#NiUnaMás
Paren de matarnos: cinco femicidios en tres días
Desde que comenzó el aislamiento social, preventivo y obligatorio hubo 23 femicidios. En los últimos tres días, cinco: Camila, 26 años; Priscila, 15 años; Olga, 37 años; Soledad, 23 años; y Jesica, 30 años. Esta tarde estaba prevista una exposición de la ministra Elizabeth Gómez Alcorta en la Comisión de Mujeres y Diversidades de la Cámara de Diputados, que se suspendió a último momento. La explicación: “Problemas técnicos”. Lo que se repite: comisarias en donde no le creen a las mujeres y las mandan a su casa con el agresor, fiscalías que no reciben o a las que llegan con demora las denuncias, restricciones perimetrales que los violentos no cumplen pero nadie protege a las denunciantes, y un sin fin de malas praxis, sin respuesta del Estado. Así, nos matan.

13 de abril. Olga Verón, 37 años, Cuartel V, Moreno, Provincia de Buenos Aires. Tres días después de fallecida, la autopsia reveló que la habían estrangulado mientras dormía en su habitación. Su pareja, Víctor Cáceres, de 37 años, había llamado a la ambulancia diciendo que se trató de un accidente. El fiscal Federico Soñora, a cargo de la UFI Nº4, dispuso el arresto de Cáceres y será indagado por femicidio.
14 de abril. Soledad Carioli Lespade, 23 años, Chivilcoy, Provincia de Buenos Aires. Ingresó el 8 de abril al hospital municipal de esa localidad suponiendo que tenía síntomas de coronavirus pero le dio negativo; la internaron porque descubrieron que tenía edema encefálico -acumulación de líquido en el cerebro- y que sufría fractura de la mandíbula y dos costillas. Murió seis días después, el 14 de abril, producto de una brutal golpiza. El director del Hospital hizo la denuncia penal en la Comisaría de la Mujer por las lesiones que detectó en la tomografía. La UFI Nº3 de Mercedes a cargo de Pedro Illanes ordenó un allanamiento al domicilio de Flavio Emiliano Pérez, de 35 años, pareja de Soledad. Encontraron ropas de ambos con manchas de sangre, manuscritos y documentación de ella. Lo detuvieron acusado de homicidio y abandono de persona; había sido imputado por “lesiones leves y violencia de género”. La pareja tenía dos hijas. La fiscalía investiga si tenía denuncias por violencia machista en otra provincia.
15 de abril. Camila Aldana Tarocco, 26 años, Moreno, Provincia de Buenos Aires. Estaba desaparecida desde el sábado 4 de abril. La madre tuvo que insistir para que el lunes 6 le tomaran la denuncia: la radicó en la Comisaría 1ra de Moreno. La carátula de la causa, a cargo de la fiscal de Moreno y General Rodríguez, Luisa Pontecorvo, era búsqueda de paradero. Encontraron su cuerpo en un descampado del sur de Moreno, cerca del predio deportivo del Sindicato del Seguro. Estaba dentro de una bolsa, semienterrada, a doscientos metros de la casa de su ex novio, Ariel Alberto González, que está detenido, principal acusado por el femicidio. González tenía antecedentes por violencia machista y también había sido denunciado por Camila cuando estaban en pareja. La hermana de Camila, Celeste, escribió: “Nunca la dejó en paz desde que empezaron a salir hace 7 años, excepto durante los seis meses que estuvo preso por haber violado la perimetral que tenía”. La noche anterior a la desaparición Camila cenó con una amiga, González y uno de sus hijes -tenía dos, de 5 y 7 años-. Él tenía que estar cumpliendo prisión domiciliaria, no hubo control ni monitoreo. El 8 de abril declaró y quedó detenido por contradicciones en su declaración y porque estaba incumpliendo su domiciliaria. Les hijes están con la familia de González.
