Nota
Comisión de Diputados en Esquel: «La hipótesis más fuerte que investiga el juez es la desaparición forzada»
La Comisión de Derechos Humanos del Congreso Nacional sesionó en Esquel, a 72 días de la desaparición forzada de Santiago Maldonado. También se reunieron con el juez Gustavo Lleral, quien les aseguró que la principal hipótesis en la investigación apunta a Gendarmería y que decidió que los abogados de la fuerza nacional ya no tengan vista de la causa. Una comitiva de la Comisión visitó en prisión al lonko Facundo Jones Huala y también escuchó a las querellas y a representantes de las comunidades mapuche, en una reunión abierta a la comunidad. Las primeras conclusiones de las y los representantes de todos los bloques parlamentarios fueron expresadas en un comunicado consensuado, que resalta la necesidad de que «las instituciones del Estado construyan un vínculo de confianza” con la comunidad mapuche y que la paz se alcanzará “con una resolución definitiva sobre el tema de las tierras”. Las impresiones que dejó este viaje en las y los legisladores y la comunidad Pu Lof en Resistencia.
“Le pregunté al juez si la hipótesis principal era la de desaparición forzada y dijo que sí: esa es la hipótesis que ellos están investigando”, dijo a lavaca la diputada y presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Nación, Victoria Donda (Libres del Sur), tras la reunión de los representantes de todos los bloques parlamentarios con el juez Gustavo Lleral, que instruye la investigación por la desaparición forzada de Santiago Maldonado. Precisó Donda: “La hipótesis del juez es que Santiago fue visto por última vez durante la represión de Gendarmería”. La Comisión de DDHH sesionó en Esquel a 72 días de la desaparición forzada del joven de 28 años y recibió los testimonios de integrantes de la Pu Lof en Resistencia del Departamento de Cushamen, de la abogada de la familia Maldonado, Verónica Heredia, de organismos de derechos humanos y también de Noelia, una amiga de Santiago, quien advirtió: “Caerán gendarmes, pero no los verdaderos responsables”.
De esta sesión extraordinaria de la Comisión participaron además de su presidenta, Victoria Donde, los diputados Daniel Lipovetzky (Cambiemos), Facundo Moyano y Horacio Alonso (Frente Renovador), Juan Carlos Giordano y Nathalia González Seligra (FIT), Silvia Horne (Movimiento Evita) y Santiago Igon, Walter Santillán y Oscar Martínez (FpV). Algunxs diputadxs visitaron al lonko Facundo Jones Huala en la Unidad 14 de Esquel, preso desde el 27 de junio a la espera de un juicio de extradición a Chile, causa por la que fue juzgado el año pasado.
Las primeras conclusiones de este viaje fueron sintetizadas en un comunicado consensuado por todos los legisladores que participaron:
“Los miembros de la comisión de Derechos Humanos aquí presentes queremos expresar la necesidad de construir un vínculo de confianza entre las distintas expresiones del Estado y la comunidad mapuche. Es la única manera de lograr el esclarecimiento sobre las circunstancias que lamentablemente terminaron con la desaparición de Santiago Maldonado, así como lo que permitirá arribar prontamente a una solución de fondo. No obstante, la síntesis de ese encuentro es que la resolución definitiva sobre el tema de la tierra es lo que va a traer paz a los sectores hoy en conflicto, comunidades que se encuentran desde hace tiempo en evidente vulneración de sus derechos humanos más básicos.”
Sobre la visita Soraya Maicoño, vocera de la comunidad Pu Lof en Resistencia, sintentizó en una entrevista realizada por Radio Kalewche: “La Comisión realizó dos hechos concretos y, en ese sentido, importantes. El primero, visitar en prisión al lonko Jones Huala, poniéndose al tanto de la persecución política hacia el pueblo mapuche en general y hacia él en particular. Nos pareció interesante e importante que lo hayan escuchado y hayan observado la situación. Y luego, en la reunión que se realizó después, también pudieron escuchar a todos los hermanos mapuche presentes, denunciando sus problemáticas, que para todos es la misma, y que plantearon la situación con claridad y con precisión. Duró casi tres horas, con gran cantidad de público. Ahora lo que esperamos es que no quede en la nada, sino seguir trabajando con compromiso. Creo que pudieron entender lo fundamental: a Santiago Maldonado lo desaparecieron en el contexto de un reclamo concreto, no sólo en cuanto al reclamo de la tierra, sino de la criminalización y judicialización de ese reclamo por nuestros derechos que el Estado incumple”.

Victoria Donda (Libres del Sur): “El tipo penal de la desaparición forzada debe incluir a las y los funcionarios que por acción y omisión permiten que el delito se siga cometiendo”
¿Cuál es la importancia que la Comisión viajara y sesionara en Esquel?
Victoria Donda: Es importante haber tomado contacto con la comunidad. Los abogados defensores en la ciudad de Esquel tienen que ver que hay un respaldo político. Y, también, involucrarnos y esforzarnos para obtener una solución de fondo, que es la tenencia de la tierra. Eso también se está discutiendo: la desaparición de Santiago Maldonado y la detención de Facundo Jones Huala tienen que ver con la discusión sobre la propiedad de la tierra. Eso es lo que no resuelve el Estado: al dejar el problema latente, cada vez se va agravando más.
