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Punto G: asambleas feministas para organizar el paro del 8M

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En todo el país se están desarrollando las asambleas feministas que organizan el Paro Internacional de Mujeres. En cada gremio, organización social y barrio también se está discutiendo qué modalidades tendrá y cómo se expresará  a lo largo de ese día este potente movimiento social que está dispuesto a parar el mundo para terminar con el sistema de violencia social económica, política y cultural. Un panorama de lo que que se está urdiendo en Capital y en el Interior.
Punto G: asambleas feministas para organizar el paro del 8M
El galpón de la Mutual Sentimiento tiene una enorme letra G, que casualmente es nombre que indica el punto exacto y más desconocido del goce femenino. La segunda asamblea feminista que se realiza en Capital para organizar el paro del 8M queda así definida, con una sola letra que lo dice todo. Hay más de ¿1.500? ¿2.000? mujeres que desbordan el predio vecino a la estación Federico Lacroze, del ferrocarril Urquiza. El debate queda inaugurado anunciando que la lista de oradoras suma 98 voces que quedaron pendientes de la primera reunión. Antes, dos legisladoras –Myriam Bregman (FIT) y Mónica Macha (Unión Ciudadana)- celebran lo evidente: estamos frente a un movimiento social potente que está protagonizando un momento histórico.

Punto G: asambleas feministas para organizar el paro del 8M

Fotos: Martina Perosa para lavaca


Ese movimiento pone aquí en escena lo que representa: una multiplicidad imposible de clasificar con etiquetas, que ha logrado con esa complejidad –y no a pesar de ella- tejer una red infinita y zurcir puntos de acuerdos básicos, indispensables para enfrentar la violencia de un sistema que se expresa también en múltiples formas.
Lo que caracterizó a este segundo encuentro fue la presencia de cómo esa red se teje en los barrios del conurbano, tras ser golpeados por la máquina abusadora.
Así fue como las compañeras de colegio de Anahí Benítez leyeron el documento que se consensuó entre alumnxs, madres, padres y docentes, que a casi un año del femicidio de esa adolescente de 15 años siguen trabajando juntxs para procesar el trauma social que produjo ese crimen, seguir el des-trato judicial que lo investiga, analizar y criticar el tratamiento mediático que cosechó, y convertir la herida que produjo en la comunidad educativa en una respuesta colectiva y organizada ante la violencia machista, no sólo como característica sexual, sino institucional.
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Así fue como el Frente de Género formado en San Martín tras el femicidio de Araceli Fulles, presentó su experiencia de trabajar juntas todas las organizaciones sociales y políticas de esa localidad para enfrentar una trama de violencia que incluye narcos de barrio, pobreza y marginalidad, sembrados por el ajuste económico en un territorio olvidado por las políticas sociales nacionales, que discrimina al municipio por tener al frente a un intendente opositor. Juntas lograron, sin embargo, obtener respuestas concretas a problemas urgentes, demandando a todas las instituciones del territorio que pongan el foco y los recursos disponibles al servicio de las violencias contra la mujer. Ahora mismo, cuentan a la asamblea, están manteniendo reuniones con las seccionales locales de los gremios y las cámaras de comercio apoyo al paro del 8M.
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Desde La Matanza, otro frente de trabajadoras sumó su voz para exigir que se sancione una ley que proteja a las empresas recuperadas por sus trabajadorxs “donde trabajan muchas de nuestras compañeras”, exponiendo así la realidad del sector en esa provincia: la gobernadora Vidal ha vetado sin piedad todas las leyes de expropiación aprobadas por el Parlamento bonaerense.
Desde la CTEP, también se explica lo evidente: “No somos planeras, somos trabajadores. Y si nosotras no laburamos, en nuestros barrios ganan los narcos”. Las Mumalá –integrantes de Barrios de Pie- suman otra postal de los movimientos sociales: “enfrentamos el ajuste con el cuerpo,  por nuestras hijas y por todos los que vienen detrás nuestro. Le hicimos el primer paro a Macri y le vamos a hacer ahora otro. Pero además de cuerpo, nosotras tenemos voz y ese día se tiene que escuchar”.
Desde Furia Trava, nos recuerdan que debemos acompañar el juicio oral que juzgará el travesticidio de Diana Sacayán para lograr –así y solo así: juntas y entre todas- que no quede en la impunidad. En tanto, una trabajadora del Hospital Posadas recorre el predio con una caja: es la colecta para sostener el fondo de huelga de lxs despedidxs.
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Fotos: Martina Perosa para lavaca


