#NiUnaMás
Por Lucía y por todas: “Lo vamos a tirar”
- Miles rodearon a la mamá de Lucía Pérez y su hermano Matías en otro #ParoFeminista multitudinario. Hubo una parada clave en Tribunales, donde se señaló a los tres jueces que consagraron la impunidad de su femicidio; una acostada masiva en el Obelisco para simbolizar el paro; y un final emocionante en Plaza de Mayo, con la presencia y la palabra de Nora Cortiñas sosteniendo el cartel de Lucía que su madre había llevado desde MU. Postales y voces de un grito colectivo que cada vez anuncia con más fuerza: “El fallo es una respuesta del patriarcado, que no se va a caer tan fácilmente: lo vamos a tirar”.
“Lo vamos a tirar, lo vamos a parar”, gritó una vez más una marea de cuerpos que se tiró al piso para representar al #ParoFeminista en medio de la 9 de julio y frente al Obelisco. Miles de mujeres, trans y travestis rodearon así a Marta, mamá de Lucía Pérez, después de una parada estratégica en Tribunales y la posterior llegada a Plaza de Mayo, donde ella dijo: “Cada una de ustedes es Lucía. Gracias, muchas gracias: no saben lo que es perder una hija, y después esperar dos años y que llegue este fallo. Nos quieren derrumbar, pero no vamos a parar”.
Marta llega con la foto de su hija colgada en el cuello acompañada de su hijo Matías, en medio del aplauso cerrado de un grupos de chicas que la reciben y la abrazan. Frente a Marta, mujeres llevan un memorial de Lucía rodeada de flores y de colores. Atrás, una columna de cuadras y cuadras de mujeres, trans y lesbianas grita:
- “Vivas nos queremos”
- “Lucía presente”
- “Se va a acabar la justicia patriarcal”
- “Lo vamos a tirar”
- “Todas somos Lucía”.
Marta y Matías llegaron desde Mar del Plata apenas después de conocerse el fallo. “Ese día sentí lo mismo que sentí el día que me dijeron que había muerto Lucía: sentí que la volvían a matar. Pero no los tres delincuentes, sino los jueces, la justicia”, dijo a lavaca, después de revelar que no había podido dormir en toda la noche previa al paro.
La cara de Lucía, en fotos impresas, la siguió a lo largo de toda la marcha desde MU hasta Plaza de Mayo, levantada por mujeres de todas las edades, espacios y agrupaciones. Una vez más el feminismo irrumpió en el espacio público con estrategias únicas y nuevas para intentar cambiarlo todo. Esta vez lo que estuvo en juego fue en particular la palabra “justicia”.
La rabia que motoriza
Carla Morales Ríos caminó de la mano de Marta Montero durante todo el trayecto. Artista trans y chef, llegó hace unos días de Salta, su provincia natal, de donde viene de denunciar por abuso sexual al ex sacerdote Emilio Lamas, actualmente detenido. Desde su propia experiencia judicial, Carla analiza el fallo del femicidio de Lucía: “Es como si los jueces viviesen en otra realidad: en una nube de pedos. Es un caso evidente, más en esta época que hablamos desde nuestros cuerpos, desde lo que nos pasa. Eso da bronca. Y es el dolor, la rabia lo que nos junta. Y juntarnos nos pone en cierto modo felices porque es abrazarnos para hacer fuerza. Porque es por Lucía, por mí, por todas ellas y por nosotras. Venimos y nos ponemos el brillo porque nos sacan todo el resto: déjenme el brillo para marchar y mostrar que tengo fuerzas, que ilumino desde acá”.
Carla marchó con brillo en la cara y participó junto a miles de la acostada simbólica que representó al #ParoFeminista frente al Obelisco. En ese contexto dice: “Yo sé que Lucía no va a volver, y no vamos a sacarle el dolor a la madre, porque ella no puede estar en paz. Pero por lo menos devolverle tranquilidad a la familia de que no está sola: sino, mirá. Paramos nuestras actividades para hacer la actividad por Lucía, paramos la producción pero no las cuerpas. Creo que nosotras somos las encargadas de sacar todo lo que está mal y ponernos en lugares de poder. Nos hace fuerte rejuntarnos todo el tiempo”.