¿Cuál es el rol del Poder Legislativo, en tanto uno de los tres poderes del Estado, en el marco de una desaparición forzada en democracia?
Victoria Donda: Primero, evaluar si la legislación que tenemos hoy es acorde a las necesidades. La evidencia es que no. Hay que modificar el artículo N° 142 ter del Código Penal (el que tipifica la desaparición forzada de personas) para que el tipo penal incluya a los funcionarios que, por acción u omisión, permiten que se continúe cometiendo el delito de desaparición forzada. Eso fue lo que expuso en la sesión la abogada de la familia Maldonado, Verónica Heredia. En segundo lugar, también, evaluar la importancia de contar con un protocolo de actuación para fijar cuáles son las acciones que tiene que llevar adelante el Estado ante un caso de desaparición forzada. Como no lo tenemos, cada actor termina haciendo lo que quiere.
Daniel Lipovetzky (Cambiemos) : “Estamos aquí para darle apoyo al nuevo juez y mayor seguridad a los testigos”
La diputada Donda contó que efectivos de civil siguieron a su comitiva hasta un bar y les sacaronn fotos. Consultado al respecto, el diputado de Cambiemos, Daniel Lipovetzky, dijo a lavaca: “Hay un clima de preocupación, y eso lo transmitieron las comunidades: desde hace mucho tiempo hay cuestiones vinculadas a investigaciones e inteligencia ilegal. Nos contaban que hay una causa donde están involucradas desde el año 2015 un agente de la AFI, dos miembros de la policía y dos fiscales. Es una causa que hay que seguir de cerca, porque es muy grave”.
¿Qué importancia tuvo para usted la sesión en Esquel?
Daniel Lipovetzky: Luego de la primera reunión que tuvimos después de la desaparición de Santiago, yo fui uno de los que dijo que me parecía importante reunirnos en Esquel para darle mayor seguridad a muchos testigos que tenían miedo de declarar. Pasó un tiempo y ahora estamos aquí para darle apoyo al nuevo juez: lamentablemente se perdieron muchos días valiosos con Otranto, que no estuvo a la altura de las circunstancias.
¿Qué evaluación hace de la reunión con el juez Lleral?
Daniel Lipovetzky: Muy medido con sus declaraciones porque no puede prejuzgar, por supuesto, pero sí dijo algunas cosas interesantes. Primero, le preguntamos cuál era el grado de apoyo que tenía de los diferentes poderes, sobre todo del Ejecutivo y las fuerzas de seguridad: dijo que absoluta. Nos dejó tranquilos con respecto a que los tres poderes están consustanciados con la aparición con vida de Santiago Maldonado. Y, por supuesto, que va a profundizar las hipótesis. En base a lo que investigó cree que hay algunas hipótesis que tienen más fortalezas que otras, y sobre esas va a tomar medidas más fuertes.
¿Qué hipótesis tiene más fortaleza que otras?
Daniel Lipovetzky: No lo dijo, pero creo que son las que tienen que ver con las cosas que van surgiendo: una de las posibilidades es que sea una posible intervención de algún miembro de Gendarmería. Otra que va a investigar: va a pedirle información a Chile sobre si hay posibilidad de que Santiago esté allí. También adelantó que va profundizar la búsqueda de Santiago en los lugares donde posiblemente haya desaparecido, que es en el lugar del corte y del río.
Usted ¿qué evaluación hace del caso?
Daniel Lipovetzky: Hay que investigar todas las hipótesis, incluida la más alta calificación que se le ha puesto a la causa, que es la de desaparición forzada. Por supuesto, en lo personal, no coincido con esa calificación porque no creo que el Estado tomara una decisión de encubrir ni participar en la desaparición. Pero más allá de eso, cuando la Justicia investiga, tiene que investigar hasta la hipótesis más grave, en este caso la desaparición forzada, para ir descartando cualquiera de ellas hasta llegar a la verdad. Desde ahí, me parece que está bien encaminado todo lo que se está haciendo hoy desde la Justicia.
Ante una hipótesis de desaparición forzada, sí hay una participación del Estado: la Gendarmería es una fuerza nacional y quienes participaron son agentes del Estado.
Daniel Lipovetzky: Sí, pero no es una participación institucional orgánica. Todo esto tiene que probarse de manera fáctica, pero lo que yo creo que se va a terminar acreditando, si se certifica la intervención Gendarmería, es la de un miembro que pudo haber cometido un hecho ilícito. Y por ese hecho ilícito tiene que ser juzgado y, si se comprueba, condenado. En Argentina se terminó la impunidad de todo tipo: de los uniformados, de los sindicalistas mafiosos y de los funcionarios corruptos. En ese marco, si hubo un miembro de Gendarmería que cometió un delito tiene que ser juzgado y condenado, pero eso no significa que haya habido una voluntad orgánica de participar en esta desaparición.
