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Un cuento chino: Río Negro vs. la central nuclear

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Movilización social, asambleas masivas en la Catedral y PASO frenaron la instalación de una central nuclear china en Río Negro que había sido anunciada por el gobernador junto a Macri. La llegada de los chinos: supersticiones, batucadas y secretos. Mitos y realidades del modelo nuclear en el mundo, y las experiencias que plantean otra matriz energética. Publicada en la edición de octubre de MU ▶ SERGIO CIANCAGLINI
Si esto fuera una película, debería comenzar con la imagen de cuatro personas que entran al hall de un aeropuerto portando cuatro banderas idénticas de un metro por un metro, pintadas con un símbolo incomprensible en negro sobre blanco.
Son: una comerciante de ropa femenina, un maratonista e ingeniero, una empleada de la biblioteca judicial y un sacerdote español con gorro. Muy serios, miran hacia todos lados para ver quiénes están llegando a Viedma, Río Negro, en el vuelo de las 11.50 del 25 de julio.
Atraviesan el hall viajeros y viajantes, turistas, azafatas, pilotos, todos perfumados y deslizándose con sus bolsos y valijas con ruedas.
De pronto, lo esperado. Aparece un grupo fácilmente reconocible: 15 personas chinas. Cuando ven las banderas, la sonrisa milenaria se les transforma en gestos de desagrado y fastidio: una mujer se tapa los ojos, los demás hacen muecas de rechazo y dan la espalda a las banderas; algunos intentan volver por donde venían, mientras reclaman al puñado de argentinos que los acompañan que los saquen inmediatamente de allí.
¿Qué significa ese rectángulo irregular con dos trazos internos que exhiben en las banderas la comerciante, el cura, la bibliotecaria y el maratonista?
Respuesta: el número 4.
¿Y cuál es el problema con el número 4, como para ocasionar tan alta incomodidad en esos visitantes que para colmo –según la jerga de la época- llegan con lluvias de inversiones?
Lo cuenta Fabiana Vega, bibliotecaria judicial: “Me gusta estudiar idiomas, y en una época aprendí algo de chino. Me ayudó el que era cocinero de El Dragón Rojo, un restaurante chino de Viedma. Además trabajé un tiempo en una empresa pesquera taiwanesa. Descubrí que son tremendamente supersticiosos: ese número no lo usan en los edificios, los teléfonos, ni las habitaciones de los hoteles. En los ascensores saltean el 4, pero también el 14, 24, 34 y eliminan del 40 al 49. Es infinitamente peor que el 13 para nosotros”.
La superstición tiene nombre propio: Tetrafobia.
Los chinos, seguidos por las cuatro personas con cuatro banderas con el número cuatro, fueron velozmente introducidos en una traffic.
Filmaban desde adentro con sus celulares, y cerraban las cortinas. La traffic partió rumbo a la costa patagónica donde el grupo debía elegir emplazamientos para instalar algo que hizo nacer
una nueva fobia en Río Negro: una central nuclear. Los diez argentinos que los acompañaban pertenecían a Nucleoeléctrica Argentina y la Comisión Nacional de Energía Atómica. Uno de ellos le preguntó al sacerdote con gorro: “¿Cómo se enteraron?”, demostración del secreto con que intentaban cubrir la llegada.
Fabiana: “Éramos cuatro en el aeropuerto, pero en el centro ya había 400 personas reunidas. Y terminó movilizándose toda la provincia”. Las banderas y consignas frente a la gobernación: “No a la central nuclear”, y “No es No”. Mensajes sencillos, como que dos más dos es cuatro.
Fabiana y Susana Cambareri, la comerciante, volvieron a Viedma. El maratonista e ingeniero Andrés Di Leo se trepó a la lenta pero empecinada kangoo del sacerdote español Luis García para seguir a la delegación china, pero no pudieron alcanzarla. Las traffic del gobierno provincial llegaron al balneario El Cóndor y siguieron por el Camino de la Costa. En La Bajada de Echandi los vecinos fotografiaron a los visitantes: imagen lejana y borrosa, pero suficiente como para que se viralizara por toda la provincia a través de los celulares. “Tocaban el agua, como para conocer la temperatura”, relata Andrés.
La comitiva china se dirigió al Hotel Austral de Viedma al atardecer. Allí empezó a congregarse la Asamblea No Nuclear de Viedma, que resolvió homenajear a los visitantes con una serenata tipo Copa Libertadores: batucada y bombos desde las 5 de la tarde hasta las 5 de la madrugada. Se veía en las ventanas que mujeres y hombres chinos filmaban a los manifestantes y se ocultaban. “Debían estar informando a sus jefes en China”, supone el padre Luis. “La gente del hotel nos contó luego que los chinos estaban muy molestos con lo de las banderas en el aeropuerto y la batucada”.
Otra percepción de Fabiana Vega: “Estuve en muchas movidas ambientales, pero una reacción como la que hubo con el tema nuclear en Viedma, no se había visto nunca”.

Un cuento chino: Río Negro vs. la central nuclear

La asamblea Río Negro No Nuclear en la histórica catedral de Viedma. Adelante, de boina, el párroco.
Foto: Nacho Yuchark

