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Parte 2, Congreso-Plaza de Mayo, 10D: el primer acto

Voces y Silencios de quienes se manifestaron al asumir Mauricio Macri la presidencia. Bailes, definiciones, consignas en globos, y expectativas hacia el futuro, mientras la máquina de gobierno se prepara para hacer lo suyo. La peluquera, la decoradora, la docente decente, el escritor y otros que no se arrepienten de este amor.

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Voces y silencios de quienes se manifestaron al asumir Mauricio Macri la presidencia. Bailes, definiciones, consignas en globos, y expectativas hacia el futuro, mientras la máquina de gobierno se prepara para hacer lo suyo. La peluquera, la decoradora, la docente decente y otros que no se arrepienten de este amor.

Parte 2, Congreso-Plaza de Mayo, 10D: el primer acto
Mauricio Macri baila en el balcón de la Casa Rosada, cumpliendo el deseo de quienes abajo, al sol, 30º, gritaron: “Que baile, que baile”.
Un joven con remera del PRO aúlla ante lavaca.org: “Es un grosso”. La escena de Macri bailando es acaso inolvidable, aunque es difícil determinar si eso es bueno o malo. En cierto momento la vicepresidenta Gabriela Michetti, toma el micrófono y canta (cabe consignar que nadie se lo había pedido). Al escucharla el joven del PRO decidió callar y ponerse auriculares de su móvil, tal vez en homenaje a Gilda y su tema que seguía sonando como fondo: No me arrepiento de este amor.
Es sabido que durante algunas horas el presidente argentino fue Federico Pinedo, presidente provisional del Senado, ex alumno de la Escuela Argentina Modelo y no del Cardenal Newman: es el tipo de dato que fluye por los pasillos del neopoder, sin que nadie sepa cómo descifrarlo. Se presume que la Presidencia Pinedo hubiera alegrado los corazones de varios no-macristas si hubiese resultado sustentable por más tiempo, pero el pinedismo no alcanzó a tomar forma.
Al llegar Macri al Congreso, lo más interesante fue la presencia de un señor que sostenía un cartel rodeado exactamente por cinco policías y tres en segunda línea: marcación similar a la que padecen normalmente el rosarino Lionel Messi o los terroristas en las series.
En el cartel podía leerse:
-Si devalúan, salimos a la calle.
El hombre estaba en silencio, mirando hacia la puerta del Congreso. Tiene 70 años. En un momento explicó que al rodearlo de ese modo, se estaba violando su libertad de expresión. Del otro lado de la pancarta decía:
-No devaluar, no endeudarse.
Los policías lo miraban atentamente, persuadidos de que algo no estaba bien en esa escena.
Macri ya hablaba en el Congreso, mientras en el móvil de un canal privado uno de los técnicos advertía algo que quizás no revelen los análisis políticos: “Parece que estuviera contando un cuento”.

No enojarse con los ignorantes

La Plaza de los Dos Congresos se había llenado de gente, de globos y de alegría ante lo que evidentemente resulta un triunfo histórico. Sobre las vallas había carteles amarillos con letras negras, como los que suelen promocionar las bailantas. Uno de ellos se dirigía a todos nosotros:
-Vecino. No tengamos miedo de votar a Macri. Mauricio no viene a sacarte ningún derecho conquistado. Mauricio viene a traer la paz, la unidad y lo más importante, la reconciliación de todos los argentinos bajo una sola bandera, la celeste y blanca”.
En los globos habían logrado imprimir como consigna las supuestas materias primas del vademécum gubernamental:
-Amor- Paz- Unión- Felicidad.
Macri salió del Congreso y recorrió Avenida de Mayo en una 4×4, asomado por el techo junto a Juliana Awada. Cerca de Plaza de Mayo se vio a una señora que observaba callada y sin gestos desde un balcón, mostrando una bandera con el rostro estampado de Cristina Kirchner.
Una mujer desde la calle, anteojos de sol, sombrero de paja, comenzó a hacerle llegar argumentos del tipo “chorros, corruptos, ladrones”. Los que habían logrado memorizar la consigna de los globos (amor, paz, etcétera) quisieron calmarla.
-No se enoje, señora.
-Para nada. ¿Cómo me voy a enojar, si debe ser una ignorante que ni debe saber dónde está el Río de la Plata?- dijo la mujer y siguió su marcha. La miraba un Mauricio Macri con bigotes, tal la máscara de uno de los concurrentes, vestido de traje, que solicitó a lavaca.org lo siguiente:
-No me saques la foto sin máscara, ni puedo darte mi nombre, porque me escapé del laburo.
En la mano izquierda el prófugo llevaba una calabaza con una foto de Cristina Kirchner llorando, referencia a que el día anterior la ex presidenta había dicho que a las 12 de la noche se convertiría en calabaza, situación política por la que anteriormente habría pasado Cenicienta, según rumores no confirmados.
El rumor que si se confirmó en la Plaza fue que la noche anterior Macri jugó al fútbol nada menos que con Evo Morales en Boca Juniors, ante la mirada del presidente de la institución y operador político-judicial Daniel Angelici. Intercambiaron camisetas y ambos demostraron no ser muy veloces para el fútbol, pero sí para la política.
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Alivio moral

