Nota
Otra fábrica recuperada: al calor de las heladeras
La descripción puede parecer un tanto irreal:
Una empresa fabricante de heladeras deja de funcionar y de pagarle a sus obreros a los cuales suspende. Pone seguridad privada.
Los trabajadores hacen la denuncia por lock out patronal. Forman una cooperativa, y toman una decisión crucial: se instalan en la fábrica.
La cooperativa incluye al personal gerencial, con un detalle curioso: todos ganarán exactamente lo mismo, cuando haya algo que ganar.
Se dedican a vender chatarra, hasta que consiguen otra situación inesperada: le alquilan la fábrica al dueño.
El viernes pasado esa planta fue reinaugurada, con el contrato de alquiler firmado. Se cortaron cintas, hubo discursos, e hijos de obreros correteando por el predio que ocupa una manzana y media.
Hubo bombos y redoblantes de la agrupación Rosendo García de la seccional San Martín de la Unión Obrera Metalúrgica pese a que el gremialismo, hasta ahora, siempre había rechazado la recuperación de fábricas a través de cooperativas.
Se cantó el himno, se comieron choripanes, y el abogado de la cooperativa dejó entrever que el próximo paso es que la fábrica sea lisa y llanamente expropiada por ley.
Dos personas fueron llevadas en andas, como en una vuelta olímpica de fútbol:
Renée Rebelle, apodado por sus compañeros El viejo Hilacha, que durante los últimos tres meses de conflicto sólo estuvo fuera de la fábrica cuatro días. Tiene 65 años, cinco hijos, y hasta hace poco pensaba que las soluciones (al país, a la provincia) las podía aportar alguien como el ex comisario Lus Patti, pero su experiencia le hizo dar vuelta su mirada política y ahora prefiere apoyar a Elisa Carrió y, sobre todo, percibió que las soluciones las aporta él mismo.
Y el abogado que condujo la recuperación, Luis Caro, que sigue su campaña como candidato a intendente de Avellaneda del frente que postula a Rodríguez Saa como presidente y a Aldo Rico como gobernador, aunque Caro rechaza la acusación de ser riquista (ver nota en lavaca), y dice que se hubiera candidateado por Izquierda Unida si se lo hubieran ofrecido.
La historia de Axen, la empresa que fabricaba las heladeras Coventry, tiene una carga genética muy argentina de drama y paradojas, de incertidumbre y posibilidades.
Daniel Palavecino, presidente de la cooperativa 2 de diciembre, cree que el origen de todo el problema fue provocado por la competencia despareja con las heladeras importadas en la época de la apertura menemista, mezclado a una mala administración. El dueño no es de los que se escapó: dio la cara, no me parece que se haya quedado con nada.
El dueño es Desio Zen, 70 años, quien no pierde la esperanza, se dice, de retomar las riendas de la planta. Su gerente principal era Roberto Rey, quien tuvo que realizar en 1998 un típico ajuste bajando los salarios en un 30 por ciento. Dice Rey: Para mí fue difícil, y mi sueldo bajó todavía un poco más. Pero era inevitable porque se trataba de un premio a la producción por encima del salario, y no se producía nada. Se habló con la gente y con la UOM para explicar que si no la fábrica cerraba.
Hurgando un poco más, se descubre que los salarios no eran los culpables de la situación. El propio Rey reconoce: Había un despilfarro en la compra de insumos, los materiales de service, no se sabía qué entraba ni qué salía.
Otra rareza que encontraron fueron unos gastos de honorarios de más de 70.000 dólares, cuyo origen y destino han quedado atrapados en el misterio.
De todos modos Rey creyó necesario en aquel momento bajar el premio a la producción, hasta que se recuperara una producción real. Tal revolución productiva no ocurrió, y los trabajadores siguieron financiando el mantenimiento de esa fábrica que fue a concurso primero, y a la que en junio de 2002 le pasó lo mismo que a algunas heladeras: dejó de funcionar.
Desde entonces Rey se transformó en uno de los impulsores de la idea de formar una cooperativa. Yo me puedo sentir un poco bohemio, pero además la otra posibilidad era que todo esto vaya a remate dice hoy. A los 63 años, cerca de la jubilación, prefiere el desafío de sacar la empresa adelante. Nuestro punto de equilibrio sería producir 900 heladeras por mes. En tal caso los 60 integrantes de la cooperativa ganaríamos 600 pesos mensuales cada uno. Puede calcularse que esa cifra es ocho o nueve veces menor que la que ganaba antes. Mi hijo me propuso ir a trabajar con él, a una empresa de aire acondicionado, pero para mí está el orgullo de no dejar esto, de no abandonar a esta gente, y de que la empresa vuelva a funcionar.
El viejo Renée tiene un espíritu similar. Él irá buscando negocios, y nosotros ponemos el trabajo, pero ahora somos todos dueños. También cree que algún dinero ha ido a parar a las Islas Caimán, aunque Rey supone que Zen ha perdido más de lo que ha ganado con todo este conflicto: Perdió un chalet en Punta del Este que estaba a nombre de la empresa y fue hipotecado. Era de unos 600.000 dólares. Y por lo que ha conversado conmigo, o ya no va a volver a tener el nivel que tenía antes, o es un gran artista.