A protestar a la iglesia

En mayo de este año había estallado la noticia: Mauricio Macri y el presidente chino Xi Jinping firmaron el convenio para que Nucleoeléctrica Argentina (NASA) y China National Nuclear Corporation (CNNC) construyan dos centrales nucleares: la cuarta (Atucha III) en Lima, Zárate, y la quinta sería –imprevistamente- en Río Negro: 14.000 millones de dólares de inversión, 6.000 para Atucha y 8.000 para Río Negro, de los cuales la financiación china (traducción: endeudamiento argentino) era de 12.500 millones. Formó parte de la comitiva el gobernador Alberto Weretilneck (ex Frente Grande, ex kirchnerista, ex massista, weretilnista y en transición al macrismo).
Los mismos acuerdos con China, por las mismas cifras para dos centrales, habían sido firmados en 2015 por el gobierno kirchnerista, representado entonces por los ministros Julio De Vido, Axel Kicillof y el canciller Héctor Timerman.
O sea que la rúbrica macrista puede haber resultado una ratificación de lo anterior, o no (en la época de la transparencia, todo es opaco), pero muestra que el modelo extractivo no cae en las grietas. La novedad fue la localización en Río Negro, que Weretilneck festejó desde China por Twitter, anunciando que se estaba decidiendo entre ocho posibles emplazamientos.
“Nos dejó a todos sorprendidos”, cuenta Andrés Di Leo. “Nunca se había hablado de usinas nucleares, ni siquiera en la campaña. Yo había vuelto en diciembre a la Argentina, después de un tiempo de vivir en Europa. Me enganché mucho con el tema del cuidado del Río Negro, que está muy contaminado. Eso fue tanto en mi condición de ingeniero de recursos hídricos, como de deportista. Y habíamos hecho también una bicicleteada contra el fracking”.
Se conoció con Fabiana Vega, que venía de intervenir en decenas de conflictos. “Si te interesa un tema ambiental, te interesan todos. Soy ecologista pero no de oenegé.
Del mismo modo, creo que lo que hacemos es político aunque no partidario”. Fabiana habló con el cura andaluz Luis García, instalado en Viedma hace 24 años. “Luis ofreció la propia Catedral para convocar a la gente por el tema nuclear”.
Andrés: “Un domingo estábamos en casa tomando mate con Fabiana y con otra chica española, Amanda López, y dijimos: si el padre Luis abre la Catedral, tenemos que llamar a una asamblea”.
Se conoció la Carta Abierta al gobierno de la República Popular China, enviada al embajador Yang Wanming por la Unión de Asambleas Patagónicas (UAP), la de Chubut (UACH) y la de Kurru Leufu (Río Negro). Título: En la Patagonia NO. Algunos párrafos:
· “Las/los abajo firmantes nos oponemos categóricamente a la instalación de cualquier tipo de central nucleoeléctrica en ningún lugar del territorio patagónico. Queremos notificarlos también de nuestra decisión de impedir, bajo todos los medios dentro de la legalidad, la instalación de la antedicha planta de generación eléctrica”.
· “Más allá de la decisión de los gobiernos argentino y rionegrino, los habitantes patagónicos rechazamos dicha acción por inconsulta, arbitraria e ilegítima. Por considerar esta fuente de energía como sucia, peligrosa y costosa”.
· “No solo rechazamos la central nuclear sino el circuito completo del uranio, desde la prospección hasta los residuos, la infraestructura asociada y los usos que se le quiere dar a esa energía, especialmente porque cada uno de esos procesos contradice los objetivos y (sobreactuados) compromisos de atender el cambio climático. Quedan ustedes debidamente notificados”.
El 6 de junio el primer encuentro de la Asamblea No Nuclear reunió a 500 personas en la Catedral, y llegó a mil en algunas reuniones (proporciones: como Viedma tiene 55.000 habitantes, mil personas equivalen a que en Buenos Aires hubiese una asamblea de 60.000 personas).
Plantea el cura: “Me pareció que ofrecer la Catedral es adecuado si estamos hablando de proyectos de vida frente a proyectos de muerte. Y por supuesto vino gente de todas las religiones y de todas las ideas. El gobierno decía que los que se oponían eran ingenuos o no estaban informados. Entonces dijimos: muy bien, vamos a informarnos”.
Prepararon un Power Point sobre el funcionamiento de las centrales nucleares, y abrieron la charla. Fabiana: “Mucha gente jamás había ido a una asamblea. Pedimos que las intervenciones fueran breves para que todos pudieran hablar”. Fabiana ha hecho cursos de coaching con la idea de potenciar las posibilidades de organización grupal. Ese día armaron
comisiones (logística, comunicación, arte, jurídica). Se propuso elaborar un amparo ambiental colectivo. Y confirmaron una teoría: “En el tema nuclear es al revés que con otras cosas: cuanto más te informás, más miedo te da”.
Desde Chubut el gobernador Mario Das Neves rechazó también la instalación de la central cerca de la Península Valdés, patrimonio de la Humanidad. “Nosotros ya demostramos lo contaminante que es, y además es la actividad económica que más ha echado gente en este año y medio. Tiene problemas con el agua en todos lados donde está. Hay que buscar la alternativa. No enloquecerse, porque traen la inversión y nos dejan un desastre ambiental”.
Las asambleas semanales no fueron lo único que creció: “El grupo de WhatsApp enseguida llegó al límite de 256 usuarios, y los seguidores de Facebook se triplicaron de 7.000 a 22.000”.

Video de una mano

Los visitantes chinos zarparon de Viedma al día siguiente de la noche musical, y ya no se supo de ellos. Supuestamente anduvieron por la región un par de días más.
El gobernador Weretilneck emitió un comunicado planteando que como “una gran mayoría de viedmenses rechazan absolutamente el proyecto”, la planta se haría fuera del tejido de la ciudad. O sea: en un lugar sin tanta resistencia.
Pese al comunicado el 9 de agosto hubo una enorme marcha en Viedma de casi 4.000 personas desafiando al invierno. Patricia Llonch, ingeniera y habitante de San Antonio Oeste, explica: “No queremos el proyecto en ningún lugar de la provincia, sea que lo hagan los chinos o cualquier otro”.
El acto incluyó música, murgas, bombos, bailes, disfraces, gente con máscaras y barbijos; presencia de las asambleas contra el fracking, en defensa del agua, de los ríos, contra los desmontes, la palabra NO repetida al infinito, con la O que parece una hélice de tres aspas, pero que representa el “trébol radiactivo”, la señal de alerta en los lugares con contaminación nuclear. Viedma no alcanzó el sueño alfonsinista de ser la capital del país, pero ese día se consagró como capital antinuclear.
En las PASO del 13 de agosto Juntos somos Río Negro, el partido de Weretilneck, quedó tercero a nivel provincial (detrás del FpV -40%- y Cambiemos -19%-). El oficialismo adjudicó la derrota al tema nuclear. Weretilneck dio el paso atrás definitivo difundiendo un video que se inicia con un primer plano de su mano firmando un papel: “Esta firma que acaban de observar es la confirmación oficial, por parte del gobierno de Río Negro al gobierno nacional, en la cual le transmito la posición indeclinable de no autorizar la construcción de una central nuclear en el territorio provincial. Desde que en mayo comenzamos a analizar esta posibilidad ha habido miles de voces que han manifestado por la negativa y muy pocas por la positiva”. Luego dijo también que los gobernantes no pueden hacer los proyectos “a los empujones con medidas coercitivas y autoritarias”. Palabras que él mismo podría haber aplicado antes de sus twits chinos.
El gobierno nacional se enojó con Weretilneck pero dejó trascender que la central nuclear se emplazará en otra provincia. Con un truco obvio: nada se anunciará antes de las elecciones.
El gobernador finalmente bajó su lista para octubre –lo que muestra la seriedad de los actuales sistemas electorales- y empezó a recibir a funcionarios nacionales que le prometen lluvias de inversiones si logra que sus votos vayan a Cambiemos contra el kirchnerismo. Fabiana: “El FpV se opuso a la central nuclear. Puede ser que sea porque ahora están en la oposición, pero incluso algunos diputados participan de las asambleas. Y los de Cambiemos es como que no dijeron nada, aunque si el convenio lo firmó Macri, ¿qué van a decir?”.