El Comité contra la Desaparición Forzada de la ONU sí puntualizó en el accionar posterior del Estado, en particular sobre el Ministerio de Seguridad, y manifestó su alta preocupación. Un ejemplo: aseguró que el Ministerio introdujo falsas hipótesis dentro del expediente.
Daniel Lipovetzky: El Comité tiene que expresar su preocupación, es lógico. Por eso también como Comisión de Derechos Humanos estamos acá. Habrán hecho algunas consignaciones que le generan preocupación. No tengo tan claro que haya cuestiones en el expediente que hayan sido implantadas desde el Ministerio de Seguridad. De todas maneras, lo que luego hay que hacer es una evaluación, tanto jurídica y política, para ver qué pasó. Pero esa es una evaluación que hay que hacer una vez que se determine qué pasó con Santiago Maldonado.
La propia ministra de Seguridad ubicó a su jefe de Gabinete, Pablo Noceti, en el lugar de los hechos que culminaron con la desaparición de Maldonado. Él también lo reconoció en diversas entrevistas e incluso Gendarmería confirmó en documentos internos que estuvo coordinando las acciones en la Patagonia.
Daniel Lipovetzky: Él vino a una reunión vinculada con la seguridad regional en Bariloche, luego se trasladó a Esquel, pero no por el proceso de desalojo del 1 de agosto que hubo en el corte. Pareciera que ese argumento tiene sentido teniendo en cuenta que si bien era una orden dada por el juez, no parecía tan importante como para que el jefe de Gabinete de la ministra de Seguridad esté acá. De todas maneras, otro miembro de la Comisión le preguntó al juez sobre esto: dijo que lo va a investigar, no en esta causa, sino en la de desaparición forzada. Ahí es donde deberá determinarse si tuvo o no algún tipo de participación. Está bien que haya una hipótesis a investigar: la causa por desaparición forzada tendrá que seguir esta línea.
¿Qué evaluación hace del accionar de la ministra Bullrich?
Daniel Lipovetzky: Hoy le pregunté al juez sobre qué grado de apoyo tenía del Estado y dijo que tenía apoyo absoluto. Y en ese punto es una buena evaluación de lo que está haciendo la ministra hoy, apoyando la investigación judicial. Después – y esperemos que Santiago aparezca con vida y se sepa lo que pasó-, hay evaluaciones que tendrá que hacer el propio Presidente, no ahora sino con la investigación judicial resuelta. Por supuesto que pudo haber habido alguna declaración mejor que otra, pero en general uno tiene que evaluar lo que hizo: sumarios a los gendarmes y poner a disposición de la Justicia el Ministerio. Todo lo otro son evaluaciones políticas que tendrá que hacer el Presidente.
Nathalia González (FIT): “Le preguntamos al juez por el rol de Noceti”
“Vinimos con muchas expectativas de poder hablar con las comunidades. Es difícil conocer la realidad que viven sin venir al territorio”, dijo a lavaca la diputada Nathalia González, del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT). “Por otro lado, la expectativa era también política: queríamos poder impactar en la región y poder generar un hecho político para conmover al Poder Judicial y al poder político. Eso significaba, también, darle fortaleza a la comunidad para avanzar en encontrar la verdad en la investigación de la desaparición de Maldonado y determinar la responsabilidad de los efectivos de Gendarmería, de los máximos responsables de esa fuerza y de los responsables políticos. Hablando con los vecinos aquí en Esquel la desaparición es una cuestión que a todos angustia, preocupa: han recibido la visita de innumerable cantidad de fuerzas. Es muy intimidatorio y, lo que notamos, es una situación de alerta permanente”.
La diputada González subrayó la dificultad que contó la Comisión para trasladarse a Esquel. “No contábamos con el aval institucional, pero vinimos. Fue gratificante: estuvimos con los organismos que desde el día 1 han denunciado toda la situación de represión y lo que ocurrió con Santiago. También hablaron decenas de referentes de las comunidades de las zonas: no sólo plantearon la urgencia por la aparición con vida de Santiago, sino también las denuncias por el hostigamiento brutal que sufren, incluso estos días. Hubo testimonios de referentes de la comunidad Vuelta del Río, a quienes les quemaron las viviendas después de denunciar el allanamiento del 18 de septiembre. Viven una situación de amedrentamiento y faltas de garantías permanente”.
¿Le comunicaron ese amedrentamiento al juez Lleral?
Nathalia González: Es una cuestión preocupante que le llevamos. Lamentablemente no nos dio respuesta. Preguntamos qué medidas iba a tomar para garantizar la integridad tanto de los testigos como de la familia de Santiago. El juez planteó que él mismo considera que no tiene todas las garantías, que no las puede dar y que está tratando de instruirse en la causa. Es un sabor amargo: no planteaba herramientas para que la comunidad se sienta protegida y poder seguir denunciando. Dijo que tendió un diálogo con la comunidad: él mismo dijo que tenía que hacer toda una serie de maniobras para llegar sin las fuerzas de seguridad, lo que habla de la militarización de la zona. También le preguntamos si tenía una línea de investigación alrededor del principal responsable del operativo donde desaparece Santiago, que es Noceti: se reservó a contestarme. Lo que sí hay que rescatar es que dio lugar a una demanda concreta de la familia: apartó a Gendarmería del acceso de la causa. El juez accedió a ese planteo.