Los fallos que (in)disciplinan
“Hay una respuesta del patriarcado, no va a caer tan fácilmente: lo vamos a tener que bajar”.
Las que hablan son hijas de genocidas de la última dictadura cívico-militar. Ellas, junto a hijos, conformaron el colectivo Historias Desobedientes y con un cartel que lleva esa insignia están paradas en la plaza frente a Tribunales, ese lugar donde, se supone, la justicia trabaja. “Los fallos que dan los jueces son fallos políticos -dice una de ellas-. Y dadas las cosas que están pasando en el país el patriarcado no va a aflojar. Al contrario: se siente atacado, y responde así. Se están moviendo las bases, porque si siguiera todo igual seguro no pasaría nada, sería como siempre: dejalas a las locas que vayan por ahí total seguimos haciendo lo que queremos. Y no: el patriarcado está temblando”.
Esta semana la Corte Suprema de Justicia rechazó el 2×1 para un represor condenado por lesa humanidad. Esa decisión entra en la charla de manera natural: “Es interesante pensar como la Corte tuvo que revertir el fallo: tiene sentido salir a la calle. Hubo una presión popular impresionante que también puso un freno a ese poder patriarcal. Vuelven atrás pero te mandan un fallo como el de Lucía. Sabemos la lógica de funcionamiento que tiene la estructura judicial, que es machista y patriarcal, y todo el tiempo está contraponiendo su posición, defendiendo sus privilegios”.
Julieta, de 17 años, llegó desde Merlo y coincide con el diagnóstico y con la respuesta: estar en la calle. “La opción que tenemos ahora para seguir es ésta: reclamar por una mejora dentro de la justicia. Y para nosotras. Porque no podemos seguir viviendo desamparadas, necesitamos una justicia también para las mujeres que no nos ponga por debajo de los violadores”.
María camina por la 9 de Julio con el pañuelo verde anudado en la muñeca, junto a sus compañeras “piqueteras”, como se definen. Todas son de Lugano. Juntas, en el barrio, trabajan contra las violencias machistas. Desde esos bordes dicen: “Está muy jodido, hay mucha violencia en todos lados, en todo sentido. Salir a la esquina no es como antes, hay que tener cuidado. Nosotras nos juntamos como compañeras en un espacio de mujeres. Salen cosas muy enriquecedoras, como cuidarnos de los machistas que tenemos en nuestras casas, en los trabajos, en los colectivos. Es un momento lindo poder compartir con mujeres piqueteras. Que haya más violencia tiene que ver con la situación económica, social, tiene que ver un poco con todo, es un combo que nos va pasando. Es parte de la violencia del patriarcado. Sabemos que si no salimos a la calle y no luchamos, no conseguimos nada”.
Estudiar el fallo
Valeria llegó desde La Plata con sus compañeras de ATE del Ministerio de Trabajo. Más temprano, después de trabajar, cuentan que se juntaron a estudiar el fallo de los jueces Facundo Gómez Urso, Aldo Carnevale y Pablo Viñas, del Tribunal Oral en lo Criminal Nº1 de Mar del Plata, en el que dictaminaron que Matías Farías, 25 años, y Juan Pablo Offidani, 43, fueran absueltos por la violación y el femicidio de Lucía Pérez, 16 años, ocurrida el 8 de octubre de 2016. Farías y Offidani fueron condenados a ocho años de prisión y multa de 135 mil pesos por el delito de “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización agravado por ser en perjuicio de menores de edad y en inmediaciones de un establecimiento educativo”. Alejandro Maciel, otro de los acusados, fue absuelto.
“Nos tomamos ese tiempo para estudiarlo. Nos motoriza entenderlo a la hora de defender nuestras luchas, de qué manera encararlas, cuál es la lógica”, explica Valeria a lavaca.