Un poco más allá Analía, una joven cincuentona, luce gorra, lentes oscuros y desconfianza:
-Esto es un alivio moral- dice al ver el panorama soleado.
-¿Por qué es un alivio moral?- consulta lavaca.org.
-Porque esto (señala con el dedo en general) es otra cosa distinta. ¿De qué medio sos? ¿La qué? ¿Es un medio nacional? Si eras extranjero te hablaba de todo. Pero acá no se puede opinar porque no hay libertad de expresión. Hay que opinar igual que ella porque si no…
-Señora, ella no está más.
-Bueno, ahora no, pero hasta ayer sí. Igual no voy a decir nada- concluyó la dama.
Victoria es docente de la Universidad de San Martín, entre otros establecimientos, y fue hasta Plaza de Mayo con paraguas, a falta de sombrilla.
-Lo principal para mí es que haya paz y que se acabe la desunión. No soy K ni del PRO, pero la verdad es que siento que los K pasaron todos los límites y derraparon mal. Y para mi es cierto que tenemos que hacer las cosas todos juntos.
-A veces parece más una expresión de deseos que otra cosa.
-En la Plaza estaban las Madres. Yo las aplaudí, y la gente me decía: “eh, son unas viejas locas y corruptas”. Yo les dije que cuando estamos diciendo todos juntos, es también con las Madres. Si ya las están insultando, nunca vamos a poder estar todos juntos. Esa es por lo menos mi idea.
Continúa Victoria con ideas que no suelen brillar en el macrismo.
-Creo en un gobierno popular en el que entremos todos. No creo que si nos sumamos al ALCA nos beneficiemos con nada, y en ese sentido las políticas K en cuanto a la región tienen que ser seguidas. Hubo políticas muy buenas. No se puede ir para atrás. Eso sí: ya se empoderó al pueblo, pero ahora hay que calmarlo y ver si podemos estar juntos. Y te reconozco que no veo muchos de este lado que quieran estar juntos, así que hay que ser prudentes.
-¿Por qué pasa eso? Parece una contradicción entre los discursos y lo que las personas sienten en realidad.
-Para mí el problema es que la clase media tiene cero cultura de participación. Eso pasa también porque mucha de la gente trabaja, no son militantes que tienen todo el tiempo para leer y pensar sin trabajar. Del otro lado en otros trabajos míos, no te hablo de la UNSAM, directamente me han abucheado por no apoyar al kirchnerismo. Y esas son las cosas que nadie tiene por qué aguantar- dice abriendo el paraguas para seguir caminando protegida del sol.
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¿Qué se robaron?

Marichu es lo que Landrú solía llamar “gente como uno”.
-¿Por qué vino al acto, señora?
-Porque sí, porque se han robado todo.
-¿Qué se robaron?
-Todo, no dejaron nada. Ni un poquito.
-¿Pero qué cosa, concretamente?
-Todo- reitera, aunque es posible que a este ritmo nunca la inviten a ser conferencista en las TEDx.
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Hartazgo y smile

-¡Smile!
La mujer hace el pedido a su amiga, que efectivamente sonríe, y le toma una fotografía. La amiga lleva una bandera con la imagen de Macri.
-¿De dónde son?
-De Capital- dice la fotógrafa, dama con sombrero panamá, un top con la bandera Argentina, ojos claros, pantalones ídem, oficio decoradora y de nombre Graciela.
-Ella es de Estados Unidos, pero la traje para que vea esta fiesta- explica Graciela quien se reconoce una mujer en pleno éxtasis de asombro:
-Nunca pensé que iba a tener vida para ver este milagro. Te lo digo y me emociono. El milagro es sacarnos de encima a un gobierno que creyó que era un reino. Y dejó a mucha gente sangrando por la herida. Yo por eso digo que no soy antiperonista, soy antikirchnerista. Ahora hay que mirar hacia adelante.
Carlos solicita que le tomemos una foto con su mujer y la bandera argentina flameando.
-Estoy como liberado porque se cortó la manera de hacer política casi dictatorialmente, de forma autoritaria.
-Perdón, pero ¿cuál fue la parte dictatorial?
-Había una línea que te marcaban a seguir, sin lugar a réplica, sin conferencias de prensa, haciendo abuso de la construcción hegemónica- dice Carlos, haciendo un posible abuso de Antonio Gramsci.
El argumento muestra que la sensación de hartazgo hacia el kirchnerismo fue crucial, incentivada seguramente por los medios opositores y, a su modo, por los oficialistas.
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El fin del choripanismo