15 de abril. Priscila Alejandra Martínez, 15 años, La Banda, Santiago del Estero. Fue vista por última vez el 23 de febrero con su primo hermano Rubén Oscar Ávila, quien portaba una identidad falsa y mintió sobre el paradero de la adolescente cuando por la noche regresó a la casa solo. A la mamá de Priscila cuando fue a hacer la denuncia en la comisaría le dijeron que «seguro se habría ido con su novio» y no se la tomaron. Un mes y medio después, por presión de la familia y el movimiento feminista, fue encontrada asesinada en la casa donde vivía Ávila en el barrio de Los Lagos de la ciudad La Banda, en Santiago del Estero. Catorce días después de que Priscila no pudo volver a su casa, el 9 de marzo, Ávila fue detenido por una denuncia de otra adolescente a quien violó, atacó a golpes y dejó inconsciente. Pero el allanamiento a su vivienda por la desaparición de Priscila se realizó recién el 15 de abril. El primer fiscal que intervino, Hugo Herrera, excusaba por la cuarentena la demora en la búsqueda pero Priscila desapareció antes de la pandemia y las medidas de aislamiento obligatorio. Ahora también interviene la fiscal Natalia Saavedra, coordinadora de la Unidad Fiscal de La Banda. Ávila está imputado por femicidio y otras dos personas más por cómplices. Según la familia, Ávila había vuelto a Santiago del Estero escapando de Buenos Aires por denuncias de abuso sexual.
15 de abril. Jésica Natalia Magalí Minaglia, 30 años, Comandante Luis Piedra Buena, Santa Cruz. La encontraron muerta en su casa, con manchas de sangre en la ropa y un fierro con el que la habrían asesinado. Pablo Alejandro Núñez, su ex pareja, cabo primero de la Policía provicial, de 36 años, informó del hallazgo a la fuerza provincial de la que forma parte. El caso lo investiga la jueza de instrucción Noelia Ursino, de la localidad cercana Puerto Santa Cruz y apunta a un caso de femicidio. Según publicó La Opinión Austral, trascendió que a Núñez lo encontraron desmayado y ensangrentado en el cementerio de la ciudad luego de realizar la denuncia por teléfono. Por orden de la jueza Ursino lo detuvieron al día siguiente; en ese medio regional mencionan un fuerte hermetismo de la cúpula policial por ser Núñez miembro de la fuerza. De los primeros testimonios surge que estaban recientemente separados y tenían en común un hijo pequeño. No hay registros de denuncias por violencia machista. Jésica era maestra; la Asociación Docente de Santa Cruz (A.Do.Sa.C) exige justicia y en particular que se esclarezca el crimen: “No al encubrimiento del poder político-policial”, manifiesta el comunicado del gremio santacruceño.
#NiUnaMás
La venda en los ojos: la justicia frente al abuso sexual contra niñas y niños
El 42% de las denuncias de violencia sexual corresponden a menores de 17 años en la ciudad de Buenos Aires. El ministerio de Justicia bonaerense reveló que entre 2017 y 2022, de más de 96.000 causas por abuso sexual, 6 de cada 10 tuvieron como víctimas a menores y se duplicó el número de denuncias: el 80% fueron mujeres, principalmente niñas y adolescentes de entre 12 y 17 años. ¿Cómo recibe el Poder Judicial a las infancias que se atreven a denunciar abusos? Las víctimas convertidas en “culpables” de un delito que padece a nivel mundial entre el 15 y el 20% de la niñez. La campaña conservadora y oficial: desestimar denuncias y motosierra. Lo que no quiere ver la justicia. Cómo encarar estos casos, y la enseñanza de Luna. Por Evangelina Bucari.
(más…)#NiUnaMás
Cecilia Basaldúa: el cuerpo desaparecido

