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De menenlandia a Famatina: la minería sin cielo abierto

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Mientras en la capital de La Rioja se libraban bataholas patéticas y el gobernador huía acusado de corrupción y entrega del patrimonio minero, las asambleas ciudadanas organizaron un piquete a 1.800 metros de altura, al pie del Famatina. Así lograron que la minera más grande del mundo, Barrick “Bush” Gold, comience a desmantelar su proyecto. Mantendrán la medida -contaron a lavaca -hasta que el nuevo gobierno ratifique la ley que prohibe la minería a cielo abierto. Cómo se organizaron para resistir y qué estrategias usaron para desafiar a políticos, empresarios y funcionarios. Datos para ubicar dónde vive hoy la política.
El 14 de marzo de 2007 hubo un deceso y un nacimiento extrañamente relacionados.
En La Rioja, el gobernador Ángel Mazza -ex secretario de minería, ex menemista, ex duhaldista y actual kirchnerista- cayó del poder. Y a la misma hora nació Leonardo Valentín, el hijo de Carolina Suffich, docente y vecina de Famatina.
¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? Carolina fue la persona a la que se le ocurrió crear la Asamblea Vecinos de Famatina Autoconvocados en Defensa de la Vida, el 8 de mayo de 2006, alarmada por la sensación de que su pueblo quedaría a merced del cianuro y del saqueo ambiental. No sabía los alcances de tal ocurrencia. Al poco tiempo su panza empezó a crecer, mientras crecían también las asambleas ciudadanas que se multiplicaron por la provincia. En esos meses de gestación, el conflicto puso al descubierto los niveles de contaminación minera futuros, y de corrupción política presente. Las nacientes asambleas de Famatina, Chilecito, Pihuil, Chañarmuyo, Los Sauces y otras que fueron sumándose, comenzaron a reclamar la prohibición de la minería a cielo abierto. El tema fue aprovechado por los políticos opositores a Mazza para acondicionarle su ataúd político. El sábado 10 de marzo, la Legislatura sancionó la ley que reclamaban los ciudadanos, y el vicegobernador Luis Beder Herrera denunció a su ex socio político Mazza por la entrega del patrimonio minero provincial a la Barrick Gold. Los asambleístas aclararon que no confían en político alguno y se instalaron al pie del Famatina, en Peñas Negras, a 1.800 metros de altura, para impedir la subida a la mina y garantizar la bajada de Barrick Gold de la provincia. En la capital, Mazza contrató patotas para que parecieran adherentes que provocaban desmanes para defenderlo, y así fomentar la intervención por parte del Ejecutivo. El gobierno nacional, poco propenso al suicidio, decidió no tragar el anzuelo de su ángel riojano, y el mismo mediodía en el que Carolina escuchó los berridos de Leonardo Valentín, Ángel Mazza abandonaba definitivamente la casa de gobierno riojana. Beder Herrera asumió, y lo primero que hizo fue elogiar a Kirchner.
No se sabe quién tendrá que transmitirle a Leonardo, cuando crezca, alguna idea sobre si existen o no las casualidades.
¿Dónde está la política?
Las empresas periodísticas se dedicaron a mostrar batallas en la capital riojana, y a dilucidar internas políticas. Nadie fue al Famatina.
Las “internas” fueron tema de los opinólogos y comentaristas, cada uno con su declarada primicia sobre amores y desamores entre Mazza, Beder Herrera, Kirchner, Fernández (el que el lector prefiera), llamados, mensajes, amenazas, ultimátums, traiciones y todo ese combo que se conoce como “política”.
Las batallas mostraban a supuestos adherentes al gobernador Mazza, resistiendo los avances de la oposición (aunque se supone que todos son peronistas, o kirchneristas, o del mismo partido en cualquier caso). Mazza en realidad contrató patotas de jóvenes para simular un apoyo numeroso. Uno de los chicos se delató por televisión, donde apareció excesivamente alegre y gritó “¡viva Tucumán!” antes de terminar balbuceando que no sabía claramente a quién había ido a defender o a atacar. Para crear el clima de caos que justificara la intervención por parte del Poder Ejecutivo, estos “mazzistas” quemaron un automóvil. Lo habían llevado poco antes: no tenía motor. Lo peor que hicieron es resumido por Carina Díaz Moreno, vecina de Famatina, profesora de Educación Física, que relata a lavaca: “Quemaron planillas, se llevaron documentos y computadoras en las que está la información del pago a los empleados públicos y a los docentes. Típico delincuente, Mazza se va haciéndonos daño porque ahora no se sabe cómo van a hacer para pagar”. La policía riojana jugó su partido hasta que quedó del lado de Beder Herrera, que mandó reprimir a los mazzistas con gases lacrimógenos y balas de goma. La población riojana siguió el tema con interés, pero desde lejos.
Una aparente paradoja: mientras el gobernador institucional, oficial, etc, mandaba quemar autos huecos y robar computadoras con planillas de sueldos a través de sus matones fracasados, los asambleístas que hacían el piquete en el Famatina buscaban el orden. Gabriela Romano, de Chilecito: “Acá nadie quiere el desorden, porque tenemos razón. No queríamos que hubiera ninguna excusa para intervenir la provincia. Mazza o un interventor iban a vetar la ley de prohibición de minería a cielo abierto. Ahora todavía nos queda la chance de que Beder cumpla con lo que él mismo votó el sábado pasado”.
Concretamente: la legislatura provincial aprobó una ley de prohibición de la minería a cielo abierto con utilización de cianuro o cualquier substancia contaminante, y aprobó además llamar a una consulta popular en Famatina y Chilecito para ratificar la legislación “y que no pueda ser derogada en el futuro” según palabras de Beder Herrera. Lo único que falta es que el gobernador que esté a cargo (que ahora es el mismo Beder) promulgue la ley votada por la Legislatura. La consulta popular sería el 29 de julio.
Beder venía de calificar a los asambleístas, cuando Carolina Suffich tuvo su ocurrencia de crear una asamblea, como “cinco iluminados”. Con más precisión aún, al principio fueron cuatro y no se sentían excesivamente iluminados sino asustados. No dejaron que el miedo los paralizara. Al poco tiempo la historia comenzó a crecer, Beder comprendió que había calculado mal, y que las agresiones del gobierno provincial (que los tildaba como “piqueteros”, “subversivos” y “vagos” entre otros oficios) eran casi una demostración por el absurdo del valor de toda esa lucha. Beder comenzó a apoyar a los asambleístas, que aclararon siempre que eso no era recíproco: “No estamos con ningún político ni jugamos en ninguna interna” dice Gabriela, y repite cada asambleísta al que se le consulte la cuestión.
