Nota
Visita a la Corte: la UTD y el MTR con Zaffaroni
Ambos movimientos piqueteros fueron recibidos por el juez Eugenio Zaffaroni durante una hora y media, en un clima de respeto y cordialidad. Roberto Martino (MTR) y José Pepino Fernández (UTD Mosconi) detallaron la situación de acoso judicial que viven los movimientos. Luego relataron que Zaffaroni se mostró comprensivo con respecto al problema. Los diálogos con los medios, en las escalinatas de Tribunales.
El juez de la Corte Suprema Raúl Eugenio Zaffaroni recibió el miércoles 2 de junio en su despacho de Tribunales a siete integrantes de dos movimientos sociales. Seis del Movimiento Teresa Rodríguez (MTR), y José Pepino Fernández, de la Unión de Trabajadores Desocupados, UTD Mosconi, Salta.
¿Qué fue lo central de la actitud del juez?
1) Aceptó recibirlos, lo cual implica un reconocimiento.
2) Les pidió disculpas por haberse demorado veinte minutos.
3) Les ofreció café y té.
4) Los escuchó atentamente durante una hora y media.
¿Qué fue lo que escuchó Zaffaroni? En las escaleras de entrada al viejo Palacio de Tribunales, ante una treintena de movileros, camarógrafos y periodistas apostados allí, el referente del MTR Roberto Martino, explicó: «Vinimos a plantearle la necesidad imperiosa de que el Poder Judicial intervenga para que se respeten los derechos constitucionales, así como todos los derechos y garantías que nuestro país ha firmado en diversos tratados internacionales».
Una señorita con voz aguda consultó, con tono casi de afirmación:
-¿Él se comprometió a ser un nexo entre la justicia y los piqueteros?
-No, no. El doctor no puede comprometerse a nada. Simplemente ha escuchado nuestros argumentos, y le hemos transmitido la importancia de realizar un seminario sobre derechos humanos. Él ha quedado en estudiarlo y respondernos.
El salto de «nexo con los piqueteros» a «seminario de derechos humanos» no mereció ninguna repregunta.
-¿Cuál es el resultado? – preguntó alguien, como para ir redondeando.
-El resultado es positivo. Que un ministro haya escuchado la problemática no solo con respecto a la judicialización de la protesta social sino también las cuestiones elementales para vivir, como ha transmitido el compañero Pepino Fernández, que tiene 76 causas abiertas en su contra y que ha venido desde Mosconi, nos parece muy importante – dijo Martino, señalando a Fernández parado a su derecha. Los micrófonos y grabadores resbalaron hacia él.
-¿Cómo está la situación en Mosconi? – le interrogaron a Pepino en lo que constituyó la única pregunta que le hicieron.
-A pesar de todas las luchas no tenemos las respuestas necesarias. Ni agua tenemos, por la contaminación.
-¿Qué impresión se llevan? – exclamó otro movilero, como para volver a redondear.
-Es una gran satisfacción que el doctor nos haya recibido y haya escuchado todos nuestros argumentos -respondió Martino.
-Al hablar de argumentos, para que la gente entienda, ¿cuáles serían? -interrogó un periodista de televisión. Martino sintetizó, para que la gente entienda:
-En nuestra Constitución figura el derecho a trabajar, a ejercer toda industria lícita, el derecho al salario. El derecho de los trabajadores a participar de las ganancias de las empresas. El derecho a la vivienda, a la salud, a la educación. Toda una cantidad de derechos que, como todo el mundo sabe, no son respetados. Todo el mundo sabe que con 150 pesos no se puede vivir. Hemos escuchado a ministros que dicen que con 3000 pesos por mes no se puede vivir y hoy nos enteramos que les duplicaron los sueldos. ¿Cómo se puede explicar que nosotros y nuestras familias vivamos con 150 pesos mensuales?
-¿Le hablaron de la causa por incidentes frente a las oficinas de Repsol? preguntaron más a la derecha (algunos integrantes del MTR están procesados por un escrache a las oficinas de dicha multinacional). Martino apeló a un argumento tranquilizador:
-No, no estaba en la agenda. En el país hay temas más profundos que el escrache a Repsol. Creemos que hace falta juntarnos todos, en pie de igualdad, a discutir qué país queremos.