Paraíso y homicidio

El Camino de la Costa es una maravilla que rodea al golfo San Matías, y que Omar Pocho Lehner recorrerá con pericia manejando su 4×4 incluso por algunas de las playas para que hagamos unos 700 kilómetros de ida y vuelta en el día.
El balneario El Cóndor es el más cercano a Viedma, y desde ahí se va llegando a El Faro, El Espigón, Playa Bonita, La Lobería, Punta Bermeja (nunca vi tantos lobos de mar juntos, y no eran estatuas), Bahía Rosas, Bajada de Echandi, Bahía Creek, Caleta de los Loros, San Antonio Este, San Antonio Oeste, Las Grutas y, cerca de Sierra Grande, otra belleza agreste: Playas Doradas a 340 km de Viedma. A lo largo del Camino hay acantilados increíbles, playas inmensas, penínsulas y bahías, paisajes de cuadro, siempre el mar (y no son fondos de pantalla). La idea de construir una central nuclear en estos lugares tiene un aura psicótica.
Pocho: “Este es el mismo recorrido que hicieron los chinos en las camionetas que les dio la Provincia. Una vergüenza, porque es ilegal incluso que anden mirando dónde instalar algo que la gente nunca quiso. Para mí la decisión de venir a la provincia no fue de Macri ni de Weretilneck: fue un invento de los chinos que ellos aceptaron felices”.
Durante el viaje Pocho y Fabiana recuerdan que China ya había intentado hacer un acuerdo en 2011 por el cual la provincia iba a cederle 320.000 hectáreas para el cultivo de soja transgénica, además de brindarle enormes exenciones impositivas, subsidios, adjudicación del puerto por 100 años, facilidades para remitir dividendos, y todo lo usual en este llamativo sistema extractivo. Aquella vez las asambleas presentaron un amparo colectivo. El decreto del entonces gobernador radical Miguel Saiz fue calificado por el Superior Tribunal de Justicia provincial como “un precario instrumento que ni siquiera tiene el rango de preacuerdo”. Todo iba a ser motorizado por el gobernador kirchnerista electo en 2011 Carlos Soria (ex jefe de la SIDE en tiempos de Eduardo Duhalde) pero su mujer, Susana Freydoz, lo mató 21 días después de haber asumido.
Llegando a Playas Doradas se ven el horizonte, el mar, un muelle en Punta Colorada, y arena con manchones grises.

Un cuento chino: Río Negro vs. la central nuclear

Foto: Nacho Yuchark

Peces de 3 ojos

“Mirá la arena. No es dorada”, murmura América, de la asamblea de Playas Doradas, mostrando cómo arena, rocas y plantas han quedado grises por la contaminación que generan los residuos del traslado de hierro desde la mina de Sierra Grande (28 kilómetros tierra adentro) hasta este muelle desde el cual exportaban el material. La mina, propiedad de la empresa china MCC, cerró en enero. En 2016 tenía 540 personas empleadas. Hoy son 40.
“Los que quedaron son todos chinos – cuenta Esthela-. Habían dicho que había que darle la mina a China para que hubiera trabajo. Empezaron a exportar en 2011. Bajó un poco el precio del hierro y echaron a casi todos. Entonces ahora dicen que hay que traer la central nuclear de los chinos para que haya trabajo. Otra mentira más para que el gobierno y las empresas hagan negocios”. La provincia venía aportando 44 millones de pesos para que MCC mantuviera los puestos de trabajo, pero no evitó la guillotina del desempleo.
Sierra Grande había tenido su bomba atómica neoliberal en 1990, cuando fue la primera empresa estatal cerrada por el recordado Carlos Menem, con un resultado de 1.000 despedidos. Efecto en la ciudad: en cinco años la población pasó de 20.000 a 5.000 habitantes, y un número indeterminado de fantasmas. Luego la mina pasó a manos provinciales y finalmente cayó en manos de MCC.
Este año, ante los despidos y la amenaza de cierre de la mina, el intendente de Sierra Grande Nelson Iribarren reclamó que la central nuclear se instale allí. Las vecinas y vecinos autoconvocados le respondieron pintado murales antinucleares que fueron atacados por las famosas manos anónimas.
Griselda Vargas está con un grupo de 20 personas repintando los murales antinucleares atacados: “Lo de la falta de trabajo es una extorsión. La central nuclear se iba a construir desde 2020. ¿Las 500 personas que quedaron sin trabajo se van a quedar esperando tres años? Hay que buscar trabajo inmediato. Ni siquiera tenés que inventar algo nuevo: hay que activar todo lo que pararon. Turismo en Playas Doradas y en la meseta, servicios, pesca; se estaba haciendo un camino y se paró, se construían 40 casas y también se paró. Eso daba más trabajo que la central nuclear pero la estrategia es frenar todo para que nos desesperemos y aceptemos cualquier cosa”.
Olga Medina: “Hemos tenido peleas por el PCB de los transformadores de la mina. Había cáncer por todos lados, se moría la gente. Hicimos las denuncias y en una audiencia los chinos nos decían: ‘ustedes quieren eliminar la fuente laboral porque para cambiar los transformadores hay que cerrar la mina’. Sin embargo hubo una orden judicial, cambiaron los transformadores, y siguieron trabajando. Era todo mentira, pero si no hacíamos esa denuncia acá seguíamos todos contaminándonos”.
Griselda recuerda: “Para convencernos de la central nuclear, trajeron a un técnico que decía que se iba a generar turismo, y que el agua de Playas Doradas iba a quedar más cálida. Yo pensaba: más cálida, y los pescados van a tener tres ojos, si es que queda alguno”. Olga propone otra clave: “Ayer fui a Trelew y vi el parque eólico (43 molinos que abastecen a 100.000 personas). Es energía limpia, da tanto o más trabajo que una central, y no vivís bajo la amenaza nuclear. De última, ¿por qué no llaman a una consulta popular a ver qué quiere la gente?”.