María Julia, bajita y de rulos, parecía compartir ese clima cuando apareció trotando a los gritos:
-¡Se acabaron los choripanes!- clamaba ante los aplausos y risas de la gente.
-¿Qué signfica eso? dudó lavaca.org.
-Que acá no hay nadie pago, nadie vino por el choripán o por la Coca. No hay micros.
-¿Cuál es su actividad?
-Soy una docente decente. ¿Entendiste? Docente, decente. Y le pido al Excelentísimo Señor Presidente Electo de la Argentina Mauricio Macri que antes de entrar a la Quinta de Olivos con su hermosa familia mande a sacar esas horribles flores amarillas y plante una flor blanca, que simboliza la bendición. ¿Lo pusiste?
-Sí, sí, puse que le pide a Macri que…
-¡No! Te dije que pongas así: “Al Excelentísimo Señor Presidente Electo de la Argentina Mauricio Macri que antes de entrar a la Quinta de Olivos con su hermosa familia mande a sacar esas horribles flores amarillas”. ¿Entendiste bien? Y que ponga la flor blanca y la haga bendecir. Y que haga el jardín como quiera. Pero con flores blancas. ¿Anotaste?
La docente decente vigila al bolígrafo, mientras se acerca una mujer rubia, pelo atado, lentes oscuros y musculosa, que se suma a la nueva tendencia.
-Soy Susana. Poné que adhiero a todo lo que dice la señora. Y poné que soy una empresaria que la remó desde el barro.
-…que- la- remó desde- el- barro- anoto, bajo la sospecha de que el periodismo, efectivamente, puede ser un sacerdocio.
Cerca del Cabildo se arremolinan caballeros jóvenes, canosos, gordos, babosos & afines porque hay una modelo brasileña, Daniele, con camiseta de su Selección, una joven levemente deslumbrante con sus rulos, su sonrisa, ojos más grandes que los pies, y el resto de sus atributos regionales, sumados a un cartel que propone:
-Trocamos Dilma x Mauricio.
Y del otro lado:
-Vem Mauricio governar o Brasil
O sea: Daniele nos cambiaría a Dilma por Macri, propuesta que hubiera tenido más éxito la noche anterior. Los señores presentes piden que les hagan fotos, o se sacan selfies junto a la señorita del trueque.
-Vine por turismo pero quise estar aquí para decir que lo que pasa en Brasil es muy duro, y que estamos maravillados con Mauricio Macri.
Nada suena demasiado creíble. Al rato la pasan a buscar y el show cesa.
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Si te borran del Facebook

Nadia es peluquera a domicilio en la zona de Constituyentes y está indignada porque algunos familiares la borraron del Facebook por sus opiniones a favor de Cambiemos.
-Esa división quiero que se acabe. No podemos estar peleando entre nosotros, llenos de odio y de rencor, como pasa con las Madres y todos lo que lucran con los derechos humanos y se llenaron de plata con ese curro y las Abuelas lo mismo porque mi papá me lo contó que él vivió más toda esa época y bien que no nos cuentan toda la verdad de la historia porque están todos metidos en ese negocio cuando lo que tenemos que conseguir con Mauricio es unidad y amor.
Tras confirmar que no hay vendedores ambulantes de ansiolíticos, la consulta:
-Usted habla de unidad y amor, pero acusa…
-Yo no acuso, digo la verdad, y no quiero profundizar ese tema, porque es un día de fiesta y hay que mirar para adelante los temas del futuro.
-¿Cuál es el más importante?
-La seguridad. Ahora sí que va a haber seguridad y una buena policía. Quedate tranquilo- dice, propuesta que no tiene éxito.
Parte 2, Congreso-Plaza de Mayo, 10D: el primer acto

Últimas banderas

Las banderas estaban a 50 pesos.
-¡Vamos con las banderas, que nos quedan las últimas diez mil!
-¿Cómo va la venta?
-Masomenos- dice el vendedor, metalero, pelo atado, lentes oscuros y dudas filosóficas.
-Me parece que estos son re amargos, como los de Independiente. Por eso les digo que son las últimas 10.000, a ver si se despiertan- dice riéndose cómplice con otro vendedor grandote que anda medio ofuscado con sus banderas en oferta.
-En general, ¿están contentos con el cambio de gobierno?
-Má qué contento ni contento, no me compraron un carajo. Al final, la gente humilde compra más. Ayer por lo menos.
-Yo me la perdí- dice el primero- porque el proveedor me trajo las banderas de Macri pero no las de Cristina. Así que ayer me clavé.
Gabriela y Natalia son veinteañeras y reiteran mucho de lo que se dice en esta convocatoria: paz, apertura a opiniones diferentes, diálogo, unión, amor. En programas de televisión que miden el rating minuto a minuto, no durarían 15 segundos con tanta redundancia.
Ahora agregan: “Tiene que haber seguridad y trabajo en lugar de planes sociales “.
La gente canta “sí se puede”, “sí se pudo”, o “ya no va a estar la Cadena nacional”.
Parte 2, Congreso-Plaza de Mayo, 10D: el primer acto