-¿Y qué dijo Zaffaroni sobre el discurso de Kirchner sobre la apropiación de terrenos? – consultó un periodista de anteojos. Martino contestó con cierta perplejidad:
-Desconozco ese discurso de Kirchner. No sabía que había un discurso al respecto.
-Pero usted dijo antes de entrar que iban a presentar a Zaffaroni una carpeta con un discurso del año pasado, donde el Presidente decía «el pueblo se tiene que apropiar de las tierras» – le reclamó una movilera con cierto fastidio. Martino no podía creer lo que estaba oyendo:
-No, no, no. Yo lo que dije es que el doctor Kirchner manifestó en octubre del año pasado, con motivo de la ratificación de los tratados internacionales sobre derechos humanos por parte de nuestro país, que el pueblo debía apropiarse de la lucha por los derechos elementales. El doctor Kirchner no habló sobre la tierra en particular, sino sobre los derechos en general.
(Es difícil evaluar si tal interpretación se debió a un problema auditivo, a la mala fe o a pura ignorancia, pero describe en parte el estado de los medios).
Pero el hombre de anteojos se repuso y disparó.
-¿Y qué dijo Zaffaroni sobre eso que dijo Kirchner?
Los movileros estiraron los brazos hacia Martino, cual propaganda de desodorante.
-El doctor Zaffaroni escuchó con mucho interés, con mucha preocupación, pero entendemos que no puede pronunciarse.
Pepino Fernández seguía la conferencia de prensa un tanto asombrado y en silencio. Nadie le hacía preguntas. El hombre más encausado del país, había encontrado más eco por parte de Zaffaroni.
Martino produjo otras declaraciones:
– «El movimiento está planteando que toda la protesta tiene como base fundamental el no respeto a los derechos elementales a la vida del pueblo argentino».
– «El fiscal Romero (que pidió que la policía filme a los piqueteros durante sus marchas y actos) debería ser llamado a declarar porque por lo que entendemos de las noticias, el fiscal llama a filmar. Si la policía está ante un delito, debería evitarlo, y no filmar y permitir que el delito se consume, porque serían cómplices. Deberían preguntarle al fiscal de qué parte de la Constitución sacó eso.»
Todos los que habían estado con Zaffaroni volvieron a entrar a Tribunales, para ir al pequeño espacio que montó allí Crónica TV. Martino reiteró sus conceptos con Pepino Fernández siempre a su derecha, invitando incluso a la periodista a hacerle preguntas, sin éxito. Terminada la entrevista Fernández y Martino se alejaron ante los gestos desesperados de la señora del micrófono que luego les dijo: «Ay, los voy a matar, les dije que hasta que la cámara corte se quedaran quietos, sin moverse» (es lo que, en general, parece exigirles mucha gente).
En la reunión habían estado también Sixta Díaz, Claudia Galeano, Rosa Lorenzo, Daniel Prado, Rolando Flores y el abogado del MTR e integrante de CORREPI, Claudio Pandolfi.
Pepino Fernández -caso testigo de acoso judicial- anticipó su viaje a Buenos Aires por la Semana Contra la Criminalización de la Protesta, para concurrir a la reunión con Zaffaroni.
Terminada la serie de entrevistas, Martino comentó en diálogo con lavaca:
-Lo del seminario de derechos humanos es para agosto, posiblemente en la Universidad de Lomas. Tres días. La idea es que Zaffaroni lo abra o lo cierre, y que vengan una cantidad de juristas, constitucionalistas y expertos. Habría talleres para que los compañeros puedan debatir sobre lo que se exponga.
-Pero una cosa tan institucional como un seminario ¿qué utilidad puede tener? ¿Qué les van a explicar los expertos a movimientos que son víctimas de violaciones a los derechos humanos?
-Hay dos costados. Uno es que por el embrutecimiento al que nos han llevado, el común de nuestra gente piensa que no tiene derechos. Escuchar de boca de quienes elaboran las leyes cuáles son nuestros derechos es un tema importante, independientemente de que esos derechos se cumplan. Por otro lado, arma todo un debate político respecto de nuestros derechos conculcados. Si los constitucionalistas dicen algo, perfecto, pero ¿por qué no se lleva a cabo? Entonces si hemos concurrido al Ejecutivo, al Judicial e iremos al Legislativo, y no nos dan respuesta, la propia Constitución dice que frente a la violación de los derechos, o su no cumplimiento, el pueblo tiene derecho a establecer resistencia a la opresión.