Grutas y poderes

En Las Grutas se reúnen vecinas del lugar y de San Antonio Oeste. Combinan estudio, inteligencia y pasión para meterse en estos temas y no sólo observarlos.
Mirta Carbajal, bióloga: “El mundo está yendo para atrás con lo nuclear. Alemania ya tiene récords en energías renovables y Francia desmantela 17 usinas bajando su matriz nuclear del 75 al 50%”. Marilina Cardelli, comerciante gastronómica: “El plutonio es la sustancia más peligrosa producida hasta ahora. La millonésima parte de un gramo provoca cáncer, pero además mantiene su poder radiactivo 24.000 años. En el mundo no saben qué hacer. En Finlandia están construyendo un lugar de almacenamiento, que les cuesta 150.000 millones de dólares”.
Patricia Llonch, ingeniera civil: “La central china iba a ser de 3° generación, ensamblando dos tecnologías. No hay ninguna en el mundo, así que el laboratorio del experimento íbamos a ser nosotros”.
Hugo Dujovne, ingeniero: “Todo lo nuclear ha estado rodeado siempre del ocultamiento, del secreto, porque aunque lo nieguen es una cultura asociada a lo bélico”.
El debate es similar en la Catedral de Viedma, donde antes de una asamblea se discuten temas que casi nunca aparecen en los medios. Andrés Di Leo hace un diagnóstico: “Es falso que se necesite más energía para crecer. La están gastando en mineras como Bajo Alumbrera, que consume más que todo lo que produce Atucha y más que toda la provincia de Catamarca, que está cada vez más pobre. Entonces hay que parar de derrochar energía y pensar: ¿Energía para quién? ¿Para la gente o para las corporaciones que están contaminando y degradando el planeta?”.
Andrés cree que el modelo productivo no es lógico: “Es anacrónico. Parece que el consumo es todo. En esa línea, no va a haber central nuclear, eólica, solar ni mareomotriz que sirva. Es como decía Facundo Cabral: cambiamos o desaparecemos. No hay otra”.
Entre las voces, el entusiasmo y las tareas asamblearias, explica el padre Luis García: “La energía nuclear no es limpia, es carísima, y no da trabajo. Si no hubiera otra solución uno diría: es el mal menor. Pero la naturaleza nos está gritando que hay otras opciones. Hoy tenemos un día bien eólico”, ríe sobre la ventolera patagónica.
Sigue: “El progreso no puede ser a costa del ser humano. Fíjate en Neuquén: años y años con miles de millones de dólares petroleros, con Vaca Muerta y demás, y solo crecen los kilómetros de villas miseria. Por eso siento que estamos en una época de crecimiento de la conciencia de lo común y lo comunitario frente al individualismo que propone el liberalismo económico. La asamblea es una experiencia importantísima. Por su seriedad, por su fuerza y porque implica un crecimiento desde nosotros mismos”.
Andrés agrega: “El poder político y empresario no entiende que la gente se organice, los cuestione, que abandone el lugar de resignación”. Fabiana: “Estamos aprendiendo a ejercer de ciudadanos. Está bueno que nos acostumbremos a no delegar lo que más importa, que es la vida, en manos de gente que sólo hace su negociado. Uno tiene el poder de uno. Pero si nos empoderamos entre todos, el poder es infinito”.

¿Hay salida?