Pegar y rezar

-¿Puede pensarse ese cambio con figuras como Prat Gay, Melconián y Sturzenegger, que si algo tienen es su propia historia?
-No vamos a volver a los 90 ni al 2001. Las condiciones macroeconómicas son otras- dice Ana, cubierta bajo un paraguas amarillo-. No sé qué dice Sturzenegger, pero Melconían pronosticó todo lo que está pasando ahora. Y además te digo: nada va a ser igual, porque el mundo es completamente distinto.
Karina:
-Y Macri nunca aceptó estar con Menem. Él formó su propio espacio.
Pasa un micro del Ministerio del Interior. Ana riéndose:
-Ahí se va Cristina.
-Si fuera cierto, ¿qué harías?
-Me saco los tacos, corro al micro, y la cago a patadas.
-¿Por qué tanta violencia?
-Porque estamos cansados. Lo que hizo con el traspaso no se lo hizo a un ingeniero. Nos ofendió a todos.
La música en la Plaza sigue siendo la de la fallecida Gilda. Dos señoras bien bronceadas, rubias, con lenes de sol, bailan tomadas de una bandera argentina. Muy cerca un hombre se arrodilla, se persigna y abre los brazos.
-Gracias Jesús –grita al cielo-. Gracias por este cambio y este país.
No quiere decir su nombre. Chupa un cubito de hielo, por lo que escupe a cada momento mientras predica.
-Esto es la democracia: fe, amor, verdad y justicia. Por Dios y por este país es que estamos acá.
La Plaza va quedando vacía. Unos camioncitos de la empresa AESA con cepillos giratorios limpian las calles, los obreros municipales levantan vallas, y apenas en un rato empieza la ronda de las Madres, como siempre.
Porque más allá de todo, hoy es jueves.

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Escritos sobrevivientes: Un nuevo libro escrito por ex detenidos desaparecidos

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Este 24 de marzo, a 49 años del golpe, la editorial lavaca publica Escritos sobrevivientes, un libro creado junto a un grupo de personas que estuvieron secuestradas y desaparecidas en distintos centros clandestinos de represión durante la última dictadura militar. Se presenta el próximo viernes 28, pero ya podés pasar a buscarlo por MU (Riobamba 143) desde hoy. En este texto, Claudia Acuña cuenta qué representa esta obra parida en colectivo y en medio de aires negacionistas.

Por Claudia Acuña

Este libro representa muchas cosas y todas y cada una nos parecen decisivas para estos tiempos desesperados.

Ni sé por dónde comenzar a enumerarlas, así que sin orden de importancia ni cronológico enumero algunas, aunque sin duda me faltarán otras que invito a que completen quienes lo lean.

Lo primero, para mí, es reconocer el valor social, político, histórico y ético que merecen las personas detenidas-desaparecidas por la dictadura cívico militar que azotó este país desde el 24 de marzo de 1976. No olvidamos esa fecha gracias a ellas, pero no siempre se las nombra con la relevancia que han tenido para construir verdad, justicia y memoria.

A algunas de ellas he tenido el honor de escucharlas y verlas testimoniar en los juicios de lesa humanidad, pero también en los diferentes procedimientos contra la impunidad que crearon y sostuvieron para que esos juicios sucedan.

Una y otra vez.

Una y otra vez.

Una y otra vez.

Hasta lograrlo.

Solo a una pude agradecerle con palabras y lágrimas el esfuerzo, el coraje y el legado que recibíamos por su esfuerzo, pero fundamentalmente por sus vidas consagradas a hacer posible lo imposible. Fue en la puerta de los tribunales de Comodoro Py, mientras los altoparlantes transmitían la primera condena a los genocidas responsables del centro de detención clandestino y de tortura que funcionaba en la Esma. Ahora, con este libro queremos extender esas gracias a cada una, a cada uno.

Sé, porque comprendí la lección que nos daban, que no puedo afirmar que lo hicieron solo ellas, ellos. Esa es otra de las cosas que representa este libro: el saberse parte – y reconocerlo siempre- de algo más grande, más importante y más trascendente no solo del yo, sino incluso del núcleo colectivo en el que nos organizamos, reflexionamos y tomamos fuerza para resistir. Nuestras fuerzas individuales y nuestras construcciones políticas suman, activan, empujan, pero alcanzan sus objetivos cuando sincronizan con la necesidad social, con la época y con la Historia. Tienen alas porque tienen raíces y mueven al mundo hacia lugares mejores porque se sabe más grande y más poderosa que lo que nos rodea.

Eso que aquí las y los autores definen como “subjetividad sobreviviente” nos advierte eso: somos nuestros cuerpos y la sombra que proyectan, lo que hacemos y lo que soñamos, nuestras obras y nuestra imaginación, nuestros saberes y nuestra intuición, pero también y además aquellos cuerpos, proyecciones, hechos, batallas ganadas y perdidas, que nos anteceden y desbordan para fortalecernos y sostenernos de pie. Aquello que ilumina la oscuridad es la memoria sensible: de eso se trata este libro, además.