Daniel y Susana denunciaron que desapareció el cuerpo de su hija, Cecilia Basaldúa, que reclamaban para realizar nuevas pericias. La historia de lo ocurrido y el rol de la fiscal de Córdoba Paula Kelm “que hizo todo lo posible para que los asesinos de Cecilia sigan hoy libres e impunes”.
Por Claudia Acuña
El 7 de noviembre Cecilia Basaldúa hubiese cumplido 42 años y no hay festejo porque no hay Cecilia: la desaparecieron, violaron y mataron en abril del año 2020, en Capilla del Monte y en pleno aislamiento por la pandemia de Covid. Su familia, como cada año, reunió amistades y familiares de otras víctimas de femicidios territoriales –el padre de Natalia Melman, el hermano de Laura Iglesias– en el mural que la recuerda en su barrio de Belgrano. Fue ese el marco elegido por Daniel y Susana, los padres de Cecilia, para compartir lo que significa buscar justicia para este tipo de crímenes. Con la voz partida por el dolor narró cómo fue la última reunión con la nueva fiscal responsable de la investigación: es la cuarta. La primera – Paula Kelm– desvió las pruebas para atrapar a un perejil, que fue liberado en el juicio oral y así la investigación del femicidio de Cecilia volvió en punto cero; el segundo estaba a meses de jubilarse y pidió varias licencias para acortar su salida; el tercero –Nelson Lingua– no aprobó el examen para ocupar el puesto y, finalmente, desde hace pocos meses, llegó ésta –Sabrina Ardiles– quien los recibió junto a dos investigadores judiciales y los abogados de la familia. Antes se habían reunido con el ministro de Justicia de la provincia de Córdoba, Julián López, quien le expresó el apoyo para “cualquier cosa que necesiten”. Fue entonces cuando Daniel y Susana creyeron que había llegado el momento de trasladar el cuerpo de su hija hasta Capital, donde viven y, además, habían logrado conseguir que se realice una pericia clave para la causa y que siempre, en estos cinco años, les negaron. Fue la joven investigadora judicial quien soltó la noticia: el cuerpo de Cecilia no está.

Gustavo Melmann, que sigue buscando justicia por su hija Natalia, junto a Daniel Basaldúa y Susana Reyes, los padres de Cecilia.
Según pudo reconstruir la familia después del shock que les produjo la noticia, fue en 2021 –cuando todavía estaban vigentes varias restricciones originadas por la pandemia– cuando el cuerpo fue retirado de la morgue judicial, a pesar de que Daniel y Susana habían presentado un escrito solicitando lo retuvieran allí hasta que se realicen las pruebas por ellos requeridas. La fiscal Kelm no respondió a ese pedido ni notificó a la familia de lo que luego ordenó: retirar el cuerpo de la morgue y enterrarlo.
¿Dónde? La familia está ahora esperando una respuesta formal y sospechando que deberán hacer luego las pruebas necesarias para probar la identidad, pero no dudan al afirmar que con esta medida han desaparecido el cuerpo de su hija durante varios años y definitivamente las pruebas que podía aportar su análisis.
A su lado está Gustavo Melmann, en el padre de Natalia, asesinada en 4 de febrero de 2001 en Miramar, quien desde entonces está esperando que el Poder Judicial realice el análisis de ADN del principal sospechoso de su crimen: un policía local. Por el femicidio de Natalia fueron condenados a prisión perpetua otros tres efectivos policiales. Uno ya goza de prisión domiciliaria. Falta el cuarto, el del rango más alto.
Melmann cuenta que se enteró de la desaparición de Cecilia Basaldúa por su sobrina, quien había ido al secundario con ella. “Fue el primero que nos llamó”, recuerda Daniel. También rememora que no entendió por qué le ofrecía conseguir urgente a un abogado “si yo la estaba buscando viva. Hoy me doy cuenta de mi ingenuidad”.
El silencio entre quienes los rodean es un grito de impotencia.
Daniel y Susana lo sienten y responden: “Nosotros no vamos a parar. Nada nos va a detener. Ningún golpe, por más artero que sea, va a impedir que sigamos exigiendo justicia. Elegimos contar esto hoy, rodeados de la familia y los amigos, porque son ustedes quienes nos dan fuerza. Que estén hoy acá, con nosotros, es lo que nos ayuda a no parar hasta ver a los responsables presos, y esto incluye a la fiscal Kelm, que hizo todo lo posible para que los asesinos de Cecilia sigan hoy libres e impunes”.