La energía nuclear está muerta. Es una condena para la humanidad”, dice Pablo Palicio Lada, referente del Movimiento Antinuclear de Chubut (MACH), quien recorrió Rio Negro informando lo que ocurre y proponiendo un enigma: frente a lo nuclear y a las energías fósiles y contaminantes, ¿cuál es la opción?
“Actualmente lo nuclear produce menos del 10% de la energía eléctrica del país. Los números del gobierno muestran que las dos centrales previstas cuestan 14.000 millones de dólares para producir 1.800 MW (megavatios). Pero se están licitando 59 proyectos eólicos y solares para producir 2.400 MW, por 4.000 millones de dólares. O sea: cuesta casi 8 millones de dólares cada MW nuclear, contra 1,6 millones con energías renovables y limpias. Sin el riesgo de lo nuclear, de los residuos que requieren inversiones de miles de millones de dólares”.
Datos: “Con el dinero de las dos centrales se podrían instalar 8.600 MW de energía eólica, cinco veces de lo que aportarían las nucleares. La petrolera Pan American Energy ha instalado un parque eólico de 50 MW para autoconsumo y Aluar está poniendo uno de 500 MW (lo que consume la ciudad de Córdoba). Si pueden las empresas, ¿por qué no las comunidades? Lo que se necesita es además lograr un modelo energético que sea más democrático. En Uruguay avanzó muchísimo la eólica, pero como la manejan las corporaciones han encarecido el precio en lugar de bajarlo”.
Cálculo: “El Consejo Mundial de Energía Eólica estima la Patagonia puede abastecer hasta siete veces a toda Latinoamérica gracias a sus vientos. Hay trabajos que plantean que esa energía eólica supera 100 veces a Vaca Muerta. La energía solar también está avanzando muchí- simo y la tendencia mundial es generar proyectos comunitarios que permitan que los pueblos, cooperativas y vecinos instalen y gestionen la energía que ellos mismos generan. Aquí se está haciendo en Armstrong, Santa Fe”.
Mar: “Están creciendo las energías mareomotriz y la undimotriz (energía de las olas)”. Ya hay una pyme marplatense (QM) que trabajó con la UTN. Una inversión de 4 millones de pesos dará trabajo a 40 personas generando energía limpia con el oleaje, gracias a 200 boyas que generen 6 MW, suficiente para 5.000 hogares. Pablo suma un detalle: “Argentina tiene 5.000 kilómetros de costa oceánica, imagínate el potencial”.
Más: “La clave no es sólo tener otras fuentes de energía, sino un modelo descentralizado, no monopólico, democrático, de ‘prosumidores’, o sea que podamos ser productores y consumidores de la energía, aportando o vendiendo al sistema interconectado lo que no gastemos”. Agrega: “Lo que ha hecho la gente de Río Negro da esperanzas. Y abre un debate nacional sobre lo nuclear: hasta podría llamarse a una consulta popular. Hay necesidad de una democracia más participativa. Y que no nos sigan tratando como idiotas”.
Son otros conceptos.
Democracia y ciencia genuinas.
Proyectos de vida y no de empobrecimiento y muerte.
Frente a la esterilidad extractivista, la energía social de asambleas y comunidades.
Es esa energía la que permite que en lugares como la Patagonia se descubran respuestas para el presente y el futuro que fluyen alrededor nuestro, pero que no siempre sabemos ver.
Viento, sol y mar.
Un cuento chino: Río Negro vs. la central nuclear

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Escritos sobrevivientes: Un nuevo libro escrito por ex detenidos desaparecidos

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Este 24 de marzo, a 49 años del golpe, la editorial lavaca publica Escritos sobrevivientes, un libro creado junto a un grupo de personas que estuvieron secuestradas y desaparecidas en distintos centros clandestinos de represión durante la última dictadura militar. Se presenta el próximo viernes 28, pero ya podés pasar a buscarlo por MU (Riobamba 143) desde hoy. En este texto, Claudia Acuña cuenta qué representa esta obra parida en colectivo y en medio de aires negacionistas.

Por Claudia Acuña

Este libro representa muchas cosas y todas y cada una nos parecen decisivas para estos tiempos desesperados.

Ni sé por dónde comenzar a enumerarlas, así que sin orden de importancia ni cronológico enumero algunas, aunque sin duda me faltarán otras que invito a que completen quienes lo lean.

Lo primero, para mí, es reconocer el valor social, político, histórico y ético que merecen las personas detenidas-desaparecidas por la dictadura cívico militar que azotó este país desde el 24 de marzo de 1976. No olvidamos esa fecha gracias a ellas, pero no siempre se las nombra con la relevancia que han tenido para construir verdad, justicia y memoria.

A algunas de ellas he tenido el honor de escucharlas y verlas testimoniar en los juicios de lesa humanidad, pero también en los diferentes procedimientos contra la impunidad que crearon y sostuvieron para que esos juicios sucedan.

Una y otra vez.

Una y otra vez.

Una y otra vez.

Hasta lograrlo.

Solo a una pude agradecerle con palabras y lágrimas el esfuerzo, el coraje y el legado que recibíamos por su esfuerzo, pero fundamentalmente por sus vidas consagradas a hacer posible lo imposible. Fue en la puerta de los tribunales de Comodoro Py, mientras los altoparlantes transmitían la primera condena a los genocidas responsables del centro de detención clandestino y de tortura que funcionaba en la Esma. Ahora, con este libro queremos extender esas gracias a cada una, a cada uno.

Sé, porque comprendí la lección que nos daban, que no puedo afirmar que lo hicieron solo ellas, ellos. Esa es otra de las cosas que representa este libro: el saberse parte – y reconocerlo siempre- de algo más grande, más importante y más trascendente no solo del yo, sino incluso del núcleo colectivo en el que nos organizamos, reflexionamos y tomamos fuerza para resistir. Nuestras fuerzas individuales y nuestras construcciones políticas suman, activan, empujan, pero alcanzan sus objetivos cuando sincronizan con la necesidad social, con la época y con la Historia. Tienen alas porque tienen raíces y mueven al mundo hacia lugares mejores porque se sabe más grande y más poderosa que lo que nos rodea.

Eso que aquí las y los autores definen como “subjetividad sobreviviente” nos advierte eso: somos nuestros cuerpos y la sombra que proyectan, lo que hacemos y lo que soñamos, nuestras obras y nuestra imaginación, nuestros saberes y nuestra intuición, pero también y además aquellos cuerpos, proyecciones, hechos, batallas ganadas y perdidas, que nos anteceden y desbordan para fortalecernos y sostenernos de pie. Aquello que ilumina la oscuridad es la memoria sensible: de eso se trata este libro, además.

Otra: el valor de las utopías. En los momentos más aterradores hemos gritado “Aparición con vida y castigo a los culpables”. Bueno: la noticia es que hemos tenido éxito y aquí están las personas que cuando pronunciábamos esas palabras mágicas no podíamos abrazar. Algunas de ellas son las que el tercer sábado de cada mes vimos ingresar a nuestra trinchera durante el largo y desalentador año 2024. Para nosotros ese taller de escritura significó una cita con la esperanza, cada vez. Y una comprobación: el futuro se construye con el hacer colectivo, cada vez.

Por último: este no es un libro de testimonios sobre el horror de la dictadura, sino su contracara o quizá, lo que se puede pensar después de cruzar el abismo de la impunidad.

Quizá.

Me falta todavía superar la alegría de haberlo logrado, de sostener con las manos esta pequeña utopía realizada en tiempos de saqueo de recursos simbólicos y materiales, en las cuales sólo proponerlo sonaba casi irresponsable, para poder encontrar las palabras certeras, que expresen lo que representa que personas empobrecidas y violentadas podamos hacer lo que querramos financiadas sólo por el deseo y la convicción, que siempre es política.

