA no se vende”.

Pero la realidad no parece indicar lo mismo. 

Problemas de fondos

Luego del abrazo, se rodea al hospital y en otra de las puertas de la institución, sobre la calle Paraguay, se lleva a cabo una conferencia de prensa. Marcelo Melo, el director del Hospital de Clínicas, va al hueso: “Ya tuvimos que optimizar los recursos, que son insuficientes; no podemos comprar insumos, ni hacer transferencias porque no hay licitaciones de presupuesto que avalen las compras. Mientras, tenemos un montón de pacientes internados”. Sigue: “Es muy difícil no usar la luz en un hospital; no usar los ascensores cuando los pacientes necesitan usarlo… Lo mismo pasa con la calefacción. El año pasado estábamos orgullosos de haber comprado y cambiado la caldera, y este año no sabemos si va a funcionar, porque el modo de ahorro va a estar en el gas, en la luz, en todo”.

Le cambia la cara. Se tensa, aún más. “Poner a un hospital en modo ahorro es una agresión al médico. Es muy difícil mi lugar, el tener que decirle a mis colegas si pueden atender o no a alguien. No estamos haciendo una buena medicina con estas cosas”.

Un abrazo contra la motosierra

Marcelo Melo y Ricardo Gelpi en conferencia de prensa /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

A su lado está el rector de la UBA, Ricardo Gelpi, acompañado por el Secretario de Hacienda Matías Ruiz. Juntos, definen lo terrible: “La UBA tiene dos partes principales en las que se divide el presupuesto. Una es la salarial, que consume entre el 85% y el 90%; y después está el gasto de funcionamiento, que consume entre el 10 y el 15%”. Desmenuzan: “En lo salarial hubo un recorte en términos reales ajustado por inflación del 35%, lo que significa que si en noviembre un docente o un trabajador cobraba 100 pesos, hoy cobra 65”. 

Sobre los gastos para el funcionamiento: “Lo dividimos en salud y en educación. En educación este año las partidas arrancaron congeladas al presupuesto del año 2023; hubo una actualización parcial del 70% desde marzo; pero en términos interanuales eso significa un 58% de actualización, comparado con una inflación de casi un 300% interanual. Por el lado de la salud, empezamos el año sin presupuesto, ya que la partida devengada del año 2023 no había sido asignada hasta esta semana”.

Tomar la calle en defensa propia / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Peligro de cierre

¿La partida ya firmada –pero aún no depositada–, es un remedio? “No, para los hospitales universitarios será de la misma magnitud nominal del año pasado. O sea, no es una actualización, ni un incremento”. Subraya el rector: “Estas partidas no están ajustadas por inflación, lo que significa que sólo podrán estirar un tiempo esta situación, pero estamos lejos de estar conformes. Si se mantiene esa partida, podremos funcionar como venimos dos o tres meses más. Y después, así las cosas, la UBA cierra, porque si no hay plata, no hay plata”.

El Secretario de Hacienda suma un dato, que agudiza el cuadro: “El pago de la energía eléctrica en el último año se multiplicó por siete. Y si comparamos con febrero de este año, sólo los últimos dos meses, se multiplicó por cuatro”. Y ejemplifica con una cuenta que no cierra: “El crecimiento del gasto, sumado a las partidas congeladas, hace que crezca más rápido el gasto que tenemos la universidades y empeorando cada vez más el funcionamiento”. 

Un abrazo contra la motosierra

La educación, la salud y la ciencia, en juego; en venta / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

“El mal funcionamiento es de hace años”

La falta de recursos no empezó en la era Milei. Marta, médica desde hace 38 abriles, describe: “El mal funcionamiento viene de años, como consecuencia de malas administraciones anteriores. Y ahora, este recorte presupuestario es el tiro de gracia”. ¿En qué se venía mal? “De 12 quirófanos funcionan 5 y hay numerosas salas cerradas; cada vez se va achicando más la estructura, deteriorando y no hay presupuesto para mantenerlo”. 

Clarisa, alumna, añade: “El edificio tiene un montón de falencias, es muchísima la cantidad de arreglos que harían falta y esto viene desde hace años. Con este recorte, el único futuro que veo es que se caigan las paredes… Me da mucho miedo e impotencia”.

Florencia trabaja hace 10 años y el amor que siente por la entidad viene de familia: “Mi mamá trabajó ahí; mis dos hijos fueron a ese jardín; le salvaron la vida dos veces a mi mejor amiga; curaron a mi papá, a mi abuela”.

Admite que el hospital “siempre tuvo pocos recursos; siempre hubo carencia de insumos”. Profundiza: “La situación no viene bien hace mucho; las personas que deben hacer el presupuesto no valoran la calidad humana ni la cantidad de atenciones que se realizan por día. El hospital siempre tuvo lo básico, y en muchas oportunidades debimos conseguir insumos por fuera, siempre tardó en llegar el material que se necesitaba”.