Otra: el valor de las utopías. En los momentos más aterradores hemos gritado “Aparición con vida y castigo a los culpables”. Bueno: la noticia es que hemos tenido éxito y aquí están las personas que cuando pronunciábamos esas palabras mágicas no podíamos abrazar. Algunas de ellas son las que el tercer sábado de cada mes vimos ingresar a nuestra trinchera durante el largo y desalentador año 2024. Para nosotros ese taller de escritura significó una cita con la esperanza, cada vez. Y una comprobación: el futuro se construye con el hacer colectivo, cada vez.

Por último: este no es un libro de testimonios sobre el horror de la dictadura, sino su contracara o quizá, lo que se puede pensar después de cruzar el abismo de la impunidad.

Quizá.

Me falta todavía superar la alegría de haberlo logrado, de sostener con las manos esta pequeña utopía realizada en tiempos de saqueo de recursos simbólicos y materiales, en las cuales sólo proponerlo sonaba casi irresponsable, para poder encontrar las palabras certeras, que expresen lo que representa que personas empobrecidas y violentadas podamos hacer lo que querramos financiadas sólo por el deseo y la convicción, que siempre es política.

Quizá la palabra exacta sea una sola: Argentina.

La presentación

Escritos sobrevivientes y compila una serie de textos producidos en un taller de escritura que tuvo lugar en MU durante 2024. Estos relatos abordan historias marcadas por lo que el grupo denomina «subjetividad sobreviviente». El resultado es un conjunto de textos poéticos, políticos y filosóficos, de una potencia y belleza conmovedoras.

Participan: Rufino Almeida, Margarita Fátima Cruz, Graciela Daleo, Lucía Fariña, Mercedes Joloidovsky, Eduardo Lardies, Susana Leiracha, María Alicia Milia, Claudio Niro, Silvia Irene Saladino, Stella Maris Vallejos e Inés Vázquez.

Así lo resumen sus autoras y autores: «Un grupo de compañeras y compañeros, ex detenidos desaparecidos por el terrorismo de Estado, nos reunimos en un taller de escritura para crear textos enfocados en la subjetividad sobreviviente, mientras la voz del poder alimenta el negacionismo y la reiteración del sufrimiento popular por variados medios».

El libro se presentará el próximo viernes 28 de marzo a las 20 horas en Mu Trinchera Boutique, Riobamba 143.

Podés conseguirlo desde hoy, 24 de marzo, también en MU.

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La Justicia esquiva la causa por el disparo a Pablo Grillo: “Hasta ahora no se investigó nada”

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La recuperación de Pablo “es muy rápida” pero la investigación sobre su intento de asesinato, muy lenta, o directamente inexistente. Qué dijo el padre hoy frente al Hospital Ramos Mejía donde Pablo sigue pelando por su vida, aún en terapia intensiva pero con avances prometedores, y las abogadas del caso que presentaron ante la Justicia: primero Servini de Cubría y luego el candidateado a la Corte Ariel Lijo rechazaron la causa, y ahora se sortea en la Cámara Federal de Casación a qué juez le tocará investigar a quien le disparó y a sus superiores jerárquicos. Los dichos de Adorni en conferencia de hoy, y quién cortó el diálogo con la familia; las pruebas que se pidieron y las que se aportaron; y el texto de la presentación judicial en la que la familia pide ser querellante, con las pruebas que aportamos desde decenas de medios, fotoperiodistas y organizaciones sociales.

Por Francisco Pandolfi

Pablo Grillo todavía no está fuera de peligro, pero la mejoría día a día, paulatina y constante, le permite a la familia hablar ya no sólo de su estado de salud. Hasta hoy, el único foco era la supervivencia de este fotógrafo de 35 años impactado por una granada de gas lacrimógeno, fuera de toda legalidad, por las fuerzas de inseguridad comandadas por la ministra Patricia Bullrich.

La pérdida de masa encefálica y la fractura de cráneo con la que llegó de urgencia al Hospital Ramos Mejía –el miércoles 12 de marzo, cuando se desató la represión en la marcha por las paupérrimas condiciones en las que viven las y los jubilados–; la primera operación esa misma noche en la que se bajó la presión intracraneal y se le reconstruyó algo del tejido. Las pupilas que empiezan a reaccionar bien. La merma en la sedación. Los primeros movimientos – prematuros e inesperados por los propios médicos–. Otra operación por un derrame que es revertido a tiempo. La baja de los glóbulos blancos como síntoma de la baja en la infección. Y a solo una semana del disparo, Pablo abre los ojos. Y le sacan el respirador para ver cómo reacciona y lo hace agarrándole la mano a la mamá. Y por si fuera poco le susurra las palabras más hermosas a su papá: “Hola, viejo”. 