Quizá la palabra exacta sea una sola: Argentina.

La presentación

Escritos sobrevivientes y compila una serie de textos producidos en un taller de escritura que tuvo lugar en MU durante 2024. Estos relatos abordan historias marcadas por lo que el grupo denomina «subjetividad sobreviviente». El resultado es un conjunto de textos poéticos, políticos y filosóficos, de una potencia y belleza conmovedoras.

Participan: Rufino Almeida, Margarita Fátima Cruz, Graciela Daleo, Lucía Fariña, Mercedes Joloidovsky, Eduardo Lardies, Susana Leiracha, María Alicia Milia, Claudio Niro, Silvia Irene Saladino, Stella Maris Vallejos e Inés Vázquez.

Así lo resumen sus autoras y autores: «Un grupo de compañeras y compañeros, ex detenidos desaparecidos por el terrorismo de Estado, nos reunimos en un taller de escritura para crear textos enfocados en la subjetividad sobreviviente, mientras la voz del poder alimenta el negacionismo y la reiteración del sufrimiento popular por variados medios».

El libro se presentará el próximo viernes 28 de marzo a las 20 horas en Mu Trinchera Boutique, Riobamba 143.

Podés conseguirlo desde hoy, 24 de marzo, también en MU.

Escritos sobrevivientes: Un nuevo libro escrito por ex detenidos desaparecidos
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La Justicia esquiva la causa por el disparo a Pablo Grillo: “Hasta ahora no se investigó nada”

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La recuperación de Pablo “es muy rápida” pero la investigación sobre su intento de asesinato, muy lenta, o directamente inexistente. Qué dijo el padre hoy frente al Hospital Ramos Mejía donde Pablo sigue pelando por su vida, aún en terapia intensiva pero con avances prometedores, y las abogadas del caso que presentaron ante la Justicia: primero Servini de Cubría y luego el candidateado a la Corte Ariel Lijo rechazaron la causa, y ahora se sortea en la Cámara Federal de Casación a qué juez le tocará investigar a quien le disparó y a sus superiores jerárquicos. Los dichos de Adorni en conferencia de hoy, y quién cortó el diálogo con la familia; las pruebas que se pidieron y las que se aportaron; y el texto de la presentación judicial en la que la familia pide ser querellante, con las pruebas que aportamos desde decenas de medios, fotoperiodistas y organizaciones sociales.

Por Francisco Pandolfi

Pablo Grillo todavía no está fuera de peligro, pero la mejoría día a día, paulatina y constante, le permite a la familia hablar ya no sólo de su estado de salud. Hasta hoy, el único foco era la supervivencia de este fotógrafo de 35 años impactado por una granada de gas lacrimógeno, fuera de toda legalidad, por las fuerzas de inseguridad comandadas por la ministra Patricia Bullrich.

La pérdida de masa encefálica y la fractura de cráneo con la que llegó de urgencia al Hospital Ramos Mejía –el miércoles 12 de marzo, cuando se desató la represión en la marcha por las paupérrimas condiciones en las que viven las y los jubilados–; la primera operación esa misma noche en la que se bajó la presión intracraneal y se le reconstruyó algo del tejido. Las pupilas que empiezan a reaccionar bien. La merma en la sedación. Los primeros movimientos – prematuros e inesperados por los propios médicos–. Otra operación por un derrame que es revertido a tiempo. La baja de los glóbulos blancos como síntoma de la baja en la infección. Y a solo una semana del disparo, Pablo abre los ojos. Y le sacan el respirador para ver cómo reacciona y lo hace agarrándole la mano a la mamá. Y por si fuera poco le susurra las palabras más hermosas a su papá: “Hola, viejo”. 

Pablo continúa en terapia intensiva, en estado crítico, pero respondiendo bien neurológica y físicamente. “Es asombroso el nivel de avance que tuvo”, dice Fabián, su viejo, con los ojos emocionados e incrédulos por la mejoría impensada en tan poco tiempo. Esa sucesión de buenas noticias las que posibilitan a la familia convocar este viernes a una conferencia de prensa «para contar novedades en la causa judicial».

Primero, habla Fabián, su papá, sobre la salud de Pablo: “Las novedades son que está estable, por lo tanto es bueno. Está con los ojos abiertos y sigue sin respirador”.

En la conferencia de prensa convocada por la familia de Pablo Grillo, fotógrafo que fue impactado por una granada de gas lacrimógeno lanzada por las Fuerzas comandadas por Patricia Bullrich, Fabián, su papá, habló sobre la salud de su hijo.

www.lavaca.org (@revistamu.bsky.social) 2025-03-21T19:35:39.538Z

Fabián lleva puesta una remera azul, con letras blancas que dicen: “Justicia por Pablo Grillo”. Se lo nota cansado, pero más distendido. Se ríe cuando cuenta: “Tengo un video con saludos de (Ricardo) Bochini, veremos si los médicos nos permiten que se lo pasemos. Si lo escucha al Bocha, va a volver a hablar seguro Pablo”. Mantiene los pies sobre la tierra: “Todavía la situación es grave: está en terapia y con riesgo de vida. Pero en ese marco todo lo que estuvo ocurriendo es favorable. A todos nos sorprendió su evolución. Incluso los médicos manifiestan que la evolución que está teniendo es asombrosa. Es muy rápida”.

Este jueves, el vocero presidencial Manuel Adorni dijo que el diálogo con la familia quedó roto desde que el padre de Pablo acusó a Bullrich de ser cómplice. Fabián le responde: “Nosotros no cortamos nada porque nunca existió el diálogo. Lo mío fue una respuesta a una declaración mentirosa de Bullrich, por tanto si es que alguien cortó el diálogo fueron ellos. Yo estoy dispuesto a escuchar, si alguien me llama”. Y agregó: “A esta altura no lo espero (ese llamado). Espero poco. Pero demostraría que tienen todavía un grado de humanidad”. 