Natalia, también de ATE de Ciudad de Buenos Aires, suma: “Habíamos pensado escribir informando un poco más los detalles, los párrafos terribles que tiene el fallo para poder distribuir. Porque el tema está en los medios y todos están al tanto, pero quizá no todo el mundo leyó los párrafos, que son terribles. Sirve para visibilizar las constantes violencias que vivimos. Los fallos que están saliendo son una manera de avalar la violencia que sufrió Lucia y que sufren las pibas todos los días”.
Cuando la violencia aparece como máquina sistemática, la necesidad de espacios que discutan y construyan otro futuro posible se hace urgente. “El sindicato necesita tener espacios que sean feministas reales, no solo una comisión de género”, aclara Natalia y cuenta una anécdota: “Cuando hay actividades como el Encuentro Nacional de Mujeres, nos ponen cuestionamiento con los micros: tomen 4 micros y hagan rifas para los otros, cuando en otras actividades no es así. Es parte de la construcción real que tiene que tener un sindicato. El feminismo es copar todos los espacios, y todos los lugares”.
Construir lo imposible
“Aprendí a luchar, aprendí a no callarme, a hablar lo que tenía que hablar, y desde la palabra sé que voy a conseguir que algo cambie. Aprendí que la lucha la tengo que seguir por Lucía y por muchas Lucias más. Me encuentro con mamás que están devastadas, que solamente lloran cuando te hablan, que no han podido hacer un duelo. Desde ese dolor aprendí eso, Lucía me enseñó eso: mamá, no bajes los brazos, seguí luchando, habla, decí, pedí, golpea puertas, y que esa palabra sea la gota que va a agujerear la piedra”, cerró Marta en diálogo con lavaca..
Así, el Nunca Más se unió otra vez al Ni Una Menos, con el grito de fondo de “vivas nos queremos” y “el patriarcado se va a caer”.
De negro, con paro, con vigilias.
Acostadas en el piso, gritando.
Con brillos en la cara, agarradas de las manos.
De todas las maneras posibles, este cinco de diciembre una manera conmovedora de mujeres, lesbianas y trans volvió a inventar otra forma de decir “basta”.
#NiUnaMás
Conmovedora acción contra los femicidios en el estadio Maradona
Todas las luces del Estadio Diego Armando Maradona se apagaron. Minutos antes del partido de Argentinos Juniors contra Barracas Central, solo se encendió un reflector: el que iluminaba las butacas de la platea Francis Cornejo. Cada una de las butacas con un nombre.
Tamara
Vanesa
Sheila
Abril
Rocio
Elena
Ana
Los nombres en las butacas del estadio de Argentinos Juniors. Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org.
Aquí se puede ver la imagen de cómo fue ese momento.
Fue el modo que se utilizó para mostrar los 277 nombres de víctimas de femicidios y travesticidios en lo que va de este año hasta hoy: 25 de noviembre, Día Internacional de la Lucha contra la Violencia hacia la Mujer.
En la oscuridad absoluta la voz del estadio dijo desde todos los parlantes: “Esas butacas vacías, cada una con el nombre de una víctima de femicidio, son un recordatorio doloroso: en lo que va del año 277 mujeres han sido asesinadas por el solo hecho de ser mujer. No son solo cifras, son historias, son ausencias”.
Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org.
Y un aplauso conmovedor y sincero inundó todo el estadio.
La acción fue impulsada por Secretaría de Género de Argentinos Juniors junto al Observatorio Lucía Pérez para visibilizar la violencia machista en nuestro país.
Las integrantes de la Secretaría de Géneros de Argentinos Juniors y del Observatorio Lucía Pérez. Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org.
“La idea fue dejar un espacio vacío de la tribuna con los nombres de las mujeres asesinadas durante este año, y mostrar así la falta, que ellas hoy no están pudiendo venir a la cancha. Tomamos el mensaje del Observatorio: no son solo cifras, sino que detrás de cada uno de estos nombres , hay una historia”, dice a lavaca Mariel Alonso en la previa al partido mientras se repartían volantes con la invitación a visitar la web de la Secretaría del club y conocer la acción que se estaba por llevar a cabo.
Las camisetas de los jugadores adaptadas para el evento programado por la Secretaría de Géneros del club. Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org.