Todos esperan que Beder cumpla su compromiso público. “Pero son todos políticos -advierte Carina-, en estos años aprendimos a desconfiar de todos. Por eso la asamblea decidió mantener el corte por tiempo indeterminado en Peñas Negras hasta que Barrick se vaya, y hasta que el gobierno promulgue la ley que la Legislatura ya aprobó”.
Si se entiende a la política como intervención en lo público, búsqueda del bien común, debate y solución de los problemas verdaderamente importantes, es interesante pensar si esta semana se hizo más política en la capital provincial, o en las asambleas al pie del Famatina.
Barrick Bush
La descripción de las andanzas de Barrick Gold por el mundo merecerá un capítulo aparte, por la secuela de destrucción, contaminación y muerte que ha ido dejando por Africa, Australia, y con entusiasmo y eficiencia creciente en América Latina.
La presencia del fundador Peter Munk, sospechado de vínculos con la venta de diversas sustancias prohibidas, asociado al traficante de armas saudí Adnan Khashoggi es curiosa. Khashoggi fue uno de los implicados en el escándalo de venta de armas Irán-Contras (por los “contras” nicaragüenses, en los años 80). Y a esto se le llama “escándalo” porque el tráfico estuvo motorizado por la CIA norteamericana, a la sazón dirigida por George Bush padre. Bush luego fue presidente de su país, y casualmente tuvo a su cargo indultar a Khashoggi.
Este señor, cuando Bush abandonó el cargo, lo incluyó en el directorio de la Barrick Gold. Otro detalle interesante: Khashoggi parece ser el nexo societario entre Bush padre y Bin Laden, en The Carlyle Group, empresa de megainversiones un tanto sinuosa, relacionada a la vez con emprendimientos y consorcios de carácter militar, armamentístico y misilístico a nivel global (con todo lo que semejante cosa implica). Esto muestra apenas una molécula del tema que se está tratando, al adentrarse en las actividades de estos holdings empresarios, y acaso permite entender por qué George Bush hijo es el único candidato a presidente norteamericano que en su momento ganó las elecciones habiéndolas perdido, y sin haber tenido que salir a buscar fondos para su campaña.
Bush padre fue el gran amigo americano del riojano Carlos Menem. Esto se recuerda bajo el concepto de “relaciones carnales” entre ambos países, o “ingreso de la Argentina al Primer Mundo”.
(Breve anécdota: hace unos días Bush padre se presentó en la Universidad de Oklahoma, para dar esas conferencias con las que los ex presidentes mantienen sus ínfulas de estar en contacto con “la gente”. Algunos asistentes tomaron apuntes que terminaron por llegar a lavaca y que sirven para comprender como son vistas desde el norte afanes como los de Menem. Dijo Bush padre en Oklahoma: “Menem es un tipito gracioso…solamente llega hasta esta altura (señala al nivel de su ombligo) que hizo un súper trabajo con la economía argentina”. Luego contó que Menem fue a Washington con su instructor de tenis. “Un tipo de pelo en pecho, con el gran crucifijo, los pantalones ajustados y todo eso. La cuestión era: ¿de qué otra manera podía el petisito gracioso derrotar al gran WASP -siglas que se refieren al hombre blanco y anglosajón- en la cancha? Solo con la intervención del macho latino tenístico hiper-viril”. Todos se rieron, dejando en claro que la utopía neoliberal de entrar al primer mundo no corre al menos con respecto a la familia Bush; tal vez haya que dejarse ganar hasta en el tenis para que las relaciones carnales sean completas, o permitir que el macho hiper viril juege con Bush).
Barrick Gold recibió la concesión para la explotación minera por parte de YAMIRI, (Yacimientos Mineros Riojanos) empresa que primero fue del Estado, luego mixta y luego sociedad anónima, en la que se interpreta que el gobernador expulsado Ángel Mazza, tenia una suculenta porción accionaria.
Esa cuestión será crucial en el juicio político a Mazza, si es que se quiere y se logra investigar seriamente la cuestión. Debe recordarse que el gobierno amenazó con intervenir la provincia justamente para evitar el juicio político a su hombre en La Rioja.
Adiós minera
En este momento la dotación de Barrick Gold en el Proyecto Famatina, gracias a la acción de las asambleas, ha quedado reducida a dos (2) personas que ofician como guardias de seguridad. El piquete al pie de la montaña comenzó el jueves 8 de marzo a las cuatro de la tarde. “Como no les permitimos subir nada, mandaron un gerente de Barrick desde San Juan, habló con una comisión enviada por las asambleas y se acordó permitirles el paso sólo para que las camioneta y el personal se vayan” cuenta Gabriela. Pueden subir, en cambio, los turistas. Para los vecinos la industria turística “puede ser un verdadero despegue, mal podríamos prohibir el paso a la gente que quiere subir”.
Carina Díaz Moreno calcula que bajaron 30 personas de la mina, y unas 8 o 9 camionetas todoterreno. “También bajaron una excavadora, con lo cual están empezando a sacar equipo considerado pesado”. La Barrick emitió un comunicado diciendo que el Proyecto Famatina no es prioritario para la empresa (más concentrada en Veladero, San Juan, en Pascua-Lama, proyecto a ambos lados de la cordillera argentino-chilena, y en su entrada a Mendoza, por nombrar algunas de sus iniciativas en estas tierras).
En Famatina nadie cree en ese desinterés de la empresa. “Siempre hacen esas cosas, simulan irse y después se quedan” dice Gabriela. Carina suma un dato: “Dicen que están abriendo un camino nuevo desde Chilecito. Si es así, haremos el corte ahí también. No tenemos ningún problema”.
¿Qué es lo sustentable?
El Famatina es un cordón montañoso que tiene como pico mayor al General Belgrano, de 6225 metros de altura. Carina habla con una pasión que los paisajes urbanos no pueden despertar: “Tenemos nieves eternas que nos abastecen de agua en invierno y verano, hay glaciares, los valles son hermosos, los cerros van cambiando de color según la época, según el día. Hay que conocer este lugar. Ahora con el corte uno está en la montaña, ve esas noches, las estrellas enormes, parece que el cielo se le viene a una encima”.