En distintos momentos, Zen informó que su propio departamento, en la Avenida Libertador, se salvó de ir a remate por el aporte de un amigo, y que perdió dinero que había dado a un broker cuando quebró el banco Interfinanzas.
El momento más difícil de estos meses ocurrió en febrero, cuando se instaló una custodia privada en la fábrica, y se enviaron telegramas formales de suspensión a todos los obreros, que durante medio año pasaron penurias dedicándose a vender chatarra como único ingreso. Es que algo había que hacer dice el viejo Hilacha demostrando que la flexibilización laboral fue mucho más allá de todo lo pensado (el propio Renée es experto en instalar el sistema de iluminación interno de las heladeras).
También dice es algo que había que hacer al referirse al momento en el que los obreros decidieron instalarse en la fábrica. Alguien dice: rompimos los candados, aunque judicialmente no quedó constancia de rotura alguna.
Ocurrió lo habitual en estos casos. Permanecer en la fábrica para conservar la fuente de trabajo, y en huelga por los salarios caídos, es la táctica que impide que los jueces busquen desalojar el lugar. Si la fábrica es considerada tomada u ocupada, se puede ordenar el desalojo judicialmente, tal como ocurrió recientemente en los casos de Sasetru y Brukman.
En el caso de Coventry, llegó la policía para preguntar quiénes eran los cabecillas de la revuelta, y el viejo Hilacha se dedicó a las relaciones públicas con las fuerzas del orden, mientras Caro les pedía alguna autorización, ya que no podían ingresar a un predio obrero. El gobierno provincial finalmente dio la orden de suspender toda acción policial, y no volvió a haber visitas molestas.
La empresa actualmente está en manos de los trabajadores, que pagarán como alquiler el 2,5% de los costos de materias primas. Realizaron un estudio que se estima que podrían fabricar unas 10.000 en lo que queda del 2003, 30.000 el año que viene y 36.000 en el 2005.
El detalle que falta se resume en un número: 700.000 pesos. Ese capital de trabajo es imprescindible para comprar insumos e iniciar la producción. La Cooperativa 2 de Diciembre ofrece a quien haga tal aporte, que se quede con los compresores (es la parte importada, más cara y central que están necesitando) con lo cual el capital no se pierde, mientras la cooperativa va produciendo heladeras. Los vendedores y cadenas de electrodomésticos les han prometido total colaboración, contra heladeras fabricadas.
La Cooperativa tuvo una gestión con la llamada Ministra de Trabajo, Graciela Caamaño, que los derivó a su señor esposo, senador Luis Barrionuevo, quien los derivó nuevamente a un asesor del llamado Ministerio de Trabajo, de origen santafesino y cuyo nombre los integrantes de la Cooperativa no logran recordar. Este señor les dijo que les podía dar unos cuantos Planes Trabajar. Su cerebro fue impermeable, jamás logró descifrar que lo que le estaban proponiendo no era un plan asistencial sino poner en marcha una fábrica importante.
Caro probó por otro lado, y cree que se podrá conseguir los 700.000 pesos como un crédito de la provincia de Buenos Aires, que la Cooperativa ya ha calculado cómo devolver en tiempo y forma.
La otra novedad es que la UOM anunció como primicia, que los miembros de la cooperativa seguirán siendo miembros del sindicato, con obra social incluida. Al iniciarse el proceso de recuperación de fábricas, prácticamente todos los sindicatos fueron mucho más propensos a comprender a las patronales, que a los obreros que impulsaban las cooperativas. El caso Coventry marca acaso el primer punto de inflexión en lo que no deja de ser una novedad: como miembros de la cooperativa todos serán patrones de la empresa sobre todo cuando se logre la expropiación- pero no perderán su condición de obreros sindicalizados.
El viejo Renée, después de ser llevado en andas por sus compañeros, dijo: Vamos a salir adelante. Caro partía rumbo a otro juzgado donde está en discusión el destino de otra fábrica. Ya hay 100 recuperadas, y 100 en proceso de recuperación.
Rey, mientras tanto, el único miembro de la Cooperativa 2 de Diciembre que usa traje, trató de poner realismo entre tanto festejo: Todo está muy lindo, pero la verdadera inauguración, digamos la verdad, habría que hacerla el día que fabriquemos la primera heladera. Renée, el viejo Hilacha, sostiene que no falta demasiado para ese momento. Dice que bajó 15 kilos desde que está viviendo en la fábrica: Y seguiré adelgazando si no hay otra. Pero de acá, no nos van a sacar.
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
Nota
La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

Nota
Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
- Revista MuHace 2 días
Mu 204: Creer o reventar
- Derechos HumanosHace 3 semanas
Memoria, verdad, justicia y Norita
- MúsicasHace 2 semanas
Susy Shock y Liliana Herrero: un escudo contra la crueldad
- #NiUnaMásHace 3 semanas
Caso Lucía Pérez: matar al femicidio
- Mu202Hace 4 semanas
Comunicación, manipulación & poder: política del caos