Nota
Reforma educativa: qué pasó en la reunión entre el gobierno porteño y los estudiantes
Los referentes de centros de estudiantes secundarios de la Ciudad de Buenos Aires se reunieron en la Defensoría del Pueblo con la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, para conocer en profundidad la pretendida reforma “Secundaria del Futuro”. Se llevaron, inconformes, un acta que demoró más tiempo que la reunión. Los resultados: no hubo diálogo sino monólogo de la ministra, no hubo acuerdo, las tomas siguen y las dudas crecen. La crónica de hoy.
Por Sebastián Andrade para lavaca.org
Un cartel de Defensoría del Pueblo preside la sala. Funcionarios de ese organismo autónomo e independiente toman nota. Debajo, la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, junto con todo su gabinete. Justo al lado de ella, Alejandro Amor, titular del organismo autárquico, será el mediador de la primera reunión entre todos los colegios y los responsables porteños de Educación.
En frente, a la misma altura, en casi 100 sillas, los referentes de los centros de estudiantes de las 30 escuelas tomadas y de las no tomadas, también. A sus costados, padres, madres y directivos.
El moderador: Juan Pablo Arenaza. De camisa manga larga celeste y pantalones de vestir oscuros, pelo entre rubio y colorado, el legislador por el PRO era el encargado de dar, o no, la palabra.
Qué diálogo
La reunión comenzó al mediodía. La dinámica se palpitaba así: los estudiantes, por el orden por el que fueron anotados en el momento del ingreso, explicarían sus dudas. La ministra respondería. Si hiciera falta, Amor mediaría. Arenaza leería a quién le tocaba hablar.
Los jóvenes hicieron escuchar sus pedidos, que ya se venían haciendo sentir por lo bajo desde hace dos meses, cuando se conoció que el Gobierno querría realizar una “profundización de la Nueva Escuela Secundaria”.
El Futuro de la Secundaria: qué está en juego con la reforma educativa
Los alumnos (de los colegios tomados y de los otros también) unificaron los reclmos: que el Ministerio desista de implementar la reforma, ya que no hubo participación de la comunidad educativa, ni hay conocimiento de qué significa la “Secundaria del Futuro”; “no trabajar gratuitamente”; no perder horas de clase remplazadas por pasantías laborales; mejoras edilicias; viandas de calidad; un protocolo contra la violencia de género; la aplicación de la ley de Educación Sexual Integral en todas las escuelas; y el cese de intervención de policías en las escuelas.
El tono fue de respeto autoimpuesto, indignación y enojo.
La ministra introdujo la necesidad de una reforma. Caminó de un lado a otro, con la mirada baja que cada tanto apuntaba a los jóvenes. Oraba como si leyera. Monótona, pero segura.
Lo más destacado:
-Un “documento interno”, según palabras de la ministra durante esta reunión, fue el que generó el conflicto. Se trabajó “sin la colaboración de ONGs ni organismos externos”, repitió una y otra vez Acuña.
-Sobre el 70 por ciento de lo que sería la nueva currícula de quinto año, comentó: “No son pasantías ni prácticas laborales, son prácticas educativas. Tomamos en cuenta los aspectos más positivos de la Ley de Educación Nacional”.
-No hablamos de facilitadores externos, hablamos de un nuevo lugar del docente».
A los cinco minutos de esa primera intervención de Soledad Acuña comenzaron los chiflidos, como exigencias de respuestas concretas.
La situación se repitió en otras oportunidades. Ante cada pregunta de los estudiantes, el tono ya era más álgido. Largos discursos de la ministra, que comenzó a responder a los gritos diciendo que “así no se puede dialogar”. La indignación creció hasta las voces quebradas que pedían “diálogo de verdad”.
A contramano
Como llegaban las tres de la tarde, hora en la que la ministra se iría, la comunidad educativa se desesperaba. Los gritos eran cada vez más fuertes. Las preguntas y comentarios cada vez más encendidos. Acuña jugaba con eso. Miraba el celular, se sacaba pelusas del pantalón y jugaba con una bandita elástica.
El defensor del Pueblo, entre los funcionarios de Educación, rescataba que se estuvieran viendo las caras y agregó:
-Que Acuña se comprometió, después de dos meses, a publicar la reforma en el sitio web del Ministerio
-Que habría dos reuniones por día con distintos referentes de centros de estudiantes, divididos en ocho regiones a partir del lunes, y reuniones abiertas en los barrios
-Que una semana atrás no habían conseguido ni siquiera una reunión y que esta vez sí: estaban ahí.
Hasta que se cumplió el tiempo, y los estudiantes insistieron una y otra vez en la prórroga. La Defensoría del pueblo intentó labrar un acta que incluía solamente la voz de la ministra. Los estudiantes se pararon y pidieron la incorporación de sus preguntas sin respuestas. Entre ese barullo, la titular de Educación se fue de la sala.
-¿Dónde está, la ministra dónde está? -cantaron los estudiantes. La respuesta fue el pedido de silencio por parte de los adultos con chaleco del organismo autónomo e independiente. Ya con gente parada entre las sillas del ministerio (y la Defensoría) y las de los estudiantes, después de veinte minutos, volvió la ministra. Los celulares empezaban a molestar a los hombres de la Defensoría, que pedían que no grabaran.
Amor le dio la palabra a el asesor tutelar ante la Cámara de Apelaciones N°1. No quiso dialogar sin la otra parte. Esperó a Acuña.
El mediador aseguraba que la ministra volvería e iba dejando -uno a uno, y de acuerdo a los decibeles de los gritos de los estudiantes- que se sumaran más reclamos en el acta.
Un director quiso hablar. Arenaza lo cortó. La ministra profundizó las huellas en la pantalla del celular, cruzada de piernas.
Dos horas fueron necesarias para redactar el acta porque, en un principio, el acta solamente incluyó la voz de la ministra. Alaridos mediante, el defensor del Pueblo incorporaba pedidos de los jóvenes, uno a uno.
Así como no dejaron hablar a directivos, padres y madres, tampoco quisieron hacerlo con Moreno, quien, tras la presión de los estudiantes para que fuera reconocido como voz tutelar de menores de edad. Dejó algunas cuestiones en claro:
-Si la ministra no reconoce que el instructivo es apócrifo, debió haberse abierto una investigación sumarial; si implicó algún tipo de hackeo, debería realizarse una denuncia penal;
-Sin una información justa, veraz, adecuada y oportuna sobre la reforma, no se puede opinar;
-Se violó la participación activa de los estudiantes, quienes tienen derecho a ser escuchados colectivamente y, según la Ley de Educación Nacional, en la toma de decisiones.
-El gobierno de la Ciudad debe suspender por un año la aplicación de la reforma porque las tomas de escuelas en 2013 llevaron a la suspensión por un año de la Nueva Escuela Secundaria, y el entonces ministro porteño Esteban Bullrich así lo firmó.
“Nos están chantajeando con el acta”, comentaba una de las estudiantes que todavía exigen un debate público y una reunión resolutiva con la ministra.
Mañana jueves realizarán una conferencia de prensa.
El viernes, una marcha educativa contra la Secundaria del Futuro, y por el futuro de la secundaria.
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57 femicidios en el año, infancias huérfanas cada dos días: Informe mensual del Observatorio Lucía Pérez

Según datos del Observatorio de violencia patriarcal Lucía Pérez, hubo 26 femicidios durante febrero, contabilizando un total de 57 en los dos primeros meses del año. Estos crímenes dejan, a la vez, un saldo de 35 infancias huérfanas. Si bien existe una ley que obliga al Estado a brindarles una protección integral económica, de acompañamiento y de acceso a la salud, desde que asumió la actual gestión no se otorgó ninguna: la Ley Brisa no se cumple. Los otros indicadores de la violencia patriarcal de este 2025: 43 intentos de femicidio, 15 desaparecidas, 595 funcionarios denunciados.
El cuerpo de Carolina Ríos, 43 años, fue encontrado por una de sus diez hijas. Maite y Carolina, las mayores, le pidieron luego a la prensa que difundiera este mensaje : “Necesitamos ayuda para poder criar, vestir y mandar a nuestros hermanitos a la escuela. Hoy estamos destruidas, y hacemos todo lo posible para seguir adelante y no quebrarnos ante nuestros hermanos menores».
Tres días antes asesinaban a Ailén Oggero, de 32 años, delante de sus hijos de 11 y 4 años. El mayor fue quien avisó del crimen a los vecinos.
A Otilia Cubilla Jara, de 65 años, también la encontró asesinada su propio hijo.
Estos son solo tres de los 26 femicidios y travesticidios que ocurrieron durante febrero.
Una síntesis de la violencia que marca los dos primeros meses del año:





Toda la información sobre cada uno de estos casos está disponible en la web del Observatorio Lucía Pérez, el primero y único autogestionado y público.
Una herramienta de información, análisis, debate y acción creada por nuestra cooperativa.
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Trabajadores de Morvillo toman la fábrica tras el anuncio del cierre de la planta, que implica 200 despidos

Una histórica empresa gráfica de Avellaneda -donde se imprimen títulos de la editorial Perfil como las revistas Caras y Noticias– anunció su cierre dejando a 200 trabajadores en la calle. Se enteraron por un comunicado pasadas las once de la noche del martes y la respuesta fue unánime: ingresaron a la imprenta e iniciaron una permanencia pacífica en defensa de los puestos de trabajo. El Ministerio de Trabajo bonaerense dictó la conciliación obligatoria pero la firma faltó a la audiencia. Los argumentos empresariales de caída de la producción y los argumentos obreros: “Somos las principales víctimas de esta situación”.
Por Lucas Pedulla
El obrero gráfico Enrique Andina terminó su jornada de trabajo en Anselmo Morvillo SRL a las 22 horas y se marchó a su casa, como todos sus compañeros, como todos los días. Muchos estaban llegando a sus hogares cuando pasadas las 23 horas les llegó un comunicado de la histórica imprenta, que terminaba de la siguiente manera:
“Con una tristeza difícil de describir tenemos que contarles que ya no podemos seguir adelante. Sabemos acerca del impacto, no sólo económico, sino emocional que tiene para cada uno dejar parte de nuestra historia en el recuerdo, y los relatos que hemos compartido siempre con nuestras familias. Le dejamos a cada uno de ustedes, nuestra gratitud por su invaluable esfuerzo y el deseo de que todos puedan superar este trago amargo con la capacidad de levantarse que los caracteriza”.
El texto cerraba con esta firma: “La Dirección”.
Así como llegaron a sus casas, los obreros volvieron a la gráfica, ubicada en Avellaneda, municipio al sur del conurbano bonaerense. Andina contextualiza: “Somos 200 compañeros; yo tengo 17 años de trabajo y muchos tienen más de 30 y 40 años de antigüedad. En la pandemia vivimos una situación similar pero logramos mantener nuestras conquistas. Somos la gráfica que más cobraba dentro del gremio, pero esto fue imprevisto”.
La respuesta fue unánime: los trabajadores votaron la permanencia.
Avon, papel & toma
Anselmo Morvillo SRL inició sus actividades en 1974 desarrollando folletos cosméticos. En su página web cuentan que en 1988 incorporó la primera rotativa de tecnología de punta, “única en el país en esa época”, y sumó la segunda tres años después. Cuentan que crecieron más del 70% en la segunda década de los noventa y que hoy, en su planta de 13500 metros cuadrados de Avellaneda, los folletos comerciales representan un 70% de la producción, mientras que los trabajos editoriales significan el 30% restante. Andina cuenta que, entre las publicaciones, se encuentran títulos de la Editorial Perfil como las revistas Caras y Noticias.
En el comunicado que “la Dirección” les mandó a los obreros, a quienes se refirió como “queridos compañeros de tantos años”, la empresa expresó su posición:
- “Hemos atravesado las reiteradas crisis económicas de nuestro país, los cambios en el mercado gráfico con la marcada implosión por el avance tecnológico y el comportamiento poco ético de algunos de nuestros colegas competidores”.
- “Fuimos golpeados por la Presentación en Concurso de algunos de nuestros clientes y por la Quiebra de nuestro cliente número dos, ARCA Distribuidores. Luego, a la escalada de precios internacionales de la mayoría de los insumos y repuestos, se le sumó la exigencia de pago anticipado del papel y la desaparición del crédito internacional. Todas situaciones que enfrentamos con mejor éxito que muchos de nuestros colegas”.
- “En el año 2014 RR Donelley cerró su planta de Argentina, en enero de 2016 AGR también cerró sus puertas, y en enero de 2020 IPESA cerró la mayor parte de su operación”. Una aclaración: tras el abandono empresarial, Donelley fue recuperada por sus trabajadores y trabajadoras y, hoy, es una cooperativa gestionada sin patrón.
La empresa describe un contexto “tan negativo” en el que inscribió la caída del 63% del volúmen de producción: “Avon, que como bien saben representa más de la mitad de nuestro trabajo, dejó de imprimir catálogos y mudó su comercialización a internet. Esto nos dejó en una situación económica y financiera terminal”.
Los trabajadores respondieron con la permanencia pacífica y otro comunicado que respondía los argumentos de la empresa: “Todos factores ajenos a la responsabilidad de los trabajadores, que somos las principales víctimas de esta situación”.
Gris de espera
Enrique Andina integra la Comisión Interna y explica: “Estamos en permanencia pacífica para preservar las fuentes de laburo. A lo largo del día se hizo presente el sindicato. Exigimos una presentación en el Ministerio de Trabajo y también hicimos un pedido de plenario de delegados para discutir con todos los delegados los pasos a seguir”.
El Ministerio de Trabajo bonaerense dictó la conciliación obligatoria pero la empresa no se presentó a la audiencia. “Está incumpliendo -dice Andina-. Mientras tanto, nosotros seguimos sin tener comunicación de la empresa. Tampoco atienden los teléfonos. La última comunicación oficial fue el comunicado de anoche. Eso deja un gris, porque estamos en la calle sin un mango, pero no hay un telegrama de despido ni nada”.
Los trabajadores tienen sólo rumores, desde un cierre definitivo hasta la posibilidad de la llegada de inversionistas “que reclaman despidos masivos”, según denuncian. “Se olfateaba que la situación venía rara, pero nadie pensó que todo fuera de esta manera -dice-. La convocatoria acá fue masiva, y agradecemos también que se acercaron de otras ramas, como médicos del Garrahan. La intención es difundir el conflicto y rodearlo de solidaridad para lograr lo que necesitamos, que es que la patronal se siente a discutir”.
Mientras esperan, en las próximas asambleas decidirán los pasos a seguir: “Es un golpe fuerte, pero uno tiene que estar fuerte, también, por la familia. La mayoría de los compañeros son sostén de hogar. Estamos dispuestas a lucharla hasta el final y no aflojarle hasta encontrar una solución, que es sostener las fuentes de trabajo con las mismas condiciones que teníamos hasta ayer antes de recibir el comunicado”.
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Juicio a la comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu: absurdos sin pruebas

Empezó el segundo proceso judicial a integrantes de la lof mapuche, a quienes se les endilga el delito de usurpación en la localidad de Villa Mascardi, en Bariloche, Río Negro.
El juicio, a cargo del Tribunal Oral Federal de General Roca y que se realizará de manera virtual, tendrá 132 testigos que serán llamados a declarar y como mínimo, se espera que dure hasta abril. Expresan desde la comunidad: “Somos sometidos injustamente, acusados de usurpar nuestro propio territorio, el mismo que libremente caminaron nuestros kuifikecheiem (antepasados) cuando aún no existían alambrados, ni parques nacionales, ni ningún winka que con su ambición destructora mirara nuestra tierra”.
Para entender el conflicto hay que retroceder a 2017, cuando la lof inició la recuperación de su territorio a partir del levantamiento de una machi –guía espiritual y sanadora del pueblo mapuche–, y la construcción del rewe –un sitio sagrado de conexión con otras energías del espacio en donde la machi atendía a quien fuera a curarse–. La respuesta del Estado fue de terror: un operativo de desalojo comandado por la vigente ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que terminó con el asesinato de Rafael Nahuel, a manos del grupo Albatros de Prefectura, el 25 de noviembre de aquel 2017. Todo ese proceso derivó en el primer juicio contra la comunidad, donde fueron condenados siete mapuche.
Tiempo después del crimen de Rafita, la comunidad volvió al territorio hasta que en 2022, ya en el gobierno de Alberto Fernández, se ejecutó otro desalojo represivo.
En el juicio que arrancó hoy y continúa mañana, se juzga de la usurpación de distintos terrenos a Luciana Jaramillo, Yéssica Bonnefoi, Romina Rosas, Betiana Colhuan, Celeste Ardaiz Guenumil y Matías Santana. Se defienden desde la comunidad: “Nos encontramos frente a un contexto muy difícil alimentado por un sistema político y judicial perverso, que agudizó la persecución hacia el Mapuche con más violencia y encarcelamientos, con el fin de debilitarnos y quitarnos nuestro territorio”.
El juez a cargo se llama Alejandro Silva y es el mismo que presidió el proceso por el fusilamiento de Rafael Nahuel y que condenó a sus responsables con penas ínfimas.
Ataques
El contexto al que hacen referencia refiere a un gobierno que agudizó el hostigamiento preexistente hacia el pueblo mapuche, además de un avasallamiento de derechos a las 40 naciones originarias que habitan lo que hoy es Argentina. Algunos ejes de esa persecución: el desguace del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI); el decreto que barrió a la Ley de Emergencia Territorial Indígena (26.160) que mantenía la suspensión de los desalojos sobre tierras comunitarias de los pueblos originarios y que allanó el terreno para el desarraigo de la comunidad Paillako a principio de este año; y el señalamiento sin pruebas como causantes de los incendios en la Patagonia. Por citar un caso, Victoria Heredia Núñez, integrante de Lof Pillan Mahuiza, cumple arresto domiciliario desde el 12 de febrero acusada del incendio en la Estancia Amancay, en la localidad chubutense de Trevelin, pese a demostrar mediante georreferenciación que al iniciarse el fuego estaba a más de 90 kilómetros.

La gente de la comunidad frente a la policía durante una inspección ocular en octubre de 2023. Fotos: Jaime Carriqueo
Absurdos
La defensa de la comunidad está a cargo de la Gremial de Abogadas y Abogados. Uno de ellos, Gustavo Franquet, le dice a lavaca ni bien concluida la primera audiencia: “Esto comenzó en 2017 y estamos en 2025; llevamos más de 7 años donde se supone que juzgados de instrucción federal, fiscalías federales, fuerzas federales de investigación como Gendarmería, la Policía Federal y Prefectura investigaron a la comunidad y no pudieron conseguir elementos para acusarlos de otra cosa que no fuera usurpación, motivo por el que ni tendrían que estar en el banquillo. El Estado argentino, desde la Constitución de 1994, reconoce los derechos preexistentes de los pueblos originarios, por lo que no puede ni debe criminalizar el conflicto territorial; en una recuperación, no hay delito. Si esto fuera juzgado como corresponde, no pueden de ninguna manera condenar a nadie”.
En cuanto a cómo abrió el juicio, cuenta: “Sólo en un par de horas que duró, ya se cometieron varios despropósitos jurídicos, aunque estamos seguros que lo más horroroso de este juicio está por venir; vamos a escuchar cosas muchísimos más jodidas, hoy fue un precalentamiento”.
¿Qué despropósitos?
Entre las barbaridades que dijeron, hubo tres que no se pueden creer.
A una de las mujeres, Yéssica Bonefoi, la quisieron acusar de la usurpación de una cabaña, que cuando la fiscalía pidió la elevación a juicio, ni se mencionó. Fue algo insólito, porque no pueden inventar elementos nuevos. Pidieron un cuarto intermedio y cuando volvimos retiraron ese planteo porque obviamente estaba fuera de lugar. Es tanta la voluntad de persecución, de acusación gratuita, que ni se fijaron en eso.
Un segundo despropósito es que cuando se produce lo que llaman la usurpación del ex Hotel Mascardi, una de las acusadas (la machi Betiana) seguía siendo menor. Por ley de minoridad, hay todo un proceso que en este caso no se cumplió cuando se acusa a menores de entre 16 y 18 años y que ahora imposibilita al juez a dictar sentencia contra ella. Como una cuestión lógica le exigimos al juez que no la someta al juicio, y en vez de aceptarlo, dijo que lo va a decidir al final del proceso. Algo totalmente absurdo y re victimizante para la machi.
Y un tercer punto que es la pretensión de la fiscalía y de las querellas de que consideren a la usurpación como un delito continuado. Se denomina con esta tipificación a delitos como la desaparición forzada, o un secuestro, pero no a una usurpación, que es un tipo específico de hurto o de robo, en este caso de un inmueble. Si alguien comete un robo, el delito es en ese momento, no continúa en el tiempo. Ahí hay otro absurdo.
Truchos
En 2022, antes del segundo desalojo a la comunidad Lafken Winkul Mapu, se incendió un trailer y un remolque de Gendarmería. Desde los gobiernos provinciales y nacionales se acusó al pueblo mapuche, al igual que de usurpar una cabaña. Recuerda Gustavo: “Ahí empezó toda esta farsa. Esa zona está protegida por fuerzas federales, pero señalaron a la lof y así allanaron el camino para desalojarlos”.
Ese desalojo fue brutal, con más de 250 efectivos del Comando Unificado que irrumpieron en el territorio. Romina Rosas, una de las mapuche detenidas, estaba embarazada de ocho meses y fue golpeada y arrastrada por el piso; días después, parió a su bebé rodeada de policías. Celeste, decía esto de aquel 4 de octubre de 2022: “Me tiraron al suelo, a mí y a mi nena de 5 años. Nos apuntaron con el arma en la cabeza. Fue una cacería”.
Retoma Gustavo Franquet: “A las seis personas que están enfrentando el juicio jueces federales les dictaron su falta de mérito, porque no hay ningún elemento que los ligue a lo que se los acusa. Toda esta causa es trucha porque fue creada para criminalizar, para desalojar y para allanar a la comunidad. Y por ende, todo este juicio es trucho”.
Lafken, en mapudungún, significa espejo de agua. Winkul, espíritu guardián de la montaña. Y Mapu, tierra. Desde la lof Lafken Winkul Mapu, concluyen: “Seguimos llamando a la unión, a mantenernos fortalecidos en nuestro feientun (creencia) y esencia mapuche. A enfrentar al winka con nuestra verdad, por más que el aparato estatal utilice todos los medios a su alcance para difamarnos pretendiendo poner a la opinión pública en nuestra contra, con falsas acusaciones. Pero tenemos total confianza en la fortaleza de nuestro pueblo milenario que ha resistido y preservado el territorio a pesar de los atropellos”.

Matías Santana, la Machi Betiana, Luciana Jaramillo y Romina Rosas son cuatro de los seis acusados, durante la primera audiencia del juicio en su contra.
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