El intendente de Famatina, Líbero Leiva, hizo construir en Peñas Negras un refugio, cuando intuyó que los vecinos en algún momento comenzarían a cortarle el paso a la Barrick Gold. “Y si tenemos que hacer más refugios en otros lados, los haremos para defender nuestro cerro. Ese refugio parece el de la Difunta Correa, pero es mejor todavía, estamos todos juntos, conversamos, y sabemos que vamos a estar todo el tiempo necesario”. Se van turnando para que haya siempre un grupo de no menos de 30 personas.
Carina vuelve a pensar en lo que la rodea: “Me gustaría avisarle a todo el país que venga a ver esto, antes de que sea tarde”. Relata que en la zona hay producción de vid, olivo, nogal, aceitunas, manzanas, peras, tomates, todo de altísima calidad. “Si se instala la minera no se va a poder producir, o lo que produzca va a quedar contaminado y no se va a poder vender”. Una réplica de Gualeguaychú: los mismos países desarrollados que aseguran que sus proyectos no contaminan, luego prohiben la compra de cualquier cosa producida cerca de dichas empresas, porque saben que ese producto estará contaminado.
Carina asegura que la minería a cielo abierto implica “un método totalmente criminal”. Los riojanos tienen una historia larguísima para comprender de qué se trata la extracción de oro. Las primeras monedas de oro acuñadas en el país (las de dos escudos, esa moneda dorada que se ve dentro de las actuales monedas de un peso) se hicieron en La Rioja con oro del Famatina en 1821, como réplica de las que se habían acuñado originalmente en el Perú.
Allí se lee una consigna siempre frágil: “En unión y libertad”.
A comienzos del siglo XX se instalaron los ingleses en la zona de Chilecito, para realizar la tradicional minería de socavón, buscando las vetas de oro en el distrito minero La Mexicana. Carina: “Se hizo el segundo cablecarril más largo del mundo, que sigue siendo una especie de monumento histórico. Se instaló la primera sucursal del Banco Nación en Chilecito por el movimiento que representaba la mina, vino el ferrocarril General Belgrano, todo lo pagó el Estado para que los ingleses se llevaran el oro. Usted dirá: Famatina se convirtió en una zona poderosa. Pues no, quedó más pobre que lo que estaba antes y con el Río Amarillo con drenaje ácido”.
En La Rioja la memoria de la minería no es una evocación de lo que suelen llamarse “tiempos dorados”. Carina: “Ahora nos vienen a decir que hay una minería sustentable y responsable pero sabemos que eso no existe. En lugar del socavón, ahora vuelan las montañas con dinamita, muelen la tierra, separan los metales con cianuro o con ácidos y tremendas cantidades de agua. En Famatina calculaban que iban a usar 1.000 litros por segundo (los que tengan una calculadora o un lápiz a mano pueden sacar sus propias cuentas). Así separan el metal y el resto es lo que llaman ‘material estéril’. Ese material estéril es nuestra montaña destruida, que drena cianuro durante miles de años y contamina todo, después de habernos dejado de paso sin agua. ¿Qué es lo sustentable?”
Como en la Argentina todo es posible, en Famatina recibieron a geólogos enviados por el gobierno que sostenían que el cianuro es “biodegradable”. “En las escuelas los mismos estudiantes los sacaban carpiendo, como a otra ingeniera en minas que vino a decir que la materia estéril no iba a contaminar porque se la podía envolver con mebranas plásticas. ¿Alguien se imagina un cerro de miles de metros envuelto en plástico para evitar el drenaje de cianuro, arsénico y ácido sulfúrico?”.
Los vecinos, al ir empapándose e investigando el tema, se enteraron de otros detalles. Carina: “Con las leyes que se hicieron ya en la época de Menem, estas empresas no pagan electricidad, ni agua, ni impuesto a las ganancias, ni IVA, ni impuesto al cheque, ni pagan en la aduana las maquinarias que traen, y por lo que mandan a sus países además les dan un reintegro”. En compensación estas empresas aceptan generosamente comprar diccionarios para los niños o pintar las paredes de las escuelas de las localidades que contaminan.
La gente de la zona del Famatina comenzó a captar que había alrededor demasiados empresarios y funcionarios estatales, sospechosamente aliados y ejerciendo el arte de tomarles el pelo. Se entiende por qué nacieron las asambleas: defensa propia.
¿Por qué son horizontales?
Para salir a defender sus montañas y su vida, los vecinos (trabajadores, amas de casa, docentes, comerciantes, profesionales) optaron por un modo de organización que cunde, a contramano de las “estructuras” conocidas: la horizontalidad. ¿Por qué? ¿Cuál es la ventaja? Carina: “Porque lo otro, lo vertical, no sirve, todo queda en manos del jefe, lo bueno, lo malo, lo que se hizo lo que no. La horizontalidad es porque todos tenemos la misma responsabilidad y el mismo derecho, y nos ponemos de acuerdo juntos. Es mucho más fácil para nosotros”.
Es llamativo que siempre reciben un mensaje en sentido contrario: “Nos dicen que nos organicemos como una ONG o una fundación. Pero eso es para que termine trabajando el presidente, el vice y el secretario”. Carina admite que de paso tal situación iría domesticando a la asamblea y describe: “Acá no hay autoridades. Todos tenemos el mismo derecho a hablar, dar opiniones, decidir. La asamblea no es partidaria, porque además esta lucha es superior a cualquier partido político: acá luchamos por defender la vida y el futuro”. Los vecinos solicitaron que cualquier miembro de la asamblea que busque candidatearse electoralmente, pida licencia y se aparte mientras lo intenta.
“No nos interesa lo que es el partidismo, quién se queda con el poder o quién roba más. Acá el tema es en qué lugar vamos a vivir y qué lugar le vamos a dejar a las futuras generaciones” dice Carina. “Y hay que ver que es un impacto grande porque estamos diciendo ‘basta’ en la tierra de los creadores de todas estas leyes de saqueo ambiental”.
Carina, 32 años, nunca participó en partidos políticos ni sindicatos. “Siempre di clases, estoy de novia, y estamos construyendo nuestra futura casa”. Su amiga Carolina Suffich, la flamante mamá, fue la que le hizo ver el riesgo de lo que se venía.“Y todo esto me cambió mucho. Me dio seguridad, fuerza y me enseñó que hay que levantarse a luchar. Ahora sigo con mi trabajo, con el estudio para dar la licenciatura en Educación Física, sigo construyendo mi casa, pero además siento que tengo que usar parte de mi tiempo en las asambleas, conecto todo lo que hacemos por Interne, envío informes, trato de aportar algo” (para más datos es altamente instructivo visitar www.ciudadanosporlavida.com.ar).
Las últimas novedades