Y así, decenas de voces.
La dinámica de la asamblea es esa: por un lado, un gran noticiero de luchas contra la máquina de violencia hacia las mujeres y por el otro, una sumatoria de exigencias que irán alimentando el documento que se leerá el 8M desde el escenario. Por el otro, cada organización propone cuál será el eje central de esta convocatoria. Según se fue acomodando a lo largo del debate, la exigencia de Aborto Legal YA y frenar el ajuste aparecen como los puntos más firmes de acuerdo.
Punto G: asambleas feministas para organizar el paro del 8M
¿Y el paro?
No es en la asamblea de la Mutual Sentimiento donde se urde qué modalidad tendrá, sino en cada sindicato, organización social y grupo, que a lo largo de este mes acordará en sus propias asambleas cómo lo hará. Por ejemplo:

  • Las trabajadoras del subte se reunirán el viernes 16, a las 13, en Carlos Calvo 2363, sede del sindicato.
  • Las trabajadoras de prensa lo harán el sábado 17 de febrero, a las 10, en Solín 1158, sede de la Fatpren (habrá recreación para niñes, para garantizar la participación de la mayor cantidad de mujeres).
  • Las bancarias ya definieron que harán un paro de dos horas con batucada en la casa central del Banco Nación, tras la firma de un convenio, resultado de un reclamo que hicieron para garantizar contención, apoyo y recursos para las compañeras víctimas de violencia machista. El convenio será suscripto por el sindicato, la comisión interna del Banco Central, la secretaria de Derechos Humanos y el Instituto de la Mujer y contempla tanto casos de violencia familiar como de acoso laboral.
  • El gremio de SUTEBA plantea en asambleas y plenarios que el paro sea de 24 horas y se enmarque dentro del plan nacional de lucha que los docentes están llevando a cabo para demandar al Estado el cumplimiento de las paritarias, tal cual corresponde por ley.

Punto G: asambleas feministas para organizar el paro del 8M
El 8M habrá marcha, habrá acto y habrá paro, pero en estas asambleas se cocina el tono que tendrá la convocatoria y por eso, hay que hablar, hay que escuchar y hay que abrazar a todas las voces que allí se expresan. Cuando más sean, más potencia tendrá el 8M. Ese no es el secreto, sino el Punto G del movimiento feminista: es goce si todas somos todas.
Este viernes a las 17.30 hay otra cita: agendala.
Punto G: asambleas feministas para organizar el paro del 8M
La marea feminista es nacional
La asamblea en la Mutual Sentimiento es el nodo que convoca al feminismo de Capital y el Gran Buenos Aires. Así como no es el único en el que se debate en esos territorios el 8M, tampoco representa por sí solo, la compleja trama del feminismo argentino. Para dar una idea, estas son algunas de las actividades que de cara al 8M se están tejiendo en el interior del país.

  • Rosario:

