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Otra noche de las luces, y hoy paro y movilización por el salario en la salud pública porteña

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Volvió la Noche de las luces anoche para visibilizar el reclamo de trabajadores de la salud concurrentes que aún no reciben salarios ni cuentan con ART. La semana pasada el movimiento de residentes y concurrentes de CABA logró una victoria, con el aumento de salario para los primeros. El reclamo, por lo tanto, continúa. Este miércoles tienen la primera mesa técnica con el Gobierno de la Ciudad para tratar el tema, acompañada de paro y movilización. El objetivo es lograr que se reconozcan todos los derechos laborales que se han vulnerado históricamente. Por Franca Boccazzi 

Es primera hora de la noche y las carteleras de los teatros más reconocidos de Avenida Corrientes brillan con el reflejo de la luminaria porteña. Pero el escenario esta vez es la calle, y las personas que pasean por la zona sacan el celular para registrar el desfile de les trabajadores de la salud que caminan, cantan y aplauden con velas, carteles y banderas en la mano. Hospital Santojanni, Hospital Ramos Mejía, Muñiz, Moyano, Ameghino, son sólo algunas de las instituciones que se leen en los paños de tela y que reflejan una realidad indiscutible: sea cual sea el hospital al que vayas, casi siempre te atiende un residente o concurrente. 

Otra noche de las luces, y hoy paro y movilización por el salario en la salud pública porteña

¿Cuál es la diferencia entre residencias y concurrencias? En la página del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires la descripción de los primeros párrafos es exactamente la misma para las dos categorías: son posgrados con una capacitación en servicio mediante actividades asistenciales programadas. Tanto residentes como concurrentes cumplen con un horario laboral donde atienden pacientes del sistema de salud público en paralelo a los ateneos, que son espacios de formación complementarios a la práctica. 

La diferencia llega cuando se detalla  que quienes tomen un cargo de residencia deben hacer jornada completa y darle dedicación exclusiva al hospital que elijan y por esto se percibe un sueldo. En lugar de eso, quienes tomen un cargo de concurrencia deben cumplir con media jornada laboral ad honorem

El resto de los detalles no se especifican pero les concurrentes lo describen con exactitud: no cuentan con ART, tampoco obra social ni ficha municipal, que es lo que les reconocería como trabajadores registrades e implicaría tener un legajo y antigüedad.  Además, distinto a les residentes que hacen la especialización en cuatro años, les concurrentes deben hacerla en cinco por el hecho de trabajar menos cantidad de horas.

Otra noche de las luces, y hoy paro y movilización por el salario en la salud pública porteña

Pero las tareas a realizar son exactamente las mismas en ambos casos. Implican la misma exposición, riesgos, agotamiento y estrés. Florencia Mouris lleva puesta una pechera roja igual a la de sus colegas donde se puede leer el estado de situación actual, “concurrente en lucha”. Ella está en segundo año de la concurrencia de Dermatología en el Hospital Penna y cuenta que hace un mes se pinchó con una aguja de una paciente que tenía una enfermedad infecto-contagiosa, situación que la obligó a someterse a un tratamiento antiretroviral. “Ese tratamiento me lo tuvo que cubrir la ART de otro trabajo que tengo, pero si no contaba con eso no tenía cobertura”, explica. 

Por otra parte, esas jornadas de medio tiempo que figuran en el contrato se superan con creces llegando, en algunos casos, a completar la misma carga horaria que un residente, pero sin sueldo. Al lado de Florencia está Agustina, que prefiere no decir su apellido porque medicos y médicas de planta de su hospital no acompañan el reclamo y no quiere exponerse. Ella, al igual que Florencia, también es concurrente de Dermatología y dice números exactos para tomar dimensión de la situación: “Yo trabajo 56 horas semanales en el hospital de forma no remunerada. Además, para tener ingresos, los fines de semana trabajo en un consultorio y hago guardias de 24 horas. Hay semanas que llego a trabajar hasta 110 horas semanales y no puedo aspirar a irme de mi casa, sigo viviendo con mis padres”. Ésta es la misma situación de Florencia y de la mayoría de les 700 concurrentes que trabajan actualmente en la Ciudad de Buenos Aires. 

