Nota
¿Quién quiere ser becaria?: las verdaderas respuestas de la bióloga molecular que fue a la tevé para financiar su investigación
“Esto generó que CONICET sea trending topic cuando muchas veces en las marchas lamentablemente no logramos nada”, sintetiza Marina Simian a lavaca. Es doctora en Ciencias Biológicas, bióloga molecular y dirige una investigación sobre cáncer de mama y células tumorales. Fue al programa de Telefé ¿Quién quiere ser millonario? y reveló que recibe el dinero para financiar sus investigaciones a cuentagotas, en pesos y de forma parcial. Ganó $500.000 contestando una trivia y asegura que los usará para seguir haciendo ciencia. Su denuncia, la falta de diálogo con las autoridades y la salida de la depre diaria.
“Soy científica. Dirijo un grupo de investigación, soy de CONICET en la Universidad de San Martín. Nosotros trabajamos en el desarrollo de nuevas terapias para el cáncer. Vinimos acá porque si recaudamos algo es para la investigación”.
Así se presentó Marina Simian, doctora en Ciencias Biológicas por la Universidad de Buenos Aires y Berkeley y bióloga molecular del CONICET, en el programa televisivo de preguntas y respuestas ¿Quién quiere ser millonario?.
“La situación actual es complicada y con mi equipo de trabajo pensamos que era una buena oportunidad”, explicó.
En abril la Mesa Coordinadora del Plenario de Directoras y Directores de Institutos del CONICET aprobó un documento en el que se detalla la urgencia.
Dice: “El presupuesto destinado a la finalidad ciencia y técnica cayó al 0.256% del Producto Bruto Interno (PBI) en 2018 siendo que entre 2010 y 2015 se ubicaba cerca del 0.35%. Los datos más recientes indican que, probablemente, este derrumbe presupuestario se agudice en 2019. Este recorte afecta no solamente al CONICET, organismo clave y emblemático del sistema científico, sino también a todos los organismos del sector científico y tecnológico, que incluye entre otros a la CNEA, al INTI, al INTA, etc. Si en 2018 el estado nacional hubiera invertido en la finalidad ciencia y técnica la misma fracción del PBI que en 2015, tendría que haber sumado cerca de 18.000 millones de pesos al presupuesto destinado a ese fin, que en ese mismo año ascendió a 33.000 millones. El monto del ajuste es realmente escalofriante: se ha sustraído a la finalidad ciencia y técnica un monto que supera ampliamente el total de los fondos destinados al CONICET”.
Marina trabaja en el Instituto de Nanosistemas y en la Escuela de Humanidades de la Universidad Nacional de San Martín, donde es especialista en el desarrollo de nuevos tratamientos para el cáncer de mama mediante el uso combinado de drogas tradicionales y nanotecnología. “Mi línea principal de investigación es con cáncer de mama -explica a lavaca– , tratar de entender por qué las células tumorales se vuelven resistentes al tratamiento hormonal que toman la mayoría de las mujeres que tienen cáncer de mama y en base a ese conocimiento desarrollar nuevas estrategias terapéuticas basadas en la nanotecnología. Y también tengo una línea de investigación en glioblastoma, donde el objetivo es modular las células del sistema inmune que se infiltran adentro de esos tumores de cerebro y tratar de reprogramarlas para que reconozcan el tumor como algo ajeno y lo rechacen. Somos muchos científicos en el mundo trabajando al nivel que lo hago yo. Es un grano de arena que cada uno aporta que permite que la ciencia avance”.