Las butacas vacías se iluminaron luego de la entrada en calor de los jugadores, que minutos después salieron a la cancha con un parche en la camiseta oficial que dice 25N, en homenaje a este día. Los suplentes salieron al campo con una remera especialmente diseñada para hoy que en la espalda tenía un dibujo que entre mujeres y banderas dejaba ver dos mensajes: “25N” y “Rompamos el silencio”.
Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org.
“Hacer estas acciones en un club es fundamental”, explica Vanina Sánchez, secretaria de Géneros de la Asociación Atlética Argentinos Juniors. “Los clubes de fútbol no son solamente de fútbol, son también espacios donde las mujeres y los hombres venimos a pasarla bien, a alentar por nuestros colores, y son lugares donde estas batallas hay que darlas. Es súper importante que como institución deportiva podamos dar un mensaje: el de que es importante involucrarnos, defender nuestros derechos, y pedir también justicia por todas las mujeres que ya no están”.
Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org.
El Observatorio Lucía Pérez, que lleva el nombre de la joven asesinada en Mar del Plata, es una herramienta de información, análisis, debate y acción creada por Cooperativa lavaca con el objetivo de generar el primer padrón autogestionado y público de femicidios y travesticidios de Argentina. Toda la información está disponible y es de libre acceso con el objetivo de que aporte así a encontrar una solución frente a la violencia. Toda la info se puede ver acá: https://observatorioluciaperez.org/
Fotos: Sebastián Smok/lavaca.org.
#NiUnaMás
No son cifras
La cifra de violencia contra las mujeres registró un nuevo salto: 277 femicidios y travesticidios se produjeron hasta hoy, 25 de noviembre, Día Internacional de la Lucha contra la Violencia hacia la Mujer, según la información del Observatorio Lucía Pérez, primer padrón autogestionado sobre violencia patriarcal. Por esa razón la Secretaría de Género de la Asociación Atlética Argentinos Juniors impulsa junto al Observatorio una acción para visibilizar la violencia machista en nuestro país. Esta noche Argentinos juega a las 21.15 en su estadio Diego Armando Maradona contra Barracas Central.
Se dejarán 277 butacas vacías de una de las tribunas para poner el foco así en todas las mujeres que nos faltan. Además los jugadores saldrán a la cancha con un parche en su camiseta que recuerda la importancia de seguir reclamando por el fin de estos crímenes.
La investigación cotidiana del Observatorio Lucía Pérez elevó el registro de femicidios y travesticidios en lo que va del año a 277 hasta hoy, 25 de noviembre, Día Internacional de la Lucha contra la Violencia hacia la Mujer. Además, a raíz de esos crímenes, quedaron 161 huérfanxs. Como respuesta hubo 288 marchas y movilizaciones en búsqueda de justicia.
El Observatorio Lucía Pérez, que lleva el nombre de la joven asesinada en Mar del Plata en 2016, es una herramienta de información, análisis, debate y acción creada por Cooperativa lavaca con el objetivo de generar el primer padrón autogestionado y público de femicidios y travesticidios de Argentina.
Mediante una docena de padrones que se actualizan diaria y mensualmente se construye una cartografía de la violencia y la descripción de cómo opera el Poder Judicial, la policía y las pocas medidas de protección con la que cuentan las víctimas antes de ser asesinadas.
De los 277 femicidios y travesticidios:
- 25 habían realizado denuncias previamente.
- 70 de ellas tenían hijxs, lo que provoca la cifra de 161 huérfanxs. En muchos casos sus hijxs presenciaron el crimen, como en el femicidio de Rosa Vanesa Mamani Vargas, asesinada el primer día del año; o el de Ramona Isabel Morínigo, asesinada en febrero frente a su hijo de 15 años; o el de Analía Celeste Oliva, cuyos hijos de 11 y 15 años fueron quienes encontraron el cuerpo.
- Tres de ellas estaban embarazadas.
- 30 estuvieron desaparecidas antes de confirmarse que habían sido asesinadas.
- 24 eran menores de edad.
Cada una de ellas no es una cifra, son madres, hijas, hermanas, vecinas, amigas, compañeras, hinchas por las que pedir justicia.