Allí está la clave del seminario. Otras definiciones:
«Lo que planteamos es que es casi imposible un Estado civilizado en el marco de que casi la mitad de la población está excluida de los derechos básicos. Le dijimos a Zaffaroni que parte de esos reclamos son los que trae Pepino Fernández. En particular, el reclamo por el papel depredador de las grandes multinacionales en la zona norte. Se calcula que 16 personas mueren por mes por enfermedades derivadas de la contaminación ambiental».
Pepino: «Le expliqué esas cosas, porque a veces no se conocen. También le conté la diferencia que había en la época de las empresas del Estado. Mi padre crió a todos sus hijos, les dio educación. Hoy un padre no puede hacer eso, porque no tiene trabajo. Él me entendió. Me parece que todo esto ha sido muy importante pensando en el futuro».
Pandolfi: «La reunión no tuvo importancia desde el punto de vista técnico jurídico, sino que lo relevante es que al menos un sector de la Corte se abra a la posibilidad de recibir a los ciudadanos del país que tienen un reclamo, cosa que hasta hace poco no ocurría. Al revés: la sociedad se movilizaba pidiendo que los jueces de la Corte renuncien. Creo que Zaffaroni es un juez preocupado por la cuestión social, por las cuestiones del Derecho, y no uno que se va a jugar al tenis mientras el país está en crisis. Veremos en qué deriva todo esto».
Sobre la cuestión del rechazo de parte de la sociedad hacia los que ejercen la protesta, Rolando Flores analizó: «Hay gente que no entiende la justicia de nuestro reclamo. Recibe por los medios de comunicación una imagen que busca nuestro desprestigio, aislarnos, y crear la base para reprimir, que es la respuesta única que de última tiene el Estado. Entonces es importante que esa inmensa mayoría que recibe el mensaje de los medios pueda entender cuál es el eje del reclamo, y la justicia. No estamos pidiendo cosas estrafalarias sino que necesitamos resolver los problemas de la gente».
La última frase fue tal vez la más sutil de la mañana en Tribunales, pero ya no había movilero alguno que pudiera registrarla.
Nota
Imágenes de la marcha a Plaza de Mayo: los jubilados siguen haciendo lío

Jubilados y jubiladas se movilizaron desde el Congreso de la Nación hasta Plaza de Mayo en una nueva jornada de reclamos y denuncia por los ingresos de pobreza que perciben y el fin de la moratoria previsional, cuya prórroga sigue durmiendo en Diputados. Como siempre, los carteles manuscritos fueron una forma de expresión y creatividad. En uno se leía: «Francisco está feliz. Jubilados haciendo lío!!!»
La marcha comenzó nuevamente con un operativo desproporcionado con las cuatro fuerzas federales -PFA, Gendarmería, Prefectura y PSA- que reprimió la protesta pacífica: la Comisión Provincial por la Memoria contabilizó una persona detenida y 13 heridos por efectos de los gases lacrimógenos, entre ellos jubilados y trabajadores de prensa.
Frente a la Rosada, realizaron un acto donde distintas agrupaciones de jubilados se manifestaron contra el acuerdo con el FMI y cantaron por la salud de Pablo Grillo.
«Hasta el próximo miércoles», saludaron los jubilados y jubiladas.
La próxima semana, la marcha contará con la participación de los gremios de la CGT como previa al Día del Trabajador y la Trabajadora del 1 de mayo.

Foto: Juan Valeiro para lavaca

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.
Nota
Escritos sobrevivientes: Un nuevo libro escrito por ex detenidos desaparecidos
Este 24 de marzo, a 49 años del golpe, la editorial lavaca publica Escritos sobrevivientes, un libro creado junto a un grupo de personas que estuvieron secuestradas y desaparecidas en distintos centros clandestinos de represión durante la última dictadura militar. Se presenta el próximo viernes 28, pero ya podés pasar a buscarlo por MU (Riobamba 143) desde hoy. En este texto, Claudia Acuña cuenta qué representa esta obra parida en colectivo y en medio de aires negacionistas.