( Informe de El ciudadano web)  En Rosario la organización empezó el 22 de enero con una asamblea feminista de más de 300 mujeres, lesbianas, travestis y trans en La Toma (Tucumán al 1300). En el trabajo en comisiones, que continúa todos los lunes, uno de los focos está puesto en lograr el apoyo de los gremios, que en su mayoría están conducidos por varones. El año pasado la Central General de Trabajadores (CGT) no tomó posición. Las mujeres de los gremios aumentaron la participación en espacios feministas y buscan llevar la discusión a sus organizaciones.
Estatales: Las trabajadoras nucleadas en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) quieren que el paro del 2018 sea de 24 horas. El año pasado pararon tres horas y lo hicieron con pancartas y carteles en los lugares de trabajo. El 25 de noviembre pasado, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, hicieron un paro de dos horas. En el gremio, el 56 por ciento de los afiliados son mujeres. Según la secretaria de organización, Liliana Leyes, la proporción de trabajadoras es aún mayor si se suman las que no están agremiadas.
“Será una huelga de mujeres porque creemos que en el Estado se repiten los esquemas de división injusta del trabajo que se dan en todo el mundo. La mayoría tenemos asignados los roles de cuidado, como las enfermeras, porteras o las que hacen tareas de limpieza. Es un paro de mujeres y no de varones porque tenemos que parar y marchar por nuestro derechos y para que se note lo que vale nuestro trabajo”, explicó Leyes.
Las trabajadoras municipales participan de la asamblea feminista a través de las mujeres del Movimiento Sindical Rosarino (MSR), un grupo de gremialistas que se organizó a partir de la primera marcha de Ni Una Menos en junio de 2015. El año pasado pararon una hora al mediodía. Yamile Baclini, secretaria de Desarrollo Humano, explicó a El Ciudadano que las actividades previstas para este año incluyen la marcha, talleres de sensibilización y la adhesión al paro de acuerdo a la decisión que se tome en la asamblea feminista. En el gremio el 55 por ciento de los afiliados son mujeres.
Docentes: En el gremio docente el paro dependerá del plan de lucha de la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera) a nivel nacional. Está atado a la discusión paritaria y la votación de las bases. El año pasado fue incluido en el calendario de las huelgas docentes. Fue de 24 horas y convocó a mujeres y varones.
María de los Ángeles Menna, secretaria de Cultura de Amsafé, contó que buscarán repetir la ecuación con una huelga de 24 horas y que las docentes participan de la agenda de movilizaciones. “Educamos a niñas y a niños y por lo tanto también la formación de los docentes varones es importante. Es clave que nuestros compañeros varones estén formados”, dijo sobre la adhesión al paro de los hombres.
Desde Amsafé Rosario, Cladia Semino contó que muchas integrantes de la comisión directiva participan de la asamblea del 8 de marzo. Esperan las definiciones que saldrán de las consultas a las bases y del plan de lucha nacional, con el paro total como norte.
Silvana Cadahia, de Sindicato Argentino de Docentes Privados Seccional Rosario (Sadop), dijo que el paro de mujeres es parte de la lucha a nivel nacional contra las políticas de ajuste de Cambiemos. El gremio es parte del MSR y participa de la asamblea feminista. “Las docentes y los docentes estamos en un momento muy delicado. El gobierno no convoca a paritarias y todos sabemos que la discusión salarial docente es el piso para el resto de los trabajadores. La agenda de género siempre está presente pero hoy está atada a la coyuntura de pelea contra el ajuste”, opinó.
Las docentes universitarias nucleadas en Coad aún no habían definido, la modalidad de paro. Este jueves, la comisión directiva lo tratará en reunión. La secretaría de Género del gremio participa de la asamblea feminista y varias de sus integrantes forman parte de Ni Una Menos Rosario. El año pasado, la huelga en ese ámbito fue de tres horas, de 12 a 15. Si bien aún no resolvieron cómo parar, sí confirmaron que convocarán a marchar.
Bancarias: Las trabajadoras nucleadas en La Bancaria son parte del MSR y de las asambleas de La Toma. La modalidad de paro dependerá de la conducción a nivel nacional. En Rosario las afiliadas representan el 48 por ciento del total. Analía Ratner, de la Secretaría de Género del sindicato, dijo que lo fundamental es encontrar un horario común a todas las bancarias del país. El año pasado pararon una hora y después marcharon. Al igual que los docentes, la discusión paritaria aparece como un condicionante. “Tuvimos una oferta del 9 por ciento y llevamos adelante un plan de lucha por nuestros puestos de trabajo”, agregó.
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  • Chaco:

(Informe de diario Norte) “Queremos que los sindicatos puedan adherir, haciendo la comunicación formal a la Dirección de Trabajo para que las compañeras que decidan parar estén amparadas por la ley. De esta manera también se garantiza que otras compañeras más puedan sumarse”, explicó Andrea Azzetti, delegada de ATE Chaco y militante feminista. Cecilia Solá, miembro de NiUnaMenos Chaco, explicó que hasta el momento cuentan con la adhesión de ATE y UPCP y están en reunión con otros y otras secretarios gremiales para que las mujeres que decidan parar estén protegidas.

  • Catamarca:

Las reuniones para organizar el paro del 8M son los jueves y en la facultad de Humanidades de la Unca.

  • Neuquén:

La Asamblea Ni una Menos de Neuquén se reúne cada jueves a las 18.30, en Olascoaga y Sarmiento, Neuquén Capital. Son citas de encuentro y organización, algunas de agite callejero, otras de asambleas de debate.