En relación a las mentiras de Bullrich sobre el trayecto del proyectil, expresó: “Me da vergüenza la forma en que fue acomodando la mentira. La va acomodando a medida que la realidad se lo desmiente, es hasta absurdo, burdo, grotesco: no sé que palabra utilizar”. Cuando le preguntaron si le diría algo al gendarme que, según los elementos reconstruidos hasta el momento, sería quien disparó (presuntamente, el cabo Guerrero), afirmó: “Personalmente no le diría nada. Sí lo vamos a decir de forma jurídica. El mejor diálogo que podemos tener con esta gente es en lo judicial”.

La causa, sin avances

Fabián estuvo acompañado por Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, y a Paula Litvachky, del CELS, organismos que patrocinarán legalmente a la familia, que este 21 de marzo se presentó ante el Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº 1 para ser tenida en cuenta como querellante en la investigación judicial.

Lo más importante de la causa hasta ahora: desde el 12 de marzo “no se investigó nada y reclamamos que se empiece a investigar urgente”. Las abogadas cuentan el por qué: “La causa iniciada por la denuncia de la Procuvin (Procuraduría de Violencia Institucional) que dio inicio a la instrucción estaba presentada en el Juzgado 12 de Ariel Lijo, quien se la devolvió a la Jueza Servini de Cubría, que otra vez la rechazó. Ninguno de los dos quiere hacerse cargo de la investigación. Ahora irá a sorteo para definir quién la sigue. La Cámara Federal de Casación Penal tiene que resolver”. Agregan: “Hasta ahora el Ministerio de Seguridad dijo que no hará sumarios internos por el accionar de su Fuerza, lo que refleja el encubrimiento”. 

La causa aún no tiene carátula porque no está radicada en ningún juzgado. La denuncia presentada es por tentativa de homicidio agravado, por abuso de autoridad e incumplimiento de funcionario público.

Dice Paula Litvachky, del CELS: “Es muy importante que la causa salga de este limbo judicial y se inicie el pedido de pruebas antes de que pase más tiempo”.

Dice Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos: “Esperamos que en estos primeros 9 días en los que no se hizo nada, no haya ninguna prueba que se haya destruido, modificado, alterado. Hay cámaras del Gobierno de la Ciudad que tienen un tiempo de duración determinado, o de negocios que también se van borrando y si no las pedís inmediatamente después ya no están. Es vergonzoso que un hecho así no lo esté investigando nadie”.

Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, es junto a Paula Litvachky, del CELS, la abogada que representa a la familia jurídicamente. En este video cuenta los avances de la causa judicial:

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Las abogadas pidieron una serie de pruebas. Las más relevantes: “Quién dio las órdenes, cómo se manifestaron esas órdenes y cuáles fueron, antes y después del impacto; cuál fue el protocolo que se aplicó, quienes integraban el equipo donde estaba incluido el cabo Guerrero y qué órdenes se le impartió a ese grupo en particular; qué armas utilizaron”. También exigen que se lo llame a indagatoria a Guerrero. “Ya hay suficientes elementos para hacerlo”.

Completa Paula Litvachky: “Hicimos una presentación con los hechos, tenemos un montón de pruebas para que se reconstruya ese tramo del operativo de modo tal que se pueda tener la responsabilidad de quién disparó y de toda la cadena jerárquica”.

Concluyen ambas: “Las pruebas están. Nunca hubo tanto registro fotográfico y audiovisual. Necesitamos el acompañamiento social para empujar a que se haga justicia y que no quieran desviar el foco de la investigación”.

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La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

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Traumatismo encéfalo craneano, herida cortante e irritación ocular: las heridas causadas a Beatriz Blanco (81 años) ya forman parte de una causa judicial que inició ella misma y también la Procuraduría de Violencia Institucional, y apunta contra dos efectivos que la gasearon y le pegaron, provocando su caída. También apunta a la responsable del operativo, la ministra Patricia Bullrich, que se desplegó el miércoles de manera feroz, pero que -plantea la denuncia- es parte de un “plan sistemático”. Beatriz fue golpeada a las 16:10, antes de los principales incidentes, mientras se manifestaba en una esquina: cómo fue el momento, según relata ella misma en la denuncia y cuenta su hija. Quién es esta jubilada que trabajó de todo. Cómo está: recuperándose, enojada y “con más fuerza que nunca”. La voz de una de sus hijas junto a quienes lucha por justicia, y paz.

Por Franco Ciancaglini.

La imagen de Beatriz Blanco cayendo en seco al suelo -tras ser gaseada y empujada por dos efectivos de la Policía Federal- dio la vuelta al mundo. 

En el video se ve el fin de una secuencia más larga que inicia cuando la Policía Federal empuja de manera violenta a jubiladas y jubilados que se encontraban haciendo el clásico semaforazo de todos los miércoles en el Congreso. 

“Ella lo que cuenta es que estaba con el grupo de jubilados, cortando Entre Ríos, para mostrar sus carteles. Y cuando el semáforo se pone verde se vuelven a la esquina. Y en ese momento vino la policía, apurando a todos los viejos a subirse a la vereda”.

La que habla es una de sus hijas, Paula.

El relato coincide con la temprana decisión de las fuerzas de abalanzarse sobre personas que hacen lo mismo todos los miércoles -un semaforazo, y luego una movilización que da la vuelta al Congreso-: Beatriz fue atacada a las 16:10. 

Esta vez, por lo especial de la fecha, los Policías iban además con el gas apretado y el palo suelto. Cualquiera que estuvo en la manifestación pudo apreciar cómo apenas una persona se acercaba a los efectivos, o incluso estando a metros, sin hacer nada, podía ser gaseado. Incluso teniendo 81 años.

La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

Los camiones hidrantes fueron parte de la cacería desatada. Foto: Lina Etchesuri.

El arma y la palabra

Beatriz Blanco no está afiliada a ninguna barrabrava ni milita en ningún partido político.

Es jubilada.

Trabajó toda su vida como empleada en cooperativa de fletes, empleada cuidando niños, costurera, y de casera hasta los últimos tiempos.

Tiene tres hijas.

Una de ellas, Paula Ippolito, cuenta que junto a su madre Beatriz y su hermana Paula suelen ir juntas a las marchas. “Esta vez fue sola porque justo yo estaba operada de la rodilla. Suele ir, no va todos los miércoles pero cuando puede va”.