¿Qué dijo sobre la hipótesis de desaparición forzada?
Nathalia González: Se lo preguntamos explícitamente: dijo que desde el día en que asumió la causa hasta el momento no tiene probatoria de otra hipótesis.

Expone ante la Comisión Julio Saquero de la APDH. en la mesa, la abogada de la familia Maldonado, Verónica Heredia.
Silvia Horne (Movimiento Evita): “El conflicto que subyace todo es el problema de la tierra de las comunidades originarias”.
“Pudimos oír los testimonios y el conflicto que subyace y atraviesa todo: el problema de la tierra de las comunidades originarias”, dijo a lavaca Silvia Horne, diputada por Río Negro del Movimiento Evita. “También pudimos reunirnos con el juez, a quien le transmitimos algunas de las preocupaciones que recogimos el día anterior, sobre todo la situación de temor que hay en la población por el nivel de militarización que tiene la zona. Nuestra preocupación era la presencia de Gendarmería en la investigación, pero aclaró que resolvió que no interviniera más ni tomara vista en el expediente. También hicimos hincapié en investigar las comunicaciones del jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad, Pablo Noceti, y de la ministra Bullrich, ya que está absolutamente constatado la presencia de Noceti en el lugar, confirmada no sólo por él sino por el ministro de Gobierno de Chubut, Pablo Durán, en su interpelación en la Legislatura”.
Horne dejó en claro que el juez Lleral debe actuar de “forma independiente”. Y agregó: “Nos confirmó que la hipótesis principal es que Santiago Maldonado fue visto con vida por última vez en el operativo que hizo Gendarmería en la zona”.
La diputada fue una de las que visitó al lonko Jones Huala en la Unidad 14. “Nos queda la preocupación de que no corresponde que esté sometido por segunda vez al mismo proceso. Tampoco creemos que corresponda la extradición”.
Horne resaltó que la Comisión estuvo “muy completa”, ya que contó con los bloques con representación en el Congreso. “Estamos muy conformes con haber ido. La comunidad de Esquel también esperaba una respuesta, un espacio donde poder expresarse. Es muy grave que a muchos años de recuperada la democracia hoy estemos viendo estos hechos con una persona desaparecida en un operativo de seguridad. Y ocultando el conflicto de tierras. Argentina tiene una deuda constitucional, ya que el Estado asumió el reconocimiento a la preexistencia étnica y cultural de los pueblos originarios, mientras que el Código Civil reconoce los títulos comunitarios”.
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Escritos sobrevivientes: Un nuevo libro escrito por ex detenidos desaparecidos
Este 24 de marzo, a 49 años del golpe, la editorial lavaca publica Escritos sobrevivientes, un libro creado junto a un grupo de personas que estuvieron secuestradas y desaparecidas en distintos centros clandestinos de represión durante la última dictadura militar. Se presenta el próximo viernes 28, pero ya podés pasar a buscarlo por MU (Riobamba 143) desde hoy. En este texto, Claudia Acuña cuenta qué representa esta obra parida en colectivo y en medio de aires negacionistas.
Por Claudia Acuña
Este libro representa muchas cosas y todas y cada una nos parecen decisivas para estos tiempos desesperados.
Ni sé por dónde comenzar a enumerarlas, así que sin orden de importancia ni cronológico enumero algunas, aunque sin duda me faltarán otras que invito a que completen quienes lo lean.
Lo primero, para mí, es reconocer el valor social, político, histórico y ético que merecen las personas detenidas-desaparecidas por la dictadura cívico militar que azotó este país desde el 24 de marzo de 1976. No olvidamos esa fecha gracias a ellas, pero no siempre se las nombra con la relevancia que han tenido para construir verdad, justicia y memoria.
A algunas de ellas he tenido el honor de escucharlas y verlas testimoniar en los juicios de lesa humanidad, pero también en los diferentes procedimientos contra la impunidad que crearon y sostuvieron para que esos juicios sucedan.
Una y otra vez.
Una y otra vez.
Una y otra vez.
Hasta lograrlo.
Solo a una pude agradecerle con palabras y lágrimas el esfuerzo, el coraje y el legado que recibíamos por su esfuerzo, pero fundamentalmente por sus vidas consagradas a hacer posible lo imposible. Fue en la puerta de los tribunales de Comodoro Py, mientras los altoparlantes transmitían la primera condena a los genocidas responsables del centro de detención clandestino y de tortura que funcionaba en la Esma. Ahora, con este libro queremos extender esas gracias a cada una, a cada uno.