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Fotos: Martina Perosa para lavaca

  • Córdoba

(Informe El Resaltador) “Estamos comenzando a trabajar el paro del 8M con los colectivos Ni Una Menos del interior de la provincia”, comenta Silvina Bustos, quien forma parte de la asamblea que se reúne los jueves a las 19, en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Córdoba (Obispo Trejo 241). Bustos resume los temas que están trando “sobre todo, tenemos que pensar fuertemente es la reforma laboral que afecta con más fuerza a todas las mujeres y los cuerpos feminizados, es decir trans, travestis y lesbianas”. Luciana Torres de Pan y Rosas explicó que en Córdoba otro de los ejes del paro es el tema del aborto no punible, que en esa provincia no se cumple: está frenado desde hace seis años por un amparo que presentó el Portal de Belén.  “También vamos a discutir los límites que tiene la política del Gobierno provincial para resolver y prevenir femicidios”.
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5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

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Pasaron cinco años del femicidio de Cecilia Basaldúa en Capilla del Monte. Tres años de un juicio que absolvió a un imputado sin pruebas. Cuatro fiscales, cuatro policías presos y numerosas movilizaciones, desde Buenos hasta Córdoba, para exigir la verdad, ese compromiso que aún es la certeza que falta.

Fotos y crónica de María Eugenia Morengo para cdmnoticias.com.ar

25 de abril. Cruz del Eje. El GPS calcula unos 2 kilómetros. La entrada a la ciudad está envuelta de un aire viscoso. Una avenida se extiende en silencio y después de atravesarla, la llegada a los Tribunales se convierte en un ritual: una reminiscencia de lo que fue, una promesa de lo que debe ser. El pedido por Verdad y Justicia, es una demanda que crece. Cada letra se ubica en el mismo lugar que ocuparon tres años atrás. Las escaleras de la justicia cruzdelejeña son de un cemento gastado. Raspan, duelen.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

¿Qué pasó en Capilla del Monte? El papá y la mamá de Cecilia, Daniel Basaldúa y Susana Reyes, están cargados de bolsas, llenas de carteles con el rostro de su hija, multiplicado. Son como una red que se estira a lo largo de esos 868 kilómetros que conectan a Buenos Aires con el noroeste de Córdoba. El camino recurrente que transitan para llegar a la verdad..

Sin previo aviso, adentro del edificio de Tribunales Daniel y Susana se anuncian. Quieren ver al todavía fiscal Nelson Lingua, quien aún está a cargo de la investigación de la causa, antes de que asuma como nueva fiscal, Sabrina Ardiles. Afuera todavía se respira la niebla. La espera alerta a los policías. Quieren saber si van a venir más personas.

      – Lo hacemos para cuidarlos –dice la mujer de uniforme.

Piden datos, intentan tomar nota de lo que es una rutina inventada.

–La policía a nosotros no nos cuida –reacciona Susana y en un intercambio sin sentido, se alejan.

Silvia Rivero es la prosecretaria de la fiscalía, se acerca afuera y los llama. El fiscal se hizo un lugar en la agenda del día viernes. Adentro, el reflejo del piso de tribunales es como un espejo que se extiende, entre mocasines, tacos, alpargatas y zapatillas.

La preocupación de la familia es evidente. El recibimiento del fiscal es cordial. Se explica ante los recientes cambios que pronostican para el mes de mayo a Sabrina Ardiles, como la persona que estará sentada en el mismo sillón inmenso de cuerina, desde donde ahora, les habla Lingua. La dra. Rivero, también explica, y confirma que nunca se dejó de investigar. La necesidad de la confianza es una tregua durante esa hora de reunión, los tecnicismos se suspenden y las palabras se abren en una cronología de datos, guardados en la memoria indeleble de Daniel Basaldúa.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

La medida del tiempo de la causa, son las fojas de expedientes que se acumulan. La inspección judicial realizada en el mes de agosto del año 2024, por los posibles lugares donde Cecilia pudo haber estado en Capilla del Monte antes de su muerte, dejó en evidencia la dudosa hipótesis de la anterior fiscal de Instrucción de Cosquín, Paula Kelm, quien había asegurado que Cecilia había llegado por sus propios medios al lugar donde apareció sin vida. Mientras que en el transcurso de estos años, cada vez son más los policías que estuvieron en la búsqueda e investigación, presos por violencia de género:

Adrián Luquez, ex sub comisario, detenido por amenazas con armas de fuego a su pareja. Hoy en libertad, se fue a vivir a San Luis. Ariel Zárate, ex sub comisario de la Brigada de Investigaciones de la Departamental Punilla Norte –preso por violencia de género.  Diego Concha, ex director de Defensa Civil, encargado de la búsqueda –condenado a prisión perpetua por el crimen de Luana Ludueña y por la causa de violencia de género hacia su ex mujer, y Diego Bracamonte, ex comisario departamental, a cargo del operativo de la búsqueda –preso por violencia de género.