El equipo de Marina está conformado por una técnica y cinco becarios. Después de que una de las becarias contara en el laboratorio acerca del programa de preguntas y respuestas, ella les propuso postularse con una condición: si el equipo la acompañaba. Así fue. “Primero me hicieron una entrevista telefónica y después una entrevista presencial en donde aparte de preguntarme quién era y que les contara para qué quería la plata, también me hicieron unos “exámenes” de preguntas y respuestas. Quedé seleccionada y me llamaron dos días antes. Estaba bastante nerviosa ese día, me sentía como que iba a rendir examen. Nunca me imaginé que iba a ganar $500.000, tampoco me imaginé que iba a tener la repercusión que está teniendo”, dice desde un auto que la lleva a un canal de televisión y después a otro. “Esto generó que CONICET sea trending topic cuando muchas veces en las marchas lamentablemente no logramos nada”, sintetiza.
¿Cómo se lee esta época en la que una directora de un equipo tiene que ir a un programa de tele para financiar una investigación?
Da tristeza. Para nosotros estar como estamos no es algo lindo. Por supuesto que uno le pone toda la garra, a veces haciendo cosas como estas te salís un poco de la depre diaria. No está bueno que tu salario no se actualice con la inflación, que no te depositen los subsidios que ganaste. Vos, mientras, tenés la responsabilidad con los becarios que ya tomaste. Tenés un compromiso con estos chicos. Un becario doctoral es un estudiante de licenciatura que se destacó y que por sus antecedentes, junto a los antecedentes del director y del proyecto que se presenta en el concurso, obtienen la beca. Al tener el becario que ganó una beca como directora asumís el compromiso de que le vas a brindar a las condiciones adecuadas para llevar a cabo el trabajo que se planteó en ese proyecto particular. Personalmente me pone en una situación muy incómoda: ese estudiante tuvo confianza en mí, se acercó porque le interesaba lo que hacía. No poder brindar esa seguridad de hacer el trabajo como se planteó nos pone en una situación muy incómoda que no tenemos por qué pasar.
¿No brindarles las condiciones es que no tengan los insumos básicos?
Que no tengan los reactivos. Yo soy una privilegiada por trabajar en un campus como el de la Universidad de San Martín, que es un lujo. Pero una cosa son los equipamientos y otra cosa los insumos que necesitás en el día a día. Estos insumos son importados, se pagan en dólares y además en Argentina por lo general cuestan dos, tres, cuatro veces más de lo que cuestan en el exterior. Y no podemos usar otros insumos. En ciencia uno elige con mucho cuidado lo que compra. No es un capricho. Uno compra lo que ve que le funciona a los demás, lo que otra gente ya ha validado porque así lo que nosotros hacemos en nuestro laboratorio puede ser reproducido en cualquier lugar del mundo.
¿Cómo es la situación del subsidio que ganaron para la investigación?
Por un lado los montos estipulados para cada año no se están depositando en los tiempos que corresponden. Por lo menos a mí me están depositando la mitad de lo que me corresponde por año, en pesos. Y segundo punto: hemos tenido una devaluación muy importante y ese dinero no vale lo mismo que valía cuando presenté el proyecto.
¿Los $500.000 que ganaste qué permiten hacer?
Me van a permitir llegar hasta fin de año tranquila, capaz un poco más. Mientras, ya envié otros subsidios, ya estoy compitiendo en otros concursos tanto a nivel nacional como internacional. Espero que me salga alguno.
¿Se comunicó alguna autoridad con vos?
Por el momento, no.
¿Cómo se sigue?
Sentimos que no tenemos ningún tipo de comunicación. Personalmente pienso que no me hablan las autoridades. (Aclaración: el titular de la secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva sigue siendo Lino Barañao). No nos hablan como comunidad. Si yo fuese ministra, secretaria, algo, le hablaría a la comunidad que tengo por debajo, de eso se trata: de poder debatir lo que nos está pasando, que nos digan hacia dónde vamos. Al margen de que puedo estar de acuerdo o no, está bueno saber dónde estás parada. Hoy no hay diálogo.
Nota
Cien