Sé, porque comprendí la lección que nos daban, que no puedo afirmar que lo hicieron solo ellas, ellos. Esa es otra de las cosas que representa este libro: el saberse parte – y reconocerlo siempre- de algo más grande, más importante y más trascendente no solo del yo, sino incluso del núcleo colectivo en el que nos organizamos, reflexionamos y tomamos fuerza para resistir. Nuestras fuerzas individuales y nuestras construcciones políticas suman, activan, empujan, pero alcanzan sus objetivos cuando sincronizan con la necesidad social, con la época y con la Historia. Tienen alas porque tienen raíces y mueven al mundo hacia lugares mejores porque se sabe más grande y más poderosa que lo que nos rodea.
Eso que aquí las y los autores definen como “subjetividad sobreviviente” nos advierte eso: somos nuestros cuerpos y la sombra que proyectan, lo que hacemos y lo que soñamos, nuestras obras y nuestra imaginación, nuestros saberes y nuestra intuición, pero también y además aquellos cuerpos, proyecciones, hechos, batallas ganadas y perdidas, que nos anteceden y desbordan para fortalecernos y sostenernos de pie. Aquello que ilumina la oscuridad es la memoria sensible: de eso se trata este libro, además.
Otra: el valor de las utopías. En los momentos más aterradores hemos gritado “Aparición con vida y castigo a los culpables”. Bueno: la noticia es que hemos tenido éxito y aquí están las personas que cuando pronunciábamos esas palabras mágicas no podíamos abrazar. Algunas de ellas son las que el tercer sábado de cada mes vimos ingresar a nuestra trinchera durante el largo y desalentador año 2024. Para nosotros ese taller de escritura significó una cita con la esperanza, cada vez. Y una comprobación: el futuro se construye con el hacer colectivo, cada vez.
Por último: este no es un libro de testimonios sobre el horror de la dictadura, sino su contracara o quizá, lo que se puede pensar después de cruzar el abismo de la impunidad.
Quizá.
Me falta todavía superar la alegría de haberlo logrado, de sostener con las manos esta pequeña utopía realizada en tiempos de saqueo de recursos simbólicos y materiales, en las cuales sólo proponerlo sonaba casi irresponsable, para poder encontrar las palabras certeras, que expresen lo que representa que personas empobrecidas y violentadas podamos hacer lo que querramos financiadas sólo por el deseo y la convicción, que siempre es política.
Quizá la palabra exacta sea una sola: Argentina.
La presentación
Escritos sobrevivientes y compila una serie de textos producidos en un taller de escritura que tuvo lugar en MU durante 2024. Estos relatos abordan historias marcadas por lo que el grupo denomina «subjetividad sobreviviente». El resultado es un conjunto de textos poéticos, políticos y filosóficos, de una potencia y belleza conmovedoras.
Participan: Rufino Almeida, Margarita Fátima Cruz, Graciela Daleo, Lucía Fariña, Mercedes Joloidovsky, Eduardo Lardies, Susana Leiracha, María Alicia Milia, Claudio Niro, Silvia Irene Saladino, Stella Maris Vallejos e Inés Vázquez.
Así lo resumen sus autoras y autores: «Un grupo de compañeras y compañeros, ex detenidos desaparecidos por el terrorismo de Estado, nos reunimos en un taller de escritura para crear textos enfocados en la subjetividad sobreviviente, mientras la voz del poder alimenta el negacionismo y la reiteración del sufrimiento popular por variados medios».
El libro se presentará el próximo viernes 28 de marzo a las 20 horas en Mu Trinchera Boutique, Riobamba 143.
Podés conseguirlo desde hoy, 24 de marzo, también en MU.

Nota
La Justicia esquiva la causa por el disparo a Pablo Grillo: “Hasta ahora no se investigó nada”

La recuperación de Pablo “es muy rápida” pero la investigación sobre su intento de asesinato, muy lenta, o directamente inexistente. Qué dijo el padre hoy frente al Hospital Ramos Mejía donde Pablo sigue pelando por su vida, aún en terapia intensiva pero con avances prometedores, y las abogadas del caso que presentaron ante la Justicia: primero Servini de Cubría y luego el candidateado a la Corte Ariel Lijo rechazaron la causa, y ahora se sortea en la Cámara Federal de Casación a qué juez le tocará investigar a quien le disparó y a sus superiores jerárquicos. Los dichos de Adorni en conferencia de hoy, y quién cortó el diálogo con la familia; las pruebas que se pidieron y las que se aportaron; y el texto de la presentación judicial en la que la familia pide ser querellante, con las pruebas que aportamos desde decenas de medios, fotoperiodistas y organizaciones sociales.
Por Francisco Pandolfi
Pablo Grillo todavía no está fuera de peligro, pero la mejoría día a día, paulatina y constante, le permite a la familia hablar ya no sólo de su estado de salud. Hasta hoy, el único foco era la supervivencia de este fotógrafo de 35 años impactado por una granada de gas lacrimógeno, fuera de toda legalidad, por las fuerzas de inseguridad comandadas por la ministra Patricia Bullrich.