El tiempo de la justicia es una curva enredada, en apariencia, inofensiva. El tiempo de la justicia es el de las burocracias que definen su forma de proceder. El tiempo, es de una lentitud que lastima. Las letras se vuelven a guardar.

Son las cuatro de la tarde y el sol avanza en la siesta de Capilla del Monte. En la plaza San Martín, alrededor del Jardín de la Memoria, se arman los gacebos, se pone un aguayo, se llena de flores. Rojas, amarillas, lilas, celestes, el monte aún está florecido. Contrayerba, lavanda, romero, palo amarillo, incayuyo, ruda, los sahúmos se arman. Una compañera comienza a preparar el fuego.

Más lejos, sobre la calle Pueyrredón, en la puerta de la Secretaría de Turismo, la concentración crece. Llegan de todas las direcciones. Con tambores y repiques, con banderas y ofrendas. Una combi estaciona, descienden vecinos y vecinas que subieron en Córdoba y en distintas partes del Valle de Punilla.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

La batucada suena, es un comienzo en cuenta regresiva. La marcha avanza a contramano. Hay una indignación que toma el ritmo de los tambores, trepa en el repique y todo se hace canción. La calle techada de Capilla del Monte es un anfiteatro de barricadas. Los sonidos viajan a través de la mejor acústica para el reclamo: ¡Vecino, vecina, no sea indiferente nos matan a Cecilia en la cara de la gente. Cecilia presente!

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“Este es un día especial y este lugar es especial porque tiene mucho que ver con lo que le pasó a Cecilia”, comienza Daniel en la puerta de la comisaría de Capilla del Monte, “hay muchos policías involucrados en el caso. Ya lo hemos denunciado muchas veces, pero parece que no alcanza”, dice mirando a los uniformados que permanecen parados como  granaderos.

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Daniel les recuerda que durante el año pasado, la policía de Capilla debió haber realizado  notificaciones a tres personas para declarar en los Tribunales de Cruz del Eje, pero no lo hicieron. Las testimoniales pudieron efectivizarse, porque intervinieron los abogados de la querella, Daniela Pavón y Gerardo Battistón. En ese mismo reclamo, la abogada Pavón  se acerca y también hace pública la falta de atención institucional que hay para las víctimas de violencia de género en la localidad.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje
Susana, Daniel y Daniela Pavón

La familia de Ezequiel Castro, asesinado por la policía de Córdoba, se adelante y los abraza. Alguien grita que ahí mismo, en la comisaría, apareció ahorcado Jorgito Reyna, hace 12 años, atado con la manga de su campera a la reja de una ventana, pocos centímetros más alta que él. Que su causa, también sigue impune y que los golpes que tenía no fueron suficientes para demostrar  que lo habían torturado. Que a pesar de no bajar los brazos, las familias sienten que el duelo es un proceso tan profundo, como inacabado.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

Susana y Daniel permanecen frente a una multitud, observan hacia adelante y hacia atrás. Saben que la comisaría es señalar lo que siempre llega al mismo lugar: complicidad. “A las chicas les pedimos que no tengan miedo, que denuncien -acentúa Susana- que no se dejen asustar con los policías ni con nadie, nadie tiene derecho a venir a violentarnos”.

 El espacio público es un canal clave para recordar que los asesinos de Cecilia están libres, “y que muchos andan dando vueltas por acá”, dice Daniel y remarca que no dejarán de venir a Capilla del Monte, hasta que los responsables del femicidio de su hija, estén presos.

La llegada a la plaza San Martín es un círculo de candombe que la nombra. Hace cinco años que se insiste en las mismas palabras, como un tajo que se abre en el cemento, una cicatriz que se agranda en medio de la incertidumbre: ¿Qué pasó con Cecilia?

Tal es el encubrimiento que las responsabilidades se hacen obvias.