Por Claudia Acuña
Este libro representa muchas cosas y todas y cada una nos parecen decisivas para estos tiempos desesperados.
Ni sé por dónde comenzar a enumerarlas, así que sin orden de importancia ni cronológico enumero algunas, aunque sin duda me faltarán otras que invito a que completen quienes lo lean.
Lo primero, para mí, es reconocer el valor social, político, histórico y ético que merecen las personas detenidas-desaparecidas por la dictadura cívico militar que azotó este país desde el 24 de marzo de 1976. No olvidamos esa fecha gracias a ellas, pero no siempre se las nombra con la relevancia que han tenido para construir verdad, justicia y memoria.
A algunas de ellas he tenido el honor de escucharlas y verlas testimoniar en los juicios de lesa humanidad, pero también en los diferentes procedimientos contra la impunidad que crearon y sostuvieron para que esos juicios sucedan.
Una y otra vez.
Una y otra vez.
Una y otra vez.
Hasta lograrlo.
Solo a una pude agradecerle con palabras y lágrimas el esfuerzo, el coraje y el legado que recibíamos por su esfuerzo, pero fundamentalmente por sus vidas consagradas a hacer posible lo imposible. Fue en la puerta de los tribunales de Comodoro Py, mientras los altoparlantes transmitían la primera condena a los genocidas responsables del centro de detención clandestino y de tortura que funcionaba en la Esma. Ahora, con este libro queremos extender esas gracias a cada una, a cada uno.
Sé, porque comprendí la lección que nos daban, que no puedo afirmar que lo hicieron solo ellas, ellos. Esa es otra de las cosas que representa este libro: el saberse parte – y reconocerlo siempre- de algo más grande, más importante y más trascendente no solo del yo, sino incluso del núcleo colectivo en el que nos organizamos, reflexionamos y tomamos fuerza para resistir. Nuestras fuerzas individuales y nuestras construcciones políticas suman, activan, empujan, pero alcanzan sus objetivos cuando sincronizan con la necesidad social, con la época y con la Historia. Tienen alas porque tienen raíces y mueven al mundo hacia lugares mejores porque se sabe más grande y más poderosa que lo que nos rodea.
Eso que aquí las y los autores definen como “subjetividad sobreviviente” nos advierte eso: somos nuestros cuerpos y la sombra que proyectan, lo que hacemos y lo que soñamos, nuestras obras y nuestra imaginación, nuestros saberes y nuestra intuición, pero también y además aquellos cuerpos, proyecciones, hechos, batallas ganadas y perdidas, que nos anteceden y desbordan para fortalecernos y sostenernos de pie. Aquello que ilumina la oscuridad es la memoria sensible: de eso se trata este libro, además.
Otra: el valor de las utopías. En los momentos más aterradores hemos gritado “Aparición con vida y castigo a los culpables”. Bueno: la noticia es que hemos tenido éxito y aquí están las personas que cuando pronunciábamos esas palabras mágicas no podíamos abrazar. Algunas de ellas son las que el tercer sábado de cada mes vimos ingresar a nuestra trinchera durante el largo y desalentador año 2024. Para nosotros ese taller de escritura significó una cita con la esperanza, cada vez. Y una comprobación: el futuro se construye con el hacer colectivo, cada vez.
Por último: este no es un libro de testimonios sobre el horror de la dictadura, sino su contracara o quizá, lo que se puede pensar después de cruzar el abismo de la impunidad.
Quizá.
Me falta todavía superar la alegría de haberlo logrado, de sostener con las manos esta pequeña utopía realizada en tiempos de saqueo de recursos simbólicos y materiales, en las cuales sólo proponerlo sonaba casi irresponsable, para poder encontrar las palabras certeras, que expresen lo que representa que personas empobrecidas y violentadas podamos hacer lo que querramos financiadas sólo por el deseo y la convicción, que siempre es política.
Quizá la palabra exacta sea una sola: Argentina.
La presentación
Escritos sobrevivientes y compila una serie de textos producidos en un taller de escritura que tuvo lugar en MU durante 2024. Estos relatos abordan historias marcadas por lo que el grupo denomina «subjetividad sobreviviente». El resultado es un conjunto de textos poéticos, políticos y filosóficos, de una potencia y belleza conmovedoras.