La pérdida de masa encefálica y la fractura de cráneo con la que llegó de urgencia al Hospital Ramos Mejía –el miércoles 12 de marzo, cuando se desató la represión en la marcha por las paupérrimas condiciones en las que viven las y los jubilados–; la primera operación esa misma noche en la que se bajó la presión intracraneal y se le reconstruyó algo del tejido. Las pupilas que empiezan a reaccionar bien. La merma en la sedación. Los primeros movimientos – prematuros e inesperados por los propios médicos–. Otra operación por un derrame que es revertido a tiempo. La baja de los glóbulos blancos como síntoma de la baja en la infección. Y a solo una semana del disparo, Pablo abre los ojos. Y le sacan el respirador para ver cómo reacciona y lo hace agarrándole la mano a la mamá. Y por si fuera poco le susurra las palabras más hermosas a su papá: “Hola, viejo”.
Pablo continúa en terapia intensiva, en estado crítico, pero respondiendo bien neurológica y físicamente. “Es asombroso el nivel de avance que tuvo”, dice Fabián, su viejo, con los ojos emocionados e incrédulos por la mejoría impensada en tan poco tiempo. Esa sucesión de buenas noticias las que posibilitan a la familia convocar este viernes a una conferencia de prensa «para contar novedades en la causa judicial».
Primero, habla Fabián, su papá, sobre la salud de Pablo: “Las novedades son que está estable, por lo tanto es bueno. Está con los ojos abiertos y sigue sin respirador”.
Fabián lleva puesta una remera azul, con letras blancas que dicen: “Justicia por Pablo Grillo”. Se lo nota cansado, pero más distendido. Se ríe cuando cuenta: “Tengo un video con saludos de (Ricardo) Bochini, veremos si los médicos nos permiten que se lo pasemos. Si lo escucha al Bocha, va a volver a hablar seguro Pablo”. Mantiene los pies sobre la tierra: “Todavía la situación es grave: está en terapia y con riesgo de vida. Pero en ese marco todo lo que estuvo ocurriendo es favorable. A todos nos sorprendió su evolución. Incluso los médicos manifiestan que la evolución que está teniendo es asombrosa. Es muy rápida”.
Este jueves, el vocero presidencial Manuel Adorni dijo que el diálogo con la familia quedó roto desde que el padre de Pablo acusó a Bullrich de ser cómplice. Fabián le responde: “Nosotros no cortamos nada porque nunca existió el diálogo. Lo mío fue una respuesta a una declaración mentirosa de Bullrich, por tanto si es que alguien cortó el diálogo fueron ellos. Yo estoy dispuesto a escuchar, si alguien me llama”. Y agregó: “A esta altura no lo espero (ese llamado). Espero poco. Pero demostraría que tienen todavía un grado de humanidad”.
En relación a las mentiras de Bullrich sobre el trayecto del proyectil, expresó: “Me da vergüenza la forma en que fue acomodando la mentira. La va acomodando a medida que la realidad se lo desmiente, es hasta absurdo, burdo, grotesco: no sé que palabra utilizar”. Cuando le preguntaron si le diría algo al gendarme que, según los elementos reconstruidos hasta el momento, sería quien disparó (presuntamente, el cabo Guerrero), afirmó: “Personalmente no le diría nada. Sí lo vamos a decir de forma jurídica. El mejor diálogo que podemos tener con esta gente es en lo judicial”.
La causa, sin avances
Fabián estuvo acompañado por Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, y a Paula Litvachky, del CELS, organismos que patrocinarán legalmente a la familia, que este 21 de marzo se presentó ante el Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº 1 para ser tenida en cuenta como querellante en la investigación judicial.
Lo más importante de la causa hasta ahora: desde el 12 de marzo “no se investigó nada y reclamamos que se empiece a investigar urgente”. Las abogadas cuentan el por qué: “La causa iniciada por la denuncia de la Procuvin (Procuraduría de Violencia Institucional) que dio inicio a la instrucción estaba presentada en el Juzgado 12 de Ariel Lijo, quien se la devolvió a la Jueza Servini de Cubría, que otra vez la rechazó. Ninguno de los dos quiere hacerse cargo de la investigación. Ahora irá a sorteo para definir quién la sigue. La Cámara Federal de Casación Penal tiene que resolver”. Agregan: “Hasta ahora el Ministerio de Seguridad dijo que no hará sumarios internos por el accionar de su Fuerza, lo que refleja el encubrimiento”.
La causa aún no tiene carátula porque no está radicada en ningún juzgado. La denuncia presentada es por tentativa de homicidio agravado, por abuso de autoridad e incumplimiento de funcionario público.
Dice Paula Litvachky, del CELS: “Es muy importante que la causa salga de este limbo judicial y se inicie el pedido de pruebas antes de que pase más tiempo”.
Dice Claudia Cesaroni, de la Liga Argentina por los Derechos Humanos: “Esperamos que en estos primeros 9 días en los que no se hizo nada, no haya ninguna prueba que se haya destruido, modificado, alterado. Hay cámaras del Gobierno de la Ciudad que tienen un tiempo de duración determinado, o de negocios que también se van borrando y si no las pedís inmediatamente después ya no están. Es vergonzoso que un hecho así no lo esté investigando nadie”.