La ronda se acerca al altar. Es un asedio a la justicia que falta. Desde el micrófono se invita a dejar una ofrenda en memoria de Cecilia, a conjurar entre todas y todos ese momento, esa memoria. En el  centro de una plaza que se anochece, resuena una voz grabada -desde algún punto del Abya Yala- Lolita Chávez, lideresa maya de los pueblos K’iche de Guatemala, habla entre los yuyos que comienzan a perfumar lo que no se puede detener. Cada rama seca que se enciende se hace una intención, un pájaro que se dispara, restos del día que se van:

 “Hoy 25 de abril levantamos nuestra fuerza sagrada, y nuestro poder popular feminista. Reconociendo la memoria, la historia, el vientre en la sangre, de Cecilia Basaldúa. Ese femicidio no debe quedar en la impunidad (…). Con la fuerza de nuestras ancestras, con los fuegos sagrados que encendemos, levantamos nuestra expresión de indignación  y lo comunicamos a los cuatro puntos cardinales. Para que nunca más haya este tipo de violencias contra nuestras vidas”.

Las copleras y la poesía toman el escenario. Las y los músicos hacen de Cecilia esa canción y en el centro del caldero caliente, el humo abre el cielo: hay una memoria que se desprende y una vida que cambió de idioma.

5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje

En medio del algarrobo que sostiene los carteles de Memoria, Verdad y Justicia, una placa de cerámica con el rostro de Cecilia, también observa. El día queda atrás y en el fondo de la noche, las palabras todavía están en suspenso, son un silencio que pronto dirá.


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Imágenes de la marcha a Plaza de Mayo: los jubilados siguen haciendo lío

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Jubilados y jubiladas se movilizaron desde el Congreso de la Nación hasta Plaza de Mayo en una nueva jornada de reclamos y denuncia por los ingresos de pobreza que perciben y el fin de la moratoria previsional, cuya prórroga sigue durmiendo en Diputados. Como siempre, los carteles manuscritos fueron una forma de expresión y creatividad. En uno se leía: «Francisco está feliz. Jubilados haciendo lío!!!»

La marcha comenzó nuevamente con un operativo desproporcionado con las cuatro fuerzas federales -PFA, Gendarmería, Prefectura y PSA- que reprimió la protesta pacífica: la Comisión Provincial por la Memoria contabilizó una persona detenida y 13 heridos por efectos de los gases lacrimógenos, entre ellos jubilados y trabajadores de prensa.

Frente a la Rosada, realizaron un acto donde distintas agrupaciones de jubilados se manifestaron contra el acuerdo con el FMI y cantaron por la salud de Pablo Grillo.

«Hasta el próximo miércoles», saludaron los jubilados y jubiladas.

La próxima semana, la marcha contará con la participación de los gremios de la CGT como previa al Día del Trabajador y la Trabajadora del 1 de mayo.

Imágenes de la marcha a Plaza de Mayo: los jubilados siguen haciendo lío

Foto: Juan Valeiro para lavaca

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Escritos sobrevivientes: Un nuevo libro escrito por ex detenidos desaparecidos

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Este 24 de marzo, a 49 años del golpe, la editorial lavaca publica Escritos sobrevivientes, un libro creado junto a un grupo de personas que estuvieron secuestradas y desaparecidas en distintos centros clandestinos de represión durante la última dictadura militar. Se presenta el próximo viernes 28, pero ya podés pasar a buscarlo por MU (Riobamba 143) desde hoy. En este texto, Claudia Acuña cuenta qué representa esta obra parida en colectivo y en medio de aires negacionistas.

Por Claudia Acuña

Este libro representa muchas cosas y todas y cada una nos parecen decisivas para estos tiempos desesperados.

Ni sé por dónde comenzar a enumerarlas, así que sin orden de importancia ni cronológico enumero algunas, aunque sin duda me faltarán otras que invito a que completen quienes lo lean.

Lo primero, para mí, es reconocer el valor social, político, histórico y ético que merecen las personas detenidas-desaparecidas por la dictadura cívico militar que azotó este país desde el 24 de marzo de 1976. No olvidamos esa fecha gracias a ellas, pero no siempre se las nombra con la relevancia que han tenido para construir verdad, justicia y memoria.

A algunas de ellas he tenido el honor de escucharlas y verlas testimoniar en los juicios de lesa humanidad, pero también en los diferentes procedimientos contra la impunidad que crearon y sostuvieron para que esos juicios sucedan.