Por eso que en este día la Secretaría de Género de Argentinos Juniors impulsa junto al Observatorio Lucía Pérez una acción para visibilizar la violencia machista en nuestro país. Esta noche, en el partido contra Barracas Central, se dejarán 277 butacas vacías de una de las plateas para poner el foco así en todas las que nos faltan. Además los jugadores saldrán a la cancha con un parche en su camiseta que recuerda la importancia de seguir reclamando por el fin de estos crímenes.
Toda la información generada por el Observatorio Lucía Pérez está disponible y es de libre acceso con el deseo de que aporte así a encontrar una solución frente a la violencia. Se puede ver acá: https://observatorioluciaperez.org/
#NiUnaMás
Jury a los jueces Gómez Urso y Viñas: sin culpa y con cargo
Absolvieron a los jueces responsables del fallo del primer juicio (2018) por el femicidio de Lucía Pérez, que fue luego anulado por el Tribunal de Casación por la falta de perspectiva de género y la re victimización de Lucía (16 años) y obligó a un segundo juicio realizado en 2023. Ese nuevo proceso, con otros magistrados, sí condenó por el femicidio ocurrido en octubre de 2016 a Matías Farías y Juan Pablo Offidani, quienes además vendían droga en la puerta de la escuela a la que concurría Lucía. Detalles de lo ocurrido hoy y la voz de Guillermo Pérez, el padre de la víctima: “Mensaje más mafioso que este no se me ocurre”.
Por Anabella Arrascaeta
Terminó hoy el juicio político a los jueces Facundo Gómez Urso y Pablo Viñas quienes fueron absueltos de la acusación de “negligencia, incumplimiento de deberes inherentes del cargo y parcialidad manifiesta” por su actuación en el primer juicio por el femicidio de Lucía Pérez. En esa oportunidad ambos –junto al juez Aldo Carnevale que evitó el proceso al jubilarse anticipadamente– firmaron un fallo vergonzoso en 2018 que, en resumen, victimizó a Lucía de su propio femicidio, y absolvió a los acusados. Esa sentencia fue anulada por el Tribunal de Casación, que ordenó un nuevo juicio realizado en 2023 en el que finalmente se condenó a los autores del femicidio.
La llegada a este jury (más allá de su resultado) sienta un precedente histórico sobre el control social y político al Poder Judicial.
El Tribunal que analizó el caso fue encabezado por el presidente de la Corte Suprema de la Provincia de Buenos Aires, Daniel Soria, y conformado por integrantes del Poder Legislativo.
No hubo audiencia sino un comunicado leído por el secretario del jury Ulises Giménez de modo virtual, y en contacto con las partes.
La familia de Lucía Pérez tuvo que ver la lectura de la sentencia por YouTube, al igual que los abogados de la querella. No se difundieron tampoco los fundamentos, que se darán a conocer mañana y se enviarán por mail a las partes.
Solo se informó la decisión unánime de absolver a los jueces y de solicitar a su vez a la Suprema Corte “la posibilidad de optimizar la capacitación en materia de género”.
El voto de absolución incluye al propio Daniel Soria y a los legisladores:
- Senador Gustavo Soos (Unión por la Patria).
- Senadora Gabriela Demaría (Unión por la Patria).
- Diputada Maite Milagros Alvado (Unión por la Patria).
- Senador Ariel Martínez Bordaisco (UCR).
- Diputada Susana Haydee González (Unión por la Patria).
Hacia el final, antes de que desconectaran la transmisión, la ex diputada Araceli Ferreyra, una de las impulsoras del juicio político, hizo oír su voz de repudio: “Lucía Pérez, presente, ahora y siempre”.
La familia: “Mensaje mafioso”
Guillermo Pérez, el padre de Lucía, habló desde Mar del Plata con lavaca:
Su primera reflexión: “Estamos asumiendo el cachetazo. Esto no es un mensaje para nosotros, es para la sociedad. Lo veo así. Ahora vamos a aclarar la cabeza, apagar los celulares, intentar dormir un poco. Todavía no hablamos con nuestro abogado”.