Desde que se inició este año desde el Observatorio de Violencia Patriarcal Lucía Pérez registramos 100 femicidios, casi 1 por día.
La víctimas fueron desde mujeres de 83 años, como Ana Angélica Gareri, en Córdoba, a una adolescente como Pamela Romero, de 16, en Chaco; y una bebé de 3 años en González Catán.
En este 2025 ya registramos 85 tentativas de femicidio.
En el 2025 registramos en todo el país 77 marchas y movilizaciones que se organizaron para exigir justicia por crímenes femicidas.

En nuestro padrón de funcionarios denunciados por violencia de género, podés encontrar el registro clasificado por institución estatal y provincia. Hasta la fecha, tenemos contabilizados 161 funcionarios del Poder Ejecutivo, 120 del Poder Judicial, 72 del Poder Legislativo, 71 de las fuerzas de seguridad y 71 de la Iglesia Católica.

En el padrón que compila datos oficiales sobre denuncias de violencia de género, podés encontrar datos sobre cantidad de denuncias por localidad y la frecuencia con que la recibimos. Un ejemplo: este mes la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte Suprema de la Nación informó que durante el primer trimestre de este año recibió un promedio de 11 denuncias por día de violencia contra las infancias.

Otro: el Ministerio Público Fiscal de Salta informó que no alcanzan al 1% las denuncias por violencia de género que son falsas.
En nuestro padrón de desaparecidas ya registramos 49 denuncias.

Lo que revela toda esta información sistematizada y actualizada es el resultado que hoy se hace notorio con una cifra: 100.
Más información en www.observatorioluciaperez.org
Nota
5 años sin Cecilia Gisela Basaldúa: crónica desde Cruz del Eje
Pasaron cinco años del femicidio de Cecilia Basaldúa en Capilla del Monte. Tres años de un juicio que absolvió a un imputado sin pruebas. Cuatro fiscales, cuatro policías presos y numerosas movilizaciones, desde Buenos hasta Córdoba, para exigir la verdad, ese compromiso que aún es la certeza que falta.
Fotos y crónica de María Eugenia Morengo para cdmnoticias.com.ar
25 de abril. Cruz del Eje. El GPS calcula unos 2 kilómetros. La entrada a la ciudad está envuelta de un aire viscoso. Una avenida se extiende en silencio y después de atravesarla, la llegada a los Tribunales se convierte en un ritual: una reminiscencia de lo que fue, una promesa de lo que debe ser. El pedido por Verdad y Justicia, es una demanda que crece. Cada letra se ubica en el mismo lugar que ocuparon tres años atrás. Las escaleras de la justicia cruzdelejeña son de un cemento gastado. Raspan, duelen.

¿Qué pasó en Capilla del Monte? El papá y la mamá de Cecilia, Daniel Basaldúa y Susana Reyes, están cargados de bolsas, llenas de carteles con el rostro de su hija, multiplicado. Son como una red que se estira a lo largo de esos 868 kilómetros que conectan a Buenos Aires con el noroeste de Córdoba. El camino recurrente que transitan para llegar a la verdad..
Sin previo aviso, adentro del edificio de Tribunales Daniel y Susana se anuncian. Quieren ver al todavía fiscal Nelson Lingua, quien aún está a cargo de la investigación de la causa, antes de que asuma como nueva fiscal, Sabrina Ardiles. Afuera todavía se respira la niebla. La espera alerta a los policías. Quieren saber si van a venir más personas.
– Lo hacemos para cuidarlos –dice la mujer de uniforme.
Piden datos, intentan tomar nota de lo que es una rutina inventada.
–La policía a nosotros no nos cuida –reacciona Susana y en un intercambio sin sentido, se alejan.
Silvia Rivero es la prosecretaria de la fiscalía, se acerca afuera y los llama. El fiscal se hizo un lugar en la agenda del día viernes. Adentro, el reflejo del piso de tribunales es como un espejo que se extiende, entre mocasines, tacos, alpargatas y zapatillas.
La preocupación de la familia es evidente. El recibimiento del fiscal es cordial. Se explica ante los recientes cambios que pronostican para el mes de mayo a Sabrina Ardiles, como la persona que estará sentada en el mismo sillón inmenso de cuerina, desde donde ahora, les habla Lingua. La dra. Rivero, también explica, y confirma que nunca se dejó de investigar. La necesidad de la confianza es una tregua durante esa hora de reunión, los tecnicismos se suspenden y las palabras se abren en una cronología de datos, guardados en la memoria indeleble de Daniel Basaldúa.