Participan: Rufino Almeida, Margarita Fátima Cruz, Graciela Daleo, Lucía Fariña, Mercedes Joloidovsky, Eduardo Lardies, Susana Leiracha, María Alicia Milia, Claudio Niro, Silvia Irene Saladino, Stella Maris Vallejos e Inés Vázquez.
Así lo resumen sus autoras y autores: «Un grupo de compañeras y compañeros, ex detenidos desaparecidos por el terrorismo de Estado, nos reunimos en un taller de escritura para crear textos enfocados en la subjetividad sobreviviente, mientras la voz del poder alimenta el negacionismo y la reiteración del sufrimiento popular por variados medios».
El libro se presentará el próximo viernes 28 de marzo a las 20 horas en Mu Trinchera Boutique, Riobamba 143.
Podés conseguirlo desde hoy, 24 de marzo, también en MU.

Nota
La Justicia esquiva la causa por el disparo a Pablo Grillo: “Hasta ahora no se investigó nada”

La recuperación de Pablo “es muy rápida” pero la investigación sobre su intento de asesinato, muy lenta, o directamente inexistente. Qué dijo el padre hoy frente al Hospital Ramos Mejía donde Pablo sigue pelando por su vida, aún en terapia intensiva pero con avances prometedores, y las abogadas del caso que presentaron ante la Justicia: primero Servini de Cubría y luego el candidateado a la Corte Ariel Lijo rechazaron la causa, y ahora se sortea en la Cámara Federal de Casación a qué juez le tocará investigar a quien le disparó y a sus superiores jerárquicos. Los dichos de Adorni en conferencia de hoy, y quién cortó el diálogo con la familia; las pruebas que se pidieron y las que se aportaron; y el texto de la presentación judicial en la que la familia pide ser querellante, con las pruebas que aportamos desde decenas de medios, fotoperiodistas y organizaciones sociales.
Por Francisco Pandolfi
Pablo Grillo todavía no está fuera de peligro, pero la mejoría día a día, paulatina y constante, le permite a la familia hablar ya no sólo de su estado de salud. Hasta hoy, el único foco era la supervivencia de este fotógrafo de 35 años impactado por una granada de gas lacrimógeno, fuera de toda legalidad, por las fuerzas de inseguridad comandadas por la ministra Patricia Bullrich.
La pérdida de masa encefálica y la fractura de cráneo con la que llegó de urgencia al Hospital Ramos Mejía –el miércoles 12 de marzo, cuando se desató la represión en la marcha por las paupérrimas condiciones en las que viven las y los jubilados–; la primera operación esa misma noche en la que se bajó la presión intracraneal y se le reconstruyó algo del tejido. Las pupilas que empiezan a reaccionar bien. La merma en la sedación. Los primeros movimientos – prematuros e inesperados por los propios médicos–. Otra operación por un derrame que es revertido a tiempo. La baja de los glóbulos blancos como síntoma de la baja en la infección. Y a solo una semana del disparo, Pablo abre los ojos. Y le sacan el respirador para ver cómo reacciona y lo hace agarrándole la mano a la mamá. Y por si fuera poco le susurra las palabras más hermosas a su papá: “Hola, viejo”.
Pablo continúa en terapia intensiva, en estado crítico, pero respondiendo bien neurológica y físicamente. “Es asombroso el nivel de avance que tuvo”, dice Fabián, su viejo, con los ojos emocionados e incrédulos por la mejoría impensada en tan poco tiempo. Esa sucesión de buenas noticias las que posibilitan a la familia convocar este viernes a una conferencia de prensa «para contar novedades en la causa judicial».
Primero, habla Fabián, su papá, sobre la salud de Pablo: “Las novedades son que está estable, por lo tanto es bueno. Está con los ojos abiertos y sigue sin respirador”.
Fabián lleva puesta una remera azul, con letras blancas que dicen: “Justicia por Pablo Grillo”. Se lo nota cansado, pero más distendido. Se ríe cuando cuenta: “Tengo un video con saludos de (Ricardo) Bochini, veremos si los médicos nos permiten que se lo pasemos. Si lo escucha al Bocha, va a volver a hablar seguro Pablo”. Mantiene los pies sobre la tierra: “Todavía la situación es grave: está en terapia y con riesgo de vida. Pero en ese marco todo lo que estuvo ocurriendo es favorable. A todos nos sorprendió su evolución. Incluso los médicos manifiestan que la evolución que está teniendo es asombrosa. Es muy rápida”.