Sobre la absolución: “Pienso que los legisladores tienen que pagar el precio político. Los legisladores tanto como el presidente de la Corte estuvieron cuando a los jueces se los suspendió, ahí también fue por unanimidad, y ahora dicen otra cosa. Todavía no sabemos los fundamentos. Pero mensaje más mafioso que este, no se me ocurre”.
La contradicción: “Los legisladores tienen que pagar un costo. ¿Qué tengo que hacer, ir a verlo a Milei? ¿Qué tenemos que hacer? Es una contradicción este fallo, dice que tienen que hacer capacitación sobre violencia y los absuelven. Todavía no alcanzo a entender, quisiera saber los fundamentos de la sentencia”.
Otra reflexión: “Podemos tomar la sentencia, pero políticamente todo tiene un costo porque traicionaron a una sociedad. No nos traicionaron solo a nosotros. Ahora ¿quién les va a creer?”
El fallo
El fallo se dictó de manera virtual –dado que hoy se conmemora aniversario de la ciudad de La Plata y se dispuso asueto administrativo– y se siguió colectivamente en distintos puntos de Mar del Plata, La Plata, y CABA.
La familia de Lucía escuchó la sentencia rodeada de quienes la acompañan en la búsqueda de justicia en La Casa de Lucía, un espacio de encuentro y aprendizaje destinado a prevenir las violencias.
El fallo se dio a conocer un día antes de que se cumplan 35 años de la Convención sobre los Derechos de los Niños, y a menos de una semana del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
“Narcofemicidio“
El jury había comenzado el pasado lunes 11 de noviembre (https://lavaca.org/ni-una-mas/lucia-perez-asi-comenzo-el-juicio-politico-a-los-jueces-que-buscaron-dejar-impune-el-femicidio/).
Durante dos días hubo audiencias presenciales en el salón “Nunca Más” del Senado bonaerense donde desfilaron testigos convocados tanto por la acusación como por la defensa.
Los primeros argumentaron sobre el mal desempeño de los jueces Gómez Urso y Viñas, detallando momentos del juicio en los que atacaron a la familia y a sus testigos, así como los extractos del fallo que, según el representante del Ministerio Público Fiscal, Marcelo Lapargo, “desobedecieron leyes y normativas nacional e internacionales”.
Expusieron también Guillermo Pérez y Marta Montero, los padres de Lucía, quienes describieron el calvario en el que convirtió su vida tras la muerte de su hija y también tras la primera sentencia: “El primer juicio fue una tortura”, resumió Guillermo. Luego declaró Matías Pérez, hermano de Lucía, quien dijo con lágrimas en los ojos: “Lo único que sigo viendo es como se nos sigue pasando la vida pidiendo justicia”.
Luego fue el turno de Gustavo Melmann, papá de Natalia, asesinada, violada y torturada cuando era una niña de 14 años; María Elena Naddeo, ex presidenta del Consejo de los Derechos de lxs Niñxs; Laureana Malacalza que en el momento del juicio era Coordinadora del Observatorio de Género de la Defensoría de la Provincia de Buenos Aires; Natalia Gauna que en el momento del juicio trabajaba en la Defensoría y fue veedora de todas las audiencias; Fernando Fernández y Alejandro Agote, ambos trabajadores judiciales de Mar del Plata.
En esta crónica, la descripción de sus aportes e intervenciones en el jury: https://lavaca.org/ni-una-mas/lucia-perez-asi-comenzo-el-juicio-politico-a-los-jueces-que-buscaron-dejar-impune-el-femicidio/
Flavia Delmas, ex Secretaria de Políticas contra las Violencias por Razones de Género de la Provincia de Buenos Aires, sintetizó en una nota su responsabilidad en el proceso: “Estos jueces, Viñas y Gómez Urso, tuvieron que discernir qué había sucedido entre una niña adolescente de 16 años, estudiante secundaria, y dos personas mayores –uno de 23 años y otro de 41 años– que vendían estupefacientes en la puerta de su escuela. Es decir, dos hombres pertenecientes a una banda criminal que buscaba captar niñas adolescentes para el consumo. La invisibilidad de lo evidente, el afán de extirpar las jerarquías y los estatus que se desplegaron en esas apenas 24 horas previas al femicidio, es una de las principales operaciones de poder que se han producido en el juicio acontecido en Mar del Plata en 2018. Sin lugar a dudas este caso es paradigmático ya que devela un tipo de femicidios que nada tienen que ver con los más extendidos en nuestro país: los de violencia doméstica. Esto implicaba un desafío para los jueces: producir la distinción de un fenómeno creciente, que es el NARCO FEMICIDIO”. Y concluyó: “Ante este desafío, los jueces acusados en el jury tomaron el atajo corto: culpar a la víctima”.