Otra noche de las luces, y hoy paro y movilización por el salario en la salud pública porteña

Otro dato es que, al finalizar el posgrado, se otorga un puntaje que sirve para concursar por cargos en el área de salud y la desigualdad acá también se ve: les residentes obtienen 14 puntos y les concurrentes 10, aunque hayan hecho un año más de formación para igualar la carga horaria de la residencia.

El examen y los cupos

“Luchar hasta ganar incluye a mis compañerxs concurrentes”, se lee en varios carteles de residentes que caminan hacia el Obelisco junto con sus colegas para apoyar su reclamo. Pero, ¿qué hace que una parte de les trabajadores de la salud sean residentes y otra parte concurrentes? La separación es a partir de un examen múltiple choice de gran exigencia. Quienes llegan al puntaje más alto obtienen los cargos de residencia y, cuando se cubren en su totalidad, les que siguen en el ranking pueden elegir la concurrencia. 

Lo que sucede es que los cargos de residencia son pocos y por eso mucha gente queda afuera. Sin embargo, el mito que circula históricamente es que les concurrentes ocupan ese puesto porque no tuvieron un buen desempeño en el examen, que si están ahí es porque no estudiaron no se prepararon tanto o no son buenos profesionales, y cargan con el peso de esa estigmatización tanto en su propio espacio de trabajo como con el común de la población. 

Otra noche de las luces, y hoy paro y movilización por el salario en la salud pública porteña

Florencia Delgado es psicóloga y hace su cuarto año de concurrencia en el Hospital Argerich. Rindió el examen dos veces sin éxito aun, habiendo sacado una calificación de 83/100. Ella pone como ejemplo la situación de su propia especialidad: “En salud mental de mi hospital, desde 2019, se abren por año 31 puestos de residencia para Psicología clínica, 9 puestos para Psicología infanto-juvenil y 120 concurrencias. Actualmente en CABA hay 165 residentes de Psicología y 449 concurrentes. Es decir que la mayoría de los psicólogos en los hospitales son concurrentes y estoy segura de que si viéramos el puntaje de su examen, a ninguna le fue mal”.

La conclusión: el gobierno de la Ciudad usa de excusa la formación profesional y el hecho de que sea obligatorio pasar por una residencia o concurrencia si a futuro el objetivo es concursar por puestos laborales en el área de salud estatal  para tomar mano de obra gratuita. 

Lo que te hacen creer

Otra noche de las luces, y hoy paro y movilización por el salario en la salud pública porteña

A pesar de la gravedad de la situación, Florencia también habla esperanzada sobre cómo lograron poner en agenda su reclamo: “Fue muy difícil que la gente comprenda lo que es un concurrente, incluso a vos mismo te hacen creer que te fue mal y por eso no merecés que te paguen, es mucha violencia simbólica que venimos sufriendo desde hace mucho tiempo. Entonces, haber llegado a una mesa para tratar el tema y que ese día haya cese de actividades con todos los compañeros de la Asamblea de Residentes y Concurrentes CABA acompañándonos, me emociona muchísimo, porque logramos que nuestros compañeros, la gente y el gobierno nos escuche”.

El Obelisco iluminado con tonos rosas hace juego con las guirnaldas de luces y velas de la movilización. Es el fin de otra jornada de lucha y el foco ahora está puesto en aprovechar la mesa de diálogo con el equipo del Ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, para lograr que deje de existir esta figura de concurrencia que avala el trabajo gratuito, y que se cumplan los derechos que ya tienen el resto de les trabajadores de salud: un sueldo, obra social, ART y ficha municipal. 

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Artes

Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

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La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.

Por María del Carmen Varela.

«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).

En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.

El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.

Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.

“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.

Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

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CABA

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

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A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.

Por María del Carmen Varela

Fotos Lina Etchesuri para lavaca

Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.

Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.

Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.

Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.

El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.

Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.

Continuará.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

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La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

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Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.

María del Carmen Varela

Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.

Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.

La historia

A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…

Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial.  Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.

A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.

Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.

El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal.  Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos  los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .

De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.

El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.

En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.

La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en  el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia. 

Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.

Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.

Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.

Atlas de un mundo imaginado

Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre

Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.

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