  • Barrick Gold se comprometió a levantar la maquinaria pesada que tiene en su campamento en los próximos siete días.
  • Beder Herrera debería promulgar la ley de prohibición de la minería a cielo abierto que él mismo se comprometió a impulsar.
  • Conviene no olvidar que el gobierno nacional, a través de la secretaria de Medio Ambiente Romina Picolotti, dijo que es “irracional” decirle ‘No a la minería’ (aunque exactamente “no a la minería” es lo que dicen los riojanos, y lo que postula la nueva ley).
  • El kircherismo a través del gobernador sanjuanino José Luis Gioja (otro inspirador de la actual depredación minera, y generoso anfitrión de la generosa Barrick Gold en su provincia) salió a repudiar el proyecto de prohibición de la minería a cielo abierto.En Peñas Negras los vecinos de las asambleas riojanas saben cuáles son las amenazas, y esperan, con camperas abrigadas y mate caliente. También esperan conocer a su más reciente integrante, Leonardo Valentín, que ya abre los ojos. Y su madre sonríe.
     

    publicada 15/03/2007
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    4 años sin Cecilia Basaldúa, sin fiscal y sin respuestas

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    La familia de la joven asesinada en Capilla del Monte volvió a viajar de Buenos Aires a Córdoba para reclamar que se asigne urgentemente un fiscal en la causa y que se investigue su femicidio. Hace 4 años el cuerpo de Cecilia fue encontrado luego de estar 20 días desaparecido; su familia denuncia una trama local que involucra a la última persona que la vio con vida, el ex boxeador Mario Mainardi, jamás investigado, y la complicidad de la justicia de Cruz del Eje, representada por Paula Kelm, que buscó inculpar a un perejil. Gracias a la lucha familiar se logró anular esa línea de investigación, que culminó en un juicio nulo, pero desde entonces no se retomó la instrucción; y pese a que en diciembre se anunció que un nuevo fiscal tomaría la causa, eso no sucedió, y las dilaciones siguen. Crónica de una nueva reunión con promesas y sin hechos, cuando la impunidad se hace cada vez más grande y el reclamo, también: “Verdad y justicia para Cecilia Basaldúa”.

    Por Bernardina Rosini

    Daniel y Susana, padre y madre de Cecilia Basaldúa ya perdieron la cuenta de las veces que han viajado desde la ciudad de Buenos Aires a Córdoba con el único objetivo de lograr justicia por su hija. Han perdido esa cuenta pero no la cantidad de días que contabiliza la impunidad: 1460, es decir, cuatro años. 

    En efecto, hace cuatro años (el 25 de abril de 2020) encontraron el cuerpo de Cecilia Gisela Basaldúa en un codo del Río Calabalumba en Capilla del Monte, luego de veinte días de estar desaparecida. Cuando Daniel y Susana llegaron ayer a los Tribunales en Córdoba Capital, se los ve invadidos por la bronca y el hartazgo. Son cuatro años sin Cecilia y a la par sostienen que las líneas de investigación han sido deliberadamente manipuladas y el material probatorio  de contundencia, ignorado

    La última vez que estuvieron parados sobre esa vereda fue el pasado 7 de diciembre, tras reunirse con el Fiscal General Juan Manuel Delgado. Celebraban la noticia: “Tenemos fiscal, vinimos con 3.000 firmas de apoyo pidiendo fiscal y lo tenemos. Es el Nelson Lingua y comienza el 1° de febrero, después de la feria judicial”. Cinco meses después, otra vez viajan 700 kilómetros para golpear la puerta del Palacio de Justicia pues tal designación no sucedió y la causa acumula once meses sin fiscal a cargo de la instrucción.

    4 años sin Cecilia Basaldúa, sin fiscal y sin respuestas
    Daniel Basaldúa y Susana Reyes, papá y mamá de Cecilia: viajaron desde Buenos Aires para mantener una reunión y reclamar justicia por su hija.