Pablo continúa en terapia intensiva, en estado crítico, pero respondiendo bien neurológica y físicamente. “Es asombroso el nivel de avance que tuvo”, dice Fabián, su viejo, con los ojos emocionados e incrédulos por la mejoría impensada en tan poco tiempo. Esa sucesión de buenas noticias las que posibilitan a la familia convocar este viernes a una conferencia de prensa «para contar novedades en la causa judicial».

Primero, habla Fabián, su papá, sobre la salud de Pablo: “Las novedades son que está estable, por lo tanto es bueno. Está con los ojos abiertos y sigue sin respirador”.

En la conferencia de prensa convocada por la familia de Pablo Grillo, fotógrafo que fue impactado por una granada de gas lacrimógeno lanzada por las Fuerzas comandadas por Patricia Bullrich, Fabián, su papá, habló sobre la salud de su hijo.

www.lavaca.org (@revistamu.bsky.social) 2025-03-21T19:35:39.538Z

Fabián lleva puesta una remera azul, con letras blancas que dicen: “Justicia por Pablo Grillo”. Se lo nota cansado, pero más distendido. Se ríe cuando cuenta: “Tengo un video con saludos de (Ricardo) Bochini, veremos si los médicos nos permiten que se lo pasemos. Si lo escucha al Bocha, va a volver a hablar seguro Pablo”. Mantiene los pies sobre la tierra: “Todavía la situación es grave: está en terapia y con riesgo de vida. Pero en ese marco todo lo que estuvo ocurriendo es favorable. A todos nos sorprendió su evolución. Incluso los médicos manifiestan que la evolución que está teniendo es asombrosa. Es muy rápida”.

Este jueves, el vocero presidencial Manuel Adorni dijo que el diálogo con la familia quedó roto desde que el padre de Pablo acusó a Bullrich de ser cómplice. Fabián le responde: “Nosotros no cortamos nada porque nunca existió el diálogo. Lo mío fue una respuesta a una declaración mentirosa de Bullrich, por tanto si es que alguien cortó el diálogo fueron ellos. Yo estoy dispuesto a escuchar, si alguien me llama”. Y agregó: “A esta altura no lo espero (ese llamado). Espero poco. Pero demostraría que tienen todavía un grado de humanidad”. 

En relación a las mentiras de Bullrich sobre el trayecto del proyectil, expresó: “Me da vergüenza la forma en que fue acomodando la mentira. La va acomodando a medida que la realidad se lo desmiente, es hasta absurdo, burdo, grotesco: no sé que palabra utilizar”. Cuando le preguntaron si le diría algo al gendarme que, según los elementos reconstruidos hasta el momento, sería quien disparó (presuntamente, el cabo Guerrero), afirmó: “Personalmente no le diría nada. Sí lo vamos a decir de forma jurídica. El mejor diálogo que podemos tener con esta gente es en lo judicial”.

La causa, sin avances

Fabián estuvo acompañado por Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, y a Paula Litvachky, del CELS, organismos que patrocinarán legalmente a la familia, que este 21 de marzo se presentó ante el Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº 1 para ser tenida en cuenta como querellante en la investigación judicial.

Lo más importante de la causa hasta ahora: desde el 12 de marzo “no se investigó nada y reclamamos que se empiece a investigar urgente”. Las abogadas cuentan el por qué: “La causa iniciada por la denuncia de la Procuvin (Procuraduría de Violencia Institucional) que dio inicio a la instrucción estaba presentada en el Juzgado 12 de Ariel Lijo, quien se la devolvió a la Jueza Servini de Cubría, que otra vez la rechazó. Ninguno de los dos quiere hacerse cargo de la investigación. Ahora irá a sorteo para definir quién la sigue. La Cámara Federal de Casación Penal tiene que resolver”. Agregan: “Hasta ahora el Ministerio de Seguridad dijo que no hará sumarios internos por el accionar de su Fuerza, lo que refleja el encubrimiento”. 

La causa aún no tiene carátula porque no está radicada en ningún juzgado. La denuncia presentada es por tentativa de homicidio agravado, por abuso de autoridad e incumplimiento de funcionario público.

Dice Paula Litvachky, del CELS: “Es muy importante que la causa salga de este limbo judicial y se inicie el pedido de pruebas antes de que pase más tiempo”.

Dice Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos: “Esperamos que en estos primeros 9 días en los que no se hizo nada, no haya ninguna prueba que se haya destruido, modificado, alterado. Hay cámaras del Gobierno de la Ciudad que tienen un tiempo de duración determinado, o de negocios que también se van borrando y si no las pedís inmediatamente después ya no están. Es vergonzoso que un hecho así no lo esté investigando nadie”.

Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, es junto a Paula Litvachky, del CELS, la abogada que representa a la familia jurídicamente. En este video cuenta los avances de la causa judicial:

www.lavaca.org (@revistamu.bsky.social) 2025-03-21T19:54:48.310Z

Las abogadas pidieron una serie de pruebas. Las más relevantes: “Quién dio las órdenes, cómo se manifestaron esas órdenes y cuáles fueron, antes y después del impacto; cuál fue el protocolo que se aplicó, quienes integraban el equipo donde estaba incluido el cabo Guerrero y qué órdenes se le impartió a ese grupo en particular; qué armas utilizaron”. También exigen que se lo llame a indagatoria a Guerrero. “Ya hay suficientes elementos para hacerlo”.

Completa Paula Litvachky: “Hicimos una presentación con los hechos, tenemos un montón de pruebas para que se reconstruya ese tramo del operativo de modo tal que se pueda tener la responsabilidad de quién disparó y de toda la cadena jerárquica”.

Concluyen ambas: “Las pruebas están. Nunca hubo tanto registro fotográfico y audiovisual. Necesitamos el acompañamiento social para empujar a que se haga justicia y que no quieran desviar el foco de la investigación”.

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La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

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Traumatismo encéfalo craneano, herida cortante e irritación ocular: las heridas causadas a Beatriz Blanco (81 años) ya forman parte de una causa judicial que inició ella misma y también la Procuraduría de Violencia Institucional, y apunta contra dos efectivos que la gasearon y le pegaron, provocando su caída. También apunta a la responsable del operativo, la ministra Patricia Bullrich, que se desplegó el miércoles de manera feroz, pero que -plantea la denuncia- es parte de un “plan sistemático”. Beatriz fue golpeada a las 16:10, antes de los principales incidentes, mientras se manifestaba en una esquina: cómo fue el momento, según relata ella misma en la denuncia y cuenta su hija. Quién es esta jubilada que trabajó de todo. Cómo está: recuperándose, enojada y “con más fuerza que nunca”. La voz de una de sus hijas junto a quienes lucha por justicia, y paz.

Por Franco Ciancaglini.

La imagen de Beatriz Blanco cayendo en seco al suelo -tras ser gaseada y empujada por dos efectivos de la Policía Federal- dio la vuelta al mundo. 

En el video se ve el fin de una secuencia más larga que inicia cuando la Policía Federal empuja de manera violenta a jubiladas y jubilados que se encontraban haciendo el clásico semaforazo de todos los miércoles en el Congreso. 

“Ella lo que cuenta es que estaba con el grupo de jubilados, cortando Entre Ríos, para mostrar sus carteles. Y cuando el semáforo se pone verde se vuelven a la esquina. Y en ese momento vino la policía, apurando a todos los viejos a subirse a la vereda”.

La que habla es una de sus hijas, Paula.

El relato coincide con la temprana decisión de las fuerzas de abalanzarse sobre personas que hacen lo mismo todos los miércoles -un semaforazo, y luego una movilización que da la vuelta al Congreso-: Beatriz fue atacada a las 16:10. 

Esta vez, por lo especial de la fecha, los Policías iban además con el gas apretado y el palo suelto. Cualquiera que estuvo en la manifestación pudo apreciar cómo apenas una persona se acercaba a los efectivos, o incluso estando a metros, sin hacer nada, podía ser gaseado. Incluso teniendo 81 años.

La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

Los camiones hidrantes fueron parte de la cacería desatada. Foto: Lina Etchesuri.

El arma y la palabra

Beatriz Blanco no está afiliada a ninguna barrabrava ni milita en ningún partido político.

Es jubilada.

Trabajó toda su vida como empleada en cooperativa de fletes, empleada cuidando niños, costurera, y de casera hasta los últimos tiempos.

Tiene tres hijas.

Una de ellas, Paula Ippolito, cuenta que junto a su madre Beatriz y su hermana Paula suelen ir juntas a las marchas. “Esta vez fue sola porque justo yo estaba operada de la rodilla. Suele ir, no va todos los miércoles pero cuando puede va”.

Beatriz ya conocía a varios y por eso se acercó al grupo de jubilados que realiza los miércoles el semaforazo. Luego de que la empujaran a la vereda, se puso a hablarle a un cordón policial, una práctica habitual de jubilados anodados ante la violencia sin sentido que ejercen las fuerzas: “Ella siempre es de ir y hablar, de decir qué están haciendo, cómo no les da vergüenza; mi mamá siempre como que quiere hacer conciencia. Ella le debería estar gritando al policía que estaba de espaldas y lo toca con el bastón como diciendo ´mirame´. Ahí el chabón se da vuelta y le tira el spray, y el otro que le pega con el palo en la cabeza”.

Ese combo, que representa un ataque, de gaseo, empujón y golpe, hace que Beatriz pierda el equilibrio instantáneamente, y caiga al suelo.

La primera pregunta es cómo está: “Se está recuperando. Está en reposo, en observación por el golpe que recibió en la cabeza. Está con mucho dolor en todo el cuerpo, con un poco de inestabilidad, con el dolor en los ojos por el gas que le tiraron. Tiene los ojos muy hinchadas: le tiraron gas directo en la cara”.