Las abogadas pidieron una serie de pruebas. Las más relevantes: “Quién dio las órdenes, cómo se manifestaron esas órdenes y cuáles fueron, antes y después del impacto; cuál fue el protocolo que se aplicó, quienes integraban el equipo donde estaba incluido el cabo Guerrero y qué órdenes se le impartió a ese grupo en particular; qué armas utilizaron”. También exigen que se lo llame a indagatoria a Guerrero. “Ya hay suficientes elementos para hacerlo”.
Completa Paula Litvachky: “Hicimos una presentación con los hechos, tenemos un montón de pruebas para que se reconstruya ese tramo del operativo de modo tal que se pueda tener la responsabilidad de quién disparó y de toda la cadena jerárquica”.
Concluyen ambas: “Las pruebas están. Nunca hubo tanto registro fotográfico y audiovisual. Necesitamos el acompañamiento social para empujar a que se haga justicia y que no quieran desviar el foco de la investigación”.
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La causa de la caída: la denuncia de Beatriz Blanco, la jubilada gaseada y golpeada por la Policía

Traumatismo encéfalo craneano, herida cortante e irritación ocular: las heridas causadas a Beatriz Blanco (81 años) ya forman parte de una causa judicial que inició ella misma y también la Procuraduría de Violencia Institucional, y apunta contra dos efectivos que la gasearon y le pegaron, provocando su caída. También apunta a la responsable del operativo, la ministra Patricia Bullrich, que se desplegó el miércoles de manera feroz, pero que -plantea la denuncia- es parte de un “plan sistemático”. Beatriz fue golpeada a las 16:10, antes de los principales incidentes, mientras se manifestaba en una esquina: cómo fue el momento, según relata ella misma en la denuncia y cuenta su hija. Quién es esta jubilada que trabajó de todo. Cómo está: recuperándose, enojada y “con más fuerza que nunca”. La voz de una de sus hijas junto a quienes lucha por justicia, y paz.
Por Franco Ciancaglini.
La imagen de Beatriz Blanco cayendo en seco al suelo -tras ser gaseada y empujada por dos efectivos de la Policía Federal- dio la vuelta al mundo.
En el video se ve el fin de una secuencia más larga que inicia cuando la Policía Federal empuja de manera violenta a jubiladas y jubilados que se encontraban haciendo el clásico semaforazo de todos los miércoles en el Congreso.
“Ella lo que cuenta es que estaba con el grupo de jubilados, cortando Entre Ríos, para mostrar sus carteles. Y cuando el semáforo se pone verde se vuelven a la esquina. Y en ese momento vino la policía, apurando a todos los viejos a subirse a la vereda”.
La que habla es una de sus hijas, Paula.
El relato coincide con la temprana decisión de las fuerzas de abalanzarse sobre personas que hacen lo mismo todos los miércoles -un semaforazo, y luego una movilización que da la vuelta al Congreso-: Beatriz fue atacada a las 16:10.
Esta vez, por lo especial de la fecha, los Policías iban además con el gas apretado y el palo suelto. Cualquiera que estuvo en la manifestación pudo apreciar cómo apenas una persona se acercaba a los efectivos, o incluso estando a metros, sin hacer nada, podía ser gaseado. Incluso teniendo 81 años.

Los camiones hidrantes fueron parte de la cacería desatada. Foto: Lina Etchesuri.
El arma y la palabra
Beatriz Blanco no está afiliada a ninguna barrabrava ni milita en ningún partido político.
Es jubilada.
Trabajó toda su vida como empleada en cooperativa de fletes, empleada cuidando niños, costurera, y de casera hasta los últimos tiempos.
Tiene tres hijas.
Una de ellas, Paula Ippolito, cuenta que junto a su madre Beatriz y su hermana Paula suelen ir juntas a las marchas. “Esta vez fue sola porque justo yo estaba operada de la rodilla. Suele ir, no va todos los miércoles pero cuando puede va”.
Beatriz ya conocía a varios y por eso se acercó al grupo de jubilados que realiza los miércoles el semaforazo. Luego de que la empujaran a la vereda, se puso a hablarle a un cordón policial, una práctica habitual de jubilados anodados ante la violencia sin sentido que ejercen las fuerzas: “Ella siempre es de ir y hablar, de decir qué están haciendo, cómo no les da vergüenza; mi mamá siempre como que quiere hacer conciencia. Ella le debería estar gritando al policía que estaba de espaldas y lo toca con el bastón como diciendo ´mirame´. Ahí el chabón se da vuelta y le tira el spray, y el otro que le pega con el palo en la cabeza”.
Ese combo, que representa un ataque, de gaseo, empujón y golpe, hace que Beatriz pierda el equilibrio instantáneamente, y caiga al suelo.