    El baile del fiscal

    Mientras los Basaldúa llegaban el 25 de abril nuevamente a Córdoba para pararse frente a Tribunales y exigir justicia, fueron notificados que la Fiscal General Adjunta Bettina Croppi los convocaría a una reunión. 

    Antes de ingresar al edificio Daniel comparte la situación actual de la causa “Nos vienen diciendo que no designan fiscal porque falta una firma: me cuesta creerlo. No puedo hacer nada más que venir y reclamar. Hasta ahora la única justicia que logramos fue que no metan preso a un inocente”. 

    Hoy le cuesta hablar; tiene un nudo en la garganta y el rostro de su hija estampado sobre el pecho. “Sólo espero que esta investigación vaya tras los verdaderos sospechosos, tras Mario Mainardi, última persona que vio a Cecilia con vida, quien tenía pertenencias de ella y las regaló; la policía y la fiscal Paula Kelm contaban con ésta y más información y nunca lo investigaron. No podemos creer que Mainardi, que dijo trabajar en Uber porque no podía acreditar ingresos, tenga más poder que Diego Concha, quien fue durante décadas Director de Defensa Civil de la provincia y sin embargo hoy está preso”. 

    Daniel pasa lista de todos los uniformados que participaron del caso y que hoy se encuentran desplazados, procesados o presos por distintas causas: el común denominador es la violencia de género. 

    Mientras las abogadas ingresan junto a los padres de Cecilia a la reunión, afuera les esperan periodistas, agrupaciones feministas, trabajadores de la Secretaría de Derechos Humanos y familiares víctimas de violencia institucional. Repiten el colgado de banderas, los carteles con rostros de otras víctimas, y los cantos que se recitan como mantras: “¡¡Queremos fiscal, queremos fiscal, queremos fiscal!!” y “¡¡Justicia, justicia, justicia!!”.

    Al salir, Giselle Videla -una de las abogadas de la familia- comparte lo conversado en la reunión: “Para iniciar nos han pedido disculpas puesto que en noviembre nos dieron la seguridad que tendríamos fiscal apenas finalizada la feria judicial. Como hoy no hay fiscal, y están subrogando fiscales de otros territorios que toman la causa por un plazo corto de tiempo, el avance es mínimo. Nos informaron en relación a esta situación que la designación de Nelson Lingua espera la firma del gobernador, Martín Llaryora. Ahora bien, nos enteramos que será designado como Fiscal reemplazante, y no como Fiscal titular puesto que Lingua no ha rendido el concurso que lo habilita para ese cargo; debe rendirlo ahora y recién en julio- agosto podremos saber si será finalmente el fiscal titular de la causa”. 

    Para que se entienda: desde que el tribunal absolviera a Lucas Bustos en julio del 2022 reconociendo su inocencia y su no vinculación al crimen, y ordenara una nueva instrucción para dar con los responsables del femicidio, la causa demoró meses en ser asignada a un fiscal. Luego recaería en el Dr Raymundo Barrera de Cruz del Eje, fiscal que, hábil con el calendario, entre feria judicial y licencias llegó a junio del 2023, mes en el que se jubiló. 

    Por la presión de la familia Basaldúa, en diciembre el mismísimo Fiscal General anunció la designación del Lingua el 3 de febrero; eso no sucedió y no hay certeza de que Lingua resulte el fiscal que definitivamente dirigirá la instrucción, puesto que no cumple con los requisitos.

    4 años sin Cecilia Basaldúa, sin fiscal y sin respuestas

    Preguntas sin respuesta

    Es mediodía y el cielo se refleja en las ventanas del edificio neoclásico de la calle Caseros; da la impresión que adentro estuviera vacío, que sólo es una fachada. “Hoy, 25 de abril se cumplen cuatro años de la aparición del cuerpo sin vida de Cecilia Gisela Basaldúa” lee Susana de la pantalla de su celular; ella también lleva una remera con el rostro sonriente de su hija. Sigue:

    Cuatro años de impunidad y de violencia sistemática por parte del Poder Judicial a quienes pedimos y exigimos justicia por ella. La causa volvió a foja cero en el 2022 luego de pasar por un juicio vergonzoso.

    El tiempo pasa y los asesinos de Cecilia siguen libres e impunes. No tenemos fiscal ni respuestas” y continúa “¿Cómo vamos a llegar a la verdad? ¿Qué fue lo que pasó con Cecilia? ¿Por qué tardó tanto en aparecer? ¿Dónde está Mario Mainardi? ¿Por qué la fiscal Paula Kelm ordenó tan rápidamente detener a un joven sin tener pruebas? Todas estas preguntas nos conducen una y otra vez a un círculo cerrado de impunidad entre funcionarios judiciales que se jactan en demostrar un abuso de poder constante”. 

    La carta leída en la vereda, casi sobre la calle, concentra todas las preguntas que la investigación del femicidio debiera responder. 

    Y la carta también cierra como se espera que cierre la investigación: “Verdad y Justicia para Cecilia Basaldúa”.

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    La imagen proyectada: La Ronda en la mirada de Lina Etchesuri

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    Séptima entrega del registro colaborativo de la ronda de las Madres de Plaza de Mayo, realizada por la fotógrafa de lavaca Lina Etchesuri.

    Toda la producción será entregada a ambas organizaciones de Madres y al Archivo Histórico Nacional. Invitamos a quienes tengan registros de las rondas realizadas estos 40 años a que los envíen por mail a [email protected] para sumarlos a estos archivos. Esta iniciativa es totalmente autogestiva.

    Ese jueves hacía 38 grados de calor pero parecían 43. El calor quemaba y picaba.

    Faltaba el aire, el que había estaba caliente y la humedad pegoteaba.

    El día que acompañé a la Ronda haciendo fotos para este proyecto, fui descubriendo imágenes a medida que los pasos y las sillas de ruedas daban vuelta como siempre, hace 2392 jueves.
    La ronda siempre me emociona. Mucho. Las miro a las madres y veo proyectada las fotos de sus hijxs en su mirada, hacia delante, repitiendo Presente como un mantra de presencia y resistencia. Lxs veo a ellxs en imagen, mirando de frente en su juventud detenida. Veía a Elia, que ronda en silla de ruedas, con la foto de su hijo Hugo Meidan, desaparecido el 18 de febrero de 1977, hace 47 años, y pensaba si ese día hizo tanto calor, si la luz tenía esta misma inclemencia.

    La imagen proyectada: La Ronda en la mirada de Lina Etchesuri

    En las rondas transcurre un tiempo extraño, persistente y atemporal. Las hermanas abrazan las fotos de sus desaparecidxs, gritan sus nombres con contundencia, caminan junto a las madres, junto a nosotrxs.

    Transforman el tiempo y la imagen en un futuro posible.

    La imagen proyectada: La Ronda en la mirada de Lina Etchesuri

    Sobre Lina

    Soy Lina Etchesuri. Fotógrafa, editora y docente

    Soy parte de la cooperativa Lavaca desde hace más de 12 años donde hago todo lo que me describe y más. Me hace sentir muy orgullosa y feliz.

    Estudié con Filiberto Muganini en el Rojas durante los 90s. Hice la carrera de fotógrafa en la Escuela de foto y artes visuales de Avellaneda, durante el 2001 y los años siguientes. 

    Me seguí formando en talleres visuales con mi querida Julieta Escardó y muchxs más.

    La imagen proyectada: La Ronda en la mirada de Lina Etchesuri

    Viajé haciendo fotos durante algunos años: conocí al subcomandante Marcos y le saqué una foto en la que se está riendo. Estuve en Cisjordania, Palestina, durante 3 meses, viviendo retratando la vida bajo la ocupación. 

    Junto con algunas personas y amigxs fundamos MAFIA en 2012, un colectivo de fotógrafxs que sigue hasta hoy.

    Coordino talleres de foto e imagen.

    Soy mamá de Fermin.

    Y me encanta hacer todo lo que hago.

    La imagen proyectada: La Ronda en la mirada de Lina Etchesuri

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    Un abrazo contra la motosierra

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    Sin presupuesto actualizado (“cada 10 pesos del año pasado, hoy tenemos 2” informa el rector de la UBA) las universidades y los hospitales en “modo ahorro” deben cortar la luz, los ascensores, reducen cirugías, no tienen insumos. La imagen del Clínicas, uno de los más importantes del país: “Los pacientes se están quedando sin comida”. Hoy una gran concentración frente a ese hospital escuela simbolizó un abrazo en defensa de la salud y la educación pública, mientras el gobierno nacional juega a pelearse con las prepagas, y el de la Ciudad a subvencionar a quienes mandan a sus hijxs a colegios privados. ¿Qué pasa con lo público? ¿Cuándo comenzó el desastre? Distintas voces (directores de hospitales, rectores de universidades, trabajadorxs) relatan la realidad y los datos motosierra; la organización como única salida; y el canto “la UBA no se vende”, mientras la realidad, o los números, parecen indicar otra cosa.

    Por Francisco Pandolfi

    Un abrazo contra la motosierra

    “Se defiende, la UBA se defiende”, fue uno de los hits / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

    Clarisa y Caetana acaban de salir de cursar dermatología. Clarisa tiene 24 años y lleva puesto un ambo azul marino. Caetana, de 23, uno verde oscuro. Son alumnas desde hace seis años de la Facultad de Medicina y hace tres caminan por los pasillos del Hospital de Clínicas, ya en la etapa de las prácticas. “Hace un rato terminamos una clase en la que no teníamos vendas”, dice Clarisa. Su compañera agrega: “El otro día, en un práctico, nos faltaba vaselina para curar las úlceras; sí, vaselina, probablemente el producto más básico y barato que se necesita”.

    Alrededor de ellas hay una multitud, con ansias de visibilizar la gravedad de la situación.

    Clarisa, Caetana y la marea contra el ajuste / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

    “Estamos funcionando al 30%”, comparte Marta, médica desde hace 38 años en el Clínicas.

    “Los pacientes se están quedando sin comida”, cuenta Susana, auditora. 

    “Soy empleado de limpieza del hospital, monotributista, trabajo cinco días por semana, siete horas por día y mi sueldo no supera los 150 mil pesos”, confiesa Diego Ruiz.

    “Ya debimos reducir las cirugías y no atender a algunos pacientes”, expresa Marcelo Melo, el director del Hospital de Clínicas.

    “Estamos económicamente por debajo de un 80% sobre el presupuesto que deberíamos tener. Cada 10 pesos del año pasado, hoy tenemos 2”, precisa Ricardo Gelpi, rector de la Universidad de Buenos Aires.

    Un abrazo contra la motosierra

    Susana Dionisio, y la esperanza que genera el juntarse / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

    Tiempos de abrazos

    “La biblioteca destinada a la educación universal es más poderosa que nuestro ejército”.

    José de San Martín.

    Al libertador de la patria se lo homenajea con su nombre en calles y avenidas; clubes deportivos, teatros y centros culturales; plazas y parques; hospitales y universidades.

    Y también en un hospital-escuela: el Hospital de Clínicas José de San Martín, dependiente de la Universidad de Buenos Aires y dedicado a tres ejes clave para el desarrollo de cualquier sociedad: la asistencia, la docencia y la investigación.

    Son tiempos de clases abiertas; de paros y movilizaciones; de una marcha nacional universitaria a realizarse el próximo martes 23 de abril. Son tiempos de contar en cuántos meses y en cuántos días las universidades se quedarían sin presupuesto hasta cerrar sus puertas.

    Son tiempos de abrazos.

    Uno de ellos se forma con un montón de brazos, este jueves por la mañana, en la puerta del Hospital de Clínicas. Médicos, docentes y no docentes, estudiantes, le brindan un espaldarazo simbólico al Hospital de Clínicas, ubicado en el límite de los barrios porteños de Recoleta y Balvanera. Sobre la Avenida Córdoba, miles de personas se reúnen en la puerta principal para reclamar por el recorte presupuestario en todas las universidades del país, y en particular de las universidades escuelas.

    Hay equipo en el Hospital de Clínicas /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

    Los cuerpos aplauden. Están vestidos con guardapolvo blanco; con ambos celestes y azules; con chaquetas bordós y verdes. De fondo, un telón negro enorme sirve de súplica para estos momentos. Es un ruego a la sociedad toda; y una exigencia, también, puertas adentro: “Defendamos la UBA”. Delante de la banderota se sostienen grandes letras blancas, hechas con cartulina, a mano, a pulmón, a necesidad de que el reclamo se vea un poco más. “La salud se defiende”, se lee, mientras se canta al unísono: “No se vende, la patria no se vende”. Minutos después, se cambia sólo una palabra: “No se vende, la UBA no se vende”.

    Pero la realidad no parece indicar lo mismo. 

    Problemas de fondos

    Luego del abrazo, se rodea al hospital y en otra de las puertas de la institución, sobre la calle Paraguay, se lleva a cabo una conferencia de prensa. Marcelo Melo, el director del Hospital de Clínicas, va al hueso: “Ya tuvimos que optimizar los recursos, que son insuficientes; no podemos comprar insumos, ni hacer transferencias porque no hay licitaciones de presupuesto que avalen las compras. Mientras, tenemos un montón de pacientes internados”. Sigue: “Es muy difícil no usar la luz en un hospital; no usar los ascensores cuando los pacientes necesitan usarlo… Lo mismo pasa con la calefacción. El año pasado estábamos orgullosos de haber comprado y cambiado la caldera, y este año no sabemos si va a funcionar, porque el modo de ahorro va a estar en el gas, en la luz, en todo”.

    Le cambia la cara. Se tensa, aún más. “Poner a un hospital en modo ahorro es una agresión al médico. Es muy difícil mi lugar, el tener que decirle a mis colegas si pueden atender o no a alguien. No estamos haciendo una buena medicina con estas cosas”.

    Un abrazo contra la motosierra

    Marcelo Melo y Ricardo Gelpi en conferencia de prensa /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

    A su lado está el rector de la UBA, Ricardo Gelpi, acompañado por el Secretario de Hacienda Matías Ruiz. Juntos, definen lo terrible: “La UBA tiene dos partes principales en las que se divide el presupuesto. Una es la salarial, que consume entre el 85% y el 90%; y después está el gasto de funcionamiento, que consume entre el 10 y el 15%”. Desmenuzan: “En lo salarial hubo un recorte en términos reales ajustado por inflación del 35%, lo que significa que si en noviembre un docente o un trabajador cobraba 100 pesos, hoy cobra 65”. 

    Sobre los gastos para el funcionamiento: “Lo dividimos en salud y en educación. En educación este año las partidas arrancaron congeladas al presupuesto del año 2023; hubo una actualización parcial del 70% desde marzo; pero en términos interanuales eso significa un 58% de actualización, comparado con una inflación de casi un 300% interanual. Por el lado de la salud, empezamos el año sin presupuesto, ya que la partida devengada del año 2023 no había sido asignada hasta esta semana”.

    Tomar la calle en defensa propia / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

    Peligro de cierre

    ¿La partida ya firmada –pero aún no depositada–, es un remedio? “No, para los hospitales universitarios será de la misma magnitud nominal del año pasado. O sea, no es una actualización, ni un incremento”. Subraya el rector: “Estas partidas no están ajustadas por inflación, lo que significa que sólo podrán estirar un tiempo esta situación, pero estamos lejos de estar conformes. Si se mantiene esa partida, podremos funcionar como venimos dos o tres meses más. Y después, así las cosas, la UBA cierra, porque si no hay plata, no hay plata”.

    El Secretario de Hacienda suma un dato, que agudiza el cuadro: “El pago de la energía eléctrica en el último año se multiplicó por siete. Y si comparamos con febrero de este año, sólo los últimos dos meses, se multiplicó por cuatro”. Y ejemplifica con una cuenta que no cierra: “El crecimiento del gasto, sumado a las partidas congeladas, hace que crezca más rápido el gasto que tenemos la universidades y empeorando cada vez más el funcionamiento”. 

    Un abrazo contra la motosierra

    La educación, la salud y la ciencia, en juego; en venta / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

    “El mal funcionamiento es de hace años”

    La falta de recursos no empezó en la era Milei. Marta, médica desde hace 38 abriles, describe: “El mal funcionamiento viene de años, como consecuencia de malas administraciones anteriores. Y ahora, este recorte presupuestario es el tiro de gracia”. ¿En qué se venía mal? “De 12 quirófanos funcionan 5 y hay numerosas salas cerradas; cada vez se va achicando más la estructura, deteriorando y no hay presupuesto para mantenerlo”. 

    Clarisa, alumna, añade: “El edificio tiene un montón de falencias, es muchísima la cantidad de arreglos que harían falta y esto viene desde hace años. Con este recorte, el único futuro que veo es que se caigan las paredes… Me da mucho miedo e impotencia”.

    Florencia trabaja hace 10 años y el amor que siente por la entidad viene de familia: “Mi mamá trabajó ahí; mis dos hijos fueron a ese jardín; le salvaron la vida dos veces a mi mejor amiga; curaron a mi papá, a mi abuela”.

    Admite que el hospital “siempre tuvo pocos recursos; siempre hubo carencia de insumos”. Profundiza: “La situación no viene bien hace mucho; las personas que deben hacer el presupuesto no valoran la calidad humana ni la cantidad de atenciones que se realizan por día. El hospital siempre tuvo lo básico, y en muchas oportunidades debimos conseguir insumos por fuera, siempre tardó en llegar el material que se necesitaba”.

    Carteles, ruido, sonrisas: estrategias contra el recorte / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

    Orgullo nacional 

    El Hospital de Clínicas es considerado uno de los hospitales más importantes de la Argentina y de América Latina. Se fundó en 1881 y allí se realizaron varios procedimientos por primera vez. Algunos hitos que nacieron entre sus paredes que hoy yacen descascaradas: la aplicación de la insulina, el cateterismo cardíaco, las residencias médicas, las punciones de riñón, las operaciones filmadas. Dice la médica y hoy auditora Susana Dionisio: “En este hospital se formaron la mayor parte de los médicos de renombre que hay en toda la medicina prepaga”. Suma otro caso testigo: “Hay que acordarse de acontecimientos como el de la AMIA, cuando sucedió el atentado este hospital recibió a la mayoría de los heridos, y fue gracias a este hospital que se salvó a muchísima gente. Entonces, podés hacer un comité de crisis, pero si al mismo tiempo desfinanciás a la educación, está muy mal. El presidente se merece un juicio político y la oposición tiene que pararse y ser una oposición real, sino perdemos la democracia”.

    Marta Cora Eliseht es médica de obstetricia del hospital de Clínicas y docente de la Facultad de Medicina. “El Clínicas es fundamental, un orgullo nacional; no sólo cumple funciones asistenciales, sino también de docencia en áreas de pregrado y postgrado; esta es la sede de infinidad de carreras. Somos especialistas en obstetricia y atendemos muchos embarazos de alto riesgo, casos que no se atienden en otros lados”. 

    Un abrazo contra la motosierra

    Marta es médica en el Clínicas desde hace 38 años /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

    En el hospital trabajan más de 3.200 empleados y se atienden alrededor de 365 mil personas al año. En lo educacional, cursan por año cerca de 1500 alumnos. “Hay cinco cátedras y estudiamos 300 personas promedio en cada una. Este es el hospital escuela más grande del país”, explican Clarisa y Caetana, estudiantes de medicina. 

    Las palabras de Sofía, que integra la comisión interna, laten: “El hospital-escuela literalmente es el corazón de la UBA, donde se retroalimenta la ciencia, la investigación, la educación, pero sobre todas las cosas la salud pública, con todo lo que conlleva ese concepto de gratuidad e inclusión. Queremos seguir brindando la atención de calidad a los y las pacientes, pero sobre todas las cosas contar con un financiamiento que nos permita que nuestra casa, como así consideramos al hospital, siga funcionando. No queremos tener el privilegio de pisar la UBA, sino el derecho de seguir en ella”.

    Un abrazo contra la motosierra

    Una que pedimos (casi) todxs /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

    Un dolor inenarrable

    El hit se vuelve a cambiar: “Universidad de los trabajadores, y al que no le gusta se jode se jode”, se vocifera con angustia y con firmeza, en un clamor popular que hiela la sangre. Las y los laburantes le dan magnitud al problema. La obstetra Marta Cora Eliseht dice: “En el sector no tenemos espéculos, vidrios para hacer papanicolaou, guantes, gasas, algodón, lo básico. Los profesionales de la salud estamos intentando conseguir donaciones de entidades privadas para suplir las faltas”. Sintetiza: “Estamos sufriendo un ataque artero a la universidad pública”.

    Susana Dionisio es médica desde hace 49 años. Quince los trabajó en el Clínicas, donde ahora es auditora. “Sentimos un dolor que no se puede narrar. Los pacientes se están quedando sin comida y solidariamente se intenta ayudar entre sindicatos, médicos y administrativos, pero los insumos médicos no los podemos comprar. Ya se está cortando la luz a cierta hora, no se puede creer”. 

    Un abrazo contra la motosierra

    La potencia de Elsa Carrizo, la potencia de lo colectivo /Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

    Elsa Carrizo es delegada general de la comisión interna del Hospital de Clínicas. Tiene puesto un guardapolvo blanco, que lleva el logo de la institución. Se lee: “Fundado en 1881”. Dice: “Trabajamos con obras sociales, pero es impresionante la cantidad de gente sin obra social que viene, alcanza con ver las colas que se forman a la mañana. Ya no tenemos insumos ni para el mantenimiento, ¿con qué vamos a limpiar? Hay un combo de muchísimas necesidades en el hospital”.

    “Últimamente no nos estuvieron entregando secadores”, detalla Diego Ruiz, empleado de maestranza. Cobra menos de 150 mil pesos por mes y sólo el monotributo para facturar (no está en planta permanente) le cuesta alrededor de 18 mil. “Estamos en una situación de mierda, personalmente para mí es imposible llegar a fin de mes”.

    Un abrazo contra la motosierra

    Diego cobra menos de $150 mil por mes. Y no es una joda / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

    Tomás trabaja en el área de personal hace 5 años y es delegado de la comisión interna. “No hay paritarias y los sueldos quedan muy bajos. Tenemos poco más de 300 contratos que salen del bolsillo del hospital y son los que más corren peligro. Estamos hace un par de meses sin aumento y no hay respuesta del gobierno ni comunicación. Estamos estancados, no da para más”.

    Carolina Nadal es empleada desde hace 30 años. Hoy es la jefa del departamento de Trabajo Social. “El presupuesto que se está ejecutando es el del año pasado y esto es inviable en términos de sostenimiento, de todo lo que se necesita para que funcione el hospital de manera integral. El gobierno va a tener que responder de una manera diferente a la que está respondiendo ahora. Siento mucha bronca e indignación, pero al mismo tiempo tengo la esperanza de que en las calles, con la resistencia, haya otro desenlace que no sea cerrar las puertas”.

    “Cuando la patria está en peligro, todo está permitido, excepto no defenderla”.

    José de San Martín.

    Clases abiertas, presupuestos cerrados / Fotos: Lina Etchesuri para Lavaca

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