Los padres y hermanos de Cecilia, junto al mural que la recuerda en el barrio de Belgrano.
#NiUnaMás
Femicidios, cifras y vidas: lo que Bullrich oculta

Por el Observatorio de violencia patriarcal Lucía Pérez
Todas las administraciones del Estado se han adjudicado falsamente la baja de femicidios y la ministra de Seguridad Patricia Bullrich acaba de rendirle tributo a esta tradición. Pero las cifras del Observatorio Lucía Pérez, construidas a partir de casos judiciales, denuncias y relevamientos provinciales, demuestran una realidad diferente.
Antes de los números, una aclaración: el 2023 fue el primer año en que el Estado nacional publicó estadísticas criminales sin clasificar. Lo hizo con un archivo Excel desordenado que abarcaba una década, sin distinguir delitos ni consolidar provincias. Algunas jurisdicciones directamente no informaron datos en categorías sensibles, como violaciones. Así, la ciudadanía no puede verificar ni auditar los números oficiales.
En ese vacío, las declaraciones de Bullrich remiten a una lógica conocida: la de la inflación. Como con los precios, la diferencia entre los números oficiales y la vida real se amplía cuando se manipula o se oculta información.
Por eso, este Observatorio público y autogestionado carga 12 padrones de manera diaria. Para realizar un seguimiento estructural de la violencia machista, y también para controlar el rol del Estado.
A diferencia de los 178 registrados que mencionó la ministra, el Observatorio Lucía Pérez contabiliza 217 femicidios y travesticidios en lo que va del 2025. Estos son las cifras que pueden verse y verificarse, ya que el OLP es un padrón público:

Otro dato que se oculta es el que representan los femicidios cometidos y sufridos por integrantes de fuerzas de seguridad, que están bajo la responsabilidad de la ministra.
En 2025, el primer femicidio del año fue el de una mujer policía asesinada con su arma reglamentaria (Guadalupe Mena). Y el último, ocurrido apenas el 26, también: Daiana Raquel Da Rosa.
Si bien existen medidas para en estos casos limitar su acceso por parte de los uniformados por “representar un riesgo inminente para la víctima”, como indica la resolución 471/2020 del Ministerio de Seguridad de la Nación, los datos muestran que esto no siempre se cumple. Según el relevamiento de funcionarios denunciados por violencia de género del Observatorio Lucía Pérez, 71 de ellos pertenecen a las fuerzas de seguridad. Es decir que muy probamente porten armas.
Armas reglamentarias, vínculos jerárquicos y falta de sanción disciplinaria conforman una trama donde la violencia institucional se reproduce dentro y fuera de las comisarías. ¿Y Bullrich?
Más preguntas que emergen: ¿cómo se mide el porcentaje de crueldad? Los “narcofemicidios” de Lara, Brenda y Morena muestran una violencia cada vez más planificada y asociada a redes delictivas con complicidad del Estado.
Otra cifra invisibilizada en este crimen social que es un femicidio es la de las infancias huérfanas. En lo que va de 2025, el Observatorio registra 139 infancias huérfanas por femicidios. En todo 2024 fueron 173. Y detrás de cada una hay un Estado que sigue sin garantizar la Ley Brisa, que establece una reparación económica y acompañamiento a hijas e hijos de víctimas de femicidio.
Mientras la violencia machista sigue cobrando vidas, multiplicando huérfanos y exponiendo la precariedad institucional, el Estado tergiversa y oculta.
La pregunta es: ¿por qué?

Revista MuHace 3 semanasMu 208: Lara Brenda Morena

#NiUnaMásHace 3 semanasUn mes sin Brenda, Lara y Morena: lo que se sabe de la trama narcofemicida

Soberanía AlimentariaHace 3 semanasMiryam Gorban: hasta siempre, maestra

Derechos HumanosHace 3 semanasEstela, 95 años y 140 nietos recuperados: ¡que los cumplas feliz!

#NiUnaMásHace 4 semanasTransfemicidio en Neuquén: reclaman justicia por Azul, la trabajadora estatal por la que se declararon dos días de duelo



