Este dato del gas directo a sus ojos explica a la vez la pérdida del equilibrio, desechando por tierra las mentiras del Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que aseguró que se “cayó sola”. También el título de la empresa La Nación que habló de que la jubilada “atacó” a la policía previo a su “caída”: “Ella le tocó con su bastón para que se diera vuelta, para que la escucharan, no golpeó a nadie. Habría que mostrar los videos enteros donde la Policía increpa primero a los jubilados para que se suban a la vereda, con la agresividad que suelen tener”.

La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

Beatriz Blanco, tras los gases recibidos y el golpe posterior. Foto: Lina Etchesuri.

El caso de Beatriz es uno de los dos -junto al del fotógrafo Pablo Grillo- denunciados por la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin) ante la Cámara del Crimen. En esas denuncias a las que accedió lavaca, el organismo que se encarga de monitorear a las fuerzas -en estos tiempos, con menos entusiasmo- presenta como “pruebas” distintos recortes periodísticos alrededor del ataque a Beatriz. Y solicita a la justicia que requiera al Ministerio de Seguridad el personal policial afectado a los lugares de ambos ataques, así como los datos de la “sala de operaciones” a la que reportaban los agentes a cargo del operativo.

Por otro lado, la propia familia de Beatriz presentó una denuncia contra los dos agentes de la Policía Federal y contra la propia ministra Bullrich. Narra en su presentación lo mismo que refiere su hija en esta nota: “Siendo aproximadamente las 16:10 hs me encontraba en las inmediaciones de la esquina de las avenidas Entre Ríos y Rivadavia de esta ciudad (…) cuando fui rociada con una sustancia lacerante por un efectivo de la Policía Federal. Inmediatamente después, y también a manos de un efectivo de la PFA, recibí un golpe en la cabeza, con un elemento que creo se denomina ‘tonfa’, lo que provoca mi caída al piso”.

Tras el golpe, Beatriz fue derivada al Hospital Argerich, donde diagnosticaron lo producido por el ataque: traumatismo encáfalo craneano, herida cortante e irritación ocular.

Por eso, por un lado, reclama la identificación de los dos efectivos que la atacaron, plausibles de ser responsables de “delitos de lesiones leves” agravadas por tratarse de personal de la fuerza. Y por otro, califica a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich como “autora mediata” por ser responsable del operativo y algo más: la valiente presentación habla de que estos hechos son parte de un plan sistemático.

La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

Una síntesis del plan sistemático. Foto: Juan Valeiro.

“Como en los momentos más aciagos de nuestra historia, desde el Poder Ejecutivo se ha montado un Programa de Miseria Planificada cuya consecuencia natural es la Protesta Social. Y sabido es que este tipo de políticas socioeconómicas sólo resultan aplicables cuando se pone a disposición de las mismas al aparato represor del Estado”.

Firma toda esta historia la propia Beatriz, acaso poniendo en contexto lo que representan los golpes que sufrió, su historia y el futuro por el que pelea junto a sus hijas. “Nosotras somos fieles a las marchas que son para los derechos del pueblo”, cuenta Paula, una de ellas. “No militamos en ningún partido político, siempre vamos independientes y solas”, aclara por si hiciera falta.

Paula habla siempre en plural femenino, pensando en su madre y su hermana. Desde ese lugar cuenta: “Nos están sacando todo. Nos están metiendo miedo para que no salgamos a las calles. Están imponiendo todo lo que quieren imponer. Siempre estamos atentas a todas las luchas. Esto va a por todos, no es solamente por los jubilados. A mi me han robado plata con la AFJP a pesar de que ya tengo 30 años de aportes. Estos vienen por todo, por todo lo que conquistamos”.

Junto a Natalia, las jóvenes militan tocando tambores en Batuka, uno de los conjuntos que lleva el ritmo a la calle y es la banda de sonido de la protesta social y la lucha. Hoy, del lado de la víctima, Paula asegura: “Estamos luchando para que esto no vuelva a suceder. Para que tengamos memoria y el pueblo no se duerma. No tenemos miedo. Ya la verdad que queda poco por perder”.

Esta lucha incluye, claro, a Beatriz: “Está más fuerte que nunca. Está enojada, muy enojada. Pero está fuerte para seguir la lucha”.

La lucha, ahora, es por justicia: “Solamente queremos que los responsables tengan justicia, sean los policías o la ministra de Seguridad: que la justicia trabaje a favor del pueblo. Y que no salga nadie más impune”. 

¿Tenés esperanzas? “Y no. Pero hay que hacerlo igual: nos corresponde”.

La esperanza tal vez siga estando en la calle, mientras estas jóvenes sin contención psicológica ni asistencia estatal de ningún tipo enfrentan los golpes: “Estamos nosotras, las hijas, para cuidarla y para que se reponga de esto”.

¿Necesitan algo? “Sí: paz”.

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