La medida del tiempo de la causa, son las fojas de expedientes que se acumulan. La inspección judicial realizada en el mes de agosto del año 2024, por los posibles lugares donde Cecilia pudo haber estado en Capilla del Monte antes de su muerte, dejó en evidencia la dudosa hipótesis de la anterior fiscal de Instrucción de Cosquín, Paula Kelm, quien había asegurado que Cecilia había llegado por sus propios medios al lugar donde apareció sin vida. Mientras que en el transcurso de estos años, cada vez son más los policías que estuvieron en la búsqueda e investigación, presos por violencia de género:
Adrián Luquez, ex sub comisario, detenido por amenazas con armas de fuego a su pareja. Hoy en libertad, se fue a vivir a San Luis. Ariel Zárate, ex sub comisario de la Brigada de Investigaciones de la Departamental Punilla Norte –preso por violencia de género. Diego Concha, ex director de Defensa Civil, encargado de la búsqueda –condenado a prisión perpetua por el crimen de Luana Ludueña y por la causa de violencia de género hacia su ex mujer, y Diego Bracamonte, ex comisario departamental, a cargo del operativo de la búsqueda –preso por violencia de género.
El tiempo de la justicia es una curva enredada, en apariencia, inofensiva. El tiempo de la justicia es el de las burocracias que definen su forma de proceder. El tiempo, es de una lentitud que lastima. Las letras se vuelven a guardar.
Son las cuatro de la tarde y el sol avanza en la siesta de Capilla del Monte. En la plaza San Martín, alrededor del Jardín de la Memoria, se arman los gacebos, se pone un aguayo, se llena de flores. Rojas, amarillas, lilas, celestes, el monte aún está florecido. Contrayerba, lavanda, romero, palo amarillo, incayuyo, ruda, los sahúmos se arman. Una compañera comienza a preparar el fuego.
Más lejos, sobre la calle Pueyrredón, en la puerta de la Secretaría de Turismo, la concentración crece. Llegan de todas las direcciones. Con tambores y repiques, con banderas y ofrendas. Una combi estaciona, descienden vecinos y vecinas que subieron en Córdoba y en distintas partes del Valle de Punilla.

La batucada suena, es un comienzo en cuenta regresiva. La marcha avanza a contramano. Hay una indignación que toma el ritmo de los tambores, trepa en el repique y todo se hace canción. La calle techada de Capilla del Monte es un anfiteatro de barricadas. Los sonidos viajan a través de la mejor acústica para el reclamo: ¡Vecino, vecina, no sea indiferente nos matan a Cecilia en la cara de la gente. Cecilia presente!

“Este es un día especial y este lugar es especial porque tiene mucho que ver con lo que le pasó a Cecilia”, comienza Daniel en la puerta de la comisaría de Capilla del Monte, “hay muchos policías involucrados en el caso. Ya lo hemos denunciado muchas veces, pero parece que no alcanza”, dice mirando a los uniformados que permanecen parados como granaderos.

Daniel les recuerda que durante el año pasado, la policía de Capilla debió haber realizado notificaciones a tres personas para declarar en los Tribunales de Cruz del Eje, pero no lo hicieron. Las testimoniales pudieron efectivizarse, porque intervinieron los abogados de la querella, Daniela Pavón y Gerardo Battistón. En ese mismo reclamo, la abogada Pavón se acerca y también hace pública la falta de atención institucional que hay para las víctimas de violencia de género en la localidad.

La familia de Ezequiel Castro, asesinado por la policía de Córdoba, se adelante y los abraza. Alguien grita que ahí mismo, en la comisaría, apareció ahorcado Jorgito Reyna, hace 12 años, atado con la manga de su campera a la reja de una ventana, pocos centímetros más alta que él. Que su causa, también sigue impune y que los golpes que tenía no fueron suficientes para demostrar que lo habían torturado. Que a pesar de no bajar los brazos, las familias sienten que el duelo es un proceso tan profundo, como inacabado.