La primera pregunta es cómo está: “Se está recuperando. Está en reposo, en observación por el golpe que recibió en la cabeza. Está con mucho dolor en todo el cuerpo, con un poco de inestabilidad, con el dolor en los ojos por el gas que le tiraron. Tiene los ojos muy hinchadas: le tiraron gas directo en la cara”.
Este dato del gas directo a sus ojos explica a la vez la pérdida del equilibrio, desechando por tierra las mentiras del Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que aseguró que se “cayó sola”. También el título de la empresa La Nación que habló de que la jubilada “atacó” a la policía previo a su “caída”: “Ella le tocó con su bastón para que se diera vuelta, para que la escucharan, no golpeó a nadie. Habría que mostrar los videos enteros donde la Policía increpa primero a los jubilados para que se suban a la vereda, con la agresividad que suelen tener”.

Beatriz Blanco, tras los gases recibidos y el golpe posterior. Foto: Lina Etchesuri.
El caso de Beatriz es uno de los dos -junto al del fotógrafo Pablo Grillo- denunciados por la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin) ante la Cámara del Crimen. En esas denuncias a las que accedió lavaca, el organismo que se encarga de monitorear a las fuerzas -en estos tiempos, con menos entusiasmo- presenta como “pruebas” distintos recortes periodísticos alrededor del ataque a Beatriz. Y solicita a la justicia que requiera al Ministerio de Seguridad el personal policial afectado a los lugares de ambos ataques, así como los datos de la “sala de operaciones” a la que reportaban los agentes a cargo del operativo.
Por otro lado, la propia familia de Beatriz presentó una denuncia contra los dos agentes de la Policía Federal y contra la propia ministra Bullrich. Narra en su presentación lo mismo que refiere su hija en esta nota: “Siendo aproximadamente las 16:10 hs me encontraba en las inmediaciones de la esquina de las avenidas Entre Ríos y Rivadavia de esta ciudad (…) cuando fui rociada con una sustancia lacerante por un efectivo de la Policía Federal. Inmediatamente después, y también a manos de un efectivo de la PFA, recibí un golpe en la cabeza, con un elemento que creo se denomina ‘tonfa’, lo que provoca mi caída al piso”.
Tras el golpe, Beatriz fue derivada al Hospital Argerich, donde diagnosticaron lo producido por el ataque: traumatismo encáfalo craneano, herida cortante e irritación ocular.
Por eso, por un lado, reclama la identificación de los dos efectivos que la atacaron, plausibles de ser responsables de “delitos de lesiones leves” agravadas por tratarse de personal de la fuerza. Y por otro, califica a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich como “autora mediata” por ser responsable del operativo y algo más: la valiente presentación habla de que estos hechos son parte de un plan sistemático.

Una síntesis del plan sistemático. Foto: Juan Valeiro.
“Como en los momentos más aciagos de nuestra historia, desde el Poder Ejecutivo se ha montado un Programa de Miseria Planificada cuya consecuencia natural es la Protesta Social. Y sabido es que este tipo de políticas socioeconómicas sólo resultan aplicables cuando se pone a disposición de las mismas al aparato represor del Estado”.
Firma toda esta historia la propia Beatriz, acaso poniendo en contexto lo que representan los golpes que sufrió, su historia y el futuro por el que pelea junto a sus hijas. “Nosotras somos fieles a las marchas que son para los derechos del pueblo”, cuenta Paula, una de ellas. “No militamos en ningún partido político, siempre vamos independientes y solas”, aclara por si hiciera falta.
Paula habla siempre en plural femenino, pensando en su madre y su hermana. Desde ese lugar cuenta: “Nos están sacando todo. Nos están metiendo miedo para que no salgamos a las calles. Están imponiendo todo lo que quieren imponer. Siempre estamos atentas a todas las luchas. Esto va a por todos, no es solamente por los jubilados. A mi me han robado plata con la AFJP a pesar de que ya tengo 30 años de aportes. Estos vienen por todo, por todo lo que conquistamos”.
Junto a Natalia, las jóvenes militan tocando tambores en Batuka, uno de los conjuntos que lleva el ritmo a la calle y es la banda de sonido de la protesta social y la lucha. Hoy, del lado de la víctima, Paula asegura: “Estamos luchando para que esto no vuelva a suceder. Para que tengamos memoria y el pueblo no se duerma. No tenemos miedo. Ya la verdad que queda poco por perder”.
Esta lucha incluye, claro, a Beatriz: “Está más fuerte que nunca. Está enojada, muy enojada. Pero está fuerte para seguir la lucha”.
La lucha, ahora, es por justicia: “Solamente queremos que los responsables tengan justicia, sean los policías o la ministra de Seguridad: que la justicia trabaje a favor del pueblo. Y que no salga nadie más impune”.
¿Tenés esperanzas? “Y no. Pero hay que hacerlo igual: nos corresponde”.
La esperanza tal vez siga estando en la calle, mientras estas jóvenes sin contención psicológica ni asistencia estatal de ningún tipo enfrentan los golpes: “Estamos nosotras, las hijas, para cuidarla y para que se reponga de esto”.
¿Necesitan algo? “Sí: paz”.
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