Este jueves, el vocero presidencial Manuel Adorni dijo que el diálogo con la familia quedó roto desde que el padre de Pablo acusó a Bullrich de ser cómplice. Fabián le responde: “Nosotros no cortamos nada porque nunca existió el diálogo. Lo mío fue una respuesta a una declaración mentirosa de Bullrich, por tanto si es que alguien cortó el diálogo fueron ellos. Yo estoy dispuesto a escuchar, si alguien me llama”. Y agregó: “A esta altura no lo espero (ese llamado). Espero poco. Pero demostraría que tienen todavía un grado de humanidad”.
En relación a las mentiras de Bullrich sobre el trayecto del proyectil, expresó: “Me da vergüenza la forma en que fue acomodando la mentira. La va acomodando a medida que la realidad se lo desmiente, es hasta absurdo, burdo, grotesco: no sé que palabra utilizar”. Cuando le preguntaron si le diría algo al gendarme que, según los elementos reconstruidos hasta el momento, sería quien disparó (presuntamente, el cabo Guerrero), afirmó: “Personalmente no le diría nada. Sí lo vamos a decir de forma jurídica. El mejor diálogo que podemos tener con esta gente es en lo judicial”.
La causa, sin avances
Fabián estuvo acompañado por Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, y a Paula Litvachky, del CELS, organismos que patrocinarán legalmente a la familia, que este 21 de marzo se presentó ante el Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº 1 para ser tenida en cuenta como querellante en la investigación judicial.
Lo más importante de la causa hasta ahora: desde el 12 de marzo “no se investigó nada y reclamamos que se empiece a investigar urgente”. Las abogadas cuentan el por qué: “La causa iniciada por la denuncia de la Procuvin (Procuraduría de Violencia Institucional) que dio inicio a la instrucción estaba presentada en el Juzgado 12 de Ariel Lijo, quien se la devolvió a la Jueza Servini de Cubría, que otra vez la rechazó. Ninguno de los dos quiere hacerse cargo de la investigación. Ahora irá a sorteo para definir quién la sigue. La Cámara Federal de Casación Penal tiene que resolver”. Agregan: “Hasta ahora el Ministerio de Seguridad dijo que no hará sumarios internos por el accionar de su Fuerza, lo que refleja el encubrimiento”.
La causa aún no tiene carátula porque no está radicada en ningún juzgado. La denuncia presentada es por tentativa de homicidio agravado, por abuso de autoridad e incumplimiento de funcionario público.
Dice Paula Litvachky, del CELS: “Es muy importante que la causa salga de este limbo judicial y se inicie el pedido de pruebas antes de que pase más tiempo”.
Dice Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos: “Esperamos que en estos primeros 9 días en los que no se hizo nada, no haya ninguna prueba que se haya destruido, modificado, alterado. Hay cámaras del Gobierno de la Ciudad que tienen un tiempo de duración determinado, o de negocios que también se van borrando y si no las pedís inmediatamente después ya no están. Es vergonzoso que un hecho así no lo esté investigando nadie”.
Las abogadas pidieron una serie de pruebas. Las más relevantes: “Quién dio las órdenes, cómo se manifestaron esas órdenes y cuáles fueron, antes y después del impacto; cuál fue el protocolo que se aplicó, quienes integraban el equipo donde estaba incluido el cabo Guerrero y qué órdenes se le impartió a ese grupo en particular; qué armas utilizaron”. También exigen que se lo llame a indagatoria a Guerrero. “Ya hay suficientes elementos para hacerlo”.
Completa Paula Litvachky: “Hicimos una presentación con los hechos, tenemos un montón de pruebas para que se reconstruya ese tramo del operativo de modo tal que se pueda tener la responsabilidad de quién disparó y de toda la cadena jerárquica”.
Concluyen ambas: “Las pruebas están. Nunca hubo tanto registro fotográfico y audiovisual. Necesitamos el acompañamiento social para empujar a que se haga justicia y que no quieran desviar el foco de la investigación”.
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