Carteles, ruido, sonrisas: estrategias contra el recorte / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Orgullo nacional 

El Hospital de Clínicas es considerado uno de los hospitales más importantes de la Argentina y de América Latina. Se fundó en 1881 y allí se realizaron varios procedimientos por primera vez. Algunos hitos que nacieron entre sus paredes que hoy yacen descascaradas: la aplicación de la insulina, el cateterismo cardíaco, las residencias médicas, las punciones de riñón, las operaciones filmadas. Dice la médica y hoy auditora Susana Dionisio: “En este hospital se formaron la mayor parte de los médicos de renombre que hay en toda la medicina prepaga”. Suma otro caso testigo: “Hay que acordarse de acontecimientos como el de la AMIA, cuando sucedió el atentado este hospital recibió a la mayoría de los heridos, y fue gracias a este hospital que se salvó a muchísima gente. Entonces, podés hacer un comité de crisis, pero si al mismo tiempo desfinanciás a la educación, está muy mal. El presidente se merece un juicio político y la oposición tiene que pararse y ser una oposición real, sino perdemos la democracia”.

Marta Cora Eliseht es médica de obstetricia del hospital de Clínicas y docente de la Facultad de Medicina. “El Clínicas es fundamental, un orgullo nacional; no sólo cumple funciones asistenciales, sino también de docencia en áreas de pregrado y postgrado; esta es la sede de infinidad de carreras. Somos especialistas en obstetricia y atendemos muchos embarazos de alto riesgo, casos que no se atienden en otros lados”. 

Un abrazo contra la motosierra

Marta es médica en el Clínicas desde hace 38 años /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

En el hospital trabajan más de 3.200 empleados y se atienden alrededor de 365 mil personas al año. En lo educacional, cursan por año cerca de 1500 alumnos. “Hay cinco cátedras y estudiamos 300 personas promedio en cada una. Este es el hospital escuela más grande del país”, explican Clarisa y Caetana, estudiantes de medicina. 

Las palabras de Sofía, que integra la comisión interna, laten: “El hospital-escuela literalmente es el corazón de la UBA, donde se retroalimenta la ciencia, la investigación, la educación, pero sobre todas las cosas la salud pública, con todo lo que conlleva ese concepto de gratuidad e inclusión. Queremos seguir brindando la atención de calidad a los y las pacientes, pero sobre todas las cosas contar con un financiamiento que nos permita que nuestra casa, como así consideramos al hospital, siga funcionando. No queremos tener el privilegio de pisar la UBA, sino el derecho de seguir en ella”.

Un abrazo contra la motosierra

Una que pedimos (casi) todxs /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Un dolor inenarrable

El hit se vuelve a cambiar: “Universidad de los trabajadores, y al que no le gusta se jode se jode”, se vocifera con angustia y con firmeza, en un clamor popular que hiela la sangre. Las y los laburantes le dan magnitud al problema. La obstetra Marta Cora Eliseht dice: “En el sector no tenemos espéculos, vidrios para hacer papanicolaou, guantes, gasas, algodón, lo básico. Los profesionales de la salud estamos intentando conseguir donaciones de entidades privadas para suplir las faltas”. Sintetiza: “Estamos sufriendo un ataque artero a la universidad pública”.

Susana Dionisio es médica desde hace 49 años. Quince los trabajó en el Clínicas, donde ahora es auditora. “Sentimos un dolor que no se puede narrar. Los pacientes se están quedando sin comida y solidariamente se intenta ayudar entre sindicatos, médicos y administrativos, pero los insumos médicos no los podemos comprar. Ya se está cortando la luz a cierta hora, no se puede creer”. 

Un abrazo contra la motosierra

La potencia de Elsa Carrizo, la potencia de lo colectivo /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Elsa Carrizo es delegada general de la comisión interna del Hospital de Clínicas. Tiene puesto un guardapolvo blanco, que lleva el logo de la institución. Se lee: “Fundado en 1881”. Dice: “Trabajamos con obras sociales, pero es impresionante la cantidad de gente sin obra social que viene, alcanza con ver las colas que se forman a la mañana. Ya no tenemos insumos ni para el mantenimiento, ¿con qué vamos a limpiar? Hay un combo de muchísimas necesidades en el hospital”.

“Últimamente no nos estuvieron entregando secadores”, detalla Diego Ruiz, empleado de maestranza. Cobra menos de 150 mil pesos por mes y sólo el monotributo para facturar (no está en planta permanente) le cuesta alrededor de 18 mil. “Estamos en una situación de mierda, personalmente para mí es imposible llegar a fin de mes”.

Un abrazo contra la motosierra

Diego cobra menos de $150 mil por mes. Y no es una joda / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

Tomás trabaja en el área de personal hace 5 años y es delegado de la comisión interna. “No hay paritarias y los sueldos quedan muy bajos. Tenemos poco más de 300 contratos que salen del bolsillo del hospital y son los que más corren peligro. Estamos hace un par de meses sin aumento y no hay respuesta del gobierno ni comunicación. Estamos estancados, no da para más”.

Carolina Nadal es empleada desde hace 30 años. Hoy es la jefa del departamento de Trabajo Social. “El presupuesto que se está ejecutando es el del año pasado y esto es inviable en términos de sostenimiento, de todo lo que se necesita para que funcione el hospital de manera integral. El gobierno va a tener que responder de una manera diferente a la que está respondiendo ahora. Siento mucha bronca e indignación, pero al mismo tiempo tengo la esperanza de que en las calles, con la resistencia, haya otro desenlace que no sea cerrar las puertas”.

“Cuando la patria está en peligro, todo está permitido, excepto no defenderla”.

José de San Martín.

Clases abiertas, presupuestos cerrados / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

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