Una y otra vez.

Una y otra vez.

Una y otra vez.

Hasta lograrlo.

Solo a una pude agradecerle con palabras y lágrimas el esfuerzo, el coraje y el legado que recibíamos por su esfuerzo, pero fundamentalmente por sus vidas consagradas a hacer posible lo imposible. Fue en la puerta de los tribunales de Comodoro Py, mientras los altoparlantes transmitían la primera condena a los genocidas responsables del centro de detención clandestino y de tortura que funcionaba en la Esma. Ahora, con este libro queremos extender esas gracias a cada una, a cada uno.

Sé, porque comprendí la lección que nos daban, que no puedo afirmar que lo hicieron solo ellas, ellos. Esa es otra de las cosas que representa este libro: el saberse parte – y reconocerlo siempre- de algo más grande, más importante y más trascendente no solo del yo, sino incluso del núcleo colectivo en el que nos organizamos, reflexionamos y tomamos fuerza para resistir. Nuestras fuerzas individuales y nuestras construcciones políticas suman, activan, empujan, pero alcanzan sus objetivos cuando sincronizan con la necesidad social, con la época y con la Historia. Tienen alas porque tienen raíces y mueven al mundo hacia lugares mejores porque se sabe más grande y más poderosa que lo que nos rodea.

Eso que aquí las y los autores definen como “subjetividad sobreviviente” nos advierte eso: somos nuestros cuerpos y la sombra que proyectan, lo que hacemos y lo que soñamos, nuestras obras y nuestra imaginación, nuestros saberes y nuestra intuición, pero también y además aquellos cuerpos, proyecciones, hechos, batallas ganadas y perdidas, que nos anteceden y desbordan para fortalecernos y sostenernos de pie. Aquello que ilumina la oscuridad es la memoria sensible: de eso se trata este libro, además.

Otra: el valor de las utopías. En los momentos más aterradores hemos gritado “Aparición con vida y castigo a los culpables”. Bueno: la noticia es que hemos tenido éxito y aquí están las personas que cuando pronunciábamos esas palabras mágicas no podíamos abrazar. Algunas de ellas son las que el tercer sábado de cada mes vimos ingresar a nuestra trinchera durante el largo y desalentador año 2024. Para nosotros ese taller de escritura significó una cita con la esperanza, cada vez. Y una comprobación: el futuro se construye con el hacer colectivo, cada vez.

Por último: este no es un libro de testimonios sobre el horror de la dictadura, sino su contracara o quizá, lo que se puede pensar después de cruzar el abismo de la impunidad.

Quizá.

Me falta todavía superar la alegría de haberlo logrado, de sostener con las manos esta pequeña utopía realizada en tiempos de saqueo de recursos simbólicos y materiales, en las cuales sólo proponerlo sonaba casi irresponsable, para poder encontrar las palabras certeras, que expresen lo que representa que personas empobrecidas y violentadas podamos hacer lo que querramos financiadas sólo por el deseo y la convicción, que siempre es política.

Quizá la palabra exacta sea una sola: Argentina.

La presentación

Escritos sobrevivientes y compila una serie de textos producidos en un taller de escritura que tuvo lugar en MU durante 2024. Estos relatos abordan historias marcadas por lo que el grupo denomina «subjetividad sobreviviente». El resultado es un conjunto de textos poéticos, políticos y filosóficos, de una potencia y belleza conmovedoras.

Participan: Rufino Almeida, Margarita Fátima Cruz, Graciela Daleo, Lucía Fariña, Mercedes Joloidovsky, Eduardo Lardies, Susana Leiracha, María Alicia Milia, Claudio Niro, Silvia Irene Saladino, Stella Maris Vallejos e Inés Vázquez.

Así lo resumen sus autoras y autores: «Un grupo de compañeras y compañeros, ex detenidos desaparecidos por el terrorismo de Estado, nos reunimos en un taller de escritura para crear textos enfocados en la subjetividad sobreviviente, mientras la voz del poder alimenta el negacionismo y la reiteración del sufrimiento popular por variados medios».

El libro se presentará el próximo viernes 28 de marzo a las 20 horas en Mu Trinchera Boutique, Riobamba 143.

Podés conseguirlo desde hoy, 24 de marzo, también en MU.

Escritos sobrevivientes: Un nuevo libro escrito por ex detenidos desaparecidos
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