Por su parte, la defensa convocó a tres abogados: al ex abogado de la familia de Lucía, al abogado Esteban Viñas, primo de uno de los jueces imputados e integrante de la Red de Jueces Penales; y a la abogada de Matías Farías, condenado por el femicidio de Lucía Pérez.
El proceso
El jury político que culminó hoy representa un hito de cómo luchar frente a las injusticias. La familia de Lucía Pérez, tras su femicidio, logró la anulación del primer juicio (2018) y realizar un nuevo proceso a cargo de otro Tribunal, en el que Matías Farías fue condenado a cadena perpetua por el femicidio y Juan Pablo Offidani a 15 años de prisión, considerado “partícipe secundario”. Este fallo contrastaba con el primero, que los había condenado solo a 8 años de prisión por la venta de drogas en la puerta de la escuela a la que concurría Lucía.
En el segundo juicio, llevado a cabo en 2023, los jueces Gustavo Fissore, Alexis Simaz y Roberto Falcone determinaron por unanimidad que estaba acreditado el abuso sexual con acceso carnal agravado por el suministro de estupefacientes del que fue víctima Lucía Pérez. Y en el fallo ponderaron a su vez su doble rol de víctima mujer y niña amparado por normativa internacional y nacional y por los parámetros de perspectiva de género.
Nada de esto había sido considerado en el primer juicio. Por eso, el 22 de mayo de 2019 en la Cámara de Diputados de la Nación se anunció la presentación del pedido de destitución a los jueces del Tribunal en lo Criminal N°1 de Mar del Plata: Facundo Gómez Urso, Pablo Viñas y Aldo Carnevale, quien finalmente pidió la jubilación anticipada.
Dos años más tarde, en abril de 2021, la Comisión Bicameral de Normas de Procedimiento para el Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios bonaerenses resolvió acusar a los jueces Viñas y Gómez Urso por “negligencia, incumplimiento de deberes inherentes del cargo y parcialidad manifiesta”. Desde ese momento fueron preventivamente destituidos y dejaron de cobrar el 40% de sus honorarios.
En paralelo, la Corte Suprema bonaerense aprobó este mismo año una Guía Práctica para que jueces y juezas apliquen la perspectiva de género que justamente cita ese fallo. La guía señala: “La estereotipación debe ser desarticulada” porque “trae como consecuencia la negación de un derecho, la imposición de una carga mayor o degradación, provocando de ese modo la perpetuación de prácticas que entrañan violencia y discriminación desde el Poder Judicial, pudiendo caer en violencia institucional”.
Los argumentos para la destitución de los jueces eran varios. Por parte del Ministerio Público Fiscal, el fiscal Marcelo Lapargo sostuvo en su pedido de destitución: “Si en vez de discriminar por la conducta sexual previa de Lucía, lo hubieran hecho porque Lucía era negra, judía o evangélica, estaría clarísimo, no estaríamos ni discutiendo. El tema es que la conducta sexual parece algo en lo que estamos autorizados a meternos (…) Discriminar no es un hecho menor. Discriminar a una niña, a una menor de edad, no es un hecho menor. Tratar de entender que su valía se ser amparada por las leyes se define por los hallazgos de una autopsia, no es un hecho menor”. Y dijo después a modo de conclusión: “En definitiva los magistrados causaron una grave ofensa a la familia y un grave desprestigio al poder judicial”.
Nada de esto fue tenido en cuenta para la absolución de hoy, que además reintegra a ambos jueces a sus cargos y les restituye la totalidad de sus salarios.
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