Beatriz ya conocía a varios y por eso se acercó al grupo de jubilados que realiza los miércoles el semaforazo. Luego de que la empujaran a la vereda, se puso a hablarle a un cordón policial, una práctica habitual de jubilados anodados ante la violencia sin sentido que ejercen las fuerzas: “Ella siempre es de ir y hablar, de decir qué están haciendo, cómo no les da vergüenza; mi mamá siempre como que quiere hacer conciencia. Ella le debería estar gritando al policía que estaba de espaldas y lo toca con el bastón como diciendo ´mirame´. Ahí el chabón se da vuelta y le tira el spray, y el otro que le pega con el palo en la cabeza”.

Ese combo, que representa un ataque, de gaseo, empujón y golpe, hace que Beatriz pierda el equilibrio instantáneamente, y caiga al suelo.

La primera pregunta es cómo está: “Se está recuperando. Está en reposo, en observación por el golpe que recibió en la cabeza. Está con mucho dolor en todo el cuerpo, con un poco de inestabilidad, con el dolor en los ojos por el gas que le tiraron. Tiene los ojos muy hinchadas: le tiraron gas directo en la cara”.

Este dato del gas directo a sus ojos explica a la vez la pérdida del equilibrio, desechando por tierra las mentiras del Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que aseguró que se “cayó sola”. También el título de la empresa La Nación que habló de que la jubilada “atacó” a la policía previo a su “caída”: “Ella le tocó con su bastón para que se diera vuelta, para que la escucharan, no golpeó a nadie. Habría que mostrar los videos enteros donde la Policía increpa primero a los jubilados para que se suban a la vereda, con la agresividad que suelen tener”.

La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

Beatriz Blanco, tras los gases recibidos y el golpe posterior. Foto: Lina Etchesuri.

El caso de Beatriz es uno de los dos -junto al del fotógrafo Pablo Grillo- denunciados por la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin) ante la Cámara del Crimen. En esas denuncias a las que accedió lavaca, el organismo que se encarga de monitorear a las fuerzas -en estos tiempos, con menos entusiasmo- presenta como “pruebas” distintos recortes periodísticos alrededor del ataque a Beatriz. Y solicita a la justicia que requiera al Ministerio de Seguridad el personal policial afectado a los lugares de ambos ataques, así como los datos de la “sala de operaciones” a la que reportaban los agentes a cargo del operativo.

Por otro lado, la propia familia de Beatriz presentó una denuncia contra los dos agentes de la Policía Federal y contra la propia ministra Bullrich. Narra en su presentación lo mismo que refiere su hija en esta nota: “Siendo aproximadamente las 16:10 hs me encontraba en las inmediaciones de la esquina de las avenidas Entre Ríos y Rivadavia de esta ciudad (…) cuando fui rociada con una sustancia lacerante por un efectivo de la Policía Federal. Inmediatamente después, y también a manos de un efectivo de la PFA, recibí un golpe en la cabeza, con un elemento que creo se denomina ‘tonfa’, lo que provoca mi caída al piso”.

Tras el golpe, Beatriz fue derivada al Hospital Argerich, donde diagnosticaron lo producido por el ataque: traumatismo encáfalo craneano, herida cortante e irritación ocular.

Por eso, por un lado, reclama la identificación de los dos efectivos que la atacaron, plausibles de ser responsables de “delitos de lesiones leves” agravadas por tratarse de personal de la fuerza. Y por otro, califica a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich como “autora mediata” por ser responsable del operativo y algo más: la valiente presentación habla de que estos hechos son parte de un plan sistemático.

La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

Una síntesis del plan sistemático. Foto: Juan Valeiro.

“Como en los momentos más aciagos de nuestra historia, desde el Poder Ejecutivo se ha montado un Programa de Miseria Planificada cuya consecuencia natural es la Protesta Social. Y sabido es que este tipo de políticas socioeconómicas sólo resultan aplicables cuando se pone a disposición de las mismas al aparato represor del Estado”.

Firma toda esta historia la propia Beatriz, acaso poniendo en contexto lo que representan los golpes que sufrió, su historia y el futuro por el que pelea junto a sus hijas. “Nosotras somos fieles a las marchas que son para los derechos del pueblo”, cuenta Paula, una de ellas. “No militamos en ningún partido político, siempre vamos independientes y solas”, aclara por si hiciera falta.

Paula habla siempre en plural femenino, pensando en su madre y su hermana. Desde ese lugar cuenta: “Nos están sacando todo. Nos están metiendo miedo para que no salgamos a las calles. Están imponiendo todo lo que quieren imponer. Siempre estamos atentas a todas las luchas. Esto va a por todos, no es solamente por los jubilados. A mi me han robado plata con la AFJP a pesar de que ya tengo 30 años de aportes. Estos vienen por todo, por todo lo que conquistamos”.

Junto a Natalia, las jóvenes militan tocando tambores en Batuka, uno de los conjuntos que lleva el ritmo a la calle y es la banda de sonido de la protesta social y la lucha. Hoy, del lado de la víctima, Paula asegura: “Estamos luchando para que esto no vuelva a suceder. Para que tengamos memoria y el pueblo no se duerma. No tenemos miedo. Ya la verdad que queda poco por perder”.

Esta lucha incluye, claro, a Beatriz: “Está más fuerte que nunca. Está enojada, muy enojada. Pero está fuerte para seguir la lucha”.

La lucha, ahora, es por justicia: “Solamente queremos que los responsables tengan justicia, sean los policías o la ministra de Seguridad: que la justicia trabaje a favor del pueblo. Y que no salga nadie más impune”. 

¿Tenés esperanzas? “Y no. Pero hay que hacerlo igual: nos corresponde”.

La esperanza tal vez siga estando en la calle, mientras estas jóvenes sin contención psicológica ni asistencia estatal de ningún tipo enfrentan los golpes: “Estamos nosotras, las hijas, para cuidarla y para que se reponga de esto”.

¿Necesitan algo? “Sí: paz”.

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