Susana y Daniel permanecen frente a una multitud, observan hacia adelante y hacia atrás. Saben que la comisaría es señalar lo que siempre llega al mismo lugar: complicidad. “A las chicas les pedimos que no tengan miedo, que denuncien -acentúa Susana- que no se dejen asustar con los policías ni con nadie, nadie tiene derecho a venir a violentarnos”.
El espacio público es un canal clave para recordar que los asesinos de Cecilia están libres, “y que muchos andan dando vueltas por acá”, dice Daniel y remarca que no dejarán de venir a Capilla del Monte, hasta que los responsables del femicidio de su hija, estén presos.
La llegada a la plaza San Martín es un círculo de candombe que la nombra. Hace cinco años que se insiste en las mismas palabras, como un tajo que se abre en el cemento, una cicatriz que se agranda en medio de la incertidumbre: ¿Qué pasó con Cecilia?
Tal es el encubrimiento que las responsabilidades se hacen obvias.
La ronda se acerca al altar. Es un asedio a la justicia que falta. Desde el micrófono se invita a dejar una ofrenda en memoria de Cecilia, a conjurar entre todas y todos ese momento, esa memoria. En el centro de una plaza que se anochece, resuena una voz grabada -desde algún punto del Abya Yala- Lolita Chávez, lideresa maya de los pueblos K’iche de Guatemala, habla entre los yuyos que comienzan a perfumar lo que no se puede detener. Cada rama seca que se enciende se hace una intención, un pájaro que se dispara, restos del día que se van:
“Hoy 25 de abril levantamos nuestra fuerza sagrada, y nuestro poder popular feminista. Reconociendo la memoria, la historia, el vientre en la sangre, de Cecilia Basaldúa. Ese femicidio no debe quedar en la impunidad (…). Con la fuerza de nuestras ancestras, con los fuegos sagrados que encendemos, levantamos nuestra expresión de indignación y lo comunicamos a los cuatro puntos cardinales. Para que nunca más haya este tipo de violencias contra nuestras vidas”.
Las copleras y la poesía toman el escenario. Las y los músicos hacen de Cecilia esa canción y en el centro del caldero caliente, el humo abre el cielo: hay una memoria que se desprende y una vida que cambió de idioma.

En medio del algarrobo que sostiene los carteles de Memoria, Verdad y Justicia, una placa de cerámica con el rostro de Cecilia, también observa. El día queda atrás y en el fondo de la noche, las palabras todavía están en suspenso, son un silencio que pronto dirá.
Nota
Imágenes de la marcha a Plaza de Mayo: los jubilados siguen haciendo lío

Jubilados y jubiladas se movilizaron desde el Congreso de la Nación hasta Plaza de Mayo en una nueva jornada de reclamos y denuncia por los ingresos de pobreza que perciben y el fin de la moratoria previsional, cuya prórroga sigue durmiendo en Diputados. Como siempre, los carteles manuscritos fueron una forma de expresión y creatividad. En uno se leía: «Francisco está feliz. Jubilados haciendo lío!!!»
La marcha comenzó nuevamente con un operativo desproporcionado con las cuatro fuerzas federales -PFA, Gendarmería, Prefectura y PSA- que reprimió la protesta pacífica: la Comisión Provincial por la Memoria contabilizó una persona detenida y 13 heridos por efectos de los gases lacrimógenos, entre ellos jubilados y trabajadores de prensa.
Frente a la Rosada, realizaron un acto donde distintas agrupaciones de jubilados se manifestaron contra el acuerdo con el FMI y cantaron por la salud de Pablo Grillo.
«Hasta el próximo miércoles», saludaron los jubilados y jubiladas.
La próxima semana, la marcha contará con la participación de los gremios de la CGT como previa al Día del Trabajador y la Trabajadora del 1 de mayo.

Foto: Juan Valeiro para lavaca

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.
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