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Sin residentes no hay hospital: cómo se gestó un triunfo histórico

Luego que la Legislatura diera marcha atrás y por unanimidad suspendiera el proyecto que precarizaba las condiciones laborales de trabajadores de la salud, residentes y concurrentes volvieron a las guardias, pero fueron recibidos por las autoridades médicas con aprietes y una persecución que incluye listas negras. “Quieren disciplinarnos y que estemos con la cabeza gacha, como era antes de toda esta lucha”, advierten a lavaca. Sin embargo, subrayan que ya no hay vuelta atrás. Cronología de una lucha que ya es histórica.
Por Alejandro Volkind
1. Un lucha histórica
En las mismas baldosas de la Legislatura donde hace ocho días el aire se llenó de gas pimienta, el jueves se respiró lucha y felicidad. Tras una semana de paro, residentes y concurrentes lograron que el jefe de Gobierno porteño, reelecto con el 55% de los votos, tenga que dar marcha atrás con una ley que los precarizaba aún más.
Los mismos 34 diputados que el 28 de noviembre no detuvieron la sesión para frenar la represión, levantaron la mano para suspender la medida que habían votado e incorporar a les trabajadores residentes y concurrentes en la discusión de una nueva ley.
¿Qué pasó entre una sesión y otra? “Una explosión”, intenta explicar Carla, residente del Hospital Tornú. “Fue una semana que se transformó en un curso acelerado de política: organizar asambleas, mandar miles de mensajes de watsap, discutir la importancia del paro, entender cómo juegan los sindicatos y pensar las estrategias a seguir con el gobierno”.
A continuación, elementos para entender cómo se tejió un triunfo histórico que obligó a dar marcha atrás al gobierno porteño y que ya cruzó la General Paz.
2. 144 horas en guardia
En la puerta de la Legislatura, Angie se arremanga el guardapolvo y muestra el moretón. La marca violeta en el brazo derecho tiene una semana y le sirve de referencia: ahí comenzó todo, con los golpes de la policía y los 34 legisladores del oficialismo decidiendo que el trabajo que hace todas las mañanas como psicóloga concurrente en el Hospital Moyano no merece remuneración, ni obra social, ni ART.
Ese jueves Angie volvió a su casa masticando bronca pero con una certeza: había que luchar. Si adentro de la Legislatura había ganado la rosca y el aparato, afuera se vivió una democracia más profunda y directa. Tras la represión, en asamblea, les trabajadores habían decidido convocar a un paro por tiempo indeterminado, convencidos que sin residentes y concurrentes, no hay hospital.
En la frase, se comprobaría más tarde, no había metáfora ni exageración: el viernes 29, los 34 hospitales y centros de salud de la Ciudad solo quedaron cubiertos por personal de planta. “Las guardias quedaron vacías y se puso a la vista que no había nadie laburando”, comenta Marina, médica clínica del Cesac 36 de Floresta. “Eso es lo que fue histórico”. La centralidad de los residentes en el sistema de salud quedó tan de manifiesto que la propia Asociación de Médicos Municipales, cercana al jefe de Gobierno, tuvo que manifestarse y llamar al paro.
Para Julián, sociólogo y residente del Hospital Tornú, la clave fue la profundidad que tuvo el movimiento. “Logramos constituir asambleas en cada hospital y llegar a servicios que son los nervios de cada edificio, como cirugía o clínica médica”. Comenzaron a destrabar la fragmentación que existe en los hospitales entre residentes, trabajadores de planta y enfermeros. De a poco, empezó a surgir un espíritu: si ganaban los residentes y concurrentes se habilitaba el terreno para conseguir el conjunto de reclamos de la Salud Pública.
3. Militar las redes
El fin de semana los encontró de paro y con las redes sociales como terreno a conquistar. “Invitamos a hacer viral el hashtag #NoAlaLeyDeResidentesyConcurrentes contando sus experiencias como residente/concurrente para que se den a conocer nuestras condiciones laborales”, planteaba la escueta invitación.
La respuesta fue masiva:
- “Los R1 teníamos tanto trabajo que los primeros meses no bajábamos a almorzar. Nos daban guardia ´castigo´ (3era o 4ta en la semana) Como era la única mujer me mandaban a lavar los platos. ´De ahí vengo´, les decía con altura. Pero me iba a llorar”.
- “La ultima de mi hospital esta semana un concurrente hizo el traslado de un preso solo!…recordemos q el concurrente no tiene art!!! Se supone q la actividad es supervisada! Ni la ley vieja cumplian!!!”
- “Era concurrente, con régimen de residencia. Me pinché con una aguja previamente usada en un paciente retro positivo. Como no tenía ART tuve que pagar de mi bolsillo el tratamiento preventivo para VIH”.
La presión mediática tuvo efecto. El lunes, cuarto día de paro, mientras el hashtag #SinResidentesNoHayHospital fue trending topic en las redes, la ministra de Salud e ideóloga del proyecto Ana María Bou Pérez, tuvo que salir a reconocer en los medios que la ley “no había sido muy trabajada con los residentes” y se vio obligada a convocarlos.
El movimiento se fue extendiendo y quebrando complicidades sindicales, vínculos jerárquicos dentro de los hospitales y hasta lealtades políticas. “Cuando entramos al Ministerio”, cuenta Julián, “los empleados nos aplaudieron y hasta el subsecretario nos manifestó cierta simpatía”.
La ministra estaba cercada en su propia oficina. Sin embargo, mostró los dientes: la ley no se toca, dijo, y los prepoteó desde el bolsillo. Mientras se hacía la reunión, residentes y concurrentes recibieron un memo del ministerio de Hacienda que avisaba que se les estaban descontando los días de paro. “En la reunión con Bou Pérez sentimos que nos tomaron el pelo”, sintetiza Federico, médico residente del Hospital Gutierrez.
Les trabajadores respondieron a la provocación con nueve letras: “Veto o Paro”. La nueva consigna apuntaba directo a Horacio Rodríguez Larreta, y en sus oficinas decidieron instalarse.
4. Treinta y cuatro sillas blancas
En la moderna sede del gobierno porteño todo luce como en una revista de diseño: grandes espacios, mucho vidrio y detalles de madera y hormigón. El miércoles 4, en este rincón de Parque Patricios donde el silencio es salud, los bombos y redoblantes sonaron con fuerza. Cientos de residentes y concurrentes instalaron una carpa y a la par que ofrecían cursos de RCP y primeros auxilios a los transeúntes, buscaban entregarle un petitorio con 100 mil firmas para derogar la ley al jefe de Gobierno.
Durante horas, los redoblantes siguieron exigiendo la reunión y a cada hora el acampe se hacía más numeroso. Finalmente, y viendo que hasta los propios empleados del edificio comulgaban con les trabajadores de la salud, los candados se abrieron. Mientras les 34 delegades de los hospitales entraban al edificio, cientos de residentes colgados en las rejas musicalizaban la escena. “Unidad de los trabajadores y al que no le gusta, se jode”.
La reunión fue difícil, cuenta Marina, residente y delegada del Cesac 36. “Primero pidieron que entráramos tres representantes, después diez y como nunca accedieron a que lo viéramos a Rodríguez Larreta, les dijimos: ´Si es con ustedes, pasa uno por hospital´».
Los funcionarios, encabezados por el secretario general Fernando Straface, acomodaron 34 sillas blancas en ronda y se dispusieron a escuchar. “Adentro nos pusimos muy firmes. Queríamos la suspensión, sí o sí, y no nos íbamos a ir sin nada por escrito”, cuenta Belén, delegada del Hospital Santojanni. Tras 90 minutos, salieron con el acta donde el gobierno se comprometía a dejar sin efecto la ley 2828 y “constituir una mesa de trabajo que contemple la participación de residentes y concurrentes a los fines de elaborar una nueva Ley”.
Al día siguiente todo fue un trámite. El primer proyecto que trató la Legislatura fue el que dejaba sin efecto la ley aprobada siete días atrás por la mayoría oficialista y, esta vez, fue votado por unanimidad.
Afuera, estalló el festejo.
5. Nadie va a volver igual a su hospital
Luego del enorme triunfo, residentes y concurrentes volvieron en la mañana del viernes a las guardias y fueron recibidos por las autoridades médicas con aprietes y una persecución que incluye listas negras. “Quieren disciplinarnos y que estemos con la cabeza gacha, como era antes de toda esta lucha”, advierte Julián, quien comenta que en su Hospital, el Tornú, se vivieron situaciones muy violentas en las unidades de clínica médica.
Sin embargo, para Belén, en la última semana se activó algo que no se desarma rápidamente. “De esta lucha salimos con la disposición de no volver a aceptar condiciones de súper explotación laboral y con nuestros vínculos y nuestra organización fortalecida para seguir cuestionándolo todo”.
Angie coincide: “Nadie va a volver igual a su hospital”, asegura, y sus palabras parecen escucharse más allá de la General Paz. Durante este viernes, residentes y concurrentes de Provincia de Buenos Aires comenzaron un paro.
Salud.
Nota
83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

83 días.
Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.
83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.
83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.
83 días y seis intervenciones quirúrgicas.
83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo.
83 días hasta hoy.
Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro.
Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”.
Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).
Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca.
El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”.
La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».
La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería.
Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.
Esta es parte de la vida que no pudieron matar:
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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen
Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.
Por María del Carmen Varela.
La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia.
La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.
Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.
La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional. A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.
Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.
Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro.
MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA
Viernes 30 de mayo, 20.30 hs
Entradas por Alternativa Teatral

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.
Por María del Carmen Varela
La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.
La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario. Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.
El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.
Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.
Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.
La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.
Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA
Domingos 18 y 25 de mayo, 20 hs
Más info y entradas